“En Brasil aún no se abolió la esclavitud”

“En Brasil aún no se abolió la esclavitud”

“La ejecución de nuestra compañera Marielle es un crimen político y es necesario que los ojos del mundo se vuelvan para ver lo que está pasando hoy en Brasil”, advierte Taliria Petrone, ante un auditorio expectante en el Hotel Bauen, recuperado y autogestionado por sus trabajadores. En un emotivo acto homenajeó este lunes a su compañera de militancia y amiga Marielle Franco, la concejala brasileña asesinada el 14 de marzo de 2018, en el marco de una creciente militarización de las favelas.

Marielle era concejala de Río de Janeiro por el Partido Socialismo y Libertad (PSOL). Negra, favelera, lesbiana, feminista, y luchadora contra la violencia institucional sufrida por la comunidad afrobrasileña en las favelas, el 14 de marzo pasado, cuando se retiraba de un evento feminista, fue asesinada junto a su chofer Anderson Gomes, de cuatro disparos en la cabeza. Un día antes había publicado en su cuenta de Twitter: “¿Cuántos más tendrán que morir para que esta guerra termine?”, a raíz del asesinato de un joven negro en manos de la fuerzas de seguridad de Río.

Mientras que la policía avanza en la investigación y señala como responsable del asesinato al ala más corrupta y vinculada al narcotráfico de la propia fuerza, organizaciones partidarias y sociales aseguran que se trató de una ejecución política asociada a la militancia de Marielle, perpetrada por grupos paramilitares. En este sentido, subrayan la necesidad de que una comisión independiente lleve a cabo la investigación del hecho.

Concejala Petrone hablando en el Hotel Bauen. Detrás se puede ver una pancarta con la leyenda "Marielle vive".

La concejala denuncia que el 71 por ciento de los jóvenes asesinados en Brasil son negros.

Militarización de la vida

Marielle fue una de las fervientes opositoras a la intervención militar de Río de Janeiro, impulsada en febrero de este año por el presidente brasileño Michel Temer, con el supuesto objetivo de detener el crimen organizado y el narcotráfico. El 28 de febrero fue elegida relatora de la comisión municipal encargada de fiscalizar la intervención. Tras su ejecución, Temer calificó su muerte como un número más en las estadísticas de violencia social que amerita la militarización.

“Marielle era mujer y negra en un país en donde los hijos de las mujeres negras mueren, y eso demuestra que en Brasil aún no se abolió la esclavitud, son sistemáticamente encarcelados y ejecutados”, denunció en el acto homenaje del lunes la también concejala de Río por el PSOL, Taliria.

Las cifras expuestas por Petrone son alarmantes: cada año, 30 mil jóvenes son asesinados por las fuerzas de seguridad en Brasil. De cada 100, 71 son negros. El 40 por ciento de los encarcelados aún no tienen sentencia, la mayoría son negros y están presos por hurtos menores. Solamente el 10 por ciento está preso por crímenes graves. También aumentó más de 500 por ciento el número de mujeres encarceladas en los últimos 10 años, y más del 70 por ciento de esas mujeres son negras y faveleras.

En este sentido, Taliria calificó a la intervención estatal en las favelas como un “genocidio del pueblo negro”: “El mundo tiene que saber esto porque se trata de un genocidio del pueblo negro. La respuesta del Estado, que es el responsable de este exterminio, ha sido reforzar cada vez más esa militarización que también es responsable de la ejecución de Marielle. Hoy Río de Janeiro está militarizado, se trata de una intervención federal militar. Es el Estado en el que la policía más mata y más muere, eso es un refuerzo de una militarización de la vida”, sostuvo.

Andressa Caldas, activista brasileña hablando en la conferencia.

Una de las oradoras fue Andressa Caldas, del Colectivo Passarinho.

“El encarcelamiento de Lula es un ataque a la democracia”

El asesinato de Marielle Franco se enmarca en una coyuntura política caracterizada por el avance de la derecha brasileña contra el Partido de los Trabajadores. El 8 de abril pasado, el ex presidente Luiz Inácio Lula Da Silva, líder petista y principal candidato presidencial en intención de voto, fue encarcelado por una supuesta causa de corrupción. Deberá cumplir la condena de 12 años y un mes de prisión. Sobre el contexto político de Brasil, Taliria se mostró preocupada por los avances contra el sistema democrático. “Es innegable que en este momento, con el impeachment que sufrió Dilma (Rousseff), la selectividad y politización de nuestro Poder Judicial que culminó con la prisión del expresidente Lula y su imposibilidad de disputar las elecciones y sobre todo con la ejecución de Marielle se llega a un nivel de barbarie en que hay que parar y repensar cuál es el camino y para dónde está yendo la democracia brasilera”.

En diálogo con ANCCOM, Petrone calificó al gobierno de Temer de “ilegítimo” por haber asumido “a través de un golpe de Estado”. “Ha avanzado en sistemáticos procesos de quita de derechos”, sostuvo. Y añadió: “Este golpe retrocedió en los avances de los gobiernos de Lula, de Dilma, del PT, más allá de las críticas que tengo a lo que fue ese período”. Para Taliria, “allí se enmarca el crecimiento de la violencia institucional. Su idea (la del actual gobierno) era romper con la idea de gobernar para todo el mundo. Entonces la violencia institucional y urbana de Brasil se profundizó a partir 2016, y es difícil retomar el poder para el pueblo. La prisión de Lula es un ataque frontal a la democracia”.

En este sentido, la concejala de Río afirmó que “el proceso de democratización posdictadura militar en Brasil es incompleto, especialmente para quienes viven en favelas. En Brasil está habiendo un cierre de un régimen que funciona supuestamente dentro de un marco democrático pero que afecta específicamente a algunos cuerpos, no a todos. La ejecución de Marielle fue un punto fuera de la curva, incluso cuando se habla de los asesinatos a defensores de derechos humanos en Brasil, porque tuvo una osadía y un nivel de cobardía que hace recordar tiempos de la dictadura. La clase trabajadora que orienta nuestra lucha es concreta, no es algo etéreo. La clase trabajadora en América Latina tiene género, tiene color, tiene etnia, forma parte de los pueblos originarios, vive en un territorio, y todo eso se personificaba en la figura de Marielle”, agregó.

Marta Dillon mira al auditorio del Hotel Bauen.

Marta Dillon, referente del movimiento Ni Una Menos, fue parte de la conferencia.

El recuerdo de Marielle

Emocionada, Taliria afirmó a ANCCOM que “las mujeres latinoamericanas están muy dolidas y tristes por el asesinato de Marielle”. La figura de la concejala del PSOL es indisociable de su lucha por las causas de género. Ante el auditorio del Bauen, tuvo el mismo discurso: “Marielle era lesbiana en un país que es el mayor asesino de personas LGBTI en todo el mundo. Era activista de derechos humanos. Era también concejala, en un país en el que las mujeres somos mayoría en la población pero somos minoría en la participación en la política formal. En el Congreso sólo el 10 por ciento son mujeres y en el Senado menos del 13 por ciento. Marielle era socialista. Todo eso junto se personificaba en su figura”. Ante este escenario, Taliria dijo a este medio que “el mundo se levanta aún más en defensa de las banderas que llevaba Marielle”, porque “la resistencia por las causas que ella representaba es mundial”.

Al respecto, Marielle planteaba una nueva forma de construcción política, desde el afecto. Taliria coincide: “Tenemos que romper con las formas masculinas de hacer política”, dijo a ANCCOM y agregó: “La política del grito, la política de la disputa, tiene que ser reemplazada por la política de la aproximación. La política que se comparte, se experimenta, se vive. Esa es la política del afecto, de afectarnos entre nosotros. Es dada por el legado ancestral, por los riberinhos, por las mujeres de los pueblos indígenas que tienen una fórmula comunitaria de hacer política. La resistencia debe ser latinoamericana necesariamente, debe ser feminista necesariamente, debe ser anti-racista necesariamente, debe ser indígena necesariamente, debe ser anti capitalista, anti LGBTI fobia, y todo eso se une en lo que era Marielle y en su resistencia, nuestra resistencia”, cerró.

 

“Tenemos que elegir entre el plato de comida o pagar la luz”

“Tenemos que elegir entre el plato de comida o pagar la luz”

Alumbrada por una llama, la bandera de cabecera sintetizó el reclamo con una leyenda breve: “Basta de tarifazos”. Detrás, se multiplicaron con velas en todas las versiones. En botellas de plástico, casi por la mitad, más derretidas y más completas, sostenidas por antorchas caseras, o por vasitos de telgopor que resistían al viento que trataba de apagarlas. Entre las velas también había luces, blancas y de colores Y fueron miles los representantes de las sectoriales del país, de empresas recuperadas, de Pymes, de clubes de barrio, de vecinos y jubilados los que se unieron ayer en el Congreso para marchar hacia el Obelisco para reclamar al gobierno de Cambiemos una urgente revisión de los aumentos en las tarifas de servicios. La movilización había sido convocada por las dos Centrales de Trabajadores de la Argentina (CTA), y el Movimiento 21F que lidera el gremio de Camioneros y la Multisectorial contra el Tarifazo, junto a la Confederación de Trabajadores de la Economía (CTEP) y la Corriente Federal de Trabajadores (CFT). Contó, además, con la adhesión de numerosas organizaciones sociales, políticas y sindicales como bancarios, canillitas y actores.

Oíd mortales el grito sagrado, libertad, libertad, libertad”. Voces de adultos, mujeres, ancianos, y niños entonaron con diferentes matices el Himno Argentino. “Por los 30.000 desaparecidos y por el chico que manejando su colectivo hace días fue asesinado brutalmente porque en el país no hay seguridad, por todas las víctimas”, se escuchó desde los micrófonos. Y por un minuto todo lo que había sido ruido se enmudeció.

La columna principal estuvo encabezada por los líderes de varias de las organizaciones convocantes: Pablo Moyano (Camioneros); Hugo Yasky (CTA de los Trabajadores); Pablo Micheli (CTA Autónoma); Daniel Catalano (ATE-Capital) y Omar Plaini (Canillitas). También marcharon el líder del partido MILES, Luis D Elia; el ex abogado de la CGT y actual diputado de Unidad Ciudadana, Héctor Recalde, y los referentes de los Metrodelegados, Roberto Pianelli; de los docentes bonaerenses de UDOCBA, Miguel Ángel Díaz, y del gremio de actores, Alejandra Darín. 

 

Las organizaciones consensuaron un documento que fue leído en el cierre en la Plaza de la República, frente al Obelisco. El reclamo se concentró en el pedido de “prohibir los aumentos por un año” para la electricidad, el gas y el agua. Además, los manifestantes exigieron dar marcha atrás con los incrementos decretados a lo largo de este año y retrotraer el cuadro tarifario al 31 de diciembre de 2017.. Por último, pidieron devolver el dinero a quienes los hayan pagado aplicando descuentos en las futuras facturas y anular los cortes de servicios aplicados por falta de pago en cualquiera de estos servicios.

En los discursos también hubo duras críticas al proyecto avalado ayer por el gobierno -con usina en el radicalismo- para moderar el impacto de los aumentos. “La posibilidad que plantean de rever esta política tarifaria termina siendo una verdadera tomadura de pelo. Proponen prorratear las boletas en cuotas con interés, sin modificar ni una coma de imponer a los sectores más humildes tarifas que después no se van a poder pagar”, advirtió Yasky.

Alejandra Darín, presidenta de la Asociación Argentina de Actores (AAA) y Lola Berthet, secretaria adjunta de la organización, leyeron el documento único de todas las organizaciones convocantes a la Marcha de las Velas contra el tarifazo. La redacción se había consensuado una semana antes en el Hotel Bauen.

En su primera semana de gobierno, Mauricio Macri decretó la emergencia del sector eléctrico nacional. Desde entonces hasta hoy no sólo el cuadro tarifario de dicho sector sino de todos los servicios públicos experimentaron un aumento creciente”, describieron. Los manifestantes hicieron escuchar su descontento. “Esta política comporta un intencional desconocimiento del papel del Estado como garante del derecho de los usuarios, y ello sólo puede explicarse en la determinación gubernamental de favorecer a las grandes empresas vinculadas a la oferta de servicios públicos”, subrayaron.

Y advirtieron: “Mientras en los hogares nos cuidamos, en las casas de todos y todas los que viven de su trabajo, y no del trabajo ajeno, tienen que elegir entre un plato de comida o pagar la luz. Las cooperativas, las empresas recuperadas, las pequeñas y medianas unidades productivas y de servicios que son las que emplean el mayor número de trabajadores de nuestro país ya no pueden hacer frente a la factura”.

Nos comprometemos a persistir en esta clase de medidas legítimas de protesta hasta tanto el gobierno nacional escuche la incesante demanda ciudadana que lo interpela. Para nosotros la más amplia unidad de las organizaciones del pueblo es esta, la que forjamos en las calles levantando bien alto nuestras banderas comunes y así seguiremos. Este es nuestro compromiso”, concluyeron.

Fortalecidos por el eco del ruidazo del miércoles y la nutrida adhesión a la Marcha de las Velas de anoche, los manifestantes comenzaron la desmovilización en el centro de la ciudad. Las banderas se doblaron y las columnas comenzaron a desarmarse.

Un grito en llamas

Un grito en llamas

Las tarifas de luz llegaron y las luces se apagaron. El fuego de los más vulnerables encendió las velas que este jueves iluminaron la protesta desde el Congreso hasta el Obelisco. “La Marcha de las Velas”, en rechazo al incremento de los servicios  públicos que dispuso el gobierno, unió historias que exigían ser escuchadas y pedían respuesta. Además, de los integrantes de las organizaciones que convocaron a la marcha hubo miles de jubilados que con su vela en alto y con algún cartel daban cuenta de su situación de fragilidad.

Quiñones es un jubilado que se llegó a la marcha desde Villa Tranquila, Dock Sud, con su vela en alto y preguntándose: “¿Qué hago con mi sueldo? Con la poca plata que nos dan no hacemos nada”. Con sus 73 años, agobiado por la situación en la que se encuentra por los tarifazos dijo a ANCCOM: “Frutas ya no puedo comprar porque tengo que gastar en otras cosas que son más necesarias para comer”. Las frutas son necesarias para la alimentación, se sabe, pero lo que Quiñones busca es algo que le llene la panza.

Marcha de las Velas en rechazo al aumento de las tarifas de los servicios públicos.

Los sueldos no nos alcanza a los jubilados, tenés que hacer changas”, dijo Cristina. Ella vive con su hija, que recientemente fue despedida sin causa de su trabajo, y con sus cuatro nietos de 17, 14, 10 y 2 años. Actualmente, el único ingreso que tienen es su jubilación y se les hace difícil vivir el día a día. “Voy a buscar la papa a donde sale 10 pesos porque si no te la cobran 20. Busco precios y no dejo de buscar”. Cristina es enfermera y se esfuerza por salir a hacer changas: “Todos los días los tarifazos vienen y la plata se va, porque si no pagas la luz te la cortan”, explicó.

Patricia era docente de Bellas Artes, hoy es jubilada y sostiene: “El tarifazo es imposible de pagar, sobre todo para la gente de menos recursos; o comés o pagás las tarifas”. El aumento puso en una situación vulnerable a los adultos mayores y el fuego de las velas los encuentra en las calles luchando. Así lo expresó Ana de Almagro: “Vine a luchar para que bajen las tarifas de luz, gas y agua porque es insoportable. Un jubilado no puede pagar todas esas cosas”. Además, aseguró que si sigue pagando precios tan altos no va a poder cubrir su comida mensual.

Los jubilados que marcharon mencionaban cómo se vio afectada su alimentación. Pero no era el único reclamo. “El PAMI les quita medicamentos a los jubilados y se los ha cortado poco a poco. Hay jubilados que le quitan determinados medicamentos por tener una jubilación un poco más alta o tener un vehículo a su nombre”, dijo a ANCCOM Oscar, jubilado de Colegiales. “El poder adquisitivo ha bajado mucho y le están pegando muy fuerte a los jubilados que ganan menos. Y pobrecitos aquellos que ganan la mínima o se han quedado sin trabajo”, sostuvo. Los viejos marchan por los viejos, porque como expresó Oscar: “En estos casos hay que ser solidarios con los que más han sido afectados”.

Con 73 años, Esteban miraba la marcha sentado desde un costado del escenario principal y con desilusión dijo a ANCCOM: “Es una dictadura disfrazada, porque está todo mal: la justicia, los medios; hay censura, represión, persecución. Además, si todo sigue así, con el endeudamiento vamos a terminar en un default”, sentenció.