Por Lucía Jauzat
Fotografía: Roman von Eckstein y Eduardo Farre TELAM

A 40 años de la Guerra del Atlántico sur, el pasado 3 de enero el sitio web Declassified UK reveló documentos secretos en donde surge que los ingleses enviaron 31 armas nucleares distribuídas entre buques y portaaviones. ¿Qué hay detrás de la noticia?

Este 2022 se cumple el 40 aniversario de la Guerra de Malvinas, con esa información desclasificada que llevaba el sello de ultrasecreta, el sitio web Declassified UK dio a conocer que durante el enfrentamiento armado, Margaret Thatcher movilizó 31 armas nucleares.  El artículo está firmado por  Richard Norton-Taylor, quién se desempeñó como editor en The Guardian en temas de seguridad y defensa por tres décadas, uno de los medios elegidos por Julian Assange en 2010 para denunciar los crímenes de guerra en la incursión estadounidense en Afganistán.

“Era sabido que parte de la flota inglesa tenía capacidad atómica y que en caso de que Inglaterra se viera obstaculizada a recuperar las Malvinas, hubiera recurrido, quizás en forma de amedrentamiento, al uso de tecnología nuclear. La novedad es la cantidad de armas que trajeron”, señala sorprendido Francisco “Pancho” Pestanha, especialista en Malvinas y director del Departamento de Planificación y Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Lanús.

La desclasificación de esta información despierta dudas sobre de los motivos de la misma. Se barajaron teorías acerca de que uno de los contenedores de esas armas estuviera dañado. Leonardo Nitti, Ingeniero aeronáutico, explica que es probable la existencia de esas armas en buques con alguna avería. “Suele pasar en este tipo de operaciones explica en referencia al conflicto. No debería de ser normal, se trata de evitar, pero pasa todo el tiempo”. De todas formas, sostiene que es algo muy difícil de comprobar y que la contaminación producida sería algo muy puntual.

Hipótesis 

Otro de los mitos acerca del posible uso de armas atómicas durante el enfrentamiento fue la mención de un plan para bombardear la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA) y la Escuela de Suboficiales cerca de la ciudad de Córdoba. Nitti afirma que debido a que el armamento estaba diseñado para usar en el campo de batalla y se lo considera de tipo táctico, no estratégico, se trata de hipótesis poco probables. Cabe recordar que la escuadrilla aérea argentina, con los reconocidos aviones Pucará,  escribió una bitácora aparte de las miserias sufridas por soldados desprovistos de insumos mínimos como  ropa y comida, que preocupó a los enemigos.

El ataque sobre Malvinas comenzó el 2 de abril de 1982, durante el último golpe cívico-militar. La acción bélica  fue el último suspiro de la dictadura durante el gobierno de Leopoldo Galtieri. Así logó borrar con violencia lo único que conocía el trabajo diplomático llevado a cabo desde la ocupación ilegal de las islas por parte de Gran Bretaña, en 1833. 

En aquel momento, Argentina no contaba con ningún tipo de tecnología nuclear pero teniendo en cuenta que el enfrentamiento estuvo enmarcado en el contexto mundial de la Guerra Fría y por las relaciones y alianzas militares determinadas por La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), existe la posibilidad de que los ingleses hubieran tomado recaudos en caso de que nuestro país recibiera ayuda de la Unión Soviética (URSS) o Cuba. Todo en el supuesto caso de que la guerra escalara a nivel mundial.

Existe algo que se llama el poder disuasorio: se rumoreaba para que lo supieran los argentinos pero era evidente que ese arsenal disuasorio era algo en conocimiento de la URSS”, sostiene Federico Lorenz, historiador y ex director del Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur.

¿Por qué Gran Bretaña reflota el tema?

Daniel Blinder, magíster en Defensa Nacional e investigador del CONICET, sostiene que es posible que los británicos dieran a conocer la cantidad de armas que tenían en aquel entonces, para dar un mensaje: “Estos son los dientes que tenemos”..

Pestanha concuerda y advierte que la noticia se da en un contexto de remalvinización de la agenda del Gobierno nacional y “una nueva conciencia, no sólo sobre la importancia del despojo de las islas sino también sobre su posición estratégica y la posible  proyección hacia la Antártida”. Para el profesor de la UNLA  “se vienen tiempos geopolíticos donde el Atlántico  Sur y la Antártida van a ser cuestión de disputa”. Por otra parte, Niti descarta que se trate de una advertencia ya que en la actualidad no hay ninguna posibilidad de conflicto armado entre Inglaterra y Argentina, en relación a Malvinas.

El archipiélago en disputa es un enclave fundamental que permite tener presencia en el Atlántico Sur, explotar sus recursos naturales y ayudaría en un futuro reclamo sobre el continente antártico. “No creo que la  desclasificación sea una advertencia porque es algo que ya era sabido. No me extrañaría que hubiera una bomba guardada en Malvinas porque es una base de operaciones cercana a la Antártida”, agrega Nitti.

Según el Ingeniero aeronaval, en este momento, en el caso de una escalada de conflicto a nivel mundial, Argentina es un blanco prioritario debido a que en el 2017 se instaló en Neuquén, la Estación de Espacio Lejano perteneciente a la Administración Espacial Nacional China. Se trata de una base de investigación que sirve para monitorear satélites de uso civil. Está ubicada en un lugar geográfico que favorece la observación de cuerpos celestes y allí se podrían monitorear hipotéticos misiles. De todas formas, aclara que “para llegar a un conflicto atómico, tiene que tratarse de una situación de mucha magnitud y que “es un último recurso, de hecho no se volvió a utilizar desde la Segunda Guerra Mundial”.

Fuerzas Armadas 

Luego de la última dictadura, en Argentina hubo una decisión política de desmantelar las Fuerzas Armadas para darle una impronta con formación democrática. Además, existe presión internacional para “evitar el desarrollo normal de las fuerzas armadas continúa Nitti y en este momento no tenemos ninguna capacidad disuasiva”.

En el último tiempo, los gobiernos comenzaron a revertir la situación, no porque haya un conflicto cercano sino para asegurar, como mínimo, las fronteras terrestres, y el espacio aéreo y marítimo. En septiembre del 2020, se creó el Fondo para la Defensa (FONDEF): una parte del presupuesto nacional se destina a la compra de insumos como aviones, tanques, camiones y helicópteros. Por otra parte, se plantea la reapertura de la Base Petrel en la Antártida. “Con el FONDEF hay una búsqueda de reequipamiento, se logró una recuperación de ciertas capacidades pero no es peligroso para el Reino Unido”, destaca Blinder.

Nitti cuenta que, en el caso de que el Gobierno nacional lo desee, Argentina tiene la tecnología como para desarrollar su propia arma nuclear: “No una bomba pero otro tipo de armas, por ejemplo un submarino propulsado por energía atómica”. En cuanto al capital humano, el ingeniero dice que en este momento hay mucha gente que se va: “Alguien que tiene una carrera además de la militar le conviene trabajar afuera”.

Este año se cumplen 40 años del conflicto armado y ese mismo el 3 de enero de la revelación nuclear, el gobierno argentino lanzó la Agenda de Malvinas 40 años, una plataforma donde se pueden conocer todas las actividades que se llevarán a cabo a lo largo del año para reivindicar a los héroes nacionales y seguir reclamando el derecho soberano sobre el territorio.