Luego de la presentación pública del colectivo Periodistas Argentinas del caso Brieger, se espera que el Congreso legisle para transformar la cultura del acoso sexual. Las víctimas exigen las disculpas públicas del abusador y espacios en los medios donde trabajó para concientizar sobre la problemática.
En el marco de las denuncias por acoso sexual contra el periodista argentino Pedro Brieger, un grupo de diputadas nacionales impulsa un proyecto de Ley contra el Acoso Laboral.
Mónica Macha, diputada nacional de Unión por la Patria, fue una de las legisladoras que estuvo presente en la Conferencia donde el colectivo Periodistas Argentinas presentó el Informe La cultura del acoso: punto y aparte, en el que se detallan los casos de acoso sexual realizados por parte del periodista denunciado. “Vamos a estudiar la legislación que necesitamos en materia de acoso, tal como han propuesto Periodistas Argentinas –dijo-. Ya tenemos la Ley de Acoso Callejero. Ahora estamos trabajando para ver qué herramientas existen para el ámbito laboral y cuáles debemos construir”.
El martes 2 de julio en el Senado de la Nación el colectivo de Periodistas Argentinas presento el informe donde 19 mujeres describen que desde 1994 sufrieron acoso sexual por parte del periodista Pedro Brieger. “Vamos a presentar 19 testimonios que hemos recolectado de la manera que lo sabemos hacer nosotras, haciendo nuestro trabajo, haciendo periodismo”, señaló la periodista Nancy Pazos al principio de la conferencia.
Las comunicadoras dijeron que el objetivo no es el escrache, sino que el informe motiva e impulsa a terminar con la cultura del acoso que miles de mujeres sufren en distintos ámbitos. También sostienen que es imprescindible que Brieger pida disculpas públicas a las afectadas. “Era nuestro profesor, nuestro compañero de trabajo, nuestro jefe de cátedra, nuestro vecino, nuestro colega, nuestro acosador”, sostuvo Agustina Kämpfer, una de las denunciantes. “Necesitamos que nos escuchen”, reclamó la conductora televisiva, una de las víctimas y de las primeras denunciantes ante la indiferencia generalizada.
Ines Hayes, docente y miembro de Periodistas Argentinas comentó: “El objetivo principal es la reparación de las afectadas por estas conductas de acoso, que Pedro Brieger pida disculpas públicas y que nos de los minutos al aire en los programas de televisión en donde él estaba: en C5N, en la TV Pública, en la radio. Y también en los lugares en donde daba clase: en TEA, en la Facultad de Sociales de la UBA, y en La Plata. Estamos pidiendo esos espacios para poder llevar adelante campañas de concientización para erradicar la cultura del acoso. Nosotras decimos que, si bien hoy está personificado en Brieger, él hizo todo lo que hizo y provocó todo lo que provocó en las afectadas porque hay una cultura que permite que haya tenido estás conductas a lo largo de 30 años”.
Por su parte, Macha remarcó el acompañamiento del colectivo: “La organización de las en distintos espacios, como Periodistas Argentinas, es una demostración de cómo se construye el feminismo, entre pares, acompañando las situaciones conflictivas y denunciando la violencia y la desigualdad que hay en los medios. La organización para las mujeres, lesbianas, travestís y trans es una forma de hacer, una forma de encuentro. Hemos demostrado que la salida es colectiva. Acá también el feminismo postula otras formas de construir poder. Además, las situaciones de acoso y de abuso son muy complejas de enfrentar en soledad, por eso el acompañamiento es clave”.
El silencio se quebró luego de hacerse públicos los testimonios de cinco mujeres y a partir de ello, otras que también padecieron acoso sexual por la misma persona, en diferentes contextos y años, se animaron a denunciarlo públicamente.“Su prestigio profesional logró enmascarar su perversión ante la mirada de todos”, dijo Kämpfer , quien en 2010 dijo públicamente en un programa de televisión que Brieger era un acosador.
Hayes manifestó sobre la atención a la problemática: “Estamos convencidas de que lo que se logró con la conferencia fue muy potente porque fue una voz colectiva y pedimos que en los lugares en donde hay protocolos para erradicar y prevenir las violencias de género se usen y se hagan cumplir. También la normativa del convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo que regula el acoso en el mundo laboral, queremos que las herramientas legales que existen se hagan cumplir. Que los responsables de estas instituciones, los directivos de los canales escuchen a las afectadas porque no se las escuchó cuando ellas hablaron. De acá para adelante no queremos que ninguna de nosotras vuelva a sufrir acoso en su lugar de trabajo, no queremos que ninguna de nosotras se tenga que ir de ningún espacio porque acá lo que pasó fue que mientras que él crecía en prestigio profesional nosotras abandonamos. En el caso de la vecina su casa, en el caso de las alumnas ayudantes de la cátedra, en el caso de las trabajadoras de programas de televisión y de radio, entonces no queremos irnos más de ningún espacio que ocupamos”.
Hayes desarrolló el impacto material y simbólico que tiene la cultura del acoso: “Que se nos empiece a escuchar y se comience a tomar cartas en el asunto, a dejar de minimizar estas cuestiones, son casos serios que tienen en las afectadas consecuencias muy graves, no solo emocionales y psicológicas sino económicas. Han dejado lugares por miedo a volver a cruzarlo, así que las consecuencias son simbólicas y materiales. Por eso nosotras señalamos que es una cultura del acoso y que necesitamos un cambio cultural desde jardín de infantes. Es un cambio educativo, cultural,formativo y en eso nos sentimos acompañadas porque tanto la repercusión mediática de los grandes medios y canales de televisión, agencias de noticias como de las radios universitarias y las nacionales de todo el país.Agradecemos este acompañamiento”.
En el informe se propone que se legislen leyes específicas para este tipo de conductas abusivas teniendo en cuenta que en Argentina existen normas para penalizar el acoso callejero, pero no para los agravios que se producen en el ámbito laboral y académico. Las periodistas señalan que es una deuda que se necesita saldar: “Hicimos está presentación en el Senado porque es donde consideramos que tienen que escucharnos, dónde están los funcionarios y funcionarias, los que tienen que redactar las leyes. Estamos en un contexto adverso, en donde se despidió al 80% del exministerio de Mujeres y Diversidades que son los trabajadores y las trabajadoras que garantizan que las políticas públicas se cumplan y sin ello es muy difícil garantizar que estemos bien. Responsabilizamos al Estado por la desprotección absoluta en la que quedamos. En este contexto, acciones como estás se vuelven aún más importantes”, concluyó Hayes.
En sintonía, la diputada Macha señaló: “El Estado es imprescindible. No hay opción, es un eje crucial en la lucha contra la desigualdad. Muchas veces se ha dicho que con el Estado no alcanza, pero sin el Estado es directamente imposible. Para los sectores que sufren desigualdad y violencia ya sea de clase, de género o étnico racial, el Estado es un espacio de organización, de garantía de derechos y de transformación de esas situaciones. Por eso siempre hemos apostado por la construcción de un Estado popular, eficaz y transformador. Un Estado puesto en función de los proyectos de vida de sus ciudadanos, no un Estado para reproducir la desigualdad”.
La Facultad de Ciencias Sociales de la UBA inició una investigación interna y activó el protocolo. En simultáneo se evalúa la situación del docente de Sociología involucrado: Pedro Brieger.
Eduardo Aliverti, a su vez, anunció en su programa Marca de Radio que apartó a Pedro Brieger por las denuncias de acoso sexual: “El repudio es insoslayable. Y ese repudio queda antes de la amistad, queda muchísimo antes que de cualquier espíritu de solidaridad corporativa», dijo. La conductora Luli Trujillo, en C5N, también se solidarizó con las víctimas y exigió una «disculpa pública» del acusado. En las últimas horas en el portal NODAL -Noticias de América Latina y el Caribe-, anunciaron la desvinculación de Pedro Brieger como director de la agencia tras las denuncias de acoso sexual.
Actrices, periodistas y comunicadores se solidarizaron con las víctimas que por muchos años no fueron escuchadas o no pudieron decirlo. Las víctimas están levantando la voz y el acusado está ausente.