Por Carolina Ocampo y Agustina Morello Eckerdt
Fotografía: Sofía Barrios

Las mujeres del fútbol marcharon a la AFA para repudiar el fallo de la FIFA que absuelve al director técnico Diego Guacci y reclamar medidas contra la violencia machista. Paula Ojeda, nueva responsable del Área de Género de la Asociación de Fútbol Argentino.

Jugadoras, dirigentas, directoras técnicas, hinchas y periodistas marcharon el lunes hacia las oficinas de la Asociación de Fútbol Argentino, en la calle Viamonte al 1300. La convocatoria la realizó Sin Fronteras Fútbol Feminista en reclamo del fallo absolutorio de la FIFA por las denuncias de abuso y acoso sexual que pesan sobre el director técnico Diego Guacci, y para visibilizar la violencia machista en el deporte más popular del país.

Los hechos de los que se acusa a Guacci sucedieron mientras dirigía en inferiores de diferentes clubes. El DT tuvo paso por una variedad de equipos, inclusive la Selección Juvenil Femenina. Actualmente es el encargado del fútbol femenino de Defensa y Justicia. Luego de una larga espera, la máxima autoridad del fútbol mundial sostuvo que por más que haya pruebas sobre los hechos que se le imputan, no alcanzan para destituir, ni imponer una multa económica al DT del equipo femenino del Halcón de Varela. Por tanto, Diego Guacci fue absuelto y el caso archivado.  

En una tarde colmada de emociones, Mónica Santino, referenta del fútbol femenino, entregó a la AFA un documento que consiste en cinco puntos centrales: realizar de manera inmediata una investigación de los hechos denunciados; separar de su cargo a Diego Guacci y alejarlo del ámbito deportivo. A ello se suma el pedido de capacitaciones permanente y el cumplimiento efectivo de la Ley Micaela en todos los clubes pertenecientes a la Asociación; participación activa y real de su propia área de género; correcta y eficaz aplicación de los protocolos de actuación.

Mónica Santino, actual directora técnica del Club La Nuestra del Barrio 31, expresó: «Esta situación es una trompada al estómago, da impotencia. No hay un proceso judicial porque existe una justicia patriarcal. Las jugadoras tienen un miedo enorme a la hora de denunciar, porque las pueden privar de lo que más les gusta, jugar al fútbol. Guacci fue protegido por las instituciones deportivas, sigue trabajando a pesar de las denuncias». 

Además, remarcó que es necesario ir detrás de todos los directores técnicos acusados: «Hoy es este técnico, pero mañana puede ser otro. Estamos luchando contra un sistema que avala violaciones y abusos. No es el fútbol que queremos».

La institución del fútbol local dio su primer paso. Días atrás anunció que la abogada especialista en violencia de género, Paula Ojeda, ocupará el cargo de gerenta del Departamento de Equidad y Género de la AFA. 

La funcionaria trae consigo historial, ya formó parte del Área de Género en Vélez, uno de los clubes pioneros en imponer la cláusula que determina que, si un jugador tiene causas o es acusado por violencia machista, debe ser apartado del plantel. 

Siguiendo este hilo, Santino también se refirió a la asunción de Paula Ojeda: «Debido a su experiencia, con ella hay una puerta abierta al cambio. Confiamos que esto desemboque a una mesa de trabajo. Queremos que las áreas de género tengan peso político y no solo sean testimoniales».  Y añadió: «Se deben implementar charlas de educación sexual integral en los cursos de formación de técnicos, porque son lugares en donde se reproducen lógicas machistas. Espero que la nueva designación esté abierta a estos cambios».

Por su parte, María Eva, politóloga e integrante de River Feminista expresó: «El nombramiento de Paula Ojeda fue luego de la convocatoria a la movilización que realizamos, así que esperamos esto haya sido parte de la repuesta que nos está dando la AFA. Ojalá pueda aplicar sus conocimientos y que el protocolo de género se aplique como corresponde. Sin embargo, con una sola persona no vamos a cambiar todo, por eso estamos acá, para que el sistema en el fútbol tenga otra mirada”.

Previo a esta marcha, las jugadoras de fútbol, en la decimotercera fecha del Torneo Nacional de las diferentes categorías, utilizaron una cintita de color violeta, en apoyo a las mujeres en situación de violencia de género. 

Natalia Montero, parte de River Feminista y de Sin Fronteras Futbol Feminista, explicó la importancia del lazo violeta: “La idea era que nos sumemos todos los hinchas, cuerpos técnicos, equipos y organizaciones feministas. Las jugadoras estaban atadas de manos porque en Primera División juegan para AFA, pero algunos equipos se animaron y las usaron igual. La cinta violeta representa el apoyo a las víctimas de violencia machista que denunciaron en 2021. Fue importante para visibilizar el problema y ayudar a la convocatoria de esta manifestación. Gracias a esto, muchos medios de comunicación se enteraron y hoy están acá”. 

Juana Bilos, jugadora de Gimnasia y Esgrima de La Plata, fue una de las tantas futbolistas que participaron de la manifestación. A su vez, ella y su equipo se sumaron al lazo violeta. “La iniciativa de utilizar un lazo violeta en la muñeca -comentó- la tomamos con las periodistas de Fútbol Femenino (FutFem), que están en un grupo con una representante de cada equipo. Estoy contenta porque hoy se puede levantar la voz sin miedo. La gran mayoría está en la misma, es importante que hoy se hagan visibles estas cosas”. 

Respecto a la denuncia contra Guacci, la jugadora sostuvo: “Esta manifestación no apunta solo al fútbol feminino, apunta al rol de la mujer en la sociedad.  Queremos construir un fútbol sin violencia. Hoy estamos acá por Diego, pero hay muchas cosas más que engloban todo esto. Si nosotras no nos movemos no pasa nada, este es el primer paso. Es una lucha constante, hace unos años fue con la profesionalización del fútbol junto a Macarena Sánchez -primera futbolista mujer en firmar un contrato profesional en Argentina-, y hoy con esta causa. Hay miedo, pero vamos a seguir”.

Por otro lado, la jugadora de UAI Urquiza Catalina Primo, que también estuvo presente en la protesta, destacó la importancia de formar parte de esta lucha: “Este problema es de todas, es clave que todas las futbolistas nos unamos para conseguir lo justo. Con la presión y la condena social, que es lo único que nos queda, se pueden lograr cosas”.

Para muchas, es un hecho histórico. Previo a este movimiento, las jugadoras callaban por miedo a las represalias. A partir de ahora, deciden hablar. Hoy, los cánticos de cancha se transforman en un pedido de justicia bajo el lema “Sí, lo sabían”. Los cantos de todas las jugadoras, hinchas y directoras técnicas a una sola voz: “Guacci, decime qué se siente. Las pibas no nos callamos más”. Es un antes y un después en el fútbol femenino, para que en el futuro las jóvenes no tengan miedo de poder hacer lo que más les gusta: jugar a la pelota.