Ya lo aprobó la ANMAT. Fue creado por el Laboratorio de Virología Molecular liderado por la Dra. Andrea Gamarnik del Instituto Leloir junto con el CONICET. Las autoridades científicas nacionales invisibilizaron un hallazgo que prestigia al área y hará ahorrar dinero al país.
Se acercan el verano, los mosquitos, la fiebre, la incertidumbre, los testeos. El último brote de dengue de la temporada 2023/2024 marcó un récord en la última década en Argentina. Los hospitales colapsaron y los kits de diagnóstico no fueron suficientes. Frente a esta problemática, especialistas del CONICET desarrollaron el primer kit nacional de diagnóstico de dengue para laboratorios de análisis clínicos, que brinda resultados disponibles en tres horas. El test se realiza a partir de una muestra de sangre de pacientes con síntomas y permite establecer la infección por cualquiera de los cuatro serotipos del virus. Además, es sencillo de medir y menos costoso que otros, porque no requiere un equipo sofisticado o insumos adicionales.
Con posibles casos de dengue respirándonos en la nuca por la llegada del verano, este kit de diagnóstico rápido de dengue será entre un 30% y 40% más barato que los importados. La producción nacional de este test permite mayor autonomía para los testeos y facilita la distribución a los laboratorios de todo el país que lo necesiten. Además, el diálogo con los laboratorios resulta más fácil: “Tenemos contacto directo con los bioquímicos y técnicos de laboratorio que lo usan, y así podemos perfeccionarlo”, cuenta a ANCCOM Belén García Fabiani, doctora en Bioquímica del Laboratorio de Virología Molecular que desarrolló el kit.
El equipo contaba con el subsidio de Proyecto de Redes Federales, que promueve la formación de redes de investigación en temas prioritarios para el desarrollo nacional. Al respecto, Andrea Gamarnik comentó a ANCCOM que sólo recibieron la primera cuota del subsidio pero no saben qué sucederá con las próximas: de momento no han tenido respuesta de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología. Este proyecto les permitía formar una red de intercambio con laboratorios y grupos de investigación del interior del país. Asimismo, García Fabiani señaló la importancia del vínculo con los centros de salud y laboratorios, que les permitieron realizar pruebas con muestras de dengue de la temporada 2023/2024. “Trabajar para el CONICET genera una confianza que nos permitió contar con un montón de reactivos y herramientas claves para el desarrollo del kit. Subsidios como este son vitales para que la ciencia crezca en el país de forma federal”, comenta.
La base de la ciencia
Para alcanzar un logro como este kit de diagnóstico de dengue es fundamental la ciencia básica que estudia los fenómenos naturales sin fines prácticos inmediatos. Antes de desarrollar el kit, fue necesario que científicos estudiaran la proteína que circula en las personas enfermas de dengue. “Es importante que siga existiendo la ciencia básica porque construir científicos con capacidad crítica de pensamiento lleva muchos años de trabajo. Es muy triste que eso se diluya en poco tiempo”, señaló García Fabiani.
En 2024, el CONICET, a cargo de Daniel Salamone, está atravesando un preocupante vaciamiento: menos becas, despidos, demoras o ausencia de respuesta en las altas de investigadores, subsidios paralizados y restricciones en el presupuesto para el funcionamiento y la infraestructura. “La situación es crítica. Creo que lo que más afecta es la incertidumbre de no saber si vas a entrar, si van a dar de alta la beca o no. Porque en el medio hay personas, hay familias, hay puestos de trabajo en juego. Si sabés, al menos podés pensar otras alternativas. Hay muchos becarios que están pensando en irse del país. Y sí, porque salarialmente está dura la cosa, hubo mucha pérdida de poder adquisitivo. No hay esperanza de que eso mejore”, expresa García Fabiani.
No parece que las cosas vayan a mejorar pronto: el proyecto de Presupuesto 2025 para la Argentina contempla una caída de la Función Ciencia y Tecnología del 34,5%, desde 2023 en términos reales. Al respecto, García Fabiani comentó: “Hablan de transformar el sistema científico y yo estoy de acuerdo, pero no en los términos actuales. Hoy hay una situación de destrucción, de estrangulación”.
ANCCOM consultó acerca de que la web oficial del CONICET no difundió esta gran noticia, mientras era furor en todo el país. “No sabemos qué pasó. Es raro, porque este desarrollo nacional puede aportar a mejorar la imagen de los científicos del CONICET. También es raro porque el kit es de todos, del CONICET, de los investigadores que lo desarrollaron en el Instituto Leloir y del Laboratorio Lemos, que lo produce”, cuenta García Fabiani.
El actual escenario evidencia un vaciamiento deliberado, junto con desfinanciamiento e incertidumbre. Nuestros científicos y científicas son violentados día a día y el rol de la ciencia pública es cuestionado sistemáticamente. “En estos tiempos, mi estrategia es focalizarme en lo que hace falta para el país, y en demostrar con hechos que la ciencia sirve. Este kit va a ser muy útil para nuestro sistema de salud y tiene un impacto claro en la sociedad: genera puestos de trabajo y permite una independencia de la importación. Además, nos permite generar ingresos, porque parte de lo que se recaude vuelve a investigación. Queremos seguir trabajando e investigando para el país”, concluye García Fabiani. Los científicos argentinos siguen haciendo ciencia y desarrollando proyectos esenciales para el progreso y la autonomía de nuestro país.