La noche de las librerías

La noche de las librerías

La caída de ventas de libros es un hecho. La creciente recesión económica penetra en cada actividad, a lo largo de todo el país, y las librerías no son la excepción. Según los datos informados por la Cámara Argentina del Libro (CAL) el desplome  en el sector editorial es del 22 por ciento durante el primer semestre de 2016, respecto al mismo período de 2015. ANCCOM recolectó testimonios de distintas personas vinculadas al mundo del libro para ilustrar la situación.

 En el segundo semestre la caída de ventas viene en picada; peor que en los primeros seis meses de este 2016”, diagnostica  Pablo Pazos, librero de la reconocida librería Arcadia (Marcelo T. de Alvear 1548), cuando se le consulta si percibe una caída en las ventas de libros. “¿Es una broma? Sí hay caída. Se debe al aumento de precios y a la recesión.  Además que en el presente los libros aumentaron en lo que va del año más del 60 por ciento producto, sobre todo, del aumento del papel, los costos se fueron al diablo y las imprentas también.”

Librería De La Mancha. Av Corrientes 1888

Según los datos informados por la Cámara Argentina del Libro el desplome en el sector editorial es del 22 por ciento durante el primer semestre de 2016, respecto al mismo período de 2015.

Pazos agrega otro dato preocupante.”No hablemos, además, de lo que son las ventas institucionales. El Ministerio de Educación paró de comprar, dijeron que iban a comprar textos, pero no sé cuándo porque el año termina ahora. ¿Qué textos van a comprar si quedan dos meses de clases? Eso para muchos editoriales era significativo”.

En tanto Andrés, de la librería Clásica y Moderna, ubicada en Callao y Paraguay, como David, de Adán Buenosayres, en Corrientes y Montevideo,  coinciden con Pazos. La caída de ventas en este segundo semestre es más significativa que en el anterior.  En palabras del propio Andrés: “Hay mucha menos gente que entra a la librería, mucha gente que consulta el precio y se va. Creo que tiene que ver con que subieron subieron los precios y que a la gente la plata cada vez le alcanza menos. El tema del aumento en los servicios y todas esas cosas genera como una especie de pánico atroz”.

 La postura del librero de Adán Buenosayres sigue la misma línea: “La caída de venta en librerías se debe a que la canasta de consumo cambió ostensiblemente a partir de la inflación que afecta sobre todo a lo que uno consume. No podés dejar de comprar comida. ¿Podés dejar de comprar un libro? Sí. ¿Podés dejar de comprar pilcha? Y sí. Vas a usar la misma ropa que el año pasado, yo hace dos años que no me compro zapatos, los mando a arreglar. No hay otra explicación que no sea la de que esta caída en las ventas es una causa más de la recesión general.

Librería Clásica y Moderna. Av Callao 892.

“La caída de venta en librerías se debe a que la canasta de consumo cambió ostensiblemente a partir de la inflación que afecta sobre todo a lo que uno consume.», comenta el librero de Clásica y Moderna.

 Esa librería en particular está en medio del proceso de convertirse en una cooperativa. “Bueno, acá los costos  han aumentado mucho, pagábamos 4.000 pesos de expensas y ahora pagamos 12.000. Nosotros transformamos toda la iluminación de la librería en bajo consumo y led, entonces bajamos el consumo a la mitad, pero igual la factura de luz es casi el triple de lo que pagábamos el año pasado. De 700 pesos por bimestre, ahora abonamos entre 900 y 1.000 por mes”, ejemplifica David.

 Desde Cúspide  también coincidieron en el diagnóstico, a pesar de los titubeos para dar testimonio y luego de preguntarse entre los empleados si no había problema con hablar de ese tema, ya que la cadena de librerías pertenece al Grupo Clarín. En palabras de uno de los encargados de una sucursal céntrica,  “hay una caída de ventas del número de libros. Yo creo que, por un lado, se debe a que como muchas cosas han aumentado los libros no están exentos, y no es un artículo de primera necesidad. Más necesario es comer y vestirse. El aumento general de precios genera una psicosis y la gente larga lo primero que es suntuoso”.

 Otro punto en que todos los libreros entrevistados coincidieron fue que la digitalización del libro y su lectura en formatos digitales no impactan en la caída en las ventas. El pronóstico para los meses venideros no es para nada alentador, ya que la recesión sigue su camino.  Y para colmo de males a los libreros todavía les resta enfrentar el peor período de ventas que son los meses de enero y febrero. Si durante el año no se hizo un buen colchón de dinero como para equiparar esa temporada históricamente de poco movimiento, la situación se vuelve aún más aguda. Con todo esto no queda otra que buscar nuevas opciones de ventas (ya son muchos los libreros que se dedican a la venta por internet) como la de David y su mesa de ofertas para atraer clientela “Tenemos que buscar alternativas, como por ejemplo esa, la de tener una mesa con libros a diez y veinte pesos, que hoy representa algunos días el 20 por ciento de las ventas de todo el local”, remata.

Librería Adan. Av Corrientes 1671

«El pronóstico para los meses venideros no es para nada alentador, ya que la recesión sigue su camino».

 

Actualizado 22/11/2016

Una ley para las revistas culturales

Una ley para las revistas culturales

El sábado se presentará, frente a la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, el proyecto de la denominada Ley Cascioli. La propuesta, ideada por la Asociación de Revistas Culturales e Independientes de Argentina (AReCIA), ingresó a la Legislatura con el apoyo de parte importante de los funcionarios de la Cámara y busca fomentar el desarrollo de las revistas culturales independientes, declarar la producción autogestiva como patrimonio cultural de la Ciudad y construir políticas públicas para su fortalecimiento. Además Intenta, según se expresa en el documento, saldar una deuda que el Estado porteño mantiene, de antaño, con el sector.

“La Ley Cascioli es sólo una parte de todo el trabajo que queda por delante. Hay que apuntar a un proyecto nacional. Vemos que se tomaron medidas para otros ámbitos de la comunicación que no alcanzaron al nuestro. Sin ir más lejos, la Ley de Servicio de Comunicación Audiovisual -más allá de la derogación parcial de artículos- deja afuera al sector gráfico. Durante el gobierno de la Alianza, mediante la Resolución 256/2000 se desreguló el circuito de distribución de diarios y revistas que tenía determinadas condiciones que protegían al canillita que ya no están más. En los últimos 12 años, si bien hubo avances en otros sectores, en el de las revistas culturales hubo una gran desprotección por parte del Estado”, señala, a ANCCOM, Santiago Kahn presidente de AReCIA y editor de la revista Maten al Mensajero.

“La Ley Cascioli es sólo una parte de todo el trabajo que queda por delante», dice el editor de la Revista Maten al mensajero.

Según el informe del último censo anual que la Asociación realiza sobre los socios, el 70 % de revistas culturales independientes en Argentina se edita en Buenos Aires y el 30% en el resto del país. De los datos obtenidos se observa una progresiva contracción del sector, con una baja fuera de la zona metropolitana, que se traduce en una disminución en el número de publicaciones.  Además, se registra un aumento en el uso del soporte digital: “El 66% de los editores utiliza papel y el 70% publica a través de plataformas digitales”. Este estado de alerta en el sector, se relaciona con la falta de políticas regulatorias y las continuas devaluaciones, argumenta Kahn: “Muchos de los insumos que utilizamos están dolarizados, son importados. Esto sumado a la cartelización del papel, hace que sea cada vez más difícil o más caro imprimir publicaciones. La desregulación del mercado de distribución y papel favorece la concentración empresaria”.

“Lo que exigimos es una reparación histórica. Hay un sector que fue desprotegido y el Estado tiene que encargarse de arreglar esa situación, promoviendo y cuidando de él”, asegura Kahn. En este sentido, agrega que el proyecto normativo en Ciudad, que contempla tanto a las revistas que se producen en papel como a las digitales, prevé: “La asignación de un porcentaje de la pauta oficial porteña a los medios producidos en Capital Federal. La promoción de la producción de revistas nuevas a partir de diferentes concursos y premiación de revistas ya existentes. Y promueve créditos blandos para el desarrollo productivo por parte del Banco de la Ciudad. Muchas de las revistas no acceden a créditos con tasas accesibles para producir más y mejor, para crecer”, sostiene.

revistas

“El 66% de los editores utiliza papel y el 70% publica a través de plataformas digitales”.

Andrés Cascioli

La Ley, que lleva el nombre de Andrés Cascioli – fallecido editor creador de la revista Humor de Ediciones de la Urraca-, será presentada el sábado 19 de noviembre frente a  la Defensoría del Pueblo, sitio en el que funcionaba la mítica publicación. El acto-homenaje contará  con la participación de familiares de Cascioli y periodistas destacados que lo conocieron como Mona Moncalvillo, Carlos Ulanovsky, Rep, Miguel Grinberg, muchos de los cuales trabajaron con él.

El escritor y periodista Miguel Grinberg expresa a ANCCOM: “Con Cascioli saqué Mutantia en los 80, fue mi única revista que llegó a kioscos (Eco-contemporáneo y Contracultura eran muy subterráneas). Él, a través de Ediciones de la Urraca, siempre abría caminos para que la gente se animara, tuviera o no dinero, a sacar sus revistas y por eso en la Humor había una sección que dirigía Gloria Guerrero en la que se le daba mucha bolilla a las revistas “subtes” y a los grupos de producción rockeros independientes. Siempre daba oportunidades a la gente sin recursos. No era un mecenas, sino que tenía la estructura y la hacía rendir al máximo y tenía también los talentos que hacían falta para convertirlos en realidad”. En cuanto a que la Ley por el reconocimiento de las revistas culturales independientes lleve su nombre, argumenta: “La Ley lleva el nombre de un luchador para luchadores. Las revistas de este tipo que tienen un potencial crítico son las que abren un poco la cabeza de la gente para darse cuenta de que el asunto no es tener un millón de dólares para invertirlo en una revista sino tener un millón de personas que sean alcanzadas por la verdad, por la justicia social, por la solidaridad y por los ideales de autonomía que es una antigua lucha de los trabajadores en todo el mundo. No tengo que extenderme demasiado para decir que es una lucha de clases, de los que detentan el poder y deciden quién tiene derecho a existir y los que luchan por existir y no tienen ningún derecho”.

 

Kahn, por su parte, coincide y plantea un desafío para el sector: Cascioli es el símbolo de un editor independiente que la peleó. Fue víctima de manejos horrendos de la administración del Estado: se le negó pauta oficial, los juicios por los cuales se perdió el edificio de la revista Humor, donde hoy está la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, juicios que inclusive, actualmente, la viuda y la hija siguen enfrentando. Nos parece que refleja lo que llamamos ‘memoria con futuro’, que implica no pensar que todo lo que hacemos nosotros hay que inventarlo de cero. Hubo un montón de producción cultural durante décadas, que se hizo en condiciones incluso peores que las nuestras, y que son un ejemplo para recuperar, también para decir esto no debería pasar más”.

«Cascioli es el símbolo de un editor independiente que la peleó. Fue víctima de manejos horrendos de la administración del Estado», comenta Santiago.

 

Actualizado 17/11/2016

Bibliotecas en peligro de extinción

Bibliotecas en peligro de extinción

Como pasó en la primera mitad del año, 480 bibliotecas populares de la Provincia vuelven a quedar en jaque porque el Gobierno bonaerense hace seis meses que no les paga el subsidio que les corresponde por ley. La deuda, que asciende en total a $ 22.690.899, las afecta seriamente ya que el 90 por ciento de ellas cuenta con ese dinero para abonar el salario del personal. “El atraso compromete la subsistencia de los bibliotecarios o genera demoras en el depósito de las cargas sociales”, explica el presidente de la Federación de Bibliotecas Populares de la Provincia de Buenos Aires, Luis Zurueta.

Pero el problema es aún mayor: a la vez que la Dirección de Bibliotecas Populares no les deposita el dinero, la AFIP y el Ministerio de Trabajo intiman y amenazan con embargos a sus directivos cuando contraen deudas o se atrasan con el sueldo del bibliotecario. “A la AFIP no le importa si la Provincia te pagó o no: te envían un inspector, te intiman y te demandan”, sostiene Zurueta. Además, aunque los miembros de la comisión directiva sean vecinos que colaboran ad honorem en una institución sin fines de lucro, “para el Estado legalmente son empleadores, entonces la situación no es fácil para ellos”.

“El atraso compromete la subsistencia de los bibliotecarios o genera demoras en el depósito de las cargas sociales”.

Además de los $ 7.887 mensuales del Estado provincial –que en noviembre debería actualizarse a $ 8.481–, los ingresos de una biblioteca popular se componen de la cuota de sus socios, entre 30 y 40 pesos, una partida de dinero a principio de año de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP) cuyo monto se determina según la cantidad de socios, libros y préstamos de cada una, y en algún momento pueden recibir donaciones de ciudadanos o empresas. Los gastos corrientes incluyen salarios, compra de libros, mantenimiento y pago de servicios. Sobre este punto, Zurueta declara que todavía no pudieron acceder a las tarifas sociales, “igual que los clubes de barrio”.

La última vez que la Provincia pagó fue, justamente, porque descubrió que estaban queriendo embargar a las bibliotecas y ahí se dieron cuenta que la falta de pago desataba un caos”, señala María Virginia de Torres, presidenta de la Biblioteca Popular Alberdi de Remedios de Escalada, en referencia a julio, cuando les depositaron cinco meses adeudados de enero a mayo de este año. “Ahora pasa lo mismo –afirma–, nos deben de junio a noviembre ”.

Zurueta se remonta al origen de las históricas deudas: “Desde la segunda mitad de la década del 90, el recorte de subsidios fue brutal. En 2001, la crisis redujo en un 80 por ciento la cantidad de socios y nunca más pudimos recuperarlos. En parte, porque los avances tecnológicos reemplazaron a las bibliotecas en la búsqueda de información, y en parte, también, porque comenzamos una carrera por subsistir”.

En 2003, las bibliotecas pasaron de la órbita del Ministerio de Educación, que realizaba los depósitos en tiempo y forma, a la del Instituto Cultural bonaerense, cuyo presupuesto se distribuye entre teatros, museos, festivales artísticos y otros destinos. La ley provincial N° 13.056, que creó el Instituto y determinó el traspaso de las bibliotecas, hacía énfasis en la eficiencia y en la desburocratización. Sucedió todo lo contrario.

Leandro De Sagastizábal, presidente de la CONABIP

Leandro De Sagastizábal, presidente de la CONABIP

Patear la pelota

Rocío Giaccone es diputada provincial y desde 2012, todos los años, se encarga de impulsar leyes que prorroguen por doce meses la ejecución de sentencias sobre bienes de asociaciones civiles y así retrasar posibles embargos. “Debido a su funcionamiento burocrático –explica– la administración pública se toma entre tres o cuatro meses para que un expediente recorra su camino y los fondos lleguen a destino. Por lo cual, hasta noviembre de 2015, las bibliotecas recibían un ingreso mensual pero desfasado unos meses”.

 Al asumir la gobernadora María Eugenia Vidal, se congelaron los pagos. “No tendría que haber demora con un dinero que se venía dando y que es un derecho de las instituciones. El problema es que no tienen una política clara respecto a las bibliotecas populares”, opina Giaccone. “A principio del año, nos dijeron que estaban poniéndose al día con la actualización de firmas de los responsables. Pero los pagos se suspendieron. Luego, con muchas presiones y pedidos de informes en la Legislatura, logramos que en julio se pagaran cinco meses atrasados, hasta mayo”.

Ariel Guallar, presidente de la Biblioteca Popular de Haedo, denuncia que, por su cuenta y junto a otras instituciones, ha llamado “mil veces” a la Dirección Provincial de Bibliotecas para hablar del problema. “Pero te bicicletean o ni siquiera te atienden. No sabemos la causa real de por qué se siguen retrasando”. ANCCOM intentó comunicarse con la responsable del organismo, Natalia Hidalgo, pero sólo pudimos establecer contacto con dos de sus secretarias y con su jefe de prensa, Manuel Balut, que no brindaron respuestas.

Lo paradójico, remarca Zurueta, es que “las bibliotecas con mayor riesgo de cierre son aquellas que más se esforzaron por enmarcar en la ley a su personal, tener buenos bibliotecarios y brindar un servicio de calidad, y así ser reconocidas por el Estado provincial para acceder al subsidio”. Hoy cada una hace lo que puede con lo que tiene para autosustentarse, pero “muchas están tendiendo a reducir los horarios de atención, luego dejan de hacer asambleas y de a poco van cerrando”, se lamenta Zurueta.

Mirta Pérez Díaz, profesora del Instituto Superior de Formación Docente y Técnica N° 35 de Monte Grande.

Mirta Pérez Díaz, profesora del Instituto Superior de Formación Docente y Técnica N° 35 de Monte Grande.

Modos de supervivencia

En la fachada de la Biblioteca Popular de Haedo resalta un cartel amarillo: “Todos los problemas de nuestra patria son, en el fondo, problemas de educación. Sarmiento”. “Si querés espantar a cualquier posible lector, esa es la frase justa”, comenta Ariel Guallar, su presidente. “No podemos tenerla en la puerta, no conjuga con la energía de la biblioteca”, cuya patrona es, curiosamente, Rosario Vera Peñaloza, descendiente del caudillo “Chacho” Peñaloza, asesinado por orden de Sarmiento.

La idea es que artistas del barrio realicen un mural más colorido y atractivo: “Darle vida”, dice Guallar, quien además cree que los cargos directivos deben ser ocupados por gente joven y con equidad de género en su composición. Hoy, la institución realiza campañas a través de redes sociales para sumar socios. “Caímos en la cuenta de que muchos ni sabían que existía”, reconoce. Mientras, admite Guallar, tuvieron que “considerar una medida profundamente impopular que fue aumentar la cuota a 60 pesos para mantener la supervivencia de la biblioteca y el rango horario”.

La Biblioteca Pública y Complejo Cultural Mariano Moreno, de Bernal, una de las más grandes de la provincia, hace tiempo que ha decidido “alquilar todo lo que sea alquilable”, cuenta su coordinador Evaristo Rodríguez. Así, alquilan espacios al Municipio, a una biblioteca comercial y a una empresa teatral. “También extremamos la oferta de cursos arancelados y, si bien seguimos mal, no pensamos en cerrar”, dice Rodríguez.

“La Moreno” es un caso extraordinario: un golem cultural declarado de interés nacional con un edificio de cuatro pisos y dos subsuelos. En su interior funciona un teatro para 300 personas, una radio y un jardín de infantes. Además, dispone de un “bibliomóvil”, una camioneta con capacidad de llevar 700 libros a las escuelas de la zona que lo soliciten, una pequeña parte de los 80.000 que guarda la institución.

Rodríguez explica que desde sus inicios, en 1938, “este es un proyecto educativo con múltiples facetas, que nuclea la vida social tanto de Bernal como de los barrios aledaños”. Actualmente, ofrece más de cincuenta cursos para mil alumnos: animé y manga, historia del arte, astronomía, coro, nutrición, kung-fu, yoga, meditación y taller de búsqueda de vida inteligente extraterrestre, entre otros. Y si bien la biblioteca “ha sentido el efecto de Internet y los dispositivos móviles, sobre todo en los jóvenes, sigue prestando más de 15 mil libros al año.

A unos 15 kilómetros de allí, en Remedios de Escalada, se encuentra la Biblioteca Popular Alberdi. Virginia de Torres, su presidenta, puntualiza que el municipio de Lanús, al cual pertenece, es uno de los ocho de la Provincia que cuenta con una ordenanza que ayuda mensualmente a las bibliotecas. No obstante, se ven obligados a alquilar dos cocheras y un salón de usos múltiples para complementar sus ingresos.

La institución tiene 500 socios, aunque antes de la crisis de 2001 llegó a tener dos mil. Hoy alcanzar ese número resulta imposible, y Torres lo atribuye a que en las escuelas no se difunde su existencia. Pero también reconoce que es difícil que la biblioteca salga a la calle: “De los que estamos, ninguno se preparó para esto. Y muchos de los directivos son personas grandes, reticentes al cambio. Para ellos, las bibliotecas no tienen nada que ver, por ejemplo, con recitales de música. Pero hay que entender que si no te transformás, no sobrevivís”.

En la misma dirección, el presidente de la CONABIP, Leandro De Sagastizábal, afirma que “desde la sociedad se está reclamando un nuevo rol a la biblioteca, articulando su rico pasado con un futuro que, si bien es incierto, pareciera ser el de un paso de centro exclusivo de libros a centro cultural”.

 

Evento de "Bibliotecas Humanas",en el marco de los atrasos en la recepción de subsidios y del aumento de tarifas que sufren las 500 bibliotecas populares de la provincia de Buenos Aires.

Evento de «Bibliotecas Humanas»,en el marco de los atrasos en la recepción de subsidios y del aumento de tarifas que sufren las 500 bibliotecas populares de la provincia de Buenos Aires.

Bibliotecas humanas

Daniel Canosa, bibliotecólogo, docente e investigador, sostiene que “las bibliotecas populares históricamente se tuvieron que adaptar a los cambios” y que “es imposible saber en qué se van a transformar en unos años”. Pero alerta sobre el momento que atraviesa la carrera de Bibliotecología: “El foco está en lo técnico, en la digitalización de documentos, y está perfecto. Pero si se descuida el aspecto humanístico de la carrera, las bibliotecas populares pierden su sentido”.

Esta impronta es la que quiere recuperar la Biblioteca Florentino Ameghino de Luis Guillón, en Esteban Echeverría, donde al visitante, en la puerta, le preguntan: “¿Con qué libro querés conversar?” Los títulos que ofrecen son: “Familiar de niño autista”, “Adicto recuperado”, “Portador de HIV”, “Probador de videojuegos”, “Persona privada de la libertad”. Adentro, esperan para charlar “los libros humanos”, personas que viven o vivieron esas situaciones y se acercan para compartir sus experiencias con la comunidad.

El proyecto de las Bibliotecas Humanas, surgido hace 16 años en Dinamarca y retomado por estudiantes de bibliotecología del Instituto Superior de Formación Docente y Técnica N° 35 de Monte Grande, es un intento por derribar prejuicios sobre temas sensibles en la sociedad a través del diálogo directo con los protagonistas. La pregunta que se hace Mirta Pérez Díaz, profesora del instituto, es: “¿Qué nos está pasando que para conocer otras historias de vida y problemáticas hace falta planificar un encuentro y no surge espontáneamente?”

Según Daniel Canosa, “en nuestra rutina diaria no tenemos oportunidad de escuchar lo que piensan otras personas con experiencias diferentes. A lo que accedemos, muchas veces, es a estereotipos de los medios de comunicación. Y lo peor que nos puede pasar, ya lo decía el filósofo Walter Benjamin, es que se destruya la experiencia humana por medio del combo de la información más opinión”, reflexiona.

La iniciativa atrajo la atención de 300 vecinos de Luis Guillón que días antes habían votado los temas que querían conocer a través de encuestas hechas por alumnos del Instituto. A partir de los resultados, los estudiantes realizaron un trabajo documental para complementar los relatos de los protagonistas. “Lo interesante, entonces, es que hay dos colecciones que se enfrentan, generando una intertextualidad entre la colección humana y la bibliográfica”, explica Canosa, para quien “la riqueza de las bibliotecas populares está en que ofrecen documentos que no se encuentran en ningún otro lado, principalmente conocimientos sobre la historia local” que permiten fortalecer la identidad de la comunidad.

La docente Pérez Díaz argumenta que “tienen la oportunidad de ser un espacio de innovación” pero para ello deben romper con “un estereotipo conservador, custodio, cancerbero, residual del siglo XIX, que hace un culto al libro y a la propiedad que ya no encaja”. Para ella, el futuro está relacionado con “bibliotecas totalmente dinámicas y desestructuradas, que pasan del paradigma de la información al de la comunicación, y donde los contenidos, además de recibirse, se generan”.

Con la soga en el estante

Más allá de los debates, lo concreto es que las bibliotecas siguen regidas por el decreto-ley 9319, elaborado en 1979, durante la última dictadura militar, que  no reconoce el derecho a la lectura, tampoco su trayectoria histórica, al punto de llamarlas “bibliotecas públicas de instituciones privadas”, y que prevé la pérdida total de fondos en caso de “atentar contra los valores que hacen al sentimiento nacional y nuestra esencia occidental cristiana, o desarrollar actividades totalmente ajenas a la misión específica de la biblioteca” (sic).

La Ley N° 14777, que creó el Sistema Provincial de Bibliotecas, fue aprobada por unanimidad en la Legislatura bonaerense en octubre del 2015, pero nunca fue reglamentada por el Poder Ejecutivo. La diputada Rocío Giaccone afirma que la norma –de su autoría– venía a saldar una deuda con las bibliotecas en cuanto a su historia y función. “Cuando la trabajamos junto a bibliotecarios de toda la provincia teníamos como objetivo una actualización general desde el aspecto tecnológico, generar una mayor protección y reconocer su papel en la comunidad como ámbito de consulta permanente, intercambio de ideas y de comunicación”.

 La ley dispone un aumento del 33% del subsidio y que el dinero debe surgir del 0,5% de lo recaudado por los juegos de azar. “Esto ayudaría a la administración interna, ya que, cuando se dispone de  fondos especiales específicamente asignados, llegan más rápido, algo primordial para terminar con los atrasos”, sostiene Giaccone. Pero transcurrido más de un año de su aprobación, no sabe qué detiene su reglamentación. La nueva falta de pago del gobierno provincial la desanima: “Si la sociedad y los legisladores no nos seguimos moviendo, directamente van a dejar de financiar a las bibliotecas”.

 

Actualizado 15/11/2016

“Siempre existió la grieta”

“Siempre existió la grieta”

El empresario teatral Carlos Rottemberg reconoce que la situación por la que atraviesa la industria teatral no es la deseada. Dueño del espacio Multiteatro, en la avenida Corrientes, y de otras seis salas en Mar del Plata, vislumbra una temporada de verano “a la baja”, tanto en la Costa Atlántica, como en Carlos Paz. El productor de los almuerzos de Mirtha Legrand durante dos décadas habla también de la grieta, del circuito del teatro independiente y de la relación de los empresarios con el Estado.

“El sector no está ajeno a lo que ocurre con la actividad económica en este momento, que repercute en nuestro caso con un descenso en la demanda. Lamentablemente estamos achicando las producciones y eso no es bueno porque conlleva menos fuentes de trabajo”, sostiene quién fue también productor de los almuerzos de Mirtha Legrand durante veinte años y que hoy solo se considera un televidente más de sus programas. Celebra el acercamiento de los artistas, que en su momento adhirieron con el kirchnerismo y no ve un ensañamiento hacia ellos en la actualidad, aunque reconoce que hay una intención en marcar a quienes piensan distinto: “A mí no me pueden venir a hablar de la grieta ahora. Yo nací con la grieta. Es algo que siempre existió”, afirma.

¿Cuál es la situación del sector teatral?

El sector teatral en la Ciudad de Buenos Aires se mantuvo parejo en este año, desde enero hasta marzo y a partir de abril comenzó a bajar hasta el último mes registrado, que es septiembre. Esta situación acompaña la baja en la demanda de otras actividades. El teatro es una actividad suntuaria para mucha gente, no es de primera necesidad; es lógico que cuando se achica el presupuesto familiar se recorte esta actividad. Estamos a la expectativa de saber cuándo comenzará a revertirse esta situación.

¿Cuánto repercutió el aumento de los servicios en las salas teatrales?

El problema se mide, no tanto por las tarifas, sino por la caída del consumo. Porque si las tarifas aumentan, pero el consumo se mantiene estable, en una parte se licúa. El tema es cuando se da el combo en el cual aumentan mucho los costos y baja la recaudación. Esto termina dando un cierre negativo.

¿Cómo concibe la situación para la industria teatral, en relación a los subsidios que brinda el Estado?

A mi entender no se tendrían que pedir subsidios, porque la actividad teatral comercial tiene desde 1958 una ley de fomento que exime del pago de impuestos al teatro. Y en una época de vacas flacas sería injusto ir a pedirle al Estado. Como empresarios privados tenemos que correr el riesgo. Me parece que los que vendemos entradas desde la taquilla, como es mi caso, desde hace 41 años, tenemos que seguir haciéndolo, sin la necesidad de recurrir al Estado.

¿Qué estrategias propone la industria del teatro para afrontar la crisis?

Hay muy poca estrategia, porque tiene que ver con la demanda y no es un tema de manejar la boletería, se trata de acompañar la época. Estamos los empresarios teatrales poniéndonos cautos en las contrataciones y achicando las producciones. Lamentablemente se trabaja menos. No es bueno para el país, ya que se traduce en fuentes de trabajo que se reducen.

¿En qué consiste la iniciativa “Vení al teatro” organizada por la Asociación Argentina de Empresarios teatrales (AADET)?

Es una iniciativa que comenzó en 2014, una especie de mimo a los espectadores. Se hace en octubre, época en donde se reducen los títulos en las carteleras. La idea está pensada para las personas que durante un tiempo siguieron a un espectáculo o a un determinado artista y por cuestiones económicas no pudieron realizarlo. Este año la propuesta se llama “10.000 x 100” y tuvo que ver con que, presentando el DNI en los puestos de ventas de Ticket, se les ofrece la posibilidad de acceder a cualquier espectáculo por 100 pesos.

¿Cómo cree que va a ser la temporada en Mar del Plata y Carlos Paz?

Con menos ofertas en cartelera. En el caso de Mar del Plata es concreto que va a suceder eso. Tal vez, al haber una menor oferta obtengamos un mayor promedio en la recaudación de entradas. Igualmente, soy de los que creen que cuantas más contrataciones haya, cuanto más tengamos para ofrecer a los espectadores, es mucho mejor. Fundamentalmente porque son más fuentes de trabajo. Mi impresión es que este año Mar del Plata vuelve a ser una ciudad para elegidos, donde solamente cuatro o cinco títulos van a ser los realmente fuertes en la temporada; no es un punto positivo.

¿Por qué considera que la gente consume tanto teatro en Argentina?

Es una sana costumbre de toda la vida. Ya pasaba en 1930, cuando existía el teatro independiente. Definitivamente tiene que ver con buena madera actoral y de dirección que tiene Argentina. Me parece que es un círculo virtuoso, donde hay muy buen talento y un considerable número de público que consume ese talento y se empiezan a generar espectadores. Esto está muy apoyado, además, por lo que es el teatro independiente, que es una muestra cabal de un teatro más experimental, que empuja desde los sótanos y las pequeñas salas a artistas que se convierten después en grandes luminarias.

¿Cuál es la marca que deja el teatro independiente en el teatro comercial?

Siempre hubo un cruzamiento entre tres circuitos, no solo entre el teatro comercial y el independiente, también está el teatro público. Si pensamos en una figura paradigmática como fue Alfredo Alcón, él podía hacer cada año una cosa distinta en los tres circuitos. Podía brillar por su talento en el teatro Andamio 90, un año, en el San Martín, y en otro en el Teatro Astral. Creo que al teatro no hay dividirlo en comercial, independiente y público, sino que hay bueno y malo en los tres circuitos. Hay que bucear antes de ir a ver un espectáculo, para no perder tiempo ni dinero, ni llevarse un mal momento como espectador.

¿Cómo observa el compromiso de los artistas con ciertos espacios políticos, como lo que sucedió con actores que adhirieron al kirchnerismo, por ejemplo?

A mí me parece que estuvo perfecta esa adhesión. Si un médico, un obrero o un ingeniero pueden exponer en público lo que opina ideológicamente, no veo porque esté mal que lo haga un actor. Me parece maravilloso que cada uno exponga sus ideas. Tengo el recuerdo de lo que sucedió en la época de Alfonsín con Luis Brandoni y otros actores que adherían a su gobierno y que incluso llegaron ser asesores culturales durante esa gestión.

¿Cree que hoy en día hay un ensañamiento con esos actores? ¿Qué hoy no le dan lugar en la pantalla?

No creo eso. Lo que sí veo es que hay un ensañamiento en marcar a quienes piensan distinto, pero es una cuestión que vino desde siempre. Yo nací con la grieta, estoy demasiado viejo para que me cuenten que la grieta es de ahora. Siempre la hubo

¿Cómo es su relación como productor teatral y el gobierno nacional?

Normal, como con todos los demás. Uno puede tener su ideología, pero está bueno, a mi entender, no meterse con ningún gobierno. Pero no por eso quiero decir que no se pueda llegar a realizar acuerdos, teniendo en cuenta que somos empresarios privados. Por ejemplo, hace unos días hemos firmado un convenio con el titular del PAMI, Carlos Regazzoni, por cual se entregarán entradas para que asistan los jubilados de manera gratuita al espectáculo “No seré feliz, pero tengo marido”. La intención es acercar a más gente a los teatros de la calle Corrientes, que quizás, de otra forma, no hubieran podido acceder.

¿Qué significa la cultura para usted?

Todo es un hecho cultural, desde cómo nos vestimos y nos peinamos. No solo es ir al teatro o ver televisión. Uno siempre aspira a que la cultura acompañe a la ciudadanía como quisiera que acompañara al hijo de uno. Tiene que ver con llevar en la práctica profesional lo que uno quiere en su vida privada. No creo que el chimento tenga que ver con el espectáculo, son dos negocios que corren por carriles separados. De hecho, cosas que se consumen gratuitamente en televisión no se pagarían para ver en un espectáculo teatral y espectáculos con mucho contenido, que pueden convertirse en un éxito en el teatro, no se podrían pasar por televisión: no tendrían la audiencia necesaria para sostenerse en ese medio. Son diferentes ramas de la cultura y de las empresas, que tienen relación con el mundo del espectáculo.

 

Actualizada 09/11/2016

“Patrimonio moral de nuestro país”

“Patrimonio moral de nuestro país”

En un mes de conmemoraciones por los 39 años de la conformación de Abuelas de Plaza de Mayo, con el regalo de haber reencontrado al nieto 121, el sábado se realizó el Festival Aniversario «Cantando con las Abuelas» en el Espacio Memoria y Derechos Humanos (ex ESMA). Allí los artistas de Nonpalidece, La Delio Valdez, Pléyades y Malena D’Alessio en Bandada quisieron homenajear al organismo defensor de los derechos humanos y seguir haciendo visible la lucha por la búsqueda de los nietos y nietas apropiados durante la última dictadura cívico militar. La iniciativa nació de los músicos, que en colaboración con el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini (CCC), el Espacio Memoria y la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo lograron concretar una celebración que juntó a más de diez mil personas en la plaza de los Derechos Humanos de la ex ESMA. La conducción estuvo a cargo de Conrado Geiger y Eduardo De La Puente y como invitado sorpresa se sumó Juanse, el líder de Los Ratones Paranoicos, quien aportó el espíritu rockero al festival.

Los artistas Nonpalidece, La Delio Valdez, Pléyades y Malena D’Alessio en Bandada quisieron homenajear a las Abuelas.

El predio de la ex ESMA se fue llenando de a poco desde temprano, los grupos que iban llegando se apropiaban de cada rincón, frente al escenario, en las veredas, los que buscaban un poco de sombra, más cerca de los edificios que hace 40 años funcionaban al servicio de la tortura y exterminio del pueblo argentino. Los jóvenes abrazaron la plaza de los Derechos Humanos a lo largo de toda la tarde y las Abuelas sintieron el afecto al subir al escenario, casi al final del homenaje: «Si ustedes supieran el espectáculo que se ve desde acá arriba, el amor y el calor que viene para este lado. Nos hace tan bien para esta lucha que sigue y le falta tanto», dijo Estela de Carlotto, acompañada de las Abuelas Buscarita Roa, Delia Giovanola y Berta Shubaroff,  y de un numeroso conjunto de hijos de desaparecidos y nietos restituidos. «Esta lucha comenzó por algo: el amor por los hijos, los nietos y todos los que lucharon para tener un país mejor. Tenemos la democracia más larga de nuestra historia, y eso es por ellos. La democracia es una palabra sagrada», agregó la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.

Malena D´ Alessio, música rapera e hija del desaparecido José Luis D´ Alessio, hizo referencia al desprestigio que algunos sectores pretenden verter sobre los organismos de  Derechos Humanos: «La campaña de desprestigio llegó hasta nuestras Madres y Abuelas, patrimonio moral de nuestro país, que nos representan en el mundo como símbolo de lucha y amor. Por eso les hacemos este homenaje, para mimarlas y decirles que el día que no estén físicamente, hay juventud, hay músicos, hay nietos y hay hijos que vamos a tomar la posta de su lucha».

Dentro del edificio Cuatro Columnas –emblemático por ser la cara visible de la Escuela de Mecánica de la Armada desde la avenida Del Libertador-  se concentraban los músicos y aguardaban las Abuelas para ser homenajeadas. Allí todos se sacaron fotos y cantaron espontáneamente el Feliz Cumpleaños. Estela colocó sus manos sobre sus mejillas ruborizadas mientras sonreía. Luego apareció entre la gente Juanse y saludó afectuosamente a cada una de las Abuelas. «Gracias a Dios cada vez hay más chicos que se reencuentran con la identidad», dijo el líder de los Ratones Paranoicos.

Mientras la música continuaba sonando en la plaza, en una de las oficinas del edificio Cuatro Columnas la banda Nonpalidece tuvo un momento íntimo con Abuelas y nietos. El cantante Néstor Ramljak recordó la participación de su banda en el primer concierto de «Reggae por la Identidad», en el 2006. Allí pudo conversar con Horacio Pietragalla, restituido en 2003, quien desde el Área de Prensa y Difusión había organizado el festival. Hoy se volvían a encontrar: «Me contaste que vos con la mamá que te había criado sentías algo que no entendías bien qué era, pero que no era lo que vos suponías respecto a una mamá. Y que después te cerró todo». Hubo risas cuando Horacio agregó lo imposible que hubiese sido que fueran sus padres por la gran diferencia de altura. Durante la charla, los integrantes de la banda estaban sentados en el piso y las Abuelas alrededor, en sus sillas. Cuando los fotógrafos comenzaron a retratar el encuentro, la abuela Delia Giovanola sonrió y dijo a sus compañeras de lucha: «¿Ustedes pensaban que iban a tener a tantos hombres a sus pies?». Siguieron las risas, las palabras de afecto, los recuerdos.

«Nos hace tan bien para esta lucha que sigue y le falta tanto», dijo Estela de Carlotto, acompañada de las Abuelas Buscarita Roa, Delia Giovanola y Berta Shubaroff.

En la plaza la atmósfera que atravesaba a todos los artistas, a las Abuelas, y a muchos de los concurrentes era la ambivalencia. La ex ESMA había sido entre 1976 y 1983 un centro clandestino de detención y exterminio, y ahora es un espacio de celebración: «Todo esto nos rodea de gente joven y de alegría. Es un premio que hoy un lugar como la ex ESMA esté lleno de música. Lo hemos logrado entre todos. Nunca estuvimos solas. Siempre tuvimos apoyo de grupos de la música, de la poesía, del teatro, entre otros. Esto no termina acá, esto sigue», dijo Giovanola en diálogo con ANCCOM. La abuela Buscarita Roa reflexionó: «Es un lugar que me provoca mucha angustia, aun hoy no me gusta venir. Pero me gusta que se hagan eventos acá, que se llene de música, de comedia, los jóvenes no tienen la culpa de lo que sucedió en este espacio. Esto lo llena de vida».

Los artistas también dialogaron acerca de lo que significó festejar allí. Tomás Aristide, integrante de La Delio Valdez, recordó que ellos habían tocado en otros festivales y que quizás la primera vez que una banda toca música tan alegre en un lugar como ese puede resultar chocante. Fueron los trabajadores del Espacio de Memoria y Derechos Humanos quienes les decían que era una manera de resignificar el espacio, de sacar lo oscuro que sucedió. El cantante de Pléyades e integrante del CCC, Luis «el Chino» Sanjurjo dijo: «Propusimos este espacio porque queríamos generar un hecho político cultural en un lugar donde todavía queda por saber qué pasó con los compañeros desaparecidos. Queremos celebrar la vida donde nos quisieron imponer la muerte. Queremos transmitir la memoria de la lucha de las Abuelas». La voz de Nonpalidece, en diálogo con ANCCOM señaló que el festival funciona como un disparador: «Que la banda venga a tocar al 39º aniversario de Abuelas a este lugar donde pasaron cosas horribles es un mensaje muy claro que le estamos dando a nuestro público. Mucha gente que quizás sólo vino a ver la banda, de repente estando en este lugar escucha lo que pasó, escucha a otros hablar, y eso genera que la historia siga viva para no repetirla».

Actualizado 1/11/2016