Por Carla Effenberger y Agustín Bagnasco
Fotografía: Clara Pérez Colman, María Cortez, Martina Espinosa, Pamela Pezo Malpica, Valentina Gomez

De espaldas a Congreso de la Nación, Javier Milei asumió la presidencia y emitió un discurso en el que anunció un ajuste brutal e inmediato. Habló de una inflación que rondará entre el 20 y el 40 por ciento mensual, pronosticó aumento de la desocupación y una fuerte recesión. A los que cortén las calles para protestar, los amenazó con quitarle la ayuda estatal. Una multitud lo escuchó al grito de «motosierra, motosierra».

En su primer discurso como presidente de la Nación, Javier Milei en las escalinatas del Congreso advirtió que las políticas que implementará impactarán “de modo negativo sobre el nivel de actividad, el empleo, los salarios reales, la cantidad de pobres e indigentes”. Adelantó, incluso, que la inflación trepará entre un 20 y un 40 por ciento mensual en el primer tramo de su mandato. Una multitud lo escuchaba en la Plaza y lo alentaba al grito de “motosierra, motosierra”. En su diagnóstico, el nuevo mandatario subrayó: “Habrá estanflación, es cierto, pero no es algo muy distinto a lo que ha pasado en los últimos 12 años. Este es el último mal trago para comenzar la reconstrucción de Argentina. Habrá luz al final del camino”.

Unos minutos antes, a las 12.20, había iniciado su discurso de asunción diciendo: “Hoy enterramos décadas de fracaso, peleas intestinas y disputas sin sentido, peleas que lo único que nos permitieron es destruir nuestro querido país y dejarnos en la ruina. Hoy comienza una nueva era en Argentina, una era de paz y prosperidad, una era de crecimiento y desarrollo, una era de libertad y progreso”.

Este domingo la ciudad de Buenos Aires, calurosa y con un cielo sin nubes, fue escenario de dos eventos singulares. Por un lado, el aniversario de 40 años de democracia y por otro, la asunción del presidente Javier Milei y la vicepresidente Victoria Villarruel. En otro hecho inédito, el mandatario se inclinó por dar su discurso inaugural en la explanada del Congreso y no en el recinto parlamentario, ante la asamblea legislativa, como se hizo tradicionalmente.

Desde temprano se cortó el perímetro delimitado por las calles Rincón y Junín y las avenidas Corrientes y Belgrano, hasta las del Paseo Colón y Leandro N. Alem. La ruta que tomaría el auto presidencial (Avenidas Entre Ríos y de Mayo hasta llegar a la Casa Rosada) estuvo cercada y controlada por la Gendarmería y la Policía Federal. 

Previo al discurso del presidente en las escalinatas, la gente, que iba creciendo en número con el correr de la hora, ya cantaba frases como “Cristina a la cárcel”, “chorra chorra chorra” y “la casta tiene miedo”, mientras balanceaban con intensidad las banderas argentinas y de La Libertad Avanza, desde hoy el partido oficialista.

“Hoy comienza una nueva era en Argentina. Hoy damos por terminada una larga y triste historia de decadencia y declive y comenzamos el camino de la reconstrucción de nuestro país”, expresó el nuevo presidente ante el público agolpado sobre la vereda de la plaza ubicada frente al palacio legislativo.

Junto a Milei, se encontraban el presidente ucraniano Volodímer Zelenski; el uruguayo Luis Lacalle Pou; el chileno Gabriel Boric; el ecuatoriano Daniel Noboa; el paraguayo, Santiago Pena; el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán; el Rey Felipe de España y el ex presidente brasileño Jair Bolsonaro.

Luego de sostener que la dirigencia había abandonado las ideas liberales y que se había abrazado a “las ideas empobrecedoras del colectivismo”, Milei hizo referencia al país que, dijo, recibe como presidente: “Ningún gobierno ha recibido una herencia peor que la que estamos recibiendo nosotros”.

A partir de este diagnóstico, sostuvo que la única salida consiste en ajustar el Estado en forma brutal e inmediata, y se encargó de aclarar que este ajuste nos recaerá sobre el sector privado. Además, señaló que la emisión realizada por el Banco Central llevará a que sigan incrementando los precios: “El gobierno saliente nos ha dejado plantada una hiperinflación y es nuestra máxima prioridad hacer todos los esfuerzos posibles para evitar semejante catástrofe que llevaría a la pobreza por encima del 90 por ciento y la indigencia por encima del 50 por ciento”.

Milei señaló, además, que aquellos que utilicen la vía pública para protestar por sus medidas recesivas no cobrarán ningún tipo de ayuda estatal, pasando por alto el derecho constitucional a la protesta y a peticionar a las autoridades.

Luego, hizo hincapié en la situación social del país y manifestó que se acabó “con el siga – siga de los delincuentes”. Por otro lado, destacó que hay serios problemas en materia de pobreza y educación. “La situación de la Argentina es crítica y de emergencia. No tenemos alternativas y tampoco tenemos tiempo. No tenemos margen para discusiones estériles. Nuestro país exige acción y una acción inmediata. La clase política deja a un país al borde de la crisis más profunda”.

Por último, anunció que su gobierno utilizará todos los resortes del Estado para avanzar en los cambios que el país necesita. Y concluyó: “Recuerdo cuando en una entrevista, cuando asumimos como diputados hace dos años con Victoria Villaruel, me habían dicho pero si ustedes son dos en 257, no van a poder hacer nada. Y ese día la respuesta fue una cita del libro de Macabeos 3.19 que dice que la victoria en la batalla no depende de la cantidad de soldados sino de las fuerzas que vienen del cielo. Por lo tanto, Dios bendiga a los argentinos y que las fuerzas del cielo nos acompañen en este desafío”.