Incertidumbre para investigadores ajustados

Incertidumbre para investigadores ajustados

Hace un año, cientos de  investigadores fueron rechazados para ingresar al Conicet, a pesar de que habían aprobado todas las instancias de evaluación correspondientes. Después de una toma del Ministerio de Ciencia y Tecnología y de distintas negociaciones, el organismo se comprometió a reubicar a aquellos que había excluido en universidades nacionales desde el próximo año. Sin embargo, la solución parece no haber llegado a todos los casos y los científicos afectados denuncian precarización laboral.

Nadia Koziner, Doctora en Ciencias Sociales e integrante de Becarios Empoderados, contó: “En septiembre hubo una nueva toma del Ministerio de Ciencia y Tecnología porque, luego de nueve  meses, había habido muy pocos avances respecto del compromiso que habían firmado las autoridades del Ministerio. Al día de hoy, los avances en la inserción de investigadores son muy lentos». En tanto, Guido Giorgi, también Doctor en Ciencias Sociales e integrante de la Red Federal de Afectados-Conicet, expresó: “Originalmente éramos 498 en conflicto que habíamos sido aceptados para ingresar al Conicet, pero con un argumento presupuestario se decidió que no lo hiciéramos. Hubo 47 que ingresaron a la carrera de investigador por una reevaluación de la postulación, los que estamos en una situación de incertidumbre somos 451, de los cuales alrededor de 400 iríamos a universidades nacionales porque la opción del Conicet se cerró.” Dicha Red exigió esta semana que se resuelva concretamente la situación de los investigadores cuyo ingreso a las universidades no está asegurado, pese a la promesa oficial.

Hombre caminando por la veredes frente a la fachada del Polo Científico Tecnológico

“Originalmente éramos 498 en conflicto que habíamos sido aceptados para ingresar al Conicet, pero con un argumento presupuestario se decidió que no lo hiciéramos», expresó Nadia Koziner, Doctora en Ciencias Sociales.

La reubicación de científicos es una solución a un problema que ellos no generaron. “Nosotros nos preparamos y venimos trabajando durante 7 años para ingresar al Conicet y ese era nuestro deseo. Muchos ya pertenecemos a universidades nacionales, estudiamos y estamos trabajando en ellas. Nuestras becas se terminan en diciembre y las condiciones laborales que nos proponen son peores. La toma de septiembre nos permitió asegurar algunas cuestiones del contrato, pero otras cosas no. Tuvimos un año extenso con un saldo un poco amargo, porque no conseguimos que hubiera un piso salarial mínimo, para que todos ganáramos por lo menos lo que nos correspondía como investigadores del Conicet”, agregó Giorgi.

Los cargos en universidades implican que los científicos tengan que dedicar menos tiempo a investigar, que es para lo que se formaron y para lo que habían sido seleccionados. Tendrán una carga horaria de 40 horas semanales de trabajo, de las cuales 30 serán para investigar y 10 para dar clases. Este contrato podría no tener fecha de inicio segura. Agustín Barna, Doctor en Ciencias Antropológicas y también miembro de la Red Federal de Afectados por el Conicet, alertó: “Desde el primero de enero todos deberíamos estar ubicados en las universidades, pero es muy probable que, por las burocracias universitarias, en cuanto dejemos de cobrar en diciembre, no esté listo ese ingreso y eso recién se concrete en abril o en marzo del año que viene, teniendo un bache salarial bastante importante”.

Las nuevas condiciones laborales presentarán aspectos negativos para los investigadores, quienes no lograron que se les computen los años de becario. Por lo tanto, para quienes no tienen antigüedad docente, el salario va a ser menor. Mercedes Krause, de Jóvenes Científicos Precarizados, otra de las organizaciones de investigadores, afirmó: “Es un cargo de docente-investigador, por eso la dedicación es exclusiva para esa universidad. Como el salario docente depende mucho de la antigüedad, eso representa una caída del salario de hasta el 40 % en algunos casos”.

Una mujer y un hombre ingresando al Conicet

La reubicación de los investigadores en puestos docentes les implica menos horas de investigación a la vez que la pérdida de salario.

Para Barna, uno de los puntos más complicados que no lograron revertir es que ellos ingresan a las universidades con un cargo interino; para que ese puesto sea regular tiene que ser concursado según el reglamento de cada universidad, lo cual supone para ellos una desventaja, porque ya concursaron en el Conicet. Por otro lado, el puesto producirá conflictos interpersonales en las instituciones. “Las universidades en general están en un contexto muy complicado, con mucho ajuste. Eso también genera tensiones con otros colegas que quizás llevan cinco o seis años con un cargo a ad honorem”, declaró el investigador.

Las posibilidades de ingreso al Conicet se reducen y ya se pueden ver las consecuencias. El Doctor en Ciencias Biológicas Pablo Núnez, de Ciencia y Técnica Argentina,  advirtió: “Lo que se hizo fue romper con una política pública que venía generando un incremento sostenido de la cantidad de ingresos en los últimos 12 años, diciendo que el Conicet tenía un techo de crecimiento en términos administrativos, aludiendo que era uno de los organismos que más planta permanente tiene del Estado.” En ese sentido, el científico advirtió sobre los primeras consecuencias de la actual política científica nacional: “Hoy en día se está viendo que los becarios jóvenes que están terminando sus carreras de doctorado o los becarios de carreras científicas, no ven lugares de ingreso posibles. Los estudiantes están volviendo a mirar al exterior como una salida laboral.”

El ajuste en el Conicet debe enmarcarse en un contexto mayor. Giorgi señaló: “Lo que está pasando es una reducción generalizada del sistema en ciencia y técnica que implica al Ministerio, a los distintos organismos de desarrollo científico tecnológico que van desde el Arsat hasta el desarrollo de reactores nucleares, el INTA, el INTI y la investigación en Universidades Nacionales. Si sumamos los recortes que se están hablando en todos esos niveles, lo que se viene es bastante preocupante. En sí, en la parte de ciencia y técnica en términos globales hay un aumento del 2% en términos nominales, pero con la inflación va a disminuir un 11% en términos reales”

Hombre caminando frente a un ventanal que deja parte del interior del edificio del Polo Científico Tecnológico

“Lo que está pasando es una reducción generalizada del sistema en ciencia y técnica que implica al Ministerio», enfatizó Guido Giorgi, Doctor en Ciencias Sociales.

Actualizado 12/12/2017

Ministerio tomado

Ministerio tomado

El Ministerio de Ciencia y Tecnología fue tomado por varias centenas de becarios, científicos y docentes universitarios que exigen la incorporación de los 483 investigadores que recibieron la evaluación positiva de sus trabajos para integrarse al Conicet. Además, piden que se garantice el presupuesto necesario para continuar con los proyectos en marcha.

Desde el martes, los trabajadores de Conicet pasaron las noches dentro de las dependencias del edificio situado en la calle Godoy Cruz 2320. El miércoles mantuvieron una reunión con las autoridades del área que resultó insatisfactoria. El gobierno ofreció financiar con dinero de la Jefatura de Gabinete a los investigadores damnificados hasta abril de 2017 y después reubicarlos en universidades nacionales y otros centros educativos, asignándoles cargos y horas docentes.
 
 En la planta baja, los diversos grupos movilizados decidieron marchar a la intersección de las calles Godoy Cruz y Paraguay para hacer aún más visible su reclamo. Allí volvieron a reclamar que sean atendidos por las autoridades y exigen las renuncias del ministro Lino Barañao y del presidente de CONICET Alejandro Ceccato.
 
 
 
 
Actualizado 22/12/2016
“Sería muy miope que esto no se mantenga”

“Sería muy miope que esto no se mantenga”

Experimentar la sensación de volar a través de un simulador de ala delta y combinar compases al azar en la máquina del vals de Mozart. Decodificar la comunicación de las abejas y recorrer un laberinto a ciegas guiándose con sonidos como hacen los murciélagos. Crear música con formas geométricas y dirigir tu propia película animada en stop motion. Estas son algunas de las actividades que propone “Lugar a dudas”, el espacio interactivo del Centro Cultural de la Ciencia (C3), perteneciente al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MinCyT), que invita a los visitantes a hacerse preguntas sobre física, química, biología, computación y matemática, entre otras disciplinas.

“El Polo Científico y Tecnológico siempre se pensó con tres patas principales, la gestión de la ciencia, la investigación, y faltaba la comunicación pública desde el Ministerio: eso es lo que representa el Centro Cultural de la Ciencia”, explicó a ANCCOM Diego Golombek, investigador del Conicet y responsable de los contenidos científicos del Centro Cultural.

El C3 es el primer museo interactivo de ciencia nacional. Se trata del único centro cultural del país creado para acercar la ciencia y la tecnología a la sociedad y llevarlas al plano de lo cotidiano. “Dentro de ‘Lugar a dudas’ lo más interesante era pensar cómo queríamos contar la ciencia –señaló Golombek –. La mayoría de los museos científicos lo hacen desde las disciplinas; acá quisimos contarla de otra manera, a partir de conceptos de las Ciencias Naturales y, después de mucho discutir, nos quedamos con el Tiempo, la Información y el Azar”. Esos son los nombres de las tres salas de muestra permanente, donde los visitantes eligen su propio recorrido con la asistencia de los “copilotos, un equipo de estudiantes de Ciencias Exactas de la UBA que fueron seleccionados y capacitados para guiar al público y responder inquietudes sobre la percepción del tiempo, la transmisión de señales y las múltiples posibilidades del azar.

Centro Cultural de la Ciencia

“El Polo Científico y Tecnológico siempre se pensó con tres patas principales, la gestión de la ciencia, la investigación, y faltaba la comunicación pública desde el Ministerio: eso es lo que representa el Centro Cultural de la Ciencia”

Todos los módulos interactivos fueron pensados y realizados por científicos, diseñadores y museógrafos locales, a partir de licitaciones públicas y convenios con los departamentos de arte de la Universidad Nacional de Tres de Febrero, de la Universidad Nacional de La Plata y de la Universidad Maimónides. “El proyecto tiene poco menos de tres años –detalló Golombek-. Desde el diseño general de la idea, de los lugares, hasta el contenido y la realización, todo fue hecho acá. Nos asociamos con artistas, diseñadores y escenógrafos, para que, además, fuera algo estéticamente muy lindo para recorrer”. Así, “Lugar a dudas” resulta una mezcla de parque de diversiones, cine retro y  una sala de entretenimientos donde jugar didácticamente es beneficioso para el conocimiento.

Los engranajes de un reloj dan la bienvenida a la sala El Tiempo, donde las butacas del microcine ya representan un viaje a otra época. Allí dentro, pedalear una especie de sillón-bicicleta permite avanzar y retroceder en el tiempo, mientras que otras propuestas como el Tren Relativo –decorado con asientos del viejo subte A–, un simulador de realidad aumentada y videos que le hacen “zoom” al fenómeno temporal, contrastan el tiempo subjetivo con los minutos efectivamente transcurridos. Además, se pueden comparar los distintos tipos de relojes, y recorrer el calendario cósmico del físico Carl Sagan, una escala que comprime proporcionalmente la historia del universo en un año y pone en perspectiva el desarrollo de la humanidad: si el Big Bang ocurriese el 1° de enero, el origen del hombre se vería recién el 31 de diciembre a las 23 horas.

Una reproducción de la Cueva de las Manos como metáfora de señales que perduran en el tiempo invita a ingresar a la sala La Información, donde también es posible encriptar y descifrar mensajes, aprender a leer la comunicación no verbal y experimentar cómo comparten información los animales.

El C3 es el primer museo interactivo de ciencia nacional. Se trata del único centro cultural del país creado para acercar la ciencia y la tecnología a la sociedad y llevarlas al plano de lo cotidiano.

La máquina generadora de valses le da vida al juego de dados inventado por Wolfgang Amadeus Mozart que combina de manera azarosa 16 de los 176 compases escritos por el músico hace dos siglos y medio; se obtiene una melodía única si se tiene en cuenta que para escuchar todas posibilidades se necesitarían unos 40 mil millones de años. La sala El Azar aborda el universo de las probabilidades, las estadísticas, las intuiciones, las predicciones y el caos. ¿Podemos estimar el peso de una moto? ¿Cuántas personas comparten nuestra información genética? Desde los asientos automatizados de Las Puertas de la Percepción es posible, además, viajar por el espacio al ritmo del satélite nacional Arsat.

 Por su carácter lúdico, las actividades pueden ser disfrutadas por un público amplio y de todas las edades pero la propuesta está especialmente orientada a chicos y chicas de 12 a 18 años. “Queremos apelar al público adolescente, que es complicado porque o no le interesa o piensa que es para nenes –expresó Golombek-. Para nosotros es muy importante ese público porque queremos fomentar vocaciones científicas”. Promover el interés por carreras científico-tecnológicas es uno de los objetivos principales de la creación del C3 como parte del Programa Nacional de Popularización de la Ciencia y la Innovación. Además del espacio interactivo, el edificio alberga un laboratorio de libre uso para estudiantes de nivel primario y secundario; un taller para desarrollo de proyectos; una biblioteca con material de divulgación científica; un aula digital; un auditorio; y dos salas para muestras temporarias sobre ciencia, arte y tecnología.

Centro Cultural de la Ciencia

Por su carácter lúdico, las actividades pueden ser disfrutadas por un público amplio y de todas las edades pero la propuesta está especialmente orientada a chicos y chicas de 12 a 18 años.

“Sin el proyecto de ciencia y tecnología que hemos tenido en los últimos diez años, ni Tecnópolis ni este espacio hubieran sido posibles –reflexionó Golombek-. Tecnópolis marcó un terreno de masividad y de inclusión absoluta. Es una mega feria de ciencia y tecnología que ha tenido un efecto impresionante, han pasado como 20 millones de personas, un delirio. Todavía no sabemos valorar lo importantísimo que ha sido y la influencia que tiene en nosotros como divulgadores y en el público en general”. La continuidad del ministro Lino Barañao durante el próximo gobierno permite pensar que este tipo de acciones continuarán vigentes y surgirán nuevas propuestas que fortalezcan el camino que se ha empezado a recorrer desde la creación del MinCyT en diciembre de 2007. “Este es un espacio más chico pero permanente que esperamos que continúe en el tiempo –señaló Golombek-. Sería muy miope no mantener lo muy bueno que hemos hecho desde el Ministerio; hasta la oposición está de acuerdo en que estos espacios han sido importantísimos y han funcionado bien. Va a haber cambios, creemos que no serán cambios presupuestarios ni tremendos; esperamos que lo fundamental dentro del proyecto se mantenga”.

El C3 está en el Polo Científico Tecnológico, ubicado en Godoy Cruz 2270 en el barrio porteño de Palermo. El espacio interactivo “Lugar a dudas” está abierto sábados y domingos de 13 a 19:30 horas para público general, con entrada libre y gratuita. Las instituciones educativas de todo el país podrán solicitar recorridos guiados en visitasescolares@ccciencia.gob.ar

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