Por Naiara Mancini
Fotografía: Camila Meconi

La muestra «Memoria de la espera» exhibe fotografías de la Guerra de Malvinas tomadas por conscriptos que hasta ahora eran desconocidas.

Fabián Volonté, ex combatiente, es una de las 22 personas que aportaron fotografías a la muestra.

En el marco del Día de la Afirmación de los Derechos Argentinos sobre las Malvinas, Islas y Sector Antártico se presentó en el museo de cine Lumiton, en la localidad de Munro, el proyecto “Memoria de la Espera” de Diego Sandstede y Martín Felipe, un archivo de Malvinas compuesto por fotografías tomadas por los soldados conscriptos durante la guerra en 1982. “Los colimbas estuvieron esperando 60 días. Llegaron el 12, 13 de abril y combatieron el 12, 13 de junio. Fueron dos meses de espera, de pasar hambre, frío, maltrato. Las fotos son en ese momento de espera”, desarrolló Martín Felipe, en diálogo con ANCCOM, acerca del nombre que lleva la muestra, inaugurada el viernes 10 de junio último. El acervo completo se encuentra actualmente compuesto por más de 600 imágenes, además de 12 entrevistas y reconstrucciones contextuales de las fotografías.

La jornada comenzó con una proyección de 73 fotografías del archivo en una pequeña sala cinematográfica. “La foto y el silencio, la pausa entre foto y foto. A mí me transportó. Yo viajé en el 2010 [a las Islas Malvinas], pero ahí no me pasó lo que me pasó en las fotos”, destacó Luis Quinteros, ex veterano. Del evento participaron ex combatientes pertenecientes al Centro de Veteranos de Guerra de Malvinas de Vicente López junto a Fabián Volonté, una de las 22 personas que aportaron fotografías a la muestra. Cuando fue reclutado para la guerra, Volonté viajó a las Islas Malvinas con un paquete de cigarrillos y una cámara Kodak Instamatic 126 que le solicitó de urgencia a su hermano, apenas se enteró de su destino: “Nunca fui de sacar fotos, pero era como que me iba de vacaciones. Además, yo nunca había volado en avión”, recordó.

El proyecto creado por Martín Felipe y Diego Sandstede tiene una acervo de más de 600 fotografías personales.

La primera recorrida silenciosa de las fotografías desencadenó un aluvión de anécdotas y apreciaciones de la Guerra entre los veteranos presentes en la sala. En la selección de imágenes presentadas había una gran variedad de retratos: conscriptos acampando, un paisaje de las Islas con un buque en el horizonte, instrumentadoras quirúrgicas civiles voluntarias, una trinchera “Pozo de Zorro”, el ala de un avión, un soldado posando a cámara mientras sonríe y sostiene su arma. “En esta foto yo estoy prisionero. El chico que está al lado mío falleció”, indicó Volonté, señalando una imagen en la que aparece él mismo en primer plano, fumando un cigarrillo, junto a otro compañero. Otra fotografía de soldados posando junto a una oveja alentó un debate acerca de la ineficiente logística alimentaria que se llevó adelante durante la Guerra. “Malvinas tiene mil historias y ojalá puedan quedar capturadas”, reflexionó Volonté, y luego afirmó: “En las fotos está el relato”.

Frente a la censura impuesta por la última dictadura y la tergiversación narrativa de los grandes medios periodísticos durante la Guerra, las fotografías tomadas por los conscriptos cobran al presente un enorme valor testimonial.

A 40 años de la Guerra de Malvinas, el proyecto de Sandstede y Felipe tiene el objetivo de recuperar estas imágenes de primera mano. Frente a la censura impuesta por la última dictadura y la tergiversación narrativa de los grandes medios periodísticos durante la Guerra, las fotografías tomadas por los conscriptos cobran al presente un enorme valor testimonial y de reconstrucción de la historia argentina. Las imágenes que conforman el acervo tienen la característica de la espontaneidad y la ausencia de mediación: “No hay recortes ni ediciones para una noticia o narración periodística. Son los ojos de los soldados que vieron y fijaron el tiempo”, se destaca, con una impronta barthesiana, en la página “Memoria de la Espera”.

“Es un archivo que tiene una fuerza muy importante de memoria colectiva, documentos muy fuertes de una guerra. Se va a perder si no hacemos algo para preservarlo”, alertó Felipe acerca de la importancia de la iniciativa. Después de realizar un breve diagnóstico sobre el lugar relegado que aún tienen la Guerra de Malvinas y sus veteranos en el imaginario social, expresó: “Estas fotos, si cumplen alguna función y queremos hacer algo con ellas, es justamente que ayude a que la gente pase del otro lado. Lo que muestran estas fotos… no hay un filtro, nos ponemos en Malvinas, ayuda a cortar ese síntoma social que tenemos de escaparle a Malvinas”.

 La colección “Memoria de la Espera”, disponible de manera digital, es un archivo que se encuentra en crecimiento, en busca de sumar nuevas fotografías de autoría de soldados conscriptos con soporte en papel.