Por Florencia Valdez
Fotografía: Diego Castro Romero

Una nueva edición de Teatro por la Identidad se desarrolla en el MultiTabaris, todos los lunes de junio. Esta vez con el formato de micromonólogos dirigidos por Mauricio Kartún.

Con un humor que lleva a reflexión, “Idénticos” presenta un ciclo de doce micromonólogos interpretados por otros tanto actores, distintos pero idénticos en lo que generan en el público. 

Una luz azul, cálida, cubre a los protagonistas al entrar en escena. Los envuelve mientras esperan su turno y ayuda a destacar a quien interpreta su papel. Con una duración máxima de cuatro minutos, los emotivos monólogos son acompañados por aplausos interminables, risas, silencios y coronados por los intérpretes con la ya tradicional la frase: “Mi nombre es (…) y puedo decirlo porque se quién soy”. 

En esta ocasión, participan Gabo Correa, Alejandro Mazza, Mercedes Funes, María Onetto, Daniel Fanego, Victoria Carreras, Maiamar Abrodos, Stella Gallazzi, Malena Figo, Gonzalo Urtizberea, Pablo Seijo y Martín Salazar.

Teatro por la identidad (Txi) surgió en los años 2000 y es uno de los brazos artísticos de Abuelas de Plaza de Mayo para llegar a las personas que dudan de su identidad. Un movimiento de actores, dramaturgos, directores y coreógrafos aportan a la misión para identificar a aquellos que aún viven con su identidad sustraída.

La risa, la reflexión y la música inundaron el MultiTabarís el último lunes de junio. La obra mantiene viva la incesante búsqueda por aquellos nietos y nietas que aún no restituyen su identidad y la eterna pregunta ¿dónde estás?  

“Es importante que lo sigamos viendo desde este lado con alegría, con esperanza, pero a la vez con la profundidad que se merece. Recordando la lucha, a las Abuelas que son las que nos han enseñado el camino y a las que seguimos siempre para ver para dónde vamos”, describió la nieta restituida Claudia Victoria Poblete Hlaczik, en diálogo con ANCCOM

A su vez, destacó el papel de lo artístico como otra vía para impulsar la búsqueda de nietos y nietas, atravesar las barreras de lo documental para que el lado artístico interpele a aquellos jóvenes adolescentes que pueden ser hijos o hijas de los nietos y nietas de las Abuelas, y puedan sembrar la pregunta en sus casas. 

La audiencia mayoritaria de TxI, actualmente son las nuevas generaciones. Viviana Rivero es profesora de Historia y el lunes se acercó a la función con sus estudiantes del programa Jóvenes y Memoria de la Escuela de Educación Secundaria Nº4 «Alicia Moreau De Justo” de Ingeniero Maschwitz, Provincia de Buenos Aires. “Traemos un grupo de Jóvenes y Memoria. Es un programa de la Comisión Provincial por la Memoria que reconstruye la historia reciente de la última dictadura”, explicó y describió qué hace con sus alumnos y alumnas: “Los chicos están trabajando sobre la identidad y sobre el racismo estructural que hay dentro de nuestra escuela. Y este tipo de actividades los ayuda a entender y comprender en profundidad estos temas que tanto nos interpelan a los argentinos”.

En la mitad de la función irrumpe la guitarra de Esteban Morgado y el público canta y se conmueve, teletransportado “a una guitarreada en la playa o a un fogón en un atardecer en Santa Teresita”, como él mismo describe, mientras interpreta canciones nacionales de Luis Alberto Spinetta, Fito Páez, Soda Stereo, entre otros temas que llegan al alma. “Hoy fue maravilloso, increíble. Creo que vibramos todos en la misma frecuencia. Hoy hubo mucha conexión”, expresó Morgado al salir del teatro.  Y remarcó el papel de los actores involucrados en la lucha: “Todo esto lo hacemos con una actitud militante, nadie cobra un peso, no hay carteles. Estamos todos poniendo el hombro porque queremos recuperar a esos nietos que han sido apropiados por la dictadura genocida cívico militar, eclesiástica que azotó al país y destruyó a tantas familias.”

La escena del cierre de la jornada es cálida, amigable, el público se entremezcla con actores y actrices que van saliendo de la función, conmovidos ellos también por el testimonio de la nieta que completa el sentido del ciclo al explicar la importancia del arte y de la presencia de todos en la sala.

“Quisimos ponerle poesía al texto, sacarle el humor y llevarlo a una cosa más romántica y de amor. Del recuerdo de eso que te duele en la piel, que no lo podés decir. No es una herida que se ve, que está dentro, que es más profunda”, describió la actriz Maiamar Abrodos sobre el monólogo “Tenía un gusto distinto”, de Alejandra Toronchick y dirigido por Pablo D’ Elía, en el que dialoga con la ausencia. “Había que poner el cuerpo y el alma porque lo que se estaba diciendo es el ser quien soy”, concluyó.

La velada del lunes cerró con Morgado junto a su hija Julia que cantó “Soy todo lo que recuerdo”, de Gabo Ferro y estremeció el rincón de público que quedaba por conmover.

¿Dónde y cuándo?

La obra ‘Idénticos’ bajo la coordinación dramatúrgica de Mauricio Kartun, música en vivo de Morgado y dirección general de Daniel Veronese dará su última función el lunes 4 de julio a las 20, en el Teatro Tabarís, Av. Corrientes 831, con entrada gratuita.