A la Mañana se le vino la noche

A la Mañana se le vino la noche

“La semana pasada el diario no salió debido a la falta de pago de sueldos, que se vienen acumulando desde febrero”, explicó a Anccom Leandro Cirico, delegado del matutino La Mañana de Córdoba en el Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación provincial. El panorama para los trabajadores del periódico sigue siendo crítico e incierto: desde noviembre, indicó el gremialista, les adeudan también los aportes jubilatorios, de la obra social y de la ART. Tras una mediación del Ministerio de Trabajo de Córdoba, están a la espera de una resolución para este jueves.

El sábado 23, cuando el matutino cumplía 19 años, apareció La Mañana de los Trabajadores en Lucha, una edición especial aniversario de diez mil ejemplares en la que dan cuenta del conflicto actual. Cirico explicó que la patronal, para agregar un elemento más al conflicto, contrató personal externo para que el viernes 22 apareciera el diario: “Fue algo indignante para todo los trabajadores”, dijo el delegado.

El panorama para los trabajadores del periódico sigue siendo crítico e incierto

El panorama para los trabajadores del periódico sigue siendo crítico e incierto.

“En este contexto tan delicado y triste que jaquea la continuidad, los trabajadores no renunciamos a la lucha y continuaremos bregando por mantener La mañana de Córdoba como fuente de trabajo y opción periodística alternativa para todos los habitantes de la provincia”, se consigna en la Edición Especial, que fue costeada y distribuida en Córdoba por los propios empleados a cambio de una colaboración para el Fondo de Lucha, que tuvieron que también utilizan para solventar gastos médicos y de traslado.

 

La problemática se inició a fines de noviembre. Martín Pedoni, que trabaja en La Mañana desde 2005, es jefe en la sección Policiales y redactor digital, explicó a Anccom: “Tras la segunda vuelta electoral, la empresa comenzó a aducir problemas de financiamiento por la caída de la pauta oficial de la Nación y de la Provincia. Desde entonces, el pago salarial, que ya era en dos cuotas, pasó a ser de cuatro a lo largo de todo el mes. Desde febrero se sumó la decisión de prescindir de veinte trabajadores, reducir el salario y la jornada laboral para la supuesta viabilidad para la empresa”.

Como consecuencia, el Ministerio de Trabajo de Córdoba dictó la instancia de conciliación obligatoria el 1º de marzo, debido a los incumplimientos por parte de la empresa, lo que implicó que los trabajadores no pudieran realizar paro de actividades. “En la actualidad, estamos movilizados en asamblea permanente”, declaró a Anccom Mariana Romito, una periodista que trabaja en el diario desde hace once años: ella recibió el telegrama de despido, pero continuó trabajando tras el dictado de la conciliación. “Todos los colegas despedidos volvimos a trabajar luego del dictamen del Ministerio –agregó-. Pero la semana pasada hicimos retención de tareas, ya que algunos compañeros, ante la falta de pago sostenida, no pudieron ir a trabajar al diario”.

“En la actualidad, estamos movilizados en asamblea permanente”, declaró a Anccom Mariana Romito, periodista del diario.

El lunes 25 tuvieron una nueva en audiencia en el Ministerio de Trabajo. “Nos dijeron que este jueves vamos a tener una respuesta definitiva: ahí nos dirán si viene un socio más al grupo empresarial para invertir y solucionar algunos problemas o si directamente cierran el diario”, explicó Cirico. Ante este panorama, los  trabajadores de La Mañana de Córdoba tienen planes: “Si termina manejada por alguna empresa, tendremos que constituir una comisión interna firme, para impedir que se repita la situación actual”, dijo el delegado. Por su parte, Pedoni declaró: “La posibilidad de poner en marcha una cooperativa de trabajo para mantener vivo el espíritu de La Mañana está latente y en estudio. Incluso se está conformando una comisión en ese sentido”.

Cirico también se pronunció respecto a la proliferación de vaciamiento de publicaciones en todo el país: “Si bien el gobierno anterior tenía  preferencias por algunos medios, pagaba pauta oficial en todos –dijo-. Sin embargo, el gobierno actual tiene preferencia por uno o dos y no le paga a ninguno más. Eso ha provocado una merma en muchos medios y proyectos periodísticos”.

El diario La Mañana de Córdoba se caracteriza por ser una voz actualmente opositora. “En los medios hegemónicos locales, como La Voz del Interior, que pertenece al Grupo Clarín, hay temas que no se visualizan o son apenas abordados, sin profundidad: me refiero, por ejemplo, a los despidos en sectores privados y estatales, que también están sucediendo en Córdoba”, indicó Cirico.

“Los dueños de los medios aducen caída de la pauta publicitaria nacional, pero esconden el efecto ‘disciplinamiento’ y la decisión de achicar plantillas salariales”, se lee en el artículo “Un trimestre negro para los trabajadores”, de la Edición Especial. “Estamos unidos, dándonos fuerzas unos a otros”, dijo Romito. “Tenemos contacto con colegas de Tiempo Argentino y con el diario Villa María, de Córdoba, una cooperativa que viene siendo muy exitosa y nos ha ayudado a imprimir el Especial al costo –explicó Cirico-. Son muchos los medios y periodistas amigos, aún de medios que no comparten nuestra línea editorial y cuyos jefes no nos quieren ni ver, los que se acercan y nos dan una mano, y colaboran con el fondo de lucha”.

El diario La Mañana de Córdoba se caracteriza por ser una voz actualmente opositora.

 

Actualizada 27/04/2016

Un diario sin patrón

Un diario sin patrón

«Cuidá la limpieza: no hay más patronal, ni maestranza, ni Dios…», advierte un cartel en el ingreso al edificio del diario Tiempo Argentino. Son las siete de la tarde de un viernes. No hay recepcionista en la mesa de entrada, los distintos trabajadores se van turnando para abrir la puerta y mantenerla cerrada con llave. Hay una sola instrucción para el portero de turno: «¡No firmar nada que llegue por correo judicial!» Muchas habitaciones y pasillos están a oscuras en un intento de aliviar los efectos del tarifazo. Recién en el segundo piso aparecen los trabajadores: unos treinta escuchan atentamente a los miembros de Gráfica Patricios, la cooperativa que imprimió los 35 mil ejemplares del diario que se vendieron en el 24 de marzo último, en la Plaza de Mayo.

En las instalaciones del periódico llaman la atención los colchones y las bolsas de dormir en los rincones. Están ahí porque no existe un momento en que el edificio quede solo: a eso le llaman “permanencia pacífica”. Mañana habrá una jornada de limpieza. De esta manera cuidan su espacio de trabajo.

«Todos los días viene a visitarnos alguien: ayer pasaron Pablo Heller y Marcelo Ramal, y también vinieron a hablar los de La Casona Cooperativa, hotel Bauen, y abogados especializados en el tema», comenta Malva Marani, una de las redactoras de la sección Sociedad. Todos vienen a compartir sus experiencias y alentar la iniciativa de estos trabajadores de prensa que, una semana atrás, votaron por convertirse en cooperativa.

Festival No Al Vaciamiento del Grupo 23, en Parque Centenario, el enero pasado

Festival No Al Vaciamiento del Grupo 23, en Parque Centenario, el enero pasado

La charla con los trabajadores de Gráfica Patricios durará casi tres horas, y responderá inquietudes de todo tipo: «¿Es muy diferente el monto del sueldo que cobraban cuando tenían patrón, del que cobran ahora en concepto de ‘retiro’ como socios de la cooperativa?», lanza uno. «¿Cómo se sobrevive como empresa autogestionada en el contexto político actual?», quiere saber otro. «¿Cómo se hace para hacer negocios con Papel Prensa?», pregunta un tercero. «¿Nos conviene hacer juicios laborales o no?», se inquiere una voz femenina. «¿Cuáles son las diferencias entre una cooperativa y una empresa recuperada?», sigue el cuestionario que parece infinito.

Los obreros gráficos llevan adelante su proyecto desde 2003 y apoyan las iniciativas de empleados en conflicto con sus patrones que deciden hacerse cargo de las empresas en que trabajan, como es el caso de los trabajadores de Tiempo Argentino. «Nosotros les imprimimos los 35 mil ejemplares, ustedes véndanlos. Si los venden, ahí recién nos pagan». Así fue el arreglo que les propusieron un mes atrás, y como resultado tuvieron que imprimir una tirada extra de diez mil unidades más para satisfacer la demanda.

Si bien la idea de trabajar sin patrón suena prometedora, sostenerse en ese camino no parece fácil. «La autogestión es el último recurso que tiene el laburante para sobrevivir», explica uno de los socios de la cooperativa gráfica.

Lazos de lucha

Para los trabajadores de Tiempo Argentino, la decisión de convertirse en una empresa autogestionada apareció como la mejor respuesta ante la crisis. «Llevamos desde diciembre sin cobrar sueldo ni aguinaldo, y encontrar trabajo no es fácil, especialmente en los medios, no están tomando personal», explica Marani. En lugar de dispersarse, la mayoría de sus compañeros optó por mantener sus fuentes de trabajo y pensar una solución colectiva. «Quizás suene idílico pero no es tan así, hasta podría decirse que fue una idea que surgió en medio de la desesperación», sostiene la periodista.

Alfonso Villalobos es editor de la sección de Economía del diario y uno de los cinco delegados de la empresa. Se ríe al recordar una anécdota de este verano, de una ocasión en la que se vio obligado a pedirle a uno de sus compañeros que no estaba en la redacción que ayudara a su mujer a matar una rata en su casa, porque él no podía abandonar su puesto en ese momento. «Hace dos años, no me habría animado a pedirle un favor como ese, pero estar luchando juntos cambió el vínculo entre nosotros», afirma y luego agrega orgulloso: «Ese día mi mujer me llamó y me dijo: ‘Siento que esta lucha me sacó un marido, pero me trajo doscientos’».

Además de periodista, Villalobos es sociólogo. Ahora, junto a otros compañeros agrupados en la ‘Comisión de Economía’, se encarga de llevar las cuentas de la empresa. “He escrito mucho sobre economía, pero estoy muy, muy lejos de tener un perfil orientado a la administración de empresas. Ninguno de nosotros se dedica a esto y lo estamos haciendo igual», comenta mientras escribe números en una planilla de Excel que detalla los ingresos y egresos de la compañía.

Victor Hugo Morales vendiendo diarios en la marcha por la memoria, la verdad y la justicia el  24 de marzo.

Víctor Hugo Morales vendiendo diarios en la marcha por la memoria, la verdad y la justicia el 24 de marzo.

Trabajadores de prensa

«Patrón rima con ladrón», reza otro de los carteles escritos a mano que cuelga de las paredes de la redacción. Hasta el momento, los empresarios dueños de Grupo 23 no han respondido por la situación de la empresa que abandonaron. «Antes de las elecciones le pedimos a Sergio Szpolski, que era el único con el que teníamos trato, que nos dijera qué iba a pasar con nosotros si ganaba (Mauricio) Macri, y nos dijo que no iban a cambiar las cosas», recuerda Marani.

Para Villalobos, era sabido que esto podía llegar a ocurrir, por el tipo de gestiones que realizaban los empresarios con el gobierno en ese momento, y por el propio currículum de cada uno. «Szpolski quebró Banco Patricios, hizo desastres como tesorero de la AMIA. Sabíamos que esto podía pasar, pero si te ofrecen trabajo como periodista en un diario no lo vas a rechazar», afirma el sociólogo y se ríe cuando recuerda que «desde hace años que nos decimos entre nosotros: ‘¡Mirá el día que ocupemos este edificio!'».

Mientras se asesoran sobre la mejor manera de cobrar los sueldos adeudados y erigirse como cooperativa, los trabajadores de Tiempo Argentino pueden mantener a sus familias gracias a los numerosos aportes que realizan distintos sectores de la sociedad. A los recursos obtenidos a través de un “Fondo de Lucha” que organizaron en el verano se suman los recursos que llegan a través de colectas que organizan los colegas de distintos medios: compañeros que trabajan en Clarín, en Telefé, en Canal Trece, en distintas empresas radiales, y también aportes individuales de periodistas. «Entre nosotros no importa la ideología del medio que te paga el sueldo, todos somos trabajadores de prensa», declara Villalobos, y hace énfasis en la importancia de la creación SiPreBa, el nuevo Sindicato de Prensa de Buenos Aires, que volvió a dar fuerza y dinamismo a los reclamos de este sector.

Gestos solidarios

Hacia la mitad de la charla con los trabajadores de Gráfica Patricios aparecen un par de compañeros para repartir una merienda navideña: turrones, garrapiñadas, maíz inflado. «Tenemos un montón de cajas con este tipo de golosinas, porque es lo que la gente nos mandaba en enero y febrero después de las fiestas», comenta Marani mientras abre uno de los paquetes. Han recibido todo tipo de donaciones: los cooperativistas de Gráfica Patricios les enviaron media res que los periodistas tuvieron que esmerarse en cortar en pedazos y dividirla en heladeras para su conservación; desde el Mercado Central enviaron un camión enorme lleno de alimentos; también recibieron donaciones de sindicatos y de grandes empresas como La Serenísima y Carrefour.

Para el inicio de clases, una amiga de Villalobos organizó una colecta de útiles y gracias a eso pudieron asegurarse de que todos los hijos de los empleados pudieran tener sus mochilas llenas al inicio de clases. «Nos vinieron a traer cosas hasta de la escuela de acá enfrente», comenta el periodista sorprendido. «Pero el caso más raro -agrega- fue el de una chica que vive en México que se enteró de la colecta por Internet e hizo una compra online de un montón de artículos a una empresa en Once para hacernos llegar su aporte».

Los trabajadores de Tiempo Argentino también se organizaron para mantener cubiertas sus necesidades de salud. Realizaron una encuesta a todos los empleados acerca de los medicamentos que necesita cada uno, y a ninguno que tuviera una enfermedad crónica le faltaron sus remedios. «Tenemos todo tipo de medicina, incluyendo cajas y cajas de anticonceptivos», afirma Villalobos, orgulloso de la gestión. También fueron visitados por un médico que atendió las consultas de varios de ellos sin cargo. En otra ocasión, se presentó un fumigador solidario para desinfectar la empresa y hasta recibieron el aporte de una peluquera que se ofreció a cortarle el pelo a quienes así lo desearan.

Mateada en la puerta de la redacción del diario Tiempo Argentino y Radio América en reclarmo al no vaciamiento del Grupo 23, en Colegiales.

Mateada en la puerta de la redacción del diario Tiempo Argentino y Radio América en reclarmo al no vaciamiento del Grupo 23, en Colegiales.

Antes de volver al papel

Mientras se preparan para volver a imprimir el diario en formato semanario, los trabajadores realizan todo tipo de labores excepto salir en busca de noticias. «Antes de poder publicar nuevamente necesitamos tener suscriptores, y para eso creamos una Comisión Comercial que se encarga de llamar a la gente para ver si le interesaría abonarse. También estamos considerando hacer convenios con empresas para que nuestros suscriptores obtengan beneficios por estar abonados», revela Marani. Además, antes de poder volver a las calles en formato papel, hace falta asegurarse la publicidad.

Así es como los periodistas de Tiempo Argentino van adquiriendo nuevas destrezas en distintas áreas ajenas a su profesión, algo que suele ocurrir en el camino hacia la autogestión. A la vez que se ocupan de cuidar sus fuentes de trabajo, están atentos a las changas que aparecen, porque hasta que el diario no vuelva a salir impreso, no habrá dinero para sueldos. “Me ofrecieron escribir diez notas por mes en un medio, a 280 pesos por nota, y lo tuve que agarrar”, comenta un periodista.

«Algo que les puede pasar, cuando sean una cooperativa, es que muchos de los socios van a creer que están trabajando en relación de dependencia «, les adelantan los compañeros de Cooperativa Gráfica y se escuchan risas. Por el momento, en la redacción de Tiempo Argentino son conscientes de que se están vinculando de una manera muy distinta a cuando tenían un patrón. «En un momento venir a la empresa empezó a significar otra cosa, se convirtió en un lugar de contención, porque acá estábamos todos en la misma», dice Marani y reflexiona: «La lucha nos hermanó».

Actualización 12/04/2016

Embargo de un millón de pesos a favor de los trabajadores de Radio América

Embargo de un millón de pesos a favor de los trabajadores de Radio América

 Una a favor: el Juzgado Nacional del Trabajo Nº 8, a cargo de la jueza Liliana Rodríguez Fernández,  ordenó un embargo contra los empresarios Sergio Szpolski, Matías Garfunkel y Mariano Martínez Rojas e hizo así lugar a una demanda de un grupo de trabajadores de Radio América (AM 1190), que reclaman sueldos impagos desde diciembre. “Se trata de un embargo de carácter preventivo por más de un millón de pesos, sobre la pauta oficial de la agencia de Noticias Télam”, dijo a ANCCOM Martín Cangini, delegado de los empleados de la emisora ante el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA).

 “Hicimos varias presentaciones para embargar los bienes que hay correspondientes a Radio América, y esta es la primera que salió”,agregó la abogada Sol Morano, trabajadora de la emisora y también miembro de SiPreBa. “Se trata de un monto total de 1.050.437 de pesos y que corresponde a la deuda de 20 trabajadores –agregó-. Dentro del clima de incertidumbre en el que estamos, es una buena noticia. Esta es la única manera que encontramos para resguardar la deuda por el incumplimiento de los pagos. Hasta tanto esperamos que se resuelva el conflicto, porque por ahora no tenemos nada certero. Ni siquiera sabemos con certeza quiénes son los empresarios dueños de la radio”.

Radio Abierta de los Trabajadores de Radio América, el viernes pasado, con Matias Colombatti como conductor, y Reynaldo Sietecase y Maria O'Donnell de invitados.

Radio Abierta de los Trabajadores de Radio América, el viernes pasado, con Matias Colombatti como conductor, y Reynaldo Sietecase y Maria O’Donnell de invitados.

 Respecto a la patronal, la radio se encuentra “en un estado complejo”, según definió Matías Colombatti, productor y conductor de la emisora. Los trabajadores comenzaron un paro por tiempo indeterminado el 8 de enero, ya que la empresa, a cargo de Szpolski y Garfunkel, no les había pagado el sueldo de diciembre ni el aguinaldo. El 20 de enero se informó sobre la venta de Radio América y Tiempo Argentino al grupo Grupo M Deluxe, del empresario Martínez Rojas. “A partir de ahí se nos generaron expectativas de que se iba a solucionar el conflicto –dijo Colombatti a ANCCOM-. Sin embargo, este supuesto nuevo dueño tampoco cumplió con los acuerdos, y actualmente desapareció”.

   “El juzgado dispuso un plazo de 72 horas para que Télam deposite el dinero en su cuenta”, explicó ayer en Radio América el abogado de SiPreBA León Piasek, y detalló que el dinero quedaría “pisado” a la espera de la resolución definitiva. “Fue un juicio de rápida resolución, porque se ha comprobado la falta de pago, que el derecho que invocan es verosímil y que la situación ha tomado estado público –dijo Piasek-. Con el equipo jurídico de SiPreBA hemos iniciado otras causas similares a esta. Dentro de este clima de incertidumbre que plantean, con un plan muy claro de lucha y no resignación, han podido obtener de la justicia una muy buena noticia”. El abogado consideró que la persistencia de los trabajadores fue ejemplificadora y provechosa, y evaluó que este será recordado como “el primer conflicto importante de la era macrista”.

Radio Abierta de los Trabajadores de Radio America, 11 de Marzo

«El 20 de enero se informó sobre la venta de Radio América y Tiempo Argentino al grupo Grupo M Deluxe, del empresario Martínez Rojas. A partir de ahí se nos generaron expectativas de que se iba a solucionar el conflicto «, dijo Colombatti a ANCCOM,

 Desde la semana pasada locutores, operadores y trabajadores de prensa decidieron comenzar con una programación diaria con tres franjas horarias, de 9 a 11, de 17 a 19 y de 21 a 23: en esos espacios, en general, se expone acerca del conflicto que los afecta, de conflictos que involucren a otros trabajadores y también de experiencias de distintas cooperativas. “Empezamos a hacer estos programas como mecanismo de difusión y defensa –explicó Colombatti-. Seguimos sin cobrar nada, pero igual nos hacemos cargo de la radio, del aire, de la limpieza y de impedir cortes de los servicios”. Federico Nadersohn, productor de información y conductor de la segunda transmisión del día, completó: “No hay ni una sola persona que se haya ido de este trabajo. Eso te hace generar un lazo de pertenencia mayor con la radio”. “Acá hay mucho amor por la radio, sino ya no estaríamos”, concluyó Colombatti.

 El próximo viernes la emisora contará con la visita del periodista y relator Víctor Hugo Morales, quien fuera despedido de Radio Continental a comienzos de año y será protagonista de la cuarta “radio abierta” organizada por los trabajadores. El encuentro está pautado para las 18 en Amenábar 23, casi esquina Dorrego, sede de América 1190.

 

Cresta Roja, después de la represión

Cresta Roja, después de la represión

A dos meses de ser reprimidos con balas de goma por manifestarse en defensa de su fuente laboral, los
trabajadores de la empresa avícola Cresta Roja continúan en situación de incertidumbre y sin cobrar sus salarios y aguinaldo adeudados. La firma fue adquirida por un consorcio liderado por la compañía
Ovoprot Internacional S.A., que les garantizó la continuidad laboral a mediano plazo pero sin tener en cuenta la antigüedad de los empleados.

Hace diez días, los operarios fueron informados que desde el próximo lunes ya no forman parte de
ninguna compañía y que deberán negociar uno a uno su indemnización por la quiebra de la sociedad
anterior, propiedad de los hermanos Rasic, mientras esperan a ser llamados por los nuevos dueños, que
ofrecen firmar un contrato de apenas tres o seis meses.  Los medios comerciales anunciaron que ya han
nacido miles de pollitos, lo cual supone que de los cinco mil operarios de Cresta Roja, al menos 200 o 300 serán recontratados dentro de los próximos 50 días.

 

Desocupados

ANCCOM conversó con José Moscovich, uno de los trabajadores a la espera, que contó cómo se vive el conflicto desde la represión del 23 de diciembre. José es el hermano de Cristian, cuya espalda con nueve balazos de goma se convirtió en la imagen de la represión de Gendarmería ese mediodía de acampe en Ezeiza. Ambos trabajan desde hace más de cinco años en Cresta Roja.

“Pasar las fiestas fue difícil”, comenta José. “Mi situación particular, con mi hermano que estaba baleado, hacía que no pudiéramos hablar mucho de eso porque lo hacíamos sentir mal. Él es el jefe de su familia. Y todos los compañeros nos veíamos mal: no pudimos cobrar las fiestas como lo hacíamos antes, ni planear nuestras vacaciones ni nada de lo que teníamos acostumbrado. Antes la empresa nos pagaba un premio grande para las fiestas que este año no percibimos, como tampoco fueron abonados los sueldos desde noviembre, ni el aguinaldo”.

Sobre los salarios adeudados, la última noticia que recibieron los trabajadores antes de que terminara febrero es que a cada uno se le pagará según el juicio que se le inicie a la empresa liderada por los hermanos Rasic. “Desde el 22 de febrero estamos dados de baja, desocupados ante la Anses. Como la empresa nueva ya firmó el acuerdo ante la jueza Valeria Lopez Casado, no cobramos más los Repro (los subsidios que otorga el Ministerio de Trabajo a las empresas en dificultades para que abonen el salario a sus empleados), porque pasamos a ser desocupados, no somos más parte de una empresa en crisis. Para contenernos hasta que volvamos a entrar a trabajar nos van a pagar seis mil pesos en concepto de futuro pago de la indemnización”, explica José.

 

A dos meses de ser reprimidos con balas de goma por manifestarse en defensa de su fuente laboral, los trabajadores de la empresa avícola Cresta Roja continúan en situación de incertidumbre y sin cobrar sus salarios y aguinaldo adeudados.

A dos meses de ser reprimidos con balas de goma por manifestarse en defensa de su fuente laboral, los trabajadores de la empresa avícola Cresta Roja continúan en situación de incertidumbre y sin cobrar sus salarios y aguinaldo adeudados.ades, fábricas, salir a la calle a hacer festivales, aceptar el apoyo de organizaciones

 

Vivir de changas

“A fines de marzo va a entrar a trabajar una primera tanda de 200 trabajadores en la planta de El Jagüel”, explica José, y agrega:  “Especulan con tener una producción de 350 mil pollos diarios en Planta 2: eso daría empleo a 1200 personas. Pero ellos dicen que Planta 1, que es la de La Unión, no va a abrir, que van a alquilársela a otro grupo, y eso llevaría a mi parecer al desguace de la empresa: todas las pertenencias de lo que era el grupo Rasic pasarían a ser de cinco o seis empresas distintas.” Los voceros de Ovoprot todavía no han realizado declaraciones acerca de la modalidad de contratación.

Quienes aún no fueron reingresados a sus puestos de trabajo, cobrarán este mes seis mil pesos a cuenta de una futura indemnización. De las cinco mil personas que trabajaban para Cresta Roja, unas trescientas decidieron tomar otros rumbos y no renovar contratos, ya que necesitaban tener un ingreso mayor a seis mil pesos para poder mantener a sus familias. Algunos operarios que optaron por esperar, complementaban lo que cobraban a través de los Repro con changas.  Muchos recurrieron a vender sus vehículos y pertenencias para subsistir hasta volver a entrar a trabajar.  Pudieron mantener, además, los servicios de la obra social hasta el pasado 28 de febrero, gracias a aportes del Estado.

“Por todo esto estamos discutiendo la posibilidad de hacer un fondo de lucha”, comenta José.  “Se habla de ir a universidades, fábricas, salir a la calle a hacer festivales, aceptar el apoyo de organizaciones políticas que quieren darnos una mano. Se acercan las clases y muchos compañeros no llegaron a comprar ni la mitad de los útiles escolares, y también se nos vienen las cuentas encima. Los trabajadores no podemos vivir sin la solidaridad del resto de los argentinos”.

Los operarios fueron informados que desde el próximo lunes ya no forman parte de ninguna compañía y que deberán negociar uno a uno su indemnización por la quiebra de la sociedad anterior.

Los operarios fueron informados que desde el próximo lunes ya no forman parte de ninguna compañía y que deberán negociar uno a uno su indemnización por la quiebra de la sociedad anterior.

Miedo

Hace dos semanas, la jueza Valeria Pérez Casado otorgó por 180 días la continuidad de la explotación de la empresa a Ovoprot, prorrogables por otros seis meses o hasta que se concrete la venta.  El valor de referencia de la compañía, dictaminado por el Poder Judicial, es de 750 millones de pesos, con pasivos por más de 2.000 millones. El actual operador tiene el derecho a igualar la mejor oferta que se presente en la subasta.

Además del fondo de lucha, los trabajadores se encuentran debatiendo nuevas formas de protesta. Por el momento, los cortes quedaron descartados: “Luego de la represión de diciembre, sumado a la incertidumbre laboral, quedamos muy dispersos y desmoralizados”, comenta José. “En un punto dio efecto la represión. A mi hermano, por ejemplo, lo que le sucedió el 23 de diciembre lo abroqueló a no querer salir a luchar. Y ahora salió este nuevo protocolo anti-cortes por parte del gobierno, como una advertencia, que hizo que hoy se hablase de no volver a salir a la calle a hacer un corte”.

No hay certezas de cuándo serán re-contratados todos los operarios a la espera. La promesa de volver a entrar a trabajar es solo de palabra, y es por eso que los trabajadores están buscando organizarse no solo para pagar las cuentas hasta ser reincorporados sino también para prepararse en caso de que los nuevos dueños no cumplan con lo pactado. “No sabemos lo que va a pasar después, nadie nos asegura nada”, afirma José.  “Hoy por hoy sabemos que desde el lunes 22 estamos dados de baja, no pertenecemos más a la empresa y el que quiera hacer un juicio a la sociedad anterior, lo puede hacer, pero nos piden un montón de papeles para cobrar la quiebra. Y mientras tanto, nos queda esperar a que nos llamen de nuevo para entrar a trabajar”.

 

Contra el vaciamiento del Grupo 23

Contra el vaciamiento del Grupo 23

A las 18 horas del martes, bajo unas gotas de lluvia momentánea, los delegados del diario Tiempo Argentino comenzaron a movilizarse, desde la esquina de la Avenida Madero y Perón, hacia Puerto Madero, con una bandera que clamaba: “No al vaciamiento del Grupo 23”. Detrás de ellos, marchaban los miembros del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), representantes de las comisiones internas de Página 12, La Nación, Clarín, Canal 13, Télam, Infobae, la TV Pública y Perfil; diputados nacionales, legisladores, y agrupaciones políticas y estudiantiles. La columna se encaminó por la calle Macacha Güemes hasta las oficinas de los dueños visibles del Grupo 23: los empresarios Sergio Szpolski y Matías Garfunkel.

El multimedios incluye, además de Tiempo Argentino, las revistas Siete Días y Cielos Argentinos, El Gráfico, el diario El Argentino (las versiones de Mar del Plata, Córdoba, Rosario y Gran buenos Aires), Infonews, CN23 y las radios América, Splendid, Vorterix –en sociedad con Mario Pergolini– y Rock and Pop.

“En el caso de Tiempo Argentino hay atraso en el pago de aguinaldos y no hay certeza del pago del salario de diciembre. Ahora, el Grupo 23 está compuesto por más de diez medios, y en algunos hay un nivel de atraso salarial que supera los cuatro meses, sin explicaciones de cómo van a seguir saliendo los medios a la calle”, dijo a ANCCOM Claudio Mardones, periodista y delegado de Tiempo Argentino. Los trabajadores aseguran que estas estrategias se basan en una maniobra de vaciamiento por parte de la patronal. Randy Stagnaro, también delegado de Tiempo Argentino, aseguró a través del megáfono que el vaciamiento llegó hasta los límites: “Esta empresa ha decidido ajustar sobre los insumos elementales,  básicos para nuestra tarea periodística, no hay taxis y no hay impresoras”.

Szpolski había aceptado reunirse con la Comisión Interna de Tiempo Argentino, pero finalmente decidió no hacerlo debido a que “había 500 personas apoyándolos”.

El 31 de diciembre pasado, los trabajadores del diario publicaron una carta abierta a los lectores, advirtiendo que el día 2 de enero la empresa había decidido no sacar a la calle la publicación de Tiempo Argentino. Ante esta decisión de la editorial, sumado al incumplimiento de pagos, los periodistas comenzaron a dar difusión a la situación. “Este reclamo que estamos haciendo es para que intervenga el poder político. Que intervenga el Ministerio de Trabajo, que ponga límites a estos empresarios que violan la ley. No puede suceder esto impunemente”, dijo Stagnaro en la puerta del edificio de Puerto Madero.  Ezequiel Dolber, delegado de Infonews, agregó: “Esta patronal ha cobrado 800 millones de pesos de pauta oficial en los últimos seis años, más la pauta privada. Es un escándalo que quiera dejar ahora a los laburantes a la buena de Dios”.

En la carta abierta de diciembre, los trabajadores de Tiempo explicaron que, según datos oficiales, el dinero recibido por pauta oficial fue de 814 millones de pesos. El periodista Mardones explicó: “La plataforma por la cual crearon el Grupo tiene un nivel de penetración y competitividad comercial que no se condice con que ahora digan que no tienen plata para poder ejecutar y llevar adelante un negocio, que ha tenido no solamente facturación de pauta pública, sino que además han logrado facturar pauta privada en una cantidad considerable e importante”.

Los empresarios justifican los incumplimientos aduciendo una crisis financiera, en la que los trabajadores no creen: “A nosotros nos resulta muy poco creíble para una empresa que ha facturado y que ha crecido tanto durante todo este tiempo. Es un grupo de medios que tiene un canal y que tiene varias radios. En el caso de Tiempo, además existe  una deuda muy fuerte con nuestros compañeros precarizados, los colaboradores, los que facturan sus notas. En fin, hay todo un marco en el que nosotros no creemos en esa crisis financiera, creemos que hay un intento de vaciamiento y es lo que estamos denunciando”, dijo Alejandro Wall, delegado de Tiempo Argentino. Por su parte, Mardones comentó: “La argumentación que nos dieron fue que tienen problemas financieros, que no tienen problemas económicos porque los compromisos que tienen por cobrar son muy grandes. Ahora, en esa situación, como cualquier empresa periodística en el medio de una situación de problemas financieros, deben responder con sus bienes, más teniendo en cuenta que han tenido una facturación millonaria. Es decir, revisando la facturación pública y privada de estos grupos no se entiende que ahora no puedan respaldar una situación para atravesar un verano”.

La consigna “unidad de los trabajadores” fue una de las marcas más visibles de la movilización bajo el fuerte respaldo del reciente SiPreBA , y en la que también estuvieron presentes: el delegado de la Comisión Interna AGEA-Clarín, Francisco Rabini, que en solidaridad con los compañeros dijo: “Repudiamos esta maniobra, que es costumbre del empresariado de medios, más allá de los intereses y del signo político que los identifique”. La delegada de trabajadores de prensa de La Nación, Irene Haimovichi, aclaró: “Los patrones son patrones para nosotros, no hay diferencia”, y agregó: “Si un grupo de medios está en riesgo, están en riesgo los puestos de trabajo de 800 compañeros, lo cual impactará de una manera terrible en todo el gremio de prensa. Nosotros tenemos que levantar estos medios como bastiones y en defensa de la información, y de la democratización de la información para todo el pueblo argentino. Vamos hacer como propia esta lucha, y a defender cada uno de estos puestos de trabajo”.

 

 

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