“Hay una voluntad de seguir avanzando hacia el futuro”

“Hay una voluntad de seguir avanzando hacia el futuro”

“Este es el espacio que da confianza a todos los argentinos”, dijo Daniel Scioli, candidato a presidente por el Frente para la Victoria (FPV) pasadas las doce de la noche, cuando apareció en el escenario principal del Luna Park, junto a su mujer Karina Rabolini y a su compañero de fórmula, Carlos Zannini. Con más del 50 por ciento de los votos escrutados, el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires se imponía con más del 38,50 por ciento de los votos frente al 25,4 por ciento de Mauricio Macri en las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias (PASO). La distancia entre el FPV y Cambiemos es de alrededor de ocho puntos si se le suman al líder del PRO los votos obtenidos por sus rivales internos, Ernesto Sanz y Elisa Carrió.

El discurso de Scioli retomó los temas que los distintos representantes del FPV esgrimieron durante la jornada electoral: la cautela a la hora de hablar de números, la ratificación del proyecto Nacional y Popular, y la necesidad de interpelar a cada uno de los ciudadanos que no lo votó.

En su discurso, el candidato a presidente combinó frases históricas del peronismo con elementos de la coyuntura actual. Recordó a Néstor Kirchner, agradeció a la presidenta Cristina Fernández y retomó las palabras del Papa Francisco sobre la teoría de las tres “T”: “trabajo, techo y tierra”. Para darle su impronta mencionó también la importancia de las tres “I”: ”invertir, investigar e innovar”. Por último, le dedicó el cierre de su discurso a los trabajadores y militantes: “Hoy se demostró que el pueblo argentino fue a votar a favor de estos sólidos cimientos: justicia social, independencia económica y soberanía política”.

A lo largo de la jornada, los alrededores del estadio Luna Park, en la Ciudad de Buenos Aires, donde el FPV decidió esperar los resultados de las PASO junto a su militancia, se fue cubriendo de gente y color, lentamente. El color naranja ganó presencia en el transcurso de la tarde en todos los rincones del estadio.

Los primeros representantes del FPV que hablaron se mostraron cautos a la hora de mencionar los resultados antes de recibir los datos oficiales: “A partir de los porcentajes que se van conociendo, se puede proyectar, pero no sería prudente hablar de números exactos”, dijo Gabriel Mariotto, vicegobernador de la Provincia de Buenos Aires. Sin embargo, las voces militantes aseguraban, desde las seis de la tarde, un triunfo por encima de los diez puntos sobre el principal candidato de Cambiemos, Mauricio Macri.

Cuando fue el turno de Cristina Álvarez Rodríguez, ministra de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, habló sobre las denuncias de algunos referentes de la oposición respecto del robo de boletas: “No vamos a hacer comentarios de denuncias que no son formales. Hacer una denuncia es una cosa muy seria y el ámbito para hacerlo es la Justicia”. En esa misma línea, agregó: “Fue una votación ejemplar en todas las mesas. Cada partido cuida sus boletas, pero lo más importante es que todos cuidamos las boletas de todos, porque esto es una democracia.”

La merma en el número de asistentes a la votación fue atribuida a las inclemencias del tiempo. No obstante, en el búnker del FPV hubo consenso respecto al óptimo desarrollo de la jornada electoral: “Son 32 años de democracia los que nos da la capacidad para poder asumir la responsabilidad institucional como corresponde”, afirmó Mariotto.

Una de las ideas recurrentes en las declaraciones de los diferentes representantes fue que votar a Scioli es ratificar la continuidad de un proyecto: “Lo que se vio es ese afecto que el pueblo le está dando a Daniel Scioli en la certificación y la dirección de nuestro proyecto”, manifestó Mariotto. Por su parte, Álvarez Rodríguez sostuvo: “Fue una jornada en la que la ciudadanía escuchó un mensaje que tiene que ver con construir sobre lo construido, con más trabajo, más industria y más educación para la Argentina. No esperamos un resultado, esperamos seguir transformando”.

La única voz disidente en este sentido fue la de Eduardo Fellner, presidente del Partido Justicialista, quien aseguró: “Haremos los cambios que haya que hacer, realizaremos los ajustes necesarios y le pondremos nuestra propia impronta”.

Al mismo tiempo, los diferentes representantes coincidieron en que lo importante es interpelar a los ciudadanos que no votaron a Scioli, llegar a ellos y mostrar el trabajo que el actual gobernador de Buenos Aires hizo en la Provincia. “Una buena elección es ganar y, sobre ese triunfo, interpelar a los ciudadanos que no nos han votado para que vean que el vértice de la unidad nacional lo tiene Daniel Scioli”, sostuvo Mariotto.

El optimismo que se vivió en el búnker del FPV a lo largo de la jornada quedó plasmado en los primeros tramos de discurso: “Sin escrutar la mayoría de los votos, estamos a doce puntos arriba de Mauricio Macri y a veinte de Sergio Massa”, afirmó Daniel Scioli al subir al escenario. “Es evidente que con este resultado hay una voluntad de seguir avanzando hacia el futuro y no quedan dudas que este es el espacio que da confianza a todos los argentinos”, agregó.

Luego vino el momento de los agradecimientos y, allí, en miras a las elecciones de octubre dijo: “Primero quiero agradecer a los que nos votaron. Y a los que no nos votaron, sepan que vamos a poner todo nuestro empeño en satisfacer todas esas voluntades para que estén seguros en octubre que este es el camino”.

Actualización 10/08/2015

«Unidos somos más»

«Unidos somos más»

Mauricio Macri se consagró candidato a presidente por la Alianza Cambiemos al superar en las PASO al radical Ernesto Sanz y a la representante de la Coalición Cívica, Elisa Carrió. Obtuvo alrededor del 25 por ciento de los votos, doce menos que Daniel Scioli el postulante del Frente para la Victoria. Pero si se suman los votos de todos los competidores que tuvo el Jefe de Gobierno porteño, la diferencia se reduce a ocho puntos.

Tal como habían prometido, los tres precandidatos de Cambiemos se mostraron juntos en el escenario, tras conocerse los primeros cómputos oficiales. Los militantes corearon los nombres de “Lilita” y “Ernesto”. Y las exigencias de Sanz y Carrió pesaron: Macri no bailó. La música típica del PRO -Gilda y Tan Biónica- musicalizó el búnker pero no la utilizaron para cerrar el acto, tal como lo hicieron en los últimos comicios.

Las últimas palabras fueron de Mauricio Macri. Cuando empezó a hablar, se sumaron los candidatos de la provincia y su equipo completó el fondo del escenario. Macri, quien recuperó el saco y el cinturón que había dejado de lado en los discursos anteriores, interactuó con el público: “Los héroes del día fueron los fiscales, ¿hay fiscales acá?”. Luego le dio la espalda a los espectadores para agradecer a los candidatos mirándolos a los ojos. “Se siente, se siente, Mauricio presidente”, cantaron todos. “Unidos somos más”, fue la frase final -repetida por Macri y por los militantes- que recordó al spot “Juntos somos más” de la Alianza encabezada por Fernando De La Rúa en 1999.

Arriba del escenario predominó la vestimenta negra, blanca y azul; sólo desentonó la blusa con arabescos naranjas de Gabriela Michetti. El único que rompió la prohibición de cruzar los brazos fue Lucas Llach, compañero de fórmula de Sanz. Los papeles del festejo y los globos celestes y blancos cayeron al final ante la mirada curiosa de Carrió y los abrazos de Macri con el resto de los candidatos. Su mujer, Juliana Awada, y su hija, Antonia, aparecieron cuando el acto había terminado y el micrófono ya no estaba disponible para mencionarlas. Durante toda la jornada, las palabras ‘crecimiento’, ‘sueños’, ‘felicidad’, ‘confianza’, ‘cambio’, ‘alternativa’, ‘esperanza’ se repitieron incansablemente como un mantra. Y, claro, no faltó la mención a Mónica de Wilde y a Alicia de Mataderos porque el nombre pila es utilizado como bastión de cercanía.

Menos amarillo

Con el color blanco como protagonista y detalles en la paleta multicolor que caracterizó a su campaña, el búnker en Costa Salguero se tiñó de la identidad de Cambiemos. Nada del PRO. Nada de UCR. Nada de la Coalición Cívica. Hubo globos, sí, pero sólo celestes y blancos.

“Los que estuvieron trabajando con la imagen buscaron un consenso, un equilibro para que todos nos sintamos representados. Está el blanco de los radicales, el multicolor del Pro, los colores de la Coalición. Me parece una buena síntesis” declaró Sergio Bergman en exclusiva para ANCCOM.

Cuatro fueron las conferencias de prensa previas a los discursos principales. Duraron entre 10 y 15 minutos y se brindaron con diferencias de una hora en el espacio del búnker destinado a tal fin. Los voceros insistieron en no hablar de resultados sin números oficiales. “Es ilegal e irresponsable, todavía se está votando”, dijo Jorge Macri. Sobre las denuncias de irregularidades, pidieron una y otra vez a los fiscales continuar en las escuelas para cuidar los votos hasta el final del escrutinio.

Todos subrayaron, además, que el sistema de votación es obsoleto. “Si tuviéramos la boleta electrónica, a esta hora ya tendríamos el resultado definitivo”, dijo Horacio Rodríguez Larreta a las 20:30 acompañado por Mariana Zuvic (CC), candidata a Parlamentaria del Mercosur por el distrito nacional, y Agustín Campero, vocero de UCR, durante lo que fue la la primera conferencia en conjunto de las tres fuerzas que conforman Cambiemos. Jorge Macri coincidió: “Nosotros nos rebelamos contra el sistema. No puede ser que tengamos que hablar de los aspectos negativos en lugar del disfrute del voto de la ciudadanía. El sistema no funciona, no es transparente. No es un sistema fácil ni para votar ni para escrutar. Tenemos que trabajar en un sistema que le devuelva a cada ciudadano la posibilidad de disfrutar del voto”.

A lo largo de toda la jornada, la palabra clave fue ‘cambio’. “Hay una alternativa real de cambio” afirmó Rodríguez Larreta en conferencia de prensa y Marcos Peña, el jefe de la campaña de Mauricio Macri, ratificó: “Va a ocurrir un cambio en la Argentina. Éste es el primer paso en esa dirección”.

El escenario principal estuvo a oscuras hasta las 21, cuando encendieron las pantallas con el logo de Cambiemos y abrieron las puertas. Entre los primeros militantes en ingresar al predio se encontraba el famoso Mago Sin Dientes, presente con su galera en los actos del PRO desde hace cinco años.

María Eugenia Vidal fue la primera en hablar sobre el escenario despojado de Cambiemos. Mientras en la pantalla se leía la frase “La esperanza del cambio” y sonaba “Mis ojos”, de Axel, Vidal apareció con una mano sobre su corazón: “Enorme beso y abrazo a los fiscales que están ahí. Queremos pedirles que no vengan acá, que se queden ahí cuidando los votos”. El público presente la recibió al ritmo de “Olé olé olé Mariu” y la despidió saltando: “Hay que saltar, hay que saltar, porque este cambio no va a parar”.

 

Actualización 10/08/2015

“El pueblo eligió que haya tres espacios”

“El pueblo eligió que haya tres espacios”

Sergio Massa eligió jugar de local y montó el bunker del Frente Renovador en Astilleros Millberg, un salón de eventos en las afueras de Tigre. Cumplió con la expectativa de achicar la brecha con Cambiemos, la segunda fuerza a nivel nacional, y quedó como alternativa expectante frente a las elecciones de octubre. La alianza encabezada por el intendente tigrense obtuvo en las PASO el 20,61 de los votos. Un tercio de esos sufragios los aportó su rival interno, el gobernador cordobés José Manuel de la Sota. El massismo quedó a 10 puntos de Cambiemos y a 18 del Frente para la Victoria.

A las cinco de la tarde la lluvia caía con furia y el salón principal del acto estaba vacío. Decorado con gigantografías con la foto de Massa y el slogan de campaña “El cambio justo”, el salón diseñado en la gama del blanco, negro y cromo, parecía más la sede de un casamiento que de una campaña política. La lluvia interrumpió las transmisiones satelitales de los móviles de TV y la electricidad iba y venía, lo que delataba que aún en el centro de poder de Tigre, no se podía garantizar los servicios y la tormenta se hacía sentir.

 

 

El catering servía medialunas, sándwiches de miga, y los pocos concurrentes masticaban, lacónicos, mientras esperaban que aparecieran los candidatos. “Somos muy optimistas sobre los resultados. Es una elección interna que nos posiciona muy bien rumbo a octubre”, dijo Graciela Camaño, la primera en hablar con la prensa, pocos minutos después de que se cerraran los comicios. “Hoy hemos demostrado que no hay polarización en la Argentina”, completó Aldo Pignanelli, ex presidente del Banco Central y agregó: “En la provincia de Buenos Aires ya sabemos cuáles son las avivadas que hay en algunos sectores, que te roban las boletas”, ante la supuesta falta de boletas en algunas mesas de votación.

A las siete, la música funky pop sonaba de fondo, hasta que irrumpió en el salón principal la murga “Los Elegantes”, con platillos, tambores y trompetas. Tocaban para una sala casi vacía.
De a poco, el bunker del Frente Renovador comenzó a llenarse de militantes y simpatizantes que, a pesar de la invitación de los tambores, no acompañaron el festejo con música.

Recién cerca de medianoche Felipe Solá subió al escenario junto a su compañero de fórmula, Daniel Arroyo, y agradeció a todos los argentinos que fueron a votar a pesar de las inclemencias del clima y las inundaciones. También aludió a uno de los temas de campaña: “El pueblo argentino dijo que quería elegir y eligió que haya tres grandes espacios”. Juntos presentaron a Sergio Massa, quien llegó acompañado por su mujer e hijos, pero el ya candidato a presidente evitó referirse al resultado y de cara a las elecciones presidenciales afirmó: “Viene el tiempo del diálogo y la unión. Tenemos la grandeza y la humildad de juntarnos para darles seguridad para el futuro”, dijo y comenzó a recitar las promesas que venía anunciando en sus últimos spot de campaña: penas a los corruptos, mayores condenas a los narcotraficantes y violadores, revisar la política de planes sociales y el 82 por ciento móvil para los jubilados.

Actualización 10/08/2015

«Estamos en octubre»

«Estamos en octubre»

“Estamos en octubre y somos la única fuerza en Argentina que representa al progresismo, a la centroizquierda”, aseguró a las 21:53 Margarita Stolbizer en el búnker de la Alianza Progresistas, ubicado en el cuarto piso de Esmeralda 288, un escenario desangelado en el que la característica saliente fue la notoria ausencia de militantes: al momento de estas declaraciones iniciales, sólo estaban presentes un puñado de periodistas y unos pocos allegados a los candidatos.

Con más del 95 por ciento de las mesas escrutadas, Alianza Progresistas obtuvo el 4,34 por ciento de los votos y se ubicó como cuarta fuerza de cara a las elecciones presidenciales de octubre. En su discurso, Stolbizer aclaró que su agrupación no había realizado mediciones en boca de urna, y por lo tanto no podría adelantar cifras.

La diputada del GEN llegó al búnker a las 18:30 junto al candidato a vicepresidente Miguel Ángel Olaviaga. Al principio de su discurso la candidata resaltó: “La base de votos que hemos obtenido hoy es absolutamente genuina y con una disparidad absoluta en términos de los recursos a los que accedimos, pero nos enorgullece haberlo hecho con honestidad y austeridad, que fueron las características de nuestra campaña”.

Acompañada de dirigentes del radicalismo Stolbizer afirmó: “Representamos fielmente, sobre todo, lo que fue el gobierno de Raúl Alfonsín, nosotros lo reivindicamos como también a quienes se emocionaron con el preámbulo de Alfonsín y la defensa de los derechos humanos”.

A partir de las 15 fue habilitado el ingreso a la sala de Cemupro, sede del búnker, que pertenece a Hermes Binner y tiene capacidad para 150 personas. En el lugar, que siempre permaneció holgado para la concurrencia, hubo servicio de catering, música ambiental y sillas para los periodistas. El contraste con la parafernalia de las principales fuerzas fue de una estrepitosa austeridad.

Stolbizer fue la única oradora y en su discurso expresó también la necesidad de debatir en el Congreso el sistema de voto: “Lo hemos planteado durante todo el día y esta jornada fue la comprobación es que el sistema no resiste más -enfatizó-. Boletas de más de un metro en la provincia de Buenos Aires someten, desde luego, al riesgo del robo, al ocultamiento”.

Por otro lado, ante la pregunta de qué pasará con las bancas del Congreso Nacional que se ponen en juego en octubre, la candidata a presidenta reclamó: “Hay que salir de una mayoría absoluta. El Congreso tiene que tener un equilibro y para eso vamos a trabajar de aquí a octubre para sostener y aumentar los escaños”.

Durante la jornada en el búnker se atendió constantemente a la información aportada por canales de televisión. El espacio contó con una plataforma pequeña para los candidatos y la intermitencia de las señales de televisión e internet por el diluvio demoraron el inicio del discurso. La vocera de la agrupación, Laura Echezarreta, había anunciado que Stolbizer debía hablar con anticipación a los candidatos que obtuvieron más votos: Daniel Scioli, por el Frente para la Victoria, Mauricio Macri, por Cambiemos y Sergio Massa, por UNA. De hecho, fue la primera candidata presidencial en aparecer ante las cámaras. Poco después, el clima empezó a distenderse todavía más y a las 12 de la noche en el búnker de Progresistas se apagaban las luces y se cerraba la puerta.

Actualización 10/08/2015

 

Más dolor que alegría

Más dolor que alegría

“Estoy muy golpeado por esta circunstancia, pero no encuentro otro homenaje por respeto a la familia y compañeros que no sea siguiendo en esta lucha como siempre”, declaró Jorge Altamira, pre candidato a presidente, que llegó tres horas tarde al búnker del FIT tras haber acompañado a los familiares de Micaela Dramisino, fiscal del partido y estudiante de Trabajo Social de la Facultad de Sociales de la UBA, que murió en un accidente de tránsito en la localidad bonaerense de Burzaco, partido de Almirante Brown.

En cuanto a la propia elección, Altamira ratificó el crecimiento de su fuerza. El FIT, obtuvo el 3,32 por ciento de los votos, convirtiéndose en la quinta fuerza a nivel nacional. El líder del Partido Obrero se presentaba como precandidato por sexta vez en una elección presidencial, aunque esta vez –en lo que probablemente haya sido la sorpresa de la jornada- fue derrotado por su rival interno, el joven diputado del Partido de los Trabajadores Socialistas, Nicolás del Caño, por apenas 20.000 votos.

 

Sensaciones encontradas

Cuatro televisores al ritmo del zapping noticioso y las banderas de los distintos partidos y movimientos de izquierda funcionaban como único rasgo diferenciador en el ex Salón la Argentina, ubicado en Rodríguez Peña 361. Salvo esos detalles, el clima hermético con el que se seguía los sondeos a boca de urna casi que no variaba de lo que bien podría haber sido la antesala de una obra teatral independiente, por los silencios y la poca concurrencia.
Cerca de las 23, cuando Altamira llegó al búnker, los militantes pusieron algo de calor al ambiente, pero nunca se levantaron banderas ni se acompañó con cánticos o música. El contexto por la pérdida de una compañera que oficiaba de fiscal, una de las tres mil quinientas que se concentraron en la provincia y de los casi dieciocho mil que se desperdigaron por el país, modificó el clima general.

“Si el Estado y los gobiernos están organizados de tal manera que a través de punteros y manipulaciones condicionan las elecciones, lo van a hacer también el día que haya un sistema puramente electrónico” declaró Altamira, quien además ratificó que el FIT no tuvo problemas en la fiscalización.

 

El cierre de la jornada encontró a la militancia esparcida en el Palacio, los más jóvenes sentados en rondas en el suelo, con los celulares en la oreja esperando un desenlace que sorprendió al propio Altamira: desde 1989 había encabezado todas las boletas de su fuerza pero el próximo octubre deberá dejarle el lugar al Del Caño. El cordobés, que es diputado por la provincia de Mendoza, tuvo que esperar en el BAUEN –el hotel recuperado por los trabajadores- casi hasta el amanecer para poder confirmar su victoria.

Actualización 10/08/2015