Por Joaquín Bousoño
Fotografía: Sofía Barrios

Alfredo Segatori, el muralista urbano, pionero en el Street Art argentino, homenajeó a Quinquela Martín, realizó una performance humana y fue reconocido Personalidad Destacada de la Cultura por la Legislatura porteña.

El reconocido artista y fundador del movimiento de Arte Urbano en Argentina, Alfredo Segatori, presentó el sábado 27 de noviembre su más reciente obra en el barrio de La Boca, un homenaje a Benito Quinquela Martín. Con su impronta, Segatori llevó a cabo una colorida jornada de intervenciones artísticas que dio por llamar “El sueño de Quinquela”.

A partir de las 15, fue citado un grupo personas a los Silos Areneros del barrio sureño de la Ciudad de Buenos Aires bajo una simple pero confusa premisa: “Vení a exabruptearte de color”. La inscripción vía online no especificaba mucho más, pero resultó suficiente para las más de 40 personas que decidieron asistir por el mero amor al arte de Alfredo. “Yo vengo siguiendo a Segatori desde hace mucho tiempo y cuando me enteré que podía formar parte de una de sus obras, ni lo dudé”, contó Sofía, de 31 años. “Logra sacar el arte de su lugar común, las galerías, para llevarlo a lugares cotidianos como lo es la calle”, afirmó. 

A lo largo de la tarde y bajo un tinte jovial, Segatori ofició de una mezcla de Showman y director de orquesta, dando órdenes a quienes formaron parte de la obra y explicando qué era lo que estaba por suceder a cada momento. Para comenzar, cada individuo debió elegir un solo color y cubrir todo tramo de piel que sea visible, convirtiéndose así en lienzos humanos, para que luego el artista pudiera disparar colores varios sobre ellos. Durante un largo rato, las personas-obra bailaron al ritmo de música electrónica, mientras que diferentes colores, de una paleta cuidadosamente seleccionada, les llovía en forma de salpicaduras. De esta manera, cada persona se convirtió en arte, y Alfredo, en su creador. 

“Esta performance es algo nuevo para mí, nació durante la pandemia cuando no podía pintar murales y comencé con ‘En cuarentena quedé pintado’, un ciclo de obras unipersonales”, cuenta Segatori. “Después hice varias obras más con diferentes modelos y performers inspirados en distintos colores. Hoy lo que inauguramos es la primera etapa del ‘Exabrupto de color’ con Lunática Artes Visuales”.

Las siguiente etapas de la intervención consistieron en pintar las columnas debajo de la Autopista Buenos Aires – La Plata y las paredes perimetrales de la arenera, para lograr un paisaje onírico lleno de color y así alcanzar una superficie total de 4.000 m2 de pintura. Con estas obras, además, o Segatori busca contribuir a la revalorización de la zona.

La obra retoma algunos de los conceptos del expresionismo abstracto como la improvisación total, las manchas y los gestos. Inspirado en artistas como Siqueiros y Pollock, Segatori innova sobre grandes estructuras y experimenta con distintas máquinas de pintura. El nombre lo define por sí solo, exabrupto: «gesto brusco e inesperado que se manifiesta con enfado y viveza». 

Dentro de la obra, en un plano lateral de la arenera, se ubica el retrato de Quinquela Martín, inmerso en el color, realizado en relieve con materiales de desecho. Durante un mes, Segatori recolectó y recicló objetos que otros consideran basura, para luego subirse a una grúa y darle forma a la cara de cuatro metros del artista emblema boquense.

Como cierre de la jornada, la Legislatura porteña le entregó un reconocimiento al artista como personalidad destacada de la cultura. “No me lo esperaba porque yo soy totalmente independiente y outsider de la política, pero se acercaron desde la Legislatura con la iniciativa y lo agradezco. Creo que suma en la difusión de mis obras y para aplicar a proyectos de mecenazgo”, señaló Alfredo.  

El muralista urbano, pionero en el Street Art argentino, que desde 1989 trabaja utilizando la técnica del aerosol a mano alzada, free hand, demostró una vez más que se puede seguir innovando en un ámbito en el que pareciera que ya todo está hecho.