Las mujeres ponen el cuerpo

Las mujeres ponen el cuerpo

Sobre Lima, suenan los bombos y redoblantes que agitan el repiqueteo de los pies y llaman al movimiento. Las zapatillas se precipitan contra el húmedo asfalto al ritmo del candombe en una tarde sombría y gris que no detiene a los miles de cuerpos desalineados que circulan e invaden las calles y las avenidas.

Las botas se salpican de barro al resonar de los platillos y los cuerpos coloridos y pintados tiñen con su presencia el paisaje de verde y violeta, colores que caracterizan a la multitud de mujeres que vuelven a ganar las calles para reclamar sus derechos en el marco de la cuarta convocatoria de Ni Una Menos llevada a cabo desde el año 2015.

Se larga a llover pero no se mojan porque las banderas de las diferentes columnas y los arboles cobijan a la multitud de mujeres que se balancea con la música de los bombos. Ese bum bum /bumbum es un imperativo a no estar quietas, al ta-tata/tata de los redoblantes les da pánico la quietud, porque si esos cuerpos están quietos se paralizan y es el movimiento lo que hace seguir a la marea feminista que está activa en cada esquina, en cada mochila, en cada pared, en cada peinado, en cada cuello…

Sobre la vereda, un tumultuoso grupo de mujeres vestidas de negro se pintan los ojos de rojo cual antifaces. Representan a unas guerreras. Detrás el Monumento al Quijote les da la espalda, quizá les teme a estas mujeres revolucionarias o las invita a seguirlo en esa gran aventura que es la libertad. Ellas son parte del colectivo Fin de un mundo, que realiza intervenciones artísticas espontáneas en la ciudad, en las calles y diversos espacios con la intensión de interpelar al transeúnte y disputar los diversos modos de hacer arte.

Mujeres que forman parte del colectivo Fin de un mundo.

El numeroso colectivo de mujeres desfila cual modelos en la mejor pasarela, sonríen al “publico” que las mira y les saca fotos, luego se agrupan, tienen orgasmos, se levantan y corren desprolijamente, se chocan y ahí…. Se detienen ante el estruendo de los bombos Bum!  Cuatro caen al piso. Muertas. Quedan tendidas ante la mirada atónita del resto que se acerca a sus cuerpos. Las vivas se alborotan y corren buscando complicidad en el publico mientras gritan frases como “no debería haber salido de noche”, “la pollera que usaba era muy corta”, “le gustaba mucho la noche”, una, otra y otra vez. Se quedan paralizadas, sus miradas se van recrudeciendo, tienen sus ojos centrados en un punto fijo, en distintas direcciones. Se ponen un pañuelo rojo cual guerreras, les atraviesa el torso y la cintura. Suena el tambor al ritmo de la música murguera y ellas bailan… se sueltan de sus ataduras, de sus miedos, de su deseo de venganza, de su dolor y  finalmente cierran sacando de un bolsillo el pañuelo verde.

La marea feminista es un arte de participación, las miradas las conectan a unas y a otras al reconocerse en los pañuelos verdes, en los rostros pintados, en los peinados alborotados, en los movimientos murgueros. Participaciones anónimas, efímeras y múltiples de intervenciones que dejan marcas a modo de señales que interpelan y obligan a mirar el clamor de cada cuerpo repleto de historias.

Adelante, sobre el pavimento, el grupo Sambareggae se prepara para swinguear. Tienen bombos entre sus piernas abiertas y tocan instrumentos que –usualmente- son reservados para hombres, están unidas para resaltar la figura de la mujer, motivan y resignifican su participación en el mundo percusivo. Sus figuras, que se deslizan con un leve y suave meneo, emanan una briza de fogosidad al ritmo del sonido de la música afro.

Los pañuelos verdes, el símbolo de la lucha.

Dice el cartel rosa con purpurina que tiene un grupo de cinco chicas adolescentes: “Si un día me voy y no me ves más hace la revolución por mí y por todas las demás”. Estaban paradas sobre Avenida de Mayo y Lima, como muchas otras detrás de la campaña por el aborto legal, seguro y gratuito.

El deseo se hizo verbo, todas están ahí porque quieren hacerse ver, se quieren mirar, se quieren sentir. Si el mundo machista impone sus formas para que la mujer se comporte, hoy esas formas se disputan y resisten. El suelo tiembla, vibra bajo los pies, se siente a cada paso; la infinidad de pañuelos verdes en todas la edades impresiona y conmueve.

Apropiación del espacio público es el objeto de deseo de todas las mujeres allí presentes para continuar reclamando por todo lo que falta caminar, para que ninguna mujer más sea víctima de violencias, ni tenga miedo solo por su condición de género. La hermandad que estas marchas genera, ese marchar solas, pero juntas y empoderadas deconstruye día a día el mundo y profundiza un cambio que ya no tiene vuelta atrás. El futuro llegó y es ahora.

Setenta mil firmas por el Aborto

Setenta mil firmas por el Aborto

El momento en que periodistas, actrices, psicólogas, cineastas, músicas y escritoras le entregan la carpeta a Daniel Lipovetzky.

A días del tratamiento de la despenalización del aborto en la Cámara de Diputados el 13 de junio, la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito entregó a los legisladores las 50 cartas que contienen las adhesiones de 70.000 personalidades de artes y oficios por la aprobación de la ley.

Alrededor de las 13.30 del último martes, el hall de entrada del Anexo C del Congreso de la Nación albergó a profesionales y personalidades de los ámbitos más variados. Periodistas, actrices, psicólogas, cineastas, músicas y escritoras, se hicieron presentes y manifestaron que la interrupción voluntaria del embarazo debe ser tratado como una problemática de salud pública.

Al respecto, la actriz Victoria Carreras dijo a ANCCOM: “estamos en un proceso en el que la opinión pública fortalece el trabajo y la decisión que van a tomar los diputados y diputadas. Indiferencia, ignorancia, hipocresía, son obstáculos con los que nos encontramos permanentemente al enfrentar esta temática tan íntima de toda mujer. Y hoy estamos acá para tomar fuerza y expandir el conocimiento. Hay quien quiere mirar para otro lado pero las mujeres reclamamos la autonomía sobre nuestros cuerpos. El feminismo es hoy el espíritu del tiempo”.

El hall de entrada del Anexo C del Congreso de la Nación y otro pañuelazo.

 

Por su parte, los/as diputados/as Victoria Donda, Brenda Austin, Daniel Lipovetzky y Lucila De Ponti, entre otros, se acercaron al hall para recibir las cartas de adhesiones y se tomaron una foto con las representantes de los distintos colectivos firmantes. En cuanto a las expectativas sobre el dictamen que elaborará la Cámara de Diputados, la legisladora Brenda Austin (UCR-Cambiemos) se mostró positiva: “queremos que sea ley. Queremos construir un consenso mayoritario, por encima de las diferencias, por encima de los distintos puntos de vista”. Y agregó que “esto va mucho más allá del debate de la ley. Tiene que ver con la discusión sobre el rol de la mujer, con el reconocimiento de una sociedad que respete la igualdad de derechos. Eso nos motiva a seguir trabajando cada día para poder llegar al recinto y tener la media sanción que tanto anhelamos. Es un camino de ida que no tiene vuelta atrás. Llegaremos más tarde o más temprano, pero vamos a llegar”.

Hoy, jueves 31, finalizan las audiencias del plenario de comisiones y habrá un festival frente al Congreso bajo la consigna «#AbortoLegalYa. El derecho al aborto ¡será ley!». Las cartas han sido entregadas, los pañuelos verdes se lucen animados en los cuellos y muñecas y las voces de miles de mujeres se preparan para cantar: ahora que estamos todas, ahora que si nos ven, abajo el patriarcado se va a caer, se va a caer, arriba el feminismo que va a vencer, que va a vencer.

Mirá todas las fotos en la galería de ANCCOM:

“El juicio de las travas”

“El juicio de las travas”

El acusado, Gabriel Marino.

“Tenemos que probar que matar a Diana Sacayán además de ser un delito es un travesticidio”, dijo Luciana Sánchez, abogada que representa a la familia de la víctima, quien pidió prisión perpetua para el acusado, Gabriel Marino. Este lunes 14 de mayo, a las 11, inició la instancia de alegatos en el juicio que investiga el asesinato de la activista trans. Es la primera vez que se usa la palabra travesticidio en los Tribunales.

Una sala repleta. La octava audiencia que se realizó en el Tribunal Oral Criminal Nº 4 fue transmitida en vivo en uno de los pasillos del sexto piso de Tribunales. Entre los presentes estuvieron la familia de Diana; su abogada Luciana Sánchez y Juan Carlos Kassargian y Andrea Bruj en representación del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), incorporado también como querella. También presenció la audiencia Marino, junto a su defensor público oficial Lucas Tassara.

Sánchez pronunció un extenso alegato que se extendió durante varias horas. Primero reconstruyó la llegada de Marino al edificio y describió el crimen con mucha precisión. “Para que no haya más que certeza –dijo- respecto a que él fue la persona que asesinó a Diana Sacayán esa madrugada en su departamento. En el debate fue probado que Marino conocía a Diana y sabía dónde vivía”. Y continuó: “Marino llegó en el colectivo 132 hasta Plaza Flores, se bajó y fue caminando hasta la puerta del edificio de Diana. Este relato que hago no es caprichoso, sino porque nosotros sabemos y tenemos toda esta información. Tengo una filmación del local de Grisino de Rivadavia 6757 que filma a Marino cuando baja del colectivo y se va caminando por la misma vereda de la casa de Diana”.

Tribunal donde se presentaron los alegatos. Aparecen los jueces, los abogados de la querella y el acusado.

Diana Sacayán fue asesinada el 13 de octubre de 2015.

“Tengo el informe de SUBE -prosiguió- que certifica que vino en colectivo, tengo la cámara de Grisino que constata que estaba caminando hacia el departamento y se acercó hasta 10 metros del mismo, y después de eso tengo la declaración de Daniel Vázquez que dice que lo vio entrar». A partir de allí, Sánchez se lanzó sobre la idea de travesticidio, su ausencia como figura penal, y la necesidad de que exista.

“Para llegar hasta acá hoy –sostuvo la abogada-, hemos tenido un enorme esfuerzo, que va mucho más allá de sostener la prueba de la acusación, va mucho más allá de desvirtuar el estado de inocencia del imputado. Este esfuerzo consiste en que tenemos que probar, además, la inocencia de la víctima, tenemos que probar el valor que tuvo su vida, la complejidad que tuvo su existencia. Tenemos que probar que haber matado a Diana Sacayán es un delito, que es un hecho que tiene que estar sancionado por matar a una travesti defensora de Derechos Humanos. Tenemos que probar que matar a Diana Sacayán además de ser un delito es un travesticidio. Tenemos que probar que Diana es mujer, por lo que estamos pidiendo que se condene a Gabriel David Marino, o mejor dicho tenemos que probar que Diana no es varón, o mejor dicho, la ley tiene que reconocer que Diana es travesti.”

Una de las dificultades que encontró la querella en este juicio fue la calificación del crimen como un travesticidio. “La norma existe pero es completamente invisibilizada. De hecho, desde que se sancionó en 2012, no hubo una sola condena, ni siquiera un intento que usara esta calificación penal”, subrayó Sánchez.

Familiares y allegados de Diana Sacayán escuchan los alegatos en la sala.

Solo en 2016, hubo al menos 16 travesticidios.

La abogada representante de la familia resaltó que el protocolo o guía de acción para las fuerzas policiales en la investigación de muertes de mujeres o personas con identidad de género femenino fue llevado a cabo de manera idónea al momento de recoger pruebas en la escena del crimen, y concluyó con que Diana fue “masacrada antes de cumplir 40 años y que cada mes hay por lo menos un travesticidio.”

En la audiencia anterior, el imputado había pedido «justicia por Diana Sacayán» y aseguró que él no la había matado.

El Tribunal pasó a cuarto intermedio hasta el próximo lunes 21 de mayo a las 9.30 en el que se reanudará el juicio con el alegato de la otra querella, la que representa al INADILuego, el 24 de mayo será el turno para el fiscal Ariel Yapur y el 7 de junio para la defensa.

“Muchas compañeras le dicen El juicio de las travas, porque hay muchas que mueren y su caso no llega a ningún lado. Las encuentran rotas y partidas en las cunetas y el hecho queda impune. Espero que se pueda caratular como un travesticidio y sea el inicio de una justicia que empiece a mirar y a dar voz a las compañeras travestis que han estado en los márgenes por el estado, por la justicia y por la sociedad”, dijo a ANCCOM María Laura Yacovino, psicóloga de la Dirección General de Acompañamiento, Orientación y Protección a las Víctimas (DOVIC), de la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM).

“A partir del día que la encontraron muerta  hicimos el acompañamiento a las que después fueron testigos y a la familia. Fue un trabajo largo, intenso y necesario porque la idea de Dirección de Víctimas es generar un puente entre la justicia y las personas que la tienen que atravesar la situación como víctimas. Que las personas puedan estar informadas, acompañadas y que tengan caras de referencias amigables, formadas, humanas y con sensibilidad”, explicó Yacovino junto a Cristina Ochoa, trabajadora social de DOVIC.

Allegados a la víctima escuchan los alegatos en el Tribunal.

Sacayán impulsó las leyes de Matrimonio Igualitario, de Identidad de Género y el cupo laboral trans.

Después de la audiencia, ya por la tarde, en Plaza Lavalle, frente a Tribunales y al son de tambores, la comisión #JusticiaPorDianaSacayán convocó a diferentes agrupaciones sociales a un festival de música para apoyar la causa.

Participaron las agrupaciones Bife, Sudor Marika y la artista travesti Susi Shock. Además de amigos y la familia de Diana Sacayán.

“Poner en valor estas diferencias y estas diversidades es lo que va a hacer que entre todas y todos se dé el resultado histórico que tanto estamos esperando, en nombre de nuestra compañera Diana Sacayán”, dijo en el escenario una de las compañeras travestis.

Antes de cantar, Susy Shock leyó una carta dirigida emotivamente a Diana Sacayán: “Por eso niña no te olvides que siempre tenemos a un opresor que está dispuesto a cagarnos la vida porque se sabe el rey de esta selva y nosotras sólo somos sus cebritas (…) En esta sociedad también hay jerarquías y clases sociales y nosotras somos las sucias, las enojadas, las descarcajadas, las vengativas, las hediondas, las alzadas y por suerte nunca estarás a la bajura nuestra”, decía en parte el texto.

Mirá la fotogalería del festival de música para apoyar la causa:

De la pared al libro

De la pared al libro

Ángeles, Melisa, Carolina, Natalia, Florencia y otra Florencia se encontraron en la  marcha del 8 de marzo del año 2014. Todas tenían en común la causa y los carteles que llevaban. Natalia portaba en su cuerpo afiches de la campaña “Vivas” de México y Caro, junto a Ángeles y Florencia, pegaban grabados por doquier.

El objetivo del proyecto #vivasnosqueremos es crear gráficas con mensajes claros y entendibles contra la violencia hacia las mujeres, los femicidios y por el derecho a la autodefensa para intervenir en las calles de México. Natalia Revale, artista visual y militante fue quien se cruzó con este movimiento y volvió a la Argentina con intensión de continuar esta campaña.

En el año 2012, en el espacio de una escuela popular distintas mujeres que luego se conformaron el colectivo MuGRe (Mujeres Grabando Resistencias), retomaron la tradición del grabado mexicano como forma de expresión de las luchas sociales y populares para difundir una campaña gráfica que le diera voz a diversas luchas de género.

Con estos antecedente estas seis mujeres se identificaron en la calle del Congreso por esa unión estética en común y junto con el Taller de Desobediencia y felicidad decidieron convocar a más argentinas para producir estampas. Algunas de ellas son parte de la Federación de Organizaciones de Base (FOB), del Frente Popular Darío Santillán y colectivos artísticos como Matanza Nómade o Desobediencia y Felicidad.

Manos tallando madera.

La tradición del grabado mexicano es una forma de expresión de las luchas sociales y populares.

 “Para que sea clara en la calle hablamos con las compañeras de Mugre y decidimos sostener similitudes —cuenta Carolina—. Genera un gran impacto visual, al ser blanco y negro y al pegar los afiches juntos”.

Las chicas además de producir imágenes para campañas graficas en distintos eventos relacionados con la agenda pública feminista, también llevan dicha agenda a distintos  barrios para interpelar a sus habitantes.

“En una escuela de adultos para sordos de CABA, hicimos una actividad con los afiches en el marco de un proyecto que hace la escuela a lo largo del año. Fue el momento en el que mayor participación tuvieron las mujeres, donde se sintieron más tranquilas para hablar y participar, eso me lo dijeron los docentes de la escuela y estuvo bueno. Se sintieron respaldadas para hablar, trabajar desde la imagen y no exactamente desde la palabra anima más a algunas mujeres a decir” dijo Carolina.

A través de esta campaña también se invita a colaborar  y  producir imágenes en forma colectiva. “Lo que nos interesa es preservar el espíritu comunitario de hacer en conjunto”,  explica Natalia.

Manos tallando madera sobre un escritorio sobre el se observn objetos artísticos y un mate.

En el taller gráfico del colectivo Vivas nos queremos se realizan xilografías sobre temática de género.

Mujeres tallando e imprimiendo que pasan de la acción del taller a la salida a la calle, ese es el lema y es por ello que las organizadoras no solo brindan talleres de grabado a mujeres sino que también fomentan la circulación de imágenes en formato digital para que sean plasmadas en muros de distintos lugares del país.

Durante el Encuentro Nacional de Mujeres de 2017 se presentó el libro Vivas nos queremos que recoge los grabados producidos desde México hasta las replicaciones en nuestro país desde el año 2015.

Las editoriales autogestivas Muchas nueces y Chirimbote –dirigidas al público infantil— y la editorial Colectivo recopilaron las principales imágenes de la campaña y le dieron forma para que refleje el trabajo feminista realizado desde una perspectiva visual. El libro –que se puede conseguir a través de Facebook, en las editoriales y librerías- no solo recupera las piezas gráficas sino que también refleja las marchas del movimiento de mujeres que participan en lo que es la actividad pública de la campaña.

“Al participar dos editoriales que promueven literatura infantil, llevamos también este libro y los talleres a las escuelas para trabajar este tema con la niñez”, dijo Nadia Fink integrante de Editorial Chirimbote.

Natalia y Nadia trabajaron desde las editoriales para la edición del libro y Carolina realizó y dinamiza actividades en escuelas vinculándolo con la Ley de Educación Sexual Integral.

Afiche en blanco y negro con la imagen de una mujer y la leyenda vivas nos queremos separándose de la madera tallada.

Los afiches blanco y negro en la calle generan un gran impacto visual.

Las imágenes viajeras, colectivas y públicas, van del taller a la pared, de la pared al libro impreso y del taller a la red. Y las redes se tejen, se cruzan y se enredan como  en la escuela media 18 de Ramos Mejía en la cual, mientras trabajaban con imágenes del femicidio de Laura Iglesias, Diana Sacayán y Berta Cáceres una alumna de 3º año manifestó que su madre, por ser trabajadora social, conocía a Laura. Otros comentaron que a Diana también la habían visto por Laferrere.

La boca abierta en blanco y negro que lleva como tapa el libro fue elegida a partir de una actividad escolar en la cual las alumnas, al ver la imagen y trabajarla,  les sugirió que aquello significaba un grito y a partir de ello sostenían que lo importante era decir y contar lo que les pasa. “También remite al expresarnos, al no callar más y es una bella cita a la gran artista Graciela Sacco”, explica Carolina.

Con el dinero recaudado por la venta de los libros pudieron hacer las impresiones de los 500 juegos de 16 afiches cada uno que conformaron la campaña para el último 8M.

Las imágenes se fueron distribuyendo por todo el país. “La idea es que se autofinancie y se difundan, para que tenga visibilidad tanta creación de imágenes y de acción y de invitar a motivar”, sostiene Natalia.

Dos mujeres tallando madera sobre un escritorio, se observan alrededor afiches colgados.

La campaña invita a producir imágenes en forma colectiva.

Como dice el libro Vivas nos queremos:

“Para que la impotencia se convierta en gesto al empuñar la gubia

Para que la bronca se convierta en el surco en la madera

Y para que el miedo se transmute en estampa amuleto para fortalecer a las que vengan caminando después.

¡Vivas nos queremos, tejiendo redes sonoras por Latinoamerica!”

Afiche con la leyenda quiero ser feliz, vivas nos queremos.

Vivas nos queremos.

Yo firmo

Yo firmo

Nosotras, periodistas y comunicadoras argentinas, escribimos esta Carta Abierta con la esperanza de ser escuchadas. Tal como cada dos años lo hacen ustedes, esta vez nosotras les pedimos su voto.

Este lunes, más de 600 trabajadoras de prensa, periodistas y comunicadoras se reunieron en la “trinchera” de la cooperativa “lavaca” (Riobamba 143)  para firmar una carta dirigida a los/as diputados/as, en apoyo al proyecto de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.

Grupo de mujeres con pañuelos verdes de la Campaña Nacional Por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito.

Periodistas y comunicadoras firmaron una carta abierta dirigida a diputados.

Les pedimos su voto para terminar con la muerte, la cárcel y el silencio. Porque estamos a favor de todas las vidas, también de las de aquellas mujeres y personas con capacidad de gestar que arriesgan sus cuerpos en manos de un negocio siniestro y clandestino. Porque estamos a favor de todos los derechos: del derecho a decidir sobre el propio cuerpo y del derecho a la vida, señala el documento.

Se trata de un reclamo que se inscribe en una serie de cartas realizadas en los últimos meses por actrices, bailarinas, escritoras y músicas. El lunes fue el turno de las periodistas. Comunicadoras de todos los medios se presentaron a las 15 en el local de la Revista MU y se tomaron la foto colectiva que simboliza el pedido a los legisladores. Algunas de las firmantes fueron Magdalena Ruiz Guiñazú, María Laura Santillán, Mónica Gutiérrez, Silvia Mercado, Ingrid Beck, Nora Veiras, Victoria Ginzberg, Mariana Carbajal, María O’Donnell, Débora Plager, Florencia Etcheves y Liliana Hendel.

Mujeres firman papeles sobre un escritorio.

El 29 de abril, fueron las fotógrafas las que firmaron la carta en el local de la Revista MU.

La organización del encuentro estuvo a cargo de “lavaca”, la cooperativa de trabajo que edita el periódico mensual MU. Con respecto a la firma de la carta, la periodista Claudia Acuña, fundadora de lavaca y organizadora de la jornada, contó a ANCCOM: “Estamos construyendo grupos organizados para seguir el paso a paso del proceso legislativo. Estamos unidas, abrazamos a nuestras compañeras y nos tienen que empezar a percibir así. La idea que tenemos es acompañar el tratamiento parlamentario del proyecto de ley. Esta carta le habla a los diputados y diputadas, es una manera de decirles `los estamos mirando`”. Y agregó que la Carta Abierta trae consigo dos mensajes: “el primero va dirigido a los diputados y diputadas afirmando que queremos la ley y que vamos a hacer una vigilancia ciudadana sobre el tratamiento legislativo, pero también es un mensaje hacia el interior del gremio periodístico. No estamos divididas por el medio al que pertenecemos. Vamos juntas para enfrentar la violencia.”

Grupo de mujeres posando para foto.

Más de cien psicólogas y psicoanalistas se reunieron en MU para firmar la Carta Abierta la semana pasada.

Minutos antes de concluir la jornada, a eso de las 20, una periodista se inclinó sobre el documento con la lapicera en mano y dijo: “Yo firmo porque Ni Una Menos es esto” y no tardaron en sumarse otras voces: “Yo firmo porque nuestro trabajo como comunicadoras implica poner el cuerpo, poner la voz y nuestro testimonio, no sólo detrás de una computadora”. “Yo firmo porque seamos cada vez más voces”. “Yo firmo porque la emancipación de la mujer se está dando aquí y ahora”. “Yo firmo porque hay que seguir luchando”.

Carla Peterson, Verónica Llinás y Griselda Siciliani .

Carla Peterson, Verónica Llinás y Griselda Siciliani, el día en que leyeron en conjunto la Carta Abierta firmada por más de cien actrices.

Alina Sánchez presente, ahora y siempre

Alina Sánchez presente, ahora y siempre

Con un clima feminista y el auditorio de ATE lleno de pañuelos verdes, con banderas kurdas colgadas en las paredes y fotos de Alina Sánchez en el escenario, el domingo pasado se llevó a cabo el homenaje a Lêgerîn Çiya (su nombre de guerra), la joven médica argentina fallecida el 17 de marzo en Hasaka, al norte de Siria. El acto fue conducido por Melike Yasar, representante del Movimiento Internacional de Mujeres Kurdas (MIMK) y empezó con un minuto de silencio por ella y por Norma Vermeulen (Madre de Plaza de Mayo que falleció el domingo).

Alina tenía 32 años. Nació en Neuquén, pero se crio en Córdoba y estudió medicina en Cuba. Durante los últimos ocho años fue parte de las Unidades de Protección de las Mujeres (YPJ) en el Kurdistán Sirio y allí falleció en un accidente automovilístico. Entre las muchas voces que se escucharon en la tarde en el anfiteatro de la  Asociación de Trabajadores del Estado, una de las presencias más importantes fue la de Nora Cortiñas, co-fundadora de Madres de Plaza de Mayo, que recordó el momento en que conoció a Alina en un viaje a Medio Oriente, un par de años atrás.

Otra madre de Plaza de Mayo, Mirta Acuña de Baravalle, también fue invitada a hablar y recordó a los 30.000 desaparecidos y a los jóvenes como Alina, que se entregaron a un sueño siguiendo sus ideales y sus deseos de cambiar al mundo: “Alina tiene más vida que nunca, porque va a estar permanentemente en cada discurso –dijo-. Nos tenemos que sentir alegres y orgullosos de nuestros hijos”. Ambas Madres fueron acompañadas por el público para gritar por los 30.000 compañeros desaparecidos y por Alina, quienes están presentes, ahora y siempre.

Alina con un pañuelo en la cabeza haciendo la V corta con sus dedos.

Alina tenía 32 años, crió en Córdoba y estudió medicina en Cuba.

La madre, el padre y el hermano menor de la activista tomaron después el micrófono y recordaron anécdotas, charlas y momentos con ella, haciendo hincapié en su humildad, en su inteligencia y en su amor por ayudar a los demás. De fondo, en una pantalla se transmitía un video con fotos de Alina de su niñez, de su juventud y de su trabajo como médica.

Rodolfo, padre de Alina, explicó que ella “encontró en ese pueblo su lugar, estaba feliz ahí. Cuando decía algo era un compromiso para ella misma; ella se comprometió con un sistema de salud y luchó incansablemente, permanentemente. Trabajó con ONGs internacionales. Los años que vivió junto a ese pueblo fueron un ejemplo de vida y de gran felicidad”.

“Alina era absolutamente humilde –comentó Patricia, su madre, en diálogo con ANCCOM-. Se recibió con medalla de oro en Cuba y decía que en Cuba ponen mal las notas, se restaba importancia. Y cuando estaba en Kurdistán, ella estaba a cargo de la Media Luna Roja, que es como la Cruz Roja, no decía nada; sólo decía que estaba armando un hospital, y aunque no atendía a los pacientes, tenía la última palabra. No me imaginaba la tremenda trascendencia de todo lo que hizo; conocía su inteligencia y su corazón, pero nunca que había hecho tanto, quedé impresionada”.

En el norte de Siria, la situación de las mujeres es muy grave y compleja: “La sociedad de Medio Oriente no acepta a las mujeres, no permiten su existencia –explicó Melike Yasar-. Matan mujeres en nombre del honor, las venden a los hombres que tienen sesenta, setenta u ochenta años. Nosotras luchamos para vivir, por los logros que tuvieron las mujeres en todo el mundo, por el objetivo, por construir una lucha de las mujeres y de las sociedades libres”.

En lo que siguió del homenaje, diferentes mujeres subieron al estrado para leer cartas y hablar sobre sus vidas compartidas con Alina. Entre ellas estaba una de sus compañeras de facultad en Cuba, que la recordó por su alegría de todos los días; las Feministas de la Abya Yala, que leyeron tres poemas; Adriana Guzmán del movimiento Feminismo Comunitario de Bolivia, que habló sobre la lucha de las mujeres en América Latina; y María del Carmen Verdú, fundadora de Correpi. Mujeres que, algunas aún sin conocerla personalmente, pudieron generar empatía con su trabajo y con su lucha libre dentro de una sociedad que en cada discurso era descrita como capitalista y patriarcal.

Hoy a Alina la recuerdan con amor, alegría, humildad y libertad. Como una referente de los derechos humanos, una mártir que dio todo por ayudar a los demás y un ejemplo de vida que luchaba por crear una sociedad digna. Su amor por los pueblos se vio reflejado en cada discurso en su honor. El homenaje finalizó con guitarras y música Kurda, y luego Yasar se sumó a cantar dos temas, para después cerrar la tarde con Bella Ciao.

«Los años que vivió junto a ese pueblo fueron un ejemplo de vida y de gran felicidad”, dijo su padre.