“Necesito justicia para que mi hijo descanse en paz”

“Necesito justicia para que mi hijo descanse en paz”

«Tengo esperanza y confianza en la justicia. Dentro de todo el dolor, eso me está dando tranquilidad», cuenta Ríos.

La vida de Susana Ríos cambió por completo la madrugada del 21 de mayo. A través de Facebook le llegaron rumores de disparos en las adyacencias del pueblo. A las 4 confirmó lo peor: su hijo Gonzalo Domínguez, de 14 años, era uno de los pasajeros del Fiat 147 que se estrelló contra un camión sobre la colectora de la Ruta 3, luego de una persecución policial.

Gonzalo viajaba junto a sus amigos Danilo Sansone (13), Camila López (13), Aníbal Suárez (22) y Rocío Quagliarello (13). Rocío fue la única sobreviviente. “Todavía no pude hablar con ella. Me cuesta salir. Cuando pueda, y si su mamá me lo permite, la voy a ir a visitar. Por lo que me contaron, está recuperándose muy bien”, cuenta Susana, quien hoy, a sus 56 años –y tras la muerte de Gonzalo– quedó viviendo sola en su casa de San Miguel del Monte. Sus otros dos hijos, Marina de 30 y Juan Ignacio de 27, ya no viven con ella.

Susana fue de las primeras en sospechar de la primera versión que hablaba de un choque, que se descartó cuando la autopsia confirmó que el cuerpo de Gonzalo había sido impactado por una bala. Con esta información, empezó a revelarse el encubrimiento policial. Horas más tarde, cuando se publicaron las imágenes de las cámaras de seguridad que mostraban a los agentes tiroteando ferozmente al Fiat 147, no quedaron dudas. El resultado inmediato fue el descabezamiento de la cúpula local de la Bonaerense.

“Los medios fueron muy importantes. Nos ayudaron a demostrar que esto no había sido un simple accidente. Por ahora no vi ninguno que no haya tratado con respeto el asunto. Fueron muy cálidos todos”, destaca Ríos y afirma: “Esto repercutió en la sociedad y se pudo conocer lo que realmente fue: una masacre de niños inocentes”.

«El cariño que recibí del pueblo ha sido tremendo», revela Ríos.

¿Cómo está progresando la causa?

Estamos esperando que baje de la Cámara para seguir con otras denuncias que tienen que elevarse. Siempre estoy informada. Junto con mi abogada trabajamos permanentemente. Faltan responsables. Por el momento tenemos trece personas detenidas. Tengo esperanza y confianza en la justicia, y sé que se están trabajando bien. Dentro de todo el dolor, eso me está dando tranquilidad. Espero que se determine qué grado de culpabilidad tuvieron las autoridades implicadas.

¿Cuándo empezó a sospechar de un encubrimiento policial?

Aquella noche, desde las 2, en las redes sociales ya se comentaba de disparos en el pueblo y a partir de ese momento supe que algo estaba pasando. A las 4, cuando fui a reconocer el cuerpo de mi hijo, lo confirmé. Mientras tanto, me mintieron. Rubén Martínez, el secretario de Seguridad municipal, me negó en la cara que lo de los disparos fuera cierto. Pero la mentira duró pocas horas porque lo que ellos presentaban era una farsa. Martínez fue vital para el encubrimiento: por suerte ahora está detenido con prisión preventiva. Esto destapó muchas ollas. Antes no lo sabía pero lo empecé a notar con las denuncias que fueron apareciendo. Me enteré que desde antes maltrataban mucho a los chicos. Esta policía estaba actuando de una manera enviciada y atroz.

Desde entonces Monte dejó de ser un pueblo tranquilo…

Sí, ahora es un pueblo triste y que quiere justicia. También está muy enojado por todo lo que pasó. El tema de la seguridad hay que tenerlo en cuenta y trabajar sobre eso. Hay que devolver la tranquilidad a los habitantes que quedan y sobre todo a los niños. Luego de la masacre tuvimos una reunión con el Gobierno provincial en donde les elevamos requerimientos específicos para la policía. Más que nada, para que esto no vuelva a repetirse. Esto no puede pasar de nuevo. Jamás.

«Estoy asistida por una psicóloga del CELS porque me di cuenta que no puedo sola», confiesa Ríos.

En el pueblo se hicieron numerosas marchas en repudio al accionar policial y en reclamo de justicia, ¿qué significan para usted?

Me emocionan mucho porque me siento acompañada. El cariño que recibí del pueblo ha sido tremendo. Me cuesta salir a la calle pero las veces que salgo, la gente me abraza y llora. El dolor es muy fuerte y juntos debemos buscar que se haga justicia y que el recuerdo de los nenes esté vivo para siempre.

¿Cómo era su relación con Gonzalo?

Yo crié un hijo sano. En mi casa había besos y abrazos. Mis otros hijos ya son grandes y no viven conmigo. Así que Gonzalo, con 14 años, era mi chiquito mimado. Con él teníamos mucho diálogo y conversábamos sobre todo: los peligros, las cosas buenas y las malas. Me hace muy bien recordarlo por cómo era él. Solía ir a la plaza Alsina y a la pista de skate, donde hacían rap. Tenía muchos amigos, con quienes hacían juntadas en la costanera o venían a tomar mates a casa. Después hacía futbol. Hacía las mismas actividades que la mayoría de los chicos de su edad en un pueblo tranquilo como es éste. Bah, que lo era.

¿Usted cómo está?

Pasándolo. Mi día a día es estar en mi casa. El momento en que estoy sola es muy duro. Estoy asistida por una psicóloga del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) porque me di cuenta que no puedo sola. Ya pasaron dos meses y este suceso me cambió la vida. En el resto de la familia también están todos muy tristes. Gonzalo tenía cinco hermanos, dos por mi parte. Mi esposo Omar está internado en La Plata, está en rehabilitación hace un año por un ACV isquémico y todo esto es muy duro para él.

¿Y le quedan fuerzas para seguir atendiendo a la prensa?

Yo voy a seguir dando notas para que el tema siga presente y no quede en el olvido. Quiero que este hecho se recuerde para siempre. Tengo que tener la fuerza y la valentía para seguir hablando porque necesito justicia para que mi hijo descanse en paz. Esta madre no va a bajar los brazos, vos quedate tranquilo.

«El aborto es un problema de salud pública y el Estado tiene que atenderlo»

«El aborto es un problema de salud pública y el Estado tiene que atenderlo»

«El 90% del barrio vive bajo de la línea de pobreza. Macri se sacó cero, reprobado, fue un desastre», dice Olveira.

Francisco Paco Olveira es un sacerdote perteneciente al “Grupo de Curas en la Opción por los Pobres” y frecuentemente tiene apariciones públicas en favor de los reclamos por los sectores más marginados de la sociedad. También en más de una ocasión ha manifestado duras críticas hacia las políticas de Mauricio Macri.  Se destacó por su labor en la parroquia de la Isla Maciel, en la que se desempeño durante 13 años, pero luego debido a una serie de diferencias con el obispo de la diócesis de Avellaneda-Lanús, Rubén Frassia, fue traslado a la diócesis de Merlo-Moreno. Desde entonces se desempeña en la parroquia del barrio Eva Perón, ubicado en Libertad.

La agenda del padre Paco está cargada. También se ocupa, por ejemplo, de atender al arquitecto que dirige una obra de perforación para dar agua corriente al barrio. Pero se toma  el tiempo para recibir a ANCCOM en el patio de la pequeña parroquia (ubicada exactamente a una cuadra de su hogar) y habla sobre la actualidad política económica, el celibato obligatorio y la interrupción voluntaria del embarazo, entre otros temas.

¿Qué es el Grupo de Curas en la Opción por los Pobres?

De alguna manera somos herederos del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo (MSTM), que tuvo corta vida pero mucha presencia en la iglesia de Argentina. Funcionó más o menos del año 68 al 74, uniéndose a los movimientos de liberación de América latina. Era la época de la revolución cubana, la época del hombre nuevo. Ese movimiento se termina poco antes de la dictadura por división interna y también por el estado del país y en el 86 se retoma bajo el nombre de Curas en la Opción por los Pobres, con algunos curas que eran parte del  MSTM y otros nuevos.

¿Cómo es el estado socioeconómico del barrio?

A ojo, el 90% de las personas que viven en este barrio están bajo la línea de pobreza y más del 45% está bajo la línea de indigencia, que 300 personas retiren la vianda cada día habla a las claras, ¿no? La situación de nuestros barrios, no solo acá, es catastrófica.

¿Qué balance hace sobre la gestión de Mauricio Macri?

Cero, reprobado, un desastre. No hay un número que de bien en nuestra patria. No le salió mal, vinieron a hacer esto, lo único es que ellos querían hacer un cambio cultural en nuestra patria donde el individualismo, la meritocracia que ellos traen,  cavara más profundo y pudieran seguir este camino. Macri y Piñera son lo mismo, son multimillonarios, donde la distribución del ingreso, la justicia social,  no entran en sus cabezas. Para ellos el trabajador es un gasto, por lo tanto mientras menos gastos tengan, ellos van a poder tener más dinero. Vienen con el verso de que así van a llegar más inversiones y que el problema es que hay muchos impuestos, pero la realidad es la que te digo, con esos números de pobreza e indigencia.

«Me siento totalmente identificado con la pelea que el feminismo está llevando adelante», subraya Olveira.

¿Qué opinión tiene del auge de los distintos feminismos en la actualidad?

Que nos enseña muchísimo a los hombres, a esta sociedad patriarcal, nos muestra que somos re “machirulos”, que realmente la onda verde está dando una batalla  impresionante y que me siento totalmente identificado con la pelea que están llevando adelante.

¿Qué opina de la interrupción voluntaria del embarazo?

Opino que más allá de mi ética, de mi creencia, de mi moral, o la de cualquiera, hay un problema,  como dijo el otro día Alberto Fernández; no hay que ser más hipócritas,  las ricas pueden hacerlo en condiciones seguras, las pobres se mueren y es por lo tanto un problema de salud pública que el Estado tiene que atender. Después cada uno seguirá sus criterios, su moral su ética, pero el Estado tiene que atender un problema que es un problema real que existe.

¿Cuál es el rol de la mujer en la Iglesia?

Un rol absolutamente secundario y que debería cambiar, la Iglesia es también absolutamente patriarcal, de hecho toda la dirección de la Iglesia somos varones, desde el Papa hasta abajo, las monjas ni siquiera pueden celebrar la eucaristía y son consagradas. En el tema de género está muy atrasada, si bien hoy Francisco a nivel social es un referente claro de que otro mundo es necesario y posible, y que este sistema no se aguanta más.

¿Qué mirada tiene sobre el pontificado del Papa Francisco?

Siempre fue una persona sencilla, pero fue una sorpresa su posicionamiento tan claro, desde cuestiones simbólicas a cuestiones de discursos; con quién se junta, desde reunirse con Evo Morales y con Pepe Mujica hasta con las organizaciones sociales. Sus discursos claramente llamando a que no nos dediquemos a administrar miseria, sino a transformar esta realidad, que este sistema no se aguanta más, que hay una primera violencia, que es la violencia de los poderosos, de que por más armas que tengamos no vamos a solucionar este mundo mientras sigamos por este camino. Está haciendo lo que puede dentro de la Iglesia. Digamos que en algunas cosas se está avanzando.

«El discurso de Francisco no nos llama a administrar miseria, sino a transformar esta realidad», asegura Olveira.

Durante la campaña electoral se vio que la imagen del candidato Juan José Gómez Centurión apuntó desde las PASO a captar el voto religioso manifestándose en contra del aborto, estando a “favor de la vida” ¿Qué opina de sus propuestas?

A ver, primero a favor de la vida estoy yo, a favor de la vida está cualquier persona, eso que dicen nosotros somos pro vida ¿Y el otro que es, pro muerte? No,  el otro no es pro muerte, el otro piensa que tiene que haber una solución distinta para una problemática. A mí me parece que son liberales, conservadores, son la extrema derecha, dicen que defienden la vida, pero quieren meter presos a los pibes con 14 años. Nunca se van a preguntar por esa violencia primera que ejerce el poder, que ejerce las fuerzas de seguridad. Representa un sector que existe en nuestra sociedad que es reaccionario, elitista, racista,  que no cree en la igualdad de derechos de la mujer. Quiere captar,  si vos querés, el voto religioso, pero el voto religioso no es el que vota por el aborto, hay mucha gente creyente, religiosa, evangélicos, católicos que van a votar a Fernández-Fernández y que piensa que es una postura muchísimo más humana que la postura de este facho.

Sobre los abusos cometidos por sacerdotes y curas,  ¿qué tipo de trato tiene la Iglesia con las víctimas? ¿Cómo se comporta con ellas?

Durante muchísimo tiempo se ocultó eso. Hubo,  como suele existir en casi todas las instituciones,  una cuestión corporativa de defensa y ocultamiento. Eso es gravísimo, estamos hablando de un delito agravado por el hecho de la confianza que la persona tiene hacia un “representante de Dios”. Eso trajo todas las consecuencias que ha traído, por eso renunció Benedicto XVI. Si bien yo ideológicamente no concuerdo con Benedicto XVI, el tipo empezó a tomar el toro por las astas y dijo: “Yo no puedo con esto, hace falta que venga alguien que pueda con todo esto”. Dicho esto,  Francisco está claramente involucrado, se están cambiando todas las normativas dentro de la Iglesia, hoy es muy claro que no solo nadie puede ocultarlo, sino que también va preso. La primera medida es la denuncia, tanto en el fuero Civil como en el Eclesiástico.

¿Qué piensa del celibato obligatorio?

Pienso que es una pelotudez. ¡Jajaja….! Claramente el celibato debería ser optativo, en todas las religiones hay consagrados, y en la religión católica esos son los religiosos y las religiosas, que hacen voto de pobreza, castidad y obediencia. El sacerdote no hace ningún voto ni de pobreza (que eso no debería ser un voto, debería formar parte por el mensaje de Jesús), ni de castidad y sí hoy hace una promesa de celibato. Pero hasta la Edad Media los curas se casaban. En parte tuvo que ver con una cuestión económica, de que si el cura no se casaba ni tenía hijos sus bienes iban a pasar al obispo,  que era el terrateniente de la época, era el señor feudal, y en parte también con una visión negativa, de la cuestión digamos de la sexualidad ¿No? Esa visión platónica que no es ninguna visión evangélica de que el alma es lo bueno y el cuerpo lo malo, la materia es lo malo, el mundo de las ideas es lo bueno, eso se metió de lleno en la Iglesia. Entonces todo lo que tiene que ver con la carne, con la sexualidad, con el placer, con todo eso se vio como algo negativo, cuando realmente no lo es.

«El celibato debería ser optativo», opina Olveira.

¿Qué tipo de conflicto tuvo con el obispo de Avellaneda-Lanús, que genero que abandonara dicha diócesis?

Quizás la gota que rebalsó el vaso fue el tema del aborto, ya venía medio tirante la cosa por haber hecho huelga de hambre por Milagro Sala, por algunas declaraciones, por haber formado parte de los Curas de Opción por los Pobres. El obispo en realidad lo que me dijo es “volvete a tu diócesis, gracias por los servicios prestados”. Se me prohibió celebrar públicamente en Avellaneda-Lanús, después de que los Curas de Opción por los Pobres le dijéramos a (Gabriela) Michetti que era mejor que no hubiera venido a la beatificación de (Enrique) Angelelli. Pero en realidad fue porque el cura que vino después hizo un desastre en toda la pastoral que habíamos armado, la gente lo terminó echando y así directamente me hizo responsable a mí de eso.

¿Extraña estar en la diócesis de Avellaneda-Lanús?

Yo sigo yendo todas las semanas. Uno se encariña lógicamente del lugar donde está y después de 13 años era mi lugar en el mundo, pero también estoy feliz hoy acá, mientras yo pueda estar en las villas, en los barrios trabajando con la gente soy feliz.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

«Vamos de una Casa Rosada que mira al FMI hacia otra que mira a la Plaza de Mayo»

«Vamos de una Casa Rosada que mira al FMI hacia otra que mira a la Plaza de Mayo»

«La movilización y el debate político son una necesidad para el desarrollo de nuestros derechos», advierte Ofelia.

Mayo fue quizás el mes clave de las contiendas electorales de 2019. Entre la lista de novedades y armados hubo uno que fue particularmente celebrado en las redes sociales: con 19 años, Ofelia Fernandez competiría en la lista del Frente de Todos por un lugar en la Legislatura porteña. ANCCOM fue hasta la sede céntrica del Frente Patria Grande para entrevistar a la candidata que, según todos los pronósticos, se convertirá en la legisladora más joven en la historia de América Latina.

El ritmo de campaña es incesante y a nivel mediático se expresa claramente en la visibilidad de Ofelia. Medios internacionales se vienen haciendo eco de la posibilidad histórica que implica su candidatura, la más notoria entre los posibles legisladores de la coalición en CABA.  El local partidario, ubicado en pleno microcentro porteño, parece funcionar como una estación, en la cual detenerse solo lo necesario para retomar la nutrida agenda: banderas sobre algunos costados, sillas apiladas listas para ser usada en alguna presentación, un cuarto que refleja el trabajo militante de base, y anotaciones con números que diagraman la parte operativa.

A tono con el ritmo incesante del microcentro, habitado por correntadas de personas que trazan un ir y venir permanente, llega a paso apurado la ex presidenta de uno de los Centros de Estudiantes secundarios más afamados del país (Carlos Pellegrini). Ofrece sus disculpas por la demora y se sienta a dialogar.

¿Qué balance de campaña haces y cómo llega el Frente de Todos?

En lo más personal, es una experiencia nueva, sin dudas, de mucho compromiso y disponibilidad. Pero yo siempre tuve esa filosofía con la militancia de que hay que poner el cuerpo, convencer. Me permitió humanizar a personas que para mí eran una imagen, que aparecían en la tele y ver como esa construcción es profundamente humana. Hay decisiones, una convicción y compromiso muy fuerte sobre todo en este momento que la elección carga una épica. En lo colectivo, a nivel nacional no hay que sacarle valor a lo que se logró. Porque no es que Macri perdió tanto porcentaje de apoyo, no hay que reducir nuestros logros a un mal gobierno de ellos sino también a nuestra capacidad de generar resistencias en estos cuatro años y dejar mezquindades para armar un gran frente opositor. Y en la Ciudad se pudo romper un techo histórico, en la línea de no jugar a la rosca sino a tratar de ganar. Hay condiciones para llegar al ballotage y si seguimos teniendo la posición que venimos mostrando, de demostrar que es posible una ciudad que sea linda pero también justa, vamos bien.

¿Cuáles serían las primeras medidas que debería tomar el Frente de Todos, en caso de imponerse en la Ciudad?

Hoy hay siete mil personas en situación de calle, cosa que no debería poder ser eludible por el gobierno de la Ciudad. No es un problema menor. Hay algo a rever ahí. No solamente tener una política de construcción de paradores, que además no existe. Hay dos paradores de varones, uno de mujeres que te verduguean, te maltratan, hay malas condiciones. Hay que tener una política de construcción de vivienda social. No es solamente regalar vivienda sino acompañar en un proceso de reinserción laboral, educativo. Igual que en la problemática del consumo, no pasa por decir “déjate de drogar”. El Estado tiene que estar ahí para que se dejen de drogar porque están matando a los pibes, pero también para que accedan a la educación, al trabajo. Para generar una reinserción real.  El tema educativo también me parece importante.

¿Esas serían las prioridades?

Hay miles de cosas. Para mí la Ciudad tiene muchísimos problemas. Se empezará por todo a la vez y en consonancia con el Estado que nos dejen en la Capital y en el país. Hay problemáticas que atañen a los dos lugares y en la Ciudad la gente tiene que poder comer, trabajar. Estamos también con un proyecto de casas de juventudes.

¿Como imaginas la agenda de la juventud en la gestión?

Alberto dice algo que a mí siempre me conmueve, después de cómo se trató a la juventud en el último tiempo y la política represiva permanente. Ante nuestras expectativas dice “tienen que estar movilizados, expresándolo, no quiero una juventud que esté anestesiada y domesticada”. Yo siempre aclaro, si alguien me corre por izquierda, que no necesito su permiso (risas) pero igual es muy esperanzador para mí que un posible presidente entienda a la movilización y el debate político como una necesidad para el desarrollo de nuestro pueblo y nuestros derechos. Y creo que, sin duda, tenemos que estar a la altura de ese pedido. Y es importante porque no es una agenda tan propia de la política tradicional la que trae la juventud, no es la política que se viene hablando en las campañas. Tiene que ver, por un lado, con el feminismo que tiene mucha historia, pero también una dosis de novedad, al menos en el carácter de esa agenda y la masividad. La agenda ambiental que también es una novedad para la política, el modelo productivo en argentina es destructivo, es extractivista, es de megaminería. Después de una crisis económica como esta, ¿de dónde saldrán los dólares? Pienso en el campo, Vaca muerta, pero hay que poder pensar que sustentabilidad tiene ese proceso. Hay que entender la importancia de esa inyección después de cinco millones de nuevos pobres, pero no hay que perder el largo plazo. Hay que anular la incineración de basura que se votó, que está prohibida en muchas partes del mundo (se refiere a la ley 5966 aprobada por la Legislatura porteña en 2018). No hay que ser importadores de basura y es necesario entender a la justicia ambiental como una cuestión de justicia social. Se expresan desigualdades en las que unos generan ganancias y, en esa ambición, ignoran la destrucción de los recursos naturales y otros la sufren.

Antes mencionaste a la educación…

Sí: la educación pública, su defensa y reformulación. Si podemos dejar de discutir que se nos caen los techos en la cabeza, que hay ratas, que no hay viandas, podremos discutir qué educación queremos, que no es esta porque es vetusta sin dudas. La educación es un derecho real, no un privilegio de algunos.

«La Ley de Educación Sexual Integral es una prioridad clara», subraya Ofelia.

¿Y cuál es la agenda del feminismo?

La Ley de Educación Sexual Integral es una prioridad clara que nos hace pensar otras sociedades, otros vínculos, otras percepciones, que sean diversas, consentidas. El aborto tiene que ser legal, seguro y gratuito. El Protocolo de Interrupción Legal del Embarazo (ILE) debería estar cumpliéndose hace un tiempo: eso el primer día tiene que estar garantizado. Tiene que haber promotoras territoriales contra la violencia de género, más presupuesto para la atención de casos de violencia. La violencia económica termina siendo el mayor de nuestros problemas. La agenda feminista es muy amplia e implica una óptica para ver la política. No tenemos las feministas que reducirnos a una agenda porque el poder real es ese, el que no están queriendo ceder, el tema esta en que podamos discutir todo lo demás porque impregnarle de una perspectiva feminista a la economía es importante ya que la crisis nos golpeó a todes pero principalmente a las mujeres. La pobreza esta feminizada y la riqueza completamente masculinizada. De hecho, las 26 personas mas ricas del mundo son todas varones.

¿Cuál será el rol del Frente Patria Grande dentro de un eventual gobierno del Frente de Todos? ¿Cómo imaginas esa convivencia de diferentes espacios en la coalición en caso de llegar al gobierno?

Tenemos un recorrido diferente, muy específico. Nosotros nos propusimos generar representaciones políticas. Las bancas que conquistamos expresan a un sector que no está representado en la política: en mi caso la juventud. Tuvimos la intencionalidad de que no entren personas particulares que no hacen la diferencia, no por subestimar a nadie sino para aportar y sumar voces desde otro lugar, con otras lógicas. En el caso de Natalia Saracho de las excluidas: ella es cartonera, promotora de salud en su barrio, Villa Fiorito. Fede Fagioli que es de Glew y armaron un barrio de cero, que trae la experiencia y las demandas de los movimientos sociales (ambos son candidatos a diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires). A nosotros nos interesó hacer esa apuesta. Nuestra prioridad es el programa para esos sectores, que el próximo gobierno tenga un programa de tierra techo y trabajo, una perspectiva feminista, juvenil, educativa, de salud pública. Muchos ejes para los cuales nuestros ámbitos de pelea no suelen ser los institucionales y no vamos a abandonar nuestros espacios de organización.

¿No corren riesgo de institucionalizarse?

La apuesta electoral que hacemos es parte de un proceso superador, tanto en el feminismo como en los movimientos sociales que seguirán peleando en las calles por todos los derechos que siguen faltando ahí.  En muchos casos son estructurales y de larga data y es prioritario resolverlo. Y vamos a estar peleando por esos programas desde adentro, en esas Cámaras, desde afuera con nuestras organizaciones y también con la confianza de que vamos a una etapa que va a ser receptiva. Lo sintetizo así: vamos a una etapa de una Casa Rosada que mira a las oficinas del Fondo (Monetario Internacional) hacia una que mire a la Plaza de Mayo. Desde un lugar de acompañamiento sin perder esas herramientas que son la política más transformadora. Hay una recepción en el gobierno que se viene, de todas estas demandas, de una sensibilidad, esa es la diferencia. Hay un modelo meritócrata que se está contraponiendo con uno de oportunidades. Se pueden venir grandes cosas. Nuestro aporte va a ser en ese marco, darle voz a los reclamos que se gestan en nuestros espacios, que no suelen ser esa realpolitik pero que sin embargo tienen fuerza y demandas más que urgentes.

Una de las características que más se te reconoce en redes sociales es tu locuacidad y capacidad argumentativa, si tuvieras que describir de modo general, ¿cuáles serían las lecturas o autores que más te identifican? 

Y hay distintas. No soy la persona más leída del planeta. Leo igual. En materia feminista está Rita Segato que para mí es la más importante o la que más discusiones habilitó en mi cabeza. Silvia Federici tiene muchos libros que están buenos. Acá hay muchos interesantes de economía feminista. El otro día me regalaron “Una lectura feminista de la deuda” de Luci Caballero y Veronica Gago que me gusto. Hay muchas cosas, pero a mí me pasa con los libros que a veces me falta la sistematización. Una compañera el otro día decía algo de que las feministas van más al grano, no juegan tanto al pedantismo, no dan tanta vuelta. En un momento leía mucha filosofía que no se si tiene tanto vuelo en lo que hago hoy o si esa influencia es más inconsciente. Spinoza me interesó mucho, Hobbes también. Y más reciente, Vida de perro de Horacio Verbitsky, Diego Sztulwark  y La larga marcha de Cambiemos, de Vommaro.

Evo y Hebe

Evo y Hebe

«Evo está en nuestro país para que Bolivia pueda tener las elecciones que se merece», subrayó Bonafini.

Los colores de decenas de wiphalas adornaron la Plaza de Mayo. Al grito de “Evo amigo, el pueblo está contigo” y “Evo no está solo, carajo”, el presidente depuesto de Bolivia acompañó a las Madres en su tradicional ronda, la número 2176. Su participación fue acompañada por simpatizantes y numerosos miembros de la comunidad boliviana en Argentina.

Un grupo de mujeres, líderes de la vigilia que se lleva a cabo desde el 13 de noviembre frente a la Embajada de Bolivia en Buenos Aires, cantaron y bailaron al ritmo de las palmas de todos los asistentes. “Estamos felices de poder apoyar a nuestro presidente y lo que pedimos aquí es la renuncia inmediata de Jeanine Añez que se autoproclamó presidenta”, afirmó Constantina, quien prefirió reservar su apellido por razones de seguridad, en diálogo con ANCCOM.

Otra manifestante, quien tampoco dio su nombre, agregó que el llamado a la vigilia es “para todos los compatriotas residentes”. También aseguró que el reto es proteger los recursos naturales: “Tenemos que defender a nuestro país porque los yankis van por el litio”.

«Evo, amigo, el pueblo está contigo», le cantaban al líder boliviano.

Morales tuvo su turno para hablar a los asistentes y agradeció al pueblo argentino por unirse a la lucha por una Latinoamérica libre. Añadió que las Madres de Plaza de Mayo son un ejemplo en la defensa de la democracia y lucha por la libertad.

Cuando inició la ronda, para Morales fue imposible unirse debido a la gran cantidad de gente. Al terminar, las Madres condenaron el golpe de estado en Bolivia. “Nuestros hijos dieron la vida, con todo el amor, por la gran patria latinoamericana. Por ellos continuamos nuestra lucha”, dijo Hebe de Bonafini, presidenta de la organización. Agregó que la plaza es un lugar de lucha y hasta retó a algunas personas: mencionó que el objetivo de la jornada no consistía en sacarse una foto con el Presidente.

“Evo está en este país para luchar y pelear, para que Bolivia pueda tener las elecciones que se merece”, subrayó y advirtió que el golpe de estado que le hicieron al pueblo boliviano también se lo hicieron a Ecuador y Venezuela.

Morales se despidió después de hablarle a la Plaza y varios de sus seguidores se quedaron marchando hacia el frente de la Casa Rosada. Queda pendiente el resultado de la reunión que tendrán los dirigentes del Movimiento al Socialismo (MAS) el próximo domingo 29 de diciembre, que tiene el objetivo de elegir a los candidatos para las próximas elecciones en Bolivia.

«El macrismo quiso cincelar el alma de los argentinos»

«El macrismo quiso cincelar el alma de los argentinos»

Feldman define el gobierno de Macri como una «cinicracia».

Luego de tres años del gobierno en funcionamiento de Mauricio Macri y sin resistencias que pusieran en jaque el abanico de medidas económicas, políticas y sociales regresivas llevadas adelante por el equipo del mandatario surgió el libro La conquista del sentido común. Cómo planificó el macrismo el “cambio cultural”, publicado por Ediciones Continente. En él, su autor, Saúl Feldman, sociólogo de la Universidad de Buenos Aires con Posgrado en Comunicaciones Sociales en Hebrew University of Jerusalem se pregunta por qué el mandato del actual Presidente de la Nación se desenvolvió sin grandes obstáculos, al tiempo que causó una cadena de perjuicios para la sociedad argentina. En diálogo con ANCCOM, en el contexto pos-PASO y con Macri de gira preelectoral por distintas ciudades, Feldman hizo un recorrido por los conceptos clave que permiten dilucidar una respuesta a tal pregunta, logrando deconstruir los mecanismos comunicacionales implementados por Cambiemos desde sus inicios.

¿Qué te llevó a escribir el libro?

La pregunta central que yo me hice es por qué en medio de un descalabro económico-social no se producía un estallido como se pensaba que iba a suceder, especialmente teniendo en cuenta a la experiencia social argentina. Este es un libro político-comunicacional, por lo tanto, me remito a buscar una respuesta en este terreno. Lo que trato de explicar es el trabajo sobre el sentido común de parte del pueblo argentino que permitió que en el 2015 ganara las elecciones Mauricio Macri. Hay varios contextos para esto: en el libro analizo cuál es el marco de expectativas que podría explicar la no-explosión del pueblo argentino. En este sentido tomo una frase de Frederic Jameson, a veces alabada y a veces criticada: “[Es] más fácil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo.” El tema de que el capitalismo se vea hoy como un sistema que, a pesar de funcionar desastrosamente, dominado por el capital financiero, no tiene un final hace que la gente tenga un determinado horizonte de expectativas dentro de su propia conducta. Eso podría estar explicando las no-explosiones. Lo que yo creo que está pasando en los demás países y dentro de Argentina es que se ha creado la idea de que no hay alternativa para el capitalismo y que lo que aparece como hegemónico dentro de lo ideológico es el neoliberalismo. Cuando vos vas a explotar lo hacés porque considerás que es posible otra situación.

Como decís en tu libro, en el neoliberalismo actual es fundamental el trabajo sobre el sentido común…

Efectivamente. A partir de este contexto de no-explosión me propongo analizar el sentido común y por qué este se convierte hoy en el campo de batalla cultural. El sentido común es una serie de ideas, de creencias, que no están armadas dentro de un sistema sino que están disgregadas, aparecen autónomamente y de forma caótica. Son ideas simples, comunes a una comunidad, tienen facilidad para traspasar fronteras de clase social, de cultura, de edad y la capacidad de constituir parte de nuestra vida cotidiana. Entonces tienen una enorme potencial porque estas creencias están articuladas a emociones humanas como el odio, el amor, el deseo de poder, el miedo, la envidia. Esto las hace potencialmente peligrosas en su manejo. El macrismo logró desarrollar un sentido común muy articulado en lo que llamo en el libro una cosmovisión. No una ideología, sino una idea de mundo.

Para la instalación de este nuevo sistema común hablás de un necesario trabajo sobre el alma de los argentinos ¿a qué te referís?

Lo primero que hace el macrismo es que en forma explícita no se propone un proyecto económico social. Lo que ellos dijeron es que vienen a cambiar el alma de los argentinos, es decir, que los argentinos tienen una manera de pensar y de sentir nefasta para el desarrollo del país que se quiere desde el gobierno. Entonces, para un país “en serio” lo que buscaron cambiar es el alma de los argentinos. En este sentido planteo que lo que trabajó el macrismo fue el cincelamiento del alma -que viene del arte: tallar el alma- para realizar un cambio cultural y plantar así un nueva cosmovisión afín a los intereses del neoliberalismo.

«En el neoliberalismo actual la industria cultural pesa enormemente», advierte Feldman.

Otro concepto clave que planteás para entender el funcionamiento del gobierno de Cambiemos es el de cinicracia ¿qué significa?

Antes de definir cinicracia vamos a una breve diferenciación entre cinismo y mentira. Cuando vos mentís lo que intentás es obtener una ventaja, obviamente ocultando que estás haciendo eso. Entonces se produce un hecho llamativo y paradójico: en esa acción de mentir estás respetando una ley. Un ejemplo concreto: dicen que el macrismo se parece al menemismo pero esto es incorrecto. Menem tiene que ver con la mentira y Macri, con el cinismo. Esto es diferente por las consecuencias que traen con respecto al otro. Menem dijo “Si yo hubiera dicho lo que pensaba hacer, no me votaba nadie.” En este acto está reconociendo que mintió para obtener una ventaja que son los votos. Además está reconociendo que mentir no está bien y, por lo tanto, que existe una ley que él había violado. Lo de Macri es absolutamente distinto. Él dijo: “Si yo hubiera dicho todo lo que iba a hacer, votaban por encerrarme en el manicomio.” Si vos le decís “usted prometió pobreza cero”, no va a contestar que te mintió. Posiblemente, lo que va a decir es que la pobreza cero es un ideal que tenemos que alcanzar y que va a llevar unos años lograrlo. Así, está diciéndote en la cara que te está mintiendo. En el diccionario, “cinismo” significa, en línea con lo anterior, mentir descaradamente. Esta diferencia es enorme: en un caso se reconoce la ley y en el otro se dice que la ley no importa. El cinismo se basa, entonces, en hacer un uso desvergonzado del poder frente al otro: yo te miento, te muestro que te miento y no me importa. El desprecio por el otro se puso de manifiesto en distintas ocasiones antes, durante y después de las PASO. Se dijo que eran modalidades distintas, que iba y venía. No es así. Hay una estructura profunda que tiene que ver con el cinismo y el desprecio del otro que actúa en forma constante.

¿Esta forma de gobierno tuvo antecedentes?

No. Si hay una diferencia entre el neoliberalismo que desarrolla Macri y el de los 90 o del 76 del régimen militar es que por más que tuvieron una dimensión cultural y comunicacional, estas fueron un aspecto subordinado. En el neoliberalismo actual en el mundo -lo que se llama hoy capitalismo cultural- la industria cultural pesa enormemente, no solamente dentro de la economía sino además domina su sistema de funcionamiento y lo regula. Lo que tiene de nuevo el neoliberalismo a nivel global es que lo cultural constituye un elemento que define su esencia. Esto es nuevo y el macrismo es la expresión de ese neoliberalismo en Argentina. Por eso, cuando nosotros en la vida cotidiana acostumbramos a decir “esto yo ya lo viví” y hacemos referencia al neoliberalismo de Menem o al de 76 en realidad existe un error porque da a entender que el régimen neoliberal tiene que ver fundamentalmente con lo económico y en realidad en la actualidad funciona bajo reglas diferentes. Esto, sumado a que el neoliberalismo tiene una apoyatura fundamental en el sentido común hace que aquel que se plantee la superación de este sistema también tenga que tomar en cuenta este aspecto, es decir, el sentido común como campo de batalla.

¿Qué elementos tiene que tener en cuenta una resistencia que se posicione contra el neoliberalismo actual?

Hoy, la reflexión a la que se llegó es que que no se puede dejar el trabajo del sentido común al enemigo: se tiene que pensar. ¿Cómo se hace para no volver, para no repetir siempre la misma historia? Bueno, tenemos que pensar un sentido común de forma colectiva lo suficientemente articulado, fuerte emocionalmente, que no sea manipulable tan fácilmente con mentiras y actitudes cínicas. Entonces existe la obligación de pensarlo; nunca antes se habían propuesto eso. De esta manera se vuelve necesario considerar que la política necesita de la antropología, de las comunicaciones. Ese momento de reflexión sobre el sentido común tiene que ser una parte constitutiva de cualquier medida política social y económica que se tome porque de cualquier manera eso se comunica y de esta manera pasa a formar parte de aquel.