Por Carla Effenberger
Fotografía: Clara Pérez Colman, Valentina Gomez

La politóloga Paola Zuban y el historiador Ulises Muschietti analizan las razones del resultado de las elecciones presidenciales y las incógnitas, temores y perspectivas ante el futuro desempeño  del nuevo gobierno. ¿Cuánto pesó la foto del cumpleaños en Olivos?

“Su receta fue simple y eficaz, explicó cómo resolver la inflación en un tono que interpretó el enojo de la ciudadanía con la clase política tradicional”, expresa la politóloga Paola Zuban, directora de la encuestadora Zuban Córdoba y Asociados, en alusión a la victoria de Javier Milei en las presidenciales del domingo pasado.

La espera fue corta debido a la rapidez del escrutinio y el triunfo correspondió a La Libertad Avanza, liderada por Javier Milei, quien obtuvo 55,69% de votos frente a Sergio Massa con 44,30%. La diferencia considerable de los resultados invita a pensar sobre el porqué del mismo y lo que le depara a Argentina los siguientes cuatro años.

Zuban visualizaba este panorama en las tendencias de los estudios aunque considera que no se tomó real dimensión de la diferencia. “Hasta último momento hubo un registro de 10% de votantes que estaban indecisos o que votaban en blanco, que finalmente decidieron por Milei”, afirma la politóloga, quien también destacó la eficacia y solidez del sistema electoral argentino.

En cambio para Ulises Muschietti, historiador y periodista, el efecto del acontecimiento fue sorprendente: “Los que le dieron una paliza al peronismo y sus aliados votando a este fenómeno nuevo en Argentina de la ultraderecha, es el mismo pueblo, que hace cuatro años le dio una victoria contundente a Alberto Fernández y a Cristina Kirchner contra Macri”. Este último, afirma Muschietti, se ha colado en la victoria de Milei. Por esta razón, el historiador no cree que los ciudadanos tengan un rasgo intrínseco que pueda explicar la victoria del libertario. Él mismo plantea observar la escena del momento histórico y las variables que se conjugaron en este presente en el que se planteó la elección.

Muschietti cita las palabras del historiador norteamericano, Howard Zinn: “Cuando nos sorprende un hecho político de estas características lo que sucede es que no hemos sido capaces de leer los indicios, que no hemos sido capaces de leer lo que se cocina a fuego lento”. Trae esta idea y automáticamente se pregunta: “¿Qué se ha cocinado a fuego lento o no tan lento en este caso? La prolongada frustración económica, el efecto tremendo de la pandemia o más precisamente del aislamiento, del encierro”. Muschietti considera clave este último evento, ya que sostiene que hubo algunos privilegios para quienes controlaban el Estado en ese escenario. “Ese Estado se convirtió ahí en un enemigo y esa es una de las fuentes en la que abrevan los seguidores de Javier Milei”.

En la misma línea, Zuban menciona la ruptura del contrato Alberto Fernández con la ciudadanía en el cumpleaños de la primera dama en pandemia. “A partir de ahí todos fueron errores, no solo en lo económico sino que no se supo articular ningún mecanismo de restauración de la confianza con el espacio político”, expresa la politóloga, y agrega que fue una disidencia que le costó al oficialismo la elección.

El historiador también señala la ferocidad interna a cielo abierto que protagonizaron Alberto por un lado y Cristina Kirchner por otro. Hechos que para él significaron una pérdida de la poca confianza que le iba quedando a una buena parte de la población con ese gobierno. “Me parece que siguieron con sus prácticas habituales con sus méritos y deméritos, mientras algo iba cambiando profundamente en una parte importante de la sociedad que fue la que dio esa paliza ayer”.

Más allá de las revisiones de las fallas del gobierno oficial, los analistas también abrieron una puerta en vistas a las expectativas e inquietudes sobre el futuro gobierno de la LLA en el país.

“No conocemos a Milei en la versión gobernante con una responsabilidad, entonces es muy difícil prever cómo será su actitud”, señala Muschietti. En esa misma línea impredecible y cargada de incertidumbre, Zuban sostiene que habrá que estar expectante y ver si predomina el Milei extremo o el Milei moderado. Insiste además que se necesitan más elementos para un análisis de este tipo: definición del gabinete, reacción de los mercados, apoyos políticos. “Es un presidente que no tiene gobernadores, ni intendentes de su espacio, y es minoría en diputados y senadores –continua–, y en ese sentido será crucial ver cómo se posiciona y termina de conformar Juntos por el Cambio, ya que su bloque en diputados puede hacer la diferencia para las políticas de Milei”.

Muschietti ve lo mismo con respecto a la presencia de actores de LLA en el campo político argentino y está convencido de que la lógica política indica que la coalición tiene que dialogar con otros sectores. Entre otras cosas, porque “carece de una estructura propia o aparato propio, seguidores o leales a él con esa experiencia y con ese conocimiento”. E insiste con que para manejar un Estado como el de Argentina hacen falta miles de funcionarios.

Por otra parte, el historiador también enfoca en la presencia de Mauricio Macri, que según él fue quien allanó el traspaso de los votos de Patricia Bullrich a Milei. “Según cómo se conjuguen la relación entre ambos y los propios de cada uno en esa coalición el diálogo o los diálogos serán distintos”, conjetura el historiador.

“En su discurso final aseguró que no había lugar para el gradualismo”, destaca Zuban, quien cree que podría intentar aprovechar la legitimidad que le dio la diferencia de votos que obtuvo para impulsar la mayor cantidad de medidas en los primeros días de su gobierno. “Milei tiene muy poco tiempo de su ‘luna de miel’ para mostrar señales positivas para la economía”, conjetura la politóloga.

Hacia el final Muschietti se hace algunas preguntas: “¿Qué cosas va a hacer este gobierno? ¿Cuáles de las horribles cosas que anunció va a poder concretar y cuáles no? ¿Cuál será la versión definitiva de algunas de las contradicciones múltiples de la campaña? Va a haber una resistencia importante de la sociedad: no sé cuándo empezará y con qué éxito, pero creo que los años que vienen serán años, en el mejor de los casos, muy duramente ajetreados”.