Los sonidos del arte

Los sonidos del arte

Eva Shin, artista que participa en el disco  Otras formas Volumen 2.

“Un sello exclusivo para artistas visuales que hacen música”. Así comienza la presentación de la página web Otras formas, que intenta visibilizar la producción musical creada por artistas plásticos con trayectoria.  El primer disco fue lanzado en el año 2016, cuando Florencia Hana Ciliberti decidió visibilizar la música que ya habían producido numerosos artistas visuales. Comenzó  con un simple compilado de canciones, que representaban tanto a artistas contemporáneos como, al mismo tiempo,  trazaban un puente histórico con los pioneros, como Jorge de La Vega o Federico Peralta Ramos, quienes combinaron los lenguajes de la música con el de la plástica.

Fátima Pecci Carou, participante de Otras formas Volumen 2  afirma: “Soy pintora y también siempre me dediqué a la música desde un lugar más amateur; en paralelo de mi obra visual formé bandas. Y en un momento determinado tuve que elegir a qué dedicarme full time y ahí me aboqué más a la pintura,  pero la música siempre siguió estando presente”.

Otra de las artistas que participan en el disco, Eva Shin, afirma: “Otras formas Volumen 2 plantea una cuestión muy personal. Una, como artista, no separa una forma de expresión de la otra. De hecho, en la mayor parte del trabajo que estoy haciendo últimamente están asociados  los sonidos y lo visual”.

A través de mucha investigación, Ciliberti, que es música y artista plástica,  logró terminar el primer compilado, iniciando un camino para lanzar el segundo. “Fui investigando y de hecho terminé el volumen 1 y  en 2018 lancé el compilado 2 porque seguí encontrando más artistas. De pronto, los mismos artistas plásticos se animaron a mostrar sus proyectos. Muchos tenían grabaciones pero no todas estaban difundidas,  por ahí fueron presentaciones esporádicas o tenían que ver con sus inauguraciones”, señala la impulsora del proyecto, conocida -entre otras cosas- por la canción “Parque de diversiones”.

Pecci Carou afirma que los artistas cruzan esas fronteras constantemente. “Por ejemplo, cuando hace una pintura pero al mismo tiempo tararea una canción. Creo que hay un conjunto de artistas que está explorando todo el tiempo estas fronteras, estos bordes del lenguaje”.

El disco, además, exhibe una selección del  catálogo de la obra de cada artista , mostrando diferentes imágenes de sus trabajos. “Me parecía interesante este universo que se creaba entre la imagen y lo sonoro. Me importaba poner de manifiesto que un artista puede hacer todas aquellas cosas que, con compromiso, quiera hacer”, expresa Ciliberti. En esa línea,  Shin comenta que es muy actual esa mirada, ya que es muy habitual que artistas trabajen en distintas plataformas y que una alimente a otra.

“La particularidad que tiene Otras formas es que no es un sello discográfico de una empresa sino que es un sello discográfico-obra porque, yo soy artista y para mí esto fue como un proyecto también artístico”, afirma Ciliberti. Entre los integrantes de Otras Formas Volumen 2 se encuentra Roberto Jacoby, sociólogo, artista conceptual y autor de muchos de los hits del grupo de Rock Virus, y el arte de tapa estuvo a cargo de Alejandro Ros.

En la actualidad, ya habiendo hecho shows en el MAMBA, en el Museo Nacional de Bellas Artes y en la galería Ruth Benzacar, entre otros espacios, los artistas planean seguir con sus producciones y continuar con la exploración de  los distintos lenguajes. Como próximo paso, analizan incluir performances en las nuevas presentaciones del disco, otra manifestación característica de ese territorio híbrido que es el arte.

Conurbano y bambalinas

Conurbano y bambalinas

En su décimo primera edición, vuelve el Festival Internacional de Teatro Pirologías, que incluye producciones teatrales internacionales que se exhiben -hasta el sábado 27 y con entrada gratuita- en localidades tan diferentes como San Martín, Villa Ballester y José León Suárez, entre otras. Además, se presentará un adelanto de lo que el año próximo será el Primer Festival Internacional de Teatro de Títeres. La movida es presentada por la Municipalidad de San Martín, cuenta con el apoyo del Instituto Nacional del Teatro y reivindica el acercamiento de estas expresiones artísticas al Conurbano.

Pirologías nació en el año 2007, tomando fuerza desde el interior de la Compañía Nacional de Fósforos, asociación teatral surgida hace 15 años y gestionada por Juan Manuel Caputo, Cristian Palacios y Paula Brusca. “Cuando lo pensamos en el 2007, el objetivo principal del festival fue hacer algo en la zona donde vivíamos. Ese fue el primer objetivo. Nosotros nunca tuvimos sala propia y esa era nuestra manera de hacer algo en el barrio. Y por otro lado, la idea era recibir a gente que nos había recibido en el exterior. Por eso, después de ese primer objetivo, que era más casero, la movida se fue transformando, porque a medida que pasaban los años el festival se hacía más grande, más ambicioso”, comenta Palacios, integrante de la Compañía Nacional de Fósforos.

“Desde que hacemos teatro, nunca nos quedamos sentados, esperando. Cuando conocí a Cristian y a Paula, yo iba con la tercera edición del festival y ahí entendí que no alcanza con hacer las cosas, también hay que tratar de moverlas. Es abrir otras puertas, mover otras energías. Inevitablemente una cosa lleva a la otra y la cosa se repite y se potencia”, agrega Caputo, que se sumó a la Compañía desde la segunda edición del festival.

El evento ha albergado numerosas producciones de diversas partes del mundo. Este año, Venezuela, Brasil y Chile son los países invitados, mientras que la sección En Foco hará eje en las producciones teatrales del Gran Buenos Aires para visibilizar la inmensa actividad de esta parte del país. Al mismo tiempo, esta edición 2018 servirá de plataforma de despegue para el Primer Festival Internacional de Teatro de Títeres, que se realizará en 2019.

En ese sentido, la Compañía Omar Álvarez Títeres, iniciada de la mano de Claudio y Omar Álvarez en Buenos Aires en 1987, juega un rol clave. “Veníamos viajando mucho por todo el mundo, haciendo giras por Asia, Oceanía, Medio Oriente. Veíamos trabajos y soñábamos con traerlos a nuestro barrio”, comenta Omar. Él y su hermano, además, poseen su propia sala teatral ubicada en Villa Ballester, en el Partido de San Martín, que actualmente oficia como sede central del festival.

En cuanto al lanzamiento del Festival Internacional de Títeres, Omar afirma que es necesario para este momento crítico de la Argentina. “Y no justamente porque esté todo bien, porque es un momento muy crítico para pensar una movida internacional. Es un momento en el que las salas se cierran, los presupuestos se recortan y la actividad se resiente muchísimo. Pero justamente por eso es que entendemos que hay que hacerlo”, dice y añade: “Tiene que ver con una posición como gestores y como artistas en el lugar y en el tiempo en el que estamos. Porque entendemos que es parte de una resistencia cultural y de una actitud de encuentro con el otro. Mientras tengamos la puerta del teatro abierta, tenemos que ir por estas cosas”.

Además de la sección de Teatro Internacional y del foco en los grupos teatrales del Gran Buenos Aires, en Pirologías se desarrollan diversas secciones. “El festival cambia un poco cada edición, de acuerdo a lo que pida la curaduría. No tiene una línea estética, no hay un solo lenguaje, hay de todo: danza, títeres, música”, comenta Palacios. En esta línea, hay funciones de teatro para niños, espectáculos de danza y circo, recitales, mesas de discusión y seminarios para los artistas y la comunidad.

Además, este año, tomarán mucha fuerza no solo la sección de Teatro de Títeres sino también un ciclo especial de obras dedicadas al vínculo entre teatro y ciencia. Y se realizará una retrospectiva de obras de la Compañía de Fósforos. Por último, se presentará el teatro bonzai, que consiste en un ciclo de obras breves de artistas y referentes de San Martín.

Caputo afirma que con el festival no solo se le da visibilidad a lugares a los que no se puede acceder habitualmente, sino que además se puede ir a hacer teatro mostrando creaciones de otros países o del propio. “Es muy difícil que aquí podamos ver cosas de Córdoba, La Rioja, y estamos en el mismo país y lo vemos muy poco… pero este festival también lo permite”.

Finalmente, Álvarez afirma: “En el encuentro nos pensamos, nos discutimos. Nos revisamos, nos reconfirmamos en esa identidad propia del conurbano. Y eso lo favorece esta instancia de encuentro”. Toda la programación del ciclo se encuentra en www.pirologias.com.ar.

 

 

 

 

Mirando el futuro de las migraciones en el cine

Mirando el futuro de las migraciones en el cine

CineMigrante nace en el año 2010, en un contexto donde la Ley Migratoria -aprobada en el año 2003 por el Congreso- se comienza a implementar, estableciendo el derecho a migrar como derecho humano. Con el objetivo de promover el diálogo intercultural y la integración de las diferentes culturas, el festival se propone reflejar las actuales problemáticas que conllevan los desplazamientos de las personas, y desnaturalizar los estereotipos propuestos por los medios hegemónicos de comunicación. “La idea es realizar un evento que trascienda lo cinematográfico. Queremos crear consciencia sobre esta problemática en el mundo, que cruza transversalmente a todas las naciones”, comenta Érica Denmon, encargada del Área de Prensa del evento, cuya novena edición se realiza hasta el próximo miércoles en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano.

El festival se desarrollará en numerosas sedes distribuidas en Avellaneda, Vicente López y el Centro porteño. El Centro Cultural General San Martín, el Espacio INCAA Cine Gaumont y Casa Brandon son algunas de las salas donde habrá proyecciones. Con entrada libre y gratuita, CineMigrante contará con más de 70 películas de 35 países del mundo. Sin embargo, no se conformará con la experiencia cinematográfica, sino que cruzará esa barrera al incluir diferentes actividades como performances, presentaciones de literatura y música.

Foto gentileza Cooperativa SUB

Cristina Voto, curadora de la Sección Central, comenta acerca de la motivación de realizar el festival en la Argentina, país en continua conformación identitaria: “Siendo una tierra indígena, poblada con posterioridad por una enorme migración europea que trajo consigo la migración forzada de África, permeada luego por flujos migratorios de países de Latinoamérica, nuestras prácticas se nutren y fusionan permanentemente, construyendo una identidad necesaria de ser elaborada colectivamente”.

Sin embargo, a pesar de haberse originado en Argentina, CineMigrante, fiel a su naturaleza, ha comenzado a transitar diferentes países, como España, Colombia o Italia, en donde se han organizado presentaciones para generar un espacio cultural que permita la profundización de la temática de la movilidad humana.

“El fenómeno migratorio tiene una especial centralidad en la actualidad, derivado justamente del restablecimiento de políticas económicas, sociales y culturales que refuerzan el poder derivado del sistema colonial. Son hoy los países colonialistas los que ven las consecuencias de su modo de ejercer el dominio en las puertas de sus fronteras. Y es así como CineMigrante entonces toma en cada país un modo particular de tratamiento del fenómeno”, explica Florencia Mazzadi, directora del Festival.

Foto gentileza Cooperativa SUB

Además de las secciones competitivas, el festival contará con dos secciones especiales: “Noches extrañas” y “Territorios en disputa”, tres muestras retrospectivas y la presentación de dos libros de la editorial Caja Negra: Más brillante que el sol, de Kodwo Eshun y Xenofeminismo: tecnologías de género y políticas de reproducción, de Helen Hester. Además, habrá secciones  de realidad virtual y mesas de debate. “Este año va a haber varias mesas que trabajen la temática migrante, la cuestión de género y la cuestión de disidencia sexual. También habrá instalaciones de realidad virtual con el tema principal y el eje de la muestra es el afro futurismo”, agrega Érica Denmon. En tanto, “Futuridades nómadas: temporalidades cinematográficas desde América, África y el mundo árabe”, funcionará como Sección Central y ese recorte será el eje temático de esta edición.

Mazzadi afirma que ante las amenazas causadas por el cambio climático, el agotamiento de los recursos y la crisis financiera, reflexionar acerca del futuro se convierte en una pulsión de vida. “Ante esa sensación de ‘lenta cancelación de futuro’ para muchos, CineMigrante se propone realizar un ejercicio experimental de descubrimiento e imaginación para repensar el presente mirando la presentación del futuro”, afirma.

Finalmente, Voto asegura: “Entendemos que estamos ante un momento bisagra y que debemos intervenir en nuestro futuro como espacio de acción y deseo. Y es por ello que nos animamos a armar la edición de este año con el objetivo de recuperar las visiones del futuro desde esta parte del sur del mundo”.

Foto gentileza Cooperativa SUB

Una obra incómoda para revivir la dictadura

Una obra incómoda para revivir la dictadura

María Centurión y Valentín Mederos de la Obra La Cuna Vacía (dir. Omar Pacheco) – Teatro La Otra Orilla.

La propuesta de la obra La Cuna Vacía comienza con un desafío a los sentidos y las emociones. De una manera poco ortodoxa y rupturista, la obra narra los sucesos ocurridos durante el golpe militar de 1976, proponiendo una manera diferente de recordarlos, de reconocer la fuerza de tantas mujeres y, por último, de nunca olvidar. Presentada por primera vez en el 2006, al cumplirse 30 años del Golpe, en el Centro Cultural de la Cooperación, y reestrenada en 2011, continúa con su gran capacidad de interpelación a los espectadores, todos los viernes a las 21 en el teatro La Otra Orilla, General Urquiza 124, CABA.

El director de la obra,  Omar Pacheco, la presenta tomando como eje la propuesta metodológica y técnica del “Teatro Inestable”; una propuesta definida como una filosofía de vida, que presenta un sistema de comunicación diferente, contrapuesto al establecido por el teatro tradicional. Pacheco –que hace más de 36 años que trabaja con este concepto- concibe este teatro para movilizar y modificar la actitud pasiva del espectador. “No hay otra posibilidad de construir un imaginario distinto sin un proyecto grupal, sin oponernos al sistema, sin romper con lo establecido y eso lleva largos años de formación y de búsqueda personal y colectiva”, afirma el director.

 El cuerpo es uno de los ejes de la obra. Poniendo más énfasis en él que en la palabra, la obra casi no tiene diálogos. Por el contrario, continuamente aparecen escenas donde la gestualidad lo es todo, desde rostros de horror hasta danzas que manifiestan el dolor de los personajes. La obra parte desde la noción de desaparecido y el cuerpo se convierte en una metáfora de las luchas, los miedos y las ausencias en los años dictatoriales.

“Este proyecto tiene que ver con la creación de un nuevo sistema de comunicación, el cual demanda poner el cuerpo en crisis, sacarlo de la comodidad de los movimientos y acciones de la vida cotidiana para activar otras zonas que expresen y transmitan, no que informen a través de la palabra”, expresa María Centurión, actriz de la obra.  

“Desde el primer momento, en la formación aprendemos que el cuerpo es el que habla. En general la palabra informa desde lo literal para que el espectador comprenda desde la racionalidad todo lo que está sucediendo. En cambio, el cuerpo puede transferir un mensaje mucho más profundo, siempre y cuando está cargado de contenido”, comenta, por su parte,  Valentín Mederos, otro de los integrantes del elenco.

La obra no tiene una continuidad narrativa sino que se presenta en un espacio atemporal, con escenas sueltas de danza, intervenciones de muñecos y monólogos. Esta manera de comunicar altera profundamente la recepción del espectador, poniéndolo también en tensión e interpelándolo no solo desde un punto racional sino emocional. Uno de los resultados de esta manera de narrar es el hecho de que al final de la obra, el espectador se sienta tan afectado que no pueda aplaudir.

La obra no tiene una continuidad narrativa sino que se presenta en un espacio atemporal, con escenas sueltas de danza, intervenciones de muñecos y monólogos.

Elementos como los sonidos, la música y la luz también se ven alterados. Al encontrarnos en un espacio que está la mayor parte del tiempo a oscuras, la luz de manera tenue ilumina los rostros de los actores, enfatizando sus caras y sus expresiones. Omar Pacheco afirma que al ser la estética narrativa inédita, provoca una conmoción que justifica a la pregunta de por qué el público no siente la necesidad de aplaudir.

Finalmente,  la temática de la dictadura y la manera de narrar es la que termina poniendo en quiebre la manera tradicional de expresar un discurso. Desde los postulados del Teatro Inestable se conjugan el compromiso artístico con lo ideológico. Y así la obra se presenta desde un lugar de resistencia, comprometida con la realidad política del país.

“Transmitir el horror de lo que significa una dictadura es una forma de resistir al olvido, de interpelarse e interpelar a los otros,  para que la memoria esté activa, presente y, sobre todo, para recordar que aún nos falta encontrar a nuestros desaparecidos y a sus hijos expropiados de su identidad”, expresa María. Valentín Mederos agrega: “Todo lo que hacemos en la vida y en el arte es un hecho político e ideológico, por lo tanto no podemos desconocer nuestra historia, nuestra memoria, y debemos tomar partido frente a la realidad de la cual formamos parte.” Presenciar La cuna vacía se inscribe en ese camino.

Medios comunitarios porteños: desfinanciados y apercibidos

Medios comunitarios porteños: desfinanciados y apercibidos

A medida  que avanzan los ajustes en el país, sus consecuencias afectan, cada vez más, a  los medios comunitarios de la Ciudad de Buenos Aires. Golpeados por un recorte de la pauta publicitaria en febrero, un grupo de ellos, además, recibió una serie de apercibimientos por parte de las autoridades, ante lo cual denunciaron una “persecución política”.

 En febrero del 2018 el subsecretario de Comunicación Social del Gobierno porteño,  Máximo Merchensky, firmó la resolución 813, la cual rebajó en un 19 por ciento la pauta publicitaria que corresponde a los medios vecinales,  de acuerdo con la ley 2587 sancionada hace más de diez años, y afectó la forma de calcular el monto que se debía otorgar a aquellos medios. Mientras que el valor antes correspondía a un porcentaje del valor de la página 7 del diario de mayor tirada de la ciudad- en este caso Clarín- la resolución cambió  la forma de cálculo.

“En un país que está proyectando una inflación mayor al 35%, nos estaban disminuyendo el precio de la pauta en un 20%, eso afecta en el sostenimiento de nuestros programas, de los periódicos barriales, las páginas web y hasta incluso el registro de medios cuenta con un canal de televisión, Barricada TV. Los 269 medios, cada uno en la proporción que le corresponde, vieron afectado el valor de la pauta que recibía mes a mes. De alguna manera, un corte como ese es una de las maneras de desfinanciamiento”, afirma Maximiliano Diomedi de FM La Tribu.

Como agravante a este recorte, en agosto de este año, el Registro de Medios Vecinales- creado por la Ley 2587- dependiente del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires,  apercibió a 39 producciones radiofónicas, la mayoría pertenecientes a radios comunitarias.

Un apercibimiento corresponde a una advertencia, informando que no se está cumpliendo la ley. Mientras que el apercibimiento es el primer paso, si se continúa incumpliendo los pasos siguientes serían la suspensión y la tercera instancia una expulsión del registro. Esto además afecta a la hora de inscribirse al registro -entre junio y agosto de cada año- ya que no se sabe si ese apercibimiento va a ser utilizado como justificación para no entrar al registro del 2019.

“Entonces lo que nos preocupa más que el apercibimiento en sí mismo, es un incremento del avance que estamos viendo, primero la rebaja, después los apercibimientos y después no queremos que nos digan que 15 medios quedan afuera”, expresa Fernando Tebele de FM La Retaguardia, una de las emisoras  apercibidas por uno de sus programas.

Entre las razones de esas medidas se encuentran la supuesta falta de contenido propio o vinculado a la Ciudad de Buenos Aires. Las radios afectadas denuncian la arbitrariedad con la que se realizaron estas medidas y la injusticia de la evaluación que determinó esa sanción.

“Cuando nosotros pedimos los expedientes, nos dimos cuenta que los que habían evaluado lo habían hecho de una manera injusta. De un programa de cuatro horas, habían escuchado una hora y de un programa que se transmite de lunes a viernes lo habían escuchado únicamente un día. No había criterio. Es injusto porque nosotros cumplimos de sobremanera”,  afirma Lucas Molinari de Radio Gráfica, otra de las emisoras intimadas por el gobierno porteño.

Las radios afectadas denuncian la arbitrariedad con la que se realizaron estas medidas y la injusticia de la evaluación que determinó esa sanción.

Por su parte, Diomede, de La Tribu, también afectada por el apercibimiento, expresa: “Un 90 % de la producción es propia y un gran porcentaje tiene que ver con cosas que ocurren en la Ciudad de Buenos Aires, entre otras cosas porque tenemos un vínculo con los barrios, las comunas, los centros culturales que es muy fuerte. Nosotros visibilizamos un montón de conflictos de la Ciudad, que los grandes medios no toman, eso es lo que hace importante también el rol nuestro y nuestro vínculo con el barrio.”

Por estas razones, los medios radiales afirman que se trata de un tema de persecución política, ya que la mayoría de los apercibidos eran radios comunitarias y eran los que estaban de alguna manera construyendo la protesta por la baja de la pauta publicitaria. Por su parte, la Justicia determinó este lunes 13 de agosto, a través de un fallo del juez Guillermo Scheibler, la suspensión de los efectos de la resolución  813.

Martín Bustamante, investigador y docente de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, explica los argumentos de la cautelar impulsada por el juez Scheibler. “En primer lugar el gobierno no se ajustó al principio de jerarquía normativa, ya que una resolución no puede modificar una ley, que tiene un rango más elevado”. También afirma que “se afecta a la libertad de expresión y el principio de no regresividad en materia de derechos humanos, justamente porque la comunicación es un derecho humano. Por último, se lesionan los derechos culturales reconocidos en el Artículo 32 de la Constitución de la Ciudad y en la Ley 2176,  que afirma que hay que proteger a los medios vecinales y que su sustentabilidad está garantizada por la ley de medios vecinales”.

Después  de la denuncia de persecución política realizada ayer, según los integrantes de las emisoras comunitarias, el subsecretario Merchensky se comprometió a evaluar algunos casos puntuales y,  si esos estuvieron mal sancionados, prometió dejar sin efecto la medida, además de revisar el resto de las situaciones.