El fenómeno de la Feria Swiftie por dentro. Un grupo de emprendedoras organizadas para vender productos de Taylor Swift y fanáticas fieles que siguen el evento todos los fines de semana.
“Lo más raro que encontras en la Feria Swiftie son bombachas con la cara de Taylor Swift, que obvio me compré”. Lucía tiene 21 años y estudia Arquitectura, pero antes se declara Swiftie. Su emprendimiento, @theluckyone.shop, se especializa en juegos de mesa temáticos de la cantante.
El Centro Cultural Limonero estalla. Las y los adolescentes se mueven en grupos, los adultos acompañan a los pequeños de la familia y de fondo la música de Taylor. Los vecinos de Corrientes y Salguero pasan y observan desde afuera, preguntan a quienes están haciendo fila para entrar qué es lo que pasa. Y la respuesta es simple: la Feria Swiftie llegó al barrio de Almagro.
La feria surgió en 2022 en un encuentro de pequeños emprendimientos en el Planetario de Buenos Aires. El fanatismo y las ganas de hacer algo distinto los unió. Brenda se encargó de todos los detalles desde el principio. Según cuenta, no les tomó más de unos minutos registrar una cuenta de Instagram y crear el logo. Meses más tarde, Juli Maestri, influencer de TikTok, subió un video sobre el evento. A partir de ahí, la feria se masificó y debieron buscar otros sitios. “Decidimos ir a lugares cerrados porque estuvimos bajo el sol con 40 grados de temperatura. Con lo del dengue no podríamos haber estado en Palermo, ni con los días de lluvia. La primera feria cerrada la hicimos en el aniversario y como nos gustó, seguimos”.
El proceso de selección consta de un formulario de Google para ser llamado como emprendedor invitado. Después, a esperar ser elegido entre decenas de emprendimientos. “Lo primero que me fijo es que sea relacionado a Taylor Swift o a la cultura pop en general, como Harry Potter. Y que sean cosas propias, nada de reventa o cosas usadas. También veo si se toman en serio el evento, si publicitan”.
El público es variado. Buscan accesorios, ropa o cualquier objeto con la cara de la artista estadounidense. “De la Feria Swiftie me enteré a fines del 2022, me apareció en Instagram. Pensé ‘qué bien, un lugar con cosas de Taylor Swift’. En Estados Unidos había miles de cosas de ella, pero acá no”, cuenta a ANCCOM Karen, dueña de @kelas.ok, un emprendimiento de velas. A su vez, Nicole comenta: “Nosotros lo usamos para ganarnos el peso, es para gente que no puede costearse el merch oficial y acude a los emprendimientos. Yo no pude comprarme una remera oficial cuando vino acá, entonces le compré a un emprendimiento”.
Stickers, fotos estilo Polaroid, posters, cuadernos, remeras y hasta ropa interior están al alcance de los fanáticos y de todos los bolsillos. Los precios varían según los puestos, el rango es entre 200 y 20 mil pesos, siendo lo más caro los buzos bordados.
También se venden productos que entran en la definición de “cultura pop”, como un puesto especializado en Harry Potter. Los dueños de @Potter.varitas, Gastón y Ludmila, cuentan que no eran fans de Taylor hasta hace poco y trajeron al mundo swiftie a gente que estaba por fuera de él. Gracias a este tipo de eventos, lograron vivir sólo de su emprendimiento, al igual que Camila de @psico.delicas, que participa en ferias de las universidades o se acerca a vender en las marchas. “Fue el empujón que necesitaba para renunciar a mis trabajos formales y dedicarme totalmente a mi emprendimiento, también para tener tiempo para estudiar y recibirme. La Feria Swiftie me da una seguridad económica que es importante”. Para Daniela, de @salvatore.clothing_, fue la puerta para visibilizar sus diseños y trabajar para otros lados.
La mayoría de los emprendedores son estudiantes universitarios de entre 20 y 35 años, como Leiza de @midnightienda o Lucía, que al dedicarse al estudio se les complica conseguir un trabajo con horario fijo. Por eso, eligen esta modalidad emprendedora para organizar sus propios horarios. Sus ganancias las invierten en material para la facultad.
La calidez y la sensación de comunidad es lo que diferencia a este evento de otros semejantes. Se forman grupos de amigos, prevalece el compañerismo y el deseo a viva voz para que el compañero de al lado tenga un buen día de ventas. Se unen para hacer sorteos en las redes. Lo mismo sucede con los fans, la buena onda fluye de ambos lados logrando un lazo más allá de lo comercial. “Todos sabemos que es un lugar súper seguro en el que vamos a pasarla bien, hay buena energía”, expresa Lara, de @alltoomerch.
Por otro lado, Brenda cuenta: “A veces se me pone un peso que yo no tengo. Una vez en Instagram me dijeron que yo tenía que pensar en la economía del país y poner más emprendimientos, después borraron el comentario porque es un montón. Andá a la Casa Rosada a quejarte”. La Feria Swiftie es una salida para los emprendedores de todas las edades frente a la crisis económica.
También han enfrentado obstáculos, desde el hackeo a la cuenta de Instagram y gente infiltrada en los grupos de Whatsapp, hasta intimaciones del equipo legal de Taylor Swift a algunos emprendimientos para que bajen sus productos por derechos de imagen, lo mismo que pasó a nivel nacional hace algunas semanas con Emilia Mernes. La mayoría de los emprendedores entiende la decisión, pero aseguran que frente a la crisis, es una forma honesta de ganar dinero que luego gastan en dichos artistas. “¿Hoy quién no agarra la cara de un famoso y hace un producto con eso? ¿Realmente es necesario bajar cuentas, dejar gente sin trabajar? Capaz tenés treinta mil seguidores en Instagram y de la nada tenés cero, te cambia la economía”, asegura Lara. Una de las perjudicadas perdió su cuenta y todo su trabajo de meses por un mail de este estilo.
Aun así, la admiración por Taylor Swift no sufrió altibajos entre sus fanáticos. “Tuve una ruptura muy grande con mi ex y mi cuñada, que es fan, me dio muchísimo material para escuchar, para sentirme identificada, para sentir que no estaba sola. Taylor Swift tiene una canción para todo. Ella habla desde un lugar muy personal y profundo, eso atrae”, afirma Luciana, arquitecta de 33 años que se dedica en sus tiempos libres a hacer libros para colorear de la cantante y los vende en la feria. Otras fanáticas cuentan que los álbumes que salieron en la pandemia, Folklore y Evermore, las ayudaron a pasar el mal momento del encierro. Algunos descubrieron a Swift con Reputation, su aclamado álbum del 2017. Las veteranas están desde 2009, cuando la artista tomó más notoriedad por su relación con uno de los Jonas Brothers. La mitad de su vida la pasaron siendo swifties y decodificando los mensajes de sus canciones. Les atrae su talento para escribir y describir situaciones que aseguran ser comunes para todos, más allá de la fama y la edad. Para Lara, de 34 años, es su artista favorita y asegura no tener esa misma conexión con ningún otro.
“Yo amo a Taylor, voy a morir por Taylor”, dice Brenda. Ese sentimiento parece repetirse en cada uno de los fanáticos que visitan la feria. Todos coinciden en lo mismo: hay una canción de Taylor Swift para cada momento de la vida.