Ni una menos, capítulo under

Ni una menos, capítulo under

La Plaza de Mayo, cubierta del rocío de un otoño que pronto será  un invierno crudo, se viste del enojo feminista. Mientras la agenda de los medios masivos se ocupa de las muertes ocurridas en la Time Warp, un grupo de personas se reúne en la histórica plaza para  reclamar por justicia. Es el mismo suelo lustrado por los resabios de la memoria colectiva el que ahora se embarra de pisadas feministas. Menos de una semana antes, en las redes sociales comenzó a viralizarse un video de Mailén Frías en el que denunciaba el abuso sexual y psicológico por parte de José Miguel del Pópolo, cantante de la banda under La Ola Que Quería Ser Chau. Ese mismo día, un par de horas más tarde, se dio a conocer el testimonio de Rocío Marquez, otra ex novia del cantante que confesó haber sufrido los mismos abusos por parte del artista. Y como una fila de fichas de dominó en delicado orden y equilibrio, cuando cayó una, comenzaron a caer todas las demás. A las denuncias contra Miguel del Pópolo se sumó un colectivo de jóvenes que armaron un sitio en Facebook para denunciar por abusos a Cristian Aldana, cantante de “El otro yo”, así como los discutidos comentarios de Walas, cantante de Massacre, que sin esperar a que se secaran los pañuelos de las víctimas, esa misma noche en su show de Mendoza dejó dicho: “¿Qué hicieron entre violación y violación? ¿Se fumaron un pucho?”. Las preguntas de Walas se suman al repertorio de frases del sentido común como “algo habrá hecho”, “mirá cómo está vestida”, “si es la novia, no hay abuso”, “¿para qué fue a la casa?”. La denuncia de Mailén en el Juzgado Criminal n° 25 es la visibilización de algo que hace tiempo se sabe y se calla en el mundo del under.

Bajo la consigna "¡Basta de abusos y violaciones, violencia en el rock!" el sábado 23 de abril se realizó en Plaza de Mayo una protesta luego de que victimas de abuso sexual hicieran publicas sus denuncias a través de las redes sociales.

Bajo la consigna «¡Basta de abusos y violaciones, violencia en el rock!» el sábado 23 de abril se realizó en Plaza de Mayo una protesta luego de que victimas de abuso sexual hicieran publicas sus denuncias a través de las redes sociales.

 

No es de sorprender que tanta gente haya ido a la Plaza de Mayo el pasado 23 de abril  a acompañar a las víctimas. Hacer audible sus testimonios, abogar por la justicia y porque las denuncias no mueran en la vorágine de los ritmos de las redes sociales y los hashtags, es lo que preocupa, ahora, a muchos de quienes partciparon, a casi dos semanas de la movida. “No es un contexto de frases vacías como ‘Amor sí, Macri no’, sino que estamos hablando de abusos y violaciones, y lo que sentimos es que necesariamente teníamos que estar organizadas para poder contener a las compañeras, para poder darles un mínimo de seguridad. Estos eventos hay que pensarlos en clave feminista”, expuso a ANCCOM Maruh García, referente feminista, militante por la Campaña por el Derecho de Aborto y una de las organizadoras de la convocatoria que se hizo bajo el polémico título “Basta de abusos y violaciones en el rock. “El título de un evento en Facebook es lo de menos, el nombre es indistinto”, planteó Maruh. “Aunque muchas personas se molestaron porque el rock es o no es o no quieren que sea así, el eje central es que estamos hablando de abusos y violaciones, y eso es lo que nos tiene que molestar”.  

Las nubes negras, detrás de la Casa Rosada, avisan que pronto va a llover. Pero no todavía. Todavía queda algo por decir. Maruh toma el micrófono y habla de Rocío, de Mailén y de muchas otras que no pudieron hacer audible sus voces. Les pide que no tengan miedo. Las invita a contar sus testimonios y verdades, a confiar en que todas las mujeres allí presentes serán una casa y un hogar para su seguridad, porque muchas de ellas han sufrido, aunque sea alguna vez, el peso de ser una mujer en una sociedad estructurada desde fundamentos machistas. Con el micrófono aún en mano, Maruh se proclama feminista y autoconvocada. No se tapa con ninguna bandera. Su cara, su voz y su experiencia como militante es todo lo que le queda. Su voz aleja las nubes. Su lucha viene de mucho antes, desde la concentración frente a la Casa de Mar del Plata en contra de la represión en el Encuentro Nacional de Mujeres del año pasado; de la movilización autoconvocada del #NiUnaMenos; de su propia experiencia como mujer, como militante y como feminista.

Militante de la agrupación "Las Rojas" da su apoyo a la causa.

Militante de la agrupación «Las Rojas» da su apoyo a la causa.

 

Esta tarde, no obstante, Maruh no está sola. Muchos artistas se solidarizaron con las víctimas y decidieron tomar una postura al respecto. La cantante de La Ola que Quería ser Chau, haciendo público su apoyo a Mailén y Rocío, acompañó las denuncias y visitó la plaza. Ya no queda nada de la antigua banda y muchos gritan, a modo de repudio, “La Ola que fue Chau”. A ella se sumaron otros músicos como Nahuel Briones, Mily Star y Jazmín Pimentel, a veces con canciones y otras veces con comentarios y opiniones; algunas activistas trans como Guillermo Celina, una de las organizadoras de la convocatoria que usa un nombre no binario, como su vestido y su barba, y que recuerda que “hay que acostumbrarse a preguntar cómo se autopercibe una persona porque el cuerpo, por sí sólo, no dice nada”;  un gran número de poetas, entre ellos Micaela Barsi que leyó alterada y atravesada por los acontecimientos, una poesía de su propia autoría: “Sonoridad / Empoderamiento / Hoy las pibas todas en movimiento / Porque si tocan a una, saltamos todas / Porque somos muchas y estamos cansada / Porque de ahora en más, el que tiene que tener miedo es el agresor / Porque si te caés, te levanto / Y al machito que te tiró / Entre todas lo aplastamos”.

 

Ya pasado el mediodía, Maruh vuelve a tomar la palabra para cerrar lo que llama “una jornada de visibilización y concientización”. La lluvia espera a que termine su discurso: “Es un camino que recién se empieza a andar. Hay una gran necesidad de acompañar, sabiendo que la Justicia no da respuestas. Hay que acompañar la denuncia y, en forma feminista, ir deconstruyendo y resignificando la cultura de la violación”. Sólo cuando calla, las primeras gotas de la tarde comienzan a caer.

“Bien warrior rima con ovarios”

“Bien warrior rima con ovarios”

 Paz Ferreyra nació y creció en la Paternal, más precisamente en la calle Bolivia. Aquella marca de origen resultó tan fuerte, que se constituyó en su verdadera identidad: Miss Bolivia. Antes de subir a escena, se recibió de psicóloga en la UBA, donde también estudió Letras. Trabajó como productora en el Canal de la Ciudad y recién en 2008 -cuando empezó a cantar en fiestas de amigos- se propuso comenzar una carrera de solista. Dos años más tarde editó su primer disco, Alhaja y en 2010 le siguió Miau. En su música fusiona la cumbia, con el rap y distintas variantes de reggae con algunos elementos del dance y un poco de pop.

Con sus ritmos, Miss Bolivia contribuyó a desestigmatizar la cumbia, la hizo sonar en los festivales más taquilleros y hasta la llevó a Hollywood, como banda sonora de la película Focus. Además, compuso e interpretó la canción “María, María”, tema principal de la telenovela La leona. Sus canciones no son pasatistas, se caracterizan por ser combativas y autobiográficas, con un llamado muy fuerte a las luchas reivindicativas feministas, LGBT y de derechos humanos.

En diálogo con ANCCOM, reflexionó sobre el lugar de la mujer en la música, su relación con el público y su punto de vista en la denuncia de Mailén y Rocío, al líder de La ola que quería ser chau, por abuso sexual.

¿Cómo atraviesa tu música tu formación como psicóloga y los años que cursaste la carrera de Letras? ¿Son elementos presentes?

Mi música apunta a hacerse preguntas. Y en la psicología, uno trata de hacerse preguntas. Tanto los libros que leí, como las experiencias que atravesé, no sólo académicamente, sino las experiencias de calle, atraviesan la obra de algún modo. Aunque no seas literal ni te estés refiriendo todo el tiempo a esas cosas, nunca sos el mismo después de leer un libro: te vas transformando; siento que ahí está la carrera. La Psicología es sanar con palabras y yo intento que la música que hago tenga que ver con sanar, con fortalecerse, con empoderarse. El empoderamiento tiene que ver con la salud también. Hay una psicología, quizá no es de diván o de hospital sino un dispositivo distinto que es la pista de baile o el living de tu casa o el auricular donde podés empoderarte o hacerte preguntas.

Los elementos autobiográficos en las letras de Miau generan mucha empatía e identificación, ¿cómo sentís que son recibidas tus historias por el público?

El artista sin el público no es. La gente es muy cálida, muy afectuosa, muy aguanta- trapos, me escribe cartas, me trae regalos, me tira ropa interior al escenario. Me gusta tener un público muy plural, muy diverso, no es que sólo hay una tribu en mis shows, hay gente muy distinta, un oficinista, un heavy, un rapero, un rasta, una señora, y eso está buenísimo. Es una de las cosas que me enorgullece, tener un público plural. Muchas veces, los cantantes o los artistas, los comunicadores en general, tenemos una responsabilidad, o un rol de espejear socialmente o darle asidero al otro. Uno canta sobre eso. En este disco,  canté de ese modo algunas canciones y la gente se apoyó en esas canciones, se vio y se sintió representada. Hace poco me tuve que subir a un bondi porque llovía y no pasaban taxis, y el chabón no me quiso cobrar porque era Miss Bolivia y yo le decía: “¡No, por favor!”. Y puso la música en el colectivo -¡un capo!- y me regaló un chocolate. Son cosas de amor, cosas lindas.

¿Repercute de alguna manera en el ambiente musical tu reivindicación del rol de la mujer y las demandas de género que promovés?

En todos los palos de la música está esto instalado, tengo colegas folcloristas, raperas, cumbieras, del pop, del rock y todas de algún modo hacen foco en esos contenidos y no estamos organizadas, es algo que cada una hace. Está lleno de organizaciones, con las cosas que están pasando hay como una furia y se organizan movidas de repudio o también de empoderamiento.

«Creo hay más conciencia de parte de mujeres y varones antipatriarcales, que hay mayor visibilidad,» declara Paz Ferreyra.

 

Hace unos días se hizo público el testimonio de Mailén y Rocío, dos chicas que denunciaron por abuso sexual al cantante de La ola que quería ser chau. ¿Tenés alguna reflexión al respecto?

Me afectó mucho, me pareció muy duro, vi al video y me pegó un bife. Me pareció que está bien que exista. Las dinámicas de abuso de poder están en toda la humanidad, el humano las puede desplegar en cualquier ámbito, obvio que está el folclore originario de las groupies y de los chabones, pero estos son casos extremos que pueden pasar en distintos espacios de la vida. Estas chicas tuvieron mucha valentía y mucho coraje. Lo que ellas hicieron es una herramienta comunicacional muy importante. Está bueno que si eso sucedió, se viralice, porque tiene que bajar el umbral de tolerancia que tenemos. Hay cosas que hay que cortar la bocha, y se corta así.

Existen  colectivos que tratan de empoderar a las mujeres, y desde la marcha  #Niunamenos esa tendencia se ha acentuado. ¿De eso se trata ser “bien warrior”?

Para hacerla corta, bien warrior rima con ovarios. Es un estado actitudinal, un estilo de vida. Creo hay más conciencia de parte de mujeres y varones antipatriarcales, que hay mayor visibilidad. Bandas femeninas y artistas femeninas hay un montón y siempre hubo un montón, ahora hay más foco, más visibilidad y eso está buenísimo en todos los palos de la música. De algún modo u otro todas hablamos de eso un poco y está bueno que pase.

¿Que nos vamos a encontrar en tu próximo show, el último de esta etapa?

Me van a acompañar algunos invitados del disco y vamos a hacer un adelanto de tres temas del próximo disco.  Miau no es algo que voy a dejar de tocar, sino que es un homenaje. La próxima vez que nos volvamos a ver en Buenos Aires va a ser con otro material.

¿Y en el próximo disco?

Sigue la cumbia, el rap y el reggae como eje, pero son temas que hablan mucho más de amor, hay militancia pero es mucho más autobiográfico, muchas canciones playeras porque estos últimos años estuve casi la mitad del tiempo en la playa y me pintó más playero.

Actualizado 03/05/2016

“Si domina el dogma, difícilmente sea arte”

“Si domina el dogma, difícilmente sea arte”

Fernando Santullo es un militante de la música. En su casa se nutrió de política, estudió Sociología y también trabajó como periodista. Estas marcas distintivas marcaron un camino que transitó entre el rap, el hip-hop, el Ska, el Drumb and Bass y la abstracción melódica que se desprende de sus últimas canciones. En este sentido, Santullo es un pez en el agua de la música, a veces contra la corriente a veces junto a ella, pero siempre distinto, siempre cambiante y siempre marcando una impronta revolucionaria. Entre sus colaboraciones se encuentran “Mírenme” para El  Cuarteto de Nos y “El mareo”, tema que terminó cantando el infalible Gustavo Cerati. “El mar sin miedo” es su último disco, en el que no faltan guitarras estridentes y murga,  de donde se extrae la misma ambición por la letra que opera en sentido político. El jueves 14 se presentará en la Sala Caras y Caretas (Venezuela 330),  el 15 en Sala Lucamba, de La Plata,  y 17 de

abril en El Emergente, Acuña de Figueroa 1030, estas dos últimas fechas junto a Milongas Extremas, otra consolidada banda uruguaya que combina rock, tango y milonga.

¿Cuándo supiste que ibas a dedicarte a la música?

Empecé a hacer música de grande, a los 24 o 25. Hasta ese entonces era súper fan de la música pero nada más. Y en cierto momento Peyote Asesino, la banda que comenzamos con Juan Campodónico y mi primera banda, se empezó a convertir en algo serio. Ahí fue cuando me planteé por primera vez la chance de ser músico. Por supuesto, dedicarse a la música es un asunto con vaivenes, con idas y venidas, cercanías, lejanías, etcétera.

Y en este sentido, ¿qué estilos aprendiste de adolescente?

En mi casa aprendí sobre todo folklore latinoamericano, Zitarrosa, Viglietti, Los Olimareños, Los Chalchaleros, Quilapayun, Mercedes Sosa. Y también Alberto Cortez, Charles Aznavour y melódicos como José José, José Luis Perales. También escuchaba mucho los Bee Gees en su época disco, como todo el mundo en ese entonces. Ya en primero del liceo aparecieron Led Zeppelin, The Who, Deep Purple, algo de Bowie y bandas de los setenta: Nazareth, Grand Funk y cosas de esas. Y en 1980 aparecieron en mi mapa Rush, The Police, U2, The Clash, The Church y mil cosas derivadas del punk y la new wave: Ultravox, Duran Duran, Soft Cell. Y el flujo de cosas no ha parado desde entonces, sin limitarse al rock para nada.

¿Qué influencias encontrás de tu carrera como sociólogo a la hora de componer canciones?

No sé, no es algo que sea fácil de ver ni de trazar. Supongo que la mirada de sociólogo aparece aunque uno no quiera pero lo mismo ocurre con el resto de las experiencias vividas. En todo caso diría que el sociólogo siempre ha acompañado al músico, aunque sin meterse intencionalmente en el arte.

¿Que significaron Peyote Asesino y Kato  en tu trayectoria?

Peyote fue mi primera banda y se convirtió en el disparador de mi música, de mis ganas de hacer música y de decir cosas con la música. Fue una banda a la que le ocurrió todo súper rápido y no supimos manejar la nave como para hacerla durar. Eso sí, fue muy intenso y divertido mientras duró. Kato fue un intento de desarrollar una serie de ideas musicales que tenía entonces pero no sé si se plasmaron tal como eran en el disco. Fue un trabajo difícil, grabado en varias sesiones en España, editado en Uruguay, que tuvo poca promoción, etc. En todo caso, fue el proyecto puente entre Peyote y lo que hago actualmente y en ese sentido fue muy valioso.

¿Podríamos describir tu carrera como un proceso de mutación continua?

No sé si llamarlo mutación, en todo caso sí que me interesa no repetirme. Si la música que me gusta va cambiando (y se va sumando a la que me gustaba antes) y mi gusto artístico va cambiando y lo que me interesa se va redefiniendo constantemente, no veo porque debería petrificar la música que hago. Con el tiempo, uno va descubriendo qué cosas le salen mejor y eso va dejando al final una especie de marca personal.

¿Cómo te paras como artista frente a la realidad social?

Me parece que es inevitable pararse de alguna manera, nadie hace música en el espacio. La música, el arte, existen en tanto fenómeno social, no son en absoluto algo individual. Como dijo una vez Charly Garcia, nadie hace discos para no vendérselos a nadie. Es verdad que quien debe estar contento con su arte es antes que nadie el propio artista. Pero eso siempre está asociado a una voluntad de comunicar, de querer decir algo con la obra. Y eso siempre supone un «otro» que escucha, mira, comenta, disfruta, odia o lo que sea. Por eso lo peor para un artista es la indiferencia: no estás diciéndole nada a nadie si pasa eso. Otro asunto distinto es si ese pararse ante la realidad social debe traducirse en una toma de posiciones con tu arte sobre situaciones muy concretas. A mí, en general, me interesa la obra que tiene un recorrido, un arco de intenciones más amplio que la simple coyuntura. Pero es verdad que también hay un montón de canciones que tratan de cosas sociales muy coyunturales que me parecen buenísimas. Lo que no creo que deba existir es un dogma sobre cómo plantarse. Si domina el dogma, difícilmente sea arte.

“El mar sin miedo” parece alejarse de las influencias mexicanas y anglosajonas de tus comienzos…

Si, puede ser en el lenguaje. Pero eso se debe simplemente a que cuando compusimos las canciones hacía añares que no iba a México. En cuanto a las influencias no anglo, ya estaban todas en “Bajofondo presenta Santullo”, del 2009. Es más, en ese disco son más explícitas que en “El mar sin miedo”, donde ya no es tan claro de qué género son los temas. El disco tiene un sonido rockero pero las canciones tienen rock, pop, murga, hip hop, milonga, etc. Una ensalada que, quiero creer, al final termina teniendo gusto a Santullo.

¿Qué opinas del cambio político en la Argentina? ¿En qué podes compararlo con los procesos políticos uruguayos actuales?

Lo primero es que no sé si un cambio tan radical. Digo, no es que fuera Corea del Norte y ahora se convirtió en Australia. Argentina era y sigue siendo un país capitalista, como el otro 99% de países. El cambio más drástico parece ser el que afecta a las políticas sociales. Lo interesante de las democracias es que si llegas a la conclusión de que votaste un gobierno que hace las cosas espantosamente mal, te lo podés sacar de arriba al cabo de unos años. Es decir, si el gobierno actual realmente perjudica a un montón de gente, esa misma gente le pega la patada en el traste en breve.

¿Cómo se entremezclaron tu trabajo como artista con el periodístico?

Tuve que separar claramente ambos asuntos: cuando empecé a tocar en Uruguay dejé de escribir sobre la escena local. Me parece una cuestión de ética básica: si tenés el pequeño púlpito que te da   la prensa y a la vez sos parte de la escena que comentás, estás marcando la cancha en forma descarada. Es desleal y hasta choto. Otra cosa es que, como decía con la sociología, es imposible que la mirada del periodista desaparezca cuando hago música.

¿Qué tenés preparado para tu próximo show?

La idea es centrarnos en las canciones de “El mar sin miedo” pero también recorrer material de otros discos y proyectos. Hay algún tema de Peyote Asesino, alguno de Kato, alguno que hice para Bajofondo y hasta una versión de “Ella vendrá” de Don Cornelio y la Zona.

Actualización 12/04/2016

 

“Y dale alegría, alegría, a mi corazón”

“Y dale alegría, alegría, a mi corazón”

Los primeros en llegar a Parque Saavedra se sentaron bajo la sombra de árboles enormes. Eran las 3 de la tarde del sábado y el mate y las bebidas frías intentaban mitigar el calor. Las primeras filas frente al escenario también se ocuparon temprano con los que decidieron bancarse el sol y los casi cuarenta grados de térmica sólo para ver de cerca a todos los artistas. Familias, jóvenes -militantes y no-, trabajadores y flamantes despedidos de la nueva administración llenaron una nueva Plaza del Pueblo, esta vez protagonizada por referentes de la cultura. Las palabras de Arturo Jauretche resumieron la esencia que motivó la convocatoria a una Plaza de los Artistas en “defensa de la alegría, el trabajo y la libertad”:El arte de nuestros enemigos es desmoralizar, entristecer a los pueblos. Los pueblos deprimidos no vencen. Por eso venimos a combatir por el país alegremente. Nada grande se puede hacer con la tristeza”.

Familias, jóvenes -militantes y no-, trabajadores y flamantes despedidos de la nueva administración llenaron una nueva Plaza del Pueblo, esta vez protagonizada por referentes de la cultura.

Familias, jóvenes -militantes y no-, trabajadores y flamantes despedidos de la nueva administración llenaron una nueva Plaza del Pueblo, esta vez protagonizada por referentes de la cultura.

Desde el escenario, los artistas fueron señalando el repudio a las medidas tomadas por el actual gobierno de Mauricio Macri: los masivos despidos en el Estado; la represión de la Gendarmería Nacional a los niños de la murga Los Auténticos Reyes del Ritmo de la villa 1-11-14 mientras ensayaban; la falta de solución para los trabajadores de Grupo 23 y de 360 TV que hace más de 60 días no cobran sus sueldos; los allanamientos a los gerentes de Télam; la detención de Milagro Sala; la intención de Hernan Lombardi, titutar del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, de derogar la Ley 27.203 –Ley del Actor- aprobada en octubre pasado por unanimidad. “Si este año la actividad teatral está en baja no va a ser por la Ley del Actor, sino por las políticas que implementa este gobierno y que golpea directamente el bolsillo de los trabajadores”.

“Se puede no estar de acuerdo con la Ley de Actores, pero no se puede ningunear porque hubo un trabajo responsable al respecto, explicó la actriz Paola Barrientos a ANCCOM. Creo que la ley debe ser defendida como todas las leyes que nuestro Parlamento ha votado, porque eso es la democracia. Parte del motivo por el que convocamos a la gente a la plaza tiene que ver con eso, somos una gran cantidad de ciudadanos que no nos sentimos representados en nuestro Presidente, sino con los representantes que nosotros elegimos para el Parlamento. Y necesitamos que estén, que trabajen, que se debata, que se acuerde, se consensúe”.

Las primeras filas, frente a la escenario, en una plaza colmada.

Algunos de los artistas organizadores y que hablaron a la multitud en el escenario fueron: Pablo Echarri, Nancy Dupláa, Rita Cortese, Liliana Herrero, Marilina Ross, Cecilia Roth, Daniel Fanego, Mercedes Morán, Gustavo Garzón, Gastón Pauls, Paola Barrientos, Graciela Dufau, Fernán Mirás, Marina Bellati, Fito Paez, Luisa Kuliok, Victoria Onetto, María Fiorentino, Gerardo Romano y Jean Pierre Noher, entre muchos otros. “La cultura es lo primero que sacan cuando están estos gobiernos –dijo Marilina Ross, otro de los artistas protagonistas del evento a ANCCOM1– y tenemos que defenderla desde la alegría, el trabajo y libertad, para eso estamos aquí. Como ya nos enseñó el general Perón primero está la Patria y estamos todos juntos en esta Patria ¡defendámosla!”.

“Siempre los artistas en momentos de adversidad nos unimos desde lo que cada uno de nosotros sabe hacer, explicó la actriz Nancy Dupláa a ANCCOM. La realidad actual nos motivó a hacer este festival. Con el cambio de Gobierno nosotros, que estamos en las antípodas del pensamiento de ellos, nos juntamos, nos empezamos a mirar a los ojos, empezamos a reflexionar y desde ahí se armó un grupo interesante de trabajo, de conversación, de intercambio y de autocrítica sobre las cosas que se hicieron mal. Estamos alerta a las situaciones que amenazan todo lo conquistado durante este tiempo. La represión y detención a activistas sociales nos genera miedo, son cosas que hace mucho tiempo no pasaban y nosotros estamos en desacuerdo”.

Martin Sabatella, Nancy Dupláa, Axel Kicilof, Teresa Parodi, Carlos Zannini dijeron presente y llevaron adelante el festival junto a variedad de artistas y referentes de la cultura.

Martin Sabatella, Nancy Dupláa, Axel Kicilof, Teresa Parodi, Carlos Zannini dijeron presente y llevaron adelante el festival junto a variedad de artistas y referentes de la cultura.

“Esta convocatoria surge de una necesidad –dijo la actriz Marina Bellati a ANCCOM-, hace tiempo varios actores nos juntamos todas las semanas y pensamos acciones para convocar a la gente que se siente igual que nosotros: des-contenidos y alarmados, preocupados por las medidas de este nuevo gobierno. Esto es autoconvocado. Hace tres semanas pensamos en hacer un festival y nos gustó esta consigna de Alegría, trabajo y libertad. Justamente lo que queremos es recuperar lo simbólico de la alegría de verdad, no de la alegría de los globos. La alegría de poder manifestarse y tener trabajo y libertad. La intención de Hernan Lombardi de derogar la Ley del Actor es absolutamente anticonstitucional. Hay mucha desinformación, dicen que esa ley se trató tres días en el Congreso cuando en realidad hace años se está tratando. Por supuesto que es una ley perfectible.  Desde el escenario vi unión, mucha empatía, como un sincronismo espiritual con todos los que estamos acá, que me parece que necesitamos juntarnos. Estas plazas del pueblo a mi me hacen mucho bien”.

Compartiendo micrófono, actores y actrices interpretaron durante la tarde del sàbado textos de Eduardo Galeano, Arturo Jauretche, Julio Cortázar, Juan Gelman, Mario Benedetti y Jorge Adoum y leyeron proclamas: “La cultura es por definición la expresión de los pueblos, su espejo. Un país sin espejos es un país sin identidad. La cultura no la podemos importar, es lo que nos define. Ante cada acto de violencia les contestaremos con nuestras herramientas de paz: los libros, la danza, el cine, el teatro, la pintura, las palabras. Porque no nos van a robar la alegría. Si hieren a un pibe, están hiriendo a nuestros hijos. Cuando dejan a una familia sin trabajo, nos dejan a todos a la intemperie. Pegarle un tiro a un niño de ocho años que ensaya en una murga es un acto que nos genera tanto estupor que por eso hoy estamos aquí contra la violencia, y a favor de la alegría, el trabajo  y la libertad. El combate, es alegría, estar arriba de un escenario es alegría, cantar es alegría aunque a veces cantemos una canción triste, un poema de Gelman y una murga son alegría, combatir políticamente es alegría”.

«El pueblo fue protagonista de este proyecto político de Cristina y Néstor Kirchner porque lo esencial de ese proyecto fue la gente. Eso es lo que están demostrando estas Plazas del Pueblo», dijo Teresa Parodi

Liliana Herrero, La Chicana, Marian Farías Gómez, Liliana Vitale, Guillermo Fernández, Marilina Ross, Teresa Parodi y Fito Páez se encargaron de la parte musical del evento, pero también los cantos desde la multitud fueron protagonistas. Después de escuchar las proclamas y las actuaciones con un profundo silencio, en los momentos más intensos la multitud respondía unánime con miles de manos levantadas y cantos como: “Oh, vamos a volver, a volver, a volver, vamos a volver”, “Macri, basura, vos sos la Dictadura”, “Néstor no se murió, Néstor no se murió, Néstor vive en el pueblo, la puta madre que los parió”.

“Yo estoy con mucho miedo. Este Gobierno fue elegido por el pueblo en democracia pero tiene una conducta, para mí, dictatorial, dijo la actriz Rita Cortese a ANCCOM y agregó que “los despidos son una gran falta de respeto al trabajador argentino. La plaza está plagada de gente, no se ve el final, no se cuanta gente hay pero en estos eventos es muy difícil que la gente escuche, y acá la gente escuchó la palabra. La palabra de los poetas, la palabra de los artistas. Yo estoy muy conmocionada… y nosotros no venimos a sostener sus almas. Nos sostenemos mutuamente”.

"Este Gobierno fue elegido por el pueblo en democracia pero tiene una conducta, para mí, dictatorial, dijo la actriz Rita Cortese  y agregó que “los despidos son una gran falta de respeto al trabajador argentino".Mientras, la urna del "fondo de lucha" se paseaba entre los convocados.

«Este Gobierno fue elegido por el pueblo en democracia pero tiene una conducta, para mí, dictatorial, dijo la actriz Rita Cortese y agregó que “los despidos son una gran falta de respeto al trabajador argentino».Mientras, la urna del «fondo de lucha» se paseaba entre los convocados.

El festival fue organizado por Martín Sabbatella, ex presidente del AFSCA y dirigente de la agrupación kirchnerista Nuevo Encuentro junto a Gabriela Cerruti y el ex ministro de Economía Axel Kicillof. “Hay miles y miles de compatriotas en todos los rincones del país que queremos ocupar el espacio público, tomar la palabra –explicó Sabbatella a ANCCOM-. Y esta convocatoria amplia de los artistas también es un abrazo al proyecto nacional y a los artistas populares que tienen compromiso, que tienen historia y ponen el cuerpo. Me parece que en este contexto hay un brutal ataque a la democracia de los derechos por parte de este gobierno, que tiene además una fuerte transferencia de recursos de los sectores populares a los grupos concentrados y para eso recurre al blindaje mediático, blindaje judicial, persecución, miedo. Ante eso lo que hay es una gran parte de la sociedad que quiere custodiar lo conquistado en estos años. Quizás porque uno mira que son los doce años más felices de nuestras vidas. Cuidar lo conquistado y organizarnos otra vez para volver. Los principios de alegría, libertad y trabajo tienen que ver con nuestra historia del proyecto nacional y los movimientos populares. La alegría de pertenecer a proyectos colectivos, solidarios, proyectos donde la patria es el otro y se basan en el trabajo, la libertad y la construcción colectiva”.

Compartiendo micrófono, actores y actrices interpretaron durante la tarde del sàbado textos de Eduardo Galeano, Arturo Jauretche, Julio Cortázar, Juan Gelman, Mario Benedetti y Jorge Adoum y leyeron proclamas: “La cultura es por definición la expresión de los pueblos, su espejo".

Compartiendo micrófono, actores y actrices interpretaron durante la tarde del sàbado textos de Eduardo Galeano, Arturo Jauretche, Julio Cortázar, Juan Gelman, Mario Benedetti y Jorge Adoum y leyeron proclamas: “La cultura es por definición la expresión de los pueblos, su espejo».

“La magnitud de este evento responde a la necesidad de informarse que tiene la gente, dijo a nuestra agencia Kicillof- y en este caso ha sido de un grupo muy grande de artistas que sin banderas políticas ha convocado y tiene una preocupación por lo que está pasando y quiere expresarlo a su modo: con arte. Nosotros durante doce años pusimos énfasis en el poder adquisitivo de la gente, el bienestar económico y también lo hemos hecho con el empleo. Las medidas del actual gobierno -los planes de ajuste, el Fondo Monetario, el endeudamiento- dejan afuera a mucha gente, jubilados, estudiantes”.

“Los cargos son efímeros, la lealtad es eterna”, apunta una de las banderas más grandes de algunas de las agrupaciones políticas que coparon el parque: Nuevo Encuentro, Movimiento Evita y La Cámpora. También estuvieron allí Carlos Zannini, ex secretario legal y técnico y ex candidato a vicepresidente, Carlos Tomada, ex ministro de Trabajo, y Teresa Parodi, ex ministra de Cultura.

En los momentos más intensos la multitud respondía unánime con miles de manos levantadas y cantos como: “Oh, vamos a volver, a volver, a volver, vamos a volver”.

En los momentos más intensos la multitud respondía unánime con miles de manos levantadas y cantos como: “Oh, vamos a volver, a volver, a volver, vamos a volver”.

“Aquí hoy hay unidad de emociones, una conjunción de cosas que nos contienen, nos entrelazan de una manera extraordinaria y son las políticas que hemos vivido y de las que fuimos protagonistas –explicó Parodi a ANCCOM-, el pueblo fue protagonista de este proyecto político de Cristina y Néstor Kirchner porque lo esencial de ese proyecto fue la gente. Eso es lo que están demostrando estas Plazas del Pueblo y volver al micrófono del canto, que pienso también volver en breve a hacer pequeños conciertos para estar en contacto con la gente y realimentarme del sentido que tiene para mí la música en mi vida y en la vida de nuestro pueblo. Fue muy fuerte ver la multitud y escuchar el silencio con que la multitud respetó cada texto de los artistas que pasaron por el escenario.  Sobre la actual gestión de cultura creo que es un espanto, no existe. Creo que hay un vaciamiento cultural muy grande, vamos a ver para dónde van, pero por ahora lo que vemos es que cierran programas, teatros, espacios como CCK, el San Martín. Creo que es un momento muy crítico”.

El músico rosarino tocó durante una hora y media.

“Señor presidente, -dijo a la plaza Fito Paez, encargado del cierre musical del evento- a los chicos se los riega de flores, amor, oportunidades y chocolates. Nunca de balas”. El rosarino había empezado a tocar al atardecer y lo hizo enardecido durante una hora y media. Tocó “Circo beat”, “Once y seis”, “El diablo en tu corazón”, “Los dinosaurios”, “Y dale alegría a mi corazón” y “Al lado del camino”, entre otros de sus clásicos. Algunas partes de las letras parecían hechas especialmente para la ocasión. Cuando asomó la luna invitó al escenario a todos los chicos de la murga Los Auténticos Reyes del Ritmo, el aplauso incesante de la multitud invadió el parque mientras los chicos iban ocupando todo el ancho del escenario. Y Fito ya no se veía en escena  pero de fondo sonaba en vivo “Mariposa Tecnicolor”.

“Saber tirar letra y no tener vergüenza”

“Saber tirar letra y no tener vergüenza”

¿Qué es el freestyle? Probablemente pocos sepan qué responder. Pero si se asocia el freestyle con rap formaremos una idea, un entramado de ritmos y pasos que recordarán esta gran cultura urbana que nació en Estados Unidos pero que hoy también crece en Argentina.

El freestyle surge como baile en 1970 cuando los jóvenes mezclaban pasos de James Brown con música de rap. En la actualidad este baile, en donde lo que se expresa corporalmente  son los golpes y quiebres que hace el DJ con sus bandejas, lo representan los conocidos bboys o bgirls. Estos jóvenes son los encargados de que mediante su baile al freestyle llegue a nuestros días.

Vocalmente no se sabe precisamente cuando nació en Argentina, pero Dante Spinetta dice que “el freestyle es un arte que ha tenido acá como representante al payador en otros tiempos”. Estos míticos personajes de la historia folklórica en las raíces argentinas se relacionan con el rap por el hecho de que ambos llevan al frente una rima improvisada: el payador lo realiza con una guitarra de fondo, mientras que el rapero no necesita de ningún sustento, más que quizás la base de un Dj o de alguien que haga beatbox (sonidos con la boca).

El freestyle es una forma de dejar fluir lo que los intérpretes quieren dar a conocer: sus vivencias, historias de otros o simplemente mediante una sola palabra disparar un cuento. Es decir, es una forma de improvisación libre sobre un tema o lo que el MC (maestro de ceremonias) quiere dar a conocer. El MC es alguien que improvisa y rapea al mismo tiempo, mientras que el freestyler es alguien que realiza improvisación pura sin tener un rap que lo sostenga atrás. El rap puede ser entendido como un modo de protesta ya que, muchas veces, mediante sus letras muestra el repudio a las formas de vida de ciertas clases sociales.

En la Argentina existen artistas conocidos en el mundo del rap como Mustafá Yoda (cantante y productor de Sudamétrica), Emanero (cantante que realizó una campaña contra el bullying), Dante Spinetta (cantante de Illya Kuryaki and the Valderramas) y Frescolate (cantante y ganador de la Red Bull Batalla de Gallos), y algunos más under como Killato, Kris Alaniz, Ruidos del Sotano y Marcos Miranda, entre otros.

La mayoría de ellos define al rap como “un estilo de vida”. Todos coinciden en que para hacer freestyle no se necesitan instrumentos, micrófonos ni equipos, sino la mente para realizar rimas improvisadas que suenen bien, dejen alguna moraleja y permitan que quienes los escuchen conozcan a la persona detrás del rapero.

“El argentino creo que tiene un buen freestyle porque es bolacero –asegura Dante Spinetta-, le gusta tirar data, le gusta chamuyar, le gusta mandarse y en esa falta de vergüenza no hay que tener miedo para tener el arrastre”. Ahí está la base del freestyle: saber tirar data y no tener vergüenza para hacerlo.

***Este artículo fue escrito y  seleccionado en el marco del Taller Anual de la Orientación, CCOM. UBA.