Por Florencia Paolella
Fotografía: Néstor Beremblum

Hasta el próximo 31 de diciembre se encuentra abierta en el Centro Cultural de la Cooperación la muestra colectiva en homenaje a la activista Lohana Berkins, organizada por el Programa de Género y Diversidad Sexual del Ministerio Público de la Defensa de la Ciudad. Diversas organizaciones de género y diversidad sexual reflexionaron sobre la figura de la militante fallecida, su legado político y la situación actual de la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales y travestis), en relación al proyecto de ley de reparación histórica para víctimas trans y travestis de la violencia institucional.

Josefina Fernández, coordinadora del Programa, explicó el motivo por el cual decidieron realizar una muestra en homenaje a Lohana: “Fue pionera en las luchas por la ampliación de los derechos de su comunidad y lo hizo poniendo en cuestión los mandatos binarios y heteronormativos. Batalló por la derogación de los edictos policiales que permitían la detención de travestis por el sólo hecho de serlo. Durante cuatro años polemizó con la Inspección General de Justicia por el reconocimiento jurídico de su Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual (ALITT). Lohana llevó su empresa hasta la Corte Suprema de Justicia de la Nación”, recordó y agregó: “Era una abolicionista convencida y luchó por desnaturalizar el vínculo entre prostitución y travestismo, creando la Escuela Cooperativa de Trabajo Nadia Echazú como estrategia de autoempleo. Logró, gracias a su empecinamiento, que el Ministerio de Educación de la Nación ordenara a todos los establecimientos educativos de la CABA y las dependencias de la Secretaría de Educación garantizar el respeto a la identidad de género, cuando todavía no teníamos Ley de Identidad de Género. Con la convicción de que la educación es un derecho fundamental históricamente negado a travestis, transgénero y transexuales se sumó a la creación del Bachillerato Popular Mocha Celis”.

La muestra colectiva que homenajea a la activista se enmarca en el certamen “No es igual, nada da igual”, que desde hace cuatro años se lleva adelante y que tiene como objeto mostrar los avances y las brechas aún existentes en materia de género y de diversidad sexual: “Lohana fue una de las personas que más luchó por visibilizar y achicar la falta de oportunidades y derechos, según la libre elección sexual. En esta oportunidad optamos por este homenaje, sabiendo que su partida había generado una tristeza que podía expresarse no solo a través de imágenes fotográficas –formato característico del certamen-. Decidimos entonces dos cosas: ampliar el soporte del material y quitarle el carácter de concurso. No queríamos una muestra que premiara calidad sino una en la que pudieran participar la mayor cantidad de personas a las que Lohana les transformó la vida”, agregó Fernández.

Desde La Colectiva Diversa y Antipatriarcal Desde el Fuego, Paula Lo Cane también reconoció la relevancia de la figura de la referente LGBT: “Contribuyó de manera pujante y crucial en la comprensión de cómo nuestras luchas se imbrican con nuestras experiencias vitales y forjan nuestras identidades, entendiendo cómo los condicionamientos y los mandatos sociales sexogenerizados subyugan de formas particularmente terribles a las identidades femeninas y feminizadas. En ese entendimiento, Lohana sabía dónde pararse y desde dónde decir las cosas. Sabía cómo romper con un binarismo deshumanizante y cómo agrietar en los cimientos de esa opresión que ella comprendía patriarcal. Sabía cómo moverse en la calle y en las instituciones que intentaba subvertir”.

A poco tiempo de su muerte, las organizaciones que intervienen en la lucha contra el patriarcado, con cierta sensación de cierta orfandad, se preguntaron cómo seguir: “En este momento -sostuvo Laura Perez Regoli, miembro del colectivo Mala Junta– es interesante pensar el legado de Lohana en su integralidad. Pensarla como una militante social que disputó lo institucional, pero que tuvo su escuela en la calle, en el territorio. Que no perdió de vista esa dimensión a la hora de ocupar otros espacios de poder, pero que tampoco desperdició oportunidad alguna para disputar con el orgullo disidente en esas esferas que tan alejadas de la furia travesti aparecen. La vocación de poder pero con una claridad política de cómo acumular para los marginados, los oprimidos, los trabajadores, los que están sin trabajo”. 

Retrato de Eduardo Gil. Fotografías e instalaciones en la Muestra Colectiva en homenaje a Lohana Berkins "No es igual, no da igual", en el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini de la Ciudad de Buenos Aires.

El proyecto

Emiliano Litardo, abogado y militante de la organización Abogados por los Derechos Sexuales (ABOSEX), trabajó junto a Berkins, Diana Sacayán (asesinada el año pasado) y Marlene Wayar –todas activistas y referentes de la comunidad LGBT- en el proyecto de ley presentado el pasado mes de mayo en el Congreso de la Nación que consiste en que el Estado reconozca y repare mediante una pensión graciable a todas las personas víctimas de la violencia institucional por motivos de su identidad de género. “En 2014, gracias al incentivo de Lohana, nos reunimos para empezar a armar el proyecto basándonos en un precedente que en ese momento ya tenía estado parlamentario que fue la ley de pensión graciable para ex presos políticos. Lohana venía pensando en una propuesta similar por lo que ella le imprimió toda la politicidad que necesitaba. Lo presentó  junto a la diputada Diana Conti”, relató.

Sin embargo, el proyecto de ley tuvo que ser suspendido en su tratamiento debido a que en paralelo se debatía otro en la Ciudad de Buenos Aires que proponía otorgar un subsidio a las personas trans mayores de 40 años que hubieran rectificado sus datos registrales. “Ese proyecto comenzó a tener muchas críticas de los principales medios de comunicación, específicamente de Jorge Lanata, no por el proyecto en sí mismo, sino por el monto del subsidio que iban a cobrar. Esto implicó que se abra un debate en torno a la cuestión económica lo cual avivó muchas manifestaciones transfóbicas. Por esta razón Lohana decidió congelar el tratamiento del proyecto de reparación histórica para que no fuese lastimado”, detalló Litardo.

Finalmente, en mayo de este año, el proyecto de ley volvió a ingresar en el Congreso de la Nación. Propone una pensión graciable a todas aquellas personas que hayan sido víctimas de violencia institucional cometidas por cualquier fuerza de seguridad federal, por motivos de su identidad de género. “Específicamente a aquellas que fueron víctimas de los edictos policiales que tuvieron vigencia en todo el territorio nacional, pero principalmente, en Capital Federal -amplía el abogado-. No es un subsidio ni una indemnización, y la suma se estipula en relación al mínimo básico  del índice de trabajo público, que habría que ver en qué monto se fija para el próximo año. El proyecto busca la posibilidad de alcanzar una vejez digna. Después de aprobado, los gobiernos provinciales deberían replicarlo para que tenga incidencia en sus territorios”.

Actualmente el proyecto cuenta con más de veinte firmas correspondientes a diputados y diputadas de diferentes bloques, principalmente del Frente para la Victoria y del Frente de Izquierda y los Trabajadores. También lo apoyan algunos radicales. En el caso del PRO, algunos legisladores manifestaron apoyar el proyecto aunque aún no lo han firmado. El tratamiento de la iniciativa continuará en marzo del año próximo, cuando la Comisión de Seguridad Interior comience a sesionar y lo ponga en agenda. Luego, deberá ser tratado en tres comisiones más: Presupuesto, Derechos Humanos y Seguridad Social.

"Optamos por este homenaje, sabiendo que su partida había generado una tristeza que podía expresarse no solo a través de imágenes fotográficas –formato característico del certamen-. Decidimos entonces dos cosas: ampliar el soporte del material y quitarle el carácter de concurso", dijo la coordinadora Josefina Fernández.

«Optamos por este homenaje, sabiendo que su partida había generado una tristeza que podía expresarse no solo a través de imágenes fotográficas –formato característico del certamen-. Decidimos entonces dos cosas: ampliar el soporte del material y quitarle el carácter de concurso», dijo la coordinadora Josefina Fernández.

La presentación del proyecto fue acompañado de lanzamiento de la campaña “Reconocer es Reparar”, la cual tuvo gran recepción social y cobertura mediática. Para Litardo, esta campaña permitió “el acercamiento de personas trans mayores de 50 años de las que surgió, como una consigna importante para toda la comunidad, la idea de la vejez travesti-trans. Desde una perspectiva gerontológica crítica que piensa la vejez en términos ideológicos, da cuenta de que es un proyecto que viene a subsanar toda una matriz de violencia que no obturó solamente la vida de las que sobrevivieron, sino que también obturó el acceso a una vejez en igualdad de condiciones. Una vez más la comunidad trans con este proyecto nos enseñó que la vejez para algunas personas es un privilegio”.

El abogado también describió cómo fue el proceso de recolección de datos: “Una de las preocupaciones de Lohana era poder demostrar todas estas violaciones, y eso se logró porque pudimos articular el trabajo con el Ministerio de Seguridad de la gestión anterior, y accedimos a los legajos policiales de muchas compañeras donde está sistematizada la forma en la que la policía las ‘chupaba’ por la aplicación del artículo dos y podían pasar en un calabozo por más de 30 días, sufriendo todo tipo de vejaciones”.

En relación a los fundamentos que promovieron la creación de este proyecto de ley, el especialista aseguró que “no se trata solo de la responsabilidad internacional del Estado en estos casos, sino de desmantelar todas las patas de la criminalización hacia la comunidad LGBT, y en particular a la población travesti y trans que ha sido la más diezmada en todos estos años. En términos económicos es un proyecto de ley que no tiene un impacto fiscal demasiado alto, en tanto y en cuanto las beneficiarias son pocas, estimamos que no son más de 200 personas, la mayoría ha emigrado a otros países y muchas otras han sido asesinadas por este régimen de violencia. En términos simbólicos, es la forma que tiene el Estado de pedir perdón con una acción concreta: dando una retribución económica, no hay otra manera”, pronunció.

Finalmente, el representante de ABOSEX, reflexionó sobre los desafíos que enfrenta la comunidad LGBT en este escenario político y sobre las potencialidades para afrontarlo. “Ya no basta luchar por políticas asociadas al beneficio de ‘tu’ colectivo, sino que tienen que ser cuestiones mucho más amplias donde uno pueda medir el impacto que tienen políticas macroeconómicas al interior de tu comunidad. En relación al vacío de liderazgo que han dejado Lohana y Diana, creo que en ese punto hay que pensar en una reconfiguración del mapa político al interior de la comunidad travesti y trans, que es un debate que hay que comenzar a dar. Sin embargo, las fortalezas son muchas, creo que el movimiento de diversidad sexual demostró su capacidad de hacer política, y la potencialidad que tiene poder hablar con voz propia, donde no haya médicos o jueces que hablen en nombre de uno, sino lo potente de que el colectivo LGBT pueda plantear sus propias agendas en sus propios términos. La comunidad LGBT ha gestado un movimiento que es político, por lo cual la potencia es enorme”, concluyó.

La muestra estará disponible hasta el 31 de diciembre de 2016, en el Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini”, Av. Corrientes 1543, C.A.B.A. Para más información ver aquí

“Lohana fue una de las personas que más luchó por visibilizar y achicar la falta de oportunidades y derechos, según la libre elección sexual, contó Fernández..

“Lohana fue una de las personas que más luchó por visibilizar y achicar la falta de oportunidades y derechos, según la libre elección sexual, contó Fernández..

Actualizada 28/12/2016