«La risa es un ejercicio fundamental»

«La risa es un ejercicio fundamental»

Damián “Árabe” Ramil nació el 29 de diciembre de 1969 en el Municipio de Morón. Cuenta con una vasta experiencia en medios de comunicación como Pop RadioTyC SportsRock&PopAmérica TVTelevisión Pública y Radio Nacional, entre otros. Actualmente, con 50 años, es líder de la banda de rock Naranjos y pieza fundamental en “La Negra Pop”, programa radial ganador del Martín Fierro de oro 2019y que va por Pop Radio de lunes a viernes de 9 a 13. Recuerda su infancia, su barrio y sus amistades como si las hubiese experimentado ayer: “Yo vengo de un barrio muy marginal y fui perdiendo a mis amigos. Voy a visitar a mi vieja todavía. Ese barrio es repesado. Pero no deja de ser un barrio obrero. El otro día fui a visitar a mi vieja y dije: `Uff, claro. Uno es un sobreviviente”´, cuenta, entre otras cosas, el “Árabe” en esta entrevista.

¿Te propusiste alguna vez ser humorista?

No, se dio. Empecé a estudiar teatro más clásico. Pero se dio, no sé por qué. Debe ser porque me desenvolví muy bien en la disciplina de la improvisación. Me desenvolví mucho con la respuesta veloz y la adaptación permanente. Me gusta la creación repentina y eso tiene mucho que ver con la radio. Soy un pésimo contador de chistes, en realidad soy creador de situaciones humorísticas.

¿Qué valor le asignás a la risa?

La risa es un ejercicio fundamental. Porque con la risa uno puede reflexionar dónde está parado y dónde está parado en la sociedad. El humor en sí es el ejercicio sano que toda sociedad debe desarrollar.

¿Se volvió difícil hacer reír en tiempos de cuarentena?

No, porque el humor también te abre la puerta del alma. En los momentos más crudos siempre hay un espacio, un rincón, para que entre el humor. Lo que hace es iluminarte, te llena de luz.

¿Considerás que la importancia de los humoristas se acrecentó en estos tiempos?

Siempre tuvieron un rol importante. Desde los añares, antes el teatro lo hacían narradores que iban pueblo por pueblo, eran narradores nómades. Siempre el humor fue algo fundamental para burlarse y criticar. El humor es sobre todo crítica.

¿De dónde surgió el apodo de “Árabe”? 

Surgió en el secundario. Me lo puso el violero de una banda que es conocida, se llama “Ella es tan cargosa”. En el Dorrego de Morón, estábamos hablando de nuestros ancestros y bueno, tanto de parte materna como paterna soy descendiente de árabes, de sirios. Estábamos en un picado de fútbol y escucho que en vez de decirme Damián o flaco, me gritan: “Árabe, pasala”. Me quedó “Árabe” para toda la vida.

Vos lo aceptaste…    

Y,  mirá loco…los apodos no se eligen.

Sos un hombre de barrio. Te pido que recuerdes una anécdota de ese lugar.

No puedo olvidar nunca los potreros, las caminatas en barra hacia los partidos. Teníamos un gran instituto de fútbol. Una de las anécdotas que me acuerdo es que nosotros jugábamos contra un equipo que se llamaba “Estación Garza” que era un club de santiagueños. Eran todos Messi, que no llegaron por esos desatinos del laberinto del destino pero eran muy habilidosos. Nosotros íbamos a confrontar en el campeonato contra esos pibes. Teníamos un gran equipo. Lo que me acuerdo, la imagen de mi infancia, es ese recorrido hacia la cancha robando nísperos de los tapiales que quedaban en la ruta. Era llegar a la cancha y jugar. Un caldo, porque estaban todas las familias de todos nosotros y todo el barrio, con una presión… Ese partido lo ganamos. Sentí ahí que realmente habíamos ganado un partido importante ante un equipazo. Yo tendría 10 u 11 años.

¿Seguís manteniendo lazos con tus amigos de la infancia?

Es una pregunta rara porque…han sobrevivido pocos.. Me queda uno que lo veo, mi amigo “Piturro”, compañero de andanzas y de peleas callejeras, que vive en Rafael Castillo. Otro que se mudó, se fue a Mar del Plata. Y el “Negrito” Urquiza que vive a la vuelta de la casa de mi vieja. Los demás los fui perdiendo.

La parte mala de la calle, la que no nos gusta ver, que siempre estuvo y está es el hambre de los pibes que caminan descalzos. ¿Qué opinás al respecto?

Pienso que es el resultado de lo que somos como sociedad. Somos una sociedad miserable. La sociedad que construimos es despareja, desigual y llena de inequidades. Es imperdonable que sigamos en este rumbo, que nenitos se caguen de hambre, que gente viva en la calle. Son postales vivas muy tristes, pero lamentablemente esta sociedad ha hecho que nosotros mismos estemos adormecidos para tomar verdadera consciencia de la tragedia que seguimos construyendo todos.

¿Qué sentís al hacer radio con la “Negra” y Vernaci, Humberto Tortonese?

Primero, es un placer inesperado. Segundo, es la confirmación de que algo hicimos bien porque que te llama la “Negra” Vernaci…La “Negra” Vernaci, es inmensa, ¿sabés por qué?

¿Por qué?  

Es inmensa no sólo por lo que uno escucha en la radio sino por lo que es: una persona generosa, solidaria. A mí me echaron de una radio después de 20 años de trabajo, sin indemnización, de un día para el otro, sin previo aviso, y al otro día, el primer llamado que tuve a las 10 de la mañana, fue de la “Negra” Vernaci. Y yo no era amigo de ella. Nos conocimos y cruzábamos en los pasillos. Yo trabajaba con Juan Di Natale, veinte años en la Rock&Pop .El primer llamado que tuve al otro día cuando me desperté fue de la “Negra” Vernaci ¿Sabés que me dijo?

¿Qué te dijo?

“Que injusticia ‘Árabe’. No te preocupes, vamos a trabajar juntos. Quiero volver a convocar a Humberto y te quiero convocar a vos. Vamos armar un dream team, quiero que vos me traigas todo lo tuyo. Vamos hacer un programa imparable». Boludo…a los meses estoy sentado en esa mesa ¡que es una Ferrari! ¿Me entendes lo que es trabajar ahí? Porque nosotros no tenemos guion.

Y sin embargo sale perfecto…   

Porque son unos genios. Uno aporta lo de uno, la experiencia y el oficio pero…Vos me estás haciendo una nota a mí, pero no tenés dimensión de lo que es trabajar con esos monstruos, ni yo la tengo. A veces me sorprendo viéndome ahí y disfruto como un nene. Porque la “Negra” es un prócer viviente. Y Humberto es tremendo, es el tipo del “Parakultural”, con una cabeza y una gracia única. Tengo la fortuna de estar laburando con ellos.

Sos furor con “Machuca” ¿de dónde salió ese personaje? 

Hay mucha gente que lo conoce ahora a “Machuca”. Fue el primer personaje que hice en la Rock&Pop y la gente pensaba que era un pibe. Existe, es un pibe de mi barrio, lo llené tanto de vida que se separó de mí. Tiene vida propia. En Rock&Pop, “Machuca” llamaba desde un teléfono público a un programa que se llamaba “Ante todo mucha calma”. Vendía tortillas santiagueñas al costado de la ruta. A “Machuca” le pongo todas las aventuras que yo viví en mi infancia. Mucha gente lo conoce ahora en una faceta, pero “Machuca” es más de lo que se escucha en la “Negra”.

Transmite lo que vive gran parte de la sociedad. Cuenta lo que vive la calle

Es que “Machuca” vive. Te lo puedo asegurar. Soy yo en mi infancia. Es la parte viva de mi barrio que todavía no me olvido.

Naranjos

“Naranjos” es una banda que comenzó en el rock under y que cuenta con la voz de Ramil. Tiene varios discos de producción propia: Morirai” (2002), Vivrai (2006), Existe (2009), Todas las horas del tiempo (2013), un CD que se grabó en vivo en el Teatro de Morón (2016), y El misterio y la fe” (2019). Hoy la banda disfruta de la popularidad en los barrios del conurbano y de sonar en los parlantes de las radios más importantes del país. Su formación se completa con Ignacio “Nacho” Rodríguez en guitarra, Bruno Badaracco en bajo y Fernando “Eche” Echeverría en batería.

¿Desde cuándo  te gusta la música?

La música me gustó desde siempre. Tengo de mi infancia recuerdos musicales. Recuerdo los discos que escuchaban mis viejos en un tocadiscos: folklore, música clásica. Todavía aún conservo los discos de vinilo de mi viejo que era una colección de música clásica. Los de Chopin, o los discos de folklore de mi vieja. Pero el bicho de la música me picó en el año 98’. Yo hacía escenografías para bandas, a Los Caballeros de la Quema, les presenté dos discos: Perros perros y perros, en Dr. Jekyll, y La paciencia de la araña, en Parque Sarmiento.

¿Qué canción recordas de tu infancia?

Canciones de mi infancia…es que es muy loco. Me quedaron grabadas canciones que escuchaban  mis viejos, de Troilo y Goyeneche. Me quedó muy grabada “En esta tarde gris”.

Intuyo que el tango está desde tu infancia…         

Sí, lo que me acercó al tango fue la radio. En la adolescencia me quedaba hurgando el dial y ahí me encontraba con las versiones de tango. Me hice fanático del tango “Las cuarenta”.

¿A qué edad empezaste a dedicarte a la música?

En el 1998 le hacía escenografía a Los Caballeros de la Quema. Ellos ensayaban en mi casa, en mi garaje. Tuvieron un show con León Gieco y subí porque Gieco dijo “que suban todos los que trabajaron en la fecha”. Fue en un Buenos Aires Vivo, había como 100.000 personas, era una locura al aire libre, gratis. Cuando subí, vi las energías que tienen y dije “yo tengo que tener una banda”. Me picó el bichito. Y en otra fecha, que estaba haciendo la escenografía en El Purgatorio para los Pérez García, vi un pibe que estaba probando el sonido y le dije que quería tener una banda. Ahí empezamos con “Naranjos”.  

¿Cómo se adaptaron a los tiempos que corren de pandemia para seguir difundiendo sus materiales?

Con aplicaciones. Cada uno tiene un mini estudio en la casa, nos pasamos las bases, las guitarras, las voces. Seguimos permanentemente conectados todos los días. Si tiene una particularidad Naranjos es que nunca paró. Ensayamos desde hace 22 años, tres veces por semana como mínimo. Ahora que no podemos encontrarnos, nos hablamos todos los días. Hasta vamos a estrenar un tema próximamente.

¿Es difícil producir en tiempos de cuarentena?

No. Lo que es difícil es ensayar en vivo. Entonces nos adaptamos a dificultades, siempre fuimos una banda que se adaptó a la dificultad.

¿A quiénes consideras como máximos exponentes del rock nacional?

Es muy difícil. Pero te digo “Pescado Rabioso”, “Pappo Blues” y “Redondos de Ricota”.

Completá la siguiente frase: la música es…

Aay.-. la música es… (piensa) la magia inevitable. El portal…de un viaje existencial.

Siguiente frase: el humor es…    

Ooh.. un arma…eso es el humor

Damián “Árabe” Ramil es…

(Silencio).  Damián “Árabe” Ramil es un pibe que nació en un potrero y no deja de sorprenderse nunca. Eso soy.

Vida y milagro del IFE

Vida y milagro del IFE

 El arribo del Coronavirus a suelo argentino activó el sensor de distintas alarmas que preocupaban al Gobierno nacional y a los ciudadanos. El aislamiento, como única medida lógica y posible en el inminente contexto, llevó a los sujetos a resguardarse en sus hogares. Si bien, desde un principio, se estableció la división entre trabajadores esenciales y no esenciales, la dinámica de la economía diaria se frenó abruptamente para todos los escalones sociales. Entre distintas problemáticas que se profundizaron, y otras que se agudizaron, el Ingreso Familiar de Emergencia llegó con la idea de tapar algunos agujeros. Ante un entorno nuevo surgieron las inevitables preguntas: ¿Fue suficiente el monto del IFE? ¿Fue correcta la forma en que se decidió entregarlo? ¿Qué tan útil resultó ser? ¿Qué consecuencias económicas dejará la pandemia a nivel global y nacional?

 Juan Alberto Enrique, economista y columnista televisivo, analizó la medida: “Es inédito el esfuerzo. Son 90 mil millones de pesos. Es admirable, sobre todo los sectores más bajos. Está bueno que el derrame arranque de abajo para arriba. Eso hizo que la economía no se haya derrumbado aún más. Creo que debería seguir un poco más la ayuda para todo el país. Cuando no hay actividad económica se frena la velocidad del dinero, y la tenés que recomponer con emisión monetaria. Creo que el monto debería ir a $15.000 por lo menos”.

En este sentido, Hugo Bedecarras, docente de la carrera Trabajo Social en la Universidad Nacional de Moreno, opinó: El IFE era una decisión indispensable para sostener y garantizar las necesidades mínimas y básicas de alimentación. Luego de cuatro años de un modelo de Estado empresarial, donde generó condiciones de extrema pobreza, se instaló un aislamiento social obligatorio, donde vastos sectores de la población (muchos de ellos invisibilizados), estuvieron postergados y sin acceso a condiciones mínimas de subsistencia, fue condición indispensable generar recursos para que puedan acceder los alimentos necesarios para sobrevivir”.

El gobierno estimaba en tres millones de personas los beneficiarios del IFE. Finalmente fueron casi nueve millones.

  Ante la imposibilidad de poder ejercer la actividad laboral, o en el mejor de los casos cumplir con dicha obligación y no sufrir una quita considerable del salario, surgió una cuestión que giró más en torno del seno familiar que del núcleo político: ¿Hasta qué punto es suficiente un bono de 10.000 pesos para sostener los gastos de una familia? Juan Enrique consideró: No, no es suficiente. Pero bueno, algo es algo. Creo que el Estado puede hacer mucho más. Recién estaba cruzando mensajes con gente del Gobierno y les estoy diciendo que los bancos que tienen colocados 2.4 billones de pesos en el Banco Central con una tasa del 38%, podrían obligarlos a prestar a tasa 0% a la gente que no cierre los comercios. Para que por lo menos en dos meses tomen ese crédito  de 0% a pagar recién el año que viene y poder pagar alquileres, costos y así más o menos mantener la economía. Sería algo inédito para una situación inédita”.

El IFE se trató de una medida para ayudar o colaborar con una parte de los gastos familiares. Bedecarras, más empapado con los barrios carenciados del oeste del conurbano bonaerense, explicó: “Me parece muy escaso, es insuficiente ese importe, las familias tienen que complementarlo con la concurrencia a comedores barriales y comunitarios, con la entrega de mercadería a través de las escuelas, o violar la cuarentena para salir a conseguir un poco más de ingresos que permita una alimentación mínima y suficiente. Me parece un importe escaso. Pero absolutamente indispensable”. 

  Según un informe de la Organización Internacional del Trabajo en su sitio web, la crisis económica que se generó con la pandemia trajo consigo la incapacidad de generar sustento a casi 1.600 millones de trabajadores de la economía informal del mundo. En esta línea, la OIT y la Comisión Económica Para América Latina y Caribe (CEPAL) en relación a los niños, niñas y adolescentes (comprendidos dentro de los 5 y 17 años) analizó la concreta posibilidad del incremento del trabajo infantil. Éste podría aumentar entre 1 y 3 puntos porcentuales en la región, es decir, que entre 109.000 y 326.000 niños y niñas podrían entrar al mercado laboral infantil. Frente a esta dura realidad, el IFE recobra valor y es uno de los bastiones para dar pelea a la crisis económica en Argentina.

Pablo Tavilla, Director General del Departamento de Economía y Administración en la Universidad Nacional de Moreno y docente en la UBA se expresó en relación a lo que significa el IFE: “Estaría bueno que sea un monto mayor o se cobrara con mayor asiduidad. Porque ante un periodo de recisión y de insuficiencia de gasto yo lo hubiese pagado más veces. Esto responde a una idea de cómo veo yo las relaciones causales en la economía, de la importancia de la demanda para poner en marcha la rueda. Pero en general no tengo grandes críticas a la medida”.

El Estado lleva aportados 90.000 millones de pesos en el IFE.

  El bono de 10.000 pesos, como ya se dijo, resultó ser para las autoridades una herramienta útil para evitar que la crisis se profundizara aún más. Pero, ¿cómo lo han tomado las personas que cobraron esta ayuda? Gastón Amestoy, de 27 años,  quien vive en el Partido de Lezama, expresó: “La medida la tomé más que positiva. Somos muchísimos los que nos encontramos trabajando en la informalidad, con escasa cobertura médica y cobro de aguinaldos, por ejemplo. Entiendo que no es un plan social sino una ayuda por un tiempo determinado. Ojalá sirva para sentar bases de la realidad que vivimos los no reconocidos por el sistema”.

Rocío Parra, de 23 años, que vive a 216 km de distancia de Gastón, en General Rodríguez, consideró: “En un principio, cuando estábamos empezando la cuarentena, y se comenzó a hablar del IFE me pareció una idea genial. Incluso ahora, un poco más avanzada la cuarentena, es una ayuda muy importante la que estamos teniendo porque, por ejemplo, yo desde que empezó la cuarentena estoy desempleada, trabajo como fotógrafa y mi labor vinculada a lo social está 100 por ciento afectada y no tengo una fecha específica de retorno. Así que a mí, por lo menos, me sirvió muchísimo”. 

 Uno de los puntos que mayor repercusión y debate generó fue la disposición del cobro. Las casi nueve millones de personas que supieron cobrarlo, debieron cargar una cuenta de CBU (Clave Bancaria Uniforme) en la página de Anses para cruzar sus datos con los del organismo. Una vez realizado este paso, se les notificó mediante mensaje de texto el día del cobro para retirar en la sucursal bancaria más cercana a través de cajero automático. En este punto, Gonzalo Bouza, de 37 años,  de Merlo, respondió: “Está un poco mal organizada. Tendría que tener un poco más de orden en las filas de los bancos”. Por último, Gastón detalló: “Tuvo sus baches. Es entendible por la cantidad de gente que lo solicitó. Calcularon que era mucho menor el número de personas que se encontraban en una situación de vulnerabilidad laboral y pérdida de derechos. Las distintas formas de pago del primer IFE fueron buenas. La segunda es un poco más compleja. Por ejemplo, yo quedé sin posibilidad de hacer el cambio de domicilio del que figura en mi DNI, y para este nuevo pago presencial en banco estoy a 300 km (antiguamente residía en Ituzaingó). Tengo que ver cómo lo cobro. Aún no me han informado”.

La pandemia provocó la incapacidad de autosustentarse a 1.600 millones de trabajadores informales del mundo.

  Hasta el mes de julio, los beneficiados, cobraron dos bonos referentes a los meses de abril y mayo. El tercer IFE (correspondiente al mes de junio) se cobró entre fines de agosto y principios de septiembre. ¿Qué tan importante sería que la ayuda económica se siga manteniendo para las familias compuestas por trabajadores no esenciales, o que han quedado desempleados, una vez que finalice la cuarentena? Rocío Parra reconoció: Me parece importante que se siga sosteniendo de manera prolongada, ya que no es que se levanta la cuarentena y todos empezamos hacer vida normal. Hay trabajos que van a empezar después de otros y considero que hay mucha gente que perdió su trabajo lamentablemente por empresas que cerraron, otros que no pudieron sostener sus Pymes,  y va a ser difícil retomar la rueda de la economía. Mucha gente va a estar buscando trabajo y el IFE es una buena manera de ayudar a la gente. Es necesario, primero, para que se active la economía y, segundo, es un incentivo para empezar de nuevo desde abajo para retomar el país que una vez tuvimos”.

  Sin dudas, la problemática de reconstruir puestos laborales para tanta gente será de los desafíos más arduos para el Gobierno. Gastón, desde Lezama, respondió: “Sería bueno que siga hasta que se genere la posibilidad del trabajo formal. Va a ser muy difícil encontrar un mercado laboral bueno después de toda esta situación tan compleja”. 

«La risa es un ejercicio fundamental»

«La risa es un ejercicio fundamental»

Damián “Árabe” Ramil nació el 29 de diciembre de 1969 en el Municipio de Morón. Cuenta con una vasta experiencia en medios de comunicación como Pop Radio, TyC Sports, Rock&Pop, América TV, Televisión Pública y Radio Nacional, entre otros. Actualmente, con 50 años, es líder de la banda de rock Naranjos y pieza fundamental en “La Negra Pop”, programa radial ganador del Martín Fierro de oro 2019y que va por Pop Radio de lunes a viernes de 9 a 13. Recuerda su infancia, su barrio y sus amistades como si las hubiese experimentado ayer: “Yo vengo de un barrio muy marginal y fui perdiendo a mis amigos. Voy a visitar a mi vieja todavía. Ese barrio es repesado. Pero no deja de ser un barrio obrero. El otro día fui a visitar a mi vieja y dije: `Uff, claro. Uno es un sobreviviente”´, cuenta, entre otras cosas, el “Árabe” en esta entrevista.

¿Te propusiste alguna vez ser humorista?

No, se dio. Empecé a estudiar teatro más clásico. Pero se dio, no sé por qué. Debe ser porque me desenvolví muy bien en la disciplina de la improvisación. Me desenvolví mucho con la respuesta veloz y la adaptación permanente. Me gusta la creación repentina y eso tiene mucho que ver con la radio. Soy un pésimo contador de chistes, en realidad soy creador de situaciones humorísticas.

¿Qué valor le asignás a la risa?

La risa es un ejercicio fundamental. Porque con la risa uno puede reflexionar dónde está parado y dónde está parado en la sociedad. El humor en sí es el ejercicio sano que toda sociedad debe desarrollar.

¿Se volvió difícil hacer reír en tiempos de cuarentena?

No, porque el humor también te abre la puerta del alma. En los momentos más crudos siempre hay un espacio, un rincón, para que entre el humor. Lo que hace es iluminarte, te llena de luz.

¿Considerás que la importancia de los humoristas se acrecentó en estos tiempos?

Siempre tuvieron un rol importante. Desde los añares, antes el teatro lo hacían narradores que iban pueblo por pueblo, eran narradores nómades. Siempre el humor fue algo fundamental para burlarse y criticar. El humor es sobre todo crítica.

¿De dónde surgió el apodo de “Árabe”? 

Surgió en el secundario. Me lo puso el violero de una banda que es conocida, se llama “Ella es tan cargosa”. En el Dorrego de Morón, estábamos hablando de nuestros ancestros y bueno, tanto de parte materna como paterna soy descendiente de árabes, de sirios. Estábamos en un picado de fútbol y escucho que en vez de decirme Damián o flaco, me gritan: “Árabe, pasala”. Me quedó “Árabe” para toda la vida.

Vos lo aceptaste…    

Y,  mirá loco…los apodos no se eligen.

Sos un hombre de barrio. Te pido que recuerdes una anécdota de ese lugar.

No puedo olvidar nunca los potreros, las caminatas en barra hacia los partidos. Teníamos un gran instituto de fútbol. Una de las anécdotas que me acuerdo es que nosotros jugábamos contra un equipo que se llamaba “Estación Garza” que era un club de santiagueños. Eran todos Messi, que no llegaron por esos desatinos del laberinto del destino pero eran muy habilidosos. Nosotros íbamos a confrontar en el campeonato contra esos pibes. Teníamos un gran equipo. Lo que me acuerdo, la imagen de mi infancia, es ese recorrido hacia la cancha robando nísperos de los tapiales que quedaban en la ruta. Era llegar a la cancha y jugar. Un caldo, porque estaban todas las familias de todos nosotros y todo el barrio, con una presión… Ese partido lo ganamos. Sentí ahí que realmente habíamos ganado un partido importante ante un equipazo. Yo tendría 10 u 11 años.

¿Seguís manteniendo lazos con tus amigos de la infancia?

Es una pregunta rara porque…han sobrevivido pocos.. Me queda uno que lo veo, mi amigo “Piturro”, compañero de andanzas y de peleas callejeras, que vive en Rafael Castillo. Otro que se mudó, se fue a Mar del Plata. Y el “Negrito” Urquiza que vive a la vuelta de la casa de mi vieja. Los demás los fui perdiendo.

La parte mala de la calle, la que no nos gusta ver, que siempre estuvo y está es el hambre de los pibes que caminan descalzos. ¿Qué opinás al respecto?

Pienso que es el resultado de lo que somos como sociedad. Somos una sociedad miserable. La sociedad que construimos es despareja, desigual y llena de inequidades. Es imperdonable que sigamos en este rumbo, que nenitos se caguen de hambre, que gente viva en la calle. Son postales vivas muy tristes, pero lamentablemente esta sociedad ha hecho que nosotros mismos estemos adormecidos para tomar verdadera consciencia de la tragedia que seguimos construyendo todos.

¿Qué sentís al hacer radio con la “Negra” y Vernaci, Humberto Tortonese?

Primero, es un placer inesperado. Segundo, es la confirmación de que algo hicimos bien porque que te llama la “Negra” Vernaci…La “Negra” Vernaci, es inmensa, ¿sabés por qué?

¿Por qué?  

Es inmensa no sólo por lo que uno escucha en la radio sino por lo que es: una persona generosa, solidaria. A mí me echaron de una radio después de 20 años de trabajo, sin indemnización, de un día para el otro, sin previo aviso, y al otro día, el primer llamado que tuve a las 10 de la mañana, fue de la “Negra” Vernaci. Y yo no era amigo de ella. Nos conocimos y cruzábamos en los pasillos. Yo trabajaba con Juan Di Natale, veinte años en la Rock&Pop .El primer llamado que tuve al otro día cuando me desperté fue de la “Negra” Vernaci ¿Sabés que me dijo?

¿Qué te dijo?

“Que injusticia ‘Árabe’. No te preocupes, vamos a trabajar juntos. Quiero volver a convocar a Humberto y te quiero convocar a vos. Vamos armar un dream team, quiero que vos me traigas todo lo tuyo. Vamos hacer un programa imparable». Boludo…a los meses estoy sentado en esa mesa ¡que es una Ferrari! ¿Me entendes lo que es trabajar ahí? Porque nosotros no tenemos guion.

Y sin embargo sale perfecto…   

Porque son unos genios. Uno aporta lo de uno, la experiencia y el oficio pero…Vos me estás haciendo una nota a mí, pero no tenés dimensión de lo que es trabajar con esos monstruos, ni yo la tengo. A veces me sorprendo viéndome ahí y disfruto como un nene. Porque la “Negra” es un prócer viviente. Y Humberto es tremendo, es el tipo del “Parakultural”, con una cabeza y una gracia única. Tengo la fortuna de estar laburando con ellos.

Sos furor con “Machuca” ¿de dónde salió ese personaje? 

Hay mucha gente que lo conoce ahora a “Machuca”. Fue el primer personaje que hice en la Rock&Pop y la gente pensaba que era un pibe. Existe, es un pibe de mi barrio, lo llené tanto de vida que se separó de mí. Tiene vida propia. En Rock&Pop, “Machuca” llamaba desde un teléfono público a un programa que se llamaba “Ante todo mucha calma”. Vendía tortillas santiagueñas al costado de la ruta. A “Machuca” le pongo todas las aventuras que yo viví en mi infancia. Mucha gente lo conoce ahora en una faceta, pero “Machuca” es más de lo que se escucha en la “Negra”.

Transmite lo que vive gran parte de la sociedad. Cuenta lo que vive la calle

Es que “Machuca” vive. Te lo puedo asegurar. Soy yo en mi infancia. Es la parte viva de mi barrio que todavía no me olvido.

Naranjos

“Naranjos” es una banda que comenzó en el rock under y que cuenta con la voz de Ramil. Tiene varios discos de producción propia: Morirai” (2002), Vivrai (2006), Existe (2009), Todas las horas del tiempo (2013), un CD que se grabó en vivo en el Teatro de Morón (2016), y El misterio y la fe” (2019). Hoy la banda disfruta de la popularidad en los barrios del conurbano y de sonar en los parlantes de las radios más importantes del país. Su formación se completa con Ignacio “Nacho” Rodríguez en guitarra, Bruno Badaracco en bajo y Fernando “Eche” Echeverría en batería.

¿Desde cuándo  te gusta la música?

La música me gustó desde siempre. Tengo de mi infancia recuerdos musicales. Recuerdo los discos que escuchaban mis viejos en un tocadiscos: folklore, música clásica. Todavía aún conservo los discos de vinilo de mi viejo que era una colección de música clásica. Los de Chopin, o los discos de folklore de mi vieja. Pero el bicho de la música me picó en el año 98’. Yo hacía escenografías para bandas, a Los Caballeros de la Quema, les presenté dos discos: Perros perros y perros, en Dr. Jekyll, y La paciencia de la araña, en Parque Sarmiento.

¿Qué canción recordas de tu infancia?

Canciones de mi infancia…es que es muy loco. Me quedaron grabadas canciones que escuchaban  mis viejos, de Troilo y Goyeneche. Me quedó muy grabada “En esta tarde gris”.

Intuyo que el tango está desde tu infancia…         

Sí, lo que me acercó al tango fue la radio. En la adolescencia me quedaba hurgando el dial y ahí me encontraba con las versiones de tango. Me hice fanático del tango “Las cuarenta”.

¿A qué edad empezaste a dedicarte a la música?

En el 1998 le hacía escenografía a Los Caballeros de la Quema. Ellos ensayaban en mi casa, en mi garaje. Tuvieron un show con León Gieco y subí porque Gieco dijo “que suban todos los que trabajaron en la fecha”. Fue en un Buenos Aires Vivo, había como 100.000 personas, era una locura al aire libre, gratis. Cuando subí, vi las energías que tienen y dije “yo tengo que tener una banda”. Me picó el bichito. Y en otra fecha, que estaba haciendo la escenografía en El Purgatorio para los Pérez García, vi un pibe que estaba probando el sonido y le dije que quería tener una banda. Ahí empezamos con “Naranjos”.  

¿Cómo se adaptaron a los tiempos que corren de pandemia para seguir difundiendo sus materiales?

Con aplicaciones. Cada uno tiene un mini estudio en la casa, nos pasamos las bases, las guitarras, las voces. Seguimos permanentemente conectados todos los días. Si tiene una particularidad Naranjos es que nunca paró. Ensayamos desde hace 22 años, tres veces por semana como mínimo. Ahora que no podemos encontrarnos, nos hablamos todos los días. Hasta vamos a estrenar un tema próximamente.

¿Es difícil producir en tiempos de cuarentena?

No. Lo que es difícil es ensayar en vivo. Entonces nos adaptamos a dificultades, siempre fuimos una banda que se adaptó a la dificultad.

¿A quiénes consideras como máximos exponentes del rock nacional?

Es muy difícil. Pero te digo “Pescado Rabioso”, “Pappo Blues” y “Redondos de Ricota”.

Completá la siguiente frase: la música es…

Aay.-. la música es… (piensa) la magia inevitable. El portal…de un viaje existencial.

Siguiente frase: el humor es…    

Ooh.. un arma…eso es el humor

Damián “Árabe” Ramil es…

(Silencio).  Damián “Árabe” Ramil es un pibe que nació en un potrero y no deja de sorprenderse nunca. Eso soy.