El escándalo de la criptomoneda $Libra se da en un contexto en el que Tik Tok, Instagram, X y otras redes sociales, se inundan de gurúes financieros que prometen una vida de riquezas y libertad financiera sin la necesidad de mucho esfuerzo. La diferencia entre deseo y realidad
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Millones de jóvenes de la Generación Z reciben consejos financieros a través de Tik Tok, Instagram y otras redes sociales. La mayoría de ellos vienen de parte de los llamados “influencers financieros” que dicen tener el secreto para ganar miles de dólares de manera rápida y fácil a través de sus cursos y mentorías monetizadas. ¿Qué hay detrás de este fenómeno que atrae a cada vez más personas alrededor del mundo? ¿Qué es lo que venden estos supuestos gurúes de las finanzas? ¿Por qué tienen éxito?
“Existe una tendencia a buscar maneras de ganar plata que no tengan que ver con trabajar todos los días, porque eso a la gente no le viene funcionando”, le explicó a ANCCOM la periodista Gilda Izurieta, quién investigó el tema y publicó una interesante nota en Cenital y dialogó con algunos de estos influencers. En una generación golpeada por el desempleo muchos buscan alternativas por fuera de las carreras tradicionales, ciertos discursos alimentan una narrativa en los jóvenes de que se puede vivir sin trabajar. Ante esta situación, los influencers financieros o “finfluencers” vienen con un discurso que pregona al trading de criptomonedas como la solución para hacerse rico con poco esfuerzo.
¿Clave del éxito o espejitos de colores?
“Yo creo que son promesas falsas”, resume Sofia Scasserra, economista, quien recientemente publicó un libro sobre criptomonedas, un fenómeno fuertemente vinculado a estas promesas de riqueza fácil. “Esto es lo mismo que ir a un banco a pedir un crédito. Cuando uno ingresa con la información necesaria, podés manejarte de mejor manera y podés hacer inversiones mucho más seguras que si te lanzás simplemente porque te dijeron que te ibas a hacer millonario sin demasiado esfuerzo”, añade la economista.
Martín Burgos, también economista y coautor del libro junto a Scasserra, asegura que los cursos de trading o de educación financiera no son necesariamente problemáticos, pero advierte sobre sus posibles riesgos: “Puede suceder que algunos chicos se presenten con posibilidad de manejar portfolios de criptomonedas lo cual puede ser peligroso, porque algunos clientes pueden provenir de una actividad ilícita”.
Ambos economistas concuerdan en que las criptomonedas funcionan de manera parecida a cualquier otro activo financiero, que con sus fluctuaciones se puede ganar o perder un rédito económico, pero que eso está muy lejos de las promesas de hacerse rico sin trabajar como venden muchos influencers financieros. “La narrativa que se le vende a los jóvenes es que se puede hacer un futuro sin trabajar porque la tecnología así lo ofrece”, asegura Scasserra.
Las estafas crypto
En los últimos meses, es cada vez más común ver en los medios o escuchar un caso cercano de gente que cae en estafas piramidales: Apuestas Deportivas, RainbowEx, Generación Zoe, Wenance, por nombrar solo a las más conocidas por el volumen que alcanzaron y la cantidad de damnificados. Mucha gente se pregunta si estas promesas de hacerse rico sin esfuerzo no son simplemente el gancho para atraer a las personas a una red de estafas elaboradas. ¿Son estos influencers conscientemente estafadores?
“Yo creo que los influencers financieros no son necesariamente estafadores, pero es cierto que usan un discurso que es un terreno muy fértil para la estafa”, asegura Izurieta y añade: “Se desprende un poco del discurso de ‘Si vos comprás esto, dentro de un año vas a ser millonario’. De ahí viene la seducción”.
Scasserra, por su parte, cree que el peligro de las cripto es la desinformación sobre cómo funcionan realmente, generando fantasías acerca de su utilización y su potencial, que ha llevado a un determinado sector a sacar provecho. “Me parece que es importante hablar de las cripto porque esto empieza a generar debilidad, tanto en el sistema financiero como en las finanzas personales de un montón de argentinos que han caído en estafas de criptomonedas por culpa de esta fantasía de creer que con las criptomonedas nos vamos a hacer todos ricos de la noche a la mañana”, explica Scasserra.
Un fenómeno global
La crisis de empleo y salarios bajos es sin dudas una de las mayores causas para la llegada de este fenómeno a Argentina y su veloz crecimiento. “Mucha gente que está en el mercado laboral siente que no le alcanza la plata entonces busca alternativas”, explica Izurieta y lo relaciona con el caso de WorldCoin, la empresa que escanea el iris de las personas a cambio de una remuneración económica. “Mucha gente necesitaba la plata así que accedió sin investigar qué había detrás”, cuenta la periodista.
Izurieta también asegura que para entender este fenómeno no debemos cometer el error de pensarlo como un fenómeno exclusivamente argentino y señala la globalización del contenido a través de plataformas como Tik Tok o Twitter como una de las claves para la masificación de estas ideas.
La masividad de las criptomonedas va creciendo a pasos agigantados, atrayendo sobre todo a jóvenes. Para Izurieta: “Hay videos que apuntan explícitamente a menores de edad, aconsejándoles que aprendan ‘soft skills’, es decir, habilidades por las que puedan sacar un rédito económico sin salir de su casa y sin mostrar el documento, como la edición de video que puede hacerse exclusivamente desde la computadora”.
Scaserra, por su parte, habla de un clima de época caracterizado por una narrativa que atrae a los más jóvenes: “Es todo un clima de época que en realidad es falso, porque cuando vos empezás a hablar con la gente que vive de esto te va a decir que ser exitoso requiere muchísimo trabajo”.
Para Scassera, de esa narrativa también se desprende el discurso de que no es necesario estudiar, ni capacitarse para asegurarte un futuro: un elemento común entre estos influencers es su desprecio hacia las universidades, a las que ven como una pérdida de tiempo. Sobre este punto, Izurieta asegura: “Al tener al dinero como fin último y único objetivo, no ven necesario pasar años estudiando algo que quizás te gusta pero no te da dinero. Ellos proponen que te eduques de forma autodidacta con educación financiera y una vez que tengas plata empieces a hacer algo que te gusta”.
Por otro lado, los “finfluencers” ven a las universidades como una parte importante de “la matrix” donde te van a adoctrinar y te van a insertar en el circuito que más les convenga. “La analogía de la matrix fue acuñada por estos influencers para hablar de una verdad oculta que solo ellos te pueden mostrar, de un sistema en el que estás inmerso y que todavía no ves”, resume Izurieta
Una transformación más que económica
Por más que vendan, supuestamente, educación financiera, la transformación que proponen los influencers no es meramente económica, sino que insinúa algo mucho más radical. “Les hacen creer a las personas que cualquier relación interpersonal que no sea por interés no vale nada”, afirmó Izurieta. “Les dicen que no vayan de fiesta, que no se junten con sus amigos a tomar un café o que no hagan regalos, porque lo ven como un desperdicio de dinero”. Algunos aseguran que el primer paso para el éxito es darse una ducha fría para comenzar el día a las 5 AM e ir al gimnasio. Si no resistís eso, es porque no tenés lo necesario para ser exitoso.
Para Izurieta, estos influencers manifiestan una ideología que quiere exterminar con la idea de crear lazos, de empatizar con la gente que los rodea o con aquellos que tienen una necesidad. “Es la idea del dinero como espacio central: si no te conviene la carrera que te gustaría estudiar, no la estudiás; si no te conviene el amigo que tenés porque no te inspira a ser millonario, lo dejas de ver. Implica una transformación del yo muy importante”, explica la periodista.
El fenómeno abarca un clima de época, estafas piramidales, las redes sociales, la falta de modelos de menores de edad atravesando las prácticas cotidianas y un cambio psicológico radical. A partir de esto, muchos economistas se preguntan si es posible la regulación para controlar el fenómeno influencer.
“Sí, se puede y se debe regular”, asegura Martín Burgos y añade: “Siempre el regulador va a estar en desventaja respecto de los actores económicos, sobre todo en las inversiones más tecnológicas como las criptomonedas”. Scasserra menciona el caso de China y la Unión Europea que ya han empezado a regular las criptomonedas y concluye que: “El desafío de los estados será intentar poner orden en un mercado que activamente trata de excluirlo”.
Por supuesto hablamos de un fenómeno joven que aún necesita tiempo para saber en qué decanta, pero los economistas parecen estar de acuerdo que la regulación es posible y que será prioridad del Estado controlar estos peligros antes de que escalen a un problema mayor.