Un año con palabras propias

Un año con palabras propias

En la redacción de la calle México hay mucho más que periodistas: también hay administradores, vendedores, diseñadores, abogados, e incluso “psicólogos”. Periodistas que aprendieron a multiplicar sus tareas y el oficio, a ser sus propios dueños, a defender la palabra y el espacio. “Hubo un año de hacer base, ahora es momento de consolidación y de crecimiento”, reflexiona Javier Borelli, director de la cooperativa Por Más Tiempo, en diálogo con ANCCOM. El 26 de junio se cumplió un año desde que los trabajadores del diario Tiempo Argentino conformaran la cooperativa Por Más Tiempo, después de haber pasado más de tres meses en conflicto con Sergio Szpolski y Matías Garfunkel, responsables del Grupo 23, al que pertenecía el matutino.

En los días de cierre, la redacción se pone más ruidosa y transitada. “Si hay que cerrar una página o pasar una fuente, nos hablamos desde una punta a la otra: hay algo lindo en estar todos en un mismo piso”, dice Borelli sobre la nueva sede del diario devenido en semanario, ubicada a unas pocas cuadras de Plaza de Mayo. Tiempo Argentino funciona allí desde diciembre pasado. Luego de un año de resistencia, donde la redacción se volvió casa y los compañeros de trabajo familia, hoy pueden cumplir horarios, entrar y salir del diario sin miedo a perder los elementos de trabajo. Javier recorre el lugar con la mirada: “Estar acá es una demostración de que el proyecto funciona”. Tras una mala experiencia con el dueño de otro edificio que decidió cancelar el alquiler cuando ya estaba la seña firmada, apareció una oportunidad y finalmente pudieron mudarse: “El dueño de este espacio es lector del diario y entendió que necesitábamos un lugar seguro para trabajar”. Muchos otros no lo entendieron y rechazaron las ofertas por miedo a un nuevo ataque que arruinara las instalaciones del lugar.

Es jueves por la tarde y en la sala de reuniones se discute la agenda del domingo. Arriba, la compañera que se hizo cargo de las tareas de “recursos humanos” revisa unas carpetas apiladas contra la pared. Con tres ventanas, una hacia el piso de abajo, otra hacia el pasillo y la tercera en dirección a la sala de al lado, su oficina era antes un estudio de radio. En el cuarto contiguo hay una mesita y dos monitores: lo que alguna vez fue sala de operación técnica, hoy se prepara para albergar al sector audiovisual de la cooperativa. Uno de los objetivos para este año es lograr una cobertura de las noticias diarias a través de la página web. La idea es que de lunes a sábados, los socios y suscriptores del diario puedan leer al final de la jornada los temas más importantes del día con la mirada de Tiempo Argentino. Para el resto de los visitantes de la web, el contenido estará disponible a primera hora de la mañana. “Apuntamos a ser un diario digital con una edición de domingo, que un diario de domingo con una página web”, explica Borelli.  Desde agosto del año pasado, Tiempo tiene producción diaria en la web, pero volver al papel todos los días no es una de las metas: “Si bien somos todos bichos de diario papel, hoy no es un producto que pueda darnos el crecimiento que necesitamos”.

En la redacción de la calle México hay mucho más que periodistas: también hay administradores, vendedores, diseñadores, abogados, e incluso “psicólogos”.

En la redacción de la calle México hay mucho más que periodistas: también hay administradores, vendedores, diseñadores, abogados, e incluso “psicólogos”. Pugliese, su protector.

Julia Izumi es secretaría de Redacción y también integra el Consejo de Administración formado por siete titulares y cinco suplentes. “No es fácil tomar conciencia de lo que hay detrás de un producto”, dice en referencia al proceso de formación de la cooperativa. Julia llegó a Tiempo durante el surgimiento del proyecto, en marzo del 2010. Siempre estuvo en la sección de Política, pero desde hace un año,  además del trabajo periodístico, lleva a cabo tareas administrativas. Para los trabajadores del diario, la forma de mantener la organización es a través del respeto de la experiencia que tiene cada uno, que es también lo que define quién asume cada rol. Lejos de la improvisación, los trabajadores de Por Más Tiempo saben que una decisión mal tomada puede atentar contra el salario de todos los compañeros. “No es ni queremos que sea una aventura hippie”, bromea Izumi, luego de repasar los objetivos para otro año de trabajo.

Además de la actualización diaria de la web, otra de las metas es mejorar los ingresos recibiendo más publicidad privada, que hasta ahora fue reticente con la cooperativa. Ante la oferta del espacio, muchas empresas respondieron que les resulta difícil pautar en un diario que es independiente en su línea editorial. Sin una presencia fuerte del sector privado, el 70% del diario está financiado por los socios y suscriptores. Así, Tiempo cumple un año con un balance económico positivo en relación a abril del año pasado. “Son ellos, los lectores, los que sostienen el diario”, dice Borelli. Y completa: “Antes escribía una nota y me iba a mi casa sin saber a quién le llegaba o quién la leía, pero hoy tenemos un feedback, un ida y vuelta que nos da fuerzas para seguir”.

Nicolás Recoaro se dedica a hacer crónicas urbanas, aunque también trabaja en la formación de un equipo que hará una campaña para conseguir más anunciantes. Después de cruzar unas palabras con Edgardo, del equipo de fotografía, sale a fumar un cigarrillo. “A mí lo que más me gusta es que ahora uno puede sentarse a charlar y aprender de lo que el otro sabe. Nos compartimos las propuestas, las ideas, y así van saliendo las notas”, dice Nicolás entre pitada y pitada. También asegura que para él fue un año complejo pero muy divertido, con el foco puesto en mantenerse unidos. “El que quiere jugar la suya queda aislado y se termina yendo, no encuentra lugar porque esto realmente es una construcción colectiva”, subraya.

Edgardo Gómez, subeditor de Foto, también hace hincapié en la relación entre los compañeros del diario como uno de los puntos más fuertes de la cooperativa. “Es una construcción permanente donde todo el tiempo es todo nuevo. Es muy diferente ser jefe en una cooperativa que ser jefe cuando hay patrón. No sé cómo explicarlo, cambia todo”, razona.
La puerta se abre y entra una chica, se queda parada junto al mostrador de la recepción. Cuando se acercan a atenderla, pregunta por el libro que ganó la semana pasada. Los lectores están, tienen nombre y apellido, incluso se pueden ver sus fotos en la última página del diario, donde se anuncian los ganadores de los sorteos. “Son gente que uno se podría encontrar en la marcha del 24 de marzo”. Javier describe a los lectores como aquellos que quisieran elegir si se pudiera. En Tiempo se da algo que no pasa en ningún otro diario: la mayor parte de los socios y suscriptores son menores de treinta años, y para muchos de ellos es la primera vez que compran un diario en papel.

El miércoles pasado, en el salón de FOETRA, los trabajadores hicieron un brindis para festejar el aniversario. Incluyó una mesa de debate de la que participaron Claudia Acuña, Ingrid Beck, Carlos Ulanosky y Martín Becerra. Los lectores estuvieron allí, festejaron junto a los periodistas. Como afirmó Claudia Acuña, miembro fundadora de Revista Mu, la relación con los lectores es parte de la experiencia inédita de Tiempo Argentino. Con la emoción todavía fresca de aquella noche, Javier recupera las palabras de Claudia y las reafirma: “Nosotros crecemos todos juntos, con Radio Sur, con Barricada TV, con todos los medios autogestionados”. Y concluye: “El día a día es de mucho sacrificio y en momentos así, entre abrazos, te das cuenta de que siempre se puede un poco más”.

Actualizada 03/05/2017

Szpolski y Garfunkel en la mira

Szpolski y Garfunkel en la mira

En mayo de 2016 los trabajadores del diario Tiempo Argentino presentaron el pedido de quiebra de la empresa BalkBrug S.A -cuyos propietarios eran Sergio Szpolski y Matías Garfunkel-, encargada de editar el matutino, ante la falta de pago de haberes, aguinaldo y aportes previsionales. El Juzgado en lo Comercial N° 23 rechazó el pedido, con el argumento de que el estado de cesación de la firma no estaba probado. La Cámara de Apelaciones en lo Comercial resolvió recientemente, en cambio, que se avance en el pago de la deuda a tres delegados del diario. ANCCOM, al cumplirse un año de la reaparición de Tiempo Argentino, esta vez autogestionado por sus trabajadores organizados en forma cooperativa, cuenta el origen y desarrollo de la causa contra los empresarios.

 “Había deudas por todos lados, los trabajadores no cobraban y, lo que era de público conocimiento: en la empresa nadie se hacía cargo. Así y todo, la jueza Vivian Fernández Garello de Dieuzeide había determinado que no existían elementos suficientes” para avanzar con el pedido de quiebra,  explica Pablo Godoy, representante legal de los demandantes y abogado de Trabajadores por la Economía Social.

 Alfonso de Villalobos, Claudio Mardones y Alejandro Wall, en calidad de trabajadores y delegados de la empresa, fueron quienes habían  realizado la presentación ante la Justicia para reclamar salarios, aguinaldo y aportes adeudados desde diciembre de 2015 a marzo de 2016. Así se inició una conciliación ante el Ministerio de Trabajo, donde la empresa ofreció un plan de pagos y el mantenimiento de la cobertura médica a los trabajadores del medio. Sin embargo, el acuerdo resultó incumplido.

 La resolución de la jueza fue apelada por los trabajadores. En  marzo pasado, la Cámara de Apelaciones en lo Comercial resolvió que se avance en el pago de la deuda a los tres delegados de Tiempo Argentino. “El fallo de la Cámara nos da lugar a nuestro pedido, ordena que se ejecuten las deudas que tienen con nosotros y en caso de que no se paguen, se lleva a la quiebra a BalkBrug”, resume Alejandro Wall, periodista del ahora semanario editado por la cooperativa Por Más Tiempo. Según decretó la Justicia, en caso de que la empresa se declare en quiebra, deberá hacer frente al reclamo con activos de la firma -publicidad oficial por cobrar-, y mobiliarios.  

Los periodistas de Tiempo Argentino, conformaron en abril del año pasao, la cooperativa Por Más Tiempo, que ahora edita el periódico dominical.

 La fiscal general ante la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, Gabriela Boquín, había dictaminado que la resolución de primera instancia, realizada por el Juzgado Nacional en lo Comercial N°23, debía revocarse y continuar el trámite de la quiebra. “La fiscalía resolvió que sobraban elementos, que el crédito de los trabajadores estaba bien fundado y que se le tenía que dar un trato prioritario al caso”, detalla Godoy y agrega: “Se resolvió no solo que el crédito estaba probado, sino que el estado de vaciamiento y de desaparición de la patronal era evidente y público”.

En ese sentido, los camaristas Alfredo Kölliker Frers, Isabel Míguez y María Elsa Uzal reconocieron el reclamo de los trabajadores del medio ahora autogestionado y resolvieron que la empresa brinde las explicaciones pertinentes. Por eso citaron a declarar a Sergio Szpolski y Matías Garfunkel para que den cuenta de lo adeudado desde diciembre de 2015.

 A su vez, y conforme al artículo 40 de la ley 23.551 de Asociaciones Sindicales, la Cámara interviniente rechazó que los trabajadores puedan accionar en forma colectiva, es decir, que los tres delegados actúen en nombre de los 205 ex empleados de BalkBrug S.A. “Los únicos créditos que hoy prosperan son los de Claudio (Mardones), Alejandro (Wall) y Alfonso (de Villalobos), que son quienes firmaron el acta. Individualmente se podrán presentar los demás trabajadores, pero hoy por hoy la deuda exigible y reconocida es por ellos”, advierte Godoy.  

 A su vez, la fiscal Boquín, la misma que este año cuestionó el acuerdo entre el Gobierno Nacional y el Correo Argentino, dio intervención a la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC) al argumentar que la falta de pago a los trabajadores que se había arreglado en primera instancia y los hechos denunciados se trataban de un delito. Por su parte, la PROCELAC presentó a la Justicia una denuncia penal contra Szpolski,  Garfunkel y sus “socios ocultos”, por lavado de dinero, vaciamiento de sus empresas de medios de comunicación, manejos irregulares de cifras millonarias de publicidad oficial y evasión de aportes impositivos y previsionales.

En diciembre de 2015, cuando ambos empresarios dejaron de pagar los sueldos a los empleados de Tiempo Argentino, comenzó el vaciamiento del Grupo 23, que arrastraría en su caída a diferentes medios. Los trabajadores de aquel periódico, luego de dos meses de resistencia, el 19 de abril del año pasado conformaron la cooperativa Por Más Tiempo, la que ahora edita el periódico dominical.

Sergio Szpolski y Matías Garfunkel, responsables del vaciamiento, fueron escrachados en las oficinas de la empresa por los trabajadores.

A un año de haber cumplido el primer aniversario de la cooperativa, a los trabajadores todavía les adeudan más de 11 meses de sueldo, además de aguinaldos y vacaciones. “El miércoles 19 cumplimos nuestro primer año como medio autogestionado. Un año de trabajo, compromiso y sacrificio. Un año de enormes desafíos, experimentación y errores. Un año de aprendizajes. Un año de construcción de una nueva forma de hacer periodismo”, comunicaron en el sitio Tiempoar.com.ar el pasado sábado 22.

 

Actualizado 25/04/2017

“Dueños de nuestras propias palabras”

“Dueños de nuestras propias palabras”

El lunes 8 de agosto volvió Infonews. Después de tres meses de baja de su plataforma online, debido al incumplimiento de los empresarios Matías Garfunkel y Sergio Szpolski con los servidores del sitio y tras la acumulación de deudas salariales, los trabajadores reflotaron el portal. “Decidimos dar un paso adelante y conformarnos como medio autogestionado, cooperativo, para relanzarlo”, consignó Ezequiel Dolber, delegado del portal de noticias en el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA).

El impulso de la cooperativa, sin embargo, enfrenta sus adversidades: los trabajadores comunicaron este miércoles en el portal que “los propietarios del inmueble donde funciona Infonews comenzaron un juicio de desalojo por una deuda de seis meses que mantenía la antigua patronal y de la cual obviamente no se hizo cargo”. La causa, especificaron, se tramita en el Juzgado Civil y Comercial 63, “en donde los delegados de Sipreba junto con un letrado del sindicato presentaron un amparo para que se atienda la situación que viven los trabajadores del sitio”.

El incremento de cierres de empresas de medios periodísticos desde finales del 2015 provocó la pérdida de más de 1.300 puestos de trabajo en Capital Federal y 2.500 a nivel nacional, además de una reducción en el espectro mediático. Este proceso denota un escenario complejo para la prensa. En el marco del vaciamiento del Grupo 23, de Garfunkel & Szpolski, el de Infonews es un caso más: 52 trabajadores fueron afectados por incumplimiento de las leyes laborales, como la falta de pago de sueldos, indemnizaciones, jubilaciones, obras sociales y aportes provisionales. “El 28 de diciembre de 2015 hicimos la primera presentación en el Ministerio de Trabajo, señalando las irregularidades de la empresa, y hace ocho meses que no nos dan respuestas –contextualizó Dolber-. Hay  responsabilidad por parte del Estado, que tiene que intervenir y hacerse cargo. Sin embargo el Gobierno, que habla constantemente sobre la seguridad jurídica, solo la aplica a los empresarios, ya que como trabajadores no tenemos ningún tipo de respaldo”.

«Decidimos dar un paso adelante y conformarnos como medio autogestionado, cooperativo, para relanzarlo”.

“Durante todo este tiempo nosotros seguimos trabajando en la redacción, incluso después de que el portal se cayó continuamos viniendo”, dijo Pablo Albornoz, presidente de la Cooperativa de Infonews. “Era nuestro lugar de reunión, y eso agilizó la idea de armar la cooperativa y salir adelante con este proyecto –agregó-. Lanzamos un fondo de lucha para sostener a los compañeros en situaciones más graves y fue a partir de ahí que pudimos detectar un apoyo y solidaridad muy grandes de un amplio sector de la sociedad que nos dio ánimos y entusiasmo para relanzar el medio”.

El sitio www.infonews.com retoma las anteriores secciones: Política, Economía, Sociedad, Mundo, Deportes, Todoshow y Latitudes, pero con notas propias bajo el sello de un portal autogestivo. La dirección periodística está a cargo de Gustavo Streger, que venía desempeñándose ya como jefe de redacción. De los 52 trabajadores originarios, 30 quedaron involucrados en este nuevo proyecto. “Proponemos un línea editorial al servicio de los intereses populares –explicó Albornoz-. Mantenemos el sitio de interés general que competía con los principales portales generadores de noticias, pero desarrollando una agenda crítica”. Con el relanzamiento del medio también se recuperó el archivo del portal que se había borrado.

«Lanzamos un fondo de lucha para sostener a los compañeros en situaciones más graves y fue a partir de ahí que pudimos detectar un apoyo y solidaridad muy grandes de un amplio sector de la sociedad que nos dio ánimos y entusiasmo para relanzar el medio”.

El domingo, en la jornada previa al reflote del portal, en las dos salas de la redacción de Infonews de la calle Oro, en el barrio de Palermo, se respiraba entusiasmo. “Estuvimos laburando toda la semana pasada y el fin de semana haciendo notas de parrilla para el lanzamiento –explicó Marina Giacometti, editora de la sección Latitudes-. Para nosotros es una súper victoria por todo lo que tuvimos que atravesar. Porque, además, esto es lo que siempre nos gustó hacer. Poder recuperar el portal autogestivamente y sacarlo adelante está bárbaro”. La idea es sustentarlo con pauta publicitaria y contribuciones de los lectores.

“Esperemos que sea un medio consolidado y que haya podido ganar su lugar en la agenda mediática”, señaló Dolber con respecto a las expectativas del medio, y agregó: “Con lo referente a la política comunicacional de este Gobierno, pensamos que va a seguir apuntalando a un esquema reducido de medios y favoreciendo a las grandes corporaciones. Pero en ese sentido vemos una luz en la experiencia de otros medios, como Tiempo Argentino, El Argentino Zona Norte, y el propio Infonews, más toda una gama de publicaciones alternativas, y creemos que al mismo tiempo se va a fortalecer un polo independiente que pueda pelearle a una agenda bastante reaccionaria que están promoviendo el Gobierno y las principales patronales de los medios”.

“Para nosotros es un desafío hermoso –concluyó Albornoz- Vamos a ser dueños de nuestras palabras. Todos lo que estamos acá, trabajamos, cada uno desde el lugar que le toque, o cubriendo otros cargos, porque es una cooperativa. Acá tiramos para el mismo lado, y eso nos da mucho entusiasmo.”

Un entusiasmo que convive con esa resistencia al desalojo. “Solicitamos el apoyo y solidaridad activa de todas las organizaciones políticas, sindicales, estudiantiles, de DD.HH. y a la sociedad en general –concluyeron los cooperativistas en el comunicado que publicaron este miércoles-. Al mismo tiempo, pedimos la intervención urgente del Estado para responder a los reclamos de los trabajadores y brindar una solución definitiva al conflicto”.

El sitio Infonews se mantiene las 24 horas actualizado. Se puede visitar en: www.infonews.com

“Esperemos que sea un medio consolidado y que haya podido ganar su lugar en la agenda mediática”.

 

Actualizada 09/08/2016

Contra el vaciamiento del Grupo 23

Contra el vaciamiento del Grupo 23

A las 18 horas del martes, bajo unas gotas de lluvia momentánea, los delegados del diario Tiempo Argentino comenzaron a movilizarse, desde la esquina de la Avenida Madero y Perón, hacia Puerto Madero, con una bandera que clamaba: “No al vaciamiento del Grupo 23”. Detrás de ellos, marchaban los miembros del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), representantes de las comisiones internas de Página 12, La Nación, Clarín, Canal 13, Télam, Infobae, la TV Pública y Perfil; diputados nacionales, legisladores, y agrupaciones políticas y estudiantiles. La columna se encaminó por la calle Macacha Güemes hasta las oficinas de los dueños visibles del Grupo 23: los empresarios Sergio Szpolski y Matías Garfunkel.

El multimedios incluye, además de Tiempo Argentino, las revistas Siete Días y Cielos Argentinos, El Gráfico, el diario El Argentino (las versiones de Mar del Plata, Córdoba, Rosario y Gran buenos Aires), Infonews, CN23 y las radios América, Splendid, Vorterix –en sociedad con Mario Pergolini– y Rock and Pop.

“En el caso de Tiempo Argentino hay atraso en el pago de aguinaldos y no hay certeza del pago del salario de diciembre. Ahora, el Grupo 23 está compuesto por más de diez medios, y en algunos hay un nivel de atraso salarial que supera los cuatro meses, sin explicaciones de cómo van a seguir saliendo los medios a la calle”, dijo a ANCCOM Claudio Mardones, periodista y delegado de Tiempo Argentino. Los trabajadores aseguran que estas estrategias se basan en una maniobra de vaciamiento por parte de la patronal. Randy Stagnaro, también delegado de Tiempo Argentino, aseguró a través del megáfono que el vaciamiento llegó hasta los límites: “Esta empresa ha decidido ajustar sobre los insumos elementales,  básicos para nuestra tarea periodística, no hay taxis y no hay impresoras”.

Szpolski había aceptado reunirse con la Comisión Interna de Tiempo Argentino, pero finalmente decidió no hacerlo debido a que “había 500 personas apoyándolos”.

El 31 de diciembre pasado, los trabajadores del diario publicaron una carta abierta a los lectores, advirtiendo que el día 2 de enero la empresa había decidido no sacar a la calle la publicación de Tiempo Argentino. Ante esta decisión de la editorial, sumado al incumplimiento de pagos, los periodistas comenzaron a dar difusión a la situación. “Este reclamo que estamos haciendo es para que intervenga el poder político. Que intervenga el Ministerio de Trabajo, que ponga límites a estos empresarios que violan la ley. No puede suceder esto impunemente”, dijo Stagnaro en la puerta del edificio de Puerto Madero.  Ezequiel Dolber, delegado de Infonews, agregó: “Esta patronal ha cobrado 800 millones de pesos de pauta oficial en los últimos seis años, más la pauta privada. Es un escándalo que quiera dejar ahora a los laburantes a la buena de Dios”.

En la carta abierta de diciembre, los trabajadores de Tiempo explicaron que, según datos oficiales, el dinero recibido por pauta oficial fue de 814 millones de pesos. El periodista Mardones explicó: “La plataforma por la cual crearon el Grupo tiene un nivel de penetración y competitividad comercial que no se condice con que ahora digan que no tienen plata para poder ejecutar y llevar adelante un negocio, que ha tenido no solamente facturación de pauta pública, sino que además han logrado facturar pauta privada en una cantidad considerable e importante”.

Los empresarios justifican los incumplimientos aduciendo una crisis financiera, en la que los trabajadores no creen: “A nosotros nos resulta muy poco creíble para una empresa que ha facturado y que ha crecido tanto durante todo este tiempo. Es un grupo de medios que tiene un canal y que tiene varias radios. En el caso de Tiempo, además existe  una deuda muy fuerte con nuestros compañeros precarizados, los colaboradores, los que facturan sus notas. En fin, hay todo un marco en el que nosotros no creemos en esa crisis financiera, creemos que hay un intento de vaciamiento y es lo que estamos denunciando”, dijo Alejandro Wall, delegado de Tiempo Argentino. Por su parte, Mardones comentó: “La argumentación que nos dieron fue que tienen problemas financieros, que no tienen problemas económicos porque los compromisos que tienen por cobrar son muy grandes. Ahora, en esa situación, como cualquier empresa periodística en el medio de una situación de problemas financieros, deben responder con sus bienes, más teniendo en cuenta que han tenido una facturación millonaria. Es decir, revisando la facturación pública y privada de estos grupos no se entiende que ahora no puedan respaldar una situación para atravesar un verano”.

La consigna “unidad de los trabajadores” fue una de las marcas más visibles de la movilización bajo el fuerte respaldo del reciente SiPreBA , y en la que también estuvieron presentes: el delegado de la Comisión Interna AGEA-Clarín, Francisco Rabini, que en solidaridad con los compañeros dijo: “Repudiamos esta maniobra, que es costumbre del empresariado de medios, más allá de los intereses y del signo político que los identifique”. La delegada de trabajadores de prensa de La Nación, Irene Haimovichi, aclaró: “Los patrones son patrones para nosotros, no hay diferencia”, y agregó: “Si un grupo de medios está en riesgo, están en riesgo los puestos de trabajo de 800 compañeros, lo cual impactará de una manera terrible en todo el gremio de prensa. Nosotros tenemos que levantar estos medios como bastiones y en defensa de la información, y de la democratización de la información para todo el pueblo argentino. Vamos hacer como propia esta lucha, y a defender cada uno de estos puestos de trabajo”.

 

 

g23_1