Por Tais Grimberg
Fotografía: Rocío Prim

El gobierno de Javier Milei logró su primera victoria al conseguir la aprobación de la Ley Ómnibus. A pesar de ser minoría en Diputados armó una coalición con el Pro, el radicalismo y Hacemos Coalición Federal. De los más de 600 artículos iniciales, quedaron unos 300. Y la letra chica de muchos de ellos se terminará discutiendo en la votación en particular que comenzará el martes. Por tercer día consecutivo, hubo represión policial.

Después de tres días en los que se sesionó durante 30 horas, la Cámara de Diputados le dio media sanción a la Ley Ómnibus con 144 votos a favor y 109 en contra. Durante las extensas jornadas, una gran cantidad de oradores de los diferentes bloques expresaron sus opiniones sobre el proyecto de ley que cuenta con más de 300 artículos, algunos de los cuales reforman o derogan leyes existentes. La votación sucedió con tensiones tanto adentro como afuera del Congreso. El primer triunfo del oficialismo, que es minoría en la cámara, fue posible por la construcción de una alianza con el Pro, el radicalismo y el heterogéneo bloque Hacemos Coalición Federal. En el debate reinó la confusión de qué se estaba votando concretamente y públicamente se desconoce el texto final del proyecto que recibió media sanción en general y que la semana próxima será votado en particular. Las facultades delegadas, las empresas a privatizar, el manejo de la deuda externa y la coparticipación impositiva son cuestiones que se seguirán negociando a la hora de votar artículo por artículo.

El proyecto de ley, cuyo título formal es “Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos” fue controversial desde su presentación, momento en el cual contaba con más de 600 artículos. Estos se rebajaron a más de 500, pero fue modificado una vez más el 30 de enero, justo antes de comenzar con la lista de oradores, cuando fueron eliminados más de 200. Sin embargo, los diputados tenían en sus bancas la versión del proyecto que aún contaba con esos artículos, por lo que los diputados se vieron obligados a sesionar sin tener un dictamen final. Esto fue señalado varias veces por diputados de Unión por la Patria y el Frente de Izquierda y de Trabajadores – Unidad, los cuales se oponían a este proyecto de ley en su totalidad. La diputada por Buenos Aires Romina del Plá, parte de este último bloque, expresó que “cada minuto que pasa nos enteramos que han modificado algún otro artículo” y señaló: “Estamos ante un tratamiento completamente irregular”.

Otro punto contra el que se manifestaron estos diputados fue el de las facultades delegadas, que le permiten al presidente Javier Milei legislar en materia económica, financiera, de seguridad, tarifaria, energética y administrativa. Varios de estos diputados señalaron que esto hace aprobar este proyecto de ley, sin importar los cambios que se le hayan hecho al mismo, y que es equivalente a entregarle un cheque en blanco al presidente Milei, ya que con estas facultades puede convertir artículos que se hayan eliminado en leyes a través de nuevos decretos.

Estos bloques coincidieron, también, a la hora de denunciar sucesos preocupantes que rodearon la sesión. Durante la primera tanda de cuestiones de privilegio el primer día, varios diputados exigieron la conformación de la comisión bicameral y denunciaron ausencias de funcionarios ante los diputados y amenazas que habían recibido. Poco después, la diputada por Buenos Aires Cecilia Moreau, parte del bloque Unión por la Patria, denunció la presencia en el recinto de Leonardo Sosa, fundador del grupo ultraderechista Revolución Federal y acusado de ser parte del intento de magnicidio de Cristina Fernández de Kirchner. Sosa publicó sobre la sesión a través de la red social X/Twitter y llevaba puesta una pulsera rosa, lo que significa que algún diputado había autorizado su ingreso. Diferentes diputados le pidieron al presidente de cámara Martín Menem que no solo se lo remueva del recinto, sino también que se investigue su ingreso.

Otro aspecto denunciado por varios diputados de estos bloques fue la represión que ocurrió durante los tres días en las afueras del Congreso. Militantes de diferentes partidos resultaron heridos por la Policía Federal, la Prefectura y la Gendarmería, los cuales utilizaron balas de goma y gas lacrimógeno directamente contra los manifestantes. Profesionales de la salud advirtieron que este se trata de un tipo de gas lacrimógeno que causa quemaduras químicas en la piel. Ante una situación tan grave, el segundo día la diputada del Plá pidió un cuarto intermedio para que se reúnan los presidentes de bloque e intentar llegar a una solución que detenga la represión. Después de que se votara esta moción y sea rechazada, una gran cantidad de diputados salió del recinto para brindar ayuda a los manifestantes reprimidos. Al final del segundo día, el diputado por Buenos Aires Christian Castillo, parte del Frente de Izquierda y de Trabajadores – Unidad, leyó una lista de miembros de la prensa que habían resultado heridos durante la jornada, lista que fue repetida por la diputada por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires  Gisela Marziotta, parte de Unión por la Patria, al principio del tercer día.

Los bloques de la Unión Cívica Radical y Hacemos Coalición Federal se caracterizaron por no apoyar de manera unánime el proyecto de ley, lo que resultó en que algunos voten en contra de ella, aunque en ambos bloques se trató de una minoría. Una de las votantes en contra, la diputada por Buenos Aires Margarita Stolbizer, parte de Hacemos Coalición Federal, expresó que su partido “no cree en las fuerzas del cielo o del mercado, sino en las soluciones colectivas” y que “frente a las protestas sociales lo que se debe hacer es resolver los problemas” por los que la gente protesta. Otro votante en contra, el diputado por Buenos Aires Facundo Manes, de la Unión Cívica Radical, fue uno de los diputados en denunciar la inconstitucionalidad del proyecto de ley y en expresar que el presidente Milei promete “una falsa libertad”. Por otro lado, los diputados de estos bloques que votaron afirmativamente también criticaron aspectos del proyecto de ley, pero celebraron la eliminación de artículos y expresaron que querían otorgar “herramientas” al gobierno del presidente Milei.

Los votos afirmativos fueron mayormente de parte del oficialismo y del bloque PRO, los cuales aportaron un total conjunto de 74 votos. Los diputados del PRO criticaron el estado en el que el nuevo gobierno recibió el país y se pronunciaron a favor de los cambios que el presidente Milei quiere implementar a través de este proyecto de ley, al cual también se refirieron como “herramientas”. Los diputados del oficialismo también señalaron el cambio como la manera de salir de la actual crisis y expresaron que el proyecto de ley permitirá la libertad de mercado y la entrada de inversiones y recursos, los cuales son, según estos, la clave de la solución.

En estas tres largas jornadas, cada diputado se expresó sobre sólo algunos de los muchos artículos que contiene el proyecto de ley y como afecta a las economías regionales, la educación, la cultura, el ambiente, la ciencia y otros aspectos. El exceso del tiempo pautado y las pronunciaciones en contra de otros bloques abundaron, y el cansancio y la tensión eran cada vez más palpables a medida que continuaba la sesión. Con la aprobación general del proyecto, la sesión continuará el 6 de febrero, fecha en la que comenzará el debate artículo por artículo.