“Cobramos menos de la mitad de lo que cobran ellos”

“Cobramos menos de la mitad de lo que cobran ellos”

Catalina Pella

En un deporte regido por las desigualdades en los ingresos entre hombres y mujeres, con 26 años, la bahiense Catalina Pella da batalla ante una realidad que la interpela, y le es injusta en el mundo del tenis.

Pella es la cuarta mujer argentina mejor rankeada de la WTA (Women Tennis Association) en el puesto 387, y al igual que el país, atraviesa una situación económica delicada. En la actualidad, Pella se encuentra disputando el grupo americano de la Fed Cup junto con el combinado argentino, y entiende que su camino hoy pasa por competir en torneos de menor trascendencia, con el objetivo de solucionar en el corto plazo la crisis financiera y defender su ranking de la WTA, pero también el de la ITF, donde se encuentra en el puesto 288.

¿Cómo ves tu momento profesional actual?

Estoy pasando por una situación económica bastante complicada. Es por esto que estoy jugando interclubes, futures y algunos challengers para sobrevivir.  Me estoy yendo a Europa en abril y me quedo ahí un tiempo. Además tengo que defender mi ranking. En definitiva, tengo que aceptar el momento en el que estoy. Ha sido muy difícil. Mi hermano -el tenista Guido Pella quien acaba de recibir su primer título ATP en San Pablo- me ofreció ayuda económica, pero estoy en una etapa que necesito hacerlo yo. Estoy tranquila, entrenando lo más que puedo para competir, para dar lo mejor de mí.

¿Cuáles son tus expectativas en Europa?

Me llevó muchos meses aceptar esta situación, pero estoy con la cabeza más tranquila. Además esto me va a ayudar para el día de mañana estar bien parada para volver a competir con muchas más ganas y ya disputar torneos profesionales. La carrera son dmomentos y esto te motiva a volver con todo y competir al mejor nivel.

La ITF (lo que no es ATP/profesionalismo) modificó estructuras en marzo del 2017, con la idea de generar más torneos y dinero para competiciones más pequeñas. ¿Cómo es la situación del tenis femenino a nivel mundial?

La realidad es que no hay tantos torneos más. Se da una tremenda desigualdad. Es muchísimo mayor la cantidad de torneos que juegan los hombres, que los que juegan las mujeres. Nosotras cobramos menos de la mitad de que lo que cobran ellos, a nivel WTA y a nivel Challenger. Yo esperaba más cambios.

Serena Williams fue mofada por la prensa al quejarse frente a la umpire en la final del US Open de 2018. La burla fue automáticamente calificada como sexista y machista. ¿Qué lugar ocupa la mujer en el deporte y qué avances ha habido?

La mujer ha estado sometida en muchos aspectos, pero esto ha evolucionado con el tiempo. A pesar de ello no entiendo por qué las grandes tenistas como (NdeE.: María) Sharapova o (NdeE.:Simona) Halep no hablan de estas desigualdades. Donde en un torneo como un Grand Slam se dice abiertamente que no ganará lo mismo la mujer que el hombre. No sé si están muy preservadas ellas o qué. Pero Andy Murray ha hecho más por el tenis femenino que ellas. Ha dicho muchas veces que los logros nuestros son menospreciados dentro del mundo del tenis. No me entra en la cabeza pensar que haya tanta desigualdad y que las mujeres lo acepten.

Si bien han crecido las publicidades que abogan por el poder de la mujer ¿Las marcas y los grandes torneos inciden en la desigualdad de género?

Yo creo que sí. Es muy loco pensar que una mujer que gana un torneo WTA, gane determinado dinero, y no gane lo mismo que el varón que ganó el mismo trofeo ATP. Yo no creo que a la mujer le dé lo mimo.

Ya de por sí la Asociación de Tenis Profesional se diferencia de la WTA, cuando se supone, por su nombre, que nuclea a todo el mundo de la raqueta. ¿Formás parte de alguna organización que lleve adelante este reclamo?

No, pero es porque soy muy tranquila. No me gusta el quilombo para nada. Pero lucho mucho por la igualdad. He tenido miles de peleas. Y hasta desde la AAT me dan la razón, y me dicen que es verdad. Pero eso queda en la nada y hay que cambiarlo. De todas maneras, la mujer ha tomado más fuerza en esto de la igualdad. Pero todavía no se nos escucha. Se nos va a escuchar. Lo de que la mujer es inferior es de dinosaurios, pero estamos muy lejos aún.

Sos integrante del equipo de la FED Cup, torneo que nuclea a hombres y mujeres, entre singles y dobles. ¿Cómo fue tu experiencia y qué te parece esta iniciativa que comenzó en 1995?

El formato está buenísimo. Este año se le ha dado más importancia que años anteriores. Creo que es gracias a que gente como Mercedes Paz, Florencia Labat y Gabriela Sabatini le hayan estado atrás.

El tenis enfrenta un gran monstruo que es la televisación y la comercialización de los torneos. Las modificaciones de ATP e ITF ¿Cómo ves este cambio de dinámica y el lugar de la mujer en el circuito?

No me parece mal. El tenis es muy blanco o negro. Lo que quiso hacer la ITF, es decir: si sos bueno en esto, vas a perdurar. Había muchos jugadores grises que sólo tomaban al deporte como un trabajo y entonces no dejaban pasar a los juniors que son realmente buenos. Hubo muchas chicas sudamericanas que no pudieron ganar plata, porque había muchos de estos grises que impedían que se desarrollen. Entonces, yo creo que si vos no sos bueno y no te entrenas a morir, no vas a seguir. El objetivo no es el de cortar jugadores. Si logro superar esto, puedo ganar más plata. Todavía se está acomodando. Falta tiempo.

¿Quiénes son esos grises?

Gente que no disputaba otra cosa que futures -torneos en menor escala que una competencia ATP, que dan entre 15.000 y 25.000 dólares de premios-, porque les quedaba cómodo. Medio mediocre. Y yo soy, al igual que Guido y mi familia, al 100 por ciento. Yo voy a la guerra y doy todo. Yo creo que lo que trataron de hacer es hacerles ver a los jugadores qué es el sacrificio.

Agustín Calleri asumió en mayo la presidencia de la AAT. ¿Cómo se está dando esta nueva gestión en relación a las mujeres?

A priori, hay mucha más comunicación. Claramente todavía no pueden hacer nada, pero como la gestión anterior no fue la mejor… Han prometido que haya más torneos femeninos. Deseo con todo mi corazón que así sea, pero hay que esperar. Expectativas hay.

¿Cómo ves la inclusión de Córdoba en el circuito de torneos ATP?

Es bueno para el tenis argentino en general. Pero no incluye a la mujer. Lamentablemente se dividen el varón y la mujer. Y por eso hay que irse. Acá es muy complicado. Con lo que hay, no se puede hacer.

Hablando de referentes como Sabatini, Paola Suárez: ¿Cómo es ese diálogo. Han tomado este reclamo del tenis femenino?

Gabriela es por de más humilde, pero prefiero hablar con Mecha (NdeE.: Mecha Paz) y Flor (N.deE.: Labat) o con gente de la asociación. Tengo más contacto con la gente que fue partícipe de la FED. Sé que están y hemos hablado, tengo más confianza. Y además entre nosotras nos hemos unido un poco más. Hemos estado muy solas. Yo creo que ahora que soy más grande me di cuenta que juntas somos más. Capaz uno de chico dice: “Esto no me incumbe, o no me toca directamente”. Quizá para no complicarte, porque el tenis se convierte en tu vida y no haces más que respirar tenis, por ahí no te querés distraer. Pero hoy, siendo más grande, sé cómo diferenciar las cosas y me di cuenta que juntas podemos más.

Sobre el Macrismo: “Quieren imponer una amnesia colectiva”

Sobre el Macrismo: “Quieren imponer una amnesia colectiva”

Victoria Onetto, actriz y secretaria de Cultura y Promoción de las Artes del Municipio de Avellaneda.

La plaza Alsina de Avellaneda tiene el ritmo habitual del mítico distrito industrial, un ir y venir de vecinos con identidad propia. A pocos metros, sobre la calle Sarmiento y cerca del Centro Municipal de Arte, se encuentra el Teatro Roma, declarado Bien de Interés Histórico Nacional en 1997 y reinaugurado en 2015, luego de una serie de refacciones.

La secretaria de Cultura del municipio, Victoria Belloni Onetto, recibe a ANCCOM en ese espacio emblemático. Funcionaria desde julio del año pasado, la mediáticamente conocida actriz -también cuenta con un posgrado internacional de FLACSO-  desanuda la historia que la llevó a incursionar formalmente en la política, reconstruye las marcas de la autogestión y reivindica las políticas públicas que convierten al teatro y las actividades culturales en “herramienta de transformación social”.  

En su escritorio, bordeando una de las lámparas, hay un pañuelo verde de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. También carpetas y papeles entre los que se alcanza a ver un organigrama que traza la compleja estructura del organismo. “Es un trabajo diario enorme, que incluye  tarea territorial con catorce centros descentralizados y 180 talleres”, explica.   

La asunción como coordinadora de Contenidos del Teatro Roma, primero, y luego al frente de la Secretaría implicó visibilizar otras facetas de su vida pública. ¿Cómo vivió el recorrido desde el mundo del espectáculo hacia la gestión?

En realidad, yo soy actriz desde los trece años y tengo una gran pasión por esta profesión.  Luego del nacimiento de mi hija Eva, empecé a entender que el teatro no era solamente una herramienta para entretener, sino también una herramienta poderosa de transformación social, en el sentido de que es un espacio en que el mensaje se transmite de una manera más sensible y también es recibido por el espectador de esa forma. En esa primera infancia de mi hija no abandoné mi profesión, pero empecé a producir mis propios espectáculos. Me di cuenta que así, elegía los temas que me interesaban trabajar. Ahí empecé a entender lo importante que es el teatro cuando llega a la gente, cuando uno logra democratizar la cultura y que los vecinos y vecinas puedan acceder a bienes y servicios culturales.

¿Esa etapa coincidió con la decisión de formarse en gestión pública?

En el 2015, cuando perdió el peronismo y ganó el neoliberalismo, supe que lo que iba a venir no iba a estar bueno y sentí que era el momento de formarme en el marco del conocimiento.  En ese momento me presenté en FLACSO y su director, Alberto Quevedo, me comentó sobre el posgrado en Gestión en Políticas Culturales y Comunicación que tenía un cinco por ciento de cupo para aquellos que sin tener carrera de grado acreditaran un recorrido por lo cultural. Eso fue durante todo 2016 y presenté un trabajo final sobre el teatro como herramienta de transformación social con una mirada específica sobre género.

Cuando tuve aprobado el trabajo final vine a tocarle la puerta a Jorge (Ferraresi, el intendente de Avellaneda). Así, literalmente, buscando el teléfono de la Intendencia. Vine a verlo porque, como peronista que soy, siempre lo consideré y lo considero un dirigente que se distingue por sobre los demás, por su virtud, compromiso político, ético e ideología. En principio le presenté un proyecto para desarrollar un ciclo de teatro con perspectiva de género en el Teatro Roma.

«Empecé a entender lo importante que es el teatro cuando llega a la gente», dice Onetto.

“Roma bien de mujeres”…

– Exactamente. Al poco tiempo me citó y me dijo que iba a asumir como coordinadora de Contenidos del teatro. Lanzamos una convocatoria y se presentaron setenta obras (de cooperativas y también artistas ya consagrados). La respuesta fue contundente y nos dimos cuenta que abordando una problemática social estamos entendiendo al teatro como herramienta de transformación. También pudimos movilizar toda una industria cultural que en el contexto general está bastante detenida. Unos meses después, Ferraresi planteó elevar el rango de Cultura a Secretaría y acá estamos.

Una de las políticas que más trabaja el Municipio en lo cultural son las de Memoria, Verdad y Justicia, un tema que conecta con su historia familiar…

Creo que no es casualidad que en esta etapa de mi vida esté transitando esta experiencia, ocupando este lugar. Es parte de un legado. Mi padre fue un luchador, idealista y en ese sentido llevo en mi sangre parte de nuestra historia nacional militante (NdeR: militante de las Fuerzas Armadas Peronistas, Manuel Belloni fue asesinado en 1971 durante la dictadura de Alejandro Agustín Lanusse). Y creo que es la única manera de proyectarnos hacia un futuro en el que la Memoria, Verdad y Justicia vuelvan a ser políticas de los Estados nacionales y provinciales. Cuando veo la forma de actuar de este gobierno, digo que no es casual que ellos quieran imponer una amnesia colectiva negando nuestros símbolos patrios, fechas patrias, no festejándolas, no saliendo a la calle. Entonces me parece importante tenerlo como eje de gestión que atraviesa a su vez a las cuatro Direcciones que dependen de la Secretaría.

¿Cómo conviven desde la gestión con un contexto provincial y nacional de signo político tan diferente?

Avellaneda es una islaPor su historia, por su presente y por su futuro ha sido y seguirá siendo la cuna de la resistencia.  El Teatro Roma es la estrella, lo más visible, porque fue puesto en valor con la gestión de Cristina (Fernández de Kirchner) en 2015 y con el intendente Ferraresi.  Nosotros nos damos cuenta al chequear la audiencia también, obviamente los vecinos y vecinas son los que colman el teatro y nosotros hacemos una gran política territorial para fomentar eso, pero también recibimos muchos espectadores de Capital Federal, o Lanús, o Quilmes donde no hay una política cultural tan activa con la posibilidad de acceder a obras de teatro de primerísimo nivel. Estando a quince minutos del Obelisco, donde hay obras en la calle Corrientes a 800 pesos, acá se accede a esos espectáculos  por 100. También nos pasa con los artistas que se van felices, agradecidos. A nosotros nos alegra ser tan distintos.  

¿Cómo vivió la reacción del mainstream cultural a su designación?

– Yo avisé que iban a saltar (risas).  Nunca imaginé que se iban a enojar tanto. Justamente los mentores de la meritocracia y de acceder a los lugares con merecimientos y capacidades reaccionaron de una manera que hasta se podría analizar como violencia comunicacional. Y el mayor insulto se sugería por ser mujer, actriz. Yo estoy acostumbrada y sé cómo funciona el medio. Lo único que me da miedo, es cuando mi hija tiene fiebre y no se le baja con ibuprofeno. Además, ya me había bancado operetas sin tener un banque, una estructura. En este momento tuve al intendente y todo Avellaneda, compañeros y compañeras que me manifestaron su apoyo. Fueron meses de un aprendizaje enorme. Después nuestro objetivo fue mostrar el trabajo a través de la gestión.

¿Cómo evalúa la perspectiva de género en el ámbito artístico y el impulso de las demandas por mayores derechos?

Soy parte del colectivo Actrices Argentinas, somos casi trescientas actrices que algunas participamos más, menos, tenemos nuestras agendas, nuestros trabajos, pero estamos muy conectadas todo el tiempo. Lo que pasó en 2018 fue un disparador desde la lucha por la legalización del aborto. Ese fue el motivo que nos unió y creo que ahora lo que se formó es muy interesante. La violencia que sufrimos en los ámbitos donde desarrollamos nuestras actividades interpersonales, más allá de nuestras profesiones, es enorme. Toda mujer a la que le preguntes si sufrió acoso en su ámbito laboral te va a decir que sí. Porque está naturalizado. Cuando pasó lo de Thelma (Fardin), actrices de mi generación con las que hablaba, amigas y compañeras, planteábamos que nosotros lo que tuvimos que vivir fue una locura.  Hoy no podría ser eso. Si que Thelma haya hablado sirve para que actores, productores y directores no naturalicen la violencia y el ejercicio del poder cuando tienen ese lugar sobre alguien subordinado, y que encima es una mujer, ya es algo que estamos ganando. Antes no se podía ni hablar. El programa de Francella con la nena, hoy no se podría hacer. Entonces son muchos los avances y derechos que hemos logrado. Yo me considero feminista, pero no soy especialista, seguramente cometeré un montón de errores, porque uno a veces también se encuentra diciendo alguna palabra que después piensa que no la debería decir. O mi hija de doce años me marca cosas. Todos somos víctimas, tanto mujeres como varones de una cultura machista/patriarcal porque estamos formateados de esa manera. Lo que tenemos que lograr es cambiar esa estructura. ¿Cómo? Para mí, a través de la educación y la cultura. 

«Que Thelma haya hablado sirve para que actores, productores y directores no naturalicen la violencia y el ejercicio del poder»,

Alberto Kornblihtt advirtió sobre éxodo de científicos en el Macrismo

Alberto Kornblihtt advirtió sobre éxodo de científicos en el Macrismo

Alberto KORNBLIHTTAlberto Kornblihtt está sentado en la oficina de su laboratorio en Ciudad Universitaria. Es uno de los científicos más reconocidos de nuestro país, pero fue su intervención en el debate parlamentario por la legalización del aborto la que le valió una reciente fama mediática. Nació en Buenos Aires el 30 de junio de 1954. Hizo el secundario en el Colegio Nacional Buenos Aires y, en el año 1977, se recibió de biólogo en la UBA. Siguió luego un doctorado en Bioquímica en el Instituto de Investigaciones Bioquímicas que, en ese momento, se llamaba Fundación Campomar y era dirigido por el Premio Nobel Luis Leloir. Con ese título viajó a la Universidad de Oxford, en Inglaterra, donde cursó un posdoctorado. Estuvo tres años investigando en la rama de la Biología Molecular, que estudia los procesos en los seres vivos en su aspecto más microscópico, y obtuvo resultados que le valieron prestigio. En 1983, con el final de la dictadura, volvió al país e inició su carrera como investigador del Conicet y docente. Hoy dirige el Instituto de Fisiología, Biología Molecular y Neurociencias (Conicet-UBA). Dueño de un currículum extenso y repleto de premios, hace elogio de la sencillez.

¿A qué se dedica un biólogo molecular?

La Biología Molecular es una rama de la Biología, o de la Bioquímica, que se ocupa de todo lo que ocurre en la información genética que está en el ADN de las células: cómo se codifica, cómo están organizados los genes y cómo son regulados de manera tal de dar la orden para fabricar el producto final, que son las proteínas. Eso es lo que llamamos el “flujo de la información genética”, cómo fluye la información desde el ADN del núcleo de las células hasta la proteína del citoplasma. Investigamos cómo se regula tanto en condiciones normales como en condiciones patológicas, que alteran ese flujo. Si uno conoce el mecanismo de alteración, puede tratar de investigar herramientas para curarlas.

¿Cómo se compone su instituto? ¿Trabaja solo o con un equipo?

Mi grupo tiene estudiantes de doctorado y posdoctorandos, que son personas que terminaron su doctorado pero están investigando, y también investigadores jóvenes. El instituto tiene doble dependencia, de la UBA y del Conicet. El Conicet paga parte del sueldo de los investigadores, que a su vez son profesores de la Universidad, y mantiene el edificio, aunque ahora estamos en una crisis presupuestaria y no tiene plata para ponerlo en funcionamiento. Tiene una sede administrativa central, pero funciona financiando y sosteniendo cerca de doscientos institutos de investigación, la mayor parte de los cuales están en predios de las universidades nacionales y en íntima relación con ellas. Mi sueldo, por ejemplo, viene mayoritariamente de la UBA porque soy profesor pero hay un plus que viene del Conicet tanto por ser investigador como director.

El 31 de mayo de 2018, Kornblihtt participó del plenario de comisiones en el Congreso Nacional por el debate por la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). En su argumento, luego multiplicado a través de las redes sociales, Kornblihtt explicó cómo la noción de “vida humana” no puede definirse desde la biología porque responde a creencias y prácticas culturales y religiosas. Por lo tanto, cualquier argumento desde una noción biológica de la “vida humana” para negar la interrupción de un embarazo es equivocado. Tras la aprobación del proyecto en Diputados,  Kornblihtt participó luego del debate en la Cámara Alta. Allí, cuando terminó su intervención, la senadora tucumana Silvia Elías de Pérez le retrucó el argumento alegando que él estaba justificando el uso eugenésico del aborto en casos de enfermedades incurables, como el Síndrome de Down. Kornblihtt le preguntó si ella creía que el Síndrome de Down es una enfermedad, y ante la evasiva de la senadora, le dijo que lo que ella decía “no estaba bien, estaba mal”. La juventud centennial y millenial se encargó de transformar la frase en meme: a la foto de Kornblihtt se le agregó su frase y la imagen se viralizó.

Su figura creció públicamente después del debate sobre la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo. ¿Cómo llegó a participar?

No recuerdo exactamente quiénes me invitaron. Puede haber sido la Campaña por el Aborto Legal, o el diputado Roberto Salvarezza del Frente para la Victoria (FpV), que fue presidente del Conicet y es un gran científico con quien comparto el mismo grupo político. De alguna manera soy un científico más o menos conocido, me habrán propuesto por eso. Yo ya había opinado de éste tema en otros foros y lugares. Mi intervención tuvo un nivel de visibilidad que ni busqué ni me imaginaba.

Si el año que viene se insiste con el debate y lo vuelven a invitar, ¿está dispuesto a asistir?

Sí, claro. ¡Tendría que repetir los mismos argumentos! Los científicos tenemos que expresar nuestros conocimientos y ayudar a formar una opinión pública informada. Después la población vota y hace lo que quiere.

En los últimos tiempos también se hicieron virales algunos comentarios de grupos “anti vacunas” que rechazan la vacunación obligatoria. ¿Qué piensa de estas ideas?

Es un peligro grandísimo. La vacunación es uno de los grandes triunfos democráticos de la medicina. Sobre todo en países como el nuestro donde hay planes nacionales que son ejemplo en el mundo. Asumir que porque estadísticamente uno de cada quinientos mil vacunados de una cierta vacuna pueda tener una complicación secundaria no hay que vacunarse, no tiene valor epistémico. Porque toda acción humana tiene un riesgo. Cuando vos salgas de acá y cruces la calle para subirte al colectivo hay un riesgo. Pero por eso qué, ¿no vas a cruzar la calle? Ese pequeñísimo riesgo es absolutamente despreciable respecto a los grandes beneficios que tiene la vacunación masiva. Aquellos sectores que quieren volver a un ser humano no tecnológico como en la época de las cavernas no saben que ese ser humano vivía en promedio veinte años y que justamente la socialización de la medicina y el mejoramiento de las condiciones de vida y alimentación han llevado en los países desarrollados a que la esperanza de vida sea de entre setenta y cinco y ochenta y cinco años, depende el país. Volveríamos para atrás. Por otro lado esta gente se aprovecha de que el resto esté vacunado, porque si un niño porque sus padres no quieren vacunarlo no lo está, cuando va a la escuela su riesgo de enfermarse es muy bajo porque el resto de sus compañeros sí lo están.

Kornblihtt es un científico comprometido con la realidad en la que vive. Es uno de los especialistas que llevó adelante durante todo el año pasado el reclamo al gobierno por el deterioro del presupuesto destinado a la ciencia.  En el año 2006 impulsó su candidatura al rectorado de la UBA. Por ese entonces ya se definía políticamente “de izquierda”, a pesar de no estar afiliado a ningún partido. Tiempo después decidió darla de baja para apoyar la candidatura de Alfredo Buzzi, decano de la Facultad de Medicina. Durante su adolescencia fue comunista y hoy tiene relación con sectores del kirchnerismo.

Me hablaba recién de la situación presupuestaria del Conicet. ¿Qué es lo que está sucediendo?

Estamos en uno de los peores períodos de financiamiento de la Ciencia y la Técnica de la historia de nuestro país. No es que no haya habido antes períodos malos, los hubo. Pero ninguno como éste porque sucedió después de un gran período de expansión. Durante el gobierno kirchnerista tuvimos una expansión del sistema con un aumento del número de becarios, del número de investigadores del Conicet, de los metros cuadrados en construcción de edificios y en reacondicionamiento de los laboratorios, en el número de investigadores repatriados. Todo ese crecimiento, que se vio reflejado en una mejora de la calidad científica en nuestras publicaciones durante esos doce años, con el gobierno de (Mauricio) Macri se volvió para atrás. La peor situación se dio este último año porque el presupuesto del Conicet y de la Agencia Nacional de Promoción Científica está muy restringido. A eso se suma la devaluación de la moneda, ya que para los laboratorios que investigamos en ciencia experimental los insumos son importados y se compran en dólares , pero nuestros subsidios son en pesos y no han sido actualizados. A eso también se suma el deterioro del poder adquisitivo de nuestras becas y nuestros salarios. Estamos todos muy preocupados. Mucha gente que pensaba volver al país no va a volver y otra gente está pensando en irse. Es una situación crítica. Lamentablemente no vemos que las autoridades del sector salgan a pelear por un mayor presupuesto sino que más bien justifican el ajuste.

¿Habla del Secretario de Ciencia y Técnica, Lino Barañao? ¿Por qué cuando cambió el gobierno él siguió al frente del Ministerio – hoy Secretaría – de Ciencia y Técnica?

Eso demuestra que no tiene que ver con qué persona está delante de un Ministerio o una Secretaría sino que tiene que ver con la importancia que el gobierno le da a la Ciencia y la Tecnología. Obviamente el gobierno anterior le daba mucha más importancia que este. Se suma el hecho de que su política económica ha endeudado al país en miles de miles de millones de dólares y se ha vuelto a solicitar crédito al FMI, que viene con la imposición de un ajuste en la inversión que el Estado hace en todos los rubros, que incluye a la Educación, la Salud y a la Ciencia y Técnica, por ejemplo.

¿Cómo afecta, concretamente, el recorte en el sector?

Es muy difícil estirar el monto en pesos de los subsidios para poder comprar los insumos que están dolarizados. Para el mantenimiento de los institutos, el Conicet no está girando fondos. Algunos como el nuestro, están sobreviviendo como pueden. En nuestro caso, como este es un edificio que hay que terminarlo, recibimos plata para hacerlo y con los intereses de la puesta en plazo fijo de esa plata estamos en cierta forma “prestándole” al Conicet para mantener los ascensores, la higiene y seguridad, la limpieza y demás. Tampoco la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica puede pagar subsidios para compra de equipamientos, que son bastante importantes en costo, porque no tiene plata. Entonces nos dicen: ´Bueno, ustedes ganaron el subsidio, tendrían que comprar éste aparato que sale un millón de dólares, pero no tenemos la plata´. Por varias vías el ajuste se siente. Todavía en muchos aspectos estamos con la inversión que se hizo en el gobierno anterior. La perspectiva es que si esto sigue así va a haber un éxodo muy grande y, además, sólo se van a salvar los grupos que tienen dinero internacional, porque esos subsidios sí son en dólares.

¿Y cómo afecta eso al trabajo que hacen día a día?

Mi grupo en particular tiene subsidios internacionales por lo tanto no se ve tan afectado. Pero esa es una realidad excepcional. Aún en el período de expansión los subsidios no estaban a la altura de las necesidades, pero estaban mucho mejor que ahora.

¿El futuro se ve oscuro?

Con un gobierno como este la cosa no va a mejorar. Si cambia el gobierno el año que viene puede ser que las intenciones sea de mejorarlas, pero la verdadera herencia para el que venga, de cualquier signo, va a ser la que le va a dejar el macrismo, que va a ser un país endeudado. Si el próximo gobierno tuviera como política recuperar el papel del Estado en la promoción de un montón de cosas, no sólo en la Ciencia y Tecnología sino también en la Educación y la Salud, yo temo que no se pueda hacer. En rubros como estos, el ajuste deteriora el sistema muy rápidamente y después lleva muchos años reconstruirlo.

¿Qué piensa que pierde nuestra sociedad si se olvida a la ciencia?

Los problemas ahora se ven en la dinámica de los grupos de investigación y los institutos. Si se disminuye la investigación científica, nuestro país va a tener menos independencia, menos poder de decisión económico y político. No es solamente lo que la Argentina pueda producir como producto de la ciencia y la tecnología sino también lo que pueda entender de lo que está pasando en el mundo. Los países necesitan el desarrollo de la ciencia y la tecnología para avanzar, y fundamentalmente para poder darle mejores condiciones de vida a sectores a los que han olvidado. Este gobierno ha incluido más gente en la pobreza, ha restringido más los presupuestos. El Estado es el único que puede tomar la decisión de compensar, parcialmente, las desigualdades.

El 26 de noviembre participó en la Facultad de Medicina de un debate por el cambio de las competencias. ¿De qué se trata esa discusión?

El Consejo Directivo de la Facultad de Medicina de la UBA y luego el Consejo Superior ratificaron una resolución que dice que para los concursos de docentes auxiliares los que se inscriban tienen que ser graduados de la Facultad de Medicina. Eso es un sinsentido porque, por ejemplo, para enseñar Bioquímica en Medicina es mejor un bioquímico, un biólogo o un químico biológico; para enseñar Física es mejor un físico; para enseñar Matemática es mejor un matemático. Esto es una cosa elemental. Yo la llamo una resolución “canalla” porque el único objetivo que tiene es mantener una cierta endogamia y garantizar que un sector que se forma en esa Facultad sea el único que tenga acceso a la docencia en ella. Si fuese exogámica, al revés, la Facultad se vería beneficiada. De hecho, nosotros, en nuestra Facultad, tenemos profesores médicos, agrónomos, bioquímicos y muchos más. Hay de todo. Porque lo que importa es la generación de conocimiento en la Universidad y la capacidad de hacer investigación y de enseñar, no con qué título te recibiste.

¿Cree que puede ser peligroso para la formación de nuevos profesionales?

Es peligroso por varias cosas. Primero porque cualquier cosa que restrinja la apertura en los concursos apunta a la mediocridad en la enseñanza. La segunda cosa es que cercena la interdisciplina. Pero también afecta a la investigación. Gran parte de los investigadores que trabajan en la Facultad de Medicina o en institutos del Conicet con cátedras universitarias en Medicina no provienen de medicina. Sin embargo, investigan cosas que tienen que ver con la medicina. ¿Quién dijo que el mejor preparado para investigar cosas que tienen que ver con la medicina en un laboratorio es el médico?

¿Responde a un interés político?

Por supuesto. Ni siquiera a un interés partidario. Sino que es simplemente algo que es bastante deplorable que es “cuidar la quintita” y garantizar la endogamia de manera tal que no venga gente con otro pensamiento, quizás más abierto y crítico, que pueda cuestionar algunas medidas que se toman adentro de la Facultad.

La rama de la ciencia a la que usted se dedica, las Ciencias Naturales, es comúnmente asociada con la idea de “neutralidad política” y se cree que los científicos no tienen que llevar adelante los debates que usted protagoniza en ciertos círculos. ¿Qué opina al respecto?

Eso es un prejuicio. Yo antes de ser biólogo tenía una concepción social y política del mundo, que la sigo teniendo. Cuando era adolescente era comunista y tenía la creencia de que el capitalismo no soluciona los problemas de la gente sino que los agrava. Pese a que haya fracasado el socialismo real en el bloque del Este y haya caído el Muro a fines de los ´80, eso no quiere decir que mi expectativa de un cambio social en el mundo no tenga que ver con un giro a la izquierda, con una socialización de la economía, con la distribución equitativa de la riqueza, con un Estado que proteja a los más vulnerables y con el papel de los trabajadores de definir su propio destino. Luego de estudiar biología eso se reforzó.

Los científicos, sean de la rama que sean, ¿qué función deben tener en la sociedad?

A mí me importa más el compromiso social del científico que la importancia social del tema que investiga. Yo no creo que los científicos tengamos que estudiar algo que tenga una aplicación inmediata y tampoco pienso que nosotros con nuestra investigación vamos a solucionar temas de salud, vivienda, educación o igualdad que hay en la sociedad. Los gobiernos saben cómo hacer cloacas, asfaltar calles, hacer que la gente llegue a fin de mes. La ciencia no va a descubrir algo que se sabe. Para poder hacerlo simplemente tenés que quitarle a los ricos y darle a los pobres. Es una ecuación elemental. Sin embargo pienso que la actividad de la ciencia es muy buena porque hay muchos temas candentes en nuestra sociedad que uno puede informarse a través de la práctica científica. Los científicos no damos la verdad, porque nosotros no somos dueños de ella, pero sí damos información como para que la sociedad pueda hacerse sus propias ideas.

A diez años del golpe que lo derrocó, habla Manuel Zelaya

A diez años del golpe que lo derrocó, habla Manuel Zelaya

 

Hace diez años, en Honduras se inició un ciclo de rupturas del orden democrático que se replicaría en la región latinoamericana, cada una con sus características. El ensayo golpista incluyó la irrupción de militares armados en la residencia del entonces presidente José Manuel “Mel” Zelaya y su expulsión del país, acusándolo de querer buscar su reelección, lo que no estaba permitido por la Constitución Nacional. Ese día, la capital hondureña amaneció con al ruido de helicópteros sobrevolando, retenes militares en las principales carreteras del país y los anuncios de estado de sitio y toque de queda.

Desde entonces, y con la destitución de Zelaya, se sucedieron una serie de reformas que hicieron retroceder al país. Por ejemplo, las concesiones hidroeléctricas a empresas extranjeras, violando lo establecido por el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que obliga a una consulta previa a los pueblos indígenas afectados por ese tipo de sesiones. En cuanto a derechos básicos, el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), el sistema de seguro de salud estatal, fue saqueado por miembros del partido oficialista. Hoy, en medio de una profunda crisis política, a diez años del golpe de Estado, la sociedad hondureña vuelve a las calles: esta vez porque el presidente Juan Orlando Hernández sacó de su manga decretos que buscaban una reducción de personal en las áreas de salud y educación. El grito de “Fuera JOH” (por las iniciales de Hernández) se ha escuchado hasta en las graduaciones de jardín de infantes.

Mientras tanto, Zelaya que en 2011 pudo concretar su regreso al país, coordina el principal partido de oposición: Libertad y Refundación (Libre), brazo partidario del movimiento que surge en las calles después del golpe de 2009: Resistencia Popular contra el Golpe de Estado.  Con menos de dos años de haber sido creado el partido,  en 2013 logró disputarle el poder a los dos partidos  que se habían turnado en la conducción de Honduras durante los últimos cien años. En 2017, Libre formó parte de la Alianza de Partidos contra la Dictadura que se adjudicó el triunfo ante  la fórmula de Hernández, quien,  pese a las graves denuncias de fraude, terminó siendo reelegido, luego de haber sido avalado en 2015 para presentarse a un nuevo mandato por la Corte Suprema con mayoría de jueces oficialistas.

En entrevista telefónica con ANCCOM, Zelaya responde  sobre aquel golpe de 2009, los cambios regionales, el papel de los medios de comunicación y la emigración masiva a los Estados Unidos.

¿Cómo recuerda ese día en el que una cúpula cívico militar rompió con la vida democrática del país en pleno siglo XXI? ¿Con los años ha ido cambiando el recuerdo y el balance de lo sucedido?

Una sociedad no se puede sostener si no es a través de un pacto social que se respete, cuando una de las partes rompe esa posibilidad de entendimiento se da una ruptura que se manifiesta en violaciones a la ley, crímenes, asesinatos. Desde el 28 de junio en Honduras se instaló un régimen dictatorial, cambiaron las leyes, las estructuras del poder, convirtieron al país en uno más pobre de lo que era. Soy un ciudadano, un ser humano normal, escogí una lucha política con el fin de buscar mejores condiciones de vida y superar la desigualdad que existe en el país. Me debo a un colectivo para buscar soluciones y después de 10 años mantengo con mayor firmeza las convicciones. No cambio nada, lo único que aquí se ha instalado la represión, que con el apoyo de Estados Unidos, defiende los  intereses de la oligarquía.

¿Qué rol jugaron los grandes medios de comunicación hondureños y la prensa internacional?

En Honduras no hay libertad de prensa, todos los medios son privados. Cuando Estados Unidos estaba contra el golpe teníamos a favor a todos los medios internacionales, cuando Estados Unidos apoyó el golpe de Estado, lo mismo hicieron los medios internacionales.

¿Cómo analiza la situación del país en términos de libertad de expresión?

El Código Penal actual castiga con cárcel la libertad de expresión, estamos luchando porque esto se derogue, en este momento le puedo decir que en Honduras no hay libertad de expresión.

¿Cómo evalúa el rol de sus pares en la región latinoamericana cuando sucedió el golpe de Estado en Honduras?  ¿Considera que sus colegas en América Latina actuaron bajo una lógica colectiva?

La comunidad internacional no tiene dientes ni garras, si bien hubo un apoyo fue únicamente moral. En cambio, hubo un bloque en la región que sí nos apoyó fuertemente y estuvo encabezado por Chávez, Lula, Cristina, Correa, Lugo, Ortega y todos los presidentes de izquierda.

¿Qué piensa de los cambios que se sucedieron en la región después del golpe de Estado en Honduras?
Lo que están haciendo los gobiernos de derecha son como manotadas de ahogado, recurren a la violencia porque no tienen legitimidad, es repunte pero como llamarada de tusa (n. de la r: las tusas son las hojas que rodean la mazorca del maíz y que se consumen muy rápido al quemarse). Pronto va a caer frente a la fuerza demoledora de los pueblos. Sólo los pueblos unidos pueden vencer a las dictaduras y los modelos de opresión.

¿Cuál fue la importancia de salir a las calles cuando sucedió el golpe?

Fue de muchísima importancia, toda acción política y social es importante, muestra la conciencia del pueblo. Durante mi gobierno apoyamos mucho a la clase trabajadora de Honduras y lo recordaron saliendo a la calle. La gestión de mi gobierno logró quitar el yugo de las trasnacionales norteamericanas del petróleo que asfixian nuestra economía. Creamos subsidios que iban contra el modelo neoliberal, una forma de dar dignidad frente a un sistema que explota a la clase obrera, entonces creamos subsidios a la energía eléctrica, a los combustibles, a los maestros. Toda nuestra política social iba contra el modelo neoliberal.

En los últimos meses hemos visto el éxodo masivo de hondureños buscando asilo en EEUU por la violencia que hay en el país, la cifra aproximada en 2017 fue de unas 600 mil personas y el fenómeno se ha incrementado con las sucesivas caravanas migrantes. ¿Cómo se explica este éxodo? ¿Se puede relacionar con el quiebre institucional ocurrido con el golpe?

En Honduras siempre ha habido migración hacia Estados Unidos, sin embargo, el éxodo actual responde al deterioro de las condiciones de vida del pueblo.

El partido Libertad y Refundación fue fundado apenas en 2011 y ya en 2013 le disputó poder a dos partidos centenarios y con una candidata mujer, Xiomara Castro, en la fórmula presidencial. ¿Hay posibilidades de que ella se vuelva a presentar?
No es tiempo de hablar de eso. El país está atravesando una crisis severa, en su sistema de salud y educativo, este modelo de explotación capitalista ya no puede subsistir si no es a través de la fuerza, están imponiendo un modelo que ya no resiste.

 

 

 

 

 

“La causa Ford es la punta del iceberg de un patrón de violaciones a los derechos humanos”

“La causa Ford es la punta del iceberg de un patrón de violaciones a los derechos humanos”

Victoria Basualdo en entrevista con ANCCOM.

El 11 de diciembre Argentina hubo una sentencia histórica: dos ex directivos de la multinacional automotriz Ford Motors fueron condenados por crímenes de lesa humanidad contra 24 trabajadores durante el golpe cívico-militar de 1976.

Pedro Muller, por entonces jefe de manufactura, hoy tiene una condena de 10 años de prisión. Héctor Sibilla, ex jefe de seguridad recibió 12 años. Por otra parte, la Justicia condenó a 15 años al militar Santiago Riveros. Todos ellos fueron partícipes necesarios en los secuestros y torturas que acontecieron en la planta fabril de General Pacheco. Los ex directivos entregaron a las Fuerzas Armadas listas, legajos y fotos de los trabajadores que a la postre resultaron desaparecidos.

Especialistas del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) y del Programa de Memoria, Verdad y Justicia de la Secretaría de Derechos Humanos realizaron un informe titulado “Responsabilidad empresarial en delitos de lesa humanidad: represión a trabajadores durante el terrorismo de Estado”.  Victoria Basualdo es investigadora del Conicet, trabaja en el área de Economía y Tecnología de Flacso y participó de esta extensa investigación sobre la complicidad empresarial con la dictadura, un insumo que sirvió para condenar a los directivos de la Ford. En diálogo con ANCCOM habló sobre su trabajo y analizó la repercusión de la sentencia.

¿Qué te motivó a formar parte de  la investigación en la responsabilidad empresarial en delitos de lesa humanidad?

Hace 15 años que vengo investigando sobre estos temas. Trabajé sobre la organización sindical de base en las grandes fábricas industriales entre la década del 40 y 80,  los casos de Alpargatas y Acindar. Aparecieron cuestiones vinculadas a la agenda de investigación sobre responsabilidad en estos delitos, que en ese momento se lo denominaba “complicidad” empresarial. En el año 2006, la CTA me invitó a escribir un tema que fuera significativo para pensar la dictadura desde los trabajadores, y escribí Complicidad patronal militar. Comparaba seis casos que permitían ver que había un patrón de funcionamiento. Entre 2014 y 2015 se analizaron 25 casos de empresas en todo el país.

¿Con qué se encontraron?

Los casos fueron seleccionados haciendo una lista de empresas, de las cuales había desaparecidos y de las que teníamos evidencia preliminar de responsabilidad empresarial. Hubo variedad en términos regionales y de actividades económicas, desde astilleros hasta automotrices como Ford, Mercedes Benz y Fiat,  siderurgias, cementeras, gráficas, industrias alimenticias y textiles. Analizamos la trayectoria de estas empresas, la historia de organización sindical y de los conflictos, las políticas represivas desplegadas sobre el colectivo de trabajadores. El conjunto de prácticas represivas se repetía. Secuestros en el lugar de trabajo en casi el 90% de los casos, entrega de recursos logísticos y materiales de la empresa a las fuerzas, listados de trabajadores a ser secuestrados, información respecto de dónde ubicarlos, provisión de vehículos,  alimentos y financiamiento. Se repetía la presencia de funcionarios empresariales tanto en la detención de trabajadores como en la tortura y, en 5 de los 25 casos, nos encontramos con la existencia de centros de detención dentro de los establecimientos fabriles, como en el caso de Ford.

¿Por qué el sector empresarial  se alió con las fuerzas militares?  

Un motivo en común de preocupación era el accionar sindical que, desde el Cordobazo en adelante, empieza a tener un protagonismo a nivel nacional. Comienza a constituirse como una preocupación, tanto para las Fuerzas Armadas como para los sectores empresariales. Este es el punto central de confluencia, porque se sientan hacer listas, a detener trabajadores y sindicalistas.

¿Qué suponía la destrucción de la representación gremial y de los derechos de los trabajadores? 

El papel de la representación gremial es fundamental. En la causa Ford hubo un proceso de consolidación de estructura sindical fuerte en la primera mitad de los años 70, ampliación incluso del universo de lo sindicalizado, incluyendo al sector del comedor, que no tenían inclusión dentro del sindicato de automotores, cambiando sus condiciones de trabajo y los niveles de protección. Justamente son estos trabajadores del comedor los primeros en ser secuestrados, el 24 de marzo de 1976.  La importancia otorgada a la representación gremial, a la defensa de los derechos de los trabajadores, y a la organización dentro del lugar de trabajo es de importancia crucial para entender este doble involucramiento entre sectores empresariales y fuerzas militares.

¿Cómo era el modus operandi de los gerentes?

El alegato final (en el juicio Ford) muestra cómo y por qué un gerente de Seguridad tiene control sobre lo que entra y sale de la fábrica y todo lo que pasa dentro del establecimiento. El personal de seguridad está al tanto de lo que sucede y tiene involucramiento en esto, lo mismo el gerente de Manufactura, a través del análisis de lo que significa el método fordista de producción, un método científico que se basa en el control absoluto de lo que sucede en el lugar de trabajo. Es imposible pensar que se produzca el secuestro de 24 trabajadores y su traslado a un quincho interno dentro de la planta para ser torturados sin que el gerente tenga dominio sobre est. Lo mismo con el traslado afuera. a una comisaría.

¿Los trabajadores eran elegidos arbitrariamente?

El denominador común muy claro de las víctimas es su carácter de trabajadores y su involucramiento en procesos de organización sindical y de defensa de sus derechos, y muchos de ellos eran además delegados y referentes en la fábrica. Cómo se hizo la selección individual uno a uno es algo que no se llegó a determinar del todo, logramos llegar a certezas dentro de la investigación pero hay todo un circuito de contactos entre las fuerzas armadas y empresarios a los cuales no pudimos llegar. En el informe detectamos otras víctimas conectadas con Ford, trabajadores y familiares, por lo menos 13 víctimas que no fueron incluidas en estas 24.

¿Cómo se vivió la lectura del fallo? ¿Qué repercusiones tuvo la sentencia contra los ex directivos?

Fue increíble. El martes 11 de diciembre de 2018 fue un momento muy especial, en todo sentido. Era la conclusión de un juicio que los trabajadores estuvieron esperando durante 42 años, intentaron todo lo que tenían a su alcance para encontrar pruebas. Un juicio que tuvo incidencias: el presidente del Tribunal fue designado en Casación y dejó el tribunal, demoras para el comienzo del juicio oral, uno de los hijos de los trabajadores sufrió un infarto antes de declarar. Ese martes diluviaba, había mucha gente, sólo algunos pudimos entrar a la sala de audiencia, antes de que comenzara la lectura de la sentencia se cortó la luz, dio lugar a cánticos, finalmente se recuperó. El Tribunal pidió que no se exteriorizaran sentimientos antes de finalizar la sentencia y que permitieran leer todo. Lo que podía significar una mala noticia. En la lectura establecieron que estos hechos tienen que encuadrarse como delitos de lesa humanidad. Por otro lado fue emocionante cuando leyeron la calificación dada a cada unos de los imputados, una sensación de que estaba ocurriendo algo histórico. Algo difícil de acreditar en el marco judicial.

¿Por qué es una sentencia histórica?

Porque es la primera vez que se analiza la responsabilidad de gerentes en la violación de derechos humanos de trabajadores de la propia fábrica. Además, se consideró como causal la actividad sindical. No se puede explicar la enorme dificultad de judicialización de estas causas si no es teniendo el cuenta el poder que tienen estas empresas para condicionar la discusión pública. La repercusión que tuvo la sentencia a nivel local fue mínima, en relación a lo que fue a nivel internacional, hubo notas en decenas de idiomas. Estamos hablando de una de las multinacionales más importantes que marcó desde su nombre y su modo de producción las historia del capitalismo contemporáneo.

¿Creés que esta sentencia reivindica la lucha de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y el retorno a la democracia?

Por supuesto. La condena permite poner freno a la violación de derechos humanos. Hay una relación entre la agenda de responsabilidad empresarial con la agenda que analizó y buscó judicializar las responsabilidades militares. Se está pensando la responsabilidad indiscutida de las fuerzas en articulación con otros grupos de poder muy significativos.

¿Qué reparación simbólica pidieron las víctimas?

La querella privada de los trabajadores pidió como medida de reparación y como garantía de no repetición, que se disponga la colocación de una señalización como sitio de memoria en la entrada de la fábrica y el quincho, con un acto que cuente con la presencia de los trabajadores, sus familias, y todo el personal de la empresa. Que se ponga a disposición del público los archivos de la empresa especialmente los vinculados al periodo de 1976–1983. Que se disponga la firma de un convenio con el CONICET para el otorgamiento de becas que puedan llevar los nombres de los trabajadores secuestrados para investigaciones sobre responsabilidad empresarial en delitos de lesa humanidad. Que se realicen formaciones en derechos humanos para todo el personal de la fábrica, que incluya una charla de los ex trabajadores sobrevivientes y sus familias, entre otras acciones.

¿Frente a este fallo, es posible que se investigue el caso de otras empresas implicadas en estos mismos crímenes?

Hay otras causas en este momento, en etapa de instrucción o abiertas a la incorporación de material adicional. El caso de la Veloz del Norte abierto nuevamente a discusión.  Hay una gran cantidad de causas posibles en la Argentina, la causa Ford es la punta del iceberg de un patrón de violaciones a los derechos humanos y laborales por parte de empresas.

«Hacer esto es lo que más me divierte en la vida»

«Hacer esto es lo que más me divierte en la vida»

Guillermo Aquino, en el tradicional Café San Bernardo, en Villa Crespo.

Guillermo Aquino es guionista, actor y editor de El Sketch, escenas humorísticas breves en clave  irónica, ancladas en la actualidad. Comenzó en 2015, en el programa La Hormiga Imperial como un juego, a modo de apuesta tal vez. Pero ese zig zag entre los límites de lo no dicho, pisó fuerte para quedarse y ahora se instaló en el programa “Sobredosis de TV” de C5N. Con visualizaciones en las redes sociales que se multiplican vertiginosamente, coronó su reconocimiento con la yapa de que Cristina Fernández de Kirchner haya compartido dos de los sketchs en su Twitter, a modo de crítica social descontracturada: Malas noticias y el otro fue Principio de año vs. fin de año (2018). Es así que Aquino, casi sin querer, creó un humor que interpela al público desde la cotidianidad, tan simple y compleja.

Es viernes a la noche, y Aquino recién termina de editar su sketch semanal, para la emisión de “Sobredosis de TV” del sábado. Como lo único que quiere es relajarse un poco de la adrenalina, se sirve cerveza con sus dedos pintados de negro. Una uña sí y otra no, como la ambigüedad que caracteriza a su humor, que va y viene a toda velocidad de una punta a la otra. Y cuando el espectador cree que ya sabe dónde va a aterrizar le da una sacudida, dejándolo sumergido entre la risa y algún que otro pensamiento existencial.

Mientras mastica un tostado de jamón y queso, Aquino reflexiona sobre si los sketchs están atravesados por  “humor político”: “Algunos sí y otros no, el principal objetivo es que sea gracioso. También me gustan las temáticas más boludas, aunque en un año electoral es ineludible el tema. Se puede pensar que el sketch tiene un arco argumental, el de esta temporada es la crisis y ya mi personaje se volvió medio chaplinesco. No solo tiene un problema con una persona en particular, sino también con el Estado, con todo el país. La situación social es el nuevo enemigo. A la vez es el tipo de humor que tengo yo y la gente con la que me llevo bien. De todas maneras, tengo varios que me escriben y me dicen ‘yo soy tu fan macrista’, o ‘soy re zurdo, no me gusta cuando te metés en política, pero lo que hacés me causa gracia’”.

 

«Tengo varios que me escriben y me dicen ‘yo soy tu fan macrista’», cuenta Aquino,

En un contexto social como el actual, este humor es la crisis dentro de la crisis, llevando al espectador a que se ría sin estar seguro de qué: si de los personajes, de la sociedad o de sí mismo, representado por alguno de los personajes.

De hecho hay gente a la que solo le causa risa cínica, que se queda en la primera capa. Se ríen del atropello al más débil pero no entienden que detrás de eso hay un mensaje y una crítica. Hay mucha gente así, lo sé por los comentarios. De hecho en un momento pensé: “Voy a empezar a ser más explícito” y después dije: “No. ¡A la mierda! No subestimemos al público”. Porque esto está hecho para alguien que lo sabe entender perfectamente, si yo se lo muestro a un amigo sin decirle nada y lo entiende a la perfección, no es tan difícil. Igualmente, para mí por lo general hay un voto de confianza con quien lo ve, me tienen que dejar ser, como cuando un amigo dice una barbaridad y no se lo juzga porque se saben las intenciones.

(Es inevitable detenerse en la similitud entre cómo se expresa, se viste y se mueve el Guillermo Aquino que toma una cerveza mientras da una entrevista y el personaje de los sketchs, conflictuado para relacionarse con los demás y absorbido por la crisis social. Por más que claramente hay una composición, hay algo entre el personaje y la persona que se difumina.)

“El parecido está en ese sentimiento que tuve hace unos años de estar en contra del mundo, de no poder llevarme bien con nadie. Esa cosa de sentir que no hay manera de avanzar, ni un intercambio humano social que sea exitoso. Tuve muchas épocas así que no enganchaba con nadie, de creer que la gente es mala y están todos locos. Mi personaje tiene un poco de todo eso, pero también es como yo para que se sienta real. Cuando lo empecé, lo hacía como un súper cheto de clase media. Y de a poquito lo dejé, de hecho ya no tenía tanta ropa para vestirme así, de camisa, y entonces me empecé a vestir como mi yo normal. Todo lo demás es construcción, hay de las dos cosas. Siempre me toca hacer más del razonable, del menos malo, pero en realidad en todos tengo un costado medio forro. Es un personaje que me armé, de un tipo medio neurótico y bastante ignorante, pero también víctima de todas las circunstancias. La gente a veces siente la necesidad de clasificar a los personajes: éste es el que me representa y este otro es el garca. Y de repente no te podés identificar con ninguno porque sos un sorete vos también, y nadie es tan perfecto. A uno le encantaría ver que el protagonista haga mierda a los otros, pero al fin y al cabo somos todos un desastre, y no está mal. Creo que está bien que sea así.

Los Simpson, Seinfeld y Woody Allen son las referencias que inspiran a Aquino.

¿Cuáles considerás que son las influencias que fueron generando tu estilo artístico?

Son bastante cipayas: básicamente Los Simpsons y Seinfeld. Soy muy fanático de eso. También me gusta mucho Woody Allen, sobre todo porque el tipo actúa siempre de él mismo. ¡También hace como dos años que no consumo nada nuevo!  Igual, hasta ahora siento que todo lo que conozco, que tampoco es mucho, es suficiente por un tiempo como para procesarlo. Desde mis limitaciones fui encontrando mi estilo, no porque me sobraran cosas, sino por todas las que me faltaban. Cuando lo asumís bien, decís: ”¡Ahí vamos!” Mi estilo es “no sé hacer todo esto”. Aunque al principio lo tratás de ocultar, para mí se arma desde esas falencias. Y a partir de todas las carencias que tenemos se formó la identidad de estilo del sketch. Me parece que se desprende también de mantener lo autogestivo, muy artesanal y de a poquito.

(En algún momento de su pasado, Guillermo estudió cine: considera que aprendió a modo de pantallazo sobre las estructuras, pero nunca llegó a sentirse cómodo con las limitaciones que éstas le daban. Cree que en la composición de los sketchs hay un juego con lo casual y lo improvisado que conforma también las particularidades del producto terminado.)

“Es la manera que yo encontré para que funcione. Me frustré mucho tratando de filmar cosas cuando era más chico, haciendo cortos que siempre quedaban mal. La posta es encontrar lo que a uno le sirva. Lo primero que intenté sacar es la expectativa. En el caso de los sketchs hay algunos que están todos guionados y hay otros que son con una hoja a mano, con listas de chistes o temas. Yo prefiero ir y ver qué pasa en el lugar,. Ver cómo viene vestida la otra persona, que nunca lo sé, y cómo es el lugar, si le entra más el sol o está quemado. Y de ser así meto en el diálogo: ‘¡Uh! ¡Qué solazo!’, y ya se arregla. También la idea es tratar de que sea lo más parecido a la vida real posible. Grabamos con una cámara muy chica, casi sin luces, hay cero invasión. Es como jugar y que se vaya dando solo. El día que se invente una cámara del tamaño de un mosquito, me la voy a querer comprar. Para sumar a esta realidad también elijo trabajar con personas que no actúen profesionalmente, porque aporta en la onda. Cuando alguien no tiene muchas herramientas y lo ponés en una situación así, generalmente sale perfecta la situación, es como que la hace de verdad y surgen reacciones que son rarísimas. Hacer esto es lo que más me divierte en la vida, de verdad. Para mí es medio como una droga, una adicción que tiene ritmos que no son muy sanos, en el sentido de que a veces veo hasta dónde puedo llegar y qué tan rápido lo puedo hacer. Es re liberador sentir que salvaste un poco el día en el último minuto y me genera adrenalina.”

Desde 2015 Aquino pisa fuerte en este circuito y también en el teatro con la obra Antisocial, escrita y protagonizada por él. Es un humor similar a los sketchs, con ironía y cuestionamientos ácidos, pero atravesado por un estilo 100% rockero. La recepción del público es más que buena, y como ya se agotaron las entradas de la función del 14 de junio se agregó otra el 12 de julio en el teatro El Nacional. En un horario que roza la medianoche Guillermo propone un viaje de 90 minutos por el delirio que patea lejos los vaivenes alienados de la semana. En el elenco lo acompañan  Andrés Ciavaglia, Verónica Intile, Paola Rojas y Ximena Seijas.

¿Cómo nació y creció la obra?

La terminé de escribir en 2015 y se estrenó ese año, pero en el texto hay muchos guiños de actualidad que se van cambiando. Antisocial es como el capítulo cero del sketch, escribí la obra y enseguida empecé a hacer el sketch.  La escribí en un momento de crisis, en el que venía trabado creativamente. Estaba en una época de bastantes miedos, de reprimirme y de decir: ‘Tal vez si digo esto van a  pensar que soy así o asá’,y fue un: ‘listo, hagamos todo’. De ahí sale la obra. El personaje que hago se llama Gustavo Aquiles, pero soy el mismo de siempre. Es una especie de alterego, un chabón de treinta y pico que se dio cuenta que el rock le super mintió, que no tiene novia, ni amigos, ni fama y es como la resaca de sí mismo. Todo ese ideal de idiota del rock de la adolescencia lo llevó al fracaso total. Y ahí el chabón se dice a sí mismo: ‘Voy a dejar todo lo malo y me voy a conseguir una novia evangelista’. Se impone que se le acabó la joda y que se va rescatar para siempre, pero sale una última noche a modo de cierre de una etapa de su vida. Tiene cinco reglas: nada de alcohol, nada de drogas, nada de sexo, nada de violencia verbal ni física y nada de fuck you al mundo. Sale con buena onda a conocer gente, pero se cruza con lo peor de lo peor. Así transcurre la obra, derrapando entre el existencialismo y los chistes sobre enfermedades, en pocas palabras es como el sketch pero con anfetaminas.