Por Tais Grimberg
Fotografía: Clara Pérez Colman

El Centro de Estudios Legales y Sociales realizó la segunda edición del Festival Imparable, a cuatro décadas del final de la dictadura. Ferias, música y debates para defender los derechos conquistados.

El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) realizó la segunda edición del Festival Imparable, bajo la consigna “Festival por los 40 años de democracia”. Desde las 14 y hasta las 22 del domingo 5 de noviembre se llevaron a cabo mesas simultáneas de conversación y debate sobre diferentes temáticas relacionadas con la democracia y su defensa en el contexto actual. Además, la jornada incluyó presentaciones artísticas y musicales y una feria, todo en el estadio cubierto Malvinas Argentinas.

En una tarde calurosa, las inmediaciones del estadio en pleno barrio porteño de La Paternal, se colmaron de gente. Adentro había actividades para todos los públicos y edades: eventos destinados a las infancias, música y charlas en el escenario principal. Dos carpas para más charlas y una feria que ofrecía productos de proyectos cooperativos y comunitarios. Rubina Armesto, militante de Ciudad Futura, es una de las feriantes que atendía su puesto y expresó: “Espacios así están buenos para dar a conocer lo que hacemos desde nuestra práctica más territorial-militante, y también desde los servicios que ofrecemos”. Explicó que se trata de un evento importante por su convocatoria y porque “está bueno encontrarse gente que está en la misma situación que uno, sobre todo en este contexto”.

Yamila Annacondia es parte de la fundación Hora de Obrar, que llega a la feria con el Proyecto Tapé Porã, orientado hacia la mejora de las condiciones de vida de las comunidades indígenas mbya-guaraní. “Es muy importante que las distintas organizaciones de la sociedad civil estemos presentes en espacios que nos llaman a defender los derechos democráticos”, declaró a ANCCOM. “Entonces todas las organizaciones desde los distintos sectores, todos los movimientos, tenemos que estar presentes en estos espacios para seguir defendiendo los derechos que conquistamos”, añadió. Emilio Ruchansky, que forma parte de la coordinación del Acuerdo por la Regulación Legal del Cannabis, también presente en la feria, dijo que “siempre es bueno tener contacto con gente que viene a preguntar por muchas cuestiones, nosotros creemos que hay que poder hablar con gente que por ahí no está tan relacionada con el tema”.

En diálogo con ANCCOM, Paula Litvachky, directora ejecutiva del equipo de gestión del CELS, explicó que se organizó esta segunda edición del Festival Imparable fue “proponer un espacio de encuentro, para poder escuchar música, divertirse un rato y, al mismo tiempo, pensar qué está pasando en el país y en el mundo y qué va a pasar en el futuro”. Litvachky también habla sobre cómo los temas tratados en las diferentes mesas surgieron del libro Más que nunca, escrito por el equipo del CELS, cuyo título se refiere a la necesidad de defender la democracia, movilizarse y pensar políticamente más que nunca. “Los temas que pensamos tenían que ver con eso, con pensar los problemas, pensar los temas muy complejos que se ven en las carpas, sobre la tierra, sobre el trabajo, sobre la comunicación, los memes, el lenguaje, la democracia, sobre cómo nos movilizamos y sobre cómo pensar el futuro”. Además, agregó que el festival fue pensado “un poco para salir del registro de los organismos, de hacer cosas muy solemnes, para tratar de conectar con públicos más jóvenes, con públicos que por ahí no están tan cercanos a la política”. Es decir, “hacer una propuesta cultural y política al mismo tiempo”, sintetizó.

¿Todo meme es político?

Al entrar a la carpa número dos, aún se podía escuchar la música que provenía del escenario principal, amenizando con una banda sonora rockera el debate que estaba por ocurrir. El calor se acentuaba por la falta del viento y la gran cantidad de asistentes reunida para escuchar la charla “¿Todo meme es político?”, sobre espacios digitales y sus narrativas. Allí, se planteó cómo los sectores libertarios encontraron una tierra fértil, en estos últimos años, dentro del lenguaje de los memes. Juan Ruocco, periodista y autor del libro ¿La democracia en peligro? explicó cómo se trató de un “trabajo orgánico que llevó a Javier Milei del meme a lo político” y manifestó la necesidad de disputar los espacios de internet. En ese sentido, Maga Chirom, socióloga y consultora de comunicación política, habló de la sensibilidad política de la época y sostuvo que “los libertarios leyeron bien los fenómenos actuales de lo digital”, creando “una comunidad en redes sociales con discursos aptos, mientras que nosotros entramos en una espiral del silencio”.

En el mismo sentido, Juan Amorín, periodista de C5N y Futurock, reflexionó sobre cómo Milei “toma las métricas de los memes como legitimadores de sus decisiones políticas” y afirmó que “la política ya no puede mirar para otro lado”. Sin embargo, también dijo que después de las PASO, ocurrió un punto de quiebre donde surgieron “grandes aciertos comunicacionales que vienen de abajo hacia arriba”, usando el ejemplo del meme de la “bananerización”, que trataba sobre la lista de países a los que se uniría la Argentina en caso de llevar a cabo la dolarización propuesta por Milei. Similarmente, Galia Moldavsky, conductora en Blender y Futurock, habló sobre cómo usar un “lenguaje del descanso” para luchar con los discursos libertarios, apropiándose de sus prácticas. Lo ilustró con las publicaciones en redes de la cuenta Coherencia por favor, conocida por difundir imágenes con un texto grande de pocas palabras, seguido por otro texto corto de tamaño más pequeño.

Galia Moldavsky también expresó que la indignación no es una herramienta de lucha efectiva, ya que de ella se alimentan los memes de derecha. En el mismo sentido, Ivana Szerman, locutora y fundadora en Mate y co-conductora en Gelatina, habló sobre los espacios digitales que han generado una trampa alrededor del discurso feminista. Finalmente, Flor Alcaraz, periodista y co-directora de LatFem, sostuvo que “la política tradicional tiene que cambiar el lenguaje” y “comunicar desde las narrativas del futuro” para volver a enamorar.

Resetear la democracia

De vuelta afuera, el sol brillaba sobre el espacio frente al escenario principal, donde se llevó adelante la charla “Resetear la democracia”. Nacho Levy, representante de La Poderosa, habló de reconstruir los derechos humanos desde “nuestro sector”, sostuvo que defender los derechos humanos no es solo combatir el negacionismo: “No necesitamos que se vayan todos, necesitamos que se corran muchos para dar espacios a las juventudes”. Estas últimas estuvieron representadas en el escenario por Sofía Saraceno, del centro de estudiantes del Lenguas Vivas, quién habló sobre cómo hay jóvenes que eligen a La Libertad Avanza ya que no se sienten representados por los partidos tradicionales y subrayó la necesidad de volver a pensar la política para transformar. Steven Forti, historiador italiano y profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona, en diálogo con la mesa que acababa de concluir sobre ¿Todo meme es político? opinó que “hay varios ámbitos donde actuar y movilizar”, especialmente el espacio digital.

En el mismo conversatorio, Dina Sánchez, Secretaria Adjunta de Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) y vocera nacional del Frente Popular Darío Santillán, habló sobre cómo “hay que priorizar la deuda con el pueblo” y que “no hay que hablar solo de representación, sino de presencia”. Henrique dos Santos Vieira Lima, diputado del Partido Socialismo y Libertad de Brasil, compartió la experiencia del bolsonarismo y señaló como “la derecha apuesta al miedo, la tristeza, la desesperanza y el caos” por lo que propuso “hacer del amor una lucha política”. Y concluyó: “Milei los quiere ver abatidos, levanten la cabeza”. Finalmente, Nacho Levy concluyó: “Para resetear la democracia lo más importante es que no se apague.”

En el escenario principal la música seguía sonando, ya habían pasado La bomba del Tiempo, Paula Maffía y los cuerpos se calentaban para bailar al ritmo de Gauchito club. Más que nunca para defender la democracia y los derechos conquistados, con alegría.