Por Mariana Ruiz
Fotografía: Daniela Collque, Sabrina Nicotra

El último informe de la Agencia Nacional de Seguridad Vial del Ministerio de Transporte releva que durante 2020 se registraron 2.784 siniestros fatales en los que 3.138 personas perdieron la vida. Menos que en periodos anteriores pero con números siempre elevados, en un gran número producto de “picadas” automovilísticas. 

Carteles, pinturas en el asfalto, en una ruta. Bicicletas colgadas en el tronco de un árbol, nombres de personas y fechas son señales de que algo pasó y ahí se quedó.  El lema: “No queremos una estrella más en el cielo” es la campaña de concientización que la Asociación Madres del Dolor lleva adelante para prevenir hechos viales. 

Si vas caminando por la calle y elevas la vista, probablemente te encuentres con una estrella amarilla o una bicicleta, con un nombre y una fecha. Seguro no sepas quién es esa persona, qué hacía o cómo era. Tampoco quién era su familia, sus amigos y qué pasó ahí.

Madres del Dolor fue creada el 10 de diciembre de 2004 con la finalidad de promover y consolidar la prestación de la justicia, brindar servicios de asistencia y constituir un foro de defensa de los derechos y la seguridad ciudadana. Las fundadoras han perdido a sus hijos en diferentes hechos de violencia que lejos están de calificarse como simples accidentes de tránsito. Una de las integrantes es Viviam Perrone, mamá de Kevin Sedano.

Kevin, de 14 años, fue atropellado, abandonado y muerto por Eduardo Sukiassian el 1 de mayo del 2002. A partir de ese trágico momento, Viviam comenzó una larga lucha para pedir justicia por su hijo.

La labor de Viviam está enfocada en visibilizar violaciones a las reglas de tránsito que provocan muertes evitables, algo que se ha incrementado en forma excesiva. Teresa Mellano, mamá de Paolo Mellano, atropellado en una picada el 21 de septiembre de 2003, vio que en Colombia para recordar a las víctimas de tránsito pintaron y colocaron carteles con cruces negras. 

“A nosotras nos pareció mejor la estrella amarilla con el lema «No queremos más una estrella en el cielo» y con el color amarillo, que es el que se usa en la prevención de  tragedias viales”, explica Viviam.

“Nosotras no utilizamos la palabra accidente porque la mayoría de los casos son totalmente prevenibles. Un accidente es algo que vos no podés evitar. En cambio, la mayoría de estos hechos son totalmente evitables. Entonces, colocamos el cartel estrella amarilla para prevenir otros casos”, agrega Viviam.

Cinco puntas

“La Estrella tiene en cada punta una palabra: Memoria, Prevención, Ley, Justicia y Educación”, cuenta Viviam. En cada hecho vial se repetían, por eso las madres fundadoras las eligieron para comunicarse. La representante de Madres de Dolor lo sintetiza en cinco puntos:
1)
“Memoria para nuestros seres queridos, muchos de ellos tenían muchos sueños por delante.” 

2) “Justicia porque no queremos venganza, sino que la justicia sirva para levantar los pedazos que quedaron de nuestras familias y volver a armarla en una nueva vida, nueva familia, porque todo hay que construirlo desde cero. Lamentablemente casi nunca se hace presente.” 

3) “Prevención, que sea llamativa y llame la atención.”

4) “La Ley estaría emparentada con la justicia”

5) “Educación porque sentimos que todavía hay mucha gente que no sabe lo que significa la estrella”.

“En la bici va una vida” hay gente que pone la bicicleta y la estrella porque también es un hecho vial. La verdad es que no queremos llenar las ciudades y el país con estrellas, bicicletas, lo que queremos es que no existan”, concluye la referente de Madres del Dolor.

Señales

La muerte de Kevin Sedano fue un caso que ningún medio cubrió. Viviam necesitaba saber quién había atropellado a su hijo, qué pasó, por qué se escapó y encontrar al responsable. 

Hoy, cuando alguien se escapa rápidamente, la prensa cubre la noticia. “En ese entonces no había tanta cámara. Nos acompañan los medios, la gente comprende que realmente son evitables; y, la gente sabe que no hay que correr picadas, que no hay que estar conduciendo en estado de ebriedad”, analiza Viviam sobre las dificultades iniciales y los cambios propios de entornos urbanos con muchas cámaras de seguridad..  

Las estrellas amarillas empezaron en 2006. En Vicente López se colocó la primera, fue la de Paolo Mellano, a dos cuadras de donde mataron a Kevin (Corrientes y Libertador). La segunda estrella fue la de Kevin, recuerda Viviam. 

Penar el “homicidio vial” 

En la Cámara de Diputados hay dos proyectos legislativos importantes: La Ley Tahiel recupera el nombre de Tahiel Contreras, un niño de 6 años atropellado por un automóvil que corría una picada en la localidad bonaerense de Gregorio de Laferrere. Este proyecto crea las figuras penales de “homicidio vial” y “lesiones viales” y determina que quien cause la muerte haciendo picadas ilegales, tendrá una pena de 8 a 25 años de prisión. Según la norma, el delincuente vial quedaría preso desde el momento cero de la investigación, además de fijar la pena de inhabilitación absoluta para volver a conducir.

La Ley Kevin, otra iniciativa  elaborada por la diputada María Luján Rey, aplica no sólo para los que participan de las picadas, sino también para aquellos que las promocionan o las organizan.

Viviam Perrone también está trabajando en el proyecto de Ley Alcohol Cero. “Nosotras queremos, que si el test de alcoholemia le da a un conductor un gramo de alcohol en sangre, se considere un delito aunque no haya chocado o matado a nadie. Si te dio más de uno, que es una barbaridad, además de eso te queda un antecedente penal y si lo volvés hacer tenés que quedar preso seis meses”, propone Viviam.

Picadas en pandemia

Durante las medidas de aislamiento preventivo los hechos viales se frenaron a partir del 20 de marzo. La primera semana la Asociación Madres del Dolor no recibió ningún llamado, pero en la segunda comenzaron a sonar los teléfonos. 

“Fue impresionante la cantidad de picadas que había en diferentes municipios, no pararon. Al contrario, cuando se liberó un poco fue increíble la cantidad de casos que hubo”, señala Viviam, y agrega: “A partir de junio ya estuve en el Congreso. Dije: “¡Basta, la gente se está muriendo, algo tenemos que hacer!” Siempre con los cuidados, manteniendo la distancia, estuve en marchas y cuando murió Tahiel me fui a La Matanza”.

Con las calles vacías y pocos autos circulando, las picadas callejeras durante la cuarentena cambiaron la metodología: se citaban por whatsapp y se encontraban al costado de alguna ruta. Hoy en día ocurren en cualquier horario. La Agencia Nacional de Seguridad (ANSV) está tomando medidas jurídicas de fiscalización para erradicarlas. También, solicita a quienes detecten estas competencias prohibidas las graben y las compartan con el organismo para que actúe de inmediato. 

Siniestros viales en Argentina

Comparando los datos del año 2020 con los anteriores disponibles se observa una contundente baja en la siniestralidad vial como un impacto directo de las primeras fases de la cuarentena.

De acuerdo con el análisis realizado por el Observatorio Vial, la tasa de mortalidad del año 2020 resultó ser de un 44% menor al último dato registrado. Un 6,9% durante 2020 contra 12,3% de 2018, último registro disponible. 

En abril del 2020 se registró una circulación 80% menor que la observada en el mes de febrero. No obstante, ese porcentaje se reduce a medida que avanza el año y aumenta la movilidad, en concordancia con los cambios de fases. Así, alcanza a una cantidad de víctimas fatales para el mes de diciembre similar a los de comienzo de este 2021 (369 para diciembre, 407 para enero y 340 para febrero).

Viviam Perrone hace 19 años inició una nueva etapa en su vida. Una historia que, lamentablemente, la cambiaría para siempre. Desde que su hijo murió en un hecho vial evitable, impulsó una lucha tenaz que Madres del Dolor sostuvo de manera continua. Sin embargo, hasta ahora sólo logró promover tres proyectos de ley que aún se encuentran en la mesa de entradas del Congreso de la Nación. 

Desde el 2007, Madres del Dolor participa en la campaña global  Calles para la vida o Streets for Life con el hashtag #Love30 para la Seguridad Vial que defiende el establecimiento del límite de velocidad de 30 km/h en todo el mundo, con el objetivo de lograr ciudades más seguras, saludables, ecológicas y adecuadas para vivir.