Por Sabrina Saraceni
Fotografía: Romina Morua

Mauricio Macri es el nuevo presidente de la Nación. El representante de la Alianza Cambiemos obtuvo el 51,4% de los votos frente al 48,6%  que eligió a Daniel Scioli, del Frente para la Victoria. Luego de doce años de gobiernos kirchneristas, el próximo 10 de diciembre asumirá por primera vez el país el representante de una fuerza de derecha que llegará a la Casa Rosada a través de elecciones democráticas. Será también, en la historia política moderna, el primer mandatario que no es radical ni peronista y el primero egresado de una universidad privada. Encuentra a un país con un notable equilibrio de fuerzas: no contará con mayoría en las cámaras legislativas, casi todas las provincias quedarán en manos de su oposición, aunque su puñado de gobernadores tendrá a cargo al 78% de la población. Y, como finalizó evidenciado en el primer balotaje presidencial, el electorado quedó dividido en partes casi iguales. Sobre 25 millones de votos, la diferencia fue apenas de 705.000 sufragios.

“Tendría que agradecerle a tantos, porque hace más de diez años que venimos soñando con contribuir”, comenzó su discurso Mauricio Macri.

“Tendría que agradecerle a tantos, porque hace más de diez años que venimos soñando con contribuir”  dijo el presidente electo Mauricio Macri, luego de ser presentado por la nueva vicepresidenta, Gabriela Michetti, ante una multitud que venía generando un clima de fiesta en Costa Salguero desde temprano. Casi la mitad de sus palabras fueron dedicadas a agradecerle a todas las personas que lo acompañaron en su camino a la Casa Rosada, con Lilita Carrió y Ernesto Sanz encabezando la lista, seguidos por “mi querida Gabi”, refiriéndose a su compañera de fórmula, a María Eugenia Vidal, sus hermanos, esposa e hijos, sus padres -por “darme tantas oportunidades”-, sus amigos, y hasta Anita, ex secretaria de su papá Franco y actual suya.

El nuevo presidente de Argentina se encargó de remarcar que “hoy es un día histórico, un cambio de época. Yo les dije que si ustedes creían iba a ser maravilloso”. Pidió que todos se sumen al cambio, aún quienes no lo votaron, y apeló a evitar el “revanchismo”. Luego les habló a todos aquellos que le abrieron las puertas de sus casas y permitieron que “vea el mundo a través de sus ojos”. Especuló con que ahora se estarían preguntando “¿Será verdad que con nuestro voto vamos a cambiar la historia?” Él mismo se apresuró a responder: “Sí, es la verdad, lo hicimos.”

Por último, apenas pasadas las 22 y con Tan Biónica como banda de sonido, pidió una “agenda de cooperación” para impulsar todo lo que el pueblo argentino tiene para aportarle al mundo.

Minutos antes de esto, había hablado una triunfante Gabriela Michetti, encargada de abrir la palabra victoriosa: “Vamos a trabajar fervientemente, duramente, con alegría y esfuerzo también, para que todos podamos vivir mejor. Sé que hoy hay muchos hogares de la Argentina que están festejando, pero también sé que probablemente haya muchos en los que la gente esté preocupada y con sensaciones de temor. Yo le quiero decir a ellos, que especialmente para ustedes vamos a trabajar.” Y remató: “Lo que más necesitamos es paz, lo que más necesitamos es amor.”

“Lo que más necesitamos es paz, lo que más necesitamos es amor», remató Mauricio Macri.

En el búnker de Cambiemos, ubicado en la Costanera, el clima del primer balotaje de la historia política del país ya se constituía como triunfalista desde el inicio de la jornada: al ingresar al complejo Costa Salguero todo indicaba que se estaba asistiendo más a una fiesta que al centro de campaña de un candidato presidencial. Desde las 17, cuando ANCCOM se hizo presente en el lugar, ya sonaba música de festejo, de a ratos se encendían las cámaras de canales de noticias para transmitir en vivo y la gente corría desde cualquier punto en que se encontraran del recinto para agolparse y mostrarse en la pantalla sonriente y confiada.

A las 18, comenzaron a aparecer en las pantallas gigantes instaladas en el lugar letras gigantescas que aseveraban “Argentina ya eligió Presidente”, momento que se sincronizó con una nueva transmisión en vivo de las cámaras y el revuelo de todos los presentes.

Unos 15 minutos después tuvieron lugar las primeras declaraciones en el escenario montado en el centro del búnker, con una gran pantalla de fondo y globos celestes y blancos suspendidos en lo alto. Marcos Peña, jefe de campaña, subió a la plataforma y agradeció a los fiscales por su compromiso con el escrutinio “hasta el último voto”.

“La democracia argentina recuperó equilibrio y a la noche sabremos si habrá alternancia,” afirmó Ernesto Sanz.

El segundo en tomar la palabra, ante el canto envalentonado de los presentes, fue Ernesto Sanz, ex candidato a la presidencia por la UCR y posible Ministro de Justicia por Cambiemos, quien celebró la fiesta de la democracia que se vivió durante la jornada electoral: “La democracia argentina recuperó equilibrio y a la noche sabremos si habrá alternancia.”

Apenas pasadas las 19:30, cuando ya habían circulado desde temprano varias bocas de urna no oficiales que daban a Cambiemos como ganador, se asomó al escenario Alfredo Cornejo, dirigente radical y electo gobernador de Mendoza. Abrió la segunda tanda de declaraciones agradeciendo en nombre de la provincia que representa a los ciudadanos que se animaron a cambiar: “Nos merecíamos una democracia con alternancia, no una de un solo color que hacía lo que quería con los argentinos. Hemos dado un gran paso eligiendo a Mauricio Macri como Presidente de los argentinos.”

Lo siguió, tras una ovación, la reciente electa gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal: “¡Qué alegría! ¡Cómo millones nos volvimos a encontrar en las urnas y nos estamos abrazando con esperanza!”. Vidal agradeció a los fiscales por estar desde temprano contando los votos, remarcó lo histórica e inolvidable que esta noche resultaría, e invitó a los presentes a esperar con paz los resultados oficiales, como ya había hecho durante la primera vuelta: “Venimos bien, venimos muy bien.”

Los asistentes cantaban: “Oh le le, oh la la, Mauricio Presidente, Horacio en la ciudad”.

Después de algunas palabras de Gerardo Morales, electo gobernador de Jujuy por Cambiemos, habló el jefe de Gobierno electo por la Ciudad de Buenos Aires:  “Queremos vivir en paz y recuperar la unión del pueblo argentino”.” Mientras tanto, los asistentes ya cantaban: “Oh le le, oh la la, Mauricio Presidente, Horacio en la ciudad”.

A las 20:30 el búnker ya estaba completamente lleno, y al canto de “se siente, se siente, Mauricio Presidente” las pantallas iban mostrando los resultados parciales en cada una de las provincias, ante los festejos y abucheos de la multitud, dependiendo el resultado. Los primeros cómputos, poco representativos del resultado final, estiraban la ventaja a nueve puntos y ayudaban a exaltar a la concurrencia.

Ya desde la mañana, cuando Mauricio Macri se presentó a votar en la Escuela N° 16 de porteño barrio de Palermo, se mostró muy confiado y contó que el resto del día iba a estar muy relajado, con planes de ir a jugar al fútbol y comer en su casa con su familia y amigos, entre los cuales se incluía a Elisa “Lilita” Carrió, líder de la Coalición Cívica y diputada por Cambiemos. Mientras colocó el voto en la urna se mostró sonriente y confiado: “Comienza una nueva etapa en la Argentina”.

En el bunker de Costa Salguero, las pantallas mostraron en reiteradas oportunidades el discurso del cierre de campaña de apenas 11 minutos que Macri había dado el pasado jueves 19 al pie de la Quebrada de Humahuaca, frente al monumento de los Héroes de la Independencia, en el que adelantaba: “Confío en cada uno de ustedes y necesito que ustedes también confíen en ustedes y su capacidad (…) eso nos va a llevar a esa Argentina inmensa con oportunidades de trabajo y pobr… progreso para todos.”

Mauricio Macri concluyó la nocha al grito de “¡Cambiemos! ¡Cambiemos! ¡Cambiemos!”

El pequeño furcio entre las palabras “pobreza” y “progreso” se había dado en uno de los picos más emblemáticos del discurso que efectuó el por entonces candidato del PRO frente a unas 15.000 personas en Jujuy, y fue luego comentado en los medios e infinitas publicaciones en las redes sociales. También, haciendo alusión al monumento que lo observaba, mencionó la posibilidad de que todos pueden ser “héroes de la Independencia”, refiriéndose a la posibilidad de convertirse en los protagonistas de la historia: “Llegó una etapa en la Argentina en que necesitamos más escuchar que hablar, trabajar juntos, decir que esto es posible.” Y concluyó: “Se acabó la hora de las banderas que nos ponen de un lado o del otro, ahora es todos juntos trabajando por esta Argentina que soñamos.”

Tanto en aquella ocasión como ante el reciente triunfo, sin mencionar muchas propuestas concretas más que expresiones de deseo como “pobreza cero” o la necesidad de “combatir y echar al narcotráfico del país”, cerró sus palabras con una suerte de mantra estilo PRO, al grito de “Cambiemos Argentina. Los quiero, los amo, vamos todos juntos.” Hoy, ya Presidente, concluyó nuevamente gritando desaforado: “¡Cambiemos! ¡Cambiemos! ¡Cambiemos!”