Por Nélida Medina Durán
Fotografía: TELAM

La viruela del mono recuerda a los tiempos de “La Peste Rosa”, cuando la responsabilidad por la difusión del HIV-SIDA se atribuyó a la comunidad homosexual. Sin una justificación desde el punto vista médico, algunos medios estigmatizan como forma de procesar los miedos.

Buena parte de los discursos mediáticos sobre las causas del actual brote de la viruela del mono fortalecen la estigmatización contra la comunidad homosexual. La situación recuerda a lo que pasó hace unas décadas con el VIH/SIDA que durante mucho tiempo se asoció a la homosexualidad, aún cuando “no hay antecedentes científicos que avalen las relaciones sexuales entre hombres como la transmisión más importante”, como enfatizó Lucía Cavallaro, presidenta de la Asociación Argentina de Virología en declaraciones a C5N.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha hecho hincapié en aclarar que la viruela del mono no es una enfermedad nueva. En 1948 se la detectó en simios de un laboratorio. En 1970 aparecieron los primeros casos humanos, sobre todo en las selvas tropicales de África central y occidental donde viven los animales portadores del virus. Se consideraba endémica pues sólo se encontraba en esa región del planeta; pero todo cambió el viernes 13 de mayo cuando aparecieron los primeros brotes en países no endémicos. En nuestro país, el Ministerio de Salud de la Nación confirmó el contagio de dos personas provenientes de España Ministerio de Salud | Argentina.gob.ar

DISCURSOS MEDIÁTICOS ESTEREOTIPADOS

El diario Clarín en su edición del 20 de mayo, sección salud titulaba: “VIRUELA DEL MONO EN HUMANOS: LA FIESTA DEL ORGULLO GAY DONDE SE HABRÍA PROPAGADO LA ENFERMEDAD EN ESPAÑA”. El 27 de mayo, recalcaba: “SALUD Y POLÉMICA: UN NUEVO ESTIGMA PARA LA COMUNIDAD LGBTIQ EN ESPAÑA”. Si bien esta nota expresa el sentir de la comunidad homosexual acerca de que estos brotes producirían un aumento del sentimiento homofóbico debido a malentendidos sobre la enfermedad, cierra el informe destacando que los casos en Europa se han producido sobre todo entre homosexuales. En ninguna de las notas se explican las maneras de contagio.

En la emisión del 20 de mayo del programa “8:30 AM” de , Luis Majul, pregunta: “Para no estigmatizar a nadie, ¿hay grupos focalizados para contraer este virus que se llama la viruela del mono?”. El entrevistado, Conrado Estoll, Doctor en Medicina de la UBA, especializado en Neurología y reconocido por el Consejo Norteamericano de Psicología y Psiquiatría, reconoció que «los primeros casos de contagio han sido comprobados por contacto sexual. Ese ha sido el principal motivo y el Reino Unido reporta homosexuales, bisexuales y sexuales en general”. Majul aclara que Estoll “trabajó en uno de los primeros grupos de investigación del SIDA, tiene información sobre este tipo de cosas, no queremos compararlo con el HIV, pero, ¿qué nos tiene que preocupar hoy?”. Durante el programa hablaron de lo impactante de las imágenes de las vesículas formadas en la piel de los contagiados con el virus de la viruela del mono, se preguntaron si son fotos reales o aumentadas. Igual reacción ocasionaron las imágenes del Sarcoma de Kaposi, tumores de la piel de aquellos infectados con HIV.

En Europa, los discursos son similares. Susan Hopkins, Asesora Médica en Jefe de la Agencia Británica de Seguridad Sanitaria, expresó “que el aumento de la enfermedad continuará en los próximos días” y apeló a hombres homosexuales y bisexuales a estar atentos a los síntomas, al afirmar que una “proporción notable de los casos en el Reino Unido y Europa proceden de este grupo”.

ESTIGMA VS. PRUEBAS

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONU/SIDA), advirtió su preocupación por las “representaciones que refuerzan los estereotipos homofóbicos y racistas” a través de la caracterización que se hizo de las personas LGBTIQ y africanas relacionándolas con los casos de la viruela del mono, enfermedad que puede afectar a cualquiera. Instó a medios de comunicación, gobiernos y comunidades a que basen sus respuestas “en un enfoque en los derechos y las pruebas” y evitar, así, la estigmatización de esos grupos.

Las constataciones científicas determinan que esta enfermedad se transmite a través del contacto con las erupciones, pus, sangre y costras del contagiado, además de secreciones respiratorias y fluidos como la saliva. También puede producirse el contagio al tocar ropa, ropa de cama, toallas y utensilios que han sido usados por la persona infectada. Una mujer embarazada puede pasar el virus al feto por la placenta.

La OMS es terminante al concluir que “el riesgo no se limita a los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres”.

NO PONER EN PELIGRO AL OTRO

Determinadas estrategias discursivas fortalecen y tensionan el estigma contra el grupo homosexual al exponerlo como causa de un mal y presentarlo como el chivo expiatorio a través del cual se canaliza el miedo ante los nuevos brotes de la viruela del mono en países donde, hasta el momento, no habían surgido.

La Doctora en Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Lila Luchessi, en diálogo con ANCCOM, enfatiza que” la operación de estigmatización mediática es parecida a lo largo de la historia de los medios; lo que van cambiando son los actores, pues es poner en el otro una carga negativa como causa de una crisis o de un contagio. Así se consolidan discursos de odio que refuerzan lo que piensan los medios” .

A modo de conclusión, establece que la estigmatización mediática es “una herramienta de adoctrinamiento para aislar a grupos y dejarlos en un lugar de vulnerabilidad, como parámetro para que el resto no se identifique con ellos”.

Uno de los colectivos LGBTIQ español, clama que : “Necesitamos menos sensacionalismo y más rigor por parte de los medios, y más empatía y representación por parte de las instituciones” para no culpabilizar a nadie por su propia enfermedad ni atribuirle un significado moral.