“La única que muere pobre y puta es la mujer prostituída”

“La única que muere pobre y puta es la mujer prostituída”

Sonia Sánchez: ojos vidriosos resaltados con un perfecto y agresivo delineado, 53 años, cabello blanco, mitad rapado, sonrisa mordiente, aquella que todavía esconde el dolor y la rabia. Se autodefine como una mujer feminista, abolicionista y anarquista, tres aspectos de su persona, que se retroalimentan entre sí.

Formó parte de dos organizaciones de putas: Asociación Mujeres Meretrices de la Argentina en Acción por Nuestros Derechos (AMMAR) y Mujeres en Situación de Prostitución y Trata, pero hoy se siente más cómoda con la militancia desde la cultura, donde nada la condiciona.  

Está terminando de escribir su cuarto libro que será presentado el próximo año. Es parte del proceso iniciado con su participación en la película Impuros, dirigida por la cineasta argentina Flor Mujica y el israelí Daniel Najenson. El documental reconstruye la historia de la Tzwi Migdal, una organización de trata de blancas que traía polacas judías a Buenos Aires para ser explotadas sexualmente entre 1880 y los primeros años de la década de 1930, cuando fue desbaratada. Sonia lleva el hilo del relato y establece un puente con las redes proxenetas de hoy. No es la primera vez que Sánchez actúa, también protagonizó la obra de teatro La desobediente, de Silvia Parumbo Jaime, en la que cuentan historias de siete putas de Plaza Flores.

Sonia vive una ferviente militancia contra todo tipo de violencia que sufren las mujeres y niñas, especialmente, contra la prostitución y la trata de personas. Su lema de vida es la rebeldía, contra todos los mandatos, entre los que destaca el patriarcado y la pobreza.

Llegó al barrio de Floresta desde Chaco con 16 años, como empleada doméstica cama adentro. Ante un pedido de aumento de sueldo fue expulsada a la calle. Con lo puesto y su cartera, caminó desde Plaza Flores a Plaza Miserere, en la que tuvo que vender su cuerpo para poder sobrevivir.

En esos días, pasaba el tiempo de prisión en prisión. Salía de una y como no tenía plata para comer, tenía que volver a prostituirse y así sucesivamente. Llegó a estar en libertad tres horas y de vuelta a estar presa por el hecho de cambiar su cuerpo por dinero.

Luego de buscar en muchos avisos clasificados, encontró un pedido de camarera para un bar en Río Gallegos, sin dudarlo aceptó y allí se encontró envuelta en una red de trata, que hoy continúa traficando personas en la provincia de Santa Cruz. Ahí estuvo seis años, los peores años de su vida.

¿Cómo fue la primera vez que te prostituyeron?

No sé qué me hizo el primer varón, no recuerdo su rostro, ni su edad. Recién hace cinco años están empezando a aparecer todos esos recuerdos que adormecí para poder sobrevivir. Solo recuerdo que después de cinco meses de vivir en una plaza, tuve mi primer plato de comida que no saqué de la basura.

¿Cómo fue cuando llegaste a Río Gallegos y te dijeron que no ibas a ser camarera, sino puta?

Fue Marta, la esposa de Tarantino, el principal proxeneta de la provincia. Con un revolver en la cintura y un perro gigante parado a su costado, me dijo que ahí iba a trabajar de puta y no de camarera. Y no tuve salida. Era un prostíbulo “VIP” porque era el único abierto las 24 horas del día, con videocasetera, con películas porno y televisión a color. Teníamos que estar desde las seis de la tarde hasta las seis de la mañana despiertas sin parar. Y luego, cada vez que tocaban el timbre y pedían por vos, tenías que levantarte.

¿Cómo lo vivías en esos momentos?

Te adormecés ante tanta violencia. Cuando te encierran en un prostíbulo tu cuerpo está allí, tu mente dispara. Es un proceso de escisión de mente y cuerpo muy profundo. Cuando me encerraban en un cuarto pensaba en asado. Mi cabeza iba y volvía, para que el varón no me matara o para asegurarme que usara profilácticos. Usaba ese mecanismo para poder seguir. Aunque tu cabeza, y la de todas las mujeres que pasamos por esto, no sale bien física, psíquica, emocional, ni económicamente.

¿Cómo era el trato con las otras mujeres que estaban en el prostíbulo?

No hablábamos entre nosotras. Una tenía miedo de la otra. Además estábamos muy cansadas.

¿Recordás cuántas personas pasaron por tu cuerpo en una noche?

Fueron muchas. Muchas. Existe el “bautismo”, que es una violación masiva a una mujer prostituida nueva, en donde cierran el prostíbulo y todos los hombres te penetran vaginal, anal y bucalmente. Eran 25 y todos pasaron por mi cuerpo tres veces. Terminé internada. Aislada. En el mismo hospital en el que hace cuatro años, convertido en Centro Cultural, me dieron un reconocimiento como Mujer del Año. Yo hubiera preferido que cerraran todos esos prostíbulos.

¿Qué pensás de las mujeres que dicen haber decidido voluntariamente la prostitución?

La identidad de “trabajadora sexual” llegó a Argentina con el Banco Mundial que manejó a la Central de Trabajadores de Argentina (CTA). A esa identidad la sostienen tres patas: el orgullo, la falta de toma de decisiones y la negación al dolor y la tortura. Ellas te dicen que es su trabajo, que ellas deciden y ponen el precio que quieren, cuando, en realidad, eso lo pone el mercado o, a lo sumo, el varón prostituyente. Lo más tremendo es que te dicen que no sufren, que pueden vender su vagina como vos vendes un libro.  

¿Cuáles son los derechos de esas personas que se autodefinen como trabajadoras?

Lo que los sindicatos de trabajadoras sexuales quieren, en realidad, no es luchar por los derechos de esas trabajadoras, porque no tienen derechos, son objetos de uso y abuso. Están luchando por el derecho de los varones a acceder a nuestros cuerpos, a los cuerpos de las mujeres empobrecidas. Algunas de sus representantes están judicializadas y se encontraron en sus prostíbulos carnets de trabajadoras sexuales autónomas y libres pero, en realidad, eran mujeres traficadas. Por eso necesitan que sea un derecho, porque ahí tu fiola ya no es considerada delincuente. Pero si los prostíbulos son legales se necesitan más putas y las putas del futuro son las niñas que estamos criando en nuestras casas y los futuros varones prostiuyentes son también estos niños que estamos educando. Todo esto fomenta la trata de personas. Por eso, para terminar con la trata de personas, hay que abolir la prostitución.

¿Quién sale ganando en todo esto?

Muchos. Esto es una necro-política bajada del neoliberalismo. En este negocio de venta de cuerpos y de vida, salen ganadores los y las proxenetas, los y las traficantes de personas, las agencias internacionales que bajan millones de dólares en el país, lo que es manejado por AMMAR y la CTA. También los laboratorios con todas las enfermedades de VIH/Sida y malaria y, hasta el mismo kiosco donde está la puta parada. Pero la que muere pobre y puta siempre es la mujer prostituida.

¿Por qué un hombre decide ir de putas?

Los varones que van de putas no practican sexo, practican la violencia a través del sexo. Necesitan fortalecer su virilidad, su poder de posesión. Ahí no encuentran placer solo fortalecen su violencia. El 90% de los que van son casados. Por lo tanto, el que va de putas no tiene buen sexo, ni sabe hacer el amor. Solo penetran.

¿Cómo lograste salir de esto?

Siempre busqué la salida, nunca me entregué. El día que dije basta fue el primer día que dije no y un varón prostituyente me golpeó tan fuerte que casi muero. Las putas no pueden decir que no. Ese día me salvó el conserje del albergue transitorio donde estábamos, vino la policía que arregló la coima con el proxeneta y lo dejaron ir. A mí me llevaron a la comisaria 50. Entré en un shock emocional muy fuerte. Fue la noche más larga y más oscura, pero la más liberadora a la vez.

¿Qué crees que pasó en tu mente en ese momento?

Mi cuerpo y mi alma no soportaron más la violencia y la mentira, porque vas maquillando la mentira y llamás “trabajo” a esa violencia que es la prostitución.

¿Te sentís sanada?

No. Todavía hay mucha rabia dentro de mí, pero la trabajo para convertirla en algo positivo. Para que me empuje a pensar y reflexionar. Me voy curando de a poco, me permito llorar y gritar. Y cada vez que aparecen esas fotos, esos rollos de películas en mi memoria, pongo música y escribo ese dolor en papelitos, para sacarlo de adentro mío hasta que toda esa verdad y esos recuerdos queden fuera de mí.  

Tenés un hijo de 21 años, ¿se podría decir que encontraste el amor?  

Si, Axel. Yo vivo desde la pasión. Conocí al padre cuando me estaba construyendo, él me ayudó a seguir pensando y aprendiendo. Él me regaló mi primer libro sobre sexualidad.

¿Tenés fantasmas que te persiguen en la intimidad?

No, porque el camino de construcción lo hice en absoluta soledad. Meses y meses bajo la ducha hasta que entendí que la vergüenza y el dolor no tenían que ser míos, sino de los hombres prostituyentes. Tuve que volver a conocer mi cuerpo, aprender a acariciar y abrazar. Este dolor sale en otros momentos, por suerte, no aparece en la intimidad.

¿Cuál es tu lucha hoy?

Mi lucha es contra esta violencia que es la prostitución, para que a otras niñas y niños no les toque vivir lo que me tocó a mí. Y creo firmemente que si educamos a los varones desde la no violencia, si deconstruimos como sociedad esta masculinidad violenta, vamos a tener varones feministas, que no vayan de putas, que no necesiten golpear a una mujer para sentirse fuertes.

¿Qué te dejó el viaje a España?

Me considero más abolicionista que nunca. Vi a mujeres prácticamente desnudas en la calle, con una bombachita, expuestas al frio del invierno europeo, pegadas al fuego que arman para poder calentarse y destaparse cada vez que pasa un coche. Es tremendo.

Más allá de estas realidades, ¿cómo definirías a la mujer?

Vida. La mujer o ser mujer es una construcción indefinida, sin fin.

Actualizado 05/12/2017

Amenazan a Madres Víctimas de Trata

Amenazan a Madres Víctimas de Trata

“Cerrado por duelo”. El mensaje para la organización Madres Víctimas de Trata fue inequívoco. El viernes 7 de julio sus integrantes recibieron la amenaza en un cartel que alguien dejó adosado en la puerta del comedor comunitario que abrieron en Constitución mientras se encontraban en la Primera Jornada Artística contra la Trata que organizaban en el ECuNhi.

A través de un comunicado, la entidad denunció a las redes de trata y a la mafia del narcotráfico; también responsabilizó al vicejefe de Gobierno porteño Diego Santilli, a los proxenetas, a la policía y exigió protección para el comedor y para el barrio.

Margarita Meira, una de las encargadas del comedor de Madres de Constitución y referente de la organización explica: “El primer jueves de cada mes, nos venimos reuniendo con los comisarios, hace años, simplemente para hacernos ver y dar visibilidad a los problemas de Constitución. Estamos cansados de ir y que nos den la espalda. “Si viene la Gendarmería al barrio le rompemos el negocio a los narcos, cuando pedimos la intervención aplaudimos todos, aplaudimos con bronca porque no nos gusta la idea, pero si no tenemos policía no nos queda otra“.

Nunca me habían hecho una amenaza así”, dijo la referente de la agrupación Madres Víctimas de Trata.

Si bien sospechan que la amenaza fue a partir de lo sucedido en la reunión del día anterior, desconocen quién pudo haber sido responsable. “Nunca me habían hecho una amenaza así”, explica Margarita.

En una de las reuniones mensuales estuvo presente Horacio Rodríguez Larreta. ”Cuando me vio con la pechera de Madres Víctimas de Trata se dio vuelta y me dio la espalda, entonces le dije: ´No te hagas el pelotudo, te estoy hablando de Trata. No me dio bola.” Diego Santilli también estuvo en otra ocasión. Entre los vecinos hicieron un escrito dando cuenta de mucho de los conflictos en el barrio y se resistió a recibirlo, hasta que, frente a la presión de que todos lo estaban mirando lo firmó, pero no obtuvieron respuesta.

El mayor conflicto por el que reclaman los vecinos de Constitución surge a partir del accionar de la policía, su aparente complicidad frente a los robos, a la trata y al narcotráfico. Para Margarita la fuerza policial perdió poder y utilidad en el barrio, según ella “toda la vida recibió plata de los narcos y en la actualidad los narcos ya ni siquiera le dan plata porque ellos son los que manejan el barrio, se asentaron”. 

Si bien no se sabe quién fue el o los responsables del cartel, creen que, además de que fue consecuencia del reclamo que hicieron el jueves a la comisaría, es también una reacción frente a las luchas que vienen dando y la visibilidad cada vez mayor que tiene la organización.

Actualizada 11/07/2017

Seis mil buscados

Seis mil buscados

Más de 6.000 mujeres y varones son buscados en Argentina, según datos de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), como posibles víctimas de las mafias que operan a través de secuestros y esclavización sexual o laboral. La Argentina tiene la Ley 26.842 que combate este flagelo, sancionada en 2008,  modificada en 2012 y que se encuentra vigente. ¿Qué dicen organizaciones sociales sobre la política oficial ante esta problemática? ¿Qué falta por hacer para que la sociedad se concientice más?

Lucas Schaerer, integrante de La Alameda y Director de la Comisión Especial de Trata y de Hechos Vinculantes, afirmó: “La trata de personas es un delito de lesa humanidad, es esclavitud moderna”. Schaerer señaló que el trabajo del gobierno respecto al tema es malo y remarcó: “Asistir a las víctimas es un déficit del Estado. La asistencia es pésima en todo sentido”. Además, señaló que “la reinserción de las víctimas es un fracaso del Estado Nacional, pero también de los provinciales y municipales”.

Según las cifras del informe de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex) en conjunto con la ONG ACCT, del total de personas buscadas, 3.231 son mujeres  y 2.801 varones, sobre todo niños. De aquella cantidad de mujeres, la mayoría son adolescentes.

Una de las políticas públicas de la gestión de Mauricio Macri fue conformar el Consejo Federal de Trata, cuya creación está contemplada en la Ley 26.842. Está integrado cuatro ministerios -Desarrollo Social, Justicia, Trabajo y Seguridad- y un representante de cada provincia y tres organizaciones de la sociedad civil, que rotan anualmente.

El organismo debe brindar asistencia integral a las víctimas,  diseñar la estrategia de lucha contra la trata, promover la cooperación y verificar que se cumplan las normas vigentes y la eficacia de las políticas públicas del área. Su nueva coordinadora general es la subsecretaria de Acceso a la Justicia del Ministerio de Justicia, María Fernanda Rodríguez, en reemplazo de Fabiana Tuñez, en funciones desde su creación hasta el 10 de mayo pasado, cuando renunció al ser la ONG que presidía, La Casa del Encuentro, seleccionada para ser parte de la Consejo junto con la Cruz Roja y el Foro No a la Trata de San Juan, que forma parte de la Red de Alto al Tráfico y la Trata (RATT).

Tuñez es también presidenta del Consejo Nacional de Mujeres, que igualmente integra el Consejo Federal de Trata. Su jefa de gabinete, Natalia Barrios, contó: “La Argentina es un país de vanguardia en cuanto a sus políticas públicas. Por sus leyes, por la línea 145 (de denuncia) que funciona todo el año o por eliminar el famoso rubro 59 de los diarios”.  Pero la funcionaria matizó: “No podemos hablar de logros sino de avances, porque la realidad es que todavía existen mujeres y niñas desaparecidas por las redes de trata”.

El Consejo es el encargado de aprobar el Plan Bianual de Trata que elabora el Comité de Trata y marca los pasos a seguir. Barrios aseguró: que “esto ordena el trabajo y genera mayor presupuesto para políticas, como por ejemplo la incautación de bienes de tratantes. Eso lo va a administrar el Consejo, para que pueda ser gestionado y devuelto a las víctimas tenía que existir esta institucionalidad”. Schaerer, sin embargo,  manifestó que confiscar bienes de tratantes para devolverlo a las víctimas ya es parte de la ley y no se cumple, pero también destacó: “Aspiramos a que ocurra y que haya condena a los tratantes”.

La trata de personas con fines sexuales se puso en la agenda nacional especialmente después del caso de Marita Verón, de cuya desaparicón este año se cumplen 15 años. Germán Díaz, abogado de la causa y de la Fundación María de los Ángeles, resaltó: “La lucha contra la trata es una bandera que todos debemos levantar. Las mafias tiene poder económico y político, no hay que rendirse.” Además, afirmó que es importante asistir a las víctimas “para su reinserción en la sociedad después de lo que han vivido”.

Por su parte, Noelia Ramírez, integrante del equipo coordinador del Centro de Día Puerta Abierta de la Hermanas Oblatas, dijo: “Las redes de trata son mafiosas, a veces traen chicas del interior o exterior engañadas. Las mujeres contraen deudas y quedan atadas a ellos para pagar lo que deben y las prostituyen”. La religiosa pidió que se contemple a la prostitución como una forma de violencia y que no se estigmatice a una mujer que está en esa condición. En sintonía, Barrios expresó que una aspiración a mejorar en el combate a este flagelo es la posibilidad de penalización al cliente y comentó: “Al cliente, al hombre que consume prostitución, todavía no se lo toca, el patriarcado opera muy fuerte. Nunca nos olvidemos que hay mujeres que son secuestradas para ser prostituidas para que un hombre consuma a esa mujer como un objeto sexual de consumo”.

Tanto Schaerer, Ramírez y Díaz,  como así también Barrios, mano derecha de Tuñez, coinciden en la importancia de no bajar los brazos. “Hay que seguir sensibilizando y generar conciencia en los jóvenes, políticos y empresarios de que es algo que le puede pasar a cualquiera”, concluyó Díaz, a  poco más de tres años del fallo definitivo que condenó a diez de los responsables de la desaparición de Marita Verón, el caso que detonó la preocupación social por la trata de personas, un tema hasta entonces silenciado o relativizado.

Datos según un informe elaborado de manera conjunta entre la Protex y la ong ACCT.

Actualizada 31/05/2017

¿Ni una menos?

¿Ni una menos?

«Somos una agencia, buscamos chicas para atención adulta. Sexo con hombres. ¿Te interesa ganar muy bien? Mandame fotos de cuerpo entero». Señoritas. Buena presencia. Buena remuneración. De 18 a 25 años. O hasta 20 años. Para «privado». Masajista «con relax». Los avisos de oferta sexual de los diarios, prohibidos desde 2011 por un decreto del Poder Ejecutivo, siguen apareciendo escondidos en frases tontas y fácilmente reconocibles.

La Oficina de Monitoreo de Publicación de Avisos de Oferta de Comercio Sexual, que depende del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, es el organismo encargado de cumplir el decreto 936/11, que prohíbe «los avisos que promuevan la oferta sexual o hagan explícita o implícita referencia a la solicitud de personas destinadas al comercio sexual». Desde que existe la oficina de monitoreo, en 2011, solo se puso una multa a un diario. «Fue al diario Clarín y por avisos de solicitud de personas. Es el único diario en la actualidad que sigue publicando avisos en los que se piden chicas para destinarlas al comercio sexual», dice la directora de la Oficina de Monitoreo de Publicación de Avisos de Oferta de Comercio Sexual, María Chantal Stevens y subraya que el rubro 37 (pedidos de oficios y ocupaciones varias) es uno de los sitios preferidos para el reclutamiento.

El objetivo de la reglamentación consiste en «prevenir el delito de Trata de Personas con fines de explotación sexual y la paulatina eliminación de las formas de discriminación de las mujeres». Además, prevé la censura de «todos aquellos avisos cuyo texto, haciendo referencia a actividades lícitas resulten engañosos, teniendo por fin último la realización de alguna de las actividades aludidas en el párrafo precedente». El decreto considera que los avisos promueven la oferta sexual «son un vehículo efectivo para el delito de trata de personas».

Además, entiende la «violencia mediática» como «aquella publicación o difusión de mensajes e imágenes estereotipados a través de cualquier medio masivo de comunicación, que de manera directa o indirecta promueva la explotación de mujeres o sus imágenes, injurie, difame, discrimine, deshonre, humille o atente contra la dignidad de las mujeres, como así también la utilización de mujeres, adolescentes y niñas en mensajes e imágenes pornográficas, legitimando la desigualdad de trato o construya patrones socioculturales reproductores de la desigualdad o generadores de violencia contra las mujeres».

El decreto tiene como fundamentos la Ley 26.364, conocida como la «Ley de Trata», que fue sancionada en abril de 2008, y la Ley 26.485 de «Protección Integral a las Mujeres». Esta última, sancionada en 2009, «reconoce y le da nombre a distintas formas de violencia que antes no estaban reconocidas en nuestra legislación: por ejemplo, la violencia simbólica y la mediática, aquella que perpetúa estereotipos que colocan permanentemente a las mujeres en una posición de subordinación», según la directora de la Oficina de Monitoreo de Publicación de Avisos de Oferta de Comercio Sexual.

 

Cuando comenzó su trabajo en la Oficina de Monitoreo, en 2011, relevaban un promedio de 1.400 avisos diarios, y en ese momento «a las chicas las ofrecían como 2×1, como si fueran una promoción», recuerda Stevens.

Cada vez que se detecta un aviso, se labra un acta y se le pide a la empresa que no lo publique más. Hay seis instancias diferentes hasta llegar a

María Chantal Stevens, coordinadora de la Oficina de Monitoreo de Publicación de Avisos de Ofertas de Comercio Sexual.

María Chantal Stevens, coordinadora de la Oficina de Monitoreo de Publicación de Avisos de Ofertas de Comercio Sexual.

una multa. «Solo intimamos a los diarios que efectivamente podemos vincular al comercio sexual», señala. En el informe se investigan los datos del aviso con la información que pueda surgir en Internet o en los volantes de la calle. Si el medio sigue publicando el mismo aviso, se continúa con nuevos apercibimientos y se le da la posibilidad a la empresa de emitir un descargo.

«En general –explica Stevens-, los abogados de los medios hablan de la inconstitucionalidad del decreto y de que se viola la libertad de expresión. Pero ya hay dictámenes de la procuración y fallos que dicen que no se viola la libertad de expresión. En todo caso, si hay una restricción es a la libertad de comercio, porque es la sección comercial del diario. Y si se va a comerciar con seres humanos… bienvenida la restricción».

Los avisos que más investiga la oficina son los que tienen que ver con redes o estructuras más complejas, y no tanto los que hagan referencia a la prostitución autónoma o independiente. «Pero hay un imaginario de que esa prostitución es mucho más extendida de lo que en realidad es. En nuestra experiencia, lo que abunda en el sistema prostibulario es la explotación sexual», detalla Stevens.

Otro de los objetivos de la oficina es contribuir a un «rol más responsable» por parte de los medios de comunicación: «Que no haya en el editorial una nota hablando horrores de la trata de personas y que la seguridad sea el primer tema de agenda, y en ese mismo diario, unas páginas más atrás, se promuevan conductas que las colocan en una posición de mucha vulnerabilidad. Los medios tienen que ser grandes aliados en estas luchas, es muy difícil llevarlas adelante sin su colaboración».

La Oficina –asegura Stevens- logró que el 87% de los 110 medios que monitorean no publiquen estos avisos. La Directora de la Oficina de Monitoreo recuerda que un abogado de una empresa de medios dijo, en respuesta a una denuncia, que cuando uno de los avisos decía «privado», no necesariamente hablaba de prostitución: podía hacer referencia a que buscaban chicas para trabajar «en un barrio privado».

Son los mismos medios que en las primeras páginas publican editoriales indignadas contra la trata de personas y notas con el hashtag #NiUnaMenos. Pero un par de páginas más adelante espera la carnada para la próxima víctima.

"Los medios tienen que ser grandes aliados en estas luchas, es muy difícil llevarlas adelante sin su colaboración", dice la directora de la Oficina de Monitoreo de Publicación de Avisos de Comercio Sexual, María Chantal Stevens.

«Los medios tienen que ser grandes aliados en estas luchas, es muy difícil llevarlas adelante sin su colaboración», dice la directora de la Oficina de Monitoreo de Publicación de Avisos de Comercio Sexual, María Chantal Stevens.