Por Elizabeth Ferrufino
Fotografía: Estefania Denise

La Biblioteca Nacional organizó la Feria del Libro Originario. Editoriales y autores se reunieron para visibilizar una parte silenciada de nuestra cultura y el valor de los textos para mantenerla viva.

“Somos, estamos y nunca nos iremos”. El pasado domingo 5 de noviembre se llevó a cabo la primera Feria del Libro Originario en la Plaza del Lector Rayuela de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, con entrada libre y gratuita.

La wiphala, como símbolo de unión en la diversidad, estuvo presente en los puestos de libros y en la reja que rodea a la plaza de la biblioteca, del barrio de Recoleta. La feria fue organizada por el Centro de Estudios sobre Pueblo Originarios de la Biblioteca Nacional cuyo objetivo es realizar realiza actividades, publicaciones e investigaciones con el fin de difundir las culturas de las comunidades autóctonas.

En esta primera feria se concentraron editoriales grandes y pequeñas, autores y autoras independientes que pertenecen o están vinculados a la temática de pueblos originarios, con el fin de darles visibilidad, de que la gente encuentre y vea en un solo lugar la diversidad bibliográfica disponible: desde diccionarios hasta ediciones de El Principito en quechua, pasando por poesías e investigaciones culturales.

La feria contó con una programación de canto por Victorina Melipan Antieco Esponja, mujer mapuche tehuelche, la presentación del libro Los diarios del Malón de la Paz de Hermógenes Cayo y Mario Augusto Bertonasco y el cierre estuvo acompañado por música comunitaria aymara y altoandina.

K´anchay Qoyllur, una de las feriantes explicó: “Al lado de este edificio, tan importante para las culturas, que se arme una feria de los pueblos originarios desde y para ellos me parece muy importante, para que las personas que no tienen donde conocernos, donde vernos y escucharnos nos encuentren cerca. Ojalá que se difunda esto, y lo mismo para la juventud. Muchos saben pero otros ignoran nuestra historia, nuestra forma de vida, nuestras cosas que hacemos”

Durante la primera presentación Victorina Melipan Antieco Spoja aseguró: “Es muy importante este espacio y este momento. Este derecho de los pueblos de poder manifestarse, de poder ser en sus propias lenguas con la identidad, porque hay más de 48 naciones vivas, no somos tres o cuatro: somos muchas más. Naciones vivas con sus lenguas y rescatando nuestra cultura, nuestra espiritualidad y nuestra identidad”.

La Biblioteca Nacional fue el espacio de las conversaciones y discusiones históricas, políticas y culturales. Una de las que más convocó fue la referida a los acontecimientos en Jujuy  y al tercer Malón por la Paz.

Diego Antico, uno de los coordinadores del Centro de Estudios sobre Pueblos Originarios de la biblioteca, reflexionó: “Que haya un Estado que permita visibilizar estas cosas es muy importante, porque lamentablemente cada día hay un discurso más anti-estatal y ese discurso se olvida de que el Estado es el que garantiza muchas veces aquello que el mercado deja fuera. Nuestro objetivo es mostrar todo eso que quedó fuera del mercado del comercio”.

En una actualidad con avances y retrocesos, y en una sociedad con mucha discriminacion, con violencia racial, hay que seguir luchando y educando para que eso no suceda: “El rol del Estado es muy importante, porque si dejamos todo librado a los individuos lo que sucede es eso. El Estado generando políticas públicas, leyes, políticas de educación garantiza que esas cosas no sucedan”, cerró Antico.