De la revolución de la alegría al presupuesto de la tristeza

De la revolución de la alegría al presupuesto de la tristeza

El Presupuesto Nacional es una herramienta de política económica central para la gestión de gobierno, en tanto proyecta la evolución de las principales variables macroeconómicas del país de un año a otro, y permiten leer los planes y las jerarquizaciones que realiza el Ejecutivo. Ahora bien, el problema surge cuando, por un lado, las cifras se maquillan, y por el otro, se elaboran metas imposibles de cumplir. En ese sentido, el actual presupuesto exhibe, según diferentes economistas,  una preocupante continuidad con respecto al pobre cumplimiento de las proyecciones de los presupuestos 2017 y 2018 elaborados bajo la gestión de Cambiemos.

Hernán Letcher, además de economista, es concejal por Unidad Ciudadana en San Martín y director del Centro de Economía Política Argentina (CEPA). A la hora de calificar el Presupuesto 2019 no titubea y lo define como una “farsa”. “Un tipo de cambio que no tiene ningún rigor en torno a $40,1, una inflación atada a ese tipo de cambio, y una sobreponderación de las exportaciones que pretende compensar la caída del resto de los componentes de la demanda agregada”;  esa es la fórmula errónea en la que cree el Gobierno”, asegura.

Nicolás Zeolla, economista miembro del Departamento de Economía del Centro Cultural de la Cooperación y del Centro de Estudios Económicos Scalabrini Ortiz (CESO), prefiere no caer en facilismos a la hora de hablar de “dibujos” en el Presupuesto, aunque coincide con Letcher en que “variadas estimaciones respecto a derechos de exportación que tienen una cuota fija, gastos de pagos en dólares del sector público nacional, y otros elementos que dependen de la inflación y la cotización del dólar, como el crecimiento, no son realistas”.

Los recortes

En relación a las partidas del Presupuesto que se verán más afectadas, para Letcher serán “naturalmente los recortes en subsidios y en obra pública, lo cual ya estaba previsto incluso a partir del memorándum del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional”, recuerda.  

“El Gobierno achica con mayor fuerza las partidas de subsidios al transporte y a la energía, lo cual implica aumentos tarifarios para el año que viene, que ellos dicen van a darse en torno al 30 por ciento”, afirma Zeolla, a lo cual agrega: “La otra partida que se ve muy afectada es la inversión pública. Estas tres partidas caen en términos nominales, con un ajuste real por encima del 40%”.

El informe elaborado por el CEPA hace hincapié, entre otros datos, en la evolución de la Asignación Universal por Hijo, que se incrementa en sólo un 20,4%, es decir por debajo incluso de la inflación proyectada en el presupuesto, pero además lo hace de manera diferente respecto de las jubilaciones, cuando todo debería crecer en relación a la misma fórmula de movilidad.

“¿Están pensando en eliminar la movilidad para la AUH?”, se pregunta ese centro de estudios en el informe.  En paralelo, los gastos para planes como Argentina Trabaja, Progresar y otros similares solo crecen 14,6%, es decir, también muy por debajo de la inflación.

Por otro lado, el Gobierno planea profundizar la política de crédito para la vivienda en UVA (Unidades de Valor Adquisitivo) «para que abarque todo el proceso de construcción, comercialización y financiación», desde la propia letra del presupuesto. También destacan planes como el ProCreAr, Ahorro Joven y Plan Nacional de Vivienda.

Pero para Martín Kalos, economista, docente y director de EPyCA Consultores, esas sanas intenciones esconden lo principal: “La pérdida de salario real y la devaluación acumulada durante 2018 generan que menos hogares accedan a créditos UVA.  Además, la política pública de Cambiemos sigue olvidando cualquier política de vivienda social para hogares de menos ingresos, que no acceden ni accederán a créditos”, sostiene.

Kalos se dedicó minuciosamente a analizar distintos puntos del presupuesto. Así, descubre por ejemplo que el presupuesto para universidades nacionales aumentaría un 39,7%: “Se está transfiriendo a universidades para salarios, con lo cual aumentarían en línea con la inflación del año anterior”, aclara.

En consonancia, Ciencia obtiene 27,7% de aumento. Lo cual es menos que la inflación promedio prevista (34,8%). “Cae en el ajuste nuevamente, igual que en años pasados, pese a las promesas y la necesidad de ciencia e innovación para el desarrollo de nuestro país”, recuerda Kalos.

Otro punto importante a analizar dentro del presupuesto tiene que ver con la partida destinada a educación sexual. El plan nacional cubrirá a «doce provincias en las que se trabajará en la educación sexual, el acceso a métodos anticonceptivos y la articulación entre sistemas de salud y educativo», reza el proyecto. Se plantea además capacitar a 10 mil docentes. Sin considerar valores monetarios, cubrir la mitad de las provincias del país y capacitar a 10 mil docentes tiene sabor a poco ante la creciente demanda de una ESI (educación sexual integral) seria y responsable.

Dólar y deuda

Finalmente, el Presupuesto anuncia un dólar en torno a los $40 para todo 2019. ¿Cómo lograrán estabilizarlo?

“La propia política del Banco Central no garantiza que ese tipo de cambio pueda llevarse adelante: las bandas de flotación no tienen sentido, y no hay mecanismos para garantizar el tope de 44 pesos. El Banco Central no tiene poder de fuego, se ataron las manos con 150 millones de dólares por día para la venta cuando, por ejemplo, el día de corrida hubo 1000 millones de dólares operando en el mercado mayorista”, destaca Zeolla.

El último dato que resalta del nuevo presupuesto ilustra la situación a nivel general: el pago de intereses de deuda se consolida como el segundo mayor gasto de la Administración Pública Nacional, sólo detrás de Seguridad Social.  Para eso sí que no hay recortes.

“Tenemos que seguir dando batalla”

“Tenemos que seguir dando batalla”

Además de ser psicóloga y trabajadora social, Eva Giberti recorrió los caminos del feminismo desde su adolescencia y lo sigue haciendo ahora, con sus vitales 89 años. Hace más de una década que integra el programa Víctimas contra las Violencias, en el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y es autora de numerosos libros: Escuela para padres, Adopción Siglo XXI: leyes y deseos y Mujeres y violencias, entre otros. De convicciones fuertes, Eva habla pausado y de manera segura, tiene una mirada profunda y el pelo rojo como el fuego. Sentada en el sillón del escritorio de su casa, en la que vive desde hace más de 50 años, se dispone a contestar las preguntas de ANCCOM.

¿Desde cuándo comenzaste a identificarte con el feminismo?

Llegué visceralmente al feminismo. Ya desde niña y adolescente me reventaba que se diferenciara lo que podía hacer una mujer y un varón, me resistía absolutamente. Digo visceralmente, porque no había leído lo que empecé a leer después. A su vez, comencé a tener contacto muy tempranamente con Alicia Moreau de Justo, porque asistía a las conferencias y a las reuniones del partido socialista, que era el partido de vanguardia en ese momento, y Alicia era feminista. A la primera que escuché hablar de feminismo fue a ella. Desde el socialismo, que era también el feminismo tradicional, ella fue la primera luchadora en Argentina que hablaba de los derechos de las mujeres, que defendió el voto femenino, mucho antes que Eva Perón. Después empezaron las lecturas y los contactos muy tempranos con mujeres que militaban en el feminismo, por ejemplo Hilda Rais y paulatinamente me fui adentrando en esos grupos.

¿Y cómo eran esas primeras experiencias feministas?

Eran brotes, no eran movimientos organizados, eran pequeños grupos que se reunían en distintos lugares, pero no era todavía el feminismo organizado, que empieza bastante más tarde, en la década del 60. En ese momento, todas las que nos decíamos feministas éramos raras, locas, enemigas de los hombres y una no podía decir que era feminista. Era difícil, serlo o decirlo, lo decíamos entre nosotras, en los grupos en los que nos atrevíamos a militar, porque ni en casa, ni en la escuela, ni en la universidad se podía decir, aunque se hablaba, pero una se arriesgaba a una mala contestación o una burla. Esto nos significó un entrenamiento en la resistencia. Lo que se ve hoy en día, de no retroceder ni un paso, y estar convencidas de lo que hay que hacer, pasaba en los primeros grupos feministas. No se renunciaba a nada, se insistía, así se avanza y se organizan las gestas revolucionarias, ni un paso atrás, esa es siempre la consigna.

¿Qué recordás de aquellos momentos?

Eran los tiempos en los que se pensaba que había que casarse y tener hijos, de manera que ser feminista era conflictivo, y contradictorio, no se podía pensar en tener novio y ponerse hablar de feminismo, ni decirle al que iba a ser tu marido: “Vos tenés que hacer las tareas de la casa, no ‘colaborar’”. Eso no se podía, ni se soñaba. Algunas mujeres nos decían que pretendíamos cambiar el mundo. Y sí, justamente, lo que queríamos era cambiar el mundo y seguimos pretendiendo cambiarlo.

¿Cuándo comenzaste a escribir específicamente desde una perspectiva feminista?

Empecé a escribir acerca de feminismo desde que publiqué Escuela para padres, en la década del 60. Escuela para padres fue un fenómeno social en Argentina. Comencé a plantear ahí el feminismo. La idea era rupturista, meter ese concepto en Escuela para padres era algo que el psicoanálisis, ni por casualidad, hubiera introducido. Dentro de esta colección, escribí varios artículos que son de corte netamente feministas y que resultan raros, acerca de qué era, y de lo que se podía en esa época declarar, porque era el feminismo original, no era el actual, que tiene la característica de ser un movimiento. Yo explicaba por qué las mujeres debían trabajar fuera del hogar y por qué no eran inferiores que los hombres, qué significaba el trabajo no reconocido como tal dentro del hogar. Eran textos decididamente provocativos para la época, desde el punto de vista de lo que significaba la educación, que era totalmente autoritaria. Toda Escuela para Padres es una lucha y pelea contra el autoritarismo, lucha y pelea que yo mantengo actualmente, es cromosómico pelearme contra el autoritarismo.

¿Trabajaste el tema del aborto?

El tema del aborto era un tema central, también desde aquellos momentos. Escribir sobre aborto era decididamente indecente. El primer artículo grande fue en 1985, antes habían pasado muchos años, pero ni se soñaba con hablar de aborto. No se hablaba, no se tocaba, y una, por discreción, no avanzaba con el tema porque sabía que iba a una discusión con personas con las que una no quería enemistarse por razones de convivencia. Ese primer artículo lo escribí para la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), y me costó un dolor de cabeza, porque se empezaron a enojar otros miembros de la Asamblea. Provocó que la gente que no estaba coincidiendo conmigo, armara lío. Esa fue la primera experiencia que tuve y la sufrí en carne propia, porque me di cuenta cómo realmente te atacan y te dicen que vos no podés escribir sobre eso y que está mal visto. El último artículo que escribí es realmente duro y es sobre adopción. Escribí sobre qué es ese disparate de que las mujeres tengan un hijo y lo den en adopción. No tienen idea lo que significa entregar a una criatura en adopción.

¿Cuál es el problema de la adopción en Argentina?

El problema no es la Ley de Adopción, sino los padres que desde Buenos Aires se van al interior, arreglan con los jueces de provincia y se vienen con el bebé legalizado en la provincia, ese es el negocio. Se traen a los chicos de Misiones o de Salta y se saltean el registro de Ciudad de Buenos Aires. Siempre hay arreglos, el problema son los propios adoptantes que tienen dinero para irse a pasar una semana en la provincia, porque si no, tienen que esperar ocho años y no quieren esperar, son historias muy largas.

¿Existe el instinto maternal?

No, no existe. Lo gracioso del caso es que quienes inventaron el instinto maternal fueron los teólogos. Entre el 1500 y 1600, en Europa, las mujeres habían dejado de amamantar a los hijos y se quedaban trabajando al lado de los maridos en los campos. Había muchas pobres en Europa, que tenían los hijos porque no sabían cómo no tenerlos y luego los entregaban a las amas de cría y los chicos se criaban con ellas, hasta el año. Después se los devolvían, pero la mitad de esos niños morían. En el ejército sacaban la cuenta de que se quedaban sin varones y se empezaron a preocupar, entonces llamaron a los teólogos para resolver el problema. Los religiosos inventaron lo del instinto maternal y dijeron que las mujeres tienen que amamantar a sus hijos y estar con ellos, porque si no la madre no se hace cargo de su parte animal. Los animales se convirtieron en el modelo. Le metieron en la cabeza eso a las mujeres, así como nos metieron en la cabeza que tenemos que limpiar los pisos, atender al marido y estar preciosas. A las mujeres, como hay un significativo porcentaje que quiere y amamanta a sus hijos, nos resultó muy fácil creernos lo del instinto maternal, pero además por otra razón básica, elemental y terrible, porque todos necesitamos creernos que alguien alguna vez nos quiso. Es terrible descubrir de adulto o de niño, que ni siquiera tu madre te quiso, entonces si hay un instinto, ni tu madre te puede haber fracasado. Es una garantía para todos los que crecimos, el pensar que, por lo menos nuestra madre, nos quiso.

¿Qué significa para una mujer interrumpir un embarazo?

Es algo complejo, para alguna mujer puede ser traumático y para otra un alivio infinito. Aunque no sea doloroso es complicado, es jodido, es decir, vos estás totalmente convencida, pero el solo hecho de entrar al quirófano es molesto. Pero, ¿vos te crees que vas a llorar por un hijo que no tuviste? ¿De qué me están hablando? Te hiciste un aborto porque te mandaste la farra, porque te descuidaste, porque las pastillas no te funcionaron, porque ya tenías tres chicos y no querías cuatro o porque tenés doce años y tu tío te pasó por encima. ¿De qué hijo me estás hablando? Hablemos de aborto, en serio.

¿Cuál es tu mirada con respecto a la educación sexual?

Estuve en la creación de la Ley de Educación de Sexual y, yo por supuesto siempre provocando la ruptura, planteé que en el proyecto de ley se incluyera trata de personas y prostitución. Se pusieron como locos: “¿Cómo vamos a poner trata de personas?” Entonces, tuve que explicar: ¿De dónde creen que en Salta aparecen las primeras víctimas de trata? Son niñas de once y doce años, son las escolares que se llevan. Por eso las que tienen que leer qué es la trata de personas, son esas niñitas. Fue una discusión, que la peleamos y la ganamos, porque era necesario. Sacamos la ley tal como queríamos, con trata de personas y prostitución. Esa ley que fue maravillosa, fue resultado de dos años de discusión, aunque yo no estuve en los dos años. Yo entré a debatir en la síntesis definitiva.

¿Por qué no se aplica?

Porque la Iglesia se opone, en Salta, por ejemplo, ni se usa.

¿Cuál debería ser el lugar del hombre frente a la decisión de la mujer de abortar?

En primer lugar, usar preservativo, para no decirte que se haga una vasectomía que es complicado. La recomendación para el varón es aguantarse y usar preservativo. Si con su pareja aparece un embarazo y ella decide abortar, acompañarla. Hacerse cargo de la situación.

¿Esperabas la media sanción en Diputados y la negativa en el Senado?

En Diputados me la esperaba, y también sabía que no iba a salir, porque el curita del pueblo iba a reventar las cabezas de las chicas del pueblo, y las chicas del pueblo son las senadoras. Las iba a nombrar en la misa, iba a decir: ‘Fulana de tal voto de tal manera’. Para eso el Papa Francisco llamó a todos los obispos y los puso en fila. Ahora hay que hacerle frente con otras armas. Sabía que no iba a salir por la Iglesia, escuchando a los senadores te dabas cuenta que era una cuestión de fe estar en contra del aborto y además porque había problemas desde el punto de vista de la objeción de conciencia de algunos médicos. Eso había que asumirlo, pero no tenía por qué estorbar la existencia de la ley o producir un cambio y hacer otro tipo de reglamentación.

Cómo pionera de la militancia feminista en Argentina, ¿pensabas que se iba a dar el movimiento por la legalización del aborto que se fue gestando en estos últimos años, marcha tras marcha?

No, no. Ni cuando empezamos, ni hace tres años, ni leyendo todos los viernes Página/12, todo el suplemento, me hubiera imaginado que se veía el movimiento de #Niunamenos. Ya habíamos estado en la calle gritando, pataleando y denunciando, pero no podía imaginar esto ni en sueños, porque #Niunamenos movió mucha gente, fue el mundo, ahí salimos todas a la calle en serio.

¿Qué te generó esa instancia?

Dije: “¡Por fin! Para algo sirvió estar juntas, para algo sirvió hablar”. Si hay una virtud que es revolucionaria, es la esperanza, es la más revolucionaria de todas las virtudes, porque no te deja retroceder. Y las mujeres fuimos esperanzadas, además somos técnicas en espera, tenemos una resistencia particular para esperar y seguimos testarudamente adelante y avanzamos aún más cuando se trata de situaciones históricas. Las Madres de Plaza de Mayo han sido un modelo que no retrocedió en la espera y ni te cuento las Abuelas. No retrocedieron ni un paso y así aparecieron los 128. Todas hemos estado esperando esto, sin conciencia de lo que esperábamos y por eso empujábamos. Seguíamos haciendo grupos y charlas y congresos internacionales y nos metimos en las grandes Asambleas. Naciones Unidas tuvo que meter un Área de la Mujer. Empujamos, hasta que, en medio de todas las organizaciones, absolutamente masculinas, machistas y patriarcales, nos instalamos. Las que hicimos punta de lanza, hemos sido las mujeres, porque nunca retrocedimos. Desde adentro hay que estar peleando, por eso nos metimos en los ámbitos de los partidos políticos, si no las chicas, eran las que pegaban los sobres para convocar a las elecciones, nada más, y con el aborto se trata de hacer exactamente lo mismo, ya hay que estar preparando las marchas para el 2019, y estar viendo cómo hacer frente nada menos que a la Iglesia. Tenemos que seguir dando batalla.

¿Te parece que este movimiento, que hoy tiene mucha efervescencia, va a seguir con fuerza?

Desde #Ni una menos esto fue creciendo muchísimo, por qué vamos a pensar que se va a achicar, sobre todo porque quienes están encabezando el movimiento lo están haciendo muy bien. Es gente que, como en todos estos movimientos genuinos, no hay quien les pague. Se va adelante, porque no hay quien esté poniendo subvención, esto es a fuerza de pulmón, de vida, y de esfuerzos, no dependemos de otra gente que no seamos nosotras mismas. Hay que mover a los y las jóvenes, mantener el fervor, y no la creencia, porque la creencia es peligrosa, podés creer en cualquier cosa. Hay que advertirle a la gente respecto de los peligros de la Iglesia y de la religión.

“Lo que vamos a sufrir este año y el próximo va a ser enorme”

“Lo que vamos a sufrir este año y el próximo va a ser enorme”

Agustin Rossi saludando a un vecino

El presidente del bloque del Frente para la Victoria de la Cámara de Diputados, Agustín Rossi, que la semana pasada oficializó su precandidatura a presidente de la Nación, admitió que “no solo me imagino gobernando con un gran endeudamiento, sino también con una inflación alta”.

Entre corridas cambiarias y empresarios “arrepentidos” de haber coimeado a funcionarios del gobierno anterior, propone la eliminación a la reforma previsional y el impulso  a la legalización del aborto. Sobre las denuncias contra la ex presidenta Cristina Fernández, dijo: “Puedo dar fe de su mirada celosa sobre el dinero público”.

¿Cómo ve la crisis económica que atraviesa el país?

Es una suma de decisiones, profundamente antipopulares, que va en contra del pueblo argentino y generan un daño social que todavía no nos imaginamos. Lo que vamos a sufrir este año y el próximo va a ser enorme. No es una tormenta, es producto de una decisión económica equivocada por parte del gobierno. Macri es un líder que carece absolutamente de sensibilidad social y esto se va a notar en los próximos meses.

¿Se imagina gobernando en una situación de crisis?

Sí. Me imagino no solo con el endeudamiento, sino también con tipo de cambio y una inflación alta, con una recesión importante y con un país empobrecido. A pesar de todo eso, creo que Argentina va a salir adelante. Superamos crisis iguales o peores que esta.

¿Qué propone para salir adelante?

Eliminaría la reforma previsional porque atenta contra los jubilados y los pensionados. Fijaría un programa de tarifas responsables, no pueden aumentar más que el salario. Buscaría evitar que se sigan fugando capitales en Argentina. Aplicaría una fuerte política industrial, promovería un proceso de sustitución de importaciones para favorecer a quien produce y a quien fabrica en Argentina y que eso tenga prioridad de ventas en nuestro país. Buscaría aumentar las inversiones en energía para lograr el autoabastecimiento. Defendería fuertemente el sistema educativo y la ciencia.

¿Qué lugar cree que tendrá la legalización del aborto en la campaña?

Seguramente todos los candidatos tendrán sus posiciones definidas. Si soy presidente voy a tomar una postura a favor de la ley. Sin embargo, no creo que el tema pueda definir la elección. Será un tema de debate, pero no predominante. Ya las posiciones son públicas, quizá tenga alguna influencia. Creo que las cuestiones económicas serán determinantes.

¿Le gustaría que se dé una interna entre los principales opositores?

Ojalá que se pueda dar una gran PASO opositora entre todos los sectores políticos que estén dispuestos a construir una alternativa frente al macrismo. Mientras la coalición opositora sea lo más amplia posible, mejor para los argentinos. Tenemos que tratar de representar a ese 70 por ciento que hoy es crítico de Macri.

¿Qué le pareció la decisión de varios de los senadores del PJ de no dar quórum para votar el allanamiento a las propiedades de Cristina Fernández de Kirchner?

Muchos valoraron que esa medida tiene más que ver con el circo mediático que con la búsqueda de justicia. Teniendo en cuenta todo lo que había pasado días antes con el allanamiento en el edificio donde vive la expresidenta, me parece que tomaron esa decisión en defensa del futuro, de las Instituciones.

¿Lo ve como un gesto de  acompañamiento a la mayor líder de la oposición?

Habrá que ver. Obviamente que hay un sentimiento de solidaridad para con quien fue nuestra presidenta durante ocho años. También hay una mirada muy racional y muy política de todos los senadores, de decir: “La verdad que no se entiende a esta altura para qué insisten con el allanamiento”. Es una medida procesal que tiene efectividad si es por sorpresa. La realidad es que hace tres semanas que están con este tema del allanamiento y lo cierto es que pareciese que no tiene ningún tipo de sentido. Creo que insisten con el allanamiento para seguir con el circo mediático que esto genera.

¿Cree que hay suficientes pruebas para investigarla?

Nadie está prohibiendo la investigación. La expresidenta se presentó frente al juez. El proceso sigue adelante. Lo único que nosotros decimos es que una cosa es la búsqueda de justicia y otra es el circo mediático. Cuando salió esta cuestión de los cuadernos un ministro le dijo a un periodista que escribe a favor del gobierno, Carlos Pagni: “Si no hay pan para el pueblo démosle circo”. Nosotros no nos queremos prestar al circo mediático.

¿Nunca vio bolsos con dinero que entraban a la Casa Rosada cuando fue parte del gobierno anterior?

(Con risas) No, si hubiese visto lo que dicen que tenía, hubiese denunciado. Yo fui dos años y medio ministro de Cristina. Administré el presupuesto con ella y puedo dar fe de la mirada celosa que ella tiene sobre la administración del dinero público y su exigencia alrededor de la transparencia. Estoy absolutamente tranquilo desde ese punto de vista. Todo lo que yo hice con la Presidenta fue con honradez y honestidad.

En un mes la empresa Ocean Infinity comenzará la búsqueda de los 44 tripulantes desaparecidos del ARA San Juan. ¿Lo entusiasma este nuevo intento?

Sí, siento que hay una respuesta que necesitaban los familiares. Espero que sea exitoso. Me parece que es una caricia al alma de todos los seres queridos que vienen luchando para eso.

“Los chicos crecen naturalizando una realidad muy injusta”

“Los chicos crecen naturalizando una realidad muy injusta”

Fernanda Miño, concejala de La Cava, mirando de frente a la cámara

En La Cava, corazón de San Isidro, apenas un muro o una calle –según el tramo– separa mansiones con amplios jardines y piletas de miles de casas sin cloacas ni conexiones seguras de gas, luz y agua. Fernanda Miño, nacida en ese barrio precario, se convirtió en las últimas elecciones en la primera vecina en acceder a una banca en el Concejo Deliberante local.

En 22 hectáreas, La Cava alberga a más de diez mil personas. Sus primeros habitantes ocuparon las zonas más altas, pero luego fueron poblando los terrenos más bajos e inundables, con presencia inclusive de napas freáticas. “El Pozo” es una de ellas y allí se encuentra la canchita de fútbol, intocable para los vecinos. “Cuando yo era chica este sector parecía una laguna, llena de juncos y ramas –recuerda Fernanda–. Cazábamos ranas e inventábamos historias de terror con manijas de ataúdes y dientes postizos que encontrábamos por ahí, porque todo esto se rellenó con tierra del cementerio. Esa es mi infancia y la de muchos”.

Madre de cuatro hijas, Fernanda ejerce la docencia en el único colegio del barrio, el Santo Domingo Savio, y transita su primer mandato como concejala de Unidad Ciudadana en el Concejo Deliberante de San Isidro.

Miño es nuestra guía por los angostos pasillos. A cada costado, se ven zanjas abiertas donde desagotan los desechos de las casas. Ahí nomás, unas niñas juegan en el suelo. Subimos y bajamos escaleras laberínticas que Fernanda conoce de memoria. La cumbia se entremezcla con las risas de chicos que pasan corriendo a nuestro lado y de vecinas que charlan puerta a puerta. Hasta que llegamos a destino: el patio de la casa de Fernanda, convertido hace ocho años en el centro de contención Embarriarte.

Fernanda Miño en el centro de contención Embarriarte, donde las paredes están pintadas y tienen un dibujo de Mafalda.

Fernanda Miño, nacida en ese barrio precario, se convirtió en las últimas elecciones en la primera vecina en acceder a una banca en el Concejo Deliberante local.

¿Cómo funciona este espacio?

Brinda apoyo escolar tres veces por semana a los chicos de primario y viernes y sábados a los de secundario. Recibimos entre 40 y 70 pibes. Si bien servimos la merienda, cuando alguien me dice que Embarriarte es un merendero yo digo que me baja el precio, porque nuestro gran desafío acá es darles contención desde la educación, apoyándolos en la diversidad de problemáticas familiares o del barrio que también traen en sus mochilas.

¿Reciben apoyo estatal o de alguna entidad?

Siempre lo manejamos bastante a pulmón, con la ayuda de colaboradores que fueron dando una mano. Para construir el piso de arriba, donde se dictan talleres y se está por formar una cooperativa de peluquería con un grupo de chicas trans y en situación de vulnerabilidad, sí recibimos apoyo. Fuera de eso o de campañas como la del colegio Santa Teresa del Niño Jesús, que nos brinda leche y galletitas para unos seis meses, el resto lo sostengo con mi marido y vecinos.

¿Cómo impacta la crisis en La Cava?

Acá vienen menos chicos a apoyo y cada vez más a merendar. La plata no alcanza. Ya no ves a las familias haciendo pequeñas mejoras en sus casas, está todo parado. Hoy estamos todos corriendo detrás del plato de comida, esa es la principal preocupación, y te quita tiempo y energía para volcarlo en otras cosas

¿Cuáles son las problemáticas más acuciantes?

Los servicios y el acceso a viviendas dignas. Todo lo que ves en el barrio, los pasillos, las conexiones de luz y de agua, lo hicieron los vecinos. La gestión municipal está ausente. Lo único que hace son convenios con Edenor o AySA para que no se impidan las conexiones y mantenernos “tranquilos”: si nos tenemos que pelear porque nos quedamos sin luz en todo un sector, que nos peleemos entre nosotros. Tampoco tenemos recolección de basura, la hace la gente, pero los contenedores no dan abasto y la basura se acumula, toma olor, las ratas se reproducen…

Un hombre caminando por un calle angosta, entre edificaciones precarias de ladrillos

En 22 hectáreas, La Cava alberga a más de diez mil personas.

¿Todas las conexiones las hacen los vecinos?

Exacto. Se juntan dos o tres familias para comprar en conjunto caños de agua y abaratar los costos. Lo mismo con la luz. El tema es que hay muchos que lo hacen sin saber y ahí aparecen los problemas. Hace pocas semanas explotó un poste de luz en Jorge Newbery y Neyer. Los chicos se quedan pegados, las casas se incendian, los pozos ya están al tope. Cuando preguntás a dónde fueron a parar los casi once millones de pesos que entregó la Provincia para obras de mejoramiento, como hice en el Concejo en una de las sesiones, no te responden. Es la impunidad que tienen por estar al frente del Gobierno municipal hace más de treinta años.

¿Qué repercusiones hubo en el barrio cuando te eligieron concejala?

Recibo mucho apoyo y respeto. Podría mudarme si quisiera pero elijo seguir viviendo acá. No sólo porque es mi lugar sino porque quiero transformarlo desde adentro. A veces una de mis hijas me pregunta si alguna vez nos vamos a mudar, para tener una calle. Es muy fuerte y me genera contradicciones, porque uno quiere lo mejor para sus hijos, pero, a la vez, trato de explicarles que es una cuestión de responsabilidad y compromiso por los que están y los que vienen. Acá los chicos se crían y crecen naturalizando una realidad muy injusta. Hay que empoderarlos y mostrarles que otra forma de vivir es posible.

¿Qué posibilidades se le abrieron al llegar al Concejo Deliberante?

Por un lado, me permitió generar contactos. Como integrante que soy del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) me ha tocado cruzarme y trabajar en conjunto con gente como Juan Grabois, una persona noble con la que siempre puedo contar. Desde mi espacio político, me acerqué a personas como [la senadora nacional] Teresa García, con quien consulto muchas de las iniciativas o decisiones a tomar. Creo que mi paso por la política es transitorio y quiero sacarle el máximo provecho para mi barrio. Para que se escuchen en el Concejo los reclamos de mis vecinos y para poder hacer algo al respecto.

Sillas de colores apiladas

En Embarriarte se brinda apoyo escolar tres veces por semana a los chicos de primario y viernes y sábados a los de secundario.

Formás parte de la oposición, ¿le ponen trabas?

Hace días pedimos cinco postes de luz. Le pedí al Municipio sólo el material, después los vecinos se encargan de colocarlos y hacer los tendidos eléctricos. Todavía no tuvimos respuesta. O como pasó la semana pasada, cambiaron al presidente del Concejo [desplazaron al edil vecinalista Carlos Castellano por Andrés Rolón de Cambiemos] y despidieron trabajadores por ser del vecinalismo o de Unidad Ciudadana, pero a los del oficialismo y del Frente Renovador no los tocaron. El entramado político no es sencillo. Hablar con alguien de Nación y que me diga que en mi barrio no va a pasar nada, que el proyecto del Organismo de Integración Urbana y Social (OPISU) es humo porque el intendente no quiere que se avance, es muy desalentador…

¿Cuál es el papel de las fuerzas de seguridad en el barrio?

La Gendarmería está parada en los puestos de entrada, no se mete. Te pueden estar robando o violando en el medio de la plaza que ellos no van a interceder porque “no tienen la orden”, están para hacer control vehicular o alguna recorrida. Si entran, lo hacen paseándose, como los de la policía local o “cascudos” –como les decimos acá–, con sus cascos y uniformes celestes, Ithaca en mano, ni siquiera enfundada.

¿Cómo es la situación con la droga?

Escuché hace unos días a la Gobernadora decir que más que un proyecto de integración, de lo que se trata es de una intervención de emergencia en los barrios populares porque “hay que atacar al narcotráfico desde donde nace”. Nos hiere profundamente, nos criminaliza. Si quieren hablar de narcotráfico, se olvidaron de pegarse una vuelta por Nordelta. Acá no hay cocinas de droga, y esto se evidencia porque no hay consumo de paco. El paco no existe en La Cava. Lo que sí entra es la droga y a veces a las familias les resulta imposible ingresar materiales, ladrillos para sus casas, pero misteriosamente la droga entra. Sabemos dónde se vende en el barrio, recién pasamos caminando frente a algunos de esos puntos de venta, pero no te podés meter. Yo tengo que seguir viviendo con mi familia acá.

¿Qué hay que hacer para dar batalla?

Un trabajo fuerte de prevención. Hoy cualquier clase de droga en los barrios es sinónimo de muerte. Porque matan para conseguirla. A mí no me vengan con el porrito creativo de San Telmo. Acá fuman para evadirse de los problemas, de la realidad que se vive en las casas como las que recorrimos, pero también para salir a conseguir plata como sea para seguir consumiendo. En aquella cuadra que acabamos de pasar, anoche mataron a un pibe que entró a comprar droga. Tenía 20 años. Hasta hace unos días estaba en una de esas esquinas con sus amigos “evadiendo la realidad” que, aunque no la quieran ver, los cruza de punta a punta.

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Fernanda nos acompaña hasta la salida del barrio. Los vecinos la saludan, los más jóvenes la llaman “profe”, otros “Fer”, y le sonríen. Frenamos. Un joven la abraza, se hablan al oído con congoja. Seguimos. Fernanda tiene los ojos llenos de lágrimas: “Él es Esteban, un ex alumno, perdió a un amigo hace unos días. Tenía problemas con la droga, hicimos de todo para sacarlo. Esteban lo acompañaba para que no se mandara una macana. Pero lo perdió de vista y el otro día, en Benavidez, se suicidó. Estuve acompañando a la familia. Yo de La Cava no me voy, ¿entendés? Es mi barrio, son mis vecinos, a esto lo tenemos que poder transformar entre todos”.

¿Qué opinan los españoles sobre la caída de Rajoy y la vuelta del socialismo?

¿Qué opinan los españoles sobre la caída de Rajoy y la vuelta del socialismo?

El 1 de junio y tras una moción de censura presentada por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), el Congreso de Diputados en pleno votó para que Mariano Rajoy, el presidente y líder del Partido Popular (PP), dejara su cargo. Luego de un largo proceso de acusaciones por corrupción, que focalizan en la cúpula de su partido, el Parlamentó votó por la remoción con 180 votos a favor y 169 en contra. Así, Pedro Sánchez, líder del PSOE, se convirtió en el tercer presidente socialista de la historia de España y en el primero en asumir sin elecciones de por medio.

En un día de pleno sol y con el país listo para recibir el verano, los diarios españoles hicieron eco de semejante hecho en la memoria política de un país que no deja de ser noticia por escándalos de corrupción y luchas independentistas. A diferencia de lo que en Argentina hubiese generado manifestaciones en las calles de norte a sur, por la Plaza Catalunya de Barcelona, la marcha era llevada por manadas de turistas sin ninguna bandera, mientras que sólo en algunos balcones se pudieron ver lazos amarillos, signo de pedido de libertad por los presos políticos, aquellos detenidos por impulsar la independencia catalana.

En España el ciudadano común elige hablar poco, claro y despacio, como Nacho (38, español), que explica sorprendido: “La moción fue repentina. No estaba en ninguna estrategia. Y aquí, los que se quejan, viven en una burbuja. Hablan de los que menos tienen y nunca han visto a un pobre. No son capaces de salir a la calle. Ellos siguen haciendo dinero por detrás que no es más que estafa al Estado”. Nacho, especialista en estrategias de marketing, aunque no deja de resaltar que el socialismo de ahora no es el mismo de antes, muestra algo de esperanza: “Con Sánchez van a cambiar muchas cosas, toda la ayuda social volverá”. José Castilla Pérez (84), en cambio, no cree que nada vaya a modificarse. Andaluz de origen y radicado en Cataluña desde hace 40 años, opina: “El socialismo no va a poder cambiar las cosas porque no lo van a dejar gobernar”, y además agrega que el socialismo «nunca ha hecho nada».

Para Nacho, esto es el principio del fin del bipartidismo en España. “Esto se muere”, dice mientras toma una caña en la vereda, fuma y abre sus ojos celestes grandes. Y afirma: “La nueva política de izquierda defiende lo social. La derecha defiende el holding”, y coincide con José en lo complejo que será gobernar con minoría en el Senado.

Para Julián Rodríguez Pineda, colombiano de origen y nacionalizado español después de residir aquí 10 años: “La hoja de vida de Rajoy es impecable” y el socialismo regala mucho y produce poco terminando por entregar “el país en quiebra”. Julián, que sí habla fuerte y convencido, se considera independentista pero no acepta mentiras. Es que, la actualidad de la política española no puede leerse sin tener en cuenta el intento de Cataluña de separarse del resto del país. De hecho, comenta, que una de las primeras declaraciones de Sánchez ha sido al respecto. “Yo sí quisiera que Cataluña se independizara, pero sin mentiras, haciéndolo de manera legal. A mí me molesta el uso de la mentira para llegar al fin”. José, por su parte, ante la pregunta por la independencia, contesta: “Soy español”, con firmeza y tranquilidad.

Rajoy baja una escalera del parlamento español, luego de su último discurso como presidente.

Pedro Sánchez se convirtió en el tercer presidente socialista de la historia de España.

Los casos de corrupción y las mentiras son muchos y todos los testimonios coinciden en que nadie quiere ser robado. A pesar de ello, las medidas que deberían aplicarse difieren según el caso. Para Julián: “El capitalismo que tenemos es salvaje y le importa un bledo el pobre y el socialismo que tenemos es bruto, porque regala mucho, pero no produce”. Para José, ex maquinista de Renfe, los trenes españoles: “Todo dependerá también del presupuesto que maneje y de cumplir con sus valores.” Con desconfianza agrega: “Está en manos de él. Cuando se lucha por una idea hay que luchar por una idea siempre.” Aunque no deja de resaltar que a Sánchez “siempre le ha dado igual todo. Siempre que ha habido elecciones ha ido en contra del otro partido. Antes negó el presupuesto del PP diciendo que le daba urticaria y ahora sale de presidente y aprueba los presupuestos que rechazó. Eso no es de ser un gobernante como tiene que ser, eso es cambiarte la chaqueta”, resalta.

Nacho reconoce que lo que ha pasado es que se ha puesto de acuerdo todo el mundo para derrotar a esta gente y enseguida retoma: “Todos están de acuerdo en una cosa: no puedes imponer el relato de un país obligando a los demás a que cambien de opinión. Que haya presos políticos en España es denigrante, ¿nos volveremos Venezuela?”, se pregunta.

José desde su casa toma un vino y comparte en familia, sabiendo que no verá el verdadero fin del bipartidismo: “Es más de lo mismo. Porque aquí siempre han gobernado conservadores y socialistas”. Julián, recién llegado de trabajar y en plena cena, reflexiona: “Llegará un momento necesario en que se equilibren las dos cosas”. Nacho con sus casi 40 años, ve una luz al final del camino: “Si no hay bipartidismo, el abanico de opinión es más amplio y la gente no está engañada. Se intentará llegar a un acuerdo pero es inaceptable que me impongan un relato. Los partidos de derecha aquí lo que van a hacer es poner al país económicamente bien, pero van a robarte y luego van a quitarle a la gente que no tiene o no puede, con lo cual es muy darwinista, es la teoría de la evolución. El socialismo, en cambio, piensa más en las necesidades sociales, piensa en el grueso del país. La derecha cree que el motor del España es lo económico pero el motor del país es la gente”.

Mientras Sánchez organiza su nuevo gabinete intentando asegurarse personajes conocidos en la historia socialista de España, como Josep Borrel, quien fuera Ministro de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente con Felipe González y presidente del Parlamento Europeo, en la Rambla catalana brotan los turistas junto a los ciudadanos españoles, que esperan con atención y paciencia las nuevas directivas desde La Moncloa.