Díganle Ringo a la Estación Hospitales

Díganle Ringo a la Estación Hospitales

La Legislatura porteña aprobó colocarle el nombre del boxeador Ringo Bonavena a una estación de la Línea H del subterráneo. Este lunes se cumplen 47 años de su asesinato.

El 22 de mayo de 1976 fue asesinado en Estados Unidos el boxeador argentino de peso pesado Oscar Ringo Bonavena. En la antesala del aniversario 47° de su muerte, la Legislatura porteña aprobó el proyecto de ley por el cual la estación de subte de la línea H “Hospitales”, llevará agregado el nombre “Ringo Bonavena”. El recuerdo de su familia, el periodismo y su vínculo inquebrantable con el barrio y Huracán.

Carismático, popular, mediático, boxeador, actor y cantante. Ringo construyó su fama más allá del cuadrilátero y supo conquistar el amor de la gente que lo siguió y lo acompañó hasta el último día de su vida. Padre de dos hijos; Adriana y Natalio. Hijo de Dominga y Vicente. Marido de Dora. Campeón argentino de peso pesado.

“Ringo era un padre difícil de llevar porque viajaba mucho y cuando estaba en Argentina estaba rodeado siempre de gente y eso es difícil de llevar porque no es una vida común, pero uno pudo afrontarlo y llevarlo adelante”, cuenta su hijo Natalio,  que pudo disfrutar tan solo hasta los 7 años a su padre..

Bonavena se inició como boxeador en 1957en el Club Atlético Huracán y en 1959 fue campeón amateur. Inició su carrera profesional en Estados Unidos en 1964, en el Madison Square Garden. En 1965, obtuvo el título argentino de pesos pesados en un enfrentamiento ante Gregorio Peralta. “Tenía ventaja porque Peralta era físicamente más chico que él; ganó bien, pero con un Peralta que no estaba físicamente a su altura”, analiza el histórico periodista de boxeo argentino Carlos Irusta.

Su pelea más recordada es frente a Muhammad Ali en el Madison Square Garden el 7 de diciembre de 1970. “Con Muhammad Ali hizo una muy buena pelea más allá de que ya había perdido claramente antes del nocaut técnico”, agrega Irusta. Ese día se disputó la corona mundial y la televisión nacional se paralizó para ver el hecho histórico a pesar de la derrota del representante argentino.

 “Con el periodismo se llevaba bien, jamás decía que no a una nota y siempre tenía una ocurrencia y una frase diferente para decir. Era muy amigo de los fotógrafos porque le gustaban las fotos excéntricas”, explica Irusta. Además, Ringo participó de distintos programas de televisión, películas, una temporada del teatro de revistas y se animó a cantar el hit de Palito Ortega, Pío Pio Pa.

Ringuito cuenta que de su papá solo vio dos peleas: “Una era de exhibición en Lobos, peleó con cuatro boxeadores distintos, nos reímos y la pasamos bárbaro. Después lo vi pelear en la última que hizo en el Luna Park con Raúl Gorosito. Ese día la pasé muy mal porque me daba cuenta que era una pelea de verdad. Me hizo llorar y estaba con miedo”.

Su último enfrentamiento oficial fue con Billy Joiner, pero ya fuera del país. De esta manera, en su carrera cosechó 58 peleas ganadas (44 por knock out), nueve derrotas y un empate. “Mi papá sabía que iba a ganar siempre todas las peleas, él nunca se subió a ningún ring pensando que podía llegar a perder. Era un tipo ganador que iba para adelante”, recuerda.

El 22 de mayo de 1976 fue asesinado de un disparo por un guardaespaldas del burdel y casino Mustang Ranch, en Nevada. Ringuito tenía 7 años, pero no se olvida de ese día: “Estaba en la calle jugando a la pelota, y había un sereno que estaba escuchando la radio y dicen ´Mataron a Bonavena´ y yo pensaba que era imposible, pero cuando la veo a mi mamá que viene llorando me di cuenta que algo había pasado con mi papá”, relata.

 

El cuerpo de Bonavena fue velado en el estadio Luna Park, donde fue despedido por unas 150.000 personas, y luego fue sepultado en el cementerio porteño de la Chacarita.   “Ahora lo recuerdo siempre con alegría, pero en un momento fue triste. Fue un duelo que se hizo bastante largo, pero pude asimilarlo. Antes solía hacerse una misa en el aniversario de su muerte, pero ahora me quedo con el recuerdo del corazón y con anécdotas de gente que lo conoció y me las viene a compartir”, rememora Natalio, dueño de un restaurante junto a su hermana Adriana

“Patio Funes -así se llama el local- surge en la idea de dos amigos en época de pandemia, queríamos abrir un bar de vinos en Parque Patricios. Cuando vine a conocerlo era un lugar que estaba destruido, pero el alma del lugar era magnífico, hermoso”, dice y reconoce que entre sus platos hay algunos secretos: “Los ravioles son los de Doña Dominga, es la receta de mi abuela”.

 

Del barrio de Parque Patricios

Oscar Bonavena era hincha fanático del Club Atlético Huracán y para el club de Parque Patricios es considerado un ídolo. Así lo demuestra el recuerdo latente de sus hinchas, la tribuna popular local del estadio Tomás Adolfo Ducó que lleva su nombre y su imponente estatua que reposa sentado y con el torso denudo en la platea, recreando la histórica foto que le sacaron con Muhammad Alí.

“Somos del barrio de la Quema, somos del barrio de Ringo Bonavena”, dice la canción que entonan en la popular. Es que el boxeador no se olvidó nunca de su querido Parque Patricios y los vecinos tampoco de él.

El pasado 11 de mayo la Legislatura aprobó el proyecto de ley por el cual la estación de subte de la Línea H –hasta ahora“Hospitales”-, también llevará el nombre del ídolo popular. La iniciativa fue impulsada por los vecinos del barrio, socios, hinchas y comisión directiva de Huracán, familiares de Ringo y actores políticos: Logramos presentarlo en la Legislatura con el acompañamiento de los legisladores Javier Andrade, Maia Daer y el apoyo de la bancada del Frente de Todos”, reconoce el presidente de la Comuna 4 Ignacio Álvarez.

 “Fue importante lo de la estación de subte, porque en el último tiempo hubo muchos cambios en el barrio a nivel estructural, se instalaron muchas empresas y nunca se contempló en todo eso nuestra identidad. Ahora toda esa gente que transite el barrio va a tener que bajarse en la estación Ringo Bonavena y por lo menos van a tener presente a uno de los ídolos del barrio, nos pone contentos y creemos que es una forma de saldar una deuda”, reflexionó el referente del centro barrial y cultural La Bonavena,  Leandro Moreno que acompañó el proyecto en representación de los vecinos e hinchas de Huracán.

Por su parte, el diputado Javier Andrade explicó que el proyecto es una forma de que Ringo permanezca en el barrio y resaltó la importancia de construir identidad a partir de esto: “Siempre estamos en esa búsqueda de la identidad barrial porque es una fibra que nos da la posibilidad de generar lazos. Es una manera de rescatar no solo cosas del presente, sino del pasado, es algo que nos constituye y esa identidad es colectiva y trasciende lo personal”.

Maia Daer, a su vez, señaló que “tiene que ver con lo que sienten los vecinos con el club. Parque Patricios fue nombrado en un montón de lugares del mundo por el solo hecho que tenía un boxeador que iba vendiendo su lugar de origen. Eso te daba una identidad y genera que al día de hoy todo el mundo que transite el barrio entienda que Ringo es Parque Patricios y no puede separarse esa parte histórica”.

Por último, anticipó que, cuando sea  la inauguración oficial del nuevo nombre de la estación, van  a hacer “una muestra que visibilice esto como un show que tenga que ver con Bonavena y la cultura del barrio”.

El boxeo como práctica social

El boxeo como práctica social

Ulises Blanco, de 26 años, es el fundador y presidente del Bajo Flores Boxing Club, asociación fundada en el año 2020 con el fin de fomentar el deporte en un barrio tan estigmatizado como Rivadavia 1. Se practican actividades como boxeo recreativo y competitivo, talleres culturales y eventos deportivos del mismo. Además, incentivan a los más chicos del barrio a enfocarse en una actividad inclusiva como lo es este deporte de combate.

Blanco comenta que el club surgió como una necesidad suya para agilizar tiempos, para poder entrenar y poder manejar sus propios horarios sin la necesidad de trabajar de algo que a la larga afecte su salud como deportista. “Hice cursos de personal training, de director técnico de boxeo y me lancé. Empecé a dar clases de boxeo, pero ahora en mi lugar, en mi barrio” aclara y agrega:. “Era un proyecto que tenía en mente hace mucho tiempo y que soñaba con lograr”.

El club cuenta con alrededor de 30 a 40 socios activos y se financia a través de una cuota mensual, además de contar con sponsors como lo es el bar “Cacho de Familia”, la empresa de agua “Esteban Cocha” y el Polideportivo Bajo Flores. Pero la realidad es que son pymes, y si bien están más que agradecidos con lo que aportan, desde Bajo Flores Boxing Club desean en un futuro recibir ayuda de parte del Gobierno nacional o de la municipalidad.

Si bien el gimnasio fue inaugurado en época de pandemia, el fundador sostiene que no son focos de contagio, sino que el deporte es de gran ayuda a la salud física y mental. Y asegura que cumplen con todos los protocolos del covid-19. Tratamos de entrenar con la mayoría de los alumnos al aire libre y pese a que las herramientas como las bolsas de boxeo se encuentra en la parte cerrada, siempre son desinfectadas antes y después de usarlas. Así como también, el lugar todo el tiempo esta ventilado”, aclara Blanco.

Estilo de vida

El Bajo Flores Boxing Club es un gimnasio para todas las edades. La actividad principal es el boxeo competitivo y recreativo, aunque también se enseña preparación física que incluye fuerza, aeróbica y funcional.

“Muchos de los chicos encuentran en el boxeo su lugar, no solamente donde vienen a tirar piñas o aprender a boxear. En el Bajo Flores Boxing Club atendemos las necesidades de cada alumno en particular. A cada uno se le pregunta como están, como les va en el estudio, si trabajan. Así como también si tienen algún problema personal o en el hogar se los escucha, se los motiva y si es posible se los ayuda”, comenta Blanco, quien asegura que vive del boxeo y para el boxeo las 24 horas del día. “Para mí el boxeo es un estilo de vida, es mi vida, esté donde esté tengo presente el boxeo, mi carrera deportiva o mi carrera como entrenador”, finaliza.

 

Bárbara Barboza, profesora de boxeo del club, explica la importancia del deporte en la vida de cada alumno. Hace hincapié en que esta disciplina les brinda mucha seguridad hacia ellos mismos, pierden miedos y baja autoestima, reducen su peso y fortalecen su cuerpo y todos los músculos al ser un deporte muy completo tanto físico como mental. A su vez, elevan su rendimiento físico. Todos los días hacemos algo diferente para trabajar distintas partes del cuerpo y del sistema nervioso”, explica. Además, comenta que el gimnasio aporta mucho apoyo a la sociedad.Saca a los chicos de la calle, tanto a niños como a grandes, ya que el barrio está siempre rodeado de drogas y delincuencia”, y asegura que hecho de que el gimnasio esté dentro del barrio es como “que crezca una flor de loto en medio de un pantano”.

Tanto para niños y jóvenes, el boxeo es visto como una salida o una oportunidad, haciéndoles saber que hay otro estilo de vida, que se puede salir siempre con trabajo, que nunca es tarde para aprender, que es un deporte hermoso que los puede llevar a conocer mucha gente, así como provincias y países inimaginables gracias a competencias y torneos. Pero antes que eso, que gracias a ellos mismos se esfuerzan y no abandonan en el camino.

A su vez, Graciela Ordoñez de 58 años, alumna de club, afirma: Yo he probado muchos gimnasios y en la mayoría solo sos una cuota. Acá no, acá están para enseñarte. Se habla de salud, de alimentación, de trabajo, de futuro. Se corrige, aconseja y cuida a los alumnos”. Además, incentiva y recomienda empezar boxeo.

Logros y proyectos

Actualmente el club se encuentra en mudanza hacia el Polideportivo Bajo Flores, un espacio que cuenta con lugares cerrados y al aire libre, apto para hacer torneos y competencias. “Conseguimos este lugar en donde los alumnos puedan entrenar de una manera más libre, cómoda y con más seguridad, comenta Ulises. Aparte, cuenta que uno de sus sueños es poder sacar algún campeón mundial del club, aunque sostiene que ya con saber que quizás cambiaron una vida es suficiente. Sacar buena gente es nuestro proyecto más grande. Estando en un club ese chico ve la vida de otra manera, le hace querer un futuro bueno. Cuando un chico entra al club sale uno de la calle”, concluye.

Boxear contra el Covid

Boxear contra el Covid

El box siempre fue una actividad marginal y sus protagonistas vienen, mayormente, de entornos vulnerables.  En 2019. Nery el Maldito Romero estaba tocando el cielo en los cuadriláteros de Los Ángeles y de golpe, con el Covid-19, volvió a entrenar como pudo. En la terraza de la casa, con el permiso de los vecinos, parques y, al cierre de esta edición, en un gimnasio cerrado de barrio que le prestó un amigo. Todo para mantenerse en óptimas condiciones físicas, con la esperanza de que se habiliten los protocolos sanitarios para volver a pelear.

El boxeador de categoría “Superpluma” recorre su carrera y cuenta cómo se mantiene en forma  en un año que era clave para posicionarse en un puesto mejor del ranking  “Me faltaban cuatro semanas para una pelea programada. Era el 17 de abril del 2020 y ahora está suspendida hasta nuevo aviso. También había otra más importante en junio”, se lamenta. 

Si bien, nunca dejó de entrenar y continúa con su rutina, le resulta difícil mantener su carrera. “Arranqué por diversión y hobby. Pero en 2013 saqué la licencia, metí 17 peleas profesionales y gané 3 campeonatos nacionales entre otros. Lo disfruto. Hay un montón de momentos lindos, pero también algunos que son muy duros por las lesiones, desanimos y un montón de cosas en juego. Ahora es mas dificil todavia”

 

«EL 80% de los boxeadores es de clase media baja o baja, padecemos muchas necesidades básicas”, dice Romero.

Con la llegada de la pandemia y el aumento de casos en nuestro país, el boxeo quedó afuera, como los “segundos” (el equipo) cada vez que empieza un round. Como tantos otros deportes, es afectado por las restricciones preventivas, sumado a la falta de un sponsoreo fuerte o promotores que no surgen porque se trata de una actividad de menor envergadura económica que el fútbol o el tenis, entre otras, que ya iniciaron sus torneos.

Así, los boxeadores profesionales y amateurs luchan por mantenerse en forma y listos para su próxima pelea en terrazas o parques haciendo “sombra” con rivales imaginarios. “Estoy tratando de conservar el ojo puesto en el boxeo y con la cabeza firme”, cuenta Romero con humildad.

Entre guantes, celulares y electrodomésticos

Apodado el Maldito por su técnica de pelea dañina, sostiene un entrenamiento duro y diario. Esto es posible porque cuenta con el apoyo de sus sponsors y la convicción de seguir entrenando. Eligió como su máximo referente nacional a Marcos “el Chino” Maidana, quien lo acompañó en su crecimiento. “Siempre me despertó algo distinto a los demás boxeadores», explica.

Nery entrenó tres años seguidos, entre 2016 y 2019, en Los Ángeles bajo la tutela del Team Maidana.  “Mis compañeros de gran magnitud eran Braian Castaño, Alan Castaño y Fabian Maidana”. En ese sentido, se considera un privilegiado. “Pasé a hacer mi primera pelea en E.E.U.U en 2016 y el “Chino” me vino a ver ¡Mirá cómo son las cosas! Para mí entrar en ese equipo fue como que me llamen para la primera del Barcelona”, recuerda Romero esa oportunidad única.

Hoy se la rebusca con las herramientas que tiene, reinventó su entrenamiento con las opciones que permite el aislamiento. “Arranque con una soga y se me cortó de tanto que le dí. Tenía una mancuerna de 10 kilos, una cinta y una colchoneta. Mi preparador físico, Matias Serbin, que es un groso, fue el que tuvo que adaptarse a eso”, cuenta.

Agradece a sus vecinos que lo dejaron entrenar en la terraza del edificio donde vive en el barrio de San Martín. “Uno de mis sponsor me mandó el soporte con una bolsa y el dueño de un gimnasio hace poco me prestó barras, discos y un pie acolchado para pegarle. Hoy no generó el ingreso de antes, pero a un amigo que me dio una mano, lo estoy ayudando a vender celulares y electrodomésticos, y estoy ocupado en eso”Además, recibió la ayuda económica de sus managers y promotores, que lo acompañaron en estos meses.

 

El Maldito Romero entrena en un gimnasio cerrado de barrio que le prestó un amigo.

El contexto todavía es crítico y dice: “Mantener un peso y estar saludable es un 24 por 7,  cuidarse y entrenar todos los días. No se trata de la cantidad de horas sino la calidad que te da el preparador físico y con respecto a la pelea que vos tengas. No es lo mismo un entrenamiento profesional, que cuando era amateur”. 

Consciente de ser un privilegiado y que pocos pueden hacerlo, agrega: “Este laburo es el más lindo. Y tengo la oportunidad de hacer lo que me gusta y creo que es ese el mejor trabajo que podemos tener cualquiera.  Dedicarte a lo que te gusta es suerte de pocos. Con mi psicóloga hablo sobre el pequeño porcentaje de personas en el mundo que se dedican a vivir su sueño. Yo soy uno de ellos”.

“El boxeo es distinto a otros deportes. Es muy difícil, porque creo que un 80 por ciento, es practicado por gente de clase media baja para abajo, donde padecen muchas limitaciones económicas y necesidades básicas y ahora más”, reflexiona el no tan maldito Romero.

No están habilitados los entrenamientos de contacto en gimnasio cerrado, ni tampoco perspectivas futuras sobre próximas peleas que permitan público como mayor sustento económico. “En este momento anormal, con pandemia, siempre trato de mostrarme así. Entrenando, saludable y bien de peso. En tu carrera, eso es todo y si hay algo que tenés que cuidar en este deporte, principalmente, es la salud porque es lo más importante”, cuenta. Su entrenador es una persona de riesgo. Por eso, lo acompaña sólo un asistente, con la debida distancia y en un gimnasio a puertas cerradas sin otros pugilistas. El espacio se lo prestó un amigo a comienzos de octubre, en donde por primera vez pudo pisar un cuadrilátero.

Sin boxeo, todo el plantel es perjudicado: pupilos, jueces, árbitros y el personal que arma una pelea. Hay pesimismo y un rumbo incierto para el retorno del ring con asistencia de público, porque la reapertura de los espectáculos deportivos no figura en la agenda frente a la emergencia sanitaria. Cada provincia habilitará el comienzo de entrenamiento en la medida que las condiciones lo permitan.

Audiencias y reaperturas

 Otros países están retomando esta actividad televisada, porque su escala de negocio como modelo vendible a través de las pantallas lo permite. De momento, son sólo las grandes peleas por títulos mundiales, que también ha entrado en crisis a partir del Covid-19.

 

«Yo hablo con mi psicóloga que integro el pequeño porcentaje de personas que pueden vivir de su sueño», subraya Romero.

En nuestro país, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), ya logró habilitar su torneo con el aval del Ministerio de Turismo y Deporte de la Nación. Otro es el caso de la Federación de Boxeo Argentino (FAB) que maneja alrededor de 2.000 pupilos federados, con auspiciantes escasos para este deporte. “ La FAB está esperando, se sale de la vaina por querer hacer boxeo, pero no se puede en estas circunstancias”, explica Gustavo Nigrelli, jefe de prensa de la Federación, periodista y redactor especializado en boxeo de Diario Popular.

“La FAB es el organismo rector que regula las reglas, las establece, las sanciona y las controla”, añade Nigrelli, mientras confirma que aún no se pueden organizar reuniones amateurs o profesionales en cualquier punto del país.

“Cada provincia se rige de acuerdo a la FAB pero cada una tiene su propia independencia y sus comisiones municipales”, según nos informó el periodista. “Se estimaba para esta época del año que se pudiera pactar una velada de boxeo televisada, sólo con el personal indispensable, pero la emergencia sanitaria ha frenado esto”, se lamenta. 

Llegado el momento, el cuerpo médico de la FAB preparó un rígido protocolo de seguridad según informa Nigrelli. Si bien ya está aprobado por el Ministerio de Salud de la Nación, todavía no está vigente. “La Federación, realiza reuniones por Zoom con la comisión correspondiente, también fomenta el diálogo, como base para la construcción de nuevos consensos en la próxima etapa”, agrega y asegura  “que en cuanto se pueda y se autorice la práctica del boxeo, como corresponde subirse al ring, la Federación va a ser la primera en tomar la posta”.

La fuente económica más importante es la televisión, en un combo junto a sponsors o promotores que puedan solventar una velada boxística. Ese es el principal recurso para que pueda funcionar como espectáculo. El canal DeporTV y su ciclo “Escuela de Boxeo” abordan al pugilismo, no solo como deporte sino desde lo educativo, cultural y social. Conducido por dos íconos del box, Yésica “La Tuti” Bopp y Sergio “Maravilla” Martinez, quien peleó hace poco en España.

Los únicos boxeadores exceptuados para entrenar son aquellos que integran el equipo olímpico de Tokio 2021.

 Hasta el cierre de esta edición el único sector de la actividad boxística exceptuado, era el equipo nacional de boxeo amateur olímpico, que se encuentra entrenando para la clasificación de Tokio 2021. 

“El equipo masculino y femenino está concentrado en Santa Teresita desde el 31 de agosto. Por el motivo de la próxima competencia olímpica. Están en una burbuja, testeados, aislados y haciendo escuela de combate con el entrenamiento habitual”, indica Gustavo Nigrelli.

Probablemente esa burbuja pueda ampliarse. El mencionado ministerio está implementando el programa llamado Clubes en obra. Una de las mayores inversiones de la cartera , con el objetivo de acompañar a los clubes de barrios del país y mejorar la infraestructura. Estos lugares funcionan como un centro de acompañamiento social. Realizan un trabajo virtuoso y a disposición de la sociedad. Muchas veces, los boxeadores amateurs, comienzan como alternativa deportiva en estos lugares. Tal vez, se abran más puertas, se pueda colgar una bolsa, habilitar los cuadriláteros y vestuarios para que los deportistas como el Maldito sigan siendo grandes personas. Mientras tanto, Nery, espera con ansias su próxima pelea.

Pegue y vuelve

Pegue y vuelve

Cifras exorbitantes, shows televisivos y espectáculos violentos suelen ser las asociaciones más comunes con el mundo del boxeo. Sin embargo, el deporte de los puños es en nuestro país una de las disciplinas más populares y practicadas, no solo por aspirantes a campeones o campeonas, sino también por oficinistas, profesionales y estudiantes que lo practican de forma recreativa.

El boxeo le ha entregado a Argentina muchos campeones, tanto hombres como mujeres, a lo largo de su historia y mantiene una popularidad y una presencia muy fuerte en todo el país. Hay en la actualidad 15 mil boxeadores federados amateurs y alrededor de mil profesionales. Para ambos casos se requieren licencias, por lo que no se cuenta a quienes simplemente practican esta disciplina por mero divertimento.

“Somos terceros en realización de combates, tanto en amateurs como en profesionales, primero están Inglaterra y luego México -se enorgullece Luis Romio, presidente de la Federación Argentina de Box (FAB)-. Y eso que en cantidad de población nos superan”. Solo en Provincia de Buenos Aires, hay 550 clubes de boxeo; y en todo el país existen 19 federaciones afiliadas a la FAB en forma directa, lo cual le da al deporte una amplia representación institucional.

Boxeadores entrenando. Gimnasio de la Federación Argentina de Boxeo.

En estos últimos años han aparecido y reaparecido distintas disciplinas, como el taekwondo, el kickboxing y las artes marciales mixtas. A raíz del boom de los deportes de combate y para solventar algunos gastos, la FAB sumó el modo recreativo. En su gimnasio, el “José Oriani”, casi 250 personas practican boxeo. Alberto “Coca” Andrada, entrenador con 50 años de trayectoria y 30 de ellos en la FAB, contó: “Arrancamos con todo en marzo, hay mucha gente que se acerca, la edad es de 14 a 40. Vienen muchas chicas y hombres grandes”.

En la modalidad recreativa no hay contacto, no se hacen guantes sino que se basa en la realización de ejercicios aeróbicos, movimientos de piernas y brazos, golpes a la bolsa, saltos en la soga y un poco de pesas. “El entrenamiento en ambos sexos es el mismo -destacó Andrada-, capaz es más intenso el de los hombres, pero las mujeres aprenden a boxear con los varones”.

El ex campeón del mundo superwelter, Miguel Castellini, tiene un gimnasio homónimo en Congreso y solo ofrece boxeo recreativo, porque considera que es un buen ejercicio y lo recomienda para todo el mundo. El antiguo pugilista afirmó: “Se lo toman como una forma de relajarse, de descargar. El boxeo fomenta la vida sana y ayuda mucho si uno entrena con ciertas ganas, aunque sea recreativamente”.

Andrea «La Cobrita» Sánchez.

Otro ex boxeador que no duda en remarcar las bondades del deporte es Jorge “Karateca” Medina. Tras una vida agitada, con visita a la cárcel incluida, y con una adicción a las drogas en el pasado, se encuentra recuperado y tiene un gimnasio en el que se dedica, en forma exclusiva, al boxeo recreativo en la localidad bonaerense de Martínez. “El box es para no pensar boludeces, para despejar la cabeza. A mí me ayudó”, dijo Medina. 

En sintonía con las valoraciones de los ex peleadores, un estudiante de Derecho y practicante de boxeo recreativo en el gimnasio de la FAB, Juan Pablo Fernández, expresó: “Te da confianza, te sentís bien desde lo físico y descargas mucha energía. Es como una terapia”. El joven de 22 años, que también trabaja en una oficina, agrega: “Empecé porque me gusta y para hacer deporte, me entretiene más que hacer pesas”.

Por otro lado, Jennifer Coronel, de tan solo 15 años, relató que comenzó la práctica recreativa hace unos meses también en la FAB, aunque sueña con ser profesional. “Empecé este año, quería venir desde antes pero mi mamá no quería que boxee. Deseo llegar muy lejos”. La adolescente, que vive en Villa Soldati, va al colegio a la mañana y luego entrena varias horas en la FAB. “Empecé en mi barrio y mi profesor me anotó acá, tuve exhibiciones pero no soy amateur porque aún no tengo licencia. El boxeo tiene mucha disciplina y eso me inspira”, afirma.

Federación Argentina de Boxeo.

Las licencias son clave si una persona aspira a tener una carrera. Después de cumplidos los 14 años y hasta los 28 se puede obtener para practicar el boxeo amateur. Para conseguir, en cambio, la de profesional, los requisitos básicos son: tener entre 20 y 30 años, más de 40 peleas como amateur y, además, haber participado en por lo menos un campeonato nacional o provincial. En ambos casos, se exigen un importante número de estudios médicos y, por reglamento, la obligación de saber leer y escribir.

Romio hace hincapié en que la FAB no cobra por las licencias y que no se mete en la parte comercial de los combates profesionales, sino que solo se preocupa por lo deportivo. Para ilustrar sobre los costos del deporte, explica: “Organizar un festival de boxeo amateur cuesta como mínimo 25 mil pesos y uno profesional, no menos de 70 mil”. Los púgiles amateurs, los jueces y los árbitros cobran solo viáticos y en el caso de los dirigentes trabajan ad honorem.

Las altas cifras que se manejan en duelos profesionales no dejan dinero en las arcas de la Federación. Son los promotores y managers los que mueven dinero y organizan los festivales. Hay alrededor de 300 promotores oficiales en todo el país. El mayor ingreso de la institución es el contrato con la TV y, sobre esto, Romio subraya una particularidad: “La prensa de las mujeres es más importante que la de los hombres en nuestro país. En TyCSports, cuando pelea una mujer tiene mayor rating que cuando pelean los hombres”, afirma el dirigente.

La historia que tiene el deporte, la práctica recreativa que se impuso como moda, la recomendación de la disciplina de ex campeones y los sueños de los adolescentes que anhelan ser como Carlos Monzón o Marcela Acuña mantienen al boxeo vigente, muy presente en la vida cotidiana y con una popularidad ascendente. Castellini sintetiza en una frase algo que todos los vinculados al boxeo parecieran sentir: “Es un estilo de vida”.

Actualizado 17/10/2017