Los secundarios no levantan sus reclamos

Los secundarios no levantan sus reclamos

Dentro de la gran extensión de verde del Parque Avellaneda se encuentra la Escuela N°2 Ernesto Che Guevara. El sábado último fue la elegida para la reunión de la Coordinadora de Estudiantes de Base (CEB), la organización en la que se nuclean los representantes de los centros de estudiantes de los colegios secundarios públicos de la Ciudad de Buenos Aires. Cuando se reúnen, hablan de las problemáticas que implican a sus colegios, pero desde que conocieron los lineamientos de la reforma Escuela Secundaria del Futuro, impulsada por el Gobierno porteño, las reuniones se dieron con más asiduidad y comenzaron a nuclear a más estudiantes, como no ocurría desde hace cinco años cuando apareció la anterior reforma en 2012, denominada Nueva Escuela Secundaria (NES), sistema que actualmente transita el cuarto año en las escuelas piloto, y el tercero en las demás.

Los estudiantes están a la espera de la resolución del recurso de amparo presentado la semana pasada por la asesora tutelar de primera instancia, Mabel López Oliva, y el asesor tutelar de la cámara, Gustavo Moreno. Este amparo pidió la suspensión de la implantación de la reforma educativa en todas las escuelas para que se garantice un procedimiento previo con acceso a la información pública de la reforma  y un espacio para el debate. La jueza porteña en lo Contencioso Administrativo, Andrea Danas, no dictó una medida cautelar contra la reforma educativa en la Ciudad de Buenos Aires pero citó a los interesados a que en el plazo de 10 días se presenten a declarar en el expediente para hacer valer sus derechos.

Los estudiantes, si bien entienden que se necesita una reforma educativa, piden la anulación total de esta por los puntos que vienen cuestionando desde que se iniciaron las tomas: las prácticas pre-profesionalizantes gratuitas como tiempo de estudio durante un cuatrimestre del último año de la escuela media (sumado a la formación en emprendedurismo); el modelo de clase que contempla un 70 por ciento de aprendizaje autónomo del alumno, por sobre un 30 por ciento de tiempo con su docente; la pérdida de contenidos, la organización de contenidos en áreas temáticas en vez de materias y la falta de información de cómo se va a realizar la reforma.

Hoy, miércoles, se realizó una movilización desde el Congreso de la Nación, para continuar con la visibilización del reclamo que subsiste aunque las tomas cesaron. «Las tomas fueron una manera de romper el cerco mediático. A partir de la lucha logramos que mucha gente se entere de que se quería imponer una reforma en la escuela secundaria», dijo un integrante de la Coordinadora de Estudiantes de Base. Un alumno de la Escuela Lenguas Vivas explicó que lo que más cuestionan, además de los puntos de la reforma, es que no haya una instancia de diálogo real en donde se puedan plantear estos problemas, ya que las reuniones que tuvieron con el Ministerio de Educación fueron más bien informativas. «Nosotros planteamos la anulación total de la reforma Escuela Secundaria del Futuro porque con la NES pusieron una prórroga y finalmente fueron solo jornadas informativas. Las reuniones tienen que ser resolutivas», dijo en la misma línea un alumno de la Escuela Técnica Ingeniero Eduardo Latzina para explicar que, aunque el recurso de amparo presentado por la asesoría tutelar es un paso importante, el espíritu de la reforma podría ser el mismo si no se hacen reuniones que ejecuten las propuestas de otros sectores de la comunidad educativa.

Para una joven de la Escuela Técnica Química N°27 Hipólito Yrigoyen, el paso a seguir es hablar con la gente en los barrios, ya que como las tomas se hicieron muy rápido, mucha gente no conoce bien por qué se realizó la medida: «Algunos centros de estudiantes no pudimos hacer toma porque no nos dio el tiempo para poder informar y que se sumaran alumnos. Hay colegios con centros más fuertes y de mayor tradición política, en cambio, en mi escuela es difícil hacer política».

Un tema central en la reunión la CEB de esta semana fue el caso del abuso ocurrido que tomó relevancia mediática la semana pasada. Una alumna del Colegio Nacional Buenos Aires contó angustiada a los demás: «Mi compañera quedó expuesta. Hay casos de abusos en todos los colegios y no se dice nada. El lío que se armó es porque fue en una toma, no por el abuso en sí». Además, explicó a ANCCOM que se había pedido que se tratara el tema institucionalmente y que no se explicitara que fue en situación de toma pero, a partir de una carta que realizó el director, llegó a la comunidad educativa y luego a los medios.

Una joven de la Escuela de Bellas Artes Rogelio Yrurtia compartió con sus compañeros que sigue cursando con un alumno que la violó. En mayo hizo la denuncia, pero la abogada del alumno no permitió que fuera el alumno se cambie de turno. Mientras la alumna hablaba, algunas de sus compañeras se conmovían.

Los alumnos siguen debatiendo en sus colegios cómo seguir la lucha respecto a la reforma educativa, principalmente porque temen que se sigan profundizando los problemas que ya tuvieron con la anterior reforma, ya que el plan Escuela Secundaria del Futuro no es un cambio curricular, sino una profundización metodológica de la misma NES, y propone seguir implementando la organización de los contenidos por áreas. Intenta integrar las distintas materias, sin afectar los contenidos de cada una, en cuatro áreas de conocimiento: Ciencias Naturales y Exactas, Ciencias Sociales y Humanidades, Comunicación y Expresión.

El alumno de la Escuela Nº35 Eduardo Latzina, que ya transitó uno de los cambios de la NES que se implementó en 2012, explicó que con la anterior reforma le sacaron dos horas curriculares de Matemática y que su escuela está especializada en automotores y computación. Desde la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini, un alumno explicó que a ellos la reforma no los implica porque su colegio depende de la Universidad de Buenos Aires (UBA) pero que apoyan por solidaridad con los colegios y en defensa de la educación pública. Además, considera que a futuro podría afectarles, ya que con la reforma NES, la UBA luego implementó una reforma parecida. Otra alumna, integrante de la Coordinadora de Estudiantes Base dijo que la NES trajo problemas en cuanto a las correlatividades y muchos compañeros no entendían contenidos de las materias por esta razón.

Los problemas edilicios son otro punto importante que integrantes de la comunidad educativa buscan resolver antes de pensar en una reforma. Padres y docentes de la Escuela de Bellas Artes Rogelio Yrurtia organizaron un festival barrial el sábado último, para manifestarse en contra de la reforma Escuela Secundaria del Futuro, y para pedir por la continuación de la obra donde se estaba realizando el nuevo edificio para la escuela. La obra fue suspendida en marzo de este año. Un alumno del profesorado de Bellas Artes que cursa en el colegio explicó que piden el edificio desde hace casi quince años, ya que el anterior quedó chico porque se empezó a cursar el profesorado de su disciplina. «Faltaban seis meses para que termine la obra, pero rescindieron el contrato a la empresa por una supuesta sobrefacturación. Ahora la obra se está llenando de humedad», dijo a ANCCOM un delegado de los cooperadores escolares de la Comuna 9. En la Escuela Nº 2 Ernesto Che Guevara hay problemas edilicios que todavía no se resuelven, según una alumna el techo de una parte del edificio está muy deteriorado, y temen que se caiga. Una estudiante de la Escuela Técnica Química Nº 27 Hipólito Yrigoyen dijo que con la implementación de la reforma NES se les había prometido un laboratorio que nunca se hizo. A su vez, esta alumna quiso reflexionar sobre el movimiento del alumnado frente a la reforma en general: «Para mí, falta más enojo. Somos pibes todavía, y al mismo tiempo nos preocupa terminar bien el año, no tener más faltas y aprobar los exámenes. Yo creo que si pudiéramos difundir más la información de la reforma, muchos más se darían cuenta que vale la pena luchar y que aunque ahora implique tiempo, realmente a futuro esta lucha, en contra de la reforma, va a servir».

Actualizado 04/10/2017

“Por inculcación ideológica en los establecimientos, marcá 2”

“Por inculcación ideológica en los establecimientos, marcá 2”

Una vez más, el 0800 “Buchón” indigna a la comunidad educativa porteña. Desde su reapertura el 24 de febrero último -tras la apelación presentada por el Gobierno de la Ciudad y el fallo favorable de la justicia porteña- el mensaje de voz que se oye al marcar el 0800-444-2400 ha ido cambiando con las distintas circunstancias y contextos de la política educativa de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

En mayo, al marcar la línea se escuchaba: “Se ha comunicado con la línea telefónica gratuita para alertar situaciones irregulares en las escuelas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por favor déjenos su mensaje cuando oiga la señal”. A fines de junio, en el marco de las tomas de las escuelas secundarias, aparecieron algunas opciones nuevas para marcar, como quejas relacionadas con la calidad de la enseñanza, denuncias relacionadas con el Ministerio, infraestructura y equipamiento, inseguridad, y la polémica opción: “Por inculcación ideológica en establecimientos, marcá 2”.

Esta opción generó el repudio inmediato de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE-CTRA) Capital -que representa a todos los docentes de la Ciudad de Buenos Aires, de todas las áreas, niveles y modalidades- quienes, el 25 de junio último, realizaron una conferencia de prensa para denunciar formalmente la existencia de esta línea telefónica.

Luego de la denuncia, la controvertida opción desapareció misteriosamente de la lista disponible al marcar el 0800, dejando intactas todas las demás posibilidades. Matías Zalduendo, actual vocal de la UTE, Secretario Nacional de Juventud del CTA y recientemente elegido Secretario de Derechos Humanos del gremio, dialogó con ANCCOM y expresó su punto de vista respecto de esta situación: “Inmediatamente después de que hicimos la denuncia, modificaron el audio del 0800. La parte que decía ‘inculcación ideológica’ no existe más. Por suerte lo grabamos y lo tenemos para probar que no fue una locura nuestra sino que existió realmente”. Y para dar cuenta de ello, el sindicato lo tiene disponible en su Canal de Youtube:

“Salimos a denunciarlo porque en ese 0800 se incluye lo que llaman ‘inculcación ideológica’ y no estamos de acuerdo que se exija a las familias o a los alumnos, el denunciar la participación política de otros actores de la comunidad educativa”, expresó el dirigente.

Zalduendo explicó la mirada que tiene el gremio con respecto al tema de lo ideológico: “Nosotros tenemos una opinión muy fuerte: la educación es política. En la escuela, de por sí, hay inculcación ideológica, no podemos separar la educación de la ideología. Entonces, nos sorprendía qué tipo de denuncia haría alguien cuando llame. ¿Me están dando geografía de esta manera, o me están dando historia de esta manera? No estamos de acuerdo con que haya proselitismo partidario en las escuelas, pero sí discusión política”.

El flamante Secretario de Derechos Humanos de UTE amplío: “Es imposible desideologizar la educación, porque la educación es ideológica, es política. Cuando elegimos dar un tema por sobre otro, es una decisión política. ¿Cómo cuento la historia? es una decisión política. ¿Cómo se contó la historia de nuestro país durante estos doscientos años? fue una decisión política. Que las minorías no tengas voces en los libros de historia, que se prohíba la teoría de conjuntos o la lectura de cuentos infantiles en la época de la dictadura militar, todos eso, eran decisiones políticas, porque la escuela es un lugar en disputa ideológica constante”.

Zalduendo también expresó su descontento frente a la existencia de esta línea telefónica gratuita y opinó sobre la estigmatización que sufren los jóvenes en el marco de las tomas estudiantiles en reclamo de un plan integral de reformas edilicias y de mayor participación en las reformas curriculares de la Nueva Escuela Secundaria de la Ciudad (NES): “En medio de la toma una compañera llamó a este 0800 y escuchó esta grabación. Lo que se busca es estigmatizar a los jóvenes que toman las escuelas, sin debatir el contenido político de la misma, sin discutir si estamos a favor o en contra”.

En este sentido opinó: “Hay una mirada desde el PRO de estigmatización hacia los jóvenes. Bienvenido sea que haya jóvenes que quieran cambiar el mundo, que participen, que se motiven, y que elijan cómo transformar o cómo luchar contra medidas que consideran que atacan la educación pública. Celebro que participen y que tengan pluralidad de voces. Nos parece preocupante la mirada del Ministerio de Educación de la Ciudad, que lo que busca es denunciar la participación de los jóvenes, lo que ellos denominan ‘inculcación ideológica’”.

Según se lee en el volante publicitario de este 0800, se invita a “padres y alumnos adultos” a comunicarse con el Ministerio de Educación como “un canal directo para brindarte información y responder a tus inquietudes”. Al respecto, Zalduendo opinó: “¿Cómo puede haber un joven denunciando a su propio compañero porque está inculcando algún tipo de ideología? Me parece que en la Argentina del siglo XXI, que fomenta ciudadanos críticos y socialmente responsables, no puede no haber participación. Nosotros celebramos cuando nuestros alumnos terminan el nivel medio con mayor grado de autonomía y con más ganas de participar, eso es lo importante”.

En este sentido, el gremialista concluyó: “Uno le da a sus estudiantes la posibilidad que puedan escuchar distintas voces y sacar sus propias conclusiones, terminar sus estudios con más preguntas que afirmaciones. Lamentablemente, nosotros tuvimos en la Argentina muchos años de una educación pensada para la dominación. Ahora queremos construir una educación pensada para la liberación, pensada desde los trabajadores, desde los estudiantes, para una patria más justa, libre y soberana. No para algunos sectores privilegiados que buscan mantener el statu quo. Nosotros eso no lo concebimos”.

En la conferencia de prensa de UTE, Eduardo López, Secretario General del gremio, rechazó el 0800 y aclaró qué se entiende por ideología en el marco de la transmisión de conocimientos dentro del ámbito educativo: “No vemos mal el 0800, el problema es la denuncia por ‘inculcación ideológica’. No hay manera de enseñar sin ideología. La ideología es el conjunto de ideas que forman el pensamiento y nosotros enseñamos a pensar. Exigimos al Jefe de Gobierno y candidato a Presidente, Mauricio Macri, que lo saque porque no hay no-ideología en el currículum. No le niego la ideología al macrismo, ni pretendo naturalizar mi ideología, lo que estoy diciendo es ideológico, si no dijera nada, también lo sería”.

Y en el mismo contexto el dirigente amplió: “Lo que estoy diciendo tiene una postura ideológica, lo que dice este 0800, tiene una postura ideológica. Lo que nunca voy a decir es que mi postura ideológica, es la natural y la correcta y el que piensa lo contrario, hace ideología”.

Por su parte, Nicolás Baigorri, alumno de la Escuela Nº 7 DE Nº 9, María Claudia Falcone, expresó a ANCCOM: “La existencia de esta línea va mucho más allá de las medidas que quiera poner el Ministerio sobre las escuelas, abarca un tema de libertad de expresión de cada uno de los alumnos, la ideología política de cada estudiante no tendría por qué ser denunciada”.

La UTE anunció en la conferencia, que realizará una presentación judicial junto a a la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, la Coordinadora de la Red Cívica Sindical por los Derechos Humanos, H.I.J.O.S, Familiares de Detenidos y Desaparecidos y el Observatorio de Derechos Humanos. En este sentido, presentó una acción de amparo ante la justicia, a fin de que se protejan las garantías fundamentales ciudadanas y se garantice la inviolabilidad de los preceptos constitucionales.

La escuela en la calle

La escuela en la calle

En la Plaza de la República en frente del Obelisco, un imitador del Papa Francisco permaneció impávido en la tarde del último martes 30 ante un grupo de adolescentes que llegaban con banderas. “¿Vamos por el Metrobus o cortamos la calle?”, preguntó uno de ellos mientras cruzaba la Avenida 9 de Julio para enterarse que el corte total era en la intersección con la Avenida de Mayo. En ese momento, un cabo de la Policía Federal gritó como si lo hubiera escuchado: “Vayan por arriba, no por la calle”.

“A ver, a ver, quién dirige la batuta…si los estudiantes …”, cantaban desafiantes los y las jóvenes en camino a reunirse con sus compañeros que ya estaban concentrados en la esquina programada, en reclamo por una educación pública de calidad. Una demanda que ya movilizó a los centros de estudiantes de catorce escuelas públicas de la Ciudad, tomados hace 20 días en el marco de un conflicto con el Ministerio de Educación jurisdiccional.

Marcha Estudiantil. Av. de Mayo. Bs As. 30 de junio de 2015. Foto Romina Morua. ANCCOM UBA

ANCCOM habló con la secretaria de Prensa de Ademys, María Isabel Grau, quién expresó que el reclamo era en contra de la implementación de la Nueva Escuela Secundaria. “Los problemas de la reforma tienen que ver con la disminución de la cantidad de orientaciones; la cantidad de materias que se sacan de las cajas curriculares, por ejemplo Historia y Geografía. Pero en definitiva, la implementación de un régimen educativo que no tiene en cuenta todo el trabajo y las sugerencias que hemos hecho en dos años de trabajo. A nivel edilicio, el Ministerio ha admitido que en la mayoría de las escuelas se tendrían que construir cinco aulas más”, manifestó Grau.

“¡Gracias! ¿En todo estás vos?” rezaba un cartel sobre el sueldo promedio de un docente en la Ciudad de Buenos Aires, mientras que en medio de la Avenida de Mayo, un padre intentaba explicar el corte total de las calles Carlos Pellegrini, Cerrito, 9 de Julio y los dos carriles del Metrobus a sus hijas: “Después quieren entrar a la facultad y no saben nada”, escupió.

Marcha Estudiantil. Asamblea en la calle. Av. de Mayo. Bs As. 30 de junio de 2015. Foto Romina Morua. ANCCOM UBA

“Nosotros entendemos que hay una orientación a vaciar la escuela pública que se viene dando desde hace años”, explicó Juan Francisco, un egresado de la Escuela Técnica Nro. 24 que vino a acompañar las demandas de los estudiantes. “Creo que el ministro Bullrich no demuestra voluntad política de resolver el conflicto. Él entiende que si diera una señal positiva, estaría cediendo a una extorsión de los pibes. No creo que se resuelva antes del domingo”, pronosticó.

Un muñeco de papel maché con dientes de vampiro y una corbata de cartón del PRO bailaban entre redoblantes y clavas. Grupos de chicos y chicas se concentraban alrededor de un megáfono para vitorear sus canciones, mientras que las motos pasaban constantemente por los pequeños espacios que dejaban sobre los costados de las avenidas. “Ahí están los de C5N sacándonos fotos de vuelta”, suspiró una chica con pelo verde.

Ya entrada la tarde de este caluroso invierno, dos turistas con la guía de Buenos Aires en la mano miraban el monumento a las Cataratas del Iguazú en plena 9 de Julio. Del otro lado colgaba banderas de la Federación Universitaria Buenos Aires, la Escuela Otto Krause, Lola Mora, entre muchas otras. Alrededor de ellas, mil bocinazos y un grito que se repetía: “La educación del pueblo, no se vende, se defiende”.

Crónica de una noche de reclamos

Crónica de una noche de reclamos

Ya son más de las dos de la madrugada y el colegio Mariano Acosta, en el barrio de Balvanera, resplandece contra la noche cerrada como un animal luminoso que reposa con los ojos abiertos. Un cuerpo enorme y centenario que desde afuera parece sumido en el silencio de la noche pero que por dentro, en sus aulas, salones y galerías, bulle en discusiones, deliberaciones, asambleas, cenas más o menos frugales, cambios de guardia en pasillos congelados y un estado de alerta porque, dicen los alumnos que tomaron el colegio hace dos semanas, están sufriendo la intimidación policial como nunca antes.

Al cierre de esta nota, eran trece las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires tomadas por alumnos secundarios que se oponen a la implementación del nuevo plan de estudios y que reclaman mejoras edilicias, además de una participación real en las decisiones que toma la cartera educativa porteña, a cargo de Esteban Bullrich. Permanecían tomados los colegios Lola Mora, Aída Mastrazzi, Rogelio Yrurtia, Cerámica 1, Lengüitas, Mariano Acosta, Julio Cortazar, María Claudia Falcone, Mariano Moreno, Lenguas Vivas, Manuel Belgrano, Agustín Tosco y la Escuela Superior Normal Nº 8 Julio Argentino Roca.

El motivo principal del rechazo al nuevo plan de estudios es que la denominada Nueva Escuela Secundaria, puesta en marcha este año, supone un recorte de especialidades –se pasa de 150 a solo 10- y un aumento de horas cátedras que necesita, según los alumnos, una ampliación edilicia en todos los colegios, para evitar la superpoblación.

Siberia es un pasillo que está en el primer piso del Mariano Acosta y cuyas paredes están heladas; hace meses que allí la calefacción no funciona. A un lado del corredor están las ventanas que dan al patio, al otro, dos aulas vacías, los pupitres arrumbados, el mate y algún que otro paquete de fideos o arroz en el piso. Siberia, así lo bautizaron los estudiantes, da acceso a una terraza en donde los alumnos saben que no pueden estar y, para evitar intromisiones, la custodian todo el tiempo. Ahora, a las dos y media de la madrugada, hay una guardia de tres chicos de segundo año. Sentados en el suelo, tapados hasta el cuello con frazadas y mantas, debaten sobre el modelo chavista. La temperatura debe estar tranquilamente por debajo de los cero grados. Un poco más allá, sobre el final del corredor, hay una puerta bloqueada por una barricada de pupitres y bancos. Cruzarla es acceder a un lugar en donde el frío, advierten, resulta todavía más hostil: Transiberia, lo llaman.

Imágenes de la toma del Colegio Mariano Acosta.

Imágenes de la toma del Colegio Mariano Acosta.

“La reforma del plan de estudios implica una incremento de horas cátedras que necesita, inmediatamente, una ampliación edilicia en todas las escuelas, algo difícil de imaginar con una gestión que sólo construyó 14 establecimientos públicos. El Acosta, en particular, necesita un anexo porque sino el año que viene vamos a terminar estudiando en los pasillos”, advierte Nicolás Orellana, referente del Centro de Estudiantes del Mariano Acosta. “En la ciudad había 150 especialidades. Acá, por ejemplo, tenemos el bachillerato bilingüe. Esas especialidades se estarían recortando y pasarían a ser 10 orientaciones. Además, con la reforma NES la formación general se vería reducida en la formación ciudadana e histórica de los estudiantes. Se dejan de ver materias troncales, como Historia Argentina del Siglo XX o Biología, que se reduce de ocho horas a solo dos, y en su lugar aparecen materias con nombres bonitos, como Estructura del Universo”, subraya el referente.

“Es una reforma que no tiene fundamentos pedagógicos. Busca la mercantilización de la educación y agrega el problema de la tercerización docente. Es un tema que nos afecta a todos los colegios, incluso aquellos que no están tomados. Mientras tanto, las autoridades nos ponen trabas a la hora de luchar y no fomentan el debate. Pretenden segmentar a la comunidad educativa. Hay muchos padres o chicos que no entienden el conflicto. Están disconformes con la toma, pero no saben por qué la hacemos. Desde el 2012 que estamos discutiendo esto, y nunca se consiguió un espacio vinculante para debatir entre toda la comunidad educativa”, señala Orellana.

Las galerías de la planta baja están desiertas. Apenas se oye el murmullo bajo de una conversación lejana. Una persona, de pronto, sale de un aula y camina en dirección a los baños. No se sabe si es hombre o mujer. Se la ve de espaldas, cubierta con una frazada raída como si fuera el manto de un indigente. Más adelante, dentro de un salón amplio e iluminado, duermen tres alumnos enfundados en sus bolsas de dormir. En el vidrio de la puerta de entrada, pende una cartulina amarilla: “Bullrich, basta de mentiras, solo queremos estudiar en condiciones dignas”.

Unos cuarenta alumnos pasan la noche en el colegio;  durante el día el número supera los cien. La cena de hoy consistió en unos fideos mostacholes con salsa de tomate. En la mesa de la sala de profesores, quedan tan solo los restos: las bandejas de plástico vacías, una botella de jugo, los cubiertos. Y Agustín Prieto, 17 años, que cuenta un episodio preocupante: “El día que se tomó el colegio, entraron dos policías a pedirnos nombres y números de teléfonos. En un momento, a un compañero le dijeron que si querían nos sacaban a patadas, y a otro alumno que es mayor, y estaba mediando, se le hizo un acta contravencional porque estaba obstruyendo la acción policial. Sabemos que en otros colegios hubo listas negras y denuncias. No podemos aceptar con tanta naturalidad que ingrese la policía a un colegio, con el rol trágico que tuvo justamente la policía durante toda nuestra historia”.

Desde el primer día de toma, en la puerta del colegio, hay un policía vigilando. Los alumnos se sienten intimidados y denuncian persecución política. La vocera del Centro de Estudiantes del Mariano Acosta recibió, hace unos días, un llamado mientras viajaba en colectivo hacia el colegio. “No te metas”, fue todo lo que escuchó. Después, tras lanzar la amenaza, cortaron.

Escenas de la noche en la toma del Mariano Acosta.

Escenas de la noche en la toma del Mariano Acosta.

Ariel tiene 13 años, los dientes con ortodoncia, y el celular en la mano. Está sentado, sin compañía, en uno de los bancos del pasillo del primer piso del colegio. “La NES nos afecta primero a nosotros, los alumnos que recién empezamos. Tenemos talleres que no sirven para nada y más adelante vamos a perder Historia y Biología”. Dando la vuelta por el corredor central, del lado izquierdo, hay un aula en donde un grupo de alumnas se apresta a dormir. Tres de ellas estiran las mantas que hacen las veces de colchón y se meten en sus bolsas de dormir, mientras otra enchufa al toma corriente un caloventor. La puerta se abre y el que se asoma es Fernando Strata, uno de los padres que acompaña la toma. “Chicos, me voy a acostar, cualquier cosa que pase, cualquier problema con la policía o algo, me avisan, voy a estar durmiendo en el aula de quinto, acá en diagonal”, dice y se va.

Son las cuatro de la madrugada. La mayoría de los estudiantes duerme o está en eso. El silencio, sin embargo, nunca es total; siempre se escuchan unos pasos o el murmullo de una charla reverberando en la noche.

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