Por Elizabeth Ferrufino
Fotografía: TELAM

Las ventanas de la casa del dirigente social Rafael Klejzer fueron rotas a piedrazos. Hubo amenazas de bomba al Ministerio de la Mujer y Mauricio Macri llamó a la juventud libertaria a que enfrente en las calles a quienes defiendan sus derechos. ¿La paz social está en peligro?

La madrugada del 19 de noviembre, Rafael Klejzer atravesó un momento violento en el que tres personas rompieron los vidrios de su casa a piedrazos en el barrio de Once. Luego de apagar la luz salió al balcón y “para mi sorpresa, no salieron corriendo, sino que se quedaron, seguían insultando”, cuenta el dirigente del Movimiento Popular La Dignidad y de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular.

Al llegar el patrullero redujeron a uno de los atacantes, quien le gritaba a Klejzer: “En estas elecciones somos ustedes o nosotros. ¡Que pinta de peronista que tenés!”. El que lo hayan detenido no impidió que siguiera con las agresiones, posiblemente empoderado por unos comicios que sentía que lo avalaban. Luego de la denuncia correspondiente, Klejzer confirmó que el detenido vive a una cuadra de su casa.

“Hay organizaciones que expresan una futura base social de una militancia más violenta, neofacista, que es un poco lo que expresa Milei y su partido en términos mediáticos», cuenta el dirigente social. «Fue una semana donde hubo amenazas por todos lados”.

Al ataque al dirigente de La Dignidad se suman las dos amenazas de bomba que recibió el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación el viernes de la semana de las elecciones. Frente a esto también las trabajadoras y los trabajadores de la línea 144 hicieron públicas las intimidaciones que reciben desde el domingo electoral.

Al parecer, hay quienes perciben la victoria de Javier Milei en las elecciones como un aval para el aumento de violencia vinculado, sugiere Klejzer, a un “programa de ajuste tenebroso”, que va en contra del pueblo: la violencia es una herramienta para avanzar en ese sentido. “Las palabras de Milei en la conferencia de prensa, una vez conocido los resultados, fueron muy similares a las de los militantes extremistas que rompieron los vidrios de mi casa”, comparte Klejzer.

Los movimientos sociales en Argentina son la “organización del pueblo pobre” y “como organizaciones tenemos muy bien el pulso de la actualidad”. Klejzer también añade que hace un año en las asambleas populares que organizaban, en este caso en Resistencia, Chaco, ya se venía planteando entre la gente un “Milei o Cristina”. La respuesta de las personas era que hoy no se están ejerciendo los derechos y de eso se desprendía, según esta interpretación que con la llegada del libertario se podrían “conquistar esos derechos que hoy son letra muerta en la Constitución y en las leyes”.

Para el dirigente, en Argentina van a emerger resistencias populares y sindicales de otro tipo: “Hay un empantanamiento en términos de proyectos políticos en América Latina, no hay una estabilidad, no hay una estabilización política ni para un lado ni para el otro, sino por el contrario, las crisis permanentes y recurrentes de América Latina están expresando salidas excepcionales como las de Milei o de Macri en su momento”. Si bien se está asistiendo a un Milei supuestamente novedoso “volvió toda la casta”, resume.

Con respecto a las medidas a tomar por las organizaciones sociales, Rafael Klejzer asegura que habrá que esperar los primeros anuncios del nuevo gobierno para ver cómo seguir. Por lo pronto, el expresidente Mauricio Macri, nuevo socio político de Milei, llamó a la juventud que votó al libertario a enfrentar a aquellos reclamen por sus derechos en la vía público. ¿La paz social está en peligro?