Por Marcos Bentancourt
Fotografía: ANCCOM

Panel de la V Cumbre Cooperativa de las Américas.La V Cumbre Cooperativa de las Américas reunió a más de 1.500 cooperativistas en Buenos Aires, con el fin de analizar la situación a nivel global, debatir propuestas y definir iniciativas conjuntas. Esta otra manera de concebir la economía, alejada del lucro capitalista, se ve presionada por un gobierno que la persigue.

Entre el 23 y el 26 de octubre académicos y representantes de organismos vinculados al cooperativismo, provenientes de más de 50 países de todo el continente americano, se congregaron en la Ciudad de Buenos Aires bajo el lema «el cooperativismo en la hora de los desafíos globales». El propósito central fue formular acuerdos que promuevan cambios concretos para estas organizaciones, pero también en las comunidades donde operan. Si bien las cooperativas y mutuales son los espacios más institucionalizados, éstas forman parte de un campo más amplio conformado por la economía social y solidaria.

Académicos y representantes vinculados al cooperativismo posan juntos.

Académicos y representantes de organismos vinculados al cooperativismo, provenientes de más de 50 países de todo el continente americano, se congregaron bajo el lema «el cooperativismo en la hora de los desafíos globales».

El encargado de impulsar el encuentro fue Ariel Guarco, presidente de la Confederación Cooperativa de la República Argentina (Cooperar) y de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), el órgano que reúne a más de 1.200 millones de personas asociadas a estas organizaciones en el mundo. “Nuestro movimiento está avanzando de la mano de otros, como el movimiento que lucha por los derechos de las mujeres. Tiene que ver con democratizar la economía, recuperar los recursos que permiten el desarrollo local sostenible y demostrar que existe un modelo empresario que tiene como base a territorios, trabajadores, consumidores y usuarios organizados que ponen a la humanidad y al ambiente por delante del lucro”, explicó Guarco a ANCCOM.

La cumbre, que ha sido recientemente declarada de interés por el Senado de la Nación, se estructuró en torno a tres ejes: la defensa del planeta, la construcción de un sistema financiero al servicio del desarrollo sostenible y la integración de la economía social y solidaria. Los debates ayudaron a definir diagnósticos y líneas de acción que terminaron en conclusiones plasmadas en una declaración final. En estas discusiones, Guarco alertó sobre los peligros del contexto actual: “La globalización financiera va de la mano de los nacionalismos belicistas y las necesidades más urgentes se topan con los muros que levantan los más poderosos. Por ende, tenemos que ser un actor protagónico y demostrar que hay una economía arraigada en los territorios, que es democrática, equitativa y sustentable, pero sobre todo capaz de promover el desarrollo de cada pueblo en armonía con los demás”.

Rodolfo Pastore, director del Departamento de Economía y Administración de la Universidad Nacional de Quilmes, piensa que se trata de una disputa social abierta y que existe una emergencia de movimientos contestatarios que buscan una construcción colectiva en diferentes ámbitos. Uno de ellos es la economía social y solidaria. “Estamos viviendo una transformación del mundo del trabajo en el que tenemos que seguir reivindicando el derecho de los trabajadores asalariados, pero también hay que dar cuenta de que existen otras formas de resolución de las necesidades que no pasan por el trabajo asalariado y que, en nuestro país y en el mundo, van a seguir creciendo. Estas se pueden llevar a cabo por el emprendedurismo individual al que nos quieren llevar, o pueden ser en cambio bajo formas asociativas, cooperativas y comunitarias”, expresó.

Mesa de representantes y académicos relacionados al cooperativismo.

Los debates ayudaron a definir diagnósticos y líneas de acción que terminaron en conclusiones plasmadas en una declaración final.

En Argentina existe un déficit de datos estadísticos de estos sectores debido a la desactualización y fragmentación de la información. En el año 2006, más de 10 millones de personas estaban asociadas a alguna cooperativa o mutual en el país. Además, uno de cada dos habitantes consumía productos o servicios de este sector, que involucra las áreas de vivienda, trabajo, salud, educación, servicios públicos, producción agropecuaria, consumo, seguros, finanzas, turismo y telecomunicaciones. En algunas regiones como la provincia de Buenos Aires se destaca su importancia porque el 50% de la energía eléctrica es provista por cooperativas.

Otra dificultad que atraviesa el sector de las cooperativas y mutuales en el contexto actual es el proyecto oficialista que busca quitarles la exención del impuesto a las ganancias. “Es una incoherencia en términos legales y conceptuales porque la economía social y solidaria no tiene ganancias sino que se forma con finalidades sociales. Además, si en todo caso tiene excedentes, que no son ganancias, son reutilizados para las propias finalidades sociales”, explicó Rodolfo Pastore. En la misma línea, Ariel Guarco agregó: “Esta avanzada pone en peligro la capacidad de formación de patrimonio social al servicio de la comunidad e ignora los acuerdos parlamentarios sostenidos desde 1986”.

Los debates y actividades continuarán con la “1era Semana Nacional de la Economía Social y Solidaria” (ESSA) a realizarse entre el 21 y 23 de noviembre simultáneamente en unas 15 universidades nacionales del país. El evento está organizado por la Red Universitaria de Economía Social y Solidaria (RUESS), que está integrado por equipos académicos de unas 35 universidades nacionales.