Por Wendy González
Fotografía: Florencia Zelaya

Las organizaciones que luchan por los derechos de las personas en situación de calle denuncian que el censo pasó por alto el registro de la situación y necesidades reales. Dicen que tampoco logró cuantificar correctamente la dimensión de esa población.

Organizaciones que asisten y luchan por los derechos de las personas en situación de calle reclaman que la metodología utilizada este año en lo que ellos llaman el “conteo” -porque para ellos más que un censo fue un conteo-, no fue acertada para la población en situación de calle y advierten que debido a esto, los números están muy alejados de la realidad. 

Incluso antes de saberse el número oficial de personas en situación de calle, las organizaciones ya sabían que no iba a ser más que una “foto” que no arroja resultados reales. La Ley 27654 de Situación de Calle y Familias Sin Techo aprobada el año pasado expresa que las organizaciones sociales, como especialistas en esta problemática, participarían en el diseño y realización del relevamiento. En este marco, las organizaciones afirman que en ningún momento se las convocó, aún a pesar de que el mes pasado, una de ellas, Proyecto 7, había reclamado al INDEC por esta misma cuestión. “Dijeron a todo que sí pero hicieron lo que quisieron, las organizaciones que tenemos años trabajando en la problemática pudimos haber participado y colaborado, pero no fue así y terminaron usando la misma metodología que utiliza el Gobierno de la Ciudad que hace más de 10 años venimos denunciando que no sirve”, cuenta Horacio Ávila, coordinador de esta ONG.

Paula Milone integrante de la Asamblea Popular Personas en Situación de Calle, que reúne a las ONG especializadas en el tema, cuenta que el día siguiente al censo, en sus recorridas diarias para, entre otras cosas, entregar comida y hacer actividades para personas en situación de calle, se encontraron con que la mayoría no fue censada ni vieron pasar los móviles. “Lo que sucedió es que se utilizaron las camionetas del BAP y se pusieron en puntos que se consideran estratégicos, por lo menos acá en la ciudad, y no fueron a las ranchadas a buscar a los compañeros en situación de calle, se quedaron ahí esperando que ellos se acerquen”, denuncia Milone y agrega: “Desde varios de los colectivos que formamos parte de la Asamblea llamamos al Buenos Aires Presente para comentar que teníamos compañeres que no fueron censados y su respuesta fue ´ya terminó, lo que no se contó, no se contó´. Entonces lo que planteamos es que las personas que no están en situación de calle que tampoco fueron contadas, sí tenían un número para llamar. Parece entonces que la unidad de la vivienda es la que importa y se olvidan que hay personas que no tienen esa unidad de la vivienda porque, justamente, están en situación de calle. Es como si hubiera habido, a la vez, un censo formal que sucedió con determinada metodología y un censo informal mediante el cual no se tomó en cuenta los reclamos y la experiencia, incluso metodológica, de los dos censos populares de las organizaciones sociales.”

En paralelo, la organización social Proyecto 7 convocó el viernes 27, frente al Obelisco, a un desayuno popular para visibilizar las problemáticas que atraviesan las personas en situación de calle, reclamar por un censo real y por programas que no se ejecutan. “El censo del INDEC fue una fantochada, reprodujo la metodología ineficaz del Gobierno de CABA y, como resultado, los números del censo son mentirosos: acaban de decir que hay 2.548 personas en la calle, al Gobierno le da menos que el año pasado cuando las situaciones de pobreza aumentan, esto es ridículo -denuncia Ávila con micrófono en mano mientras agrega cifras-. Si en 2019 el censo popular nos dio 7.251 personas en situación de calle, ahora deben ser, solamente en CABA, más de 10 mil. Nuevamente desde los gobiernos se está invisibilizando y subregistrando cada vez más a las personas en situación de calle”.

En contra de la metodología llevada a cabo y con la experiencia de haber realizado dos censos populares, estas organizaciones plantean que, para hacerse un censo real de personas en situación de calle, se debe tener en cuenta la complejidad de los casos de la población y adaptarse a su metodología de vida. Debe conocerse la problemática, hacerse en diferentes horarios durante varios días y preguntar cosas diferentes, “No lo pueden hacer operarios del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires como sucedió, lo tienen que hacer integrantes de las organizaciones sociales que conocemos y tratamos siempre con les compañeres y saben que no los vamos a correr, tiene que haber un sistema de registro para saber que no se cuente dos veces a la misma persona y saber que se tiene que ir a buscar a los compañeres” comenta Milone. 

Por otro lado, Mónica Farías, integrante de la Asamblea Popular Plaza Dorrego, agrega que nosotros cuando hicimos los censos populares, previo a eso, salimos a hacer recorridas de sensibilización, o sea se les avisaba a les compañeres que iba a haber un censo y esto es importante primero para que el compañere esté predispuesto a contestar y segundo para que esté atento y pueda contestar. Salir a sensibilizar no es lo mismo para la situación de calle que mirar o escuchar spots publicitarios en los medios porque no todos tienen acceso a esa información, la mayoría se enteran en el boca en boca, y eso claramente no se hizo. Por eso, nosotres decimos que para poder contar a los compas en situación de calle primero hay que querer contarles, y si les querés contar vas a encontrar el modo como nosotres, con dos censos populares lo encontramos y lo hicimos. Entonces es ver cómo tanto más el Estado que tiene más recursos que nosotres puede llevar a cabo ese conteo”. 

Las organizaciones caracterizaron este hecho como intencional ya que se censó con móviles y en una sola franja horaria nocturna sabiendo que es el momento del día en el que las personas en situación de calle tienden a ocultarse para evitar cuestiones climáticas y violencias institucionales. “Lo que notamos fue lo mismo que notamos en otros momentos, que algunas ranchadas justo antes del conteo desaparecen y a veces lo que pasa es que se las corre con violencia de donde estaban y se les sacan sus pertenencias, forzándolos a transitar hacia otro lugar más oculto, o directamente se le otorga algún subsidio o algún dinero insuficiente que solo alcanza para alquilar una habitación de hotel un par de noches para justamente sacarles de la calle ese día”, comenta Mónica Farías. “Yo creo que un poco es no hacerse cargo de la problemática. Las gestiones quieren tener menos pobreza y la pobreza más extrema obviamente tiene que ver con las personas en situación de calle, cuanto más se ven personas en situación de calle quiere decir que peor esta la situacion y claramente es lo que quieren hacer, un registro con números políticos para demostrar menos pobreza, estos números menores significan menor presupuesto para políticas públicas, dejando afuera cuestiones de asistencia real a las personas que sobreviven en las calles del país”, expresa por su parte Ávila rodeado de compañeros en situación de calle.

“Yo hace ocho años estoy en situación de calle, conozco pibes de otras ranchadas y cuando nos juntamos les preguntabas ‘che, ¿te censaron?’ y te decían ‘no pasó nadie’ o ‘che, yo no sabía que se hacía’”, comenta José, que dio su presente el viernes, mientras esperaba que su compañero de calle le alcance su segundo vaso de chocolatada.

Si bien la sanción de la Ley 27654 es tomada como un avance para las organizaciones ya que por primera vez en el censo se tomaba en consideración la situación de calle, aquello que en un principio les parecía una oportunidad histórica y única, finalmente en la práctica se perdió. “Íbamos a tener un registro, una aproximación al total nacional de personas en situación de calle, algo que no tiene precedentes, porque así como los censos nacionales se llevan a cabo para conocer a la población e implementar políticas públicas acorde a esa población, tener en cuenta la población en situación de calle del mismo modo implicaría que se puedan pensar políticas dirigidas a ese sector y que puedan dejar la calle para tener un proyecto de vida”, lamenta Mónica Farías incluso con su mirada. “Lo que se le está negando a la gente es la posibilidad de tener un proyecto de vida, de poder dejar la calle, las organizaciones hacemos lo que podemos pero no es suficiente. Los recursos y obligación de resolverlo para armar cosas mejores debe darse de parte del Estado”, exige Ávila mientras no deja de estar atento a compañeros en situación de calle que a medida que llegan al Obelisco y lo saludan desde lejos, les responde con un gesto y una sonrisa oculta pero notoria detrás del barbijo.

Milone concluye que mientras tanto seguirán profundizando el Observatorio de las violencias hacia las personas en situación de calle que realizan desde la Asamblea como herramienta para al menos registrar las situaciones de violencia contra estas personas. “Tener un censo real es importante incluso para esto porque es necesario tener un número más fehaciente. Si no tenemos números reales de cuántas personas en situación de calle hay, no tenemos números de cuál es la violencia y quienes la ejercen hacia personas en situación de calle. Va a ser necesario reunirse o poder pensar alguna otra situación porque la realidad de les compañeres en situación de calle es muy grave a nivel de derechos humanos, es una violacion sistemática a los derechos humanos de les compañeres y en ese sentido es algo de lo que el Estado necesariamente se va a tener que ocupar”.

Por su parte la organización Proyecto 7 seguirá a la espera de una respuesta a su denuncia por discriminación contra el INDEC que aún se encuentra en marcha y de tratativas con este organismo. “Como siempre decimos, la calle no es un lugar para vivir. La gente se muere en la calle de manera criminal porque no hay una atención real de parte del Estado, -cierra con firmeza Horacio Ávila mientras integrantes de diferentes centros de la organización y compañeros en situación de calle lo escuchan y asienten reafirmando sus palabras y añade sobre la denuncia por discriminación al INDEC – Lavagna va a tener que dar alguna respuesta a la denuncia para luego ver si se realiza un censo específico que tenga que ver con la problemática, así que, estaremos ahí con esa denuncia y esperando la resolución de la justicia».