Por Karol Reyes
Fotografía: Clara Pérez Colman, Pamela Pezo Malpica, Rocío Prim, Valentina Gomez

La CGT realizó su segundo paro nacional en rechazo a las medidas del Gobierno de Milei contra los trabajadores. Se registró una alta adhesión en las grandes ciudades, principalmente en los sectores del transporte, la educación, la salud y la industria.

El paro nacional de 24 horas convocado por las centrales obreras fue contundente, con una masiva adhesión del sector del transporte. En conferencia de prensa, Héctor Daer, uno de los miembros del triunvirato que encabeza la CGT, subrayó que “el ajuste recayó sobre los sectores más vulnerables y se cortaron los planes asistenciales de todos los comedores”, incluyendo la suspensión de planes de ayuda alimentaria y la cancelación de numerosas obras de infraestructura urbana que afectaron a trabajadores y cooperativas.

“Y con este proyecto de ley (en referencia a la Ley Bases), si se llegara a aprobar, una cantidad de trabajadores pasarían de la formalidad a un esquema legal de informalidad”, agregó. También enfatizó la necesidad de que Diputados derogue el decreto 70/23: «El DNU es el instrumento que le da legalidad a lo que pretenden hacer con la empresa Télam o lo que están llevando adelante con un montón de instituciones del Estado”, manifestó.

El dato más significativo de la jornada fue la interrupción casi total del transporte público. La Unión Tranviarios Automotor (UTA), La Fraternidad y Metrodelegados demostraron su compromiso con la medida y colectivos, trenes y subtes no estuvieron prácticamente en funcionamiento.

Por su parte, Pablo Moyano, dirigente de Camioneros y otro de los integrantes del triunvirato, elogió a las delegaciones regionales de la CGT del interior del país por el alto acatamiento al paro en muchas provincias. «Fue un paro contundente», afirmó. “Han abierto algunos negocios, pero estuvieron vacíos, los colectivos también iban vacíos”, añadió, en alusión a las empresas que desafiaron la medida de fuerza, y sugirió que, pese a la presión gubernamental sobre ellas, la gente en general mostró su respaldo.

Moyano también le apuntó a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. “Le dolió el paro –dijo–, si hubiera sido tan fracaso o débil, como dijo la ministra, no tendría necesidad de responderlo». Según Moyano, hay un creciente rechazo social y un descontento generalizado en la población. «Todas las movilizaciones de distintos sectores de la sociedad son cada vez más masivas», señaló.

 

El 80 por ciento de las estaciones de servicio adhirieron al paro, tal cual indicó el secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicio, Carlos Acuña, el tercer triunviro de la CGT, en diálogo con ANCCOM. Acuña alertó sobre la discrepancia entre los aumentos generalizados y la falta de homologación salarial: «Hoy nos están negando un 9 por ciento de aumento, cuando ellos aumentaron el combustible el 400 por ciento en el año». Anticipó además que su gremio se encuentra negociando con la patronal y tienen una cita el 20 de mayo en el Ministerio de Trabajo para fijar la paritaria. “Estamos facultados para convocar un paro en la venta de combustible a nivel nacional si no se alcanza un acuerdo”, aseveró.

Los trabajadores de la salud, la educación y la industria se plegaron masivamente al paro. Tanto los hospitales públicos como los privados operaron con personal mínimo y atendiendo sólo emergencias. La Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) informó que la suspensión de clases en todas las escuelas públicas del país fue total. Sergio Romero, secretario general de la Unión Docentes Argentinos (UDA), expresó su preocupación por la reducción sin precedentes en el presupuesto educativo y los salarios que apenas cubren las necesidades básicas. “Hay provincias que están con un salario mínimo de 200 mil pesos», contó. La ministra de Capital Humano, Sandra Petrovello, a cargo del área educativa, les prometió «recomponer el ámbito paritario”. “Espero que se cumpla, porque necesitamos esa negociación”, puntualizó Romero. El 90 por ciento de los docentes del país adhirieron a la medida de fuerza.

El paro nacional fue parte de un plan de lucha que continuará. Pablo Moyano dejó abierta la posibilidad de una nueva movilización cuando se trate el proyecto de Ley Bases en el Senado. “Todos los sectores lo están pidiendo”, concluyó.