Por Sabrina Díaz
Fotografía: Pilar Camacho

Abuelas de Plaza de Mayo pedirá una entrevista con el presidente electo Alberto Fernández para transmitirle sus demandas.

Las Abuelas de Plaza de Mayo celebraron sus 42 años de lucha en el Teatro San Martín, rodeadas de nietos, nietas y afectos que han cultivado durante más de cuatro décadas de búsqueda. Llegan a este nuevo aniversario con 130 nietos restituidos y el anhelo de seguir encontrando a los y las que faltan.

Entre otros, estuvieron presentes los diputados Máximo Kirchner, Wado de Pedro y Horacio Pietragalla, y artistas como León Gieco y Raúl Porchetto, quienes oficiaron de público. Los números artísticos estuvieron a cargo de Pedro Rosemblat, Malena Guinzburg y Joan Manuel Serrat. El encuentro estuvo lleno de alegría y satisfacción por los logros alcanzados, aunque las Abuelas saben que esto no termina acá.

Delia Giovanola es una de las 12 fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo. Luego de 39 años, en noviembre de 2015 pudo recuperar a su nieto Martín, específicamente el 5 de noviembre, exactamente cuatro años antes de esta celebración. Delia recuerda el encuentro con su nieto como una locura de llorar y reír al mismo tiempo, pero lamenta que el proceso de búsqueda no haya sido igual. Su hijo Jorge continúa desaparecido desde el 16 de octubre de 1976 junto a su nuera, embarazada de ocho meses. “Primero inicié la búsqueda de mi hijo y de mi nuera, pensando que a los dos o tres días iban a aparecer. Luego empecé la búsqueda de mi nieto, pasaron 39 años hasta que lo encontré, perdiendo en el camino muchas cosas. Es una historia muy fuerte la que he vivido”, cuenta Delia que define a Abuelas como paridas por las Madres, siendo ella una de las tantas que daban vueltas a la Plaza.

Sobre la situación actual del país, Delia ve una brecha muy profunda. Por este motivo es muy enfática al pedir a las generaciones futuras que tengan memoria: “No podemos olvidar lo que pasó, nosotras pedimos que tengan en cuenta lo ocurrido para que no permitan que vuelva a pasar”. Acepta que tiene miedo, pero no personal, sino de que esta historia tan terrible se repita. Dice que le encanta difundir la búsqueda y la lucha que con las Abuelas llevan adelante, pero remarca el hecho de que nunca buscó ser una Abuela o una Madre de Plaza de Mayo, sino que fue la vida quien la puso ahí. “No sabíamos qué hacer ni cómo buscar, tampoco a quién recurrir, pero estábamos y estamos todas juntas, sin quejarnos. Tengo 93 años, hace 43 que estoy en esto, no sé hacer otra cosa”, concluye.

«Macri fue el único presidente que no nos recibió», denunció Estela de Carlotto.

Estela de Carlotto es la Presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo y mamá de Laura Carlotto, secuestrada y desaparecida estando embarazada el 26 de noviembre de 1977. Luego de 36 años de búsqueda, encontró a su nieto Ignacio Montoya Carlotto, quien en 2014 se presentó voluntariamente en la sede de Abuelas ante la sospecha sobre su verdadera identidad.

Con la lucidez que la caracteriza, Estela también señala su preocupación por el contexto que atraviesa el país. Asegura que se están pasando momentos muy difíciles, pero se muestra esperanzada respecto del proceso de transición política y los resultados de las últimas elecciones: “Alberto Fernández no se va a salvar del pedido que hemos hecho a cada presidente electo desde la vuelta de la democracia. A partir de la toma de poder, los organismos de derechos humanos solicitamos una reunión para hacerles saber qué necesitamos del Estado, el único que no nos recibió fue Macri”.

Carlotto define al macrismo como un gobierno constitucional con rasgos dictatoriales: “Hemos retrocedido mucho -subraya-, es lamentable que siendo un país tan rico haya gente durmiendo en la calle, que los niños y niñas tengan que ir a comer a los merenderos”. 

Más allá de los maltratos y ofensas recibidos a lo largo de estos cuatro años, Estela sostiene que pronto formarán parte de un pasado. Si bien sabe que hay cosas que funcionan mal y a destiempo, enfatiza el valor de la democracia, de la libertad de expresión, del derecho humano a una vivienda, a la salud, a la educación, a un empleo con un sueldo digno: “Nuestros hijos hablaban de justicia social, ese es nuestro lema”.

Malena Guinzburg participó del homenaje con un monólogo.

Guillermo Martín Amarilla Molfino es el nieto restituido número 98, hijo de Marcela Molfino y Guillermo Amarilla, secuestrados y desaparecidos desde octubre de 1979. Marcela tenía 27 años y estaba embarazada, aunque nadie lo sabía. Guillermo fue apropiado por un agente de inteligencia del Ejército e identificado en noviembre de 2009.

Define al proceso de restitución de su identidad como muy emotivo por todo lo que conlleva: la verdad y reconstrucción de su propia historia. “Fui restituido por presentación espontánea, tenía dudas y me presenté en Abuelas en el 2007, mi gran pregunta era ¿seré uno de los nietos que están buscando?”. Cuenta que la CONADI abrió un legajo para esclarecer su origen y que luego se realizó un examen de ADN. En diciembre asistió al Banco Nacional de Datos Genéticos y en marzo de 2008 se le informó que no era hijo de desaparecidos. “Me explicaron que mi ADN no coincidía con el de ninguna de las familias de las que integraban el Banco, por lo que muchos familiares de desaparecidos no sabían que sus hijas o nueras estaban embarazadas al momento de desaparecer”.

Pasados dos años, una sobreviviente de Campo de Mayo contó que Marcela estaba embarazada y dio a luz. En su partida de nacimiento figuraba que nació allí, por lo que la CONADI abrió un nuevo legajo para incorporar a las familias Molfino y Amarilla al BNDG, por lo que con sus muestras y los nuevos resultados, Guillermo recuperó su identidad. “Mirando un programa del ciclo Televisión por la Identidad fue que me decidí a buscar. Por eso es importante el trabajo de la institución, sabemos que en un principio Abuelas buscaba bebés, niños, pero luego esos niños fueron creciendo. El abrazo con mis hermanos fue el momento más feliz de mi vida”, recuerda.

Lita Boitano y Taty Almeyda.

Los nietos Leonardo Fosatti y Manuel Goncalves Granada fueron los encargados de conducir el festejo. Durante el evento se proyectó un video sobre la recuperación del ex centro clandestino de detención que tuvo lugar en la Comisaría 5° de La Plata, que actualmente es sede de Abuela La Plata y lleva el nombre de Espacio para la Memoria. Allí se lo pudo ver a Jorge Julio López –aún desaparecido-, lo que provocó que el público se fundiera en aplausos. Leonardo y Manuel contaron que, gracias al testimonio de los sobrevivientes, pudo saberse que por ese centro clandestino pasaron alrededor de 250 hombres, mujeres, niños y niñas; diez de esas mujeres embarazadas y que allí nacieron dos bebés: uno de ellos Leonardo, la otra Ana Libertad Baratti de La Cuadra, también restituida. 

Durante el evento se recordaron los mayores logros del año: los dos casos de restitución: Matías, hijo de Elena Mijalchuk y de Juan Manuel Darroux, quien se encontró con sus tíos paternos y todavía busca a sus padres y a su hermano; y la de Marcela, que, como pocas veces sucedió, pudo reencontrarse con su papá y sus hermanos. Los conductores también recordaron los juicios de lesa humanidad en curso, además de pedir que por favor se los acompañe para apoyar a los sobrevivientes.

El humorista Pedro Rosenblat se presentó con un texto: «Somos hijos y nietos de las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, en una lucha que para nosotros comenzó con Néstor Kirchner». Por su parte, Malena Guinzburg, partícipe de Teatro por la Identidad, interpretó el monólogo “Cómo vencer la duda”, mezclando el humor con la verdadera importancia de encontrar a los nietos y nietas que faltan, quienes pueden estar en cualquier sitio, entre nosotros, sin siquiera saberlo.

El catalán Juan Manuel Serrat cerró el acto con sus tradicionales canciones.

 

Ya finalizando el evento, Joan Manuel Serrat deleitó con su voz y sus canciones a todo el auditorio. Las Abuelas y sus nietos y nietas subieron al escenario para agradecer el acompañamiento. Con Estela al micrófono, recordaron que seguirán trabajando y buscando a todos los hombres y mujeres que aún viven con su identidad falseada, en cualquier lugar del mundo, porque la lucha sigue. Por último, con Taty Almeida, cerró el acto al grito de «30 mil compañeros detenidos desaparecidos, presentes, ahora y siempre».