Transgresión

Transgresión

“Todos tenemos la parte masculina y la parte femenina”, dice Naty Menstrual.
“No me siento ni mujer ni hombre”, dice Karen Bennett.
“Creo que soy un devenir”, dice Susy Shock.

Tres artistas transgresivas presentan una visión crítica y reflexiva sobre diferentes temas que nos atraviesan como sociedad: identidad, ‘ser hombre’, ‘ser mujer’, prostitución, igualdad y
transfobia, entre otros.

Karen es cantante, guitarrista y compositora, traductora de alemán e inglés. Susy canta, escribe y
es docente. Naty, también es escritora, actriz, locutora y diseñadora de indumentaria.

Acompañamos a las tres por los lugares donde fluyen y brotan sus virtudes, donde lucen sus
talentos: un recital en el bar El Viejo Buzón, el “Poemario Transpirado” en Casa Brandon, la vigilia del
último ‘Ni una menos’, un café concert en Pride Café y un día de trabajo en la feria de San Telmo.

“Diseñé una remera que dice: ser puto, ser trans, ser trava, ser torta, ser bolita, ser negro, ser
hombre: ser humano”, dice Naty.

“Siempre trato de decirles a mis amigas mujeres: ‘Dejen de ser mujeres, no seamos ni hombres,
ni mujeres’. Es la forma más grosa de romper con el modelo machista”, dice Karen.

“Ser travas es lo más maravilloso que nos puede pasar, el problema es lo que le pasa a este
mundo con esto”, dice Susy.

Desde sus experiencias personales y únicas, Naty, Karen y Susy cuentan cómo comenzaron a
dedicarse a aquello que aman hacer, cómo lograron visibilizarse tal como deseaban y con qué
dificultades se encontraron en ese camino.

Mirá el especial de ANCCOM:

 

Actulizada 02/08/2017

Por la igualdad, contra la violencia

Por la igualdad, contra la violencia

 

Las banderas e insignias con los colores del arco iris volvieron a adueñarse del centro de la Ciudad. La vigésimo sexta Marcha del Orgullo Lésbico, Gay, Bisexual, Travesti, Transexual, Transgénero, Intersex y Queer (LGBTIQ) cubrió las calles y avenidas en la tarde del sábado con el histórico grito de defensa de la diversidad sexual y un renovado llamado de atención por la defensa de los derechos conquistados y contra la violencia institucional. Organizada por más de cincuenta agrupaciones que luchan por la igualdad de la comunidad, la marcha se desarrolló en la Plaza de Mayo. Fue por la inédita decisión del Ministerio de Cultura de la Nación de no ceder el tradicional escenario en la Plaza de los Dos Congresos, donde el colectivo cerró sus movilizaciones en los últimos 12 años.  

Alrededor del mediodía, la música de “DJ Jara” se adueñó por completo de la Plaza y del ritmo de cientos de cuerpos sin vergüenza, cuerpos semidesnudos, con purpurina, con maquillajes extravagantes y con la voluntad de no pasar inadvertidos. El clima de fiesta ya era una certeza, a pesar de los policías de civil que recorrían la zona mezclándose con turistas y con las familias que se acercaban por curiosidad.

Desde el escenario, una por una, se nombraron a todas las agrupaciones que integran la Comisión Organizadora de la Marcha del Orgullo (C.O.M.O) y se repetían las consignas: «Basta de femicidios a travestis, transexuales y transgeneros. Basta de violencia institucional. Orgullo para defender los derechos conquistados «. Detrás de ellas, gritadas a viva voz, se desprendieron las subconsignas que fueron recibidas con aplausos. Aplausos de los que también se adueñó “La Lucio Alberto”: la banda chileno-argentina tocó en vivo y con ritmo de cumbia tiñó de alegría la mítica plaza. Muchos se animaron al baile y a posar para las fotos.

Bajo un sol radiante, llegaron los primeros discursos. El reclamo incluyó justicia por Santiago Maldonado, la inclusión laboral de personas transgénero, la producción pública de misoprostol, el reconocimiento y la no discriminación de las infancias trans y el repudio a la reforma laboral. Los abucheos surgían espontáneamente cada vez que se nombran al presidente Mauricio Macri y a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. El documento final insistió con la condena al «protocolo policial para registrar a las personas LGBTIQ» porque «habilita y legitima la violencia» de la fuerza contra ese colectivo social.

Mientras tanto, en las calles que circundan la Plaza de Mayo las organizaciones preparaban las carrozas con las que horas más tarde desfilarían hasta el Congreso. Las telas de colores, globos, plumas, y banderas de la diversidad se mezclaban con reclamos contundentes y consignas políticas. Tía Marilú arengaba desde el escenario: “El que no salta es heterosexual». Y la multitud que estaba debajo parecía convertirse en una marea roja, naranja, amarilla, verde, azul y violeta. Con el pasar de las horas, la Plaza comenzó a cubrirse: cada vez se veían más ojos pintados con pestañas larguísimas, pelucas de colores, disfraces, cuerpos repletos de purpurina que con desparpajo celebran la diferencia.

Sentadas en un cantero se encontraban Natu y su pareja Angie. Natu lleva el pelo muy corto, anteojos enormes y un moño con los colores del arco iris en el cuello. En diálogo con ANCCOM, ambas asumieron sin sorpresa el cambio de escenario central. «Es un recorte más por parte del Estado. Si se recorta en salud , en educación ¿por qué no en políticas de género y diversidad? Patricia Bullrich con su protocolo dejó bien en claro el lugar que ocupan en este gobierno las personas gay. Nos incluyen para garantizar la detención ordenada, seas del sexo que seas. No hay  lugar para las diferencias”, puntualizó Natu. Angie la escuchaba y aprobaba sus palabras. Tiene la experiencia de más  de quince marchas y en base a ella destacó la participación creciente de los adolescentes. Las edades le llamaron la atención, como una evidencia de que la sociedad ha cambiado.  “Hoy en día los chicos tienen más libertad para decidir sobre su sexualidad y cuentan con familias que los acompañan”, reflexionó.

En una esquina resonaba una batucada. Eran las activistas de “Las chongas” las que concentraban la atención. Dispuestas en ronda con tambores y redoblantes improvisaban bailes mientras cantaban “dale a tu cuerpo alegría tortillera”. En otro punto de la Plaza, la banda de lesbian reggaeton “Chocolate Remix” se preparaba para subir al escenario. Se trataba del acto de cierre que daba inicio al desfile de carrozas.

La multitud se agolpaba frente al escenario, “Chocolate Remix” los hacía bailar a todos, la fiesta inundaba la plaza, nadie podía quedarse quieto y las letras de protesta y de reivindicación de las diferencias se conjugaban con ritmos pegadizos.  Eran casi las 17:00, y aunque el show podría seguir mucho más, era hora de partir. Las carrozas estaban listas y sus tripulantes también. La columna se desplazaba por Avenida de Mayo. Encabezaba el camión de la Asociación de Travestis, Transexuales, Transgeneros de Argentina  (ATTA) . “Yo sabía, yo sabía que a los travas los mata la Policía (de Patricia )” era el cántico que se escuchaba casi más fuerte que la música.

Actualizado 20/11/2017

“Nos sacan el derecho a ser personas”

“Nos sacan el derecho a ser personas”

Bajo el paraguas del colectivo Furia Trava, cientos de personas se movilizaron de Plaza de Mayo hacia el Congreso en el marco de la segunda Marcha Nacional “Basta de Travesticidios”. Frente a la Casa Rosada, los manifestantes volvieron a reclamar por la  aplicación de la Ley de Cupo Trans, y exigir un freno a la persecución que sufren las personas trans.

La marcha se nutrió del apoyo de diferentes organizaciones sociales y políticas. Autonomía y Libertad, el PO, La Izquierda Diario, Las Rojas, CORREPI (Coordinadora Contra la Represión Policial), el Bachillerato Popular Trans, entre otros, se sumaron a la movilización.

En diálogo con ANCCOM, la activista y organizadora de la marcha, Florencia Guimares, explicó que la marcha buscó “visualizar las problemáticas que sufren día a día trans y travestis dentro del propio colectivo. Y sentenció: “Una parte, los trans VIP, en apoyo con el macrismo, levantan la bandera del orgullo simplemente porque está de moda, mientras a nosotras nos están matando. No podemos regalarle nuestra lucha para que ellos hagan marketing”.

Dentro del grupo Libertaria, Raquel Dizel, de 70 años, ocupó el centro de la escena. Lucía una remera negra que con letra blancas formaba la frase “la prostitución no es trabajo”, y el pañuelo del aborto en la cabeza. “La lucha trans debería ser responsabilidad de toda la sociedad”, le dijo a esta agencia.

Cuando las agujas marcaron las 19:00 comenzó el acto. Sobre un escenario improvisado, frente al Cabildo, Guimaraes invitó a reunirse alrededor de la radio abierta. Agradeció a las organizaciones y se solidarizó con las cooperativas que apenas unas horas antes habían sido reprimidas en la Avenida 9 de Julio. “Macri es ajuste y represión”, subrayó.  

La activista Lara Bertolini apuntó también al accionar de las fuerzas de seguridad sobre el colectivo. “Se nos acusa de narcos, la policía nos persigue, nos desnuda. El futuro de la sociedad tiene que ser la diversidad”, puntualizó.

«El futuro de la sociedad tiene que ser la diversidad”.

Antonella, otra de las referentes, amplió esa descripción y también apuntó al Ejecutivo nacional. “Este gobierno nos está reprimiendo, nos está quitando el derecho de ser personas. Las travestis tenemos derecho a vivir”, subrayó. Además, explicó que la mayoría de los travestis no superan los 35, 40 años de edad, y que, si bien desde hace dos años existe la Ley de Cupo Laboral Trans, la mayoría de travestis “caen en la prostitución por ser la única opción”. Y concluyó: “Hablar del colectivo trans, es hablar de prostitución. Hacemos responsable al Estado de esta situación, porque en la Ciudad de Buenos Aires no se aplica esta ley”.

Antes de culminar el acto y comenzar a marchar, la representante del Fondo Internacional Trans (TIF) y activista de OTRANS, Claudia Vázquez Haro, recordó la coincidencia de la marcha con el Día Internacional del Orgullo Gay. “Hoy es un día para militar, para hacer política y para recordar lo que hace el gobierno con nosotras”, afirmó. Y agregó: “Queremos trabajo digno, y no responder a las leyes del mercado. Entendemos que la prostitución no es un trabajo”.

Frente a la Casa Rosada, los manifestantes volvieron a reclamar por la aplicación de la Ley de Cupo Trans, y exigir un freno a la persecución que sufren las personas trans.

Con la bandera también marcharon Eva “Higui” de Jesús, la joven que estuvo presa por defenderse de una violación, y el hermano de Diana Sacayan, una de las principales activistas en materia de derechos humanos y la lucha por la inclusión del colectivo travesti que fue asesinada brutalmente en octubre de 2015.

La cabeza de la marcha no había logrado llegar a la calle Perú, cuando la Policía cortó camino. Bloqueó el paso por Avenida de Mayo de tal forma que los manifestantes sólo pudiesen utilizar medio carril. Fue apenas por una cuadra: los efectivos continuaron el resto del trayecto por la vereda. En la intersección con la 9 de Julio una mujer policía de civil comenzó a filmar toda la movilización.

“Señor, Señora no sea indiferente, matan a travestis en la cara de la gente”. Fue el grito con el que los manifestantes atravesaron la Avenida de Mayo. De fondo, el Obelisco se teñía de los colores de la bandera del orgullo gay. Al llegar al Congreso se leyó el documento oficial. “Vamos a recordar a todas las víctimas de este sistema capitalista, colonial y patriarcal. Basta de travesticidios. Basta de crímenes de odio sociales y políticos. El tiempo de revolución es ahora”. Se repasó los nombres de todas las jóvenes trans ya fallecidas. Cerca de las 22:00 comenzó la desconcentración entre lágrimas, abrazos y lluvia de colores.

Autonomía y Libertad, el PO, La Izquierda Diario, Las Rojas, CORREPI (Coordinadora Contra la Represión Policial), el Bachillerato Popular Trans, entre otros, se sumaron a la movilización.

 

«El tiempo de revolución es ahora”.

 

Actualizada 29/06/2017

Una radio abierta para liberar a Higui

Una radio abierta para liberar a Higui

 “Te voy a hacer sentir mujer, forra, lesbiana”, le dijeron a  Eva Analía De Jesús la noche del 16 de octubre, cuando un grupo de varones intentó propinarle una violación “correctiva”. Ante esa situación horrorosa, desesperante, ella se defendió y mató a uno de sus agresores, pero siete meses después sigue presa por una causa que todavía está caratulada como “homicidio simple”. Su familia y miembros de la Comisión  de Justicia por Eva-Higui, que pelean para cambiar la carátula y lograr su liberación, organizaron para mañana, miércoles 17, una jornada de visibilización que se realizará desde las 17 en la Plaza de los Dos Congresos y consistirá en una radio abierta, en la que se expondrán otros casos de discriminación y agresiones contra la comunidad LGBT.

 A Higui le negaron la excarcelación extraordinaria que había pedido el pasado 26 de abril su defensora legal, Raquel Hermida Leyenda. El paso siguiente será el pedido de una audiencia para solicitar la estrategia de la abogada se orientará a revisar las pericias previas, en particular las que comprenden a la ropa secuestrada y examinada. Familiares y allegados a Higui, sin embargo, cuestionan fuertemente su accionar.

 El día que le negaron la excarcelación, un centenar de personas se manifestó frente a la Unidad Fiscal de Instrucción (UFI) 25 de Malvinas Argentinas para pedir una entrevista con el fiscal Germán Weigel, quien está a cargo de la causa como parte querellante y se negó a atender a la familia. Pero ante la insistencia de los manifestantes, que fueron agredidos a los empujones por la policía que custodiaba el lugar, cinco personas lograron ingresar para acercarle sus reclamos por las irregularidades en la investigación y para informarse sobre los detalles del avance de la causa.

 Los detalles del encuentro con el fiscal fueron anunciados  luego en una conferencia de prensa en la Casa de Cultura, cedida por el Municipio de Moreno. Carolina Abregú (hermana de Karina Abregú, sobreviviente de un intento de femicidio), relató: “La verdad es que Higui es muy valiosa, porque puede contar en primera persona lo que le pasó. La justicia no nos está dejando otra opción que no sea la autodefensa: somos nosotres o ellos”.


 De la conferencia de prensa participó también la secretaria de Derechos Humanos y de Diversidad Sexual de Moreno, Nancy Sena, quien actualmente impulsa la propuesta de incorporar el cupo trans (colectivo al que ella misma pertenece) al Municipio. Sena hizo referencia al caso paradigmático de “Pepa” Gaitán, quien fue asesinada por un crimen de odio lesbofóbico en 2010.

Los familiares expresaron su desacuerdo con las acciones de la abogada: “Hoy nos enteramos de que todas las acciones que nosotros reclamamos en forma verbal y que venimos reclamando en los medios, las tendría que haber hecho la abogada y no había un solo papel que lo diga”, enfatizó Azucena Díaz, hermana de Higui. Además, la Comisión de Justicia declaró que la abogada les tenía prohibido publicar cartas o declaraciones de su defendida, para tener su exclusividad: “Hoy ella publica la presentación de la excarcelación, que tendría que haber hecho hace rato y además una carta escrita por Eva”, explicó Díaz. Carina Leguizamón, militante barrial y perteneciente a la Red de Mujeres de Moreno, agregó: “Cuando nos dijeron que la abogada era Hermida Leyenda fue muy sorpresivo, ya que esta mujer no representa al género y ni siquiera a nuestra clase social, entonces nos alarmamos y llamamos a les compañeres que estuvieron con nosotres en otras causas similares y acompañamos ante las irregularidades tanto de la defensora como del fiscal”.

 Hermida Leyenda se hizo cargo de la causa en febrero, cuando los familiares desvincularon a la abogada oficial por su mal desempeño. La letrada trabaja en un espacio llamado Red de Contención, en el que ofrece servicios a víctimas de abuso y violencia de género. Sin embargo, es cuestionada por haber sido la defensora del empresario y femicida Daniel Bellini, para quien obtuvo el beneficio de la prisión domiciliaria luego de la condena por el asesinato de su ex pareja, Morena Pearson, en 2008.

 “No queremos más Higuis, no queremos que maten a nuestras hermanas, a nuestras amigas, a nuestras vecinas”, declaró Say Sacayán, hermano de Diana Sacayán -víctima de travesticidio-, militante del Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación y miembro de la Comisión de Justicia por Eva-Higui. “No queremos que nos encierren –agregó-. Las muertes de nuestras compañeres travestis no son denunciadas; no nos parece raro, porque la justicia no tiene perspectiva ni de género ni de diversidad, y aquellos cuerpos que son diferentes, disidentes, pareciera que no tienen derechos”.

 Los reclamos de la familia de Eva también están direccionados al pedido por una justicia con más perspectiva de género y de diversidad en un contexto social en el que muchas mujeres no sobreviven para contar lo que les pasó, y en el que las que sí sobreviven, porque logran defenderse, son penalizadas. La jornada de visibilización en la que se reclamará la libertad de Higui, coincide con el Día Mundial Contra la Homolesbotransfobia: el 17 de mayo se conmemora la eliminación, en 1990, de la homosexualidad de la lista de enfermedades de la OMS. A la radio abierta se sumarán bandas musicales, que tocarán en vivo, y el montaje de una obra teatral. La jornada cuenta con la adhesión de Dora Barrancos, Herman Schiller y Osvaldo Bayer, entre otras personalidades destacadas, y un centenar de organizaciones sociales y de la diversidad y disidencia sexual.

Actualizada 16/05/2017

¿Por qué no se cumple la Ley de Cupo Femenino en los sindicatos?

¿Por qué no se cumple la Ley de Cupo Femenino en los sindicatos?

La Ley 25.674 establece la representación femenina en cargos electivos y representativos de las asociaciones sindicales en un mínimo del 30% cuando el número de mujeres alcance o supere ese porcentual sobre el total de los trabajadores. En la nueva estructura de la Confederación General del Trabajo (CGT) hay 37 Secretarías, de las cuales solo dos están a cargo de mujeres: Sandra Maiorana (de la Asociación de Médicos de la República Argentina), en la Secretaría de Salud y Noemí Ruíz (del sindicato de Modelos Argentinos), en la de Igualdad y Oportunidad de Género.

Las cuentas son claras: en la única central obrera que el Gobierno Nacional reconoce a la hora discutir, por ejemplo, cuestiones salariales, la ley es incumplida. “Lo que sucede en la CGT, lamentablemente, es la regla de lo que pasa en el resto de los sindicatos”, asegura Magalí Brosio, integrante de Ecofemini(s)ta, espacio que discute asuntos sobre economía con perspectiva de género.

Laura Sotelo ATE Capital en la sede de Carlos Calvo.

Laura Sotelo ATE Capital en la sede de Carlos Calvo.

CONDICIONANTES Y CRÍTICAS

Aunque la ley fue sancionada en 2002, el Instituto de la Mujer de la CGT realizó un informe en 2008 donde mostraba que sobre 1.448 cargos directivos a nivel sindical, solo 80 (un 5%) eran ocupados por mujeres. Un relevamiento del Ministerio de Trabajo de este año refuerza estos datos: sobre 25 sindicatos analizados, en 20 hay mujeres que ocupan cargos, pero en ninguno lo hacen en los puestos jerárquicos, como Secretarías Generales o Secretarías Adjuntas. “Los lugares que ocupamos tienden a ser de formación, acción social o cuestiones de género, labores que el sistema vincula a lo femenino”, subraya Laura Sotelo, responsable de Géneros por el Consejo Directivo en la Asociación Trabajadores del Estado de Capital (ATE Capital). Y agrega: “Es fundamental lograr estar en la mesa de negociación salarial, algo que no podemos hacer desde las secretarías que nos toca ocupar”.

Sotelo reflexiona sobre la letra fría de la ley: “En algún punto, el 30% funciona como un techo. Porque si el porcentaje de trabajadoras en el gremio es menor, el número de los cargos a ocupar baja. Pero si sucede al revés, ese número de roles directivos no sube. Y, en realidad, en muchísimos sindicatos las trabajadoras superan ampliamente el 30% y de todos modos la ley no se cumple”. Sin embargo, no deja de destacar que la ley es un gran avance y que “ante una gran desigualdad, se legisló en torno a eso y ahí hay un logro”. También resalta: “En los doce años anteriores se ampliaron derechos en término de representación y participación, lo cual impacta en los sindicatos”. No obstante, por el tipo de estructuras de los gremios, los cambios tarden mucho más que en otros sectores.

Carolina Brandariz, secretaria de Igualdad de Oportunidades y Género en Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), gremio que cumple con la ley 25.674, aporta sobre el tema: “Nuestro sindicato representa a un 80% de trabajadoras. De la totalidad, el 60% somos jefas de hogar. Eso quiere decir que los estereotipos que se reproducen en la sociedad no son verídicos. Las mujeres que trabajamos, que somos responsables del hogar y además militamos, tenemos una triple tarea. Eso muchas compañeras lo ven como una carga, se ponen una barrera a sí mismas, reproducen un discurso machista como si fuera propio”.

En esa línea de pensamiento, Magalí Brosio afirma que “las tareas de cuidado en el hogar siguen siendo vistas socialmente como una obligación de la mujer. Y eso es una carga, porque quita tiempo para dedicarse a la actividad gremial”.

Otro límite que se reproduce históricamente es el de entender a los gremios como un ambiente únicamente masculino. “Cuesta mucho que los compañeros pierdan privilegios, porque estar en paridad de representación sindical implica eso. Algunos sindicatos quieren regirse por pautas culturales de hace cincuenta años. Pero tendrán que tomar nota que los tiempos avanzaron”, explica la representante de UTE. Brosio, a su vez, marca una contradicción que genera una imposibilidad material para cumplir con la ley: “Cuando una compañera quiere denunciar el incumplimiento, tiene que hacerlo frente a una junta electoral sindical elegida por el mismo consejo directivo del sindicato. O sea que se estaría topando con la misma estructura que le niega el lugar”.

Carolina Brandáriz, Secretaria de Género de UTE.

Carolina Brandáriz, Secretaria de Género de UTE.

LO QUE NO SE DISCUTE

Si la mujer no es parte de las discusiones más importantes al interior de los sindicatos, quedan excluidos muchos temas. “Principalmente queda afuera la familia. Hay que entender que nosotras no somos las únicas responsables del hogar, tiene que ser una responsabilidad compartida. Y también que no es un tema únicamente del ámbito privado, que la organización sindical tiene que contemplar eso”, describe Brandariz. Por su parte, la integrante del espacio Ecofemini(s)ta brinda más ejemplos: “Incluir a las madres en el mercado laboral es algo primordial a discutir. También temas relacionados al acoso laboral, que muchas veces son tratados livianamente y que para las mujeres son una carga tremenda, porque pasan la mayor parte del día en esos ambientes”.

Como un ejemplo de esta temática, Sotelo comenta que desde ATE impulsan un proyecto sobre “licencias parentales”. La idea apunta a poder adaptar los nombres al nuevo código civil, sin distinguir entre padre y madre, si no haciendo referencia al nacimiento (o adopción) y consiguiendo la paridad en los tiempos de licencia, lo que implicaría igualdad de responsabilidades respecto a los temas del cuidado del hogar. Otro punto que queda fuera de las negociaciones colectivas en la mesa chica de los sindicatos, son los jardines infantiles o lactarios, que al no haber, limitan la participación activa de la mujer en la actividad gremial. “La igualdad real de oportunidades y el acceso a los cargos jerárquicos también se pasan por alto en las discusiones salariales si no aparece nuestra voz”, aporta Sotelo.

Movilizacíon de las cuatro Centrales de Trabajadores contra las políticas del Gobierno de Macri y conmemorando el Día del Trabajador.

«Las cuentas son claras: en la única central obrera que el Gobierno Nacional reconoce a la hora discutir, por ejemplo, cuestiones salariales, la ley es incumplida».

RIESGOS y DESAFÍOS

Desde los distintos espacios sindicales coinciden en remarcar la importancia de la creación de las múltiples Secretarías de Género o Igualdad. Entienden que son un avance, pero destacan que no es suficiente. Brosio describe: “La gente que participa en estos espacios ya tiene un interés preexistente sobre el tema. Y lo rico es ir a dar la disputa con los sectores que falta convencer”. En la misma línea, Brandariz plantea que la creación de este tipo de espacios muchas veces logra sectorizar los debates y reclamos: “Las Secretarías de Género son vistas como un lugar para la mujer, pero las Secretarías Generales no”, dice.

“Hay una alianza entre el patriarcado y el capitalismo que genera una división sexual del trabajo. Y ahí el sindicalismo debe dar pelea, porque los géneros y el trabajo organizan a la sociedad”, afirma Sotelo. Según señala, la mujer no solo debe ocupar cargos, sino que, desde esos lugares, no debe reproducir la segregación que hay en el mercado laboral. “El gran desafío es visualizar la falta de representación femenina en los sindicatos, que haya políticas transversales al respecto, hacia el interior de los gremios y no permitir que queden encajonados en el espacio de una secretaría en particular”, acentúa Sotelo.

REPRODUCCIÓN DE LAS VIEJAS ESTRUCTURAS

A mediados del mes de septiembre, el Gobierno Nacional otorgó un reconocimiento parcial a la nueva estructura de la CGT que había surgido en el Congreso de Unidad, celebrado en agosto en el estadio de Obras Sanitarias. Una de las demandas del Ministerio de Trabajo (aunque no la principal) hacia la conducción de la central obrera era el incumplimiento de la Ley de cupo sindical femenino.

No obstante, el miércoles 12 de octubre hubo una reunión en la sede de la obra social del gremio de la Sanidad entre el Ministro de Trabajo Jorge Triaca y el vicejefe de Gabinete Mario Quintana, con los líderes del Triunvirato cegetista Juan Carlos Schmidt, Héctor Daer y Carlos Acuña. Una semana después, se repitió el cónclave al que se le sumó esta vez un grupo de empresarios. En ese encuentro, con la promesa de un bono de fin de año de dos mil pesos, el Poder Ejecutivo logró desactivar, el paro general con el que los gremialistas amenazan debido al deterioro del salario real, los más de 100.000 despidos entre el sector público y privado o la necesidad de reapertura de paritarias, entre otras cuestiones. En esa mesa donde se tomaron decisiones que afectan directamente la vida de muchos trabajadores y trabajadoras, no había ninguna mujer.

 

Actualizado 25/10/2016