Violaciones a los derechos humanos ayer y hoy

Violaciones a los derechos humanos ayer y hoy

En el auditorio Abuelas de Plaza de Mayo se conmemoró la visita de la CIDH de 1979.

“Hoy estamos aquí para hacer memoria y recordar que, gracias al coraje de las organizaciones de derechos humanos, y especialmente Familiares y Abuelas, las palabras de Hamlet se harán realidad: los crímenes saldrán a la luz, aunque toda la tierra los sepulte”, declaró Antonia Urrejola, segunda vicepresidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), al final de su discurso en el panel que discutió “Los impactos históricos de la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y los nuevos desafíos en el contexto regional actual”. 

El auditorio de Abuelas de Plaza de Mayo en el predio de ex ESMA estaba lleno. Las escaleras se usaban como asientos y en los laterales, donde se ubicó la prensa, no había lugar para caminar.  Los integrantes de la CIDH que viajaron para conmemorar la histórica visita a la Argentina en 1979 hablaron con organizaciones sociales y escucharon sus demandas, mientras recuperaban la historia de la Comisión y revelaban cómo fue el proceso que posibilitó su llegada en plena dictadura.

Emilio Mignone, fundador del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), fue el gran impulsor de esa visita de la CIDH, desde que en 1976 secuestraron a Mónica, su hija de 24 años. A partir de allí, Mignone, que había trabajado en la Organización de los Estados Americanos, acudió al Sistema Interamericano de Derechos Humanos ante la falta de respuestas de las autoridades locales. “Como Mignone, otros comenzaron a presentar denuncias ante la Comisión y para mediados de 1978 ya se tenía información suficiente como para hacer un informe desde Washington”, reveló Urrejola. Sin embargo, los comisionados advirtieron que una visita en el país tendría mayor impacto. Fue gracias a las presiones conjuntas de las organizaciones de derechos humanos y la administración norteamericana que se pudo obligar al gobierno argentino a formalizar una visita.

Finalmente, un 6 de septiembre de hace cuarenta años, arribó la Comisión Interamericana a la Argentina. Permaneció catorce días realizando actividades en el terreno, entre las que se destacaron las entrevistas y audiencias con autoridades, entidades y representantes de los distintos sectores. Se visitaron centros penitenciarios, centros clandestinos de detención y tortura y fueron recibidas miles de denuncias por violación de derechos. “La colaboración de la sociedad civil fue fundamental para realizar el informe”, resaltó Urrejola. Sin embargo, los comisionados bajaron del avión en un momento particular del país. El mismo día de su llegada, un diario anunciaba victorioso el triunfo de la Selección Juvenil de Fútbol ante la Unión Soviética en el Mundial de Tokio, con un gol de Diego Maradona. Jorge Rafael Videla se mostró exultante en el balcón presidencial unos minutos antes de su reunión con los miembros de la Comisión que, por otro lado, fueron recibidos por una lluvia de papelitos que tenían impresa la leyenda “los argentinos somos derechos y humanos”.

“La colaboración de la sociedad civil fue fundamental para realizar el informe de la CIDH”, resaltó Urrejola.

Al final de la visita de la CIDH, se le entregó a Videla un documento preliminar en el que se concluyó que las desapariciones constituían uno de los fenómenos más graves de violación a los derechos humanos. A partir de ahí, se comenzó con la elaboración del informe que se presentó en abril de 1980. En él se hizo énfasis en los delitos que violaban los derechos humanos durante 1975-1979: asesinatos ejecutados por  personas vinculadas a organismos de seguridad del gobierno, detenciones absolutamente indiscriminadas y arbitrarias, torturas inhumanas y degradantes, violación reiterada al derecho a la justicia y obstáculos injustificados a las organizaciones de derechos humanos para que no pudieran ejercer su labor. “El informe, como ocurre con todas las dictaduras y líderes autoritarios, fue rechazado por la junta militar”, siguió Urrejola. Su respuesta fue emitir su propio informe que hablaba de las víctimas del terrorismo. De todas formas, Mignone y otros compañeros, viajaron a Washington y trajeron 500 ejemplares del informe para distribuirlos clandestinamente en el país, a riesgo de sus propias vidas. Recién el 1984 el CELS lo publicó legalmente bajo el título de “El informe prohibido”. La visita instaló en los medios la palabra desaparecido. El silencio y la negación impuesta por la dictadura estaba cediendo y el informe fue un golpe durísimo para su credibilidad internacional.

Víctor Abramovich, procurador ante la Corte y ex comisionado, destacó el impacto que tuvo la visita no sólo para la Argentina, sino para la misma Comisión. A partir de ese momento se marcó la importancia del mecanismo de presencia en el territorio y el registro de casos. “Este modelo se puso en duda en los 90 porque la mayoría de los países estaban en democracia, pero las organizaciones de la sociedad civil resistieron el proceso alegando que, aunque había democracias, existían prácticas de violencia institucionales graves, que sumadas al déficit en las democracias constitucionales como son los grandes niveles de desigualdad económica y social y los procesos de exclusión, reproducen grave violaciones estructurales a los derechos humanos”, relató.

Carlotto fue una de las representantes de organismos de derechos humanos que presenció el homenaje a la CIDH.

El trabajo de la Comisión se hace necesario y útil en todo tiempo. La CIDH es parte del Sistema Interamericano de Derechos Humanos que la tiene como principal brazo junto con la Corte Interamericana de Derechos Humanos. La Comisión es un órgano autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA) y su función es preservar los derechos humanos en América, examinando las peticiones individuales que, según establece su página web, “pueden ser presentadas por personas, grupos de personas u organizaciones que alegan violaciones de los derechos humanos garantizados” en los tratados interamericanos de derechos humanos. “La Comisión debe seguir autónoma, independiente y rigurosa”, declaró Paulo Abrao, secretario ejecutivo de la CIDH. Y recalcó: “No permitiremos ningún retroceso a lo que ya conquistamos. Es nuestro mensaje de respaldo para la sociedad”.

De parte de las organizaciones sociales que estuvieron presentes, las alusiones a la situación actual del país no tardaron en llegar. Primero de parte de Alfredo Ayala, sobreviviente de la ESMA, que denunció desde su lugar como dirigente del Movimiento Villero. “Nos están matando todos los días; por nuestras caras y nuestra pobreza, que nos dejan ellos al sacarnos el trabajo, los derechos y la dignidad”, declaró conmovido. Después, Nora Cortiñas de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, en conversación con ANCCOM, detalló casos puntuales. “Hace pocos días en Chubut golpearon a docentes e intentaron instalar que fue un grupo de trabajadores. La idea es hacernos creer que la pelea es entre trabajadores, entre pobres”, enfatizó. La llegada de la Comisión hoy, según Cortiñas, es también la esperanza de denunciar los actos que el Gobierno pretende ocultar.

“Hemos sido víctimas de persecución mediática judicial, ahogo financiero que devino en pérdida de autonomía, ingreso de fuerzas de seguridad sin autorización de las autoridades de las casas de estudios, etcétera”, denunció Federico Thea, rector de la Universidad Nacional de José C. Paz. “Es un ataque contra la autonomía de la universidad y lo que hacemos en ella, que tiene que ver con una política de memoria, verdad y justicia”, enfatizó. Por otro lado, el secretario general de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo, puso el foco sobre los derechos violados en tiempos de constitucionalidad, como el derecho a la alimentación,  a la educación, a la niñez y los derechos conquistados para los jubilados que se fueron cercenando. “Además, la persecución política a los que tienen una voz contraria al gobierno también es una violación a los derechos. Quizá el neoliberalismo, que pretendió ir contra el comunismo, está yendo también contra la democracia”, finalizó su intervención.

Por otro lado, Roberto Baradel, secretario general de SUTEBA, hizo especial hincapié en los mecanismos utilizados por el gobierno para crear un enemigo interno, que él ejemplificó con los casos de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel. Y también agradeció el trabajo del CELS en calificar los derechos de los trabajadores como derechos humanos. También tomaron la palabra los familiares de los muertos en el ARA San Juan, la hermana de Diana Sacayán, la activista LGTB asesinada, entre otros familiares de víctimas de violencias institucionales. 

Sergio Maldonado anunció la reapertura de la causa que investiga la muerte de su hermano.

Uno de los últimos en hablar fue Sergio Maldonado, que se había enterado esa misma mañana sobre la reapertura del caso de Santiago como posible desaparición forzada de persona. “La visita de ustedes en ese momento dio la posibilidad de dar otra batalla a la impunidad. La similitud con ahora es que un gobierno democrático utiliza las mismas prácticas”, declaró. Había pedido, desde febrero, que se revise la carátula del caso y recién ahora esto se cumplió. “Quedó demostrado que este gobierno no actúa imparcialmente, sino según un plan”, aseguró. Aprovechó la presencia de la Comisión para hacerle un pedido oficial: la creación de un equipo de expertos independientes que garanticen las investigaciones en estos casos.

Con respecto a las preocupaciones actuales de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Antonia Urrejola confirmó a ANCCOM que en Argentina no están haciendo un monitoreo específico, y que la vista al presidente Mauricio Macri sólo está en el marco de lo protocolar, sin agenda. Por otro lado, habló de otras problemáticas en la región que los alarmaba, sobre todo en Nicaragua, Venezuela, Colombia (a causa de recurrentes asesinatos a defensores de derechos humanos) y Brasil. “Estamos en una situación muy preocupante donde hay muchos discursos de odio y estigmatización a distintos grupos vulnerables como los pueblos indígenas, la comunidad afrodescendiente, las mujeres y la población LGBTI. Al final del día, estos discursos justifican la violación de los derechos humanos”, enfatizó. Al mismo tiempo, el aumento de las políticas de mano dura en materia de seguridad ciudadana y la militarización de las fuerzas de seguridad son otros de los grandes temas que miran con preocupación.

De cara a lo inmediato, Urrejola reveló que trabajarán con Memoria Abierta para digitalizar y sistematizar los archivos de la visita de la CIDH para que queden a disposición de víctimas, familiares, organizaciones y toda la sociedad argentina y así, finalmente, se pueda hacer pública la verdad.

Una muestra recuerda la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos

Una muestra recuerda la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos

Madres de Plaza de Mayo, sobrevivientes de la Esma y miembros de la CIDH inauguraron la muestra.

La inauguración de la muestra El ocultamiento de la ESMA: La verdad se hace pública se llevó a cabo el viernes 6 de septiembre en el marco de las actividades de conmemoración a 40 años de aquella histórica visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a la Argentina en 1979, durante la última dictadura militar. Fue organizada por el Centro de Estudios Legales y Sociales, el espacio Memoria Abierta y el Museo Sitio de Memoria ESMA.

 “La Comisión fue un lugar para todos los silencios que querían hacerse oír en un contexto de terror y oscurantismo. Fue un espacio de escucha para las víctimas”, dijo Antonia Urrejola, segunda vicepresidenta de la CIDH. Sus palabras lograron conmover a todos. “Como chilena me siento muy cercana a la historia argentina. Mi papá también fue un preso político y nunca habló de lo que le hicieron”, relató disculpándose por hablar de un tema personal. Pero no pudo evitarlo porque este 6 de septiembre no sólo se cumplieron cuarenta años de la visita de la CIDH a la Argentina, sino que además su padre habría cumplido 85. “Murió de cáncer de boca; por no hablar. Se fue con su silencio”, recordó con una mezcla de emociones. Tristeza, por hechos terribles que atravesaron toda una región, pero también alegría y agradecimiento. “No es casual que, en este día en el que yo lo recuerdo a él, esté acá con ustedes. Les quiero agradecer eso”, cerró.

Las conmemoraciones de hechos de la última dictadura siempre tienen un sabor agridulce. Se recuerda algo terrible y desolador; un dolor inconmensurable. Sin embargo, hay quienes, desde su actividad política y social, dan el empuje necesario para ver la realidad con otros lentes, menos tristes, con más colores. La inauguración de la muestra sobre la visita que realizó la CIDH hace cuatro décadas es el retrato de esos sentimientos. Los abrazos y sonrisas que dedicaba Nora Cortiñas, una de las fundadoras de Madre de Plaza de Mayo, fueron el emblema del acto. Rodeada de personas que la saludaban y abrazaban, ella devolvía todas las muestras de cariño, riéndose de su estatura y sacándose fotos todo el tiempo. Tenía los ojos pintados de verde y el pañuelo atado en la muñeca. “Será ley”, recordó cuando inmortalizaron su sonrisa.

La muestra, dividida en dos partes, exhibe testimonios de sobrevivientes y objetos de la isla El Silencio.

La inauguración empezó tarde y prometía ser rápida, pero las palabras de los integrantes de la Comisión fueron largas y afectuosas; atrapando a los presentes en los recuerdos. Se reconoció a Abuelas y Madres de Plaza de Mayo en su tarea modelo para la región de apartar los miedos que dejó la dictadura. “Hace cuarenta años nuestros colegas de aquel entonces se apoderaron de esa fuerza, de ese espíritu humano de libertad y dignidad”, resaltó Esmeralda Arosemena de Troitino, presidenta de la CIDH. Lo que parecía, en su momento, una lucha imposible, se transformó en una fuerza capaz de resistir el silencio al que se quería someter a la población.

Se destacó el rol que tuvieron las organizaciones sociales en este proceso de des-silenciar a la sociedad. Graciela Lois, representante de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, contó el trabajo de la organización para recolectar archivos y casos, y cómo fue planear la visita de la CIDH: “Desde 1978 veníamos intentándolo y se suspendió varias veces. En las asambleas teníamos que decirles a los familiares de las víctimas que no bajen los brazos, que teníamos que seguir luchando y que ya nos iban a escuchar, pero nos sentíamos defraudados”.

La visita, finalmente, se pactó para septiembre y el día anterior, Graciela se encontraba preparando las carpetas que iban a presentar. A las 8:30 de la mañana la fila que se formó en Avenida de Mayo al 760 era larguísima. “Había fotógrafos por todos lados, que en realidad eran militares, sacando fotos de nuestras caras, vigilando qué decíamos; a dónde íbamos. Nos sentimos perseguidos”, recordó. Algunos iban y les decían que gritaran, que pidieran por los desaparecidos. Pero no podían ceder, porque había otros grupos esperando que eso sucediera y así provocar un incidente que interrumpiera la jornada. “Fue un ejercicio de templanza y paciencia”, contó emocionada.

La madre de Plaza de Mayo Nora Cortiñas participó del acto de apertura de la muestra.

Graciela Lois exteriorizó ese sentimiento agridulce que caracteriza estas conmemoraciones: “Repasé muchos documentos y cosas que hicimos para decir algo hoy, pero me terminó embargando un sentimiento de angustia y emoción; por recordar a compañeros que hicieron mucho y ya no están, pero al mismo tiempo, por agradecer la presencia de la Comisión y manifestarles lo importante que es para las víctimas ser escuchadas, porque uno, después de mucho andar, por fin llega a una instancia donde piensa: `Ahora algo se va a resolver´”.

Las dos instancias de la muestra dan cuenta de este recorrido entre la verdad que puja por salir y las mentiras que buscan hundirla. La primera parte se titula El ocultamiento de la ESMA y está armada en la sala donde funcionaba el salón comedor de los marinos en el Casino de Oficiales. Las pantallas que proyectan testimonios de sobrevivientes se amalgaman con la exhibición de objetos de los que fueron llevados a la isla El Silencio durante la visita de la CIDH, para ocultar lo que sucedía y poder armar una gran simulación que borrara las huellas del horror.

Alfredo Ayala fue un ex detenido de la ESMA y estuvo durante la llegada de la Comisión a la Argentina. “Trabajábamos como mano de obra esclava y nos usaron para hacer varios cambios en la fisonomía del edificio para que no coincidiera con las denuncias”, recordó. Su testimonio fue central a la hora de confirmar el accionar de las fuerzas militares sobre el ocultamiento que se llevó a cabo en la ESMA por la visita de la CIDH. “Trabajé también en la isla El Silencio, donde llevaron a los compañeros que estaban detenidos. Mientras la Comisión estaba acá, allá los estaban torturando”, confirmó con la voz quebrada y los abrazos de sus compañeros esperándolo.

Cuando llegó la comitiva de la CIDH, los militares trasladaron a la isla El Silencio a los desaparecidos de la Esma para ocultar la represión.

La segunda parte de la muestra, que se puede visitar de 10 a 17 horas, lleva por nombre La verdad se hace pública. Se usaron las instalaciones de la ex cocina, sala que se inauguró en esta ocasión, para mostrar otro enfoque de la misma situación, ya no en los burdos intentos de ocultar lo que pasaba, sino una reconstrucción de la actividad de los organismos de Derechos Humanos, el recorrido que hizo la Comisión en otros espacios, la recolección de denuncias colectivas y el informe final presentado por la CIDH que, aunque la dictadura lo censuró, encontró maneras alternativas de circular entre los familiares de las víctimas y sobrevivientes. “Es una historia con dos historias: una de luz y otra de sombras”, se lee en la guía de la muestra.

Joel Hernández, comisionado primer vicepresidente de la CIDH, recalcó el trabajo hecho hace cuarenta años y la valentía de aquellos miembros por venir a un país donde las situaciones eran realmente adversas. “Sin embargo, se hicieron presentes y desarrollaron su mandato de la manera más efectiva con miras de generar un impacto en la sociedad argentina”, puntualizó. La herencia trae aparejada nuevas obligaciones con el presente y la historia. “Tenemos que enfrentar con el mismo valor los retos que hoy tiene la sociedad”, recalcó antes del aplauso. 

Nora Cortiñas, en conversación con ANCCOM, recalcó que los kilómetros caminados son muchos, pero aún falta para que se terminen. “La verdad será pública cuando abran los archivos y nos digan qué pasó con todos los detenidos y desaparecidos. Será pública cuando los más de quinientos jóvenes que no conocen su identidad sepan de dónde vienen y quién es su familiar, para que todos sepamos qué pasó con nuestros hijos”, dijo con su pañuelo blanco en la cabeza y el verde en la muñeca, reconfirmando que esa lucha del pasado se debe convertir en un compromiso con el presente.

Aún no se ha logrado que la verdad se haga totalmente pública, como dijo Cortiñas, pero el recorrido de la Comisión y el trabajo de las organizaciones sociales, ocupando con abrazos y sonrisas los lugares que el Estado abandona, son importantes para despertar a la historia y a las sociedades, devolviéndoles el protagonismo de su propio presente. Paulo Abrao, secretario ejecutivo de la CIDH, confirmó su compromiso “por los que lucharon en el pasado y siguen luchado, por los desaparecidos y detenidos, los que sufren las ausencias de sus seres queridos, por los que siguen el camino de la defensa de los derechos humanos; los movimientos sociales, los fiscales y jueves, la prensa libre y los militantes de derechos humanos, tan emblemáticos en este país”, proclamó mientras la emoción, los recuerdos y ese sentimiento de algo aún inconcluso se apoderó del público. “Por todos ustedes y frente a los espectros de autoritarismos que aún siguen en la región, sepan que siempre nos encontrarán en el camino; como resistencia; como lucha y venciendo”, cerró. Y el compromiso es con el presente.

Vanessa Vuelve

Vanessa Vuelve

“Sé que no es hoy ni mañana, pero voy a volver y eso es lo importante, que voy a estar en casa”, se emociona Vanessa Gómez Cuevas desde Perú. A Vanessa la expulsaron en febrero, después de meses de intentar renovar su residencia para poder acceder a un trabajo formal y cursar la carrera de maestra jardinera, como le hubiera gustado.  A partir de entonces vive en Lima, en una habitación que el hermano le presta. Con ella está Micael, su hijo más chico, de dos años, y en su casa de La Plata, al cuidado de la abuela y las tías, quedó la otra mitad de la familia: su hija Morena, de 15 años, y Matías, que cumplió ocho mientras su madre estaba a miles de kilómetros de distancia. “Estoy muy contenta de que Mica se va a poder reunir con sus hermanos y yo con toda mi familia. No me lo esperaba, pero estoy muy feliz”, dice Vanessa. Cuenta que la noticia de que la Dirección Nacional de Migraciones dejó sin efecto la prohibición de reingreso a la Argentina le llegó mientras lavaba la ropa de su hijo, en un día normal dentro de la rutina a la que tuvo que acostumbrarse en Perú, sin trabajo y sin su gente. “Fueron siete meses pero pareció mucho más”, agrega.

A Vanessa la deportaron por tener antecedentes penales: el argumento que la gestión de Cambiemos adoptó para llevar a la práctica su política migratoria basada en la exclusión y la expulsión, una tendencia mundial en los países donde gobierna la derecha. Siguiendo los pasos de Donald Trump en Estados Unidos, el muro de Cambiemos es el DNU 70: un decreto que desde 2017 pone en jaque la Ley de Migraciones 25871, modificando artículos clave como el del plazo para la defensa del migrante una vez que le llega el pedido de expulsión,  eliminando la obligatoriedad del Estado de garantizar el acceso a un profesional para la defensa, y aumentando la importancia de los antecedentes penales, el nuevo foco de la política migratoria.

Durante la tarde del lunes circuló, entre las cuentas de twitter de los organismos de derechos humanos, una sola imagen: la foto de la disposición emitida por Migraciones que deja sin efecto la prohibición de reingreso al país para Vanessa que el mismo organismo había hecho pública el 25 de febrero de este año. El primero en enterarse, en Argentina, fue Juan Martín Villanueva, abogado de Gómez Cuevas desde el 4 de febrero cuando, en el aeropuerto de Ezeiza, el día anterior a que la deportaran, firmó con ella el acuerdo para ser su representante legal. Este lunes, Villanueva recibió un llamado inesperado desde Migraciones: tenía que presentarse personalmente para recibir una notificación. Por teléfono no le dijeron de qué se trataba, así que apenas pudo se acercó. Mientras esperaba, lo llamaron desde Ginebra y le dieron la noticia: Horacio García, actual director de la Dirección Nacional de Migraciones, había anunciado que Vanessa podría volver al país. “En la última reunión que habíamos tenido, la actitud del Director de Migraciones así como de las autoridades que lo acompañaban, había sido totalmente negativa hacia el caso de Vanessa. Y en cuanto a mí, se mostraron bastante violentos, diciéndome, incluso, que había asesorado mal a mi clienta, por eso no me esperaba la noticia”, relata el abogado.

Respecto a la justificación para resolver el caso, es la que todo este tiempo habían estado exigiendo tanto él como los organismos que estaban involucrados en la causa: Vanessa vuelve por razones de índole humanitarias, es decir, porque la reunificación familiar es un derecho contemplado tanto en la Ley de Migraciones como en la Convención de los Derechos del Niño, que se estuvo salteando todo este tiempo. “Hubo presiones internas dentro del mismo aparato estatal que contribuyeron a la decisión sobre Vanessa. Ahora debería aplicarse a los otros casos y a la revisión del Decreto 70”, agrega Villanueva.

El anuncio se dio en el marco de la reunión del Comité para los Trabajadores Migratorios de Naciones Unidas, que entre el 2 y el 11 de septiembre, en Ginebra, estarán interpelando al Estado Argentino por sus políticas regresivas en materia de derechos humanos de los y las migrantes: separación familiar, aumento de las barreras para la regularización de los documentos y aumento de los casos de discriminación, racismo y xenofobia, son algunos de los items que se desarrollan en el informe, que presentaron en conjunto 16 organizaciones de la sociedad civil ante esta entidad internacional.

“Esperamos que la Corte Suprema entienda que el DNU 70 tiene impacto sobre los casos concretos, sobre la vida de las familias migrantes”, expresó Raisa Ortíz Cetra, integrante de Equipo de Trabajo Internacional del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), en diálogo con ANCCOM desde Ginebra. “Hasta ahora, el comité le ha solicitado al Estado que revise los casos donde haya expulsiones, ya sea ejecutadas o dictaminadas, que generen o puedan generar la separación de una familia”, agrega y hace referencia a los 125 casos que la Defensoría General de la Nación (DGN) tiene aún sin resolver. “Sabemos que el número es  más alto, pero al menos nuestra expectativa es que se empiece por ahí”, concluye la representante del CELS. Dos casos que se están tratando en la reunión con el Comité, además del de Vanessa, son el de Jhonny Quiróz, un hombre boliviano que fue expulsado en abril de este año, y el de Liz Moreta, una mujer dominicana con una condena cumplida desde hace once años y un pedido de expulsión emitido en 2018 que la separaría de sus hijos y de su marido, con la sola argumentación de sus antecedentes penales.

 

En línea con la estrategia que se llevó a cabo para el caso de Vanessa, el siguiente paso es la declaración de inconstitucionalidad del DNU 70, para garantizar los derechos de todos los y las migrantes. “La presión social y la movilización colectiva son tan importantes como la persistencia de todos los que estamos en esta lucha”, concluye Ortíz Cetra. Por ahora, al menos, la familia Gómez Cuevas disfruta de la buena noticia: “Es una alegría inmensa, todavía no caigo. Se ganó esta lucha pero ahora hay que seguir peleando porque den marcha atrás con el DNU”, aseguró a ANCCOM la hermana mayor de Vanessa, desde Buenos Aires, donde la espera con ansias junto a sus hijos, su madre y sus otras dos hermanas.

La innovación en el periodismo, con mirada de género

La innovación en el periodismo, con mirada de género

“Al día siguiente de la marcha Niunamenos, el movimiento feminista había llegado a las tapas de los diarios, pero nosotras no teníamos desde donde hablar», dijo Zanello.

Una nueva edición de la Media Party se llevó a cabo el 29, 30 y 31 de agosto en Ciudad Cultural Konex. El evento gratuito organizado por Hack Hackers, una red global que reúne a profesionales de los medios para acelerar la innovación en el periodismo, congregó a miles de personas para conversar sobre nuevas herramientas para periodistas, sistemas de suscripción, noticias falsas, inteligencia artificial y el rol de las mujeres, entre otros temas.

Profesionales relacionadas al ámbito de la comunicación reflexionaron sobre la situación de la mujer en el ambiente: techos de cristal, brecha salarial y falta de mujeres en posiciones de liderazgo, fueron algunas de las problemáticas que se mencionaron.

Romina Zanellato y Agustina Frontera, periodistas de Lat Fem, un medio de comunicación digital feminista que surgió en 2015 luego de la primera movilización de Ni Una Menos, abrieron el debate sobre género en la jornada del jueves: “Notamos que, al día siguiente de la marcha, el movimiento feminista llegó a las tapas de los diarios más importantes de Argentina y muchas ciudades del mundo. Pero nosotras, que habíamos impulsado el movimiento, no teníamos desde donde hablar, entonces pensamos que era interesante crear un medio que pudiera dar registro de este momento histórico”, consideraron.

Una de ellas se mostró muy orgullosa al contar que, cuando fue a dar una charla a zona sur del conurbano bonaerense, se encontró con una de las notas del sitio web impresas en las paredes del baño de un centro cultural. “Eso es un éxito para nosotras”, afirmó.

Techos de cristal, brecha salarial y falta de mujeres en posiciones de liderazgo, fueron algunos de los problemás mencionados.

Zanellato y Frontera creen que el periodismo feminista es un hecho colectivo. Por eso, están fundando una red de periodistas feministas de América Latina y el Caribe.  Afirmaron que Argentina tiene un lugar de vanguardia en relación al movimiento en términos comunicacionales y activistas. “Lo que pasó en 2015 en este país es una bomba, arrasó con todo, creó una marea. Lo mismo con el aborto el año pasado, mucha gente está mirándonos en este momento”, explicaron.

También estuvieron presentes Belén Arce y Nathalia Restrepo en representación de Chicas Poderosas,  una comunidad global que busca impulsar el liderazgo de mujeres en los medios. Con entusiasmo contaron que el pasado 2018 ganaron un premio en este mismo evento por una investigación que realizaron sobre el aborto en toda Latinoamérica. Además, contaron que este año realizaron una mediatón, porque si bien los periodistas trabajan en redacciones con muchas personas, a veces se encuentran muy solos: “Decidimos crear espacios de colaboración entre personas con diferentes habilidades y labores dentro de las redacciones”.

En esa oportunidad, lograron reunir a cien mujeres periodistas del país que, en dos días, planearon trece proyectos multimedia de forma colaborativa, los cuales fueron publicados luego en distintos medios. “Decidimos poner foco en temas sociales porque siendo un año electoral muchos de los medios estaban hablando de política y no sobre otros temas como género, medio ambiente y pueblos indígenas”, detalló Arce.

Apenas subió al escenario, Eleonora Leste de Chicas Programando, contó que eran muy pocas las mujeres en el aula cuando ella estudiaba Licenciatura en Sistemas. Ante este panorama, siempre trató de que las mujeres se interesen por la tecnología.  Y así fue como llegó a este grupo: “Notamos que, al día siguiente de la marcha, el movimiento feminista llegó a las tapas de los diarios más importantes de Argentina y muchas ciudades del mundo. Pero nosotras, que habíamos impulsado el movimiento, no teníamos desde donde hablar, Comentó también que están desarrollando una plataforma que tiene dos ejes fundamentales. Por un lado,  que las personas puedan ingresar y generar perfiles donde muestren sus habilidades, la experiencia que poseen y las nuevas tecnologías que le gustaría aprender. Y por el otro, que tengan la posibilidad de mostrar proyectos que hayan realizado o alguna idea que tengan en mente y quieran llevar a cabo. 

Eleonora Leste también contó que realizan diferentes eventos llamados, por ejemplo, “Cómo sobrevivir a una entrevista de trabajo en tecnología”, o “Cómo dar mi primera charla”.

El viernes fue el turno de Naimid María Cirelli Asef, de Sembra Media, una organización sin fines de lucro abocada a promover la diversidad de voces en Latinoamérica. Cirelli contó que allí trabajan con medios digitales nativos porque creen que son actores clave para que esta diversidad de voces se siga cumpliendo. “Nos enfocamos a transformar esos modelos de negocio porque creemos que estos medios tienen que ser sustentables”, explicó.

Para el #8M último abrieron conversaciones virtuales entre mujeres del equipo y periodistas. De esa interacción, tres desafíos fueron los más mencionados: falta de mujeres en lugares de liderazgo y tomas de decisiones, brecha salarial entre mujeres y hombres y seguridad (Centroamérica). Además, reveló con mucha alegría que en 2017 hicieron un estudio sobre medios digitales independientes y encontraron que el 40% fue fundado por mujeres.

Dado que decidieron enfocarse en la sustentabilidad, anunció que junto con Google News Iniciative crearon un programa de negocios para mujeres fundadoras de medios de toda la región de contenido en español llamado METIS. “Durante 20 meses estaremos generando redes con referentas en otros países para que haya intercambio y estos medios sean más sustentables”, detalló Asef.  

En uno de los muchos stands que había en otra sala, un espacio creado para que los asistentes pudieran conversar con los representantes de cada medio, estaba Inés Roy-Lewanowicz, una de las jóvenes francesas creadoras de L´Équipiere, un sitio web de fútbol femeninoEn conversación con ANCCOM,  contó que la idea surgió en octubre del año pasado cuando volvía de un entrenamiento con una amiga: “Sabíamos que este año  iba a estar el mundial femenino y muchas personas no estaban enteradas”.  Explicó que hicieron fichas sobre las jugadoras, y análisis antes y después de cada partido. Por último, y en un perfecto español, aclaró que comunican las noticias con enfoques económicos, políticos y sociales. “El objetivo a corto plazo es que el proyecto sea rentable, y a largo plazo, que se convierta en un medio internacional”, culminó.