Por Estefanía Denise

El gobierno de Horacio Rodríguez Larreta dio de baja el Área Educativa de Nuevos Públicos, destinada a estudiantes de primaria y secundaria, y despidió a todos sus trabajadores.

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Desde 2016, en conjunto con el Ministerio de Educación de la Ciudad, el Teatro Colón ofrecía una serie de actividades para estudiantes, a través de su Área Educativa de Nuevos Públicos, pero hace dos semanas fueron interrumpidas. La decisión corre por cuenta de la actual gestión de Jorge Telerman, quien se desempeña desde 2022 como director general del teatro. El Área de Nuevos Públicos se proponía que alumnos de Nivel Primario y Secundario participaran de las experiencias Mi Primer Ballet, Mi Primera Ópera y Mi Primer Concierto, todas ellas parte del programa Vamos al Colón – Colón para escuelas.

Por medio de un comunicado titulado “El Teatro Colón para pocos”, publicado en sus redes sociales personales, Eugenia Schvartzman y Rosario Villagra, ex coordinadora general y pedagógica y ex coordinadora de Producción y Vinculación Institucional del área respectivamente, denunciaron la situación.

Allí explicaron que los programas discontinuados estaban destinados a difundir contenido artístico y materiales educativos, y a la vez incorporar la experiencia de haber asistido a ver una obra en el Teatro Colón a la currícula común de clases en la escuela. “Es claro que este tipo de instancias resultan fundamentales en la construcción de ciudadanía y garantizan la asistencia de infancias y juventudes que de ninguna otra manera podrían haber sido parte de la programación, por barreras no sólo económicas sino fundamentalmente socioculturales”, remarcaron.

“El área se achicó a lo largo de los años. En un primer momento fue a razón de la pandemia, y cuando ocurrió la vuelta a la presencialidad, no estaba previsto reanudar las actividades por parte de la agenda de la Dirección General. Aunque este año se había reducido notablemente la programación del área, intentamos que no muera y se sostenga en compromiso con la educación”, detalla Rosario Villagra en diálogo con ANCCOM. “El área educativa no existe más. Con suerte, durante el año participa un 10 por ciento del público que anteriormente veníamos convocando”, agrega.

Hoy las visitas guiadas están habilitadas para las escuelas los días de semana, ya no los sábados, pero el Área Educativa no existe más. El propósito del programa era brindar algo más que una mera visita: una primera experiencia de ir al teatro junto con un material pedagógico específico, entregado a los docentes para abordar la vivencia en el ámbito de clases.

Otro de los programas que se sostuvieron hasta el año pasado fue el Ensayo Abierto, al cual asistían escuelas secundarias provenientes de diferentes zonas del país, que consistía en presenciar, de manera gratuita, los ensayos de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires. También incluía la posibilidad para estudiantes universitarios y terciarios de ver los ensayos generales de ópera y ballet, así como la participación en talleres, capacitaciones y charlas con los docentes. “En 2019 el programa empezó a perder peso, pero tratamos de sostener la cantidad de alumnes que asistían, aunque con varios problemas artísticos. Tras la pandemia volvió a realizarse en 2022 y esperábamos que este año regresara con la misma impronta de 2016, pero no fue así. Hay una decisión política de que esto no suceda”, afirma Villagra.

Schvartzman coincide: “Hubo una voluntad clara de la nueva gestión de no continuar ni profundizar sobre un área que debiera estar de manera permanente. No hubo una tendencia a seguir investigando en estos programas, tan necesarios para seguir con esta mirada de acercamiento a las infancias y las juventudes”.

En el comunicado señalan el vaciamiento año a año: “El programa, que implicaba una profunda cosmovisión pedagógica y artística, fue vergonzosamente degradado, denostado y finalmente clausurado por esta gestión. Para graficar su envergadura, en 2016 asistieron 26.330 participantes, en 2017 38.262, en 2018 26.259, en 2019 27.703, y en 2022 solamente 7.778”.

Schvartzman señala que se realizaban funciones didácticas gratuitas para escuelas públicas de la Ciudad de Buenos Aires con la participación de casi 40.000 estudiantes por año. “La idea era difundir un programa educativo universal que abarcara a todas las escuelas. Previo a la asistencia de les chiques, se invitaba a docentes y equipos educativos a una instancia previa que incluía una visita guiada y un trabajo pedagógico en relación a la obra que se se iba a ver, la cual podía ser de ópera, ballet o un concierto, entregándose material de trabajo para que se pudiera desarrollar luego en clase. La asistencia a estos programas no implicaba la mera visita al teatro, sino que consistía en todo un trabajo de acercamiento al arte de las infancias y de la comunidad educativa”.

El cierre del área provocó, además, despidos. Esta situación “desnuda la precarización laboral en la que ya se encontraba el personal, contratado durante cinco años, y que al día de la fecha el teatro retiene sus haberes salariales”, expresaron en el comunicado. Schvartzman añade: “Les trabajadores no tuvimos un aviso formal e institucional sobre la cancelación del contrato, ni el Teatro dio razones por las cuales cesaban los programas educativos. La respuesta vino de la Dirección General, concretamente de la jefa de Gabinete de Telerman, Paz Dubarry, avisándonos que el personal ya no era necesario y por eso se cancelaron los contratos”.

Según Villagra, hay una deshumanización y despersonalización de la gestión respecto de sus empleados, algo novedoso si se quiere, considerando que es un espacio del cual sus empleados se apropian porque disfrutan trabajar allí. “Esto se está fragmentando”, subraya y concluye: “El teatro, al ser un ente público, tiene el deber de divulgar bienes culturales y esto no se está cumpliendo. Hay un vaciamiento en un montón de áreas, no hay una visión general del teatro público como ente cultural. Aspiramos a que les chiques puedan venir, es una experiencia muy positiva”.