Poesía eres tú

Poesía eres tú

Se apagan las luces. Se callan las voces. Sólo un pequeño murmullo transgresor llega desde afuera, pero las puertas se cierran y el silencio envuelve a los espectadores que ahora miran hacia el escenario. Allí, en el centro de las únicas luces que siguen encendidas en el bar, se encuentran Diego Arbit y Sagrado Sebakis. Aún no emiten sonido. Esperan que el silencio se perpetúe un poco más antes de dar inicio a otro Circuito Cerrado de Poesía Estéreo, o como ellos lo llaman, “un espacio pensado para fallar”. Y cuando ese silencio alcanza su punto de máxima tensión, comienzan a recitar al unísono: “¡No sos nadie! / Te quejás por todo / Tu vida es una mierda / Tu novia te odia / Tenés papada / Los mozos no te dan bola / ¡No sos nadie!”. Todo lo que dicen lo acompañan con el cuerpo que rompe la poesía, la saca de su solemnidad y la devuelve a un público que a veces interrumpe con risas de espasmo por la identificación, con aplausos improvisados por el fervor político, o con gritos que se infiltran entre pausas y no pueden esperar por ser protagonistas. Porque ahí, en el circuito cerrado de Poesía Estéreo, todos encuentran un lugar para brillar.

Desde la crisis de 2001 hasta la actualidad, crecieron los movimientos artístico-literarios en donde muchos jóvenes buscaron un lugar para expresarse en medio de un contexto desalentador. Estos circuitos comenzaron a trazarse en diferentes bares culturales de Capital Federal y el Gran Buenos Aires y se construyeron como espacios que prometían pluralidad y diversidad, así como un público atento a nuevas experiencias. Las temáticas que recorrían los versos de los poetas, por entonces, hablaban de una crisis que los había dejado sin voz y de un Estado que los había dejado sin ningún tipo de amparo. Pocos años después, en 2006, surgió Poesía Esteréo, un circuito de poesía organizado por Sagrado Sebakis y al que luego se sumaría Diego Arbit.  Ambos reivindican la oralidad y el slam como modos de poner en escena el cuerpo y la voz. Como Los Verbonautas, que consideraban a su arte como una “acción poética” con Vicente Luy a la cabeza, – entraba en los bares exigiendo que se le concedieran cinco minutos, para que pudiera hacer audible su palabra – los chicos de Poesía Estéreo consideran al suyo un “arte performático” que intenta recuperar la tradición oral de la poesía en una apuesta por su democratización.

Poesía Esteréo es un circuito de poesía organizado por Sagrado Sebakis y Diego Arbit. Ambos reivindican la oralidad y el slam como modos de poner en escena el cuerpo y la voz.

El inicio

Diego Arbit, escritor y performer de la escena under porteña, comenzó a hacer poesía oral en la década de los ‘90: “Yo tenía 18 años y encaré la poesía oral como forma de transmitir mis inconformidades y mis dudas ante la realidad a la que me enfrentaba”. En el escenario, su voz y la de Sebakis cambian de tono y se llenan de potencia cuando hablan de una “Argentina fea, macrista”.

A veces escupen, un poco a propósito y otro poco por el tinte violento que va tomando la poesía. Todos los espectadores se sienten examinados. Todos devuelven la mirada a los ojos. Todos juntos hacen que el espacio funcione y sellan un contrato silencioso del que no quieren dejar de formar parte. Es el pacto de entendimiento de que, en ese mismo momento, todos están tejiendo un entramado cultural entre los márgenes de los límites impuestos por lo oficial.

Entre los integrantes del público de Poesía Estéreo, muchos hablan del segundo Slam Capital, Copa “Pata de Sofovich” 2016, que se realizará el miércoles 13 de abril en el marco del Rockelin Club de Artistas en El Emergente Bar. “Y vos, ¿vas a leer en el próximo Slam?” le pregunta un chico entusiasmado a la chica que tiene al lado, y así comienza una conversación. Esta vez, el torneo de poetas será organizado por Mariana (Mana) Bugallo -actriz, performer y poeta que participó en el 1° Slam de Poesía en la 38° Feria del Libro-, Juan Xiet, cofundador del colectivo Poesía Urbana y campeón del Slam Copa FILBA, y Diego Arbit, Campeón Nacional del Slam de Poesía argentino en 2012. Aunque se define al Slam de Poesía como  un torneo de poetas en donde cada uno posee tres minutos y 20 segundos para recitar sus poemas, Juan Xiet establece que “el formato torneo es como una ironía en sí misma. Si bien hay autores que vienen ‘a ganar’, creo que prevalece la idea de compartir, de decir algo, de entretener. De ahí los nombres que usamos para bautizar las copas, que por lo general son ocurrencias del momento o frases que quedan en el tintero de diálogos místicos”.

“El formato torneo es como una ironía en sí misma. Si bien hay autores que vienen ‘a ganar’, creo que prevalece la idea de compartir, de decir algo, de entretener».

La idea del Slam nació a principios de 2011 cuando Sagrado Sebakis y Sol Fantin, poeta, slammer y escritora, cansados de los eventos de lecturas de poesía locales, organizaron el primer Slam Argentino de Poesía Oral llamado Saca los Parlantes a la Calle. A partir de entonces, este formato creció desde el under hasta alcanzar espacios como la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires y el Festival Internacional de Literatura en Buenos Aires (FILBA). “Éxito sería que haya muchos poetas argentinos viajando por el mundo leyendo en slams de otras partes, que haya Slam de poesía en escuelas primarias, en las plazas todos los findes, que haya un slam en la Quiaca, eso sería un exitazo”, reflexiona Xiet.

Para Mana Bugallo, por su parte, “los eventos abiertos como el Circuito Cerrado, valga el oxímoron, que lleva a cabo Poesía Estéreo, o el Slam, están para invitar, sin distinción, a todos los que se quieran sumar” y agrega, con algo del humor que tanto la caracteriza, que “son una gran plataforma para que los superhéroes mal pagos se conozcan y se organicen”. En cuanto al rol que ocupa la mujer dentro de estos nuevos espacios emergentes que prometen pluralidad y diversidad, Mana reconoce que el ambiente tiene sus problemas, como todos los otros, y que no carece de machismo o de injusticia “porque no recitamos poesía en marte o en una perfecta fantasía adentro de mi cabeza”.

Todavía hoy este tipo de movimientos culturales de la escena porteña encuentra gran dificultad para superar las trabas burocráticas que no les permiten salir de la situación de clandestinidad. “Muchos de estos movimientos –dice Arbit- siguen en la clandestinidad porque la legalidad no los permite, y en otros casos porque la legalidad hace que lo lindo se vuelva triste, lleno de papeleo”.

A este escenario que pone trabas a cualquier tipo de cultura alternativa, se agregan otras políticas llevadas a cabo por el PRO durante sus años de gobierno en la Ciudad de Buenos Aires, como la represión contra la toma de la Sala Alberdi en 2013. Ahora, estas medidas son trasladadas al plano nacional e incluyen despidos masivos en los sectores de cultura y una campaña de estigmatización de los trabajadores del Estado. “No es alentador que a nivel nacional se replique lo que pasó en la Ciudad de Buenos Aires –sostiene Bugallo-. Es horrible estar con los inspectores en los talones y con el Estado en contra. Es el momento de organizarse y resistir, y entender que no es sólo la poesía oral y los espacios de cultura los que se quieren cerrar, sino que quieren cerrar la posibilidad de una vida mejor para los sectores populares y los cuerpos disidentes”.

A Juan Xiet le ha tocado ser parte de situaciones de agresividad en la calle, en las puertas de bares y centros culturales, en eventos organizados con amigos que se hacen por y para la cultura. “He visto topadoras, golpes, balazos y sangre”, cuenta, y no duda de qué “eso irá incrementándose porque todos sabemos que la alineación con las políticas derechistas trae caos y desolación”. Pero, frente a este escenario “desolador” en el que las políticas neoliberales retornan con fuerza al país y atacan a los sectores de educación, cultural y salud, Xiet recuerda que “somos un montón de humanos involucrados en la cultura y en el arte que vamos a resistir a como dé lugar. Nadie jamás nos quitará la posibilidad de compartir poesía”. Por su parte, Arbit se suma a este pedido de resistencia y sentencia: “Si hay algo que no somos los argentinos es ni muy derechos, ni muy humanos. Somos bestias anárquicas muy difíciles de domar, así que seguramente de su represión vamos a encontrar alguna vuelta para complicarles la vida, y a la larga, la van a tener que chupar”.

Para Mana Bugallo, “los eventos abiertos como el Circuito Cerrado, valga el oxímoron, que lleva a cabo Poesía Estéreo, o el Slam, están para invitar, sin distinción, a todos los que se quieran sumar”

Actualización 12/04/2016

Sin palabras

Sin palabras

La Biblioteca Nacional Mariano Moreno representa para la ciudad un polo de conocimiento, una suerte de emblema del saber, en el que, en los últimos años, además de libros y lectores tuvieron lugar numerosas actividades, talleres y exposiciones, que la han abierto mucho más allá de sus paredes y muy por encima de los siete pisos con los que cuenta. Sin embargo, estos logros se ven amenazados por 240 despidos que la afectan sensiblemente. La institución perdió el 25 por ciento de su planta y áreas enteras fueron desmanteladas.

“El lunes 21 empezamos a recibir telegramas de despido”, explicó Diego Martínez, delegado de la junta interna gremial de ATE. La medida incluyó a personas con antigüedades que van desde los cinco meses hasta los 22 años y envolvió a las tres áreas que componen la estructura del establecimiento: la Dirección de Administración, la Dirección de Técnica Bibliotecológica y la Dirección de Cultura. Esta última fue desmantelada casi por completo, según Martínez.

Poco sirvió la difusión de un comunicado en donde una larga lista de “intelectuales” advertían sobre el potencial desenlace. “He encontrado entre ellos algunos nombres que me dejaron gratamente sorprendido”, expresó al respecto Marcos Mayer, ex editor de la revista Estado Crítico, dependiente de la Biblioteca Nacional y recientemente discontinuada debido a las destituciones. Él fue uno de los que recibió un telegrama informándole que ya no se precisaría de sus funciones. “Me lo veía venir desde que asumió Macri. No mi despido en particular sino lo que vino en realidad, achicar y desarmar la Biblioteca. Es más, yo temo que esto no sea lo último”, confesó Mayer.

La medida también afectó al Museo del Libro y de la Lengua, abierto desde el 2011, que perdió dos terceras parte de sus trabajadores. De hecho, las visitas escolares ya fueron suspendidas porque no hay guías que puedan acompañar a los alumnos que deseen visitarla. Su ex directora, María Pía López, quien renunció a fines del año pasado debido al cambio de autoridades, afirma que a la gravedad de los despidos se suma el hecho de que se trata de destruir procesos enteros de trabajo. “Una de las personas que fueron despedidas estaba desde antes que abriera el museo, era una de las personas que participó en el trabajo de diseño de contenido”, ejemplificó.

Durante la gestión de Horacio González, concluida en 2015, todos los trabajadores -afirma López- tuvieron una gran responsabilidad para procurar el crecimiento de la Biblioteca. “Todos tuvimos un altísimo compromiso en crear institución, crear tramas, vínculos, procesos de trabajo, formas de producción”. Para Mayer, en cambio, esto comenzó desde antes de esa gestión: “Perder todos esos logros sería regresar 20 años al pasado”, dice: “Transformar a la Biblioteca  en un lugar donde la gente va a consultar libros y nada más”.

Martínez, que además forma parte del consejo directivo de ATE-Capital, no duda en responsabilizar de estas decisiones a la nueva conducción: “A partir de la ida de Horacio González estuvimos algunas semanas sin conducción. Estaba la subdirectora Elsa Barber, quien por supuesto había dicho en su momento que si había despidos renunciaría. Sin embargo, ella ha sido también encargada de llevar adelante este plan de ajuste, porque se quedó y hasta emitió un comunicado diciendo falacias”. Pero él cree que es Alberto Manguel, nombrado como director a partir de junio, quien ha sugerido desde el exterior qué hacer con la Biblioteca durante estos meses.

Mayer incluso alerta sobre amenazas superiores, en donde lo ocurrido sería apenas un comienzo y tendría que ver más con “la intimidación” que con aspectos económicos concretos. En su opinión, lo que se está armando es un discurso único que dificulta la posibilidad de encontrar canales por donde circule “otra información”. En ese sentido, López cree que lo fundamental es la concepción de las autoridades respecto a lo que deben ser las instituciones: “Convertirlas en entes bobos, que no puedan intervenir, no puedan pensar, no puedan crear por sí solas”.

Pese a todo, los afectados por este conflicto ya plantean llevar a cabo acciones en caso de que el Ministerio de Cultura no presente las respuestas adecuadas a sus planteos, no sólo en cuanto a la reincorporación de los 240 trabajadores desafectados sino que se esperan explicaciones acerca los criterios y los fundamentos que se tuvieron en cuenta al repetirse la metodología de otras dependencias del Estado donde los despidos fueron sin causa. Lo que se está defendiendo es sintetizado por Martínez: “Una institución que pudo recrearse como popular y compleja a la vez, pero con una visibilidad, una expansión, una ambición desde el punto de vista cultural muy importante que no hemos tenido en otros momentos. A veces había un debate sobre si era una biblioteca o un centro cultural. Yo creo que se pudo combinarlas y llevar adelante una institución, una organización en algún punto de vanguardia”.

 

Actualizado 31/03/2016

“Y dale alegría, alegría, a mi corazón”

“Y dale alegría, alegría, a mi corazón”

Los primeros en llegar a Parque Saavedra se sentaron bajo la sombra de árboles enormes. Eran las 3 de la tarde del sábado y el mate y las bebidas frías intentaban mitigar el calor. Las primeras filas frente al escenario también se ocuparon temprano con los que decidieron bancarse el sol y los casi cuarenta grados de térmica sólo para ver de cerca a todos los artistas. Familias, jóvenes -militantes y no-, trabajadores y flamantes despedidos de la nueva administración llenaron una nueva Plaza del Pueblo, esta vez protagonizada por referentes de la cultura. Las palabras de Arturo Jauretche resumieron la esencia que motivó la convocatoria a una Plaza de los Artistas en “defensa de la alegría, el trabajo y la libertad”:El arte de nuestros enemigos es desmoralizar, entristecer a los pueblos. Los pueblos deprimidos no vencen. Por eso venimos a combatir por el país alegremente. Nada grande se puede hacer con la tristeza”.

Familias, jóvenes -militantes y no-, trabajadores y flamantes despedidos de la nueva administración llenaron una nueva Plaza del Pueblo, esta vez protagonizada por referentes de la cultura.

Familias, jóvenes -militantes y no-, trabajadores y flamantes despedidos de la nueva administración llenaron una nueva Plaza del Pueblo, esta vez protagonizada por referentes de la cultura.

Desde el escenario, los artistas fueron señalando el repudio a las medidas tomadas por el actual gobierno de Mauricio Macri: los masivos despidos en el Estado; la represión de la Gendarmería Nacional a los niños de la murga Los Auténticos Reyes del Ritmo de la villa 1-11-14 mientras ensayaban; la falta de solución para los trabajadores de Grupo 23 y de 360 TV que hace más de 60 días no cobran sus sueldos; los allanamientos a los gerentes de Télam; la detención de Milagro Sala; la intención de Hernan Lombardi, titutar del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, de derogar la Ley 27.203 –Ley del Actor- aprobada en octubre pasado por unanimidad. “Si este año la actividad teatral está en baja no va a ser por la Ley del Actor, sino por las políticas que implementa este gobierno y que golpea directamente el bolsillo de los trabajadores”.

“Se puede no estar de acuerdo con la Ley de Actores, pero no se puede ningunear porque hubo un trabajo responsable al respecto, explicó la actriz Paola Barrientos a ANCCOM. Creo que la ley debe ser defendida como todas las leyes que nuestro Parlamento ha votado, porque eso es la democracia. Parte del motivo por el que convocamos a la gente a la plaza tiene que ver con eso, somos una gran cantidad de ciudadanos que no nos sentimos representados en nuestro Presidente, sino con los representantes que nosotros elegimos para el Parlamento. Y necesitamos que estén, que trabajen, que se debata, que se acuerde, se consensúe”.

Las primeras filas, frente a la escenario, en una plaza colmada.

Algunos de los artistas organizadores y que hablaron a la multitud en el escenario fueron: Pablo Echarri, Nancy Dupláa, Rita Cortese, Liliana Herrero, Marilina Ross, Cecilia Roth, Daniel Fanego, Mercedes Morán, Gustavo Garzón, Gastón Pauls, Paola Barrientos, Graciela Dufau, Fernán Mirás, Marina Bellati, Fito Paez, Luisa Kuliok, Victoria Onetto, María Fiorentino, Gerardo Romano y Jean Pierre Noher, entre muchos otros. “La cultura es lo primero que sacan cuando están estos gobiernos –dijo Marilina Ross, otro de los artistas protagonistas del evento a ANCCOM1– y tenemos que defenderla desde la alegría, el trabajo y libertad, para eso estamos aquí. Como ya nos enseñó el general Perón primero está la Patria y estamos todos juntos en esta Patria ¡defendámosla!”.

“Siempre los artistas en momentos de adversidad nos unimos desde lo que cada uno de nosotros sabe hacer, explicó la actriz Nancy Dupláa a ANCCOM. La realidad actual nos motivó a hacer este festival. Con el cambio de Gobierno nosotros, que estamos en las antípodas del pensamiento de ellos, nos juntamos, nos empezamos a mirar a los ojos, empezamos a reflexionar y desde ahí se armó un grupo interesante de trabajo, de conversación, de intercambio y de autocrítica sobre las cosas que se hicieron mal. Estamos alerta a las situaciones que amenazan todo lo conquistado durante este tiempo. La represión y detención a activistas sociales nos genera miedo, son cosas que hace mucho tiempo no pasaban y nosotros estamos en desacuerdo”.

Martin Sabatella, Nancy Dupláa, Axel Kicilof, Teresa Parodi, Carlos Zannini dijeron presente y llevaron adelante el festival junto a variedad de artistas y referentes de la cultura.

Martin Sabatella, Nancy Dupláa, Axel Kicilof, Teresa Parodi, Carlos Zannini dijeron presente y llevaron adelante el festival junto a variedad de artistas y referentes de la cultura.

“Esta convocatoria surge de una necesidad –dijo la actriz Marina Bellati a ANCCOM-, hace tiempo varios actores nos juntamos todas las semanas y pensamos acciones para convocar a la gente que se siente igual que nosotros: des-contenidos y alarmados, preocupados por las medidas de este nuevo gobierno. Esto es autoconvocado. Hace tres semanas pensamos en hacer un festival y nos gustó esta consigna de Alegría, trabajo y libertad. Justamente lo que queremos es recuperar lo simbólico de la alegría de verdad, no de la alegría de los globos. La alegría de poder manifestarse y tener trabajo y libertad. La intención de Hernan Lombardi de derogar la Ley del Actor es absolutamente anticonstitucional. Hay mucha desinformación, dicen que esa ley se trató tres días en el Congreso cuando en realidad hace años se está tratando. Por supuesto que es una ley perfectible.  Desde el escenario vi unión, mucha empatía, como un sincronismo espiritual con todos los que estamos acá, que me parece que necesitamos juntarnos. Estas plazas del pueblo a mi me hacen mucho bien”.

Compartiendo micrófono, actores y actrices interpretaron durante la tarde del sàbado textos de Eduardo Galeano, Arturo Jauretche, Julio Cortázar, Juan Gelman, Mario Benedetti y Jorge Adoum y leyeron proclamas: “La cultura es por definición la expresión de los pueblos, su espejo. Un país sin espejos es un país sin identidad. La cultura no la podemos importar, es lo que nos define. Ante cada acto de violencia les contestaremos con nuestras herramientas de paz: los libros, la danza, el cine, el teatro, la pintura, las palabras. Porque no nos van a robar la alegría. Si hieren a un pibe, están hiriendo a nuestros hijos. Cuando dejan a una familia sin trabajo, nos dejan a todos a la intemperie. Pegarle un tiro a un niño de ocho años que ensaya en una murga es un acto que nos genera tanto estupor que por eso hoy estamos aquí contra la violencia, y a favor de la alegría, el trabajo  y la libertad. El combate, es alegría, estar arriba de un escenario es alegría, cantar es alegría aunque a veces cantemos una canción triste, un poema de Gelman y una murga son alegría, combatir políticamente es alegría”.

«El pueblo fue protagonista de este proyecto político de Cristina y Néstor Kirchner porque lo esencial de ese proyecto fue la gente. Eso es lo que están demostrando estas Plazas del Pueblo», dijo Teresa Parodi

Liliana Herrero, La Chicana, Marian Farías Gómez, Liliana Vitale, Guillermo Fernández, Marilina Ross, Teresa Parodi y Fito Páez se encargaron de la parte musical del evento, pero también los cantos desde la multitud fueron protagonistas. Después de escuchar las proclamas y las actuaciones con un profundo silencio, en los momentos más intensos la multitud respondía unánime con miles de manos levantadas y cantos como: “Oh, vamos a volver, a volver, a volver, vamos a volver”, “Macri, basura, vos sos la Dictadura”, “Néstor no se murió, Néstor no se murió, Néstor vive en el pueblo, la puta madre que los parió”.

“Yo estoy con mucho miedo. Este Gobierno fue elegido por el pueblo en democracia pero tiene una conducta, para mí, dictatorial, dijo la actriz Rita Cortese a ANCCOM y agregó que “los despidos son una gran falta de respeto al trabajador argentino. La plaza está plagada de gente, no se ve el final, no se cuanta gente hay pero en estos eventos es muy difícil que la gente escuche, y acá la gente escuchó la palabra. La palabra de los poetas, la palabra de los artistas. Yo estoy muy conmocionada… y nosotros no venimos a sostener sus almas. Nos sostenemos mutuamente”.

"Este Gobierno fue elegido por el pueblo en democracia pero tiene una conducta, para mí, dictatorial, dijo la actriz Rita Cortese  y agregó que “los despidos son una gran falta de respeto al trabajador argentino".Mientras, la urna del "fondo de lucha" se paseaba entre los convocados.

«Este Gobierno fue elegido por el pueblo en democracia pero tiene una conducta, para mí, dictatorial, dijo la actriz Rita Cortese y agregó que “los despidos son una gran falta de respeto al trabajador argentino».Mientras, la urna del «fondo de lucha» se paseaba entre los convocados.

El festival fue organizado por Martín Sabbatella, ex presidente del AFSCA y dirigente de la agrupación kirchnerista Nuevo Encuentro junto a Gabriela Cerruti y el ex ministro de Economía Axel Kicillof. “Hay miles y miles de compatriotas en todos los rincones del país que queremos ocupar el espacio público, tomar la palabra –explicó Sabbatella a ANCCOM-. Y esta convocatoria amplia de los artistas también es un abrazo al proyecto nacional y a los artistas populares que tienen compromiso, que tienen historia y ponen el cuerpo. Me parece que en este contexto hay un brutal ataque a la democracia de los derechos por parte de este gobierno, que tiene además una fuerte transferencia de recursos de los sectores populares a los grupos concentrados y para eso recurre al blindaje mediático, blindaje judicial, persecución, miedo. Ante eso lo que hay es una gran parte de la sociedad que quiere custodiar lo conquistado en estos años. Quizás porque uno mira que son los doce años más felices de nuestras vidas. Cuidar lo conquistado y organizarnos otra vez para volver. Los principios de alegría, libertad y trabajo tienen que ver con nuestra historia del proyecto nacional y los movimientos populares. La alegría de pertenecer a proyectos colectivos, solidarios, proyectos donde la patria es el otro y se basan en el trabajo, la libertad y la construcción colectiva”.

Compartiendo micrófono, actores y actrices interpretaron durante la tarde del sàbado textos de Eduardo Galeano, Arturo Jauretche, Julio Cortázar, Juan Gelman, Mario Benedetti y Jorge Adoum y leyeron proclamas: “La cultura es por definición la expresión de los pueblos, su espejo".

Compartiendo micrófono, actores y actrices interpretaron durante la tarde del sàbado textos de Eduardo Galeano, Arturo Jauretche, Julio Cortázar, Juan Gelman, Mario Benedetti y Jorge Adoum y leyeron proclamas: “La cultura es por definición la expresión de los pueblos, su espejo».

“La magnitud de este evento responde a la necesidad de informarse que tiene la gente, dijo a nuestra agencia Kicillof- y en este caso ha sido de un grupo muy grande de artistas que sin banderas políticas ha convocado y tiene una preocupación por lo que está pasando y quiere expresarlo a su modo: con arte. Nosotros durante doce años pusimos énfasis en el poder adquisitivo de la gente, el bienestar económico y también lo hemos hecho con el empleo. Las medidas del actual gobierno -los planes de ajuste, el Fondo Monetario, el endeudamiento- dejan afuera a mucha gente, jubilados, estudiantes”.

“Los cargos son efímeros, la lealtad es eterna”, apunta una de las banderas más grandes de algunas de las agrupaciones políticas que coparon el parque: Nuevo Encuentro, Movimiento Evita y La Cámpora. También estuvieron allí Carlos Zannini, ex secretario legal y técnico y ex candidato a vicepresidente, Carlos Tomada, ex ministro de Trabajo, y Teresa Parodi, ex ministra de Cultura.

En los momentos más intensos la multitud respondía unánime con miles de manos levantadas y cantos como: “Oh, vamos a volver, a volver, a volver, vamos a volver”.

En los momentos más intensos la multitud respondía unánime con miles de manos levantadas y cantos como: “Oh, vamos a volver, a volver, a volver, vamos a volver”.

“Aquí hoy hay unidad de emociones, una conjunción de cosas que nos contienen, nos entrelazan de una manera extraordinaria y son las políticas que hemos vivido y de las que fuimos protagonistas –explicó Parodi a ANCCOM-, el pueblo fue protagonista de este proyecto político de Cristina y Néstor Kirchner porque lo esencial de ese proyecto fue la gente. Eso es lo que están demostrando estas Plazas del Pueblo y volver al micrófono del canto, que pienso también volver en breve a hacer pequeños conciertos para estar en contacto con la gente y realimentarme del sentido que tiene para mí la música en mi vida y en la vida de nuestro pueblo. Fue muy fuerte ver la multitud y escuchar el silencio con que la multitud respetó cada texto de los artistas que pasaron por el escenario.  Sobre la actual gestión de cultura creo que es un espanto, no existe. Creo que hay un vaciamiento cultural muy grande, vamos a ver para dónde van, pero por ahora lo que vemos es que cierran programas, teatros, espacios como CCK, el San Martín. Creo que es un momento muy crítico”.

El músico rosarino tocó durante una hora y media.

“Señor presidente, -dijo a la plaza Fito Paez, encargado del cierre musical del evento- a los chicos se los riega de flores, amor, oportunidades y chocolates. Nunca de balas”. El rosarino había empezado a tocar al atardecer y lo hizo enardecido durante una hora y media. Tocó “Circo beat”, “Once y seis”, “El diablo en tu corazón”, “Los dinosaurios”, “Y dale alegría a mi corazón” y “Al lado del camino”, entre otros de sus clásicos. Algunas partes de las letras parecían hechas especialmente para la ocasión. Cuando asomó la luna invitó al escenario a todos los chicos de la murga Los Auténticos Reyes del Ritmo, el aplauso incesante de la multitud invadió el parque mientras los chicos iban ocupando todo el ancho del escenario. Y Fito ya no se veía en escena  pero de fondo sonaba en vivo “Mariposa Tecnicolor”.

Los muchachos publicistas

Los muchachos publicistas

En alusión a una lectura que el escritor argentino Carlos Gamerro hace sobre un cuento de Julio Cortázar, si el peronismo fuera definido como lo que llenó de discursos a la cultura argentina, es plausible suponer que existió todo un aparato comunicacional del Estado que, en buena medida, contribuyó a dar cuenta de este movimiento de masas. Con el propósito de que los interesados de hoy puedan conocer o rememorar la realidad comunicativa de la primera década peronista, la Biblioteca Nacional Mariano Moreno exhibe, de manera inédita, una muestra con el material impreso de aquellos años,  en particular folletos.

“La incesante publicística. Folletos del primer peronismo (1945-1955)” se denomina la exposición, que comprende una recopilación de 237 impresos del período, bajo la curaduría de Roberto Baschetti, propietario de buena parte del material y sociólogo, archivista, historiador e investigador especializado en peronismo.

En diálogo con ANCCOM, Baschetti contó el origen de la muestra: “No hay antecedentes de exhibición de los folletos del peronismo y este año se cumplía el 70 aniversario del 17 de Octubre. Por eso, cuando a comienzos de año, le ofrecí al director de la Biblioteca, Horacio González, no sólo aceptó enseguida sino que aumentó la apuesta ofreciendo un catálogo, que, como sabemos, es lo que queda como valor histórico, lo que queda registrado en el tiempo. Las colecciones pasan, los catálogos quedan”.

Entre los temas que han sido referenciados en los folletos, se hallan las Fuerzas Armadas y de seguridad, el Tercer Mundo y la Tercera Posición, la economía (la industria, el campo y el agro), la salud, los deportes, la política, la nueva doctrina peronista y, por supuesto, el sindicalismo y la clase trabajadora. En relación a cuánto hay de actividad propagandística y cuánto de política concreta, Baschetti asegura que en estos documentos no hay un desfasaje entre lo que se comunica y el hecho fáctico: “Los folletos han sido dados a conocer una vez que el acontecimiento ha sido concretado”. Y ejemplificó: “Está reflejado el Estatuto del Peón, el Estatuto del Periodista, la normativa gremial que reúne a los docentes, la reforma de la Constitución en el 49, tan importante porque suma muchas mejoras a los derechos de los trabajadores”, entre otros acontecimientos.  

Antes que peronista, Olga, a los 84 años, se asume como “evitista”. Al recorrer la colección, con su andar pausado, no pudo evitar la añoranza por aquel período de novedad política y transformación social. Detuvo su mirada en un pliego con un  índice de precios máximos y de inmediato recordó la actual medida de Precios Cuidados, el acuerdo que la Secretaría de Comercio de la Nación ha logrado establecer con los proveedores comerciales para la canasta básica de artículos. “Habla de las posiciones de un gobierno por tomar decisiones para el pueblo en general. Cuando yo era chica no era raro que se impongan cuáles eran los precios que había que pagar por los alimentos”, señaló la mujer que suele visitar las bibliotecas junto a su hijo.  

María Elena (38) está acompañada por su marido y su pequeña hija. Está vinculada al peronismo, primero, desde lo afectivo, por tradición familiar, y, después, por una decisión personal. Conforme a sus palabras, en la colección “hay cosas que me contaban mis padres de la época en que eran chicos, como la defensa de la soberanía, Braden o Perón, la lucha contra el clero, la recuperación de los ferrocarriles o la inauguración de hospitales y escuelas”.

Ariel (24) estudia Historia. Una parte de su familia se declara peronista, con lo cual siempre ha tenido presente el gran cambio que significó dicho movimiento de masas. Sin embargo, con el correr de la carrera, prefirió adoptar un espíritu más crítico sin dejar de destacar los logros que beneficiaron a las clases populares. “El peronismo siempre terminó siendo la opción más potable y más valiosa, aún con sus defectos”, explicó Ariel. Y añadió su opinión comparativa sobre la política comunicacional del presente: “Encontré mucha publicidad de un Gobierno que se presenta de forma potenciada como defensor del obrero, algo que no se ve tanto en la publicidad actual. Aunque en este último tiempo, con la campaña electoral, se retomó esa mística del peronismo y es posible ver exacerbadas esas cuestiones: la lucha contra la oligarquía, la defensa de los derechos del trabajador, el apoyo a la educación”, por nombrar algunas. Ariel hace una pausa y se toma su tiempo, entre tantos anuncios y estímulos visuales, se pregunta qué repercusión y grado de efectividad tuvo todo este mensaje en sus receptores.

 

Para Baschetti (65), que desde los 25 años colecciona documentación de valor histórico, el trabajo de la Subsecretaría de Informaciones y Prensa de la Nación era capital ya que se hacía necesaria una comunicación acerca de la nueva realidad que se estaba desarrollando, a mucha velocidad, en aquel entonces. Hay que recordar que la Subsecretaría mantenía una actividad intensa, sobre todo a partir de 1949, en que estuvo a cargo del polémico Raúl Alejandro Apold, con un funcionamiento incesante durante las 24 horas en tres turnos rotativos por día.         

El padre de Alejandra (47) fue abogado de Juan D. Perón: Alejandro Díaz Bialet. En 1973 Bialet fue el senador que al momento de renunciar Héctor Cámpora y Vicente Solano Lima debía haber asumido provisionalmente la presidencia, pero que fue exiliado del país para permitir que Raúl Lastiri ocupara ese cargo. Por eso, esta muestra -a la que destacó como “brillantemente montada”-, le caló de manera muy melancólica. Observó una carátula que le suscitó de inmediato mucha emoción: la que alude al Día de la Lealtad. Atenta a las actividades de la biblioteca, se quedó con la sensación de que efectivamente existió “el amor de un pueblo por su líder Perón y, obviamente, por Evita”. Y especificó: “Vas viendo qué es lo que se iba haciendo en educación, en deporte, en salud, en economía. Todo eso que recibía un pueblo por primera vez en su vida”.

Puede apreciarse, entre marcos y cristales, las más variopintas imágenes que tenía la finalidad de no solo informar el novedoso proceso sino también cimentar entre los trabajadores un sentimiento de identidad y pertenencia nacional. La creatividad artística se basaba en una estética muy de la época que resaltaba los valores más positivos del movimiento. Un obrero vestido de overol azul sosteniendo, con mirada orgullosa al horizonte, un escudo protector de las fábricas y la leyenda “17 de Octubre”; un libro que semeja la Constitución rodeada de una escarapela en cuyo fondo las fábricas están funcionando a todo vapor y en la que puede leerse “Perón, cuatro años de su Gobierno”; “Perón cumple” y la foto del líder alzado a una locomotora; o “Los muchachos peronistas – Marcha Canción” y el dibujo de unos jóvenes alegres movidos bajo el impulso de la música. A estos mensajes se agregan también los folletos que fueron divulgados durante los tres años en que Perón se desempeñó en la Secretaría de Trabajo y Previsión, período que va de 1943 a 1946.  

Salvando la diferencia de coyuntura, es plausible establecer algún punto de contacto con la realidad del país. La posición de Baschetti está bien definida: “Los logros que se reflejaron en folletos en aquel primer peronismo podría bien ser retomado por los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández y también ser comunicados como conquistas sociales que, antes de estos doce años, no existían”, puntualizó el curador.  

Por su parte, no todos los visitantes sintieron una emoción positiva al recordar la época. A Luis (70), la muestra le retrotrajo a una sensación de pesadumbre al que describió como “el trabajo de adoctrinamiento de Apold”, y agregó: “Perón habla siempre al pueblo, a los maestros, al Congreso, al Ejército, pero no se los ve nunca ni a Perón ni a Evita escucharlos a ellos; con lo cual me recuerda un dicho de Carlos Zannini (n. del. r.: ex candidato a vicepresidente por el Frente para la Victoria): ´A la Presidenta no se le habla, a la Presidenta se la escucha’”.

En la presentación quedó afuera el material gráfico y de difusión que para Baschetti ameritaría otra exhibición: la propaganda opositora al peronismo. Es decir, “aquellos partidos que enfocaban la realidad de manera antojadiza a sus intereses y que al hacerlo quedaban descolocados ante esa misma realidad”, especificó el historiador.  

“La incesante publicística” tuvo su inauguración el 21 de octubre pasado y se mantendrá abierta al público hasta el domingo 13 de diciembre en el 1er piso de la Biblioteca Nacional “Mariano Moreno”, ubicada en Agüero 2502, en el barrio porteño de Palermo. Un compendio de imágenes que no es solo puro sentimiento peronista sino también documento de la memoria histórica de todo un pueblo.    

La mar en cine

La mar en cine

Las olas, la arena y el sol intentaron –en vano– competir por las miradas de los visitantes. Pero durante los días que duró el 30° Festival de Cine de Mar del Plata, los protagonistas indiscutidos fueron las 400 películas exhibidas y sus más de 120.000 espectadores, que llenaron las salas ávidos de imágenes y de historias. La variedad en la programación permitió que convivieran producciones de consagrados maestros del cine con óperas primas de jóvenes cineastas, y dio lugar a las siempre bienvenidas sorpresas y descubrimientos. El evento se complementó con más de 70 actividades paralelas: charlas, presentaciones de libros, conferencias, cine gratis en la playa y hasta un recital “reencuentro” de la mítica banda Suárez, liderada por Rosario Bléfari, que sonó intacta después de 14 años.

Dentro de la amplia presencia de films argentinos se destacó La luz incidente, bellísima película que marcó la vuelta de Ariel Rotter a la dirección cinematográfica y que le valió el Astor de Plata como mejor actriz a una sutil y a la vez profunda Érica Rivas. La cinta, además, arrasó en los Premios No Oficiales: Mejor película de la competencia internacional por la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina (ACCA) y por la Federación Internacional de Prensa Cinematográfica (FIPRESCI). Además, la Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes (SAGAI) premió a Susana Pampin como Actriz Revelación.

El evento de clausura del Festival, a sala llena. PH Quique Mazzarino.

El regreso de Agresti -con la pretenciosa y mareada Mecánica popular-, en cambio, fue ignorado por todos los jurados. La Revelación Masculina fue para Ernesto Suárez por su entrañable debut a los 75 años en la pantalla grande de Camino a la paz, la road movie de Francisco Varone que protagoniza junto a Rodrigo de la Serna y que se estrenará comercialmente en enero de 2016. Cómo funcionan casi todas las cosas fue rodada en San Juan bajo la sensible dirección de Fernando Salem, quien obtuvo la distinción del INCAA, y este jueves 12 ya se estrena en cines. Otra producción argentina que se proyectó en Mar del Plata y ya puede verse en salas es la polémica Eva no duerme, que el actor Daniel Fanego definió como “una película rockera y peronista”. El film de Pablo Agüero, que versa sobre las numerosas profanaciones del cuerpo de Eva Perón, corre el riesgo de quedarse en el impacto de las imágenes fuertes.

El Club, del chileno Pablo Larraín, se llevó el premio Astor al Mejor Actor; el mejor director de la Competencia Internacional fue Ivan Ostrochovsky por la paciente Koza; y finalmente el Astor de Oro fue para “El abrazo de la serpiente”, rodada en la selva amazónica. En contrapartida, la frenética e imperdible Tangerine, filmada de manera íntegra con un iPhone 5s, pasó injustamente desapercibida. Una perlita fuera de competencia fue la hermosa Heart of a dog, un duelo en clave onírica donde la compositora Laurie Anderson reflexiona acerca de la vida y la muerte, al tiempo que se despide de su perra Lolabelle, de su madre y de su esposo Lou Reed.

La 30° edición, voluminosa en cantidad de títulos, resultó posible mediante la incorporación de ocho pantallas entre las que se destacan las pertenecientes al complejo Aldrey -inaugurado con motivo del Festival en la vieja terminal de ómnibus- que se ubica a la vanguardia del sonido por contar con la primera sala en toda Latinoamérica equipada con tecnología Dolby atmos.

Proyección de «El Clan», en «Cine en la Playa». PH Quique Mazzarino.

La presencia de invitados de lujo como el francés Arnaud Desplechin –Tres recuerdos de mi juventud fue la película de apertura- y el hongkonés Johnnie To -que presentó Office, su última producción- subsanó las innegables improvisaciones en cuestiones organizativas de los primeros días, como la falta de grillas y los evidentes cruces en la comunicación interna. Y el valioso trabajo –aún en proceso– de rescate de la memoria del propio Festival, que puede consultarse en la web oficial, así como la proyección de 100 copias en 35mm (mientras que en la edición anterior fueron sólo 10 los títulos restaurados por el INCAA con estas características) revelaron la voluntad de los programadores de establecer un diálogo entre el cine contemporáneo y el cine del pasado, y de poner sobre las pantallas la problemática por la materialidad del cine.

Otro lujo fue, sin lugar a dudas, la presidencia por octavo año consecutivo de José Martínez Suárez quien, a sus 90 años, recorrió todas las salas del Festival, participó en numerosas actividades especiales y, por supuesto, estuvo en la proyección de muchas de las películas seleccionadas. Presenció, incluso, la Competencia de Cortometrajes Argentinos. Y allí donde estuvo, su anécdota oportuna no se hizo esperar. “El Festival de Cine de Mar del Plata significa el 100% de mis actividades. El 100% de mi pasión. El 100% del uso del ingenio, de la memoria, de la labor”, confesó Martínez Suárez a ANCCOM.