Infraestructura escolar, a marzo

Infraestructura escolar, a marzo

Con techos que se caen en plena clase, irregularidades en las remodelaciones y nuevas aulas que no alcanzan –de tan pequeñas– para albergar a la matrícula, el escenario de las escuelas bonaerenses se presenta igual de accidentado que el año pasado. A casi ocho meses de la explosión en la Escuela N° 49 de Moreno, que causó la muerte de la vicedirectora Sandra Calamano y el auxiliar Rubén Rodríguez, la desidia y la falta de respuesta de las autoridades siguen siendo las mismas.

Previo a la tragedia, en junio de 2018, había trascendido un escandaloso audio de WhatsApp del –por entonces– director de Infraestructura Escolar de la Provincia de Buenos Aires, Mateo Nicholson, dirigido a una colaboradora, donde el funcionario hablaba de inventar presupuestos y de inflar valores para las obras en las cocinas escolares, justo antes de una reunión con María Eugenia Vidal. Nicholson debió tomarse licencia y, más tarde, el 24 de agosto, renunció, tras ser denunciado por fraude en perjuicio de la administración pública por la senadora de Unidad Ciudadana María Teresa García. En medio de este bochorno, el  2 de agosto, una garrafa en mal estado terminó con las vidas de Sandra y Rubén. Dos meses después, la fiscal platense María Eugenia Di Lorenzo archivó la denuncia contra Nicholson por “falta de pruebas”.

Frente al abandono estatal, se formó la comisión “Familias por la Escuela Pública de Moreno”. En diálogo con ANCCOM, Gustavo Azas, miembro de la agrupación y  padre de dos alumnos de la Escuela N° 36 del Barrio La Victoria, comenta: “En septiembre ya querían abrir las escuelas como estaban, como las habían cerrado al momento de la explosión. A los días se detectó que en la mayoría de los establecimientos educativos de Moreno había fugas de gas y fallas edilicias así que por eso se suspendieron las clases. Y ahí nos pusimos al tanto de la paritaria docente que se había firmado en 2011, que incluía doce puntos de habitabilidad que empezamos a exigir que se cumplan a rajatabla”.

La escuela N49 de Moreno, un mes después de la explosión de 2018.

Ese mismo mes, la Provincia se comprometió a realizar obras en las escuelas y se creó un comité de emergencia para su seguimiento conformado por representantes de los gremios  ATE, SUTEBA, UDOGBA, padres, directivos y docentes. “Era algo inédito que las familias participen en la mesa de discusión de la educación pública –recuerda Azas–, cada referente exponía la situación de su zona. Seguimos durante  el verano todos los sábados por la tarde haciendo difusión, repartiendo folletos entre los vecinos para mostrar cómo estaba la situación de las escuelas de Moreno por la hermeticidad que había”.

“El año 2018 –prosigue Azas– terminó  sin clases en Moreno, salvo el jardín N° 60 y la secundaria N° 77 de la Perla que habían sido construidos en 2017. Los docentes se manejaron con continuidad pedagógica. Es decir, los chicos iban a buscar a las escuelas fotocopias una vez por semana y las completaban en sus casas. Ya que los chicos necesitaban contacto con los maestros para llevarlas a cabo, se dieron casos de clases en plazas o en los patios de los colegios que estaban en condiciones, ya que otros están en peligro de derrumbe”. La mayoría de los establecimientos morenenses comenzaron este mes el ciclo lectivo, aunque alrededor de 20 primarias permanecen cerradas.

Azas se refiere a la Escuela N° 36, a donde van sus hijos: “Se otorgó la habilitación por mail el domingo 10 de marzo. El lunes a la noche había llovido, entonces el martes cuando fuimos a la reunión para comenzar las clases detectamos filtraciones en el techo y los padres presentes firmamos un acta rechazando la habilitación hasta que se termine la obra. La empresa que estaba trabajando tenía solamente dos obreros, al otro día vinieron dos más, también para la secundaria N° 76 que está al lado, es el mismo edificio”. Hace poco se contrató a otra pero las deficiencias continúan. “Les pedimos que por favor refuercen las trabas en las puertas. El año pasado se instalaron seis ventiladores y se robaron tres. Los que quedaron los sacamos y los pusimos a resguardo. Han sustraído material didáctico, elementos de sonido, lo que encontraban a su paso”, se lamenta Azas.

Escenario repetido

El último 14 de marzo tres niños resultaron heridos en clase por la caída de mampostería en la Escuela Primaria N° 25 que comparte edificio con la Secundaria N° 33, en el barrio Los Cachorros, Del Viso, partido de Pilar. Fabián Domínguez, docente del establecimiento, relata: “Ese salón tenía ya una grieta hace rato, dentro de esa estructura que cayó había ladrillos. Son chicos de 6 años, estuvieron en observación, eran tres. A uno le lastimó el pie y los otros en la cabeza. A uno le dieron un par de puntos. La escuela está cerrada desde entonces. El viernes 15 de marzo hubo un abrazo simbólico con la presencia de dirigentes gremiales de todas las áreas y en todo el distrito se decretó un paro. Nos dijeron a los docentes del secundario que armáramos un plan de contingencia para entregar fotocopias y que los chicos hagan tareas en sus casas, que la escuela iba a permanecer cerrada hasta nuevo aviso”.

Pedazos de mampostería cayeron sobre tres chicos de seis años en una escuela de Pilar. Uno debió recibir puntos de sutura.

Mientras, terminando el mes, aún hay profesores que no conocen a sus alumnos. “Se corre el rumor de que se van a construir algunas aulas nuevas, necesarias ya que la dirección funciona como preceptoría, portería, sala de profesores y recepción. No sé si se van a construir esas aulas. Me llama la atención que aparezca la plata ahora y no durante estos tres años de gestión de este Consejo Escolar. ¿Ahora tienen recursos y antes no? Y si tenían, ¿por qué no los habían usado? ¿A dónde va el dinero?”, se pregunta Domínguez.

Como tantos maestros, Domínguez va de una escuela a la otra para completar su salario. Como docente también de la  Secundaria N° 21 y la Primaria N° 16 “Islas Malvinas” del Barrio La Lonja de Pilar, cuenta que él “daba clase en el laboratorio, un lugar bastante incómodo porque eran muchos chicos”. “A la vez –señala– están construyendo aulas muy pequeñas donde entran veinticinco alumnos cuando hay cuarenta. Tenía un pizarrón nuevo hermoso que no podía usar porque los bancos estaban pegados, no había lugar para caminar”.

Sin obras sustanciales a la vista y con múltiples anomalías en el arranque de las clases en todo el Conurbano, nada parece haber cambiado mucho desde la tragedia de la Escuela N°49 de Moreno, que por otra parte está impune. Para lo que sí es diligente el Gobierno bonaerense es para perseguir a docentes, como Enrique Elías, Marité Arias y Gabriel Castillo, delegados de SUTEBA Moreno que participaron en las asambleas de octubre de 2018 y que todavía hoy tienen sumarios abiertos por reclamar condiciones dignas de trabajo.

Mural homenaje a Sandra y Rubén en la Escuela N49 de Moreno.

Clase de represión

Clase de represión

“La educación del pueblo no se vende, se defiende”. Plaza Congreso se vestía de blanco una vez más cuando un nuevo avance por parte de la Policía Federal arremetió con el reclamo de los docentes, reprimiéndolos con gas pimienta y golpes. Tras la represión, cuatro docentes quedaron detenidos en la Comisaría N° 6 con el cargo de “resistencia a la autoridad”. Los maestros, convocados por distintos gremios, entre ellos la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), el Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA) y la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA), estaban montando la estructura para armar la escuela itinerante, una medida pacífica para continuar con el reclamo por la apertura de paritarias nacionales y por una nueva Ley de Financiamiento Educativo. La escuela itinerante es una alternativa al paro como forma de protesta y consistiría en un aula con capacidad para treinta personas, ubicada en un principio frente al Congreso Nacional pero que luego recorrería distintos distritos del país. Según informaron desde los gremios docentes, el lunes habrá un plenario de CTERA donde se decidirán las nuevas medidas para la continuación del reclamo.

En una jornada de manifestación pacífica, que ni siquiera afectaba la circulación vehicular, los docentes permanecían Plaza Congreso desde el mediodía del domingo, cuando comenzaron con el armado de la escuela itinerante. Esta modalidad alternativa se decidió ya que a pesar de los paros y de la gran Marcha Federal Educativa, a la que concurrieron más de 300.000 docentes, alumnos y autoconvocados, el Gobierno Nacional sigue firme en su negativa a llamar a paritarias. Llegada la noche del domingo, los trabajadores de la educación fueron interrumpidos con una violenta represión con gas pimienta y golpes. Cuatro docentes quedaron detenidos, entre ellos, Juan José Mauro y Miguel Acuña, delegados de UTE. A las nueve y media los dirigentes de los gremios comunicaron la desconcentración de la Plaza, pero otras organizaciones llegaron a la puerta del Congreso para manifestar su apoyo a la situación docente y repudiar la acción violenta de la Policía Federal. Hasta la medianoche hubo movimiento en la Plaza Congreso, que una vez más se convirtió en el escenario de la resistencia contra el ajuste del Gobierno de Mauricio Macri.

Luego de la represión, el Ministerio de Medio Ambiente y Espacio Público de la Ciudad, encabezado por Eduardo Macchiavelli, informó mediante un comunicado que se le “sugirió” al personal policial el desarme de la carpa porque no tenían autorización para instalarla. Sin embargo, el permiso había sido solicitado por parte de los gremios docentes, sin haber obtenido respuesta del Gobierno de la Ciudad.

Actualizado 10/04/2017

Caer de a miles

Caer de a miles

La Plaza de Mayo se tiñó de blanco. De acuerdo a las estimaciones de los organizadores, 400.000 docentes y estudiantes de diversos puntos del país protagonizaron el capítulo final de la Marcha Federal Educativa con un multitudinario acto frente a la Casa de Gobierno. Algunos agrupados en sindicatos, otros identificados  con alguna organización barrial o política partidaria, y otros solos o en familia; pero todos con el mismo emblema: “Docente luchando también está enseñando”. La movilización llevó al centro de la Ciudad de Buenos Aires, frente a la Casa de Gobierno, el reclamo por la apertura de una paritaria nacional sin techo y salarios dignos.

Los docentes sumaron un firme apoyo ciudadano a una bandera que también se tradujo en un grito de defensa de la educación pública. La reivindicación de haber “caído” en la escuela estatal replicó como una consigna fundamental. Escuelas de nivel inicial, primarias, secundarias, terciarias, universidades, técnicas, y bachilleratos populares fueron actores centrales. Con guardapolvos blancos o pintorcitos cuadrillé, todos expresaron su apoyo a la educación pública y condenaron el lamento del presidente Mauricio Macri -apenas un día antes de la movilización- sobre los alumnos y familias “que no tienen más remedio que caer” en la escuela pública. 

De acuerdo a las estimaciones de los organizadores, 400.000 docentes y estudiantes de diversos puntos del país protagonizaron el capítulo final de la Marcha Federal Educativa.

La movilización coincidió con la segunda jornada del paro por 48 horas convocado por las seis confederaciones gremiales nacionales ante la negativa del gobierno nacional de llamar a paritaria nacional.

Las columnas comenzaron a ingresar al centro porteño poco antes del mediodía. Cuando las agujas marcaban las 12:00, Agustín (11) ya estaba en la Plaza Congreso, con guardapolvo blanco y de la mano de su mamá. “Venimos a  reclamar por nuestros derechos. Al Presidente no les interesan las escuelas ni la educación”, explicó.

Los docentes mostraron en el centro de la Ciudad las dificultades que atraviesan en toda la geografía del país.  Silvina Melger, de la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC), denunció el vaciamiento de programas escolares. “Si se ´cae´ en la escuela pública es porque ellos están haciendo un pozo y nos están desfinanciando. Pero es la educación pública la que nos acobija y nos levanta. Por eso, los maestros la defendemos a toda costa”, dijo.

Mientras una de las columnas avanzaba por Avenida de Mayo, Luis Bazar, de la Asociación de Educadores Provinciales (ADEP) de Jujuy, le contó a esta agencia que el reclamo no es solamente por mejores sueldos y paritarias sin techo, sino también para que se continúen entregando las netbooks y los libros a todas las escuelas rurales y que se avance con los proyectos educativos para adultos. “El 75% de las escuelas de la provincia son rurales. En Jujuy se han perdido los derechos, no sólo de los sindicatos, sino también de las organizaciones sociales. Todo el tiempo hay investigaciones y persecuciones. Vivimos con temor”, explicó.

Las columnas comenzaron a ingresar al centro porteño poco antes del mediodía.

Envuelto entre banderas y redoblantes, Roberto Succa, miembro de la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET) de Chaco, le pidió al gobierno que reflexione porque “debemos defender y fortalecer la educación para que la juventud pueda crecer mejor”. Y subrayó: “El gobierno debe reflexionar y llamar al diálogo”.

Las horas avanzaban y así lo hacían los pies apurados de los estudiantes de la secundaria Normal Superior Nº 5. Rebecca, alumna de 17 años, junto a sus compañeras, Julieta y Fiorella, explicóa que marcharon para “apoyar y compartir la lucha de los docentes”. Y agregaron: “Además exigimos mejores condiciones edilicias. Todas cosas que los afectan a ellos y a nosotros”.

“Preferimos estar dando clase y defendemos la educación pública. Por eso exigimos que se cumpla la Ley de Financiamiento y la Ley de Paritarias”, gritó, entre medio de cánticos, Paola Gutiérrez, de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER). Los dichos de Macri -el repudio se tradujo en casi todos los carteles que inundaron la Plaza- fueron un blanco especial. “Creo que lo dicen desde un desconocimiento de lo que es realmente la educación pública. Ojalá los docentes pudiéramos enseñarle a él como le enseñamos a nuestros alumnos. Tal vez así tendría otro pensamiento”, reflexonó en diálogo con esta agencia.

Cerca de las 14:00, ya en los alrededores de la Plaza de Mayo, Alejandra Guerrillero, de la escuela rural Nº 1414 de Mendoza, explicó que estaba en Buenos Aires para expresar su indignación. “No hay respeto por la diversidad ni la inclusión. Las escuelas tienen unas condiciones edilicias paupérrimas. El gobierno no quiere recibir a los chicos”, subrayó.

Los docentes mostraron en el centro de la Ciudad las dificultades que atraviesan en toda la geografía del país.

 “No a las políticas de ajuste. Paritarias abiertas ya” fue el grito que dio inicio al acto. Al lado del icónico Cabildo, Claudia, maestra de nivel inicial en la escuela 15 D.E. 18 de Parque Chacabuco, contó que “los distintos presidentes se deberían acercar a la historia de nuestro país, ya que tienen conceptos erróneos de la enseñanza. Es la educación la que te puede hacer libre de pensamiento”. Y finalizó: “Es más fácil crear un enemigo que atender los problemas sociales”. Mientras, desde el escenario, se escuchaba: “De la Antártida a La Quiaca los gobiernos tienen la obligación de garantizar la educación”.

Durante las dos horas que duró el acto pasaron por el micrófono distintas organizaciones políticas y sindicales. Entre ellas, la del secretario general del Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP) de Santa Fe, Pedro Bayúgar, quien llamó “a no arrodillarse ante el enemigo que tiene los medios masivos de comunicación a su favor”.

En primera fila escuchaban Estela de Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo, y Taty Almeida, madre de Plaza de Mayo – Línea Fundadora, quien con una sonrisa portaba la foto de Milagro Sala.

Asimismo, el jefe de la Unión de Docentes Argentinos (UDA), Sergio Romero, advirtió que «este Gobierno va por la escuela pública» y recordó que «tendríamos que estar discutiendo en paritarias la recomposición del salario».

Por su parte, Víctor Báez, titular de la Confederación Sindical de las Américas (CSA), dijo estar honrado de la lucha de los docentes y repudió las amenazas a la familia de Roberto Baradel, secretario general del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA).

La última dirigente en hablar fue Sonia Alesso, secretaria general de la Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA). Con voz cascada gritó: “La llave para destrabar el conflicto la tiene el gobierno y no los trabajadores. Es una batalla de ideas. Vienen por la educación”. Unas pequeñas gotas cayeron del cielo, pero eso no interrumpió el acto.  “A militar todos”, convocó Alesso.

 

Actualizado 23/03/2017

 

Unidos y federales

Unidos y federales

Se agota el ancho y, hasta donde se vio, el largo de la 9 de Julio. La columna sur se derrama sobre ella al ritmo de bombos lejanos. La serie de banderas, alterna colores: agrupaciones sindicales, estudiantiles, organizaciones barriales, fábricas recuperadas, PyMEs y organismos de Derechos Humanos, entre otros. Encabezada por Avellaneda, y respetando cierto orden geográfico, a medida que la columna avanza se visualizan agrupaciones del sur de la provincia de Buenos Aires y de ciudades patagónicas. La misma imagen se repite en los frentes norte y oeste: todos convergen en la 9 de julio y así comienza a concluir la Marcha Federal que se inició tres días antes, el 31 de agosto, en todo el país, bajo la consigna: «Un pueblo movilizado para terminar con el tarifazo, los ajustes y los despidos». El cierre es en Plaza de Mayo a las 17. La Marcha Federal es una de las tantas costumbres noventistas que se retoman este año.  

Entre la organizada heterogeneidad de banderas, se destaca -algunos metros detrás del telón del Frente Ciudadano de Avellaneda- la figura de San Cayetano, cargada sobre los hombros de dos manifestantes. A su paso, suspendido en el aire, va recibiendo reverencias, agradecimientos y rezos breves. La imagen del santo, ornamentada con flores blancas, sostiene un cartel que se queja: «Lo que San Cayetano te da, Macri te o quita». Encabeza ese grupo el Frente Ciudadano de Isla Maciel, con el Padre Francisco «Paco» Olivera, párroco de Nuestra Señora Fátima. 

Previo a la marcha, la columna sur se nucleó en la Plaza Alsina de Avellaneda, en dónde el intendente Jorge Ferraresi presidió un acto en el que además hablaron representantes de las provincias de Neuquén y Chubut y Jorge Baradel, titular del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación de Provincia de Buenos Aires (Suteba). «Fueron discursos que hablaron de la unidad del campo popular, de la lucha contra este gobierno neoliberal que nos está sacando día a día los derechos», comenta el Padre Paco, sosteniendo una bandera blanca con letras gruesas y rojas que piden por la libertad de Milagro Sala. «Tres curas de la Opción por los Pobres hicimos una pequeña oración pidiéndole fuerza a San Cayetano para que sigamos en la lucha», agrega inmediatamente, con los ojos azules distraídos en el flamear de la bandera. «Después nos sumamos a la marcha por el Puente Pueyrredón, puente histórico, dónde los trabajadores cruzaron para exigir la libertad de Perón hasta llegar a Plaza de Mayo».

A medida que avanza por la avenida, reducida a dos carriles por la doble hilera de micros estacionados, la columna se va nutriendo de otros grupos de manifestantes que desembocan desde las calles aledañas. En avenida Belgrano se desvía para encaminarse finalmente por la Diagonal Sur hasta Plaza de Mayo.

Los Curas en Opción por los Pobres, cuenta el Padre Paco, están repartidos en las distintas columnas. Algunos partieron desde Jujuy y llegarán al último punto de encuentro desde La Matanza, encarando el tramo final por Avenida de Mayo. «Nosotros no entendemos que ser cura pueda ser de otra manera. Yo siempre digo que el día que vea un alma caminando, a lo mejor cambiaré. Somos personas de carne y hueso, con necesidades. Creo en un Dios que comparte el pan, que es pan partido y compartido para todos, un Dios que dice ´no matarás y el hambre es un crimen´, un Dios que quiere que vivamos con dignidad y si no hay trabajo, aunque tengamos el pan, no estamos viviendo con dignidad. Un Dios que no quiere que explote un hermano a otro hermano».  

Inmediatamente detrás del Frente Ciudadano de Isla Maciel marcha ATECH, Asociación de los Trabajadores de Chubut. Melisa y Luján, de Puerto Madryn y Rawson, repasan el recorrido que arrancaron el 31 de agosto en Comodoro Rivadavia. Pasaron por Trelew en un acto en el Museo de la Memoria, en el lugar en donde ocurrieron los históricos fusilamientos, pasaron por Puerto Madryn, por Viedma, siguieron por Bahía Blanca, después por Tres Arroyos, Necochea y Mar del Plata, para llegar ahora, dentro de poco más de una cuadra, a Plaza de Mayo. «En todos lados se iban sumando compañeros», aclara Melisa, tan orgullosa como cansada después de tantos kilómetros. Toma mate para mantenerse a ritmo, estimulada también por la masividad de la marcha.

En relación a la situación de Chubut, Luján advierte: «Está en un momento muy crítico. Yo trabajo en la construcción y cada vez hay menos trabajo. Se pararon los planes Procrear y tampoco se están cobrando las becas Bicentenario. El gobernador (Mario) Das Neves persigue a los dirigentes sindicales. No hay derecho a manifestarse, están echando gente por sumarse a las marchas y a los reclamos”. Como docente, Melisa plantea que su situación es igual de delicada: «Los profesores y maestros estamos de paro porque la inflación ya nos comió el salario. Nuestra paritaria cerró en 24% y la inflación ya está alcanzando el 50. Pero si paramos, somos malos docentes porque no vamos a trabajar».

Una vez a orillas de la Plaza, la columna se detiene. La voz metálica y enardecida de la locutora anuncia a través de los parlantes la incansable lista de agrupaciones que están marchando para finalmente estimar una convocatoria de más de 200.000 personas. Cada grupo responde al anuncio de sus siglas con cánticos particulares, aunque hay un canto que abarca toda la plaza: «Unidad, de los trabajadores».

Arriba del escenario que fue montado de frente al Cabildo, se termina de condensar el paisaje de diversidad y la consigna de unión. Allí se encuentran gremialistas de diferentes centrales obreras, como Daniel Catalano (ATE Capital), -quien se encargará de leer una carta escrita por la dirigente jujeña ilegalmente encarcelada Milagro Sala– Roberto Baradel (SUTEBA), Sergio Palazzo, (Bancarios), Víctor Santa María (Trabajadores encargados de edificios), Eduardo Lopez (UTE), Omar Plani (Canillitas), Pablo Moyano (Camioneros), junto a los principales oradores del acto de cierre, Hugo Yasky y Pablo Micheli (CTA Autónoma). También algunos dirigentes políticos como Alejandro Godart (MST), Daniel Filmus (Diputado del PARLASUR), Carlos Tomada (FPV), entre otros. Además están presentes Estela de Carlotto y Taty Almeida, junto a otras Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, ovacionadas y reconocidas por todos los presentes.

Cuando le toca su turno, Micheli no da rodeos: «Hay que dejarse de joder con el sectarismo y con el interés individual o corporativo. Hay que pensar en la patria y en nuestro pueblo, sin perder la identidad. Las diferencias las discutimos en la calle codo a codo, no tirándonos piedras”. A continuación le responde al Ministro de Trabajo, Jorge Triaca, quién el jueves por la mañana declaró que la marcha tenía “tintes políticos e ideológicos”: “No queremos ajuste, esa es nuestra ideología”, replica Micheli, antes de rematar: “Ajuste violento o gradual, ese es el debate del equipo económico. Ni violento, ni gradual, ajuste las pelotas. No vamos a pagar con despidos, suspensiones, rebaja salarial, salario indigno, impuesto a las ganancias, precariedad laboral”.

Antes de ceder el micrófono, Micheli aborda el tema de las paritarias apuntando contra el discurso oficial: “Desde el Gobierno hablan de darles tiempo, pero cuando tienen que transferir recursos a mineras y al capital concentrado tienen una celeridad pasmosa. Mientras que, para reabrir paritarias, comienzan a poner peros”.

Hugo Yasky lo sucede en la palabra, como último orador, marcando que el acto fue posible gracias a la convergencia de movimientos sindicales y estudiantiles, organizaciones de derechos humanos, PyMEs y pequeños productores del agro, trabajadores informales, empresas recuperadas y organizaciones de izquierda. “Esta unidad”, sostiene, “es el mapa del campo popular que el neoliberalismo quiere dividido. Si construimos la unidad con la convicción de la lucha para la liberación, emancipación y justicia social, entonces somos invencibles.”

Gran parte de la ovación se convierte en abucheos cuando el titular de la CTA agradece a Pablo Moyano, diciendo que “no hubiese sido lo mismo sin tantos compañeras y compañeros de la CGT. Por debajo, la unidad entre esa central obrera y la CTA crece y se hace fuerte –continúa Yasky- y nos permite decir que estamos en el camino de la construcción de un sujeto colectivo que va a tener la agenda social que el gobierno se niega a discutir”. En sintonía con Micheli, retoma una frase repetida insistentemente por los funcionarios del gobierno de Cambiemos, y en especial por el Presidente Mauricio Macri: “No somos nosotros los que ponemos palos en la rueda. Al contrario, al Presidente le decimos que nosotros queremos sacar los palos de la rueda que metieron en nuestro salario. No queremos un bono para llegar a fin de año, queremos un salario para llegar a fin de mes”.

A continuación, Yaski refuerza en los temas abordados por Micheli y hace hincapié en las consecuencias del aumento de tarifas de los servicios de luz, agua y gas. “Necesitamos que a las PyMEs no se las desparrame con tarifazo, y que una familia no tenga que elegir entre comer o pagar tarifas”, reclama, antes de llamar a una nueva marcha de unidad sindical para el 16 de septiembre, día en que se tratarán, en audiencia pública, los nuevos cuadros tarifarios. “Las centrales sindicales, las dos CTA y los compañeros de la CGT, vamos a convocar a estar movilizados, presentes y discutiendo el nuevo cuadro de tarifas”, afirmó. De esta forma, Yaski anunció los pasos a seguir, en consonancia con lo que Micheli había advertido unos minutos antes: “Va haber paro nacional más temprano que tarde”. “O cambia la política económica o acá va a haber lucha todo el tiempo, con paro y movilizaciones, a lo largo y ancho del país. A no conceder un solo milímetro de las cosas conquistadas”.


Actualizado 04/09/2016