Espacios verdes bajo la lupa

Espacios verdes bajo la lupa

Los espacios verdes y las políticas aplicadas sobre los mismos son objeto de discusión entre diferentes esferas de la sociedad y el gobierno de turno. El uso y cuidado que se le debiera dar a estos lugares es materia de debate entre el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, los legisladores y los ciudadanos, debido a que parques y plazas forman parte de su cotidianeidad.

En el territorio de la Ciudad de Buenos Aires hay 1.169 espacios verdes que cubren una superficie de 1.802 hectáreas. De la relación entre la superficie y la población resulta que le corresponde 6.2 metros cuadrados de espacio verde por habitante, según las estadísticas realizadas por el Ministerio de Hacienda del Gobierno  de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) para febrero de 2015. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja 10 metros cuadrados por persona.

Enrejamiento Parque Lezama

Parque Lezama

Hay 45 parques, 249 plazas, 427 plazoletas, 361 canteros centrales en calles y avenidas, 30 jardines y 57 espacios con otras denominaciones. Los más extensos son la Reserva Ecológica ubicada en la Comuna 1 que cuenta con 353 hectáreas y el Parque del Bicentenario (ex Roca) con 154 hectáreas más en la Comuna 8. Este último constituye el segundo pulmón verde de la ciudad del que también forman parte el Parque de la Victoria, el Parque de la Ciudad y el Autódromo de la Ciudad. “Allí se están haciendo obras de gran envergadura. Se ha planeado la construcción de una villa olímpica, se están pavimentando 37 hectáreas de parque, se está trabajando en una planta de tratamiento de residuos y hasta se construyó el centro de festivales al aire libre llamado Ciudad Rock”, afirma Jonatan Baldiviezo, presidente del Observatorio del Derecho a la Ciudad, y agrega que el problema es que se están haciendo obras sobre espacios verdes sin que el gobierno compense en algún otro lugar de la ciudad la superficie verde perdida. Por ende, hay una disminución, cada vez mayor, de parques y plazas.

Pablo Bergel, legislador porteño e integrante de la ONG Verdes al Sur, afirma que la Ciudad de Buenos Aires debería deconstruir para tener un balance adecuado de espacios verdes con el objetivo de reconfigurar las ciudades en un nuevo balance entre lo verde y lo construido. De esta manera aumentarían los lugares de esparcimiento, los espacios absorbentes y  se restablecerían las cuencas de los arroyos a sus causes originales que hoy se encuentran totalmente cementadas. “Hay que reformular el balance rural-urbano en las urbanizaciones contemporáneas como la Ciudad de Buenos Aires. Es insustentable la relación entre los espacios naturales y los espacios construidos”, agrega.

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Parque Centenario

En 1993 a través de la Ordenanza 49.229 se determinó que no se podría otorgar concesión, cesión de transferencia de dominio, tenencia precaria de permiso de uso ni cambio de destino de todo espacio destinado a parque, plazas, plazoletas y de todo otro espacio verde de uso público perteneciente al dominio público municipal. Sin embargo, en mayo de 2014 la Legislatura porteña aprobó la Ley 4.950 que  autoriza la privatización de ciertos sectores de los parques para instalar bares y confiterías. Como contrapartida, los concesionarios deberían habilitar baños públicos, estacionamiento para bicicletas, conexión a Internet Wi-Fi gratis y bibliotecas, así como disponer cámaras para favorecer la seguridad en el lugar. Seguridad que es también es una responsabilidad del Estado garantizar.

Otro punto fundamental de discusión es el tema del enrejado de parques y plazas sobre el cual la Red Interparques, que trabaja en defensa de los espacios verdes, indica: “Las rejas significan control social, no son la solución para ninguna problemática de la sociedad sino que por el contrario niega el uso libre y generan trabas para resolver necesidades de esparcimiento de las personas”.  Las rejas fomentan que un espacio público, antes abierto las 24 horas, deje de serlo.

Los espacios verdes no son solo una ausencia es decir, un lugar donde potencialmente se podría construir por ejemplo un edificio o un shopping, por el contrario son una presencia que invita al disfrute, la dispersión, el descanso y la recreación. Por ende, es responsabilidad de todos bogar por su cuidado y existencia para evitar en el futuro cercano que, para encontrar espacios verdes en la Ciudad de Buenos Aires, debamos mirar bajo una  lupa.

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Deuda, dólar alto y baja en los servicios sociales

Deuda, dólar alto y baja en los servicios sociales

El ministro de Hacienda de la Ciudad, Néstor Grindetti, sostuvo antes del tratamiento del presupuesto 2015 en la Legislatura porteña: “presentamos un presupuesto realista, prudente y sin desequilibrios financieros”, en tanto que el informe que resultó aprobado presenta un fuerte endeudamiento. Por partes, es la mejor manera de comprender la situación.

Las luces de mi ciudad

Al comparar los indicadores de actividad económica integrados en el presupuesto 2015 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y de la Nación, se visualiza que en varios rubros la Ciudad supera a la media nacional, mientras que en otros está cerca del promedio o apenas por debajo. Sólo en las actividades propias de la ruralidad o de la industria manufacturera existen otras zonas del país con mayor desarrollo. Así se puede apreciar que en el comercio mayorista y minorista, en el rubro de transporte y comunicaciones y en los servicios de intermediación financiera, la Ciudad genera movimientos económicos por arriba del total a nivel nacional. Esa radiografía de la situación económica la convierte en un territorio que concentra importante riqueza y que, por lo tanto, los ingresos que el Estado percibe vía tributos son de extraordinaria cuantía.

El informe de presupuesto 2015 expresa: “Analizando los recursos en función del origen, durante 2013 se mantuvo la relación del año anterior entre los de fuente propia (90,4 por ciento del total) y los de origen nacional (9,6 por ciento), significando que la Ciudad depende mayormente de los recursos que genera mediante su propia administración tributaria”, a su vez, se prevé que este año los ingresos por recursos propios ascienden al 93,1 por ciento.

02_CiudadEndeudada_YECHUA_MG_0031En tanto, si se analiza por ejemplo, el presupuesto ejecutado en el primer semestre de 2014, alrededor del 50 por ciento de los ingresos que percibe la Ciudad se orientan al concepto “Remuneraciones al Personal”. Del mismo modo, se prevé gastar el 45,8 por ciento del presupuesto total. Según Juan Goldman, economista y asesor del Bloque Nuevo Encuentro: “El concepto de remuneraciones es de variación mínima con relación al modo en que participa del total del presupuesto año a año. Y si a ello se le suman otros destinos que son de erogación obligatoria por parte de la ciudad, resulta que el presupuesto comprometido presenta una rigidez tal que hace necesaria la emisión de nueva deuda”.

El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, asumió con una deuda de alrededor de 500 millones de dólares y en seis años la llevó a 2100 millones de dólares: “Que no tuvieron como destino la realización de obras de envergadura, sino que su mayor parte fue destinada a gastos corrientes que bien podrían haberse realizado en pesos”, explica José Cruz Campagnoli, legislador porteño por el Bloque Nuevo Encuentro.

Las críticas en el manejo de la deuda suman adeptos, sin embargo, la mayoría que logra el oficialismo porteño en la Legislatura de la Ciudad, le permitió arribar a la autorización para la emisión de nueva deuda en función de cubrir el vencimiento del Bono serie 8, este mes: “Se autorizaron títulos para el año 2015 por 890 millones de dólares, pero el vencimiento de abril es por 475 millones, o sea que quedan unos 415 millones de dólares o bien para pagar deuda por ese monto en 2017, los bonos serie 10; o bien para solventar gastos corrientes en un año electoral. Entonces, pueden pasar dos cosas, si la emisión de nuevos títulos sale bien se administra la deuda de vencimiento 2015 y queda un margen extraordinario que no se sabe bien para qué se usará; pero si sale mal, entonces el gobierno tendrá un gran problema que tampoco sabemos cómo resolverá”, desagrega Campagnoli y plantea: “Lo que el gobierno demuestra hasta ahora es que tiene un presupuesto extraordinario de 85 mil millones de pesos con una deuda innecesaria en dólares que no sabe cómo administrar”.

La previsión del dólar

Uno de los elementos que distorsiona los números macristas y tiñe de cierta suspicacia el manejo de los fondos, es la estimación de la cotización del dólar para este año. Mientras que el valor presupuestado por el gobierno nacional propone un dólar con un máximo de 9,45 pesos, la Ciudad establece una cotización oficial que asciende a 12,5 pesos por dólar. Según el análisis de Campagnoli expresado en el debate legislativo del presupuesto 2015: “Un tipo de cambio a 12,5 tiene dos objetivos, el de generar un clima que fuerce una devaluación – cosa que no sucederá- y una sobreestimación del tipo de cambio sustentada en que si pagan el bono serie 8 en pesos -que serían unos 5500 millones- a una cotización del dólar, según sus estimaciones para abril, de 11,6 pesos, van a acumular un stock de pesos posibles de gastar a discreción en un año electoral”. Es decir que “la ecuación tipo de cambio elevado y erogación en pesos de los compromisos asumidos, le posibilita a Macri un margen de maniobra mayor en ese presupuesto que presenta una fuerte rigidez en el gasto”, manifiesta Juan Goldman.

Macri y la baja de los servicios sociales

Ciertas deformaciones de los números no logran encubrir las bajas presupuestarias en las áreas más sensibles de la ciudad como son Educación, Salud y Vivienda.

03_CiudadEndeudada_YECHUA_MG_0098-La foto 2015 del modo en que está distribuido el presupuesto, evidencia que los servicios sociales – denominación en la que se integran las jurisdicciones antes mencionadas – son los que mayor erogación representan. Sin embrago, un informe de la Defensoría General de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, expresa: “La asignación presupuestaria y su ejecución, revela de manera transparente las prioridades de la política pública. (…) Así se puede apreciar que, aún habiendo superado la grave crisis que atravesó el país en los primeros años de la década, y habiendo transcurrido 10 años a tasas de crecimiento positivas (la mayoría de los años, superiores al 5 por ciento anual) la participación en los recursos presupuestarios ejecutados para estas áreas críticas, lejos de mejorar o se mantuvo estable o disminuyó”. Según Goldman “desde 2010 a 2015 el impacto presupuestario de los servicios sociales cayó 8 puntos porcentuales: de 67 a 59 por ciento. A su vez, si observamos sólo la relación 2014 a 2015 en un área como salud existe una baja de, al menos, un punto”.

Ante las respuestas oficiales vinculadas a que la baja de fondos en esas áreas se debe a la incorporación de la policía metropolitana y al presupuesto de los subtes de la Ciudad, José Cruz Campagnoli manifiesta: “Si la Metropolitana se incorpora a la Ciudad en 2010, el impacto presupuestario debió haberse observado sólo en 2011 y, sin embargo, las áreas sociales seguirán en baja luego de ese año. Por otra parte, los subtes se suman en 2013 con una participación del 3 por ciento en el gasto total, impacto presupuestario que se sostiene en 2014 y 2015 en ese mismo porcentaje. Es decir, no es el subte o la Metropolitana las políticas que producen la caída de los servicios sociales en la Ciudad, sino la decisión política de Macri de ir hacia la baja en esas áreas”.

Un punto en salud representa unos 850 millones de pesos, algo así como casi todo el presupuesto del área para la mejora edilicia de hospitales y centros de salud y para la adquisición de equipamiento para la atención sanitaria.

En suma

El texto del presupuesto aprobado explicita: “El Resultado Primario, esto es recursos totales menos gastos totales sin contabilizar los intereses de la deuda, se estima superavitario en 1.008,5 millones de pesos. En consecuencia, el resultado financiero estimado para el ejercicio 2015 es deficitario en 1.396,3 millones de pesos. El mismo encuentra explicación en el financiamiento de obras de subterráneos y de obras hidráulicas a través del endeudamiento autorizado por las Leyes 2.780 y 4.472 y de una nueva operación de crédito con el Banco Mundial”. Así, lo que no se puede ocultar es que la política económica asumida por Macri será deficitaria, en tanto que se pone de manifiesto la necesidad de la Ciudad de Buenos Aires de recurrir a la emisión de deuda para cubrir gastos propios de sus obligaciones ante la ciudadanía.