Ago 25, 2016 | inicio
El frío no los congeló. O sí, pero no los paralizó. Miles de argentinos hicieron de la calle nuevamente su escenario de lucha, porque a la falta de trabajo y a los sueldos disociados de la inflación, se sumaron los tarifazos de agua, gas y luz. El 14 de julio y el 4 de agosto de este año, en distintas ciudades del país, se hicieron “ruidazos” para reclamar por el aumento en los servicios públicos. Pero no solo la calle fue un espacio de disputa: también lo fue la justicia. El Centro de Estudios para la Promoción de la Igualdad y la Solidaridad (CEPIS) presentó un amparo que fue ratificado por la Sala II de la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata, quien anuló las resoluciones 28 y 31 de 2016 del Ministerio de Energía y Minería de la Nación que establecían la suba de precios en el gas. Pese al recurso extraordinario presentado por el gobierno para apelar esa decisión, la Corte Suprema de Justicia finalmente dictaminó el pasado jueves 18 de agosto la suspensión definitiva del tarifazo para usuarios residenciales y la obligatoriedad de la audiencia pública como requisito previo para programar el nuevo cuadro tarifario que -advirtió en el fallo- deberá tener en cuenta los criterios de razonabilidad y gradualidad. La fecha de la audiencia, según anunció esta semana el gobierno, será el 16 de septiembre. Cooperativas, fábricas recuperadas, pymes, clubes de barrio y otras entidades que pueden cerrar sus puertas por la imposibilidad de pagar los valores actuales de los servicios, quedaron afuera. Por eso, muchas de ellas ahora piensan en comenzar el camino judicial.
El amparo
Los amparos a los tarifazos de luz y gas fueron presentados por el Centro de Estudios para la Promoción de la Igualdad y la Solidaridad (CEPIS). Según explicó Mariano Lovelli, abogado y presidente de CEPIS, al presentarlos desde una ONG –y no como particulares que representan el interés individual– pudieron iniciar el litigio como un proceso colectivo de alcance nacional. “Nos reunimos con distintos sectores que estaban preocupados por la suba de tarifas. Vimos que se podía presentar un amparo y con un grupo de abogados lo armamos. Después se sumó otra asociación que se llama Consumidores Argentinos”, dijo Pedro Sisti, abogado y secretario de CEPIS.
El amparo al tarifazo del gas fue presentado la primera semana de abril. El fundamento en el que se basaron los abogados de CEPIS fue la falta del requisito de audiencia pública previa que establece la Constitución Nacional para efectuar cualquier tipo de modificación en la tarifa de servicios. “Es decir, las resoluciones del Ministerio de Energía que impusieron el tarifazo se hicieron de manera intempestiva, sin haber realizado antes este mecanismo de participación ciudadana”, consideró Lovelli.

Riudazo contra el tarifazo en Plaza de Mayo.
La acción de amparo se inició y tramitó ante un juez de primera instancia, y recayó en el Juzgado Federal N°4 de la ciudad de La Plata. Según detalló Lovelli, el juez rechazó el amparo en su sentencia, pero ordenó al Estado a que realice en un plazo de 20 días una audiencia pública para cumplir con ese requisito “bajo apercibimiento de retrotraer el valor de las tarifas previo al dictado de estas normas que generaron el tarifazo”, aclaró el presidente de CEPIS. Frente a esa decisión, las dos partes en litigio apelaron: “Nosotros porque consideramos que son nulas las resoluciones que se dictan sin haber dado cumplimiento al requisito de la audiencia y el Estado porque la sentencia lo obligó a llamar a audiencia en un lapso que consideró muy breve”, explicó Lovelli. Y continuó: “En la apelación intervino la Sala II de la Cámara Federal de La Plata, que el día 7 de julio dictó sentencia haciendo lugar a nuestro planteo. Declaró la nulidad de las resoluciones 28 y 31 del Ministerio de Energía y ordenó retrotraer los valores al 31 de marzo de este año”. El Estado apeló esta sentencia a través de un Recurso Extraordinario Federal y la Cámara aceptó esa apelación para que la Corte intervenga, pero manteniendo la plena vigencia del fallo que anuló el tarifazo.
“El fundamento del Gobierno para apelar fue que consideró que no era necesaria la audiencia pública porque son aumentos transitorios. Nosotros sostuvimos todo lo contrario: para hacer cualquier tipo de modificación tarifaria, sea transitoria o permanente, tiene que necesariamente llevarse a cabo este procedimiento que está establecido en la Constitución”, advirtió Lovelli.
Pedro Sisti también desestimó el argumento que había presentado el oficialismo: “En la energía eléctrica, la producción, el transporte y la distribución son servicios públicos. En cambio, en el gas la producción no se considera servicio público y sí lo es el transporte y la distribución. Como acá lo que más subió es la generación, el precio del gas en boca de pozo, el Gobierno sostiene que no tiene que haber audiencia pública. ¿Cuál es el problema? El precio del gas en boca de pozo es en la tarifa que paga el usuario entre el 65 y el 80 por ciento. Con lo cual, si sube el gas en boca de pozo, necesariamente sube la tarifa. Entonces, aun cuando no sea servicio público el gas en boca de pozo, como impacta en el costo del servicio público de transporte y distribución, tiene que hacerse audiencia pública antes”, argumentó y agregó: “La ley de Regulación del transporte y distribución de gas natural es la 24.076, que encima es una norma de cuando se privatizaron los servicios públicos, de antes de que se reformara la Constitución incluso, o sea, antes que se incorporara el artículo que habla de usuarios y consumidores, con lo cual tampoco se la puede tomar tan al pie de la letra, hay que entender que la Constitución amplió derechos”.

Otro ruidazo en Medrano y Corrientes.Flore
Finalmente, el jueves 18 de agosto la Corte Suprema confirmó la anulación del tarifazo, pero solo para los usuarios residenciales. El día anterior al fallo, la procuradora General de la Nación Alejandra Gils Carbó recomendó a la Corte mantener la decisión de la Sala II de la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata que declaró la nulidad de las resoluciones 28 y 31 y estableció retrotraer el valor de las tarifas a los precios existentes hasta el 31 de marzo. Consideró que la falta de audiencia pública previa no respetó los derechos de información, consulta y participación ciudadana previstos en el artículo 42 de la Constitución Nacional. Además, desestimó el argumento del Gobierno que sostiene que esa instancia no es necesaria para aumentos transitorios ya que, según explicó la Procuradora, impacta de manera inmediata en el acceso a un servicio público.
“Por un lado es muy positivo -señaló Lovelli-, porque la Corte aceptó el nudo argumental de nuestro razonamiento, en el cual sin audiencias públicas previas no puede haber ningún tipo de modificación tarifaria. También estamos conformes con que se manden a discutir todos los componentes de la tarifa. Es decir, no solo el transporte y la distribución, sino también el de la generación”. Y agregó: “No sabemos cuánto cuesta producir gas en la Argentina, por eso vamos a ir a discutir a la audiencia pública, para que nos muestren los costos y nos expliquen por qué si –según las estimaciones que hacen consultoras especializadas en energía– el valor promedio es de 1,90 dólar, el gobierno le asignó un valor de 5,50. ¿Qué pasa con ese porcentaje de dinero que, en definitiva, es una inmensa transferencia de recursos de la población a un pequeño grupo de empresas?”

Héctor Polino, ex diputado nacional del Partido Socialista, es el fundador y representante legal de Consumidores Libres, una asociación con más de veintidós años de existencia que se dedica a defender los derechos de usuarios y consumidores. Este año inició una medida judicial contra la empresa Metrogas, contra el Ministro de Energía de la Nación, y contra el interventor del Enargas. Luego de meses de asesorar legalmente a usuarios que acercaban sus inquietudes y problemas frente a la suba desmedida de tarifas, recibió con alegría el fallo de la Corte. Al igual que los representantes de CEPIS, aplaudió la decisión del Poder Judicial de incluir en la discusión el precio del gas en boca de pozo. “Es lo que corresponde. Porque si el Ejecutivo está regulando ese precio, tiene que ser discutido y tratado en una audiencia pública. Estamos pagando más del doble de lo que se está pagando en el resto del mundo, favoreciendo a las empresas petroleras”, dijo Polino. Además, festejó que la Corte haya reconocido la tarifa social, reclamado al Congreso de la Nación la designación del Defensor del Pueblo y fijado el criterio que tiene que tener el Poder Ejecutivo en la evaluación de las audiencias públicas.
Fuera de juego
Pese a lo positivo del fallo que puso el peso de la balanza a favor de los usuarios, varios sectores no fueron contemplados. Al restringir el alcance a los consumidores residenciales, el aumento en las tarifas sigue vigente para cooperativas, fábricas recuperadas, Pymes, clubes de barrio, teatros, y otras asociaciones que se han visto afectadas por el tarifazo. “No sé cuál ha sido la motivación. Entiendo judicialmente la diferencia que hace la Corte, la comprendo desde lo estrictamente jurídico, pero me parece que lo lógico en este caso hubiera sido que se extienda a todos”, consideró Lovelli. A pesar de esa restricción, alentó a los usuarios excluidos a que presenten demandas para acceder a la suspensión del tarifazo. “Lo cierto es que al declarar la nulidad de las resoluciones 28 y 31, se habilita expresamente para que cualquier damnificado no comprendido en la sentencia vaya mañana mismo a cualquier estrado judicial a pedir que le extiendan la anulación del tarifazo. Y se lo van a dar automáticamente, por los propios fundamentos de la Corte”, aclaró el presidente de CEPIS.

La explicación que dio la Corte para segmentar el alcance del fallo se basó en el argumento de la homogeneidad de los intereses: una asociación civil solo puede representar a los usuarios residenciales que se ven afectados por el gas de su vivienda. Si bien Lovelli consideró que la resolución aportó un gran mejoramiento de la calidad democrática al ratificar la importancia de la participación ciudadana en la toma de decisiones, cuestionó la segmentación realizada. “Lo cierto es que no era un tema que se había planteado en esos términos como defensa por parte del Gobierno, sino que fue una cuestión que trajo la Corte per se para hacer esta división, cosa que no lo habían hecho ni el juez de primera instancia, ni la Cámara Federal, ni la Procuradora, lo cual genera que cada actor no comprendido en el fallo tenga que ir individualmente a peticionar. En el caso de las grandes empresas es entendible, pero en muchos otros casos condenan a un club de barrio, por ejemplo, a tener que litigar individualmente cuando son entidades que hacen al sostenimiento de las actividades recreativas, deportivas y culturales de la sociedad”, denunció el abogado.
Para poder acceder a la suspensión del aumento en las tarifas de gas, Polino explicó que los sectores excluidos del fallo pueden iniciar una acción judicial de manera individual o grupal, si están agrupados en alguna entidad de segundo grado que las represente con personería jurídica. En el contexto actual de desempleo creciente e inflación, el alto valor en las tarifas representa una importante traba al sostenimiento económico de esos sectores. “Esto afecta al empleo”, consideró el fundador de Consumidores Libres. Y agregó: “Con la suba de tarifas, aumentan los gastos fijos de las cooperativas y pequeñas empresas y tienen que trasladarlos a los precios. Eso puede llevar a una reducción de la demanda de trabajo. Y, en consecuencia, puede provocar desocupación, o disminución de la calidad de vida de los integrantes de estas entidades”.
Participación ciudadana
Pedro Sisti, secretario de CEPIS, explicó cómo debe darse la audiencia pública para ser constitucional y cumplir con el artículo 42: “Lo primero que deberían hacer es brindar toda la información: el Estado de situación de las empresas; quiénes las conforman –o sea, quiénes se van a ver beneficiados–; a qué se ha destinado la plata que se ha recibido de los subsidios y los costos de las tarifas todo el tiempo previo; dónde se va a dar la suba; qué destino se le va a dar a esta suba; cuáles son las razones, si es un aumento de costos internacional, si es para extender el servicio, etc.”, explicó. Luego de esa etapa informativa, debe darse lugar a la participación ciudadana: “Se debe garantizar la oportunidad de que los usuarios y consumidores presenten objeciones antes y durante la audiencia pública, oralmente o por escrito. Después debe existir un momento en el cual se contesten fundadamente todas las objeciones. Es decir, la audiencia debe dar información, escuchar y contestar. Porque si bien no es vinculante, tampoco es que pueden escuchar y no hacer nada. Que no sea vinculante significa que no estás obligado a resolver de la manera que plantee la gente en la audiencia pública. El que decide es el organismo de control, conjuntamente con el Estado. Pero sí están obligados a contestarle al ciudadano, que no es un tema menor”, concluyó.
Derechos humanos
La luz, el gas y el agua son servicios básicos que deben ser garantizados por el Estado. De allí la importancia de la discusión y el alcance desastroso que tuvo el tarifazo. “Un usuario puede prescindir de comprar una botella de gaseosa, de ir al teatro, pero no puede prescindir del gas natural, como no puede prescindir de utilizar energía eléctrica o agua potable, o utilizar el servicio público de transporte ferroviario, subterráneo o de colectivos”, enfatizó Polino. “Se trata de servicios públicos esenciales. Y una de sus características es la universalidad: tiene que llegar a la totalidad de los usuarios, con independencia de la capacidad de pago”, agregó.

“La Corte hace el planteo acerca de la razonabilidad y la justeza de las tarifas porque hay que comprenderlas como un todo. Tanto el agua, como la energía eléctrica y el gas, forman parte de bienes esenciales para la vida de los argentinos y no pueden ser tomados de manera aislada o individualmente, sino que tienen que pensarse de manera conjunta para que no termine siendo confiscatorio, y que la gente termine evaluando si calefaccionar e iluminar su casa o comer”, explicó el presidente de CEPIS. Pedro Sisti, opinó en el mismo sentido: “Sin luz no se puede vivir dignamente, como tampoco sin agua. Para nosotros el gas también se ve incluido en eso. No se puede negar que tener esos tres servicios hace a una mejor calidad de vida. Sobre todo por todo lo que se garantiza a través de ellos: la vivienda digna”. Y Lovelli completó: “No podemos entender vivienda digna solo cuatro paredes, un techo y un piso, sino los elementos que hacen que esa vivienda sea habitable, sea confortable, es decir, que tengas energía para poder iluminarte y que tengas gas para poder calefaccionarte”.
El proceso para presentar el amparo al tarifazo de luz se realizó de manera similar al de gas, porque el nudo argumental fue el mismo, es decir, la ilegalidad del dictado de normas que modifiquen las tarifas de los servicios sin haber realizado la audiencia pública. “En este caso –explicó Lovelli– la jueza de primera instancia nos otorgó una medida cautelar en la cual planteó la suspensión del tarifazo hasta tanto no se lleve a cabo la audiencia pública que establece la normativa”. La Cámara Federal de San Martín, frente al intento del Gobierno de cuestionar la decisión, ratificó el fallo de la jueza.
Respecto a la suba en las tarifas del agua, tanto Consumidores Libres como CEPIS están investigando para poder presentar un amparo que también frene ese aumento.
Actualizado 25/08/2016
Ago 24, 2016 | inicio
Los extremos de una cadena de comercialización que rara vez se ven la cara se encontraron este martes en el marco de una peculiar protesta. Productores y chacareros viajaron con sus camiones desde distintas regiones de Río Negro y Neuquén y se plantaron frente a la Casa Rosada para regalar fruta a quienes se acercaban a la Plaza de Mayo. El objetivo: que se visibilice el pedido de medidas de protección al sector frutícola y que el presidente Mauricio Macri los reciba en una audiencia.
Vicente Santiago Jara, productor del Alto Valle de Río Negro, estuvo presente en la plaza. “Nos da vergüenza saber lo que está pagando el consumidor final por un producto que hacemos nosotros con nuestra materia prima. Tenemos de costo de producción entre cuatro y cinco pesos y los grandes monopolios de la cadena nos están pagando entre tres y cuatro. Y no nos pagan de una vez sino que lo hacen en diez cuotas, por eso hasta ahora hemos recibido solo un peso por kilo entregado”, indicó Jara y agregó: “Venimos a pelear por un precio justo, queremos que el Estado, por ley, establezca lo que es justo para cada quién. Y nos ayude; no con subsidios sino con préstamos a tasas que nos permitan seguir produciendo”.

“Nos da vergüenza saber lo que está pagando el consumidor final por un producto que hacemos nosotros con nuestra materia prima», confesó Vicente Jara, productor de manzanas.
El presidente de la Cámara Frutihortícola de Cervantes, Carlos Ilú, es otro de los productores que atendía cada solicitud de la prensa. Cuando se le consultó sobre el estado de los productores de peras y manzanas dijo sin titubeos: “Es desesperante”, y explicó: “Éramos diez mil familias de productores y hoy quedamos 2.500 porque no resisten su posición en el circuito comercial. Por eso, solicitamos una ley que dé un margen de beneficio por encima del costo de producción”.
Para graficar la situación detalló: “Un kilo de fruta se vende en góndola a 30 pesos el kilo. El Estado recauda el 10,5 por ciento en concepto de IVA, que es alrededor de 3,1 pesos, y el productor recibe menos de 3 pesos por kilo de fruta producida. Esto implica que hay un desfasaje de 1,5 pesos por kilo producido. Veníamos de ocho años en que producíamos con un dólar a 15 pesos y vendíamos con un dólar a 7 pesos. Hoy la paridad cambiaria es igualitaria, pero aún no llegan los beneficios al productor primario sino que va directo al sector exportador. Este sector exportador se queda con los beneficios de una paridad cambiaria mejor y con los reembolsos que se sustentan a través de los puertos patagónicos, que rondan el 7 por ciento, más la derogación de las retenciones que suma otro 5 por ciento”.

“Es desesperante. Éramos diez mil familias de productores y hoy quedamos 2.500 porque no resisten su posición en el circuito comercial», explicó el presidente de la Cámara Frutihortícola de Cervantes, Carlos Ilú.
Un productor de uvas de Mendoza, Daniel Domínguez, se acercó para apoyar la protesta y aprovechó el espacio para describir el mismo problema en su provincia: “El año pasado me pagaban 50 centavos el tacho de uva, que no alcanza ni para pagar el fertilizante. Y hay familias que no tienen ni para renovar el par de zapatillas que se la gastan en el viñedo. Todos los productores tendríamos que apoyarnos entre nosotros mismos, para hacer más fuerte al sector. Todos los productores tendríamos que estar acá. Pero somos muy grandes, somos viejos. Somos productores por vocación, por incidencia de los padres, no por rentabilidad. A las nuevas generaciones no les interesa, se van a la mierda, porque no vale la pena tanto sufrimiento”.
Por otra parte, el crecimiento de las importaciones, acelerado a partir de las medidas tomadas por el actual gobierno, también repercute en los productores de frutas. De acuerdo a un informe realizado por la consultora Radar, que conduce la economista Paula Español, advierte que han ingresado fuertes cantidades importadas de naranjas y pomelos de Chile, España es Israel. Por caso, durante el primer semestre se importaron 181 toneladas de limones del exterior, mientras que en el mismo período del año anterior no había ingresado ninguna.
Peras, manzanas y personas
Cientos de personas formaron hileras que surcaban Plaza de Mayo. Vinieron de González Catán, de Moreno, de Monte Grande, de Villa Madero, y también de Villa Soldati, de Mataderos, de Liniers, entre otros puntos de la Ciudad y del Gran Buenos Aires. Según declaró uno de los chacareros, había personas mayores desde las cuatro de la mañana haciendo cola, a la espera de las manzanas y las peras que trajeron los productores patagónicos desde sus pagos y que regalaron a modo de protesta contra los intermediarios. Había también muchas madres con changuitos, bolsas y mochilas. Mientras todos esperaban al calor de un cielo abierto, alguno se animó a declarar que tenía dificultades para cubrir sus gastos a fin de mes. En menos de dos horas, cerca de 10 toneladas de fruta ya habían sido repartidas.
Nora había llegado a la plaza a las ocho de la mañana, “bien temprano para ayudar en la economía de mi familia, que tengo cuatro nietos que tienen a su mamá desocupada”. Juan Domingo, de unos 70 años, había hecho un viaje de dos horas para llevar fruta a un comedor al que asisten a 60 vecinos de González Catán, en la provincia de Buenos Aires. Mientras que María del Carmen comentaba que tiene la sensación de vivir un contexto parecido al de la crisis del 2001.

“Cada habitante consumía alrededor de 14 kilos de manzanas y peras per cápita por año; hoy se están consumiendo seis kilos», afirmó Ilú.
Por su parte, Ilú, también miembro de la Federación de Productores de Fruta de Río Negro y Neuquén, mostró el contraste con otros tiempos. Para él, hace unos años, “cada habitante tenía alrededor de 14 kilos de consumo de manzanas y peras per cápita por año; hoy se están consumiendo seis kilos. Nosotros queremos que la gente coma más y para eso hay que cobrar un precio razonable”.
Todos los productores coinciden, además, en que los intermediarios son los grandes formadores de precios. Ilú es más elocuente: “Los intermediarios son una cadena de parásitos que ganan plata por el solo hecho de intervenir. Son los grandes supermercados que compran en cantidad el Mercado Central y luego lo distribuyen en las verdulerías y en los supermercados más chicos, y lo venden al precio que quieren”.

También acuerdan en que no hay políticas ni nacionales ni provinciales que regulen con equidad el precio que se tiene que pagar por la materia prima, que, a su vez, afirma Jara, “es lo que genera el motor de cualquier economía regional”, y completa: “Esto no es nuevo, venimos mal hace años”.
Luis Aznar y Damián González, chacareros de la localidad rionegrina de Cervantes, indicaron que otra de las razones de su presencia en Buenos Aires es explicarles cara a cara a los consumidores la realidad de los costos de producción de las frutas y la incidencia negativa del sector intermediario. “Con Cristina Fernández teníamos algunos subsidios, que ayudaban pero tampoco eran la solución. Una solución más de fondo es que se designe un precio básico de cosecha, como se hacía antiguamente en el monte, en la chacra”, explica Aznar.

“Con Cristina Fernández teníamos algunos subsidios, que ayudaban pero tampoco eran la solución», detalla Luis Aznar, chacarero de Cervantes.
José Alberto García preside la Cámara de Productores de General Roca. “Hay supermercados que cobran la fruta a 50 pesos, y no quiero ser mal pensado, pero parece que hay una gran amistad entre los supermercados y el Gobierno”. Y especifica: “Eso explicaría que el Gobierno no interceda a favor de los productores que están desapareciendo, que abandonan las chacras, que dejan las cosechas sin podar, que no hacen la tarea de cultura necesaria”.
“Promediamos los 65 años y si no nos dedicamos a esto ya no tenemos otra cosa para hacer. Somos reacios a desaparecer: solo queremos seguir con la producción y seguir manteniendo los puestos de trabajo que quedan y empezar a generar nuevos empleos a partir de algo tan importante como son los alimentos”, completa García.
Actualizado 24/08/2016
Ago 12, 2016 | inicio
El 30 de octubre de 1977 comenzó oficialmente la marcha que todos los jueves llevan adelante las Madres de Plaza de Mayo alrededor de la pirámide central. Esta semana se cumplieron dos mil rondas de aquella fundacional, provocada por las disposiciones de la dictadura cívico militar que se instaló en 1976: “Cada jueves a las 15:30 las Madres venimos a la Plaza. Para nosotras es una cita de honor. Cuando vamos entrando a la Plaza, sentimos el calor, los ojos, las manos, la respiración de nuestros hijos, que nos acompañan y que nos están guiando en este camino” declaró la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini.
La llegada al aniversario no pasó desapercibida gracias a condiciones exógenas. El pasado jueves 4 de agosto el juez Marcelo Martínez de Giorgi pidió la detención para Hebe de Bonafini lo que despertó la adhesión de centenares de militantes de distintas organizaciones y de numerosas personas que se acercaron a la sede de las Madres para solidarizarse, prestar su apoyo y su enérgico rechazo a la decisión tomada por el juez. Esa misma tarde, decenas de personas colaboraron para que la camioneta de las Madres logre salir y dirigirse a la Plaza. Otro factor fueron los dichos del presidente Mauricio Macri durante una entrevista, en la que evitó hablar de los detenidos-desaparecidos alegando desconocimiento total de la causa, allí también calificó a Bonafini como “desquiciada” y al terrorismo de Estado como “guerra sucia”.
En este contexto desde distintos sectores de la sociedad, se produjo una convocatoria para acompañar a las Madres de Plaza de Mayo, en su ronda número dos mil. Pasado el mediodía el clima de un día histórico comenzaba a sentirse a varias cuadras del punto de encuentro y, una vez ahí, se veían tanto banderas de agrupaciones y partidos políticos, como de sindicatos. Pero más que nada, ciudadanos y ciudadanas congregados por algo más profundo que una determinada identificación político-partidaria. Mientras esperaban, decenas de personas escribieron en hojas que tenían una Casa Rosada dibujada. Esas hojas se unieron unas con otras y formaron una red entre la Pirámide central y las rejas que la rodean. Un joven con una bandera en la mano expresó: “Hoy vine junto a mis compañeros para apoyar esta lucha que llevan las Madres hace años y que hoy, con su ronda 2000, sigue más viva que nunca. Las acompañamos para poder seguir construyendo derechos y una patria más justa”. Una compañera a su lado, agregó: “Estamos viviendo una nueva etapa de revanchismo en la que las políticas de derechos humanos, memoria, verdad y justicia son dejadas de lado por un gobierno que retoma la teoría de los dos demonios y la guerra sucia”.
Cuando llegó la camioneta, el grito fue unánime: “Madres de la Plaza, el pueblo las abraza”. En ese mismo momento, los centenares tuvieron que reacomodarse, para devolverle a las Madres el lugar que ocupan desde 1977. Las Madres estuvieron rodeadas y acompañadas por sus compañeras de Abuelas de Plaza de Mayo, H.I.J.O.S, Familiares de Detenidos Desaparecidos por Razones Políticas, Memoria Abierta y demás organismos de derechos humanos. Delia Giovanola, de Abuelas, recordó: “A nosotras no se nos hubiera ocurrido jamás caminar en círculo alrededor del mástil de la plaza, sino que fuimos obligadas porque no nos permitían, por el estado de sitio, estar hablando. Así que las rondas que hicimos no fueron elección nuestra, sino una imposición del mismo gobierno de facto. Querían que caminemos y caminamos”. Esta vez, la ronda se realizó a bordo de una combi que bordeó la Plaza, mientras a su lado se cantaban consignas como: “Con Hebe no se jode”.
Luego comenzaron varias horas de incertidumbre en el que circulaban cantitos y mates, acompañados de una pregunta fundamental: “¿Y ahora?”. Sin música, sin voces amplificadas, sin señales de una continuidad, la multitud aguardó hasta que, finalmente, cerca de las 17:30, comenzó el acto de cierre. Las Madres entregaron el emblemático pañuelo al diputado Edgardo Depetri, quien desde el escenario, ubicado a la izquierda de una plaza vallada, afirmó: “Las Madres en sus marchas empezaron a abrirnos los ojos y el camino para decir con fuerza en esta Plaza, y en todas las que sea necesario, que no hubo ‘guerra’ o ‘guerra sucia’. Hubo Terrorismo de Estado y aniquilamiento de nuestros compañeros”. Luego se sucedieron tres discursos: uno inicial de Verónica Parodi, directora del ECuNHi; el segundo de Silvina Rivilli, de la agrupación 13 de agosto de Córdoba; y el último, de la periodista Nora Veiras, quien afirmó que “las Madres hicieron realidad lo que parecía inconcebible, transformar el dolor y el miedo, en coraje y por sobre todo, en acción, en lucha. Son genuinas protagonistas de la historia”.
El cierre estuvo a cargo de la titular de la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, quien aclaró: “No es fácil ver esta Plaza llena de gente alegre, feliz, de gente que vino a conmemorar, a acompañar para decirnos que están dispuestos a seguir el camino de nuestros hijos”. Luego de un recorrido veloz sobre posibles temas para el discurso, en el que se incluyeron los partos y los estudios universitarios, recordó: “Un día mi hijo mayor me dijo que tenía que guardar a un pibe, le dije que le pregunte al padre, él le dijo que me pregunte a mí y yo dije que sí. Y así empecé a entender el maravilloso proyecto de tanto pibe que se jugó la camiseta para que hoy podamos estar acá en libertad. Se jugaron la vida por la patria, por el otro. Nuestros hijos nos decían que teníamos que llenar las calles y las plazas, por eso las Madres nunca fuimos Madres de escritorio, fuimos Madres de las calles”.
Para finalizar, haciendo referencia al contexto sociopolítico pero también a modo de invitación, añadió: “En el año 1981 escribí una carta a mis hijos en la cual decía que yo sabía que un día un hijo nuestro iba a cruzar la Plaza de Mayo e iba a ocupar el sillón de Rivadavia. Cuando vino Néstor (Kirchner) no hicimos más Marchas de la Resistencia porque el enemigo ya no estaba en la casa de gobierno. Pero las retomamos ahora, el 26 y 27 de este mes, porque hace ocho meses, en la casa de gobierno, tenemos otra vez un enemigo”.
Ago 10, 2016 | inicio
Es día de San Cayetano y los fieles hacen fila sobre la calle Bynon para pedirle al patrono del trabajo. Algunos sostienen espigas de trigo con la imagen del santo, otros tienen paquetes de velas amarillas y de fondo se escucha la misa que brindan en la puerta de la iglesia ubicada en la calle Cuzco. A metros, sobre avenida Rivadavia, al lado de la estación de trenes de Liniers, se forman las columnas de organizaciones sociales y políticas que, cerca de las nueve y media, emprenden camino hacia Plaza de Mayo.
La manifestación fue convocada por la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa bajo la consigna de “Pan, paz, tierra, techo y trabajo”. Al frente de la marcha se encuentran los dirigentes sociales y sindicales entre los que está Sergio Palazzo, secretario general de la Asociación Bancaria, aquel que mandó al ministro Juan José Aranguren a hacer prueba y error “con la puta madre que lo re mil parió” y uno de los nombres que circuló como candidato a formar parte de la conducción colegiada de la Confederación General del Trabajo (CGT) a partir del Congreso del 22 de agosto.
Hoy la central obrera está dividida en tres y se busca su reunificación. Aunque no está contemplado en el estatuto, el objetivo del Congreso es constituir una conducción colegiada que represente a todos los sectores, al igual que sucedió en 2004 cuando fueron elegidos Hugo Moyano (Camioneros), Susana Rueda (Sanidad) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias). Esta vez, la CGT conducida por Moyano propone a Juan Carlos Schmidt (Dragado y Balizamiento), la de Antonio Caló a Héctor Daer (Sanidad) y la de Luis Barrionuevo a Carlos Acuña (Estacioneros) para conformar un nuevo triunvirato. Sin embargo, la Corriente Federal de Trabajadores impulsa a Palazzo, secundado por Héctor El Gringo Amichetti (Federación Gráfica Bonaerense), para conducir la próxima cúpula de la central. Con ese objetivo, a un acto en el microestadio de Ferrocarril Oeste para el 12 de agosto.
¿Qué opina de la marcha de San Cayentano?
Es muy importante porque es una forma de expresar no solo una conmemoración religiosa, sino también la necesidad de que el gobierno cambie algunas políticas que tienen que ver, básicamente, con la economía, con lo político, con lo social. Vemos que hay una inflación alta, que hay cada vez más caída del empleo, caída de la actividad económica y esto va a tener consecuencias directas en lo social.
¿Por qué usted y El Gringo Amichetti consideran importantes las regionales de la CGT?
Nos parece importante reconstruir ese vínculo. Hoy las economías regionales y los sectores del interior del país padecen, de manera muy fuerte, este período de crisis en donde se está gobernando para los ricos. Entonces es importante tener una CGT unida y federal, que exprese al conjunto de los trabajadores en toda la República Argentina.
El taxista Omar Viviani y el representante de los peones rurales Gerónimo El Momo Venegas amenazan con no unirse si se elige una conducción colegiada de la CGT, ¿aún así usted cree que la unidad es posible?
Nosotros creemos en una conducción colegiada pero lo más amplia posible y representativa de todos los sectores de la CGT. Creemos que el debate hay que darlo adentro y desde ahí plantea que se necesita una CGT con contenido, que exprese el rechazo a la política del gobierno y que establezca un plan de lucha con un paro nacional activo y con los trabajadores movilizados.
¿Qué expectativas tiene para el acto del 12 de agosto?
Importantes. Cada vez hay más organizaciones que se suman, pero lo nuestro trasciende al 12 y trasciende también al 22. La Corriente Federal Sindical se está convirtiendo en una referencia de un espacio combativo de la CGT que pretende confrontar con el gobierno. Estamos muy entusiasmados, sobre todo, pensando, más allá del 22, en todos los días que vamos a tener que salir a la calle a luchar mientras sigan estas políticas en la Argentina.
La ex presidenta criticó al movimiento sindical diciendo que chicos de colegios secundarios logran conquistas y los gremios nada, ¿usted qué opina?
Es una opinión que tiene. Yo creo que el movimiento sindical tiene su tiempo para reordenarse, en todas las organizaciones pasa lo mismo. Nosotros (los bancarios) hemos dado una muestra contundente cuando decidimos no cerrar nuestras paritarias hasta que no reincorporaran a nuestros trabajadores del Banco Central y es una expresión que hay que tenerla en cuenta. Pero creo que hoy hay que priorizar la unidad por sobre todos los otros valores porque es el movimiento obrero y las organizaciones sociales las que están en condiciones de confrontar con efectividad contra este modelo. Hoy los partidos políticos están discutiendo sus internas, por qué perdieron la elección, y creo que si el movimiento obrero se unifica y hay unidad en la acción de todos los sectores sociales y todas las centrales podemos combatir con efectividad las políticas actuales.
Actualizada 09/08/2016
Ago 8, 2016 | inicio
Antes de empezar a andar, los grupos sirven algo caliente y reparten alfajores Guaymallén. La organización se ve por todas partes: movimientos con pecheras, gorras, banderas, carteles, viandas, micrófonos y repertorio de canciones, viandas. También tuppers con empanadas llevadas en carros, bolsones de maíz inflado para el trayecto, packs con botellas de agua. Muchos vinieron en familia, con chicos en brazos, cochecitos o de la mano. Hay planificación, no pueden improvisar en una caminata de trece kilómetros.

La movilización reunió a trabajadores de la Economía Popular de todo el país agrupados en la CTEP junto a Barrios de Pie, la CCC (Corriente, Clasista y Combativa) y otras organizaciones populares.
El tradicional paisaje de cada 7 de agosto en el barrio de Liniers está alterado. A los feligreses de la iglesia de San Cayetano se suman hoy miles de militantes de organizaciones sociales. Pero ellos no quieren ingresar al templo, sólo se proponen marchar por la avenida más larga del mundo. La Central de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y el movimiento Barrios de Pie se preparan en el cruce de Rivadavia y Cuzco, bajo el paraguas de dos frases “Paz, Pan y Trabajo” y “Tierra, Techo y Trabajo”. Dos consignas que para el lector desprevenido puede sonar redundantes. Sin embargo, ambas tienen su historia: la primera fue la consigna de la marcha del 30 de marzo de 1982 cuando miles de trabajadores argentinos se movilizaron contra la última dictadura militar; la segunda fue recientemente pronunciada por el Papa Francisco.

Muchos vinieron en familia, con chicos en brazos, cochecitos o de la mano. Hay planificación, no pueden improvisar en una caminata de trece kilómetros.
Acá todos saben moverse entre las tacuaras y sogas de las banderas, saben cómo caminar entre un grupo que agita los brazos mientras golpea sus bombos, saben respetar los cordones de seguridad y saben qué son los cordones de seguridad. Algunos llegaron en micros desde Mar del Plata, Córdoba, La Matanza, Villegas. Otros tuvieron menos suerte: “El micro que nos iba a traer desde La Plata tuvo problemas y tuvimos que llamar a remises para poder llegar”, dice Jorge Villa del Movimiento Misioneros de Francisco, mientras camina en la cabecera de la movilización.
Santo
Son las ocho de la mañana. Dos colas desembocan en las puertas de la iglesia de San Cayetano, sobre la calle Cuzco, en el barrio de Liniers. Las dos filas están prolijamente valladas en casi todas sus cinco cuadras de extensión sobre la calle Bynon. En una de las colas declaran que llegaron al alba, no más. En la otra, la mayoría está desde ayer, por eso tienen sillas plegables, abrigos hasta las orejas y cantan con palmas para darse aliento. “Esta cola es la del sacrificio, la que podés entrar y tocar a San Cayetano, no sólo verlo de lejos”, explica una mujer con la figura del santo en cuestión en sus manos. Un drone vaga sobre las cabezas del grupo.

La Central de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y el movimiento Barrios de Pie se preparan en el cruce de Rivadavia y Cuzco, bajo el paraguas de dos frases “Paz, Pan y Trabajo” y “Tierra, Techo y Trabajo”.
“Espiga para la abundancia, para que no falte ni el pan, ni el trabajo”, vocea una vendedora ambulante de las decenas que escoltan a los feligreses antes de llegar a la iglesia. La imagen del santo se puede ver en cada figura, miniatura, colgante o estampitas que exhiben los feriantes, pero no faltan elementos de la cultura oriental, imágenes del Gauchito Gil, venta de sábanas, juguetes, chipá, y el tradicional choripán. Las palabras de ocasión se entremezclan con referentes de la iglesia que apostados en la calle de adoquines confiesan a los visitantes, arrojan agua bendita o los invitan a “hacer una oración por los que no tienen trabajo”.
Al otro lado de la vía, la calle Cuzco se arrima a Rivadavia. Allí empiezan a desbordar los contingentes de las organizaciones convocantes. Es la previa. Ya se van a acomodar.

Son las ocho de la mañana. Dos colas desembocan en las puertas de la iglesia de San Cayetano, sobre la calle Cuzco, en el barrio de Liniers.
Mensaje
En la cabecera, antes de partir, se lee la carta que el Papa Francisco envió al presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, el obispo José María Arancedo, el primer día de agosto. “El pan es fácil de conseguirlo, porque en Argentina siempre alguien te lo acerca, pero el trabajo es tan difícil lograrlo, sobre todo en momentos con índices de desocupación tan altos”, escuchan los manifestantes. Un pastor de la iglesia pentecostal Dimensión de Fe recibe el micrófono y afirma que “Jesús, quien nació en la hoy Palestina bombardeada, fue torturado y asesinado por pelear por un mundo nuevo”. Luego es el turno del obispo Juan Carlos Ares quien da una bendición.

“Nosotros venimos acompañando a las cinco centrales sindicales, ahora ellos nos están acompañando a nosotros que somos los trabajadores de la economía popular”, afirma el secretario general de la CTEP, Esteban “Gringo” Castro.
Los que marchan son trabajadores de la economía popular, cooperativistas, y desocupados. Hoy no se escucha hablar del Impuesto a las Ganancias. “Nosotros venimos acompañando a las cinco centrales sindicales, ahora ellos nos están acompañando a nosotros que somos los trabajadores de la economía popular”, afirma el secretario general de la CTEP, Esteban “Gringo” Castro. La referencia incluye a Hugo Yasky (CTA), Roberto Baradel (SUTEBA), Eduardo López (UTE), Daniel Catalano (ATE), y algunos referentes de la CGT. Raúl Eugenio Zaffaroni, ex juez de la Corte Suprema de Justicia, el legislador del Parlasur Jorge Taiana, y el intendente de San Martín Gabriel Katopodis se suman a las columnas de textiles, cartoneros y recicladores agrupados en la CTEP, cooperativistas de la construcción de la CCC La Matanza, militantes de Barrios de Pie de González Catán, productores agrícolas de La Plata.
Testimonios y consignas
Silvia camina con su casco amarillo, pantalón de trabajo beige y una camisa con la cara de uno de los líderes del Cordobazo, el dirigente clasista René Salamanca. Trabaja en una cooperativa en La Matanza donde realizan obras de agua, cloacas y construcción de viviendas. “Qué hace el Presidente (Mauricio Macri) en los Juegos Olímpicos. Esa gente [de las delegaciones deportivas] hizo mucho esfuerzo por estar ahí, pero Macri qué prioriza; el país que se está viniendo abajo o unos juegos”, se pregunta Silvia, militante de la CCC. Y continúa: “La plata, con la inflación, no alcanza. Tenés que comer, pagar los impuestos, transporte, vestirte. La situación es caótica”.
![“Qué hace el Presidente (Mauricio Macri) en los Juegos Olímpicos. Esa gente [de las delegaciones deportivas] hizo mucho esfuerzo por estar ahí, pero Macri qué prioriza; el país que se está viniendo abajo o unos juegos”, se pregunta Silvia, militante de la CCC.](https://anccom.sociales.uba.ar/wp-content/uploads/sites/19/2016/08/07_TierraTechoyTrabajo_ALONSO__MG_8782-copy.jpg)
“Qué hace el Presidente (Mauricio Macri) en los Juegos Olímpicos. Esa gente [de las delegaciones deportivas] hizo mucho esfuerzo por estar ahí, pero Macri qué prioriza; el país que se está viniendo abajo o unos juegos”, se pregunta Silvia, militante de la CCC.
Desde una columna de Barrios de Pie, Walter cuenta que vino desde Córdoba donde tienen diez cooperativas de trabajo. “Yo estoy en una que hacemos carpintería. En nuestra provincia la situación se agravó en los últimos meses, hay muchísimas más personas en los comedores y también los que piden la copa de leche. A nosotros también nos pegó el tarifazo, pero nadie sale por eso porque el presidente está acá en Buenos Aires. Podés reclamar al gobernador porque también es cómplice pero no es lo mismo”, describe.
Algunos integrantes del Movimiento Misioneros de Francisco, que vinieron en remis, cuentan que son “del campo”, son productores agropecuarios de La Plata, con tradición andina. “Yo tengo trabajo pero hace falta más, también atendemos a chicos de la calle y no alcanza”, explican.

«En nuestra provincia la situación se agravó en los últimos meses, hay muchísimas más personas en los comedores y también los que piden la copa de leche» afirma Walter.
Noelia promedia los 25 años. Es de la CCC de Mataderos y trabaja en una cooperativa encargada de mantenimiento de un colegio, camina al lado de su pareja quien lleva a su bebé en brazos. No es su primera marcha.
Uno que peina canas sostiene un paraguas para cubrirse de la “lluvia de dólares” que lleva enganchados para emular las promesas presidenciales. Mientras los más jóvenes saltan y cantan: “Por eso yo te quiero dar, algo de corazón. Basta de bajos salarios, tarifazo y desocupación…”, “…estamos todos juntos nuevamente, la dignidad del pueblo no se vende, se defiende”, “…porque el hambre con Macri no se termina, soy piquetero, quiero ser gobierno, hoy salgo a luchar por un gobierno popular…”
Margarita de Villegas también milita en Barrios de Pie. Trabaja dando la copa de leche a los chicos, pero dice que por ahora no pudo cobrar. “La plata no alcanza”, aclara. Fabiana, del partido bonaerense de Laferrere, dice: “Hacemos productos de panadería. El país empezó a vivir una situación inhumana”.
En las filas de la organización Compromiso Padre Múgica levantan una veintena de pancartas de monseñor Enrique Angel Angelelli, un símbolo de la lucha contra la dictadura. Apenas unos pasos por detrás aparece un banner con la imagen de Bergoglio como Papa Francisco con la frase “hagan lío”.

“Vengo por la salud pública, para que las empresas no desvirtúen nuestra profesión, la quieren transformar con sus coimas. También contra los despidos, y sobre todo por la memoria de los compañeros desaparecidos”, explica un visitador medico.
Mientras las organizaciones avanzan, los altoparlantes invitan a los vecinos de Floresta, en Rivadavia y Nazca: “Sumate a la caravana de la dignidad. Vamos a Plaza de Mayo donde tenemos una feria de productos de la economía popular.” La ambulancia de la CTEP con la cara del padre Mugica y el Che acompaña el paso al final de las columnas.
Un visitador médico transita descalzo. Es delegado sindical en Morón. “Vengo por la salud pública, para que las empresas no desvirtúen nuestra profesión, la quieren transformar con sus coimas. También contra los despidos, y sobre todo por la memoria de los compañeros desaparecidos”, explica.
La cartelería -además de las consignas de “Paz, Pan y Trabajo” y las T “Tierra, Techo y Trabajo”- siguen: “Somos lo que falta”, “basta de inflación, desocupación y del tarifazo”, “trabajo=dignidad”, “#MenosDrogas”, “en todas perdés vos: devaluación, quita de retenciones, aumento de tarifas, inflación, despidos, “merendero gaucho gil”, “el hambre es un crímen”, “quiero pan con manteca”, muchas acompañadas de globos con la leyenda “fuera Macri”. “Nuestra fe será revolucionaria o no será nada”, reza la bandera argentina que sostiene un grupo de la JP Evita. Cantan algo sobre Kosteki y Santillán, y contestan que “trabajan, estudian y militan”.
Habrá que llegar hasta Plaza Flores para que se sume más ciudadanía.
Sueltos
Emilio camina bajo una boina, con sus manos agarradas por detrás de la espalda. “Soy jubilado, tengo 89 años, vengo de Flores”, responde frente a cada pregunta.
Dos “vecinas de Flores sur, casi Bajo Flores” marchan del brazo, mientras una sostiene una banderita argentina en la mano. “Es la primera marcha a la que vengo pero estuvimos haciendo ruido contra el tarifazo”, explica una. Dicen que es importante estar porque “aumentó todo, el costo de vida es muy alto”. Promedian los 60 años. Critican que la “marcha está politizada”, pero están decididas a caminar junto a las banderas de Barrios de Pie.
Claudia también marcha del brazo con su compañero. Del otro lado ayuda el paso con un bastón. “Venimos porque tenemos pensamiento crítico. Yo ya cuento 65 primaveras”, apunta buscando una sonrisa. Y continúa: “Sabemos lo que se hizo en el pasado y no podemos dejar que Macri haga lo quiera. Hay que salir a la calle”. Claudia viene desde Flores y su pareja de Liniers. “Acá está todo, desde San Cayetano que estoy subiendo a Facebook” dice mientras desliza el índice por su teléfono celular.

“…estamos todos juntos nuevamente, la dignidad del pueblo no se vende, se defiende”.
La ex directora de un colegio de Caballito, jubilada “de las que paga ganancias”, dice por qué salió a la calle: “Para no traicionarme a mí misma, porque fui maestra villera y sé lo que padecen los chicos. También sé lo que hicieron en la Ciudad; cerraron cursos porque faltaba un alumno, no arreglaban el frente de una escuela de más de cien años que se caían los pedazos”.
“Fuimos esclavos del ayer pero dueños del mañana”, dice la remera de una decena de jóvenes y familiares de personas con problemas de adicción. “Mi hijo está en una granja de recuperación, le falta poco para salir porque son dos años de tratamiento”, se presenta una madre. “Estamos acá porque si los chicos consiguen trabajo, tienen algo en qué pensar, mantienen la cabeza ocupada”, completa.
En Parque Rivadavia unos vecinos al paso aplauden mientras exhiben orgullosos un cartel, con estética de imprenta, que dice “No al tarifazo”. Unas cuadras después, Ricardo sale a la vereda de la librería en la que trabaja, y sostiene dos hojas pegadas a un cartón escritas a mano, que dicen “basta de despidos” y “gracias pueblo”. En el camión de sonido, un vocero apunta: “El Papa dice que más importante que ser ciudadano es ser pueblo”. Y concluye: “Lo dijo Francisco, este sistema no se aguanta”.
Ya en Plaza Once las columnas de las organizaciones se nutren aún más de familias con cochecitos, personas mayores, otras organizaciones como Patria Grande y Movimiento La Dignidad que suma al menos una cuadra más de extensión. Lo mismo pasa en la Avenida 9 de Julio. Los contingentes de Barrios de Pie de Avellaneda, la CCC de Berazategui y Varela, CTEP y Movimiento Evita de Zona Sur. La gente “suelta” se multiplica en el último tramo. Algunos marchan apenas un tramo. Otros muchos prefieren llegar directamente a la Plaza.
Actualizada 08/08/2016