Por Juan Ignacio Simoni
Fotografía: Prensa Club Vélez Sarfield

Vélez Sarsfield decidió no renovar el contrato de sponsoreo con una casa de apuestas deportivas online. Un caso a contramano de la mayoría de las instituciones deportivas del fútbol argentino que sucumben ante la tentación del dinero que obtienen con esos contratos publicitarios que ponen a niños y adolescentes en riesgo.

Cada día que pasa crece la preocupación por los adolescentes y niños que apuestan en tiempo real sobre los distintos sucesos de los eventos deportivos más relevantes. Amigos o compañeros de escuela jugando en los recreos en la clase sumas, a veces exorbitantes, de dinero a quien será el ganador de un partido de fútbol, a quien anotará un gol o, incluso, quién cederá el primer lateral o la primera falta. Se trata de una industria que gana mucho dinero y paga por publicidad a los clubes, ofreciéndoles a cambio un dinero que necesitan como el agua. No hay fuentes muy confiables, pero los números que circulan acerca de este negocio rondan las decenas de miles de millones de dólares para el mercado global.

En este sentido, la medida adoptada por la comisión directiva de Vélez Sarfield va contra la corriente: discontinuó el contrato de sponsoreo con la casa de apuestas deportivas BPlay en un mundo cada vez más dominado por el poder de atracción económico que representan los sitios de juego en línea. La decisión fue en “resguardo de las buenas costumbres y modelo familiar que tiene Vélez” como explica el presidente del club Fabian Berlanga en diálogo con ANCCOM.

“Cuando éramos oposición manifestamos nuestra disconformidad con este tipo de sponsor que genera una enfermedad, una adicción, entre los jóvenes. Cuando asumimos en 2023, respetamos el plazo del contrato pero decidimos no iniciar conversaciones con la empresa para renovarlo Esto quedó descartado desde un primer momento”, sintetiza Berlanga. A la institución no le resultó un perjuicio económico no renovar contrato ya que en poco tiempo la camiseta comenzó a lucir en su pecho el sponsoreo de la empresa Saphirus, dedicada a los aromatizadores ambientales.

Para el presidente de Vélez, la ludopatía “está siendo un problema muy preocupante sobre todo en los chicos jóvenes, que desean obtener un beneficio porque no están bien económicamente y quieren encontrar una solución aparentemente fácil. Pero no veo que sea este método la manera correcta”. También Berlanga pone sobre la mesa las dudas que se generan en torno al desarrollo de los partidos, donde cada vez se sospecha más, se pone en tela de juicio, el rendimiento de los deportistas. El mandamás de uno de los equipos más importantes y tradicional de nuestro fútbol nacional reconoce que le gustaría que “haya reglas claras, que haya una regulación importante y se eviten todo este tipo de cosas”.

Cómo combatir la adicción

Berlanga asegura que hace mucha falta una política agresiva para combatir la ludopatía dentro de los clubes. En su club intentan hablar con los más jóvenes y explicarles cuáles son las situaciones por las que pueden recibir sanciones a nivel nacional. Desde el departamento de legales de Vélez están tratando de convertirse en la primera institución con un protocolo para combatir con mayor precisión este flagelo.

El dirigente deportivo puntualiza que “nosotros podemos armar sumarios internos o realizar sesiones en caso de descubrir alguna anomalía dentro de los deportes del club. Ahora me parece que necesitamos una política y reglas claras desde el Estado para dar combate de forma más agresiva. El Estado es el mayor responsable y en la medida en que elabore políticas vamos a poder trabajar mejor porque ahora nos cuesta bastante”.

 A nivel nacional la última acción realizada para combatir la ludopatía en adolescentes es la campaña “Cuando apostás al juego siempre perdés” por parte de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia del Ministerio de Capital Humano. Allí se habla que “actualmente, los jóvenes tienen fácil acceso y son captados por las plataformas de apuestas online debido a algunos factores como la proliferación de billeteras virtuales y las posibilidades de falsificación en los procesos de acreditación de datos biométricos, entre otros”.

 La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera la adicción al juego o ludopatía como una enfermedad e incluye en esta problemática a los “juegos digitales” o “videojuegos” y que en nuestro país la regulación de las apuestas online y el juego es una competencia de cada provincia y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en particular.

Vélez Sarsfield da esperanza para enfrentar a un sistema que entra dudas sobre  la honestidad de quienes disputan los partidos. No parece haber otra solución que el desarrollo de instrumentos desde los distintos estamentos estatales e institucionales para preservar a los jóvenes, tentados permanente por promesas de éxito fácil desde las publicidades.