«Una amiga se bajó del colectivo y  le gritaron: `cuidado que tiene una bomba´»

«Una amiga se bajó del colectivo y le gritaron: `cuidado que tiene una bomba´»

Manifestantes afganos se manifiestan por la independencia del país. 

El domingo 15 de agosto el régimen talibán tomó el poder en Kabul, capital de Afganistán, luego de que el presidente Ashraf Ghani abandonara el país tras una ofensiva relámpago de los insurgentes que causó el colapso de su gobierno. 

Ante la situación, las noticias sobre el conflicto comenzaron a difundirse con rapidez en todo el mundo, el interés por tratar el tema en la escena pública se hizo indiscutiblemente visible, y el ámbito local no fue la excepción.

En las últimas dos semanas, los programas televisivos se inundaron con videos de personas corriendo desesperadas para huir del país asiático, en las redes sociales se viralizaron múltiples fotografías desgarradoras: bebés que eran entregados a soldados estadounidenses para que pudiesen salir del país, mujeres golpeadas, niños ensangrentados, el famoso posteo de las 29 prohibiciones que el régimen talibán le impone a las mujeres afganas, y la frase “fundamentalismo islámico” se usó repetidamente para describir la ideología Talibán.

Mientras tanto, los representantes de la comunidad musulmana local casi no tuvieron posibilidades para exponer sus puntos de vista, y esto es lo que Nadir Moussa, Sofía Castro y Marwan Sarwan Gill, musulmanes argentinos o radicados en Argentina, viven con indignación y dolor. 

A pesar de pertenecer a diferentes escuelas de pensamiento, coinciden en que el tratamiento mediático que se le está dando al tema favorece la islamofobia y la estigmatización de los musulmanes. “Justo hoy una amiga me contó que se bajó del colectivo y un grupo de hombres le gritó ‘cuidado que tiene una bomba’, y esto es horrible para nosotras” dice Sofía Castro, musulmana por elección desde sus 18 años. “A veces la gente me dice que los talibanes tienen una visión fundamentalista u ortodoxa del islam, y esto está errado. A estas personas tengo que explicarles que yo soy ortodoxa. Ellos han hecho toda una ideología y una supuesta religión que está al margen del verdadero islam” agrega. 

Al respecto Nadir Moussa, productor audiovisual y periodístico en el primer canal islámico de Latinoamérica AnnurTV, afirma que en los medios de comunicación masivos “se vende un islam machista, un islam atrasado, retrógrado, cosa que no es así” y explica que los talibanes llegan a ser tan extremistas porque tienen una versión totalmente tergiversada, falsa y literal del islam. “El islam mismo dice que quien mata un alma inocente es como quien haya matado a toda la humanidad, entonces si tu libro sagrado con cual tenés que guiarte dice eso y vos haces lo contrario, no sos musulmán -continúa Nadir-. Notamos que cuando pasan cosas puntuales en Medio Oriente y se da un tratamiento en la televisión, nuestra comunidad sufre discriminación, ataques verbales, insultos, taxis que no paran a nuestras mujeres con velo, y un montón de cosas que uno está acostumbrado a vivir y no debería ser así” concluye. 

Marwan Sarwar Gill 

Por otra parte, el teólogo islámico de origen paquistaní, Marwan Sarwan Gill, que hace cuatro años vive en Argentina para visibilizar su religión, acerca del tratamiento mediático del conflicto expresa que “las víctimas principales cuando ocurren estas cosas en Medio Oriente somos nosotros, los musulmanes que vivimos en occidente, porque se deja una mancha en la imagen del islam y en la de todos los musulmanes”. 

Una comunidad invisibilizada

Según un informe del año 2010 del Centro de Investigaciones Pew de Estados Unidos, 1.000.000 de habitantes argentinos son musulmanes, constituyéndose el país con la comunidad islámica más grande de Latinoamérica. 

Aún así, los entrevistados expresan que no se les da voz en la escena pública. “Yo he tenido la mala experiencia de conocer muchos conversos argentinos, es decir, personas que no nacen en una cuna musulmana y luego abrazan la fe islámica, que cuando se lo cuentan a su entorno social la primera reacción es siempre alguna asociación hacia el terrorismo talibán, Al Qaeda, o ISIS”, cuenta Marwan. Explica que esos grupos son una pequeña minoría del mundo musulmán, pero que debido a la invisibilización que hay de la fe islámica en Argentina y en occidente en general, la población termina asociando a todos los musulmanes con los terroristas. “Mucha gente ha olvidado que ‘islam’ significa ‘paz’”, dice el teólogo. 

No todas las luchas son iguales

Otra de las polémicas mediáticas que surgieron con el estallido del conflicto en Afganistán estuvo relacionada con las mujeres y la violación de sus derechos. Sofía Castro dice que hay dos problemas en relación a esto: por un lado, la prensa no identifica entre las imposiciones del régimen talibán y lo que dice el Corán sobre la mujer, entonces los receptores de las noticias se crean una imagen errada del islam, y lo asocian directamente con prácticas machistas y abusivas. Por el otro, las mujeres musulmanas no han tenido la posibilidad de hablar ellas mismas. “Esto favorece la despersonalización de la mujer musulmana. Nos están tomando muchas fotos en la calle sin nuestro permiso, por ejemplo”, expresa Sofía.

Como respuesta a la pregunta sobre cuáles son las luchas de las mujeres musulmanas en el país, la entrevistada dice que lo principal en este momento es abrir espacios de debate para desmitificar lo que está pasando en el exterior. Pero la batalla que es transversal a todas es “poder conquistar lugares como mujeres argentinas además de musulmanas”. 

Explica que hacia adentro de la colectividad también tienen objetivos, pero no son los que la sociedad argentina y occidental piensa, sino que “tienen que ver con hacer cumplir en nuestras comunidades estos derechos que ya tenemos.  No es que necesitamos crearlos”. Aclara que la mujer en el islam desde hace aproximadamente 1400 años tiene derechos que en Argentina son recientes. Por ejemplo, el derecho al voto, al divorcio, a la educación profesional, son algunos de los que las mujeres musulmanas adquirieron junto con el surgimiento del islam, en el siglo VII. “Como siempre digo, el machismo está en todos lados y por eso es que no nos dan tanta representación acá en Argentina”, concluye.

¿Qué es el Alerta Sofía?

¿Qué es el Alerta Sofía?

Guadalupe Lucero se encuentra desaparecida desde el 14 de junio.  

¿Cómo funciona el “Alerta Sofía»? ¿Cuándo se utiliza?¿Cuántos casos llegan a los medios de comunicación?, son algunas incógnitas que surgen al iniciar la búsqueda de un chico o chica perdido. Actualmente, se reciben entre cuatro a cinco denuncias diarias.

La ONG Missing Children Argentina (MCA) colabora con el Poder Judicial y las fuerzas de seguridad haciendo un seguimiento de las instancias jurídicas e investigativas de las desapariciones registradas. Ofrecen orientación a las familias y colaboran en la difusión de casos a través de los medios de comunicación. Trabajan en red con instituciones públicas y privadas. Desde el 2020, Ana Rosa Llobet preside la organización. En diálogo con ANCCOM cuenta cómo participan de las búsquedas. “El programa Alerta Sofía cuenta con una comisión integrada por el Ministerio de Seguridad, la Procuración General de la Nación, la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia. También, colaboran el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM), otras fuerzas federales de Seguridad, la Defensoría del Pueblo de la Nación, el Consejo de Procuradores Fiscales, Defensores y Asesores de la República Argentina, y la ONG Missing Children”, explica..

Uno de los casos más resonantes en que se activó fue el de Guadalupe Lucero, que tiene 5 años y se la vio por última vez el 14 de junio, en la capital de San Luis. Apenas se puso en marcha el protocolo de acción con más de 400 policías provinciales, se sumó sin éxito el sistema de Defensa San Luis Solidario, los Bomberos Voluntarios y la Policía Montada. Tras más de tres meses del hecho, la familia realizó una convocatoria nacional. Además de compartir sus fotos en las redes. Habilitaron un grupo en Facebook denominado «Un país por Guadalupe», que cuenta con 8.000 miembros. Desde la red social piden que no dejen de compartir su foto y qué ¡No se olviden de Guadalupe!. Missing Children también participa en la campaña, principalmente, con la difusión de la imagen.

El nombre del programa remite a Sofía Herrera, una niña que desapareció en Tierra del Fuego. Salió a compartir un día de campo con sus padres y amigos pero nunca más se la vio. El Alerta es un sistema de comunicación de emergencia rápida para el reporte de desapariciones de menores de edad. No se dispara de forma cotidiana porque busca el impacto mediático más fuerte. “Es utilizado en casos de extrema peligrosidad. Cuando hay sospecha de que son sustraídos por un adulto y se encuentran en un grado extremo de vulnerabilidad”, explicó Llobet y agrega: “Desde 2019 se ha activado solo tres veces en nuestro país. Esto hace que el impacto que produce redunde en beneficio de la búsqueda y que no pierda eficacia si se produjera cotidianamente. Para activarse se necesita el pedido del juez de la causa y de la comisión que evalúa la necesidad de urgencia. MCA participa en esta evaluación”.

Antecedentes “conocidos”

Sofía Herrera y sus padres habían llegado en dos autos a un camping situado en el km 2893 de la Ruta Nacional 3. El lugar es un paraje casi desértico. Con un rectángulo de 15 hectáreas cercado por alambres de un metro de altura y, el primero, de púas. Sofía se separó por unos instantes y desde entonces nadie volvió a saber de ella.

Tenía tres años cuando la vieron por última vez. En 2020, un perito dibujante experto en reconstrucciones faciales, realizó la imagen actual de Sofía. Está simula cómo se vería la niña al tener 16 años. 

En marzo de este año se encendió el protocolo otra vez. “M”( letra identificatoria que resguarda a la menor) es la niña de 7 años buscada intensamente durante tres días. Un hombre se la llevó en bicicleta. Gracias al rastreo de cámaras de seguridad y el aporte de varios testigos, lograron identificarla. El recorrido fue desde Villa Lugano hacia la zona oeste del conurbano. Fue hallada en la ciudad de Luján junto a su captor, que se encuentra detenido.

“Generalmente, los casos que logran mayor difusión tienen que ver con una situación de peligrosidad. Como el caso de Guadalupe. Su corta edad y las circunstancias en que se perdió conmocionan a la comunidad y logra una inmediata repercusión mediática. En otros, que, ciertamente, también se corresponden con situaciones de riesgo, sólo trascienden a través de los medios de los que disponemos en MCA y algunos organismos oficiales”, indica Llobet. 

La madre de la niña Sofía Herrera desaparecida en Tierra del Fuego en 2008.

La población más vulnerable

“Un altísimo porcentaje es encontrado. Nuestra tarea termina cuando recibimos la noticia certera de que fue hallado. Sostenemos las búsquedas, a través de los años, hasta que eso sucede. Las familias agradecen enormemente que sigamos publicando las fotos y mantengamos la esperanza de encontrarlos. Hacemos el seguimiento de todos los casos. Nos comunicamos periódicamente aún cuando el buscado o la buscada haya alcanzado la mayoría de edad”, porque MCA sólo se ocupa de búsquedas. De los niños y adolescentes que son buscados por la ONG, más del 95 por ciento aparece. 

“Lamentablemente sabemos que son muchísimos los niños y niñas que se pierden en nuestro país y no recibimos la información. Actualmente, tenemos alrededor de cien búsquedas y este número varía cotidianamente. Tenemos cuatro o cinco denuncias diarias. La mayoría se ven reflejadas en nuestra página y a través de las imágenes que mostramos. En otros casos nos falta la foto o la autorización correspondiente para su difusión”, prosigue  Llobet.

Durante la pandemia, tras el Decreto 297/2020 que estableció el ASPO, MCA recibió una menor cantidad de denuncias. “No podemos asegurar si hubo menor cantidad de chicos y chicas perdidos porque como se dificultaba la presentación en comisarías, desconocemos si fue un factor o no”, agrega.

“En este momento -continúa- , las denuncias que recibimos corresponden al promedio habitual. La comunidad debe estar alerta y si sabe o ve algo deber aportar información para encontrar a los niños. A veces el mismo menor ve la difusión de su foto y ayuda a que vuelva a contactarse con sus allegados. Esto es cuando se trata de alejamientos voluntarios. Sostenemos la importancia de difundir la imagen del buscado o buscada. Como también evitar que siga circulando una vez que se lo encuentra porque la exposición pública vulnera su intimidad”.

Piden el compromiso y la empatía de todos.“Pensamos que si cada uno de nosotros se compromete con acciones muy simples, se acrecientan las posibilidades de éxito en cada búsqueda. Ese compromiso es llamar, brindar información y más si son datos que puedan servir. Nuestro lema es «Gracias por prestarnos tus ojos». De eso se trata. Abrirlos y tomarse el tiempo para concretar ese llamado que puede ayudar a que un niño o una niña vuelva a estar con su familia o con quienes lo cuidan y lo quieren. Afortunadamente todavía hay muchísima gente que lo hace”, concluye Llobet.

“Día Internacional de los Niños Desaparecidos”

El 25 de mayo se conmemora el Día Internacional de los Niños Desaparecidos desde 1998 gracias a una iniciativa conjunta del Centro Internacional para Niños Desaparecidos y Explotados (ICMEC) y el Centro Nacional para Menores Desaparecidos y Explotados de los Estados Unidos (NCMEC). En 2001 se extendió por todo el mundo. MCA participa de esta campaña con el lema: “Nunca pierdas la esperanza. Nunca dejes de buscar”.

Los países que integran esta red se conectan y comparten información acerca de los niños desaparecidos con el objetivo de hacer más efectivas las investigaciones. Llobet cuenta que: “Apostamos a la eficacia de la difusión de la foto de quien estamos buscando. Sea por facturas de servicios de muchas empresas que nos ofrecen esa posibilidad o en marcas comerciales que incluyen sus productos: cajas de leche, packaging de alimentos, etc. Otras se hacen a partir de pantallas led que se avienen a colaborar. Siempre estamos anexando nuevas empresas para una difusión más intensa a lo largo y ancho del país”.

Además de las redes sociales oficiales: Facebook, Instagram y Twitter. “Decimos «Gracias por compartir»,  en referencia a cada usuario y usuaria que comparte la información y nos sirve de gran ayuda”, cierra la presidenta de la ONG.

¿Dónde pedir ayuda? 

“Lo primero es realizar la denuncia al 911(sistema de emergencia). La misma debe ser tomada de manera inmediata si un menor se ausenta de un hogar. Insistir en que se realice y de ningún modo esperar 24 horas. En caso de que no se la tomen, dirigirse a la Fiscalía de turno donde la podrán radicar. El siguiente paso es comunicarse con nosotros ,que les iremos indicando cómo proceder y de esa manera subir de inmediato la búsqueda a nuestra página y redes de comunicación”, detalla la presidenta de MCA.

También, “intervenimos a partir de denuncias que recibimos en nuestra casilla de mail info@missingchildren.org.ar  sea de comisarías o de particulares. O de nuestro teléfono 0800 333 5500. Contamos con varios canales de difusión. Además estamos atentos a los medios y a partir de alguna información periodística nos contactamos directamente con las familias en búsqueda”, refuerza.

Otro sitio que actúa en las 23 jurisdicciones provinciales y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es el Registro Nacional de Información de Personas Menores Extraviadas (RNIPME). Fue creado en 2003 por la Ley 25746 y funciona en el ámbito de la Subsecretaría de Asuntos Registrales.

Es una base de datos sobre menores de quienes se desconoce el paradero. O que se encuentran en establecimientos de atención, resguardo, detención o internación. El RNIPME tiene como objetivo centralizar y entrecruzar la información de todo el país. Se ingresa por medio del portal oficial  www.argentina.gob.ar.

En está página aparece una nómina de fotos, con datos personales y lugar donde fue visto por última vez. Descripciones físicas y de vestimenta de niños, niños, niñas y adolescentes. También el nombre de la autoridad Interviniente en el caso. 

Brindan la línea 142 gratuita y en el sitio indican que “si se extravía un niño, niña o adolescente, o tenés datos que ayuden a encontrar a uno, recibimos tu llamado las 24 horas. También podés comunicarte al 0800-122-2442 o escribir al correo electrónico juschicos@jus.gov.ar “, reza la campaña de concientización.

«Se vislumbra un futuro muy prometedor»

«Se vislumbra un futuro muy prometedor»

Magui Fernández Valdez se define como lesbiana no binarie transfeminista, y es pre candidata a diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires por el Frente de Todos. En diálogo con ANCCOM repasó políticas de inclusión como la Ley de Aborto, el cupo laboral trans y el decreto por el DNI no binario y reflexionó sobre todo lo que falta lograr una sociedad más igualitaria.

¿Sos la primera precandidata nacional no binarie? 

No lo sé, puede ser. Si te dijera te miento. No te puedo ni afirmar ni desmentir porque no lo sé. Me estarías dando el título. Más allá de la identidad individual pienso en una modificación en general. Un Frente de Todes que su lista la piensa de otra manera, hoy hay una conformación con otra mirada. Queremos que lo que nosotres hagamos y militemos hoy en general se vea plasmado en la política más adelante. Hoy estamos cosechando un poco la militancia de hace muchos años.

Magui Fernández Valdez se postula como pre candidata a diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires por el Frente de Todos. Lesbiana no binarie transfeminista, como se define, se interesó en la política desde su adolescencia. La resignificación del movimiento de los derechos humanos y los efectos de la última dictadura en nuestro país fueron sus primeros intereses. Pero no fue hasta su paso por la Universidad de Lanús, su ciudad natal, que comenzó a militar. Después de un año empezó a estudiar Trabajo Social en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Esto la llevaría a trabajar en la “Línea Aborto: más información, menos riesgos” organizada por Lesbianas y Feministas por la Descriminalización del Aborto y a profundizar su militancia. 

 

A sus 32 años es secretaria general y militante en la organización política Nuevo Encuentro de la Ciudad de Buenos Aires y referente de La Sublevada, el frente de géneros de la agrupación. Asegura que viene de una familia con abuela y una tía abuela muy peronistas, pero fue con el gobierno de Néstor Kirchner con el que dijo “es por acá”, mientras que el transfeminismo también atraviesa su ideología. 

¿Por qué militas el transfeminismo? 

Yo creo que hay algo en relación a la interseccionalidad y en ampliar las fronteras de cómo se ocupa el poder, que es de las cosas más interesantes que tiene el transfeminismo. También de romper con una lógica que piensa al sujeto político como las mujeres cis y como con ciertas características. Para romper con esa lógica y pensar en una multiplicidad de sujetos políticos que se vinculan con otras lógicas y de otras formas. Y también con algo en relación a la ocupación de la palabra y de la distribución de esa palabra y de mantener las lógicas orgánicas con una construcción mucho más horizontal o participativa. Actualmente tenemos que trabajar mucho para poder visualizar el proyecto político por delante y que esa intersección impregne a ese proyecto político de todo lo que tenga que tener. Lo identitario no es lo único que aparece como un carácter que define hacia dónde va tu proyecto político.

¿Cómo se posiciona esta rama dentro de los feminismos?

Pienso que hay una falsa dicotomía de es feminismo o es transfeminismo. Las dicotomías en ese sentido y los binarismos le han hecho mucho daño a la política a lo largo de la historia y sería un error oponer el transfeminismo al feminismo. De la misma manera que hay muchas formas de habitar el feminismo, también hay muchas formas de habitar el transfeminismo. Tiene más que ver con pensar en una multiplicidad de sujetos políticos que se vinculan en torno a un proyecto político trastocando las lógicas que venían circulando y también abriendo el juego. La política en ese sentido es como una estructura muy rígida para dejarse permear por la creatividad, por la sensibilidad, por el amor. El peronismo le enseña mucho a la política de dejarse impregnar por eso y el transfeminismo también.

¿Cuál es tu opinión con respecto al decreto por el DNI no binario?

Es un avance increíble y un precedente en la historia. No vamos a ser capaces de ver la magnitud de la medida hasta dentro de bastantes años, de la misma manera que pasó con la Ley de Identidad de Género.  Es algo muy groso con respecto a la ruptura de un paradigma binario que hay instalado y va a tener repercusiones en cosas que pienso que no somos capaces de percibir. Obviamente hay una cuestión en relación a cómo las identidades se conforman y se definen, que es obvio que están caracterizadas por el tiempo y la mutación. Las identidades nunca son un lugar de llegada, son un lugar también de tránsito. Es muy difícil encontrar una traducción formal de eso que caracteriza las identidades en un decreto. Hay un montón de desafíos todavía para seguir laburando en ese sentido, pero sin dudas me parece festejable tener un gobierno que esté dando ese paso. Es un contexto particular por muchas cuestiones y de una profunda revisión de cómo se configura en nuestra cotidianidad y en nuestro vínculo con absolutamente todo. Que nos lo puso un poco la pandemia, pero también es una oportunidad de ser creatives y construir otras lógicas. Es una medida más que celebrable, que hay que poder hacerla propia y militarla, identificar los obstáculos y sus potencias para militarlas. Las medidas salen, se ganan, pero después está el laburo de cómo se implementan y cómo llegan a las personas. Todo ese desafío está por delante con tres medidas que llegan muy juntitas, la Ley de Aborto, el cupo laboral trans y el decreto por el DNI no binario. 

Estas tres medidas, ¿cómo se contraponen con la desaparición de Tehuel?

Sin dudas, estamos en un tiempo histórico en mutación, y hay un montón de cosas para las que hay que seguir laburando. Me parece que la demanda sobre seguir buscando a Tehuel tiene que seguir estando muy presente en todas nuestras agendas, que como gobierno hay que seguir tomando medidas para reforzar y profundizar esa búsqueda. La agenda del transfeminismo lo tiene muy presente. Muchas veces pasa que vamos a la movilización por aborto y hay una plaza rebalsada, vamos a la movilización por cupo y es una plaza más chica. Nos debería invitar a todes a una reflexión sobre cómo habitamos la política y con qué nos comprometemos más o menos. Y hay que seguir laburando para que no haya más Tehueles y para que no haya vidas que importan más que otras. Para que no se jerarquice en la búsqueda de unes por sobre otres y para que el compromiso político y de la organización política nos ponga en clave de militar con el mismo nivel de empatía, de compromiso, de sensibilidad la búsqueda de una piba cis que la búsqueda de un pibe trans.

¿Qué crees que está fallando?

No se podría hablar de una única falla. Hay un sistema que está estructurado en relación a ciertos paradigmas de lo hegemónico. Que lo último que sepamos de Tehuel tenga que ver con el momento en el que salió a buscar laburo me parece que habla de un montón de cosas. Con la población travesti y trans hay una deuda histórica y un laburo muy profundo para hacer en relación no solo al acceso al trabajo sino también a la educación y a la salud. Hay ahí un nivel de marginación, de estigma y de violencia depositado sobre una comunidad en función de un habitar de los géneros y de las propias identidades que es muy hostil. Hay mucho para preguntarnos sobre qué sociedad queremos. ¿Cómo nos permitimos por tantos años que estas cosas sucedan y cómo hacer para que la sensibilidad de todes se permee por esas situaciones? Porque es muy fuerte la indiferencia que se puede generar relacionada a eso.  Podemos hablar de esto como también podemos hablar de la racialización de la población afro y de cómo se estigmatiza históricamente. 

¿Cómo va a afectar que haya más personas con diversidades de género en puestos de poder a corto plazo? 

Va a cambiar como une piensa al Estado o al diseño de políticas públicas y leyes. Si lo pensamos como encapsulado en una esfera de élite de quiénes saben o si abrís esa escucha a quienes lo viven. Hay algo ahí que incluso parece obvio, yo no voy a saber más de cómo se vive en una villa que alguien que vive en una villa. Me parece que con las políticas de género y con la población travesti y trans aparecen como no tan simples. Hay un montón de discursos súper de derecha y neoliberales que ponen en cuestión un montón de cosas. Yo creo que la irrupción y la participación y el entramado mixturado de un Estado que se empieza a pensar de otra forma con les compañeres travestis y trans adentro, sin dudas muta. Muta porque se deja impregnar por otra mirada, por otra lógica, por otra sensibilidad, por otra epistemología, por otra forma de concebir al otre y por otra forma de habitar la propia cotidianeidad. Por un montón de cuestiones que sin dudas en el encuentro de miradas distintas surgen cosas siempre muy potentes. Creo que se vislumbra un futuro muy prometedor incluso con todas las cosas que hay que seguir haciendo y con todas las lógicas que hay que seguir trastocando. Porque no hay que olvidarse que nos falta Tehuel hoy. También podría hablar de las miles de violencias del sistema de salud hacia las lesbianas y la población travesti y trans o sobre el dogma de heterosexualidad constante. Tenemos que pensar cómo se construye esa vida que queremos habitar. Anticipar con nuestras acciones de todos los días, qué es todo lo que queremos que pase y empezar a delinearlo, proyectarlo y construirlo.

Una calle contra el negacionismo

Una calle contra el negacionismo

“Esto no es un acto, es un encuentro de personas queridas”, fueron las palabras con las que Taty Almeida inauguró su discurso, “Personas que tienen memoria”.

En el edificio Casa Nuestros Hijos, dentro del Espacio para la Memoria, la calle “Capitán Hipólito Bouchard” cambió su nombre para siempre por el de “Son 30 mil”. Se trata de la primera arteria de la exESMA que es rebautizada. El acto ocurrió en el marco del Día Internacional de las Personas Detenidas-Desaparecidas, una conmemoración impulsada a principios de este siglo por de la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos-Desaparecidos (FEDEFAM), con el objetivo de aportar a la toma de conciencia a nivel mundial acerca de la persistencia de la práctica de la desaparición forzada de personas por parte de los Estados.

Del acto participaron Taty Almeida, integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, y Lita Boitano, presidenta de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, acompañadas por demás integrantes de organismos de derechos humanos y funcionarios nacionales como Nicolás Trotta, ministro de Educación de la Nación; Victoria Montenegro, legisladora por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Horacio Pietragralla, secretario de Derechos Humanos de la Nación, entre otras personalidades. También hubo presentaciones musicales a cargo de Ignacio Copani y la Escuela Popular de Música, radio abierta e inauguración de murales realizados por Blanca Rice Cabrera y la Sociedad Argentina de Collage.

El Día Internacional de las Personas Detenidas-Desaparecidas se estableció originalmente no solo con la intención de honrar la memoria de las personas desaparecidas, sino también en pos de preservar a futuro aquellos derechos que el mismo Estado debe garantizar. En esta línea, Guadalupe Basualdo, integrante del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), afirmó que el evento de Casa Nuestros Hijos contribuye a “poder conectar las demandas de Memoria, Verdad y Justicia respecto de los crímenes cometidos durante la dictadura con las desapariciones que siguieron ocurriendo durante la democracia, y que suceden hasta el día de hoy”. Por su parte Guillermo Amarilla Molfino, nieto restituido y miembro de Abuelas de Plaza de Mayo, remarcó: “Cuando hablamos de memoria no hablamos de una memoria estática sino una memoria viva, una memoria que circula, que se alimenta y que se va dando con la militancia y el tiempo”.

 

Durante el desarrollo de la jornada, Hugo Yasky, diputado nacional por la Provincia de Buenos Aires, declaró: “Nos sentimos reivindicados con el cambio del nombre de una calle que pasó de tener el apellido de un militar a llamarse «Son 30 mil», es decir, nuestros compañeros y compañeras desaparecidos”. Frente a los discursos negacionistas de la dictadura militar y la relativización de la cifra, el evento se ubicó en una posición que refuerza el consenso por la memoria que tiene lugar en la batalla por el sentido común. Esther Córdoba, presidenta de la Fundación Música Esperanza, agradeció “la enseñanza que nos están dando las Madres de haber tomado ellas la iniciativa de poder hacer esto” y aventuró la posibilidad de que “en todo el país pensemos qué apellidos deberíamos sacar, porque es una vergüenza que ciertos nombres los tengamos tan presentes”.

Asimismo, sobre la discusión acerca de los derechos humanos en la esfera pública, muchos de los testimonios hicieron referencia a la gestión de Mauricio Macri, finalizada en 2019. Horacio Pietragalla, secretario de Derechos Humanos de la Nación, afirmó: “En cuatro años de neoliberalismo reivindicaron posiciones que ponen en duda el número de desaparecidos y reinstalaron la Teoría de los Dos Demonios. Cuestiones que ya habíamos saldado a partir de las condenas que hubo en este país”. Por su parte, Daniela Saez, Integrante del equipo docente de la Escuela Popular de Música y de la Orquesta Estable de Reconquista, declaró su experiencia: “Venimos de 4 años de mucho embate y mucha resistencia desde adentro y sumado a eso no haber podido habitar físicamente el espacio por la pandemia. Entonce,s retomar nuestra actividad en la ex ESMA es volver a nuestro trabajo, que es resignificar el lugar a través de la música”. 

Esta línea es la que intenta seguir Lucila Quieto, coordinadora del Área de Artes Visuales, que impulsa nuevos murales en un recorrido por distintas historias de militancia: “De los setentas, de Madres y Abuelas, y de cómo ese legado nos atraviesa hasta el día de hoy para pensar las luchas del presente”. Esther Córdoba siempre tiene presente la frase de Enriqueta Maroni, una de las Madres: “En este lugar de horror, donde hubo tanta muerte, nosotras queremos que haya vida”.

A pesar de no estar abierto al público en general, el acto dio lugar al reencuentro de muchos militantes de derechos humanos a los que la pandemia había obligado a recluirse en sus hogares: “Qué alegría poder vernos, aunque no nos podamos tocar demasiado”, señala Lita Boitano, madre de Miguel y Adriana desaparecidos durante la última dictadura militar. El evento significó una de las primeras actividades presenciales en el marco de un paulatino retorno a habitar nuevamente el espacio público. 

La ausencia forzada por la pandemia de los movimientos populares en el espacio público fue uno de los temas que marcaron la jornada. Carlos de Feo, secretario general de la Federación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU), señaló: “Fue y es un problema muy grave porque es en la calle donde los trabajadores y el pueblo construyen la unidad. A través de las redes opera Macri, nosotros operamos a través de los cuerpos, que son los que construyen las políticas de emancipación que queremos”. Por su parte, Horacio Pietragalla remarcó: “A nosotros que nos hicimos de actos, de marchas en la Plaza, de acompañar a nuestras Madres y Abuelas esto es lo que queremos” y vaticinó para el 24 de marzo de 2022: “Queremos que la marcha del año que viene, si es que la pandemia lo permite, sea la más grande de todas y llenarnos de toda esa energía que nos transmite cada una de esas fotos de los 30 mil”.