Las claves del 22

Las claves del 22

Comicios legislativos, elecciones de medio término, validación ciudadana para la gestión ejecutiva. Los argentinos irán a las urnas el domingo para renovar la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado, pero, al mismo tiempo, para configurar un mensaje decisivo en la definición del rumbo del gobierno de Cambiemos.

Horas antes del abrupto final de campaña derivado de las novedades en el caso Maldonado, ANCCOM dialogó con dos investigadores que dedicaron sus últimos trabajos y publicaciones a analizar la construcción política del PRO y su clivaje en el sello de Cambiemos. “Para el gobierno, las elecciones del 22 de octubre revalidan los resultados de 2015”, subraya Gabriel Vommaro, autor de “Mundo PRO”, junto con Sergio Morresi y Alejandro Bellotti. “El macrismo marcha a estas elecciones después de haber confirmado que es una versión mucho más cristalina de los sectores dominantes de la Argentina”, advierte Andrés Tzeiman, autor de “Radiografía política del macrismo”.

Politólogo, investigador en el Centro Cultural de la Cooperación, Tzeiman describe dos etapas o momentos para entender la construcción del macrismo: lo que marcó el fin de una y el comienzo de la otra fueron las movilizaciones populares y sociales en términos de conflicto educativo (bloqueo de paritaria nacionales), de conflicto laboral (despidos), la movilización de mujeres del 8 de marzo y la marcha del 24 de Marzo. “Si bien en el 2016 el oficialismo había apostado a ciertas instancias de diálogo con movimientos sociales y con el sindicalismo, las movilizaciones ascendentes del mes de marzo generaron un quiebre en la estrategia del gobierno”,  explica. La consecuencia fue la marcha del 1A en “defensa de la democracia” y del gobierno.

“Las movilizaciones de marzo generaron un cambio en las formas de relacionarse con los sectores populares”, comenta Tzeiman.

Tzeiman advierte que, si bien el macrismo tiene como proyecto realizar un cambio cultural siguiendo los lineamientos de “Bases para una Argentina Moderna” de José Martínez de Hoz, “las movilizaciones de marzo generaron un cambio en las formas de relacionarse con los sectores populares”.

El nivel de resistencia social que se produzca de acá en adelante marcará una elevada conflictividad”, subraya. A toda costa, define, el objetivo del oficialismo es “no retornar al pasado”.

Con otro foco de análisis, Vommaro, sociólogo e investigador del Conicet, plantea que el macrismo en el gobierno, también tiene dos momentos: el primero es la salida del modelo anterior; el segundo es la implementación de las bases para un modelo pro-mercado y de desregulación económica. “Lo más probable es que en la segunda fase se intente avanzar en algunas áreas que tienen que ver con la desregulación de protecciones sociales y en el ordenamiento de algunas cuestiones institucionales”, agrega.  Sin embargo, el autor no cree que el gobierno abandone el juego de ´tire y afloje´ entre ser muy duro en términos simbólicos y muy dúctil en términos de materia de acuerdo de sectores sociales. “Me parece que ese uso del shock político, cultural y simbólico,  disponiendo de todos los resortes del Poder Judicial y los medios masivos de comunicación, se opone al uso más gradualista de su política en términos económicos”, subraya.

Oposición y medios

El diagnóstico sobre la posición de las fuerzas opositoras también resulta complejo de abordar. “La oposición está fragmentada y parece muy complicado, al menos en el corto plazo, unirla”, advierte Vommaro. Y agrega: “Es una primavera macrista en donde todos los sectores parecen creerle que las cosas son como el gobierno dice. Hay una suerte de euforia y optimismo en los actores de las élites económicas”.

Para Tzeiman, hay sectores de la oposición que tienen matices y son camaleónicos. Se muestran de una manera, pero su modus operandi es otro. “La única fuerza de oposición que establece diferencias claras y contundentes, y las hace públicas es el espacio que lidera Cristina Fernández de Kirchner”, razona.

Ambos especialistas sostienen que el gobierno y ciertos medios masivos de comunicación mantienen relaciones cercanas, casi carnales. Tzeiman incluye a los multimedios comunicacionales dentro de un tridente junto al ´partido judicial´ y el establishment político o el consenso conservador en el sistema político. Esas tres bases configuran el “partido del orden”.

Por su parte, Vommaro advierte que “hay un periodismo fuertemente oficialista en este último tiempo, con una enorme debilidad a las voces críticas”. Y concluye: “Vivimos  una época de tono monocorde en cuanto al discurso mediático”.

“El macrismo marcha a estas elecciones después de haber confirmado que es una versión mucho más cristalina de los sectores dominantes de la Argentina”, advierte Andrés Tzeiman

El diagnóstico sobre la posición de las fuerzas opositoras también resulta complejo de abordar.

Actualizado 18/10/2017

“Un bochorno”

“Un bochorno”

“Tal vez pensaron que nos íbamos a ir a dormir, pero no, no somos vagos, nos gusta trabajar, es lo que mejor hacemos”, dijo Cristina Fernández de Kirchner, la candidata a senadora por Unidad Ciudadana, cuando salió al escenario de Arsenal de Sarandí en el insólito horario de las cuatro de la mañana. “Hemos ganado”, agregó y calificó de “bochorno internacional” la maniobra orquestada por Cambiemos. El gobierno cargó bien temprano en el centro de cómputos los datos de los distritos de la Provincia de Buenos Aires donde triunfó el oficialismo y dilató hasta entrada la madrugada el cómputo de las secciones donde venció Cristina Fernández de Kirchner, con la intención de que los diarios y programas televisivos dieran ganador a su candidato, Esteban Bullrich. No sólo eso, cuando la expresidenta logró empatar en 34 por ciento al exministro de Educación y amenazaba con superarlo, la difusión del conteo de votos se suspendió. Una situación semejante padeció el candidato a diputado santafesino, Agustín Rossi, exfuncionario e identificado con la exmandataria.

Detrás de las dos fuerzas principales se suceden 1Pais de Sergio Massa con el 15,53%, el Frente Justicialista de Florencio Randazzo con un 5,90% y el Frente de Izquierda y los Trabajadores con el 3,38% de los votos.

Al comienzo del escrutinio, a las 21, el gobierno publicó datos que daban a Bullrich con 7 puntos de diferencia sobre Cristina. Esa imagen le permitió a Cambiemos subir al escenario a todo el “equipo” y festejar a todo trapo con la palabra del presidente incluida. Recién a la medianoche, las cifras comenzaron lentamente a revertirse. El candidato a diputado Leopoldo Moreau, desde el búnker de Unidad Ciudadana, había salido a denunciar el ardid: “El gobierno decidió secuestrar el voto de los bonaerenses hasta que terminó su show y ahora ralentizaron el conteo. Exhortamos a que el ministro del Interior libere los resultados. Que pongan a trabajar el 100 por ciento de los trabajadores de Data Enter, porque sólo están trabajando el 20 por ciento. El resultado está siendo demorado intencionalmente. La sociedad va a conocer los resultados más allá de la manipulación”.

“Esto que hemos vivido hoy, de montar un show para que salga en el horario prime time de la televisión como si fuera un timbreo, es una ofensa al elector que depositó su voto que lo que menos se merecía era saber el resultado de sus elecciones” agregó Cristina ya de madrugada.

Igual que como había lanzado la campaña en ese mismo lugar, casi dos meses atrás, compartió el escenario con ciudadanos de pie, perjudicados por las políticas socioeconómicas del gobierno: “Quiero decirles que estas elecciones no las ganó Cristina, sino todos estos hombres y mujeres que nos están acompañando. Ellos ganaron esta elección, nosotros somos sólo su voz. Vamos a pedirle al gobierno que escuche lo que las urnas han expresado, que cambien el rumbo económico. Queremos simplemente que se pare de destruir trabajo, que los que hasta hace un año y medio comían, vuelvan a comer; que los mayores tengan sus medicamentos de vuelta y que revisen las tarifas. Miren que cosas sencillas.”

Por último recordó a la presa política Milagro Sala y al artesano Santiago Maldonado, desaparecido tras una represión de la Gendarmería al pueblo Mapuche: “Este domingo debió haber podido votar. Junto a la solidaridad a la familia queremos expresar al gobierno nuestro reclamo para que Santiago aparezca con vida. Milagro Sala aún está presa sin cumplimentarse lo resuelto por la CIDH. Presos políticos y desaparecidos, eso nunca lo hubiera imaginado, necesitamos que esta democracia no solo garantice la dignidad del trabajo, del plato de comida y de los remedios a los mayores. Porque además de la dignidad económica, no vamos a permitir ni tolerar que nos quieran quitar la libertad.”

Crónica de una larga jornada electoral

A las 8 de la mañana, las escuelas de todo el país abrieron sus puertas para recibir los primeros votos de la jornada que duraría más de 12 horas para los jefes y fiscales de mesa. En la Provincia de Buenos Aires, cada una de las 35.586 mesas vieron identificarse, entrar y salir de las aulas y firmar a unas 300 personas que conformaron el 77% del padrón que participó de los comicios.

En el búnker ubicado en Costa Salguero, que a esta altura ya es cábala para Cambiemos, se recibía a quienes iban llegando temprano con su infaltable catering. Cafés y alfajores de maicena acompañan la expectativa por los resultados. Danilo Nuñez, militante del frente, degusta lo que las mesas y mozos ofrecen y se muestra tranquilo de cara a los resultados: “Hicimos una campaña buena, luchamos por el cambio y estamos convencidos de que se puede más”. A las 18:30, el Jefe de Gabinete Marcos Peña, los jefes de campañas por la Ciudad y la Provincia, Diego Santilli y Federico Salvai, y el jefe de campaña Maximiliano Ferraro, brindaron la primera conferencia de prensa. Salvai anticipaba: “Estamos muy sorprendidos por la elección en Provincia. Es un buen paso para octubre”. Y aseguraba: “Estamos muy confiados”.

Dieciocho kilómetros al sur, en el bunker de Unidad Ciudadana, banderas argentinas envolvían los techos del gimnasio de Arsenal de Sarandí. Allí mismo, hace poco más de un mes y medio, la ex presidenta de la Nación y actual primera candidata a Senadora, Cristina Kirchner, lanzaba su partido ante unas 60 mil personas. El primero en tomar la palabra, pocos minutos después de las 18, fue el segundo candidato a senador, Jorge Taiana, quien se mostraba conforme y optaba por resaltar que “fue una campaña más que dura, agresiva en declaraciones. Tuvimos que luchar contra los medios”. Para ejemplificar y denunciar utilizó el caso de Santiago Maldonado que “no fue publicado por Clarín. Por La Nación sí, pero en un espacio muy chico”.

Geográficamente en el medio de los dos bunkers que concentraron las mayores intenciones de voto, a poco más de siete kilómetros de cada uno, se encontraba la sede del Frente de Izquierda, que eligió esperar los resultados en el Hotel Castelar, a pocas cuadras del Obelisco. Si bien reinó la tranquilidad, la expectativa se vive frente a cuatro pantallas televisivas programadas en distintas señales que siguieron minuto a minuto los datos que iban llegando. En ese contexto, Néstor Pitrola el primer candidato a senador de la provincia se mostraba tranquilo: “Quedaremos en una posición expectante para subir en octubre y lograr llegar al Congreso Nacional y reforzar la presencia del Frente de Izquierda en la Legislatura”.

En otro estadio, pero mucho más alejado de la Capital, se concentra el bunker de 1País. Al norte, en el Estadio Pipa de Tigre, los musicalizadores probaban canciones mientras había pocas señales de que los referentes políticos asistieran temprano al centro de campaña. La primera en llegar fue la diputada y referente del Frente Renovador Graciela Camaño, quien sostuvo ante ANCCOM: «Me pareció un mal uso de la plata pública que pongan vehículos de la provincia de Buenos Aires para el traslado de personas. Eso se tiene que hacer con dinero privado, no con el público. Tanta crítica hubo al uso abusivo de los bienes públicos, la cual comparto, que me parece que se cayó en lo mismo».

Faltaban minutos para la publicación de los primeros datos oficiales y al sur de la Capital se percibía un silencio tenso y expectante a la espera de la mayoría de los militantes que todavía no llegaban porque continúaban trabajando en el cierre de las mesas. De fondo se oía un audio de Cristina: “Siento que la tarea de todos ustedes hoy es fundamental. No solamente por su trabajo para el partido, sino para la democracia argentina. Acá tenemos que tener responsabilidad democrática”. A la vez, Leopoldo Moreau, precandidato a diputado nacional sostenía que el objetivo era “saber cuánto penetró (nuestro mensaje). No hay que olvidarse que Unidad Ciudadana tiene sólo 60 días.”

Mientras tanto, en la costa de Palermo, a medida que se acercaba la hora de conocer los datos oficiales, la expectativa crecía, y el panorama general continuaba de celebración. Con los resultados inminentes, en el escenario se presentó Maricel Etchecoin, de la Coalición Cívica ARI, el vicegobernador bonaerense Daniel Salvador y la actual Vicepresidente de la Nación, Gabriela Michetti, quién aseguró: “Los argentinos queremos un país que permita tener bienestar, seguridad y unidad, y lo estamos logrando”. El público coreó al ritmo de un “sí se puede”, y se despidió con un fuerte “viva la patria, viva los argentinos”.

Bien al norte, en el búnker de 1País, Felipe Solá llega unos minutos antes de las 21 y en la misma línea que sus compañeros de espacio, parece querer evitar las declaraciones: «Las últimas elecciones se definieron en la televisión, a las 12 de la noche. Sentimos que 1País sigue competitivo para la verdadera elección que es en octubre. Nos daban por muertos, y hoy sin tener las definitivas, sentimos que somos tercera fuerza. Somos capaces de cambiar cuestiones frente al resultado que nos exija algo diferente».

Pocos minutos después de las 21, la Dirección Nacional Electoral anunció los primeros números oficiales de una jornada larguísima, en un sospechoso escrutinio por goteo y que quedó inconcluso: Primero Cambiemos con un 36,86% de los votos y segunda, Unidad Ciudadana, con un 30,18%. Detrás se suceden 1Pais con el 15,53%, el frente justicialista con un 5,40% y el Frente de Izquierda con el 3,52% de los votos.

Al igual que en la previa, los primeros candidatos en dialogar con la prensa fueron los del Frente de Izquierda. Pitrola, eligió destacar que “El FIT pasa las PASO en las 22 provincias” y que “en la de Buenos Aires nos acercamos a un porcentaje que supera las elecciones de 2015 y nos pone en la disputa por dos diputados nacionales”. Al igual que Taiana, habló de Santiago Maldonado: “La lucha por Santiago es la lucha contra el reforzamiento del aparato represivo” y cerró remarcando que “el objetivo será irrumpir en la realidad nacional y derrotar el ajuste”.

Por su parte, el candidato a Diputado, Nicolás del Caño, resaltó que “el millón de votos obtenido implica una consolidación de una fuerza socialista y anticapitalista que enfrenta el ajuste de Cambiemos y de Mauricio Macri en las calles” y anticipó “un crecimiento del 20 o un 30% de cara a octubre”. Pidió “destacar a las dirigentes como Myriam Bregman, Romina Del Plá y Laura Marrone que son grandes referentes del movimiento de mujeres” y se sumó a Pitrola y Taiana al llamar a “multiplicar la movilización por la aparición con vida de Santiago Maldonado y castigar a los culpables”.

Cuando el porcentaje de mesas escrutadas alcanzaba apenas el 25,22%, la euforia no se podía ocultar en el bunker de Costa Salguero. Fue entonces que los candidatos hicieron su aparición en el escenario rodeado de una multitud de globos. La primera en tomar la palabra fue la precandidata a diputada, Graciela Ocaña, quien agradeció al electorado por votar en paz, a los fiscales por “cuidar el voto de todos, de quienes nos votaron y quienes no”, y aseguró que “mañana vamos a estar nuevamente trabajando para cada uno de ustedes”. Le siguió la palabra del candidato a senador Esteban Bullrich, quién agregó agradecimientos: al equipo, especialmente a Mauricio Macri, y a “todos los bonaerenses que me abrieron la puerta de su casa, y su corazón”. En un discurso cargado de frases emotivas, Bullrich hizo hincapié en continuar trabajando en un Gobierno para los ciudadanos y que trabaje con la verdad, en todos los aspectos: tanto en los índices, así como en la lucha contra el narcotráfico y la lucha por un bienestar general para la ciudadanía. Al respecto, el ex ministro de educación, encargado del aprendizaje de los pibes, fue rápido en agregar que “la educación es la mejor herramienta que tenemos para mejorar la Provincia. La educación asegura ese bienestar”. Para cerrar las palabras dirigidas al público, la Gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, se hizo cargo de asegurar que no “hay que volver atrás”. Se refirió a los “últimos veinticinco años” como los años de la corrupción, años en que el Gobierno miró para el costado en materia de narcotráfico, y años de falta de soluciones, afirmaciones que el público coreó con un enfático “no vuelven más”.

Para finalizar, el Presidente de la Nación, Mauricio Macri hizo acto de presencia en un discurso que estuvo centrado en agradecer a los argentinos. Retomó el concepto de Bullrich de trabajar sobre la verdad e insistió: “Para crecer desde bases sólidas hay que hacer desde la verdad”. Hasta tuvo tiempo de hablar de Maldonado también, pero no del artesano que apoyaba a la comunidad mapuche, desaparecido en democracia tras la represión de Gendarmería, sino del arroyo Maldonado, como ejemplo de obras de su gestión.

Mientras tanto, al sur crecía la ansiedad, la incertidumbre y la esperanza. Una chica, en un video, contaba que los más grandes de su barrio no comen para que ellos, los más chicos, lo hagan. A la vez, los primeros resultados de escrutinio, el movilero de la TV Pública, Fernando Alonso, reflexiona en voz alta: “Estamos hablando de una economía desplomada, de un dólar por las nubes, de la industria cayéndose a pedazos, de la pobreza en alza y ¡de un desaparecido! ¿Cómo se sale de esta?”. A medida que se van conociendo los números, la expectativa de todos es escucharla a Cristina, en un auditorio sin banderas, tal vez diseñado para captar al votante clase media urbana que rehúsa del  peronismo explícito, algo que ya se vio en Arsenal y Mar del Plata cuando la ex presidenta pidió que solo lleven banderas argentinas.

Pasadas las 23, las mesas escrutadas alcanzaban el 30,91% y en el norte aparecía Sergio Massa, escoltado por Margarita Stolbizer y el economista Roberto Lavagna para «agradecer a los millones que fueron a cumplir con su sueño y deber democrático. Estamos agradecidos con los casi dos millones de bonaerenses que nos eligieron de camino a octubre». Sin pudor, Massa catalogó como “triunfo” el resultado de Cambiemos en la Provincia de Buenos Aires que hasta ese momento era apenas parcial. Además, llamó a debatir ideas en vez de personas, manteniendo el tono de campaña, menos crítico que el de sus compañeros. «Tenemos que contar no sólo lo peor del otro, sino cómo le vamos a resolver los problemas a la gente», dijo. El referente de 1País cerró la jornada con un «Ni Macri ni Cristina. Argentina”. Mientras la gente se retira, suena la marcha peronista.

Entre la medianoche y las cuatro de la madrugada, el panorama se revirtió con muchísimo suspenso. Los cuatro puntos de ventaja que llevaba Cambiemos se habían achicado a un 0,17 para las 2:40. En el sur, donde quedaba la única candidata por hablar, el festejo alterna entre la cumbia y La Renga. La militancia canta “no me importa lo que digan los gorilas de Clarín, vamos todos con Cristina, a liberar el país”. Todavía faltaba cargar cientos de mesas de La Matanza, de Moreno –estancado en un 30%–, José C. Paz (70%), todos bastiones de Cristina. La evaluación incluía, también, grandes victorias en Quilmes y Lanús, distritos donde Cambiemos triunfó en las últimas elecciones.

Pasadas las 3:40, se rectificó la tendencia y la diferencia llegó un 0,01%, y con el 94% del escrutinio realizado, Cristina sale al escenario junto a todos sus candidatos. En sus primeras palabras se puede oír el enojo: “Tenía pensado hablar a las 10, 11 de la noche, que es cuando siempre se conocen los resultados. Darles las gracias a todos los que fueron a votar, lo que desde las 8 de la mañana estuvieron custodiando el acto electoral, a los trabajadores de prensa que cubrieron el evento. Pero nunca pensé, se los juro, que iba a tener que pedirle perdón a todos los argentinos y argentinas por el bochorno que hemos vivido hoy en nuestro país.”

Recién a las cinco de la mañana los dirigentes y militantes comenzaron la retirada.  A muchos les esperaban varias horas para regresar a sus casas. Algunos, decidieron marchar directamente a sus trabajos.

Actualizada 14/08/2017

 

 

Percepciones paso a paso

Percepciones paso a paso

La actual situación socioeconómica; la inseguridad; la corrupción; y la oposición entre el presente oficialista y el pasado kirchnerista. Esas son las temáticas que prorizarán los votantes en estas elecciones, según distintos analistas políticos contactados por ANCCOM.

El escenario principal que concentra la atención de consultores y analistas es la Provincia de Buenos Aires, donde la figura de Cristina Fernández como pre candidata a senadora parece ser el centro de disputa entre los dos proyectos políticos que polarizarían la elección. “En el caso que Cristina gane por un voto en las PASO pueden producirse dos efectos diferentes. El  efecto ganador, que puede hacer que en octubre sume votos provenientes de los otros dos candidatos de origen peronista, Massa y Randazzo, o el efecto temor, por el cual el voto antikirchnerista se concentre en Cambiemos. Pero si ella gana aunque sea por un voto el 13 de agosto crecerá fuertemente la incertidumbre, tanto en lo político como en lo económico, se afianzará la idea de que ella puede ganar”, sostiene Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría.

En el mismo sentido, destacando la centralidad de la figura de Cristina en las próximas elecciones, Orlando D’adamo, director de Communicatio, consultora de comunicación estratégica y opinión pública, señala: “Será una elección donde los factores emocionales y simbólicos, muy en especial a partir de la presencia de la ex presidenta en la campaña, jugarán un papel preponderante.”

Por su parte, Ricardo Rouvier, director general de la consultora Ricardo Rouvier y Asociados,  destacó la presencia de dos ejes que según sus mediciones aglutinarán la intención de voto en Capital Federal y Provincia de Buenos Aires. “De acuerdo a nuestros estudios cualitativos y cuantitativos, hay dos ejes principales en la próxima elección tanto en la Provincia de Buenos Aires como en la Ciudad de Buenos Aires, mientras en el resto del país se privilegiarán aspectos locales.  Los dos ejes, que no son únicos pero si principales, son los efectos de la situación socioeconómica  y  la confrontación entre el presente y el proyectado futuro, por un lado, y el pasado kichnerista, por el otro. El oficialismo enfatiza el segundo eje y la oposición hará hincapié en el primero”, afirma Rouvier.

Abriendo lugar a un tercer eje como posible aglutinador de intención de voto D’adamo explica: “Los tres temas principales de campaña son economía, inseguridad y más atrás corrupción. En los grandes centros urbanos, la corrupción puede pelear el segundo lugar pero no así en el resto del país.” Y agrega: “Estoy convencido que los factores económicos tienen una fuerte influencia sobre la decisión de voto en Argentina.”

«Massa y Stolbizer se distribuyen funciones. El primero golpea sobre la situación económica social, la segunda sobre la corrupción del kirchnerismo», dijo Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría.

Rosendo Fraga, a la vez, sostiene la existencia de una fuerte lucha política derivada de la campaña electoral anticipada y señala: “El oficialismo nacional se concentra en dos ejes, la corrupción del kirchnerismo y la seguridad pública. El pedido de desafuero y detención del ex ministro De Vido forma parte de este campo de batalla. En materia de inseguridad, la estrategia de Cambiemos es desplegar todo el personal uniformado posible en las esquinas del conurbano. Con Cristina, la estrategia del oficialismo es no responderle para no agrandarla. Cristina por su parte, busca explotar la difícil situación social del conurbano, mostrando casos testimoniales y no cifras.” Y en relación a otros de los candidatos que forman parte del abanico electoral agrega: “Massa y Stolbizer se distribuyen funciones. El primero golpea sobre la situación económica social, la segunda sobre la corrupción del kirchnerismo. Randazzo hace campaña desde una posición crítica hacia la ex presidenta.”

Mas allá de las tendencias y de los posibles ejes que concentrarían el caudal de votos hacia las distintas opciones electorales, según Orlando D’adamo, no hay mediciones que permitan sostener ganadores claros en la provincia. En ese sentido afirma: “Todos los datos disponibles marcan diferencias en Provincia de Buenos Aires que se encuentran dentro del error estadístico. O sea no se pueden sacar conclusiones.”  En el caso de la Ciudad de Buenos Aires, en cambio, asegura: “La victoria de Carrió está fuera de discusión y Filmus lograría recuperar el segundo lugar, aunque muy lejos, que el kirchnerismo perdió en 2015. Lousteau parecería estar pagando un precio importante a sus idas y venidas.”

Rouvier enfatiza la importancia de las PASO como primer instancia de comunicación política y explica: “En función del resultado de las PASO se planificarán las campañas hasta octubre que es cuando se realizarán las elecciones que determinan premios y castigos en función de puestos en el  Congreso.”

D’adamo,  vislumbrando escenarios posibles, dice: “El resultado de la elección va a depender de si hay polarización o no y de qué tipo de polarización tenga lugar. A mi criterio hay dos situaciones posibles. Una es la que repetiría la elección del año 2015 y la polarización entre el oficialismo actual y el kirchnerismo. La otra, como podría pasar en la Ciudad de Buenos Aires, la que se daría entre el kirchnerismo y el antikirchnerismo global.”

“Las PASO adquieren significación como una suerte de primera vuelta para las elecciones de octubre que operan en consecuencia como segunda vuelta. El tema corrupción está en el centro de la escena, aunque no está claro cuánto puede influir en el voto hacia Cristina.” concluye Fraga.

Actualizada 09/08/2017

 

Un Arsenal ciudadano

Un Arsenal ciudadano

El cielo matutino se enciende. El frío de la noche persiste en las paredes de la estación Constitución. La gente llega abrigada, se saluda, aparece el mate y la charla risueña, el debate, el silencio, el abrazo y algunos besos a escondidas. El tren ya está en el andén. Unos operarios hacen señas, con gesto fraterno, y rápidamente la multitud llena los vagones. Torta frita, chipá y facturas circulan en grandes canastas. En un rincón, un joven ceba con un termo que tiene los ojos de Chávez, unos dedos en “V” y dos leyendas: “Basta de gatillo fácil” y “Aborto legal”. En el furgón, un grupo despliega una bandera argentina. Se arenga, se mira, se reconoce, se comparte el momento con los “conocidos” de ningún lugar, y se canta: “Somos los de la patria de mi comandante / Somos el proyecto popular / Vamos con la bandera de Evita adelante / No vamos a dar ni un paso atrás”.

La formación se detiene en Sarandí y todo el mundo se baja. Allí son recibidos por una banda de trompetas y bombos y empiezan a caminar hacia el estadio. “El único lugar para un genocida es la cárcel común”, dice un grafiti en la calle. Más allá, hay un mural dedicado a Milagro Sala y carteles que anuncian que “Cristina vuelve a Avellaneda”, así como otro que pide “Igualdad, amor, trabajo, dignidad, derecho, salud y lucha”. Se ven banderas wiphalas, LGTB y argentinas con una raya roja cruzada. También remeras de Ni Una Menos y las que dicen “Me verás volver”. Cristian imprime y vende remeras. Julieta, su pareja, se encarga de coser las mangas. “Hace un año compramos la máquina de coser y es nuestra changuita. Las hacemos mediante técnica de transfer, los dibujos son fotos de murales hechos en distintas ciudades. Salvo esta, que dibujó mi vieja, y esta otra, una amiga”, señala Cristian.

conjunto de gente entrando al acto en la cancha de arsenal

“Somos los de la patria de mi comandante / Somos el proyecto popular / Vamos con la bandera de Evita adelante / No vamos a dar ni un paso atrás”, fue uno de los cánticos de la mañana.

Se respira un clima de compañerismo y familiaridad. Padres, madres, tíos e hijos inundan los alrededores de la cancha de Arsenal. “Trabajo en una agencia de turismo pero como la guita no alcanza, me vine con la ´Nona´ a hacer una changa”, cuenta Alberto, de Don Torcuato, quien junto a su tío Marcelo hicieron más de mil empanadas. “Desde ayer a la tarde que salí de trabajar que estoy con esto. Pasé por mi casa, agarré un par de cosas y me fui a lo de mi vieja a cocinar”, añade. Terminaron el relleno a las 5 y desde esa hora se turnaron con Marcelo e Hilda para saber si podían instalar el puestito. Marcelo no llega a fin de mes. “Esperemos que nos vaya bien, porque encima después de tanto esfuerzo tenemos que dividirnos lo recaudado. Y si llegan a sobrar empanadas, al menos tenemos para cenar hoy”, se consuela. La hija de Hilda y madre de Alberto estudia Derecho en la Universidad de Madres de Plaza de Mayo. Los tres, después de picar diez kilos de carne y de cebolla toda la noche, alientan a la gente a que se lleven ya el almuerzo del Día de la Bandera.

Asomarse a la platea del estadio, luego de subir las escaleras, es un golpe sorpresivo: miles de mujeres, varones, adolescentes y niños y un cántico: “Con Cristina vamos a correr a todos los gorilas / Vamos a construir una nueva Argentina / Que lo sepa el campo y la oligarquía / Venceremos”. La imagen es un mar de sonrisas. “Por fin volvemos a tener un acto patrio”, grita un muchacho de manos gruesas. Una mujer, con una manta que la protege de la fresca, pregunta: “¿Vos decís que no se presenta?”. Se llama Analía, vive en Florencio Varela con su marido y sus tres hijos. Ella es ama de casa y su marido operario. “Tenemos que salir a hacer changas como cortar el pasto o arreglar algo para sacar unos pesitos más. La AUH la usamos para pagar los servicios, ni pensar en comprar zapatillas”.

CFK

“Pero con ellos no tenemos futuro”, dijo la exmandataria.

Sebastián llegó con un amigo desde Moreno. Se tomaron un tren y un colectivo. Como todos los días, se levantó a las 5. “Soy remisero y el trabajo me bajó casi un 80 por ciento. Por momentos estoy desesperado”, confiesa. Alguien, a unos metros, se queja: “¡Nos quieren endeudar por 100 años!”, pero una voz más fuerte lo interrumpe cantando: “Cristina es del pueblo y del pueblo no se va”, y entonces Cristina pronuncia sus primeras palabras y el pueblo escucha. Afuera del estadio, se observa a los miles que no lograron ingresar, sentados en el alto terraplén de las vías del Roca, en una suerte de quinta tribuna. Adentro se ven buzos de Aerolíneas Argentinas, de YPF y hasta de Boca y de River, pero todos con alguna prenda celeste y blanca sobre sus hombros o sus cabezas.

Cristina dice que es obvio que tiene pasado, “pero con ellos no tenemos futuro”. Después se rodeó de pueblo sobre la tarima en que habló, ubicada en el centro, casi al nivel de la gente. Subieron investigadores que perdieron sus becas, discapacitados que se quedaron sin pensión, pequeños empresarios y comerciantes que se achicaron por los tarifazos y la recesión, maestras y directoras de escuela que no llegan a fin de mes, estudiantes que dejaron de cobrar el PROGRESAR, trabajadores que ahora son desempleados…

El cierre fue a puro himno, el público en vivo y, en los parlantes, Mercedes Sosa, la mujer que cantó que no todo está perdido. Los fuegos artificiales y el humo albiceleste crean la ilusión de un pueblo embanderado y, con los puños en alto y los dedos en “V”, se grita fuerte: “¡Viva la Patria!”. Y, como desde temprano a la mañana, se sigue cantando: “Este sentimiento se lleva en la piel / La derecha ya no lo puede creer / Este pueblo siempre va a seguir luchando”. Amén.

Actualizada 21/06/2017

“No queremos más pobres muertos”

“No queremos más pobres muertos”

“Queremos cambiar el paradigma de plan social por el paradigma del salario social complementario”, plantea Leonardo Grosso, diputado nacional por el bloque Peronismo para la Victoria, uno de los impulsores de la Ley de Emergencia Social, que obtuvo media sanción en el Senado la semana pasada. En su oficina de la calle Riobamba el legislador, miembro del Movimiento Evita, habló con ANCCOM sobre su decisión de alejarse del Frente para la Victoria, el peronismo y el rol que ocupan los dirigentes opositores, como Cristina Fernández de Kirchner.

¿Qué establece específicamente la Ley de Emergencia Social?

La ley tiene tres puntos. El primero es crear el programa de ingreso social con trabajo, declarar la emergencia social y plantear que, en el plazo de un año, el Estado, a través del Ministerio de Desarrollo Social y del Ministerio de Trabajo, tiene que crear un millón de puestos de empleo de la economía popular. El segundo punto establece las instituciones: el Registro Nacional de Trabajadores de la Economía Popular que, según algunos estudios, son más de tres millones, y el Concejo del Salario Social Complementario. Por ejemplo, la Federación de Organizaciones Cartoneras de la Argentina hizo un promedio del salario de los cartoneros, estableciendo que es de 5.000 pesos. Entonces, el salario social complementario de los cartoneros va a ser de 2.600 pesos porque es lo que le falta para llegar al mínimo, vital y móvil. Y el tercer punto es la actualización de las Asignaciones Universales por Hijo a la inflación del año. Si no queremos que se  pierda capacidad de compra, hay que actualizarlas un 15% más. En debate en comisión en el Senado se le incorporó otro artículo, que es la emergencia alimentaria, que insta al Gobierno Nacional a aumentar un 50% las partidas alimentarias para las escuelas, comedores y merenderos.

¿Cómo surgió el proyecto?

La ley es, primero, una iniciativa del tridente de organizaciones piqueteras que se constituyó a partir de la llegada de Macri al gobierno, compuesto por la CCC (Corriente Clasista y Combativa), Barrios de Pie y la CTEP (Confederación de Trabajadores de la Economía Popular). El Movimiento Evita es parte de la CTEP, pero abarca también organizaciones de izquierda, cooperativas, cartoneros. Estas tres organizaciones marcharon desde Liniers a Plaza de Mayo el 7 de agosto, que es el día de San Cayetano, pidiendo paz, pan y trabajo, y empezaron a plantear la necesidad de declarar la emergencia social. Fue un mes en donde se habló de los nuevos pobres que había en la Argentina a partir de los datos de la UCA (Universidad Católica Argentina), de la desocupación, de la contracción del mercado interno, la devaluación, la inflación, por lo tanto pauperización de los niveles de vida del conjunto del pueblo argentino. Además, Macri había vetado la Ley Antidespidos y se volvieron a despedir, posterior al veto, 130 mil personas. A partir de todo esto, se estableció una reunión en el Senado donde las organizaciones fueron a contar esto. Había más de 17 senadores y 25 diputados de distintos bloques: desde Pino Solanas hasta (Miguel Ángel) Pichetto. Ahí se establece la posibilidad de hacer la ley.

Sin embargo, recibió críticas de sectores de izquierda.

Y de La Cámpora también. Nosotros les tenemos mucho cariño, son nuestros hermanos, pero ahora han hecho un comunicado planteando que esto era una medida coyuntural, entonces estamos un poquito enojados. Desde la izquierda también critican que sea coyuntural. Sí, bueno, chocolate por la noticia, no somos salames y las organizaciones, tampoco. Es una respuesta inmediata a la emergencia lo que estamos planteando. No queremos discutir cómo se resuelve mientras la gente se muere de hambre.

Desde el Gobierno plantean que la ley no es viable económicamente. ¿Cómo se financiaría?

Es increíble que digan eso cuando durante todo el año han transferido recursos a los sectores más concentrados. Es una cuestión de decisión política, no de financiamiento de recursos. El Gobierno entregó 63 mil millones de pesos anuales a tres empresas agroexportadoras y a dos empresas mineras, que encima son yanquis. Es el mismo Gobierno que le regala 19 mil millones de pesos a tres empresas eléctricas, una de las cuales es del primo de Macri. Ya con eso vos tenés, en siete empresas, 81 mil millones de pesos anuales: la mitad es lo que necesitamos nosotros para la emergencia social, para crear un millón de puestos de trabajo, y para tres millones y medio de Asignaciones Universales por Hijo. Por otro lado, armamos tres proyectos de ley para hacer un impuesto a empresas trasnacionales que invierten en la Argentina y, mes a mes, giran miles de millones de dólares al exterior. Y, esta semana, presentamos un impuesto al juego y a los plazos fijos en moneda extranjera mayores a un millón. Entonces hay posibilidades, si nosotros gravamos a los que más tienen y distribuimos. Y esta plata, que se gastaría en la emergencia social o que se invertiría en los sectores populares, rápidamente se volcaría al Estado con impuestos, porque los compañeros que menos ganan gastan todo en consumo, no ahorran.

El senador por Cambiemos Luis Naidenoff dijo que esta ley agita el fantasma del estallido social a fin de año.

El PRO vive adentro de un termo. La verdad es que no tienen ni idea de lo que está pasando. Este fue un año complicado, no es diciembre el mes complicado, y esto es un desastre para los sectores populares. Hoy los compañeros vuelven a pedir comida, y esa es una señal clara de cuál es la situación social este año a partir de políticas económicas viejas, porque son las mismas que usó Martínez de Hoz en la Dictadura, y las mismas que usó Cavallo en el menemismo y la Alianza.

Con respecto al Ministerio de Desarrollo Social, ¿cómo son las relaciones con la ministra Carolina Stanley? Emilio Pérsico manifestó que es necesaria la relación con el Gobierno.

Nosotros venimos hablando desde principio de año. Hay una mesa de diálogo abierta, por distintas cuestiones, entre las tres organizaciones y Stanley. Es buena la relación, pero eso no alcanza, lo sabemos y se lo decimos. Son vasitos de agua en el desierto. Si nosotros en el gobierno kirchnerista no podíamos resolver los problemas estructurales de la pobreza con política social, y había una política económica virtuosa, ahora que hay una política económica contraria a los sectores populares, mucho menos. Emilio es el que va a las reuniones con Stanley. Estamos tratando de hacer viviendas en la provincia de Buenos Aires con cooperativas sociales, pero la relación es gremial, no política. Algunos sectores que se paran desde un ideologicismo dicen que no hay que sentarse a hablar, pero es el Estado… nosotros no podemos no sentarnos a hablar. No es como la teoría de los troskos, cuanto peor, mejor; para nosotros es cuanto peor, peor. Si esto estalla, la gente sale a saquear, ¿y quién paga los costos de la crisis? No hay una sola crisis en este país que la haya pagado Techint, Macri, Clarín… estos tipos salen siempre por arriba. ¿Quiénes son los muertos del 20 de diciembre? No hay ningún banquero o funcionario muerto, sino pobres que fueron a protestar por comida o para que se vayan todos.

Nosotros eso no queremos más pobres muertos. Yo quiero construir una alternativa política, que este gobierno se vaya dentro de cuatro años, cuando se tiene que ir, y que nosotros no arranquemos de cero. Quiero tratar de estar lo más arriba posible. Néstor nos subió muchos escalones; bueno, yo de acá no me bajo.

¿Por qué vos y otros legisladores decidieron abrirse del Frente para la Victoria? ¿Tuvieron que ver los hechos de corrupción?

Se utilizó eso porque fue una semana después del tema del bolso de José López y ese espectáculo tragicómico de la historia argentina. Pero nosotros decidimos armar un bloque aparte con los diputados del Movimiento Evita porque no estamos de acuerdo con la política que lleva adelante el FpV. La discusión la tuvimos adentro durante cinco meses, y sigo insistiendo en que el FpV persiste en ese error: muchas veces se cargan las tintas sobre los sectores de la oposición, y no sobre Macri. Y hoy tenés un adversario común mucho más importante que las diferencias que vos puedas tener con tus pares de la oposición. Eso va más allá de que lo quieras traducir, después, en términos electorales. Es muy difícil que, por ejemplo, nosotros y Massa terminemos juntos, o que La Cámpora y los socialistas terminen juntos, pero nosotros acá podemos hacer una articulación en contra de Macri. Porque lo hicimos con la Ley Antidespidos, y porque lo podemos llegar a hacer con la Emergencia Social. Yo no puedo determinar la política a partir de quién bancó o no mi gobierno. Yo fui parte de ese gobierno, es mi gobierno, yo a Cristina la quiero, es una genia para mí, pero no acuerdo la estrategia política. Yo creo que el campo nacional y popular es más grande que el kirchnerismo y, de hecho, el kirchnerismo juntó un espacio enorme en el campo nacional y popular. Fuimos a elecciones con Scioli a la cabeza, pero perdimos. Entonces, eso que juntamos es mucho, pero no alcanzó porque ellos eran más. Ahora, nosotros tenemos el desafío de juntar un poco más, y eso no se hace cuestionando a los que estaban conmigo, o a los que no estaban conmigo que podrían haber estado. Yo cuestiono a Macri, no voy a cuestionar a Barrios de Pie porque no estuvo en mi gobierno, porque ellos están en la calle: sus compañeros son los mismos que los míos que se están muriendo de hambre por la culpa de este Gobierno. Y con la CGT pasa lo mismo. Yo no puedo discutir con Moyano para atrás porque no voy a estar de acuerdo con lo que hizo en las últimas elecciones, yo jamás hubiese ido a un acto con Macri para hacerle un monumento a Perón. Pero ahora tenemos que construir una nueva mayoría. Hoy es una situación política de defensiva popular. Hay que aplicar menos la política del codazo, de pelearle al de al lado tuyo, y empezar a hacer la política del puño, porque si pegamos entre todos, el puño es mas grande. Si nos codeamos entre nosotros, es imposible pegar para adelante.

¿Cuál será, entonces, el rol de Cristina Fernández de Kirchner en los próximos meses?

Es innegable que Cristina es una de las figuras más importantes de la Argentina. Tiene peso y está afilada en sus planteos al macrismo, pero depende de lo que ella quiera. Si quiere ocupar un lugar importante, va a colaborar en la construcción de una alternativa a esto. Si ella pretende ocupar un lugar de testimonio, en términos políticos, de poder ir marcando siempre donde está el error, pero sin la necesidad de tener una estrategia para gobernar, puede armar su propio grupo y expresar esa política sin la necesidad de confluir en algún frente. Yo creo que hay dos o tres estrategias que puede tomar ella. Hoy, por lo pronto, yo la veo ocupando el espacio opositor. De los dirigentes importantes en este país, no hay nadie más opositor que Cristina. El resto practica un opo-oficialismo, como dice (Horacio) Verbitsky.

¿Qué papel juegan otros peronistas, como Diego Bossio o Sergio Massa, en la escena política?

Tienen que definir si están en el espacio opositor o el espacio oficialista. Me parece que eso es cuestión de tiempo. Yo no estoy de acuerdo con la política de buscar traidores, fue una de las discusiones que tuve en el bloque del FpV cuando se fueron Bossio y los otros compañeros a armar el Bloque Justicialista. Uno no puede simplificar así la política porque, sino, tendría una lectura muy lineal que no permitiría hacer política en términos reales. Entonces, yo soy un poquito más respetuoso de esos compañeros. Tenemos excelente relación con (Oscar Alberto) Romero, el presidente del Bloque Justicialista, y trabajamos muchas cosas en común. Me parece que ese espacio es parte de la posibilidad que tiene el peronismo de rearticular una mayoría, con distintos niveles de protagonismo. Por otro lado, Massa tiene la disyuntiva de elegir entre Margarita Stolbizer y el peronismo. Yo lo veo más cerca de Margarita, pero allá él. Nosotros tenemos otra tarea: vamos a la calle, construimos base social para poder enfrentar y frenar este Gobierno, y vamos hablando con todo el peronismo, intendentes y sindicatos, tratando de armar alguna propuesta política interesante en la provincia de Buenos Aires.

¿Cuál es tu relación con el Municipio de San Martín y con el intendente Gabriel Katopodis?

Tengo excelente relación. Tenemos una alianza política con el intendente hace un tiempo largo. Hay compañeros del Movimiento Evita que están integrados a la gestión municipal. Este es el segundo mandato de Katopodis, y ha hecho una buena gestión; cualquiera, le guste o no, puede ver que San Martín está un poquito mejor. Con Katopodis venimos compartiendo mucho la mirada política de qué es lo que hay que hacer, y caminando mucho la provincia de Buenos Aires y el conurbano, articulando compañeros para poder establecer una alternativa política desde el peronismo, que se plante opositor al gobierno de Macri, y que permita ir articulando algunas propuestas interesantes.

¿Cómo es la relación de los intendentes de la provincia con el gobierno de María Eugenia Vidal?

Ellos tienen que hablar porque son intendentes y la señora es gobernadora, pero no resuelve mucho. La verdad es que el gobierno de Vidal es un desastre en materia de gestión. Todavía no construyó ni una casa y hace un año que está. Dijo que iba a hacer las grandes obras y lo único que hizo fue inaugurar un pozo que es un túnel de un paso bajo nivel. Si nosotros habíamos pensado que Scioli había hecho el desastre más grande que se puede hacer en la provincia en materia de seguridad, vino Vidal y lo empeoró.

¿Cómo se resuelven las negociaciones entre los gobernadores y el Ejecutivo?

El Gobierno utiliza los recursos económicos para extorsionar a los gobiernos provinciales. Pero los gobernadores de a poquito se van cansando de esa situación. Ellos avanzan con reclamos, el Gobierno les dice que sí, pero después les dicen no, o no les manda los fondos. Hay un problema que es estructural en Argentina, que nosotros no lo resolvimos durante doce años, que es la falta de federalismo en términos de recursos: hay una dependencia de las provincias y los municipios para con la Nación o con cada provincia, que es enorme. Y eso está mal que lo hagan estos, y también si lo hacíamos nosotros. Pero creo que ahora empeoró, porque otra cosa es un Estado que invierte, que alimenta el mercado interno, entonces vos tenés posibilidades de absorber recursos a partir del movimiento de la economía. En una situación de recesión, de ajuste, de transferencia, y de endeudamiento, es diferente. La única propuesta que hicieron desde el gobierno nacional para las provincias es endeudarse, y eso ya sabemos cómo termina.

 

Actualizado 24/11/2016