Dic 6, 2016 | inicio
“Lanús se convertirá en el inodoro de la Ciudad de Buenos Aires”. Categórico, el presidente del Foro Hídrico del municipio del sur bonaerense, Sergio González, resume el rechazo vecinal a un proyecto que nace en la Ciudad de Buenos Aires pero genera preocupación en el Conurbano. Se trata del acuerdo entre el gobierno municipal -a cargo del macrista Néstor Grindetti- y de la empresa estatal Agua y Saneamientos Argentinos (AySA) de permitirle a la Capital Federal descargar los desechos cloacales provenientes de la futura Villa Olímpica del distrito porteño.
El Foro Hídrico que encabeza la resistencia nuclea a especialistas, vecinos y a la Multisectorial de Lanús. Pedidos de informes a la administración municipal, amparos judiciales y un firme trabajo barrial con pintadas, murales y reuniones con habitantes de la zona no lograron, por ahora, cambiar el rumbo del proyecto.
La planta de tratamiento de efluentes cloacales se encuentra ubicada en la zona oeste del distrito, en el barrio de Villa Diamante, en un predio que perteneció a la curtiembre ACUBA y que posee la capacidad de procesar los residuos cloacales de 90 mil habitantes. Originalmente, esa instalación venía a cubrir la demanda de los barrios de Villa Caraza, Villa Diamante, Villa Jardín y parte de Valentín Alsina.
“Los equipos técnicos de las agrupaciones políticas estiman que se aumentará la descarga en 20 mil usuarios. Eso significa que 20 mil lanusenses no van a tener el servicio de cloaca”, explica González. El titular del Foro Hídrico advierte que esos vecinos se ven obligados a “tirar residuos en la calle porque el pozo ciego o el pozo séptico ya no tiene más capacidad, las napas están muy altas y hace que rebalse”. Y describe: “En cada lluvia, se desborda todo el barrio y se ven ve las aguas negras, como decían en la antigüedad, pero en la vía pública, donde los chicos pasan por ahí, gente grande, animales que conviven permanentemente, no hay un cuadro de situación más terrible”.

Planta de tratamiento de efluentes líquidos industriales y cloacales de AySA en el predio de ACUBA, Villa Diamante, Lanús.
ANCCOM intentó dialogar con el secretario de Desarrollo Urbano municipal, Carlos Silva, encargado de ejecutar la obra. Sin embargo, el municipio optó por dar su versión a través del responsable de Comunicación y Prensa, Fabián Fernández.
Fernández sostuvo que es “mentira” que los desechos cloacales de la Villa Olímpica vayan a ser tratados en Lanús, y subrayó que el proceso concluirá “en la planta de AySA de Berazategui” hasta que “se termine de hacer el conducto maestro de la Ciudad de Buenos Aires, que volcará hacia la mitad del Río de la Plata los residuos cloacales ya tratados”.
“Esto es una decisión nacional, no es una decisión de Lanús, no es que el intendente decide qué hacer con los efluentes cloacales de la Villa Olímpica, cuando se construya finalmente”, terció.
También asentó que “la planta de ACUBA tiene suficiente capacidad para poder albergar los efluentes cloacales que están comprometidos en la zona de Lanús oeste” y que le queda “un residual” para que pasen “los efluentes de la Villa Olímpica” y que en este caso, es de manera “provisoria”.
Entre otras cuestiones, afirmó que el intendente se comprometió con AySA a principios de este año, con un plan de cloacas para el 100% de su población en cuatro años para los habitantes de Lanús y que cuando ellos asumieron, encontraron que sólo “el 38% poseía acceso a la red de cloacas”.
Respecto a las críticas del Frente Renovador y el FpV, el responsable de la comunicación municipal advirtió que “hay claramente un aprovechamiento político”, y subrayó que esos sectores “tratan de inventarle a los vecinos” que “los desechos cloacales de la Ciudad se van a tratar en Lanús, cuando esto es falso, una mentira”.
El concejal por el FpV Héctor Montero sostuvo que “la planta de tratamiento de efluentes cloacales de Lanús es para los lanusenses, fue creada, construida y financiada por AySA para responder a la necesidad de los vecinos de Lanús. AySA nos plantea que las obras no tienen límites geográficos, que están hechas sobre un concepto de cuencas”, indicó Montero. Y remarcó que el traslado de desechos “surgió a partir de la creación de la Villa Olímpica, ahí se tomó la decisión”.
A la preocupación que genera el proyecto de la Villa Olímpica, se le suma el futuro tratamiento de los residuos pertenecientes a la Villa 20 y la Comuna 8 que llegarían a la misma planta.
El concejal del FpV indicó que en una reunión que mantuvo con el presidente de AySA, José Luis Inglese, le mencionó que “los efluentes cloacales de la Comuna 8 van a utilizar sólo el 3,5% de la planta de tratamiento”, y detalló que “haciendo número” ese 3,5% “da alrededor de tres mil habitantes”.
No obstante, indicó que cuando le preguntó “qué iba a pasar en la Villa 20, en donde viven unos 60.000 habitantes” y por lo que “el ingreso de esos efluentes cloacales dificultarían enormemente a los vecinos de Lanús”, ya que utilizarían “la mayoría de esta planta”, remarcó que “no pudieron darle una respuesta”.
Con esos números, el FpV de Lanús pone en duda el carácter provisorio de la obra. “Muchas veces lo provisorio suele quedar definitivo”, diagnosticó Montero.
“Ellos dicen que cuando se haga el colector margen izquierdo los efluentes van a pasar para Capital Federal, pero esto es una obra que evidentemente puede demorarse en el tiempo, está calculada para el 2021”, sostuvo.
La construcción de la planta se inició en 2011 y fue puesta en funcionamiento en octubre del 2015, durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner y bajo la gestión local del actual senador provincial por el Frente para la Victoria (FpV), Darío Díaz Pérez.
Fue reinaugurada y puesta en marcha por segunda vez, el 14 de noviembre pasado, en un acto encabezado por el presidente Mauricio Macri; la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal; y Grindetti.

El concejal del FpV, Héctor Montero, indicó que en una reunión que mantuvo con el presidente de AySA, José Luis Inglese, le mencionó que “los efluentes cloacales de la Comuna 8 van a utilizar sólo el 3,5% de la planta de tratamiento”, y detalló que “haciendo número” ese 3,5% “da alrededor de tres mil habitantes”.
El ex director de Proyectos del municipio en la gestión de Díaz Pérez y actual asesor ambiental en el Senado provincial, José Luis Corrochano, cuestiona la decisión del municipio. “La planta se instaló para que 60 mil vecinos no tuvieran que esperar a la ejecución del canal margen izquierdo, que desde la gestión actual, va a llegar en más de 10 años”, explica
El ex funcionario advierte que “posteriormente se hicieron las gestiones necesarias para que AySA ampliara la planta para que otros 30 mil vecinos se sumaran a la red cloacal”. Y se pregunta: “¿Por qué nosotros tenemos que relegar a estos 30.000 vecinos en primera instancia?”.
También indicó que recién en agosto de 2015, cuando habían concluido los trabajos para la actualización del plan director de obras que ejecuta la empresa estatal, el entonces jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, “solicitó una revisión del plan para incorporar a la Villa Olímpica. En la última reunión insistieron en que nosotros modificáramos el plan por la Villa Olímpica, cuando ellos la tenían desde el 2013” argumentó.
Según Corrochano, la Ciudad de Buenos Aires tiene contemplado el vuelco de “7.500 personas del lado de la Villa Olímpica”, pero una vez concluidos los juegos “esas unidades van a salir a la venta y se van a duplicar edificios de viviendas”.
Y completó: “A ese cuadro hay que sumarle la Villa 20, cuya urbanización ya comenzó. Esas viviendas tienen que volcar acá, no tienen otra alternativa, porque la Comuna 8 está colapsada, no pueden volcar en los conductos existentes”.
“No estamos en desacuerdo con que los vecinos de Villa 20 tengan cloacas, ni con la construcción de la Villa olímpica. Lo que nos moviliza es una cuestión de sensibilidad ciudadana para que los vecinos de Lanús tengan un beneficio, cosa que el intendente actual no contempla”, aseveró.
La obra que conectaría la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires con la planta de tratamiento en Lanús Oeste ya posee el estudio de factibilidad de AySA. El proceso de licitación ya quedó abierto y seis empresas ofertan por un costo que oscila entre los 90 y 120 millones de pesos.
Las organizaciones sociales y políticas que resisten el proyecto analizan realizar en las próximas semanas un abrazo simbólico a la planta de ACUBA. “Grindetti es el que debe aprobar el trazo de los caños que conecten el Riachuelo con la planta de tratamiento. Si él no lo autoriza, la obra no se hace. Y nosotros vamos a hacer todo lo posible para que el Concejo Deliberante no apruebe esa traza”, concluyó Montero.

Sergio González, referente del Foro Hídrico de Lanús, junto a la planta de tratamiento de efluentes líquidos industriales y cloacales de AySA en Villa Diamante, Lanús.
Actualizado 06/12/2016
Nov 10, 2016 | inicio
Son las 3.50 a.m. del laborable miércoles 9 de noviembre en la Ciudad de Buenos Aires. Entre dos y cuatro horas menos que en Estados Unidos, donde cinco candidatos: Donald Trump y Hillary Clinton, pero también Gary Johnson, Jill Stein, y Evan McMullin aspiran llegar al 1600 Pennsylvania Ave NW, Washington donde se emplaza la Casa Blanca. El mapa empieza a teñirse de rojo y la tendencia avizora lo que termina siendo el número final. Horas más tarde, el resultado es claro: Donald Trump obtiene 279 de los 538 miembros del Colegio Electoral que lo consagrará como el presidente número 45 de su país, mientras que Hillary suma solo 228 (los 31 restantes, correspondientes a Arizona, Michigan y New Hampshire, donde aun no se ha terminado de escrutar, pero las cifras finales ya no alterarán el resultado).
Los números finales dan paso a la sorpresa por el triunfo del magnate que solventó la masa crítica de su respaldo con un discurso xenófobo, plagado de promesas de proteccionismo y peleas de frontera. Y también dan lugar a frondosos pronósticos sobre cuál será el impacto de la figura de Trump en la región y, especialmente, en la Argentina, donde el presidente Mauricio Macri y su canciller, Susana Malcorra, se jugaron sin titubeos a apoyar la candidatura de Clinton y a sembrar advertencias sobre posibles grandes males para los planes económicos de la administración de Cambiemos si el sueño de Trump se hacía realidad. Y se hizo.
Cecilia Nahón, economista, ex embajadora de Argentina en Estados Unidos, y actual profesora de la American University, evaluó la reñida disputa electoral. “Hillary ganó el voto popular, en cantidad de votos tuvo cerca de 200 mil votos más que Donald Trump y eso muestra la altísima división y polarización que hay en la sociedad norteamericana y que no se va a resolver con esta elección”, subrayó en diálogo con ANCCOM desde Washington.

Donald Trump obtuvo 279 de los 538 miembros del Colegio Electoral que lo consagró como el presidente número 45 de su país.
Las muestras de civilidad no se hicieron esperar. El presidente saliente Barack Obama habló de las diferencias con Trump, pero de inmediato se puso al servicio de una “transición pacífica” para el traspaso de mando. “Si bien ahora Estados Unidos está en un proceso en donde todos los líderes de los partidos van a hablar de unidad y de establecer consensos, el nivel de conflictividad entre los dos partidos principales no está saldado, como tampoco están saldadas las diferencias políticas, de estilo y de agenda entre el partido Republicano y Donald Trump. Con lo cual podemos pensar que van a seguir habiendo muchas grietas y dificultades para que el sistema avance en responder a las demandas de la población”, amplió Nahón.
El nivel de competitividad del proceso electoral en general, y de Donald Trump en particular, no siempre fue advertido por parte de analistas y medios de comunicación. Las coberturas se detenían en datos excéntricos o anecdóticos sin una búsqueda por comprender la escalada de candidato republicano. A quién habló y quiénes lo escuchaban con atención.
Santiago Rodríguez Rey, politólogo y magister en Comunicación Política, llegó a mencionar a mediados de año que existían chances “muy reales” de que Trump accediera a la Casa Blanca, y que ello dependía de una tormenta perfecta. Aludía a que debían darse diversos fenómenos a la vez como la falta de contención en algunos estados, una mejor relación con minorías, menor participación de los progresistas del Partido Demócrata y deterioro de la situación social y laboral. En diálogo con ANCCOM, y con los resultados en mano, reflexionó sobre aquellas afirmaciones: “Por un lado hay un elemento que yo no tuve en cuenta, y es el nivel de caída de la participación, si bien la ponderé dentro de la tormenta. Pero en este caso la caída del voto demócrata fue muy aguda y eso, más que tormenta, la convirtió en un tsunami. Y el foco del tsunami fue justamente por donde tenía que pasar que es el Rust Belt”, resumió.
El Rust Belt es el cordón industrial de Estados Unidos dedicado a la fabricación pesada y manufacturas que comprende parte de Delaware, llinois, Indiana, Maryland, Míchigan, Missouri, Nueva Jersey, Nueva York, Ohio, Pennsylvania, Virginia Occidental, y Wisconsin. En ese territorio poco explorado por la mayoría de los analistas, Trump construyó su base de sustentación.
“Ahí no solo se mantuvieron los niveles de participación, sino que crecieron, y los votos fueron para Trump. Casi 10 puntos de diferencia en Ohio es muchísimo. Pensilvania, Michigan, Wisconsin, estados que no eran rojos. Pero decidieron contestarle a Washington y al establishment, no solo que Hillary Clinton no los representa, si no que Trump era la respuesta”, explicó el analista.
Mercedes López San Miguel, periodista de política internacional, ponderó el peso de los factores económicos en el descontento de los electores y, al igual que Rodríguez Rey, hizo referencia a los sectores industriales y posindustriales de Estados Unidos afectados por las políticas económicas más liberales de desindustrialización. “Trump apela a la América profunda, con una crítica a la deslocalización de empresas y la instalación de fábricas en otros países donde presentan costos laborales más bajos, pero también con un discurso xenófobo, desde el que se argumenta que los inmigrantes se quedan con el trabajo de los estadounidenses. Y si bien los niveles de desocupación de Estados Unidos están cerca del 5% es cierto que ha caído el poder adquisitivo y el nivel de vida, entonces es un discurso que caló bastante”, evaluó.

“Hillary ganó el voto popular, en cantidad de votos tuvo cerca de 200 mil votos más que Donald Trump y eso muestra la altísima división y polarización que hay en la sociedad norteamericana».
Nahón se sumó a ese diagnóstico. “En esta elección se canalizó de una manera muy contundente el enojo, el malestar y la frustración que tienen enormes segmentos de la población norteamericana y que encontraron en Donal Trump un vocero”, explicó.
Y subrayó: “Es un enojo con el sistema, y que es reflejo también de la enorme desigualdad que existe en Estados Unidos. Una tendencia de cuatro décadas, agudizada a partir de la salida regresiva de la crisis económica y financiera internacional, que empezó en el corazón de Wall Street en el año 2008. El sistema terminó premiando y enriqueciendo al 1% que está arriba de la pirámide, generando desigualdades que impulsaron el malestar de la población”.
Las cifras laborales en la mayor potencia del mundo son una pieza clave de esa lectura. “En los últimos 14 años el empleo industrial en Estados Unidos cayó 29% y una parte de esa población no se pudo reinsertar laboralmente porque no tienen las capacidades necesarias y requeridas por las empresas que sí están contratando empleo y además porque no tienen las oportunidades. Hay muchísimos lugares de Estados Unidos que pueblos enteros quedaron desiertos, que las empresas se retiraron porque se relocalizaron en otras partes del mundo con costos laborales más bajos y regulaciones más laxas en términos ambientales, o porque el cambio tecnológico, terminó también expulsando del sistema productivo a muchos sectores de la población”, explicó Nahón a esta agencia.
A su vez, López San Miguel observó otros condicionantes de la elección de otro orden, con foco en la campaña del Partido Demócrata. “No olvidemos el denominado factor sorpresa de octubre, donde el FBI jugó un papel importante cuando decidió –a una semana de las elecciones- reabrir la causa de los correos de Hillary. Fue una sombra para su campaña y se lo facturaron en el Congreso. Y además del lastre de los correos, Hillary no pudo conectar con las masas. Si bien ella es muy competitiva ya que tiene mucha experiencia por haber sido secretaria de Estado, senadora, y primera dama, tuvo el problema de conectar, no generó las expectativas que, por ejemplo, en su momento había provocado Obama. Fue una candidata más previsible, tradicional, muy del establishment. Trump, por el contrario, es políticamente incorrecto, habla como un ciudadano medio, común, y más llano”, razonó la periodista.

“En esta elección se canalizó de una manera muy contundente el enojo, el malestar y la frustración que tienen enormes segmentos de la población norteamericana y que encontraron en Donal Trump un vocero”.
Los partidos y el Congreso
Además de la elección de presidente, los ciudadanos de 34 de los 50 estados norteamericanos votaron el martes a sus legisladores nacionales. Los resultados confirmaron la supremacía republicana en el Congreso, con un presidente mayoritario en ambas Cámaras, algo que no sucedía en décadas. Pero los especialistas advierten que Trump deberá negociar. En el Senado, los demócratas obtuvieron 48 legisladores mientras que los republicanos consiguieron 51. En la Cámara de Representantes los demócratas sumaron 193 y los republicanos 239. “Que el Congreso sea mayoritariamente republicano no implica que automáticamente van a validar la agenda de Trump, van a tener que buscar consensos y negociar. Él se considera un gran negociador y lo vendió como una de sus capacidades durante la campaña, pero en la cancha se van a ver los pingos”, subrayó Nahón.
ANCCOM también consultó a María Victoria Murillo, politóloga argentina, docente del Departamento de Ciencia Política y de la Escuela de Asuntos Internacionales y Públicos de la Universidad de Columbia. Murillo analizó la futura relación entre las élites republicanas y los potenciales conflictos del nuevo escenario. “Trump llegó sin el apoyo de las élites republicanas por lo que poco les debe. Me imagino que si realmente sigue un camino populista, estas tienen poco poder de negociación con él; pero tampoco sabemos cuáles serán sus políticas. En temas impositivos lo que ha anunciado está en línea con las élites republicanas y el programa de infraestructura pasará el Congreso porque genera empleo y mejora los negocios en estados que seguramente serán republicanos. El tema más espinoso es el de los acuerdos comerciales y ahí puede haber conflicto, pero no veo qué poder tiene la élite sobre un candidato que tiene más incentivos para ser populista que liberal, dado su apoyo electoral. No sabemos nada de él y puede resultar un (Carlos) Menem. Habrá que esperar para ver cuáles son sus verdaderas preferencias”.
Rodríguez Rey se sumó a la formulación de las incógnitas que abren el nuevo período. “Trump logró una coalición de hombres blancos que resistió todo lo que les dijeron. Incluso la hicieron más fuerte. Habrá que ver la relación que se genera. No se quieren, pero a Trump no le importa y probablemente referentes como Christopher “Chris” Christie y Rudolph Giuliani hagan ese trabajo partidario, así que eso se solucionará rápido”, dijo en referencia al futuro rol del actual gobernador de New Jersey y ex alcalde de Nueva York, conocido por su política de “tolerancia cero”.

“Trump logró una coalición de hombres blancos que resistió todo lo que les dijeron. Habrá que ver la relación que se genera», comenta Rodriguez Rey.
En tanto, López San Miguel agregó: “Habrá que ver qué consensos logra con los republicanos que fueron críticos con Trump. Hay que esperar para saber si sus ideas de construir un muro en la frontera sur, con México, será una medida o solo fue un slogan de campaña. Qué va a pasar con el NAFTA (North América Free Trade Agreement) que viene desde Bill Clinton y que se lo echó en cara a Hillary durante la campaña, o qué va a hacer con los tratados de libre comercio con Canadá y con México, con los que él se manifestó más en disidencia”.
Además de atender al gabinete que elija el futuro presidente, los especialistas reparan en quienes ocupen la Corte Suprema. Así, Murillo aseguró que no será un tema en el que “Trump va a intentar hacer una diferencia. El nombramiento del juez de la Corte Suprema va a ser para un conservador y esto tendrá consecuencias en temas valóricos”. En la misma línea, López San Miguel sostuvo: “En la Corte Suprema, Trump dijo que tenía como diez candidatos para ese puesto, pero lo que es seguro es que se va a nominar a un conservador”.
Incógnitas para la región
La cautela impera entre los especialistas y los advenedizos retroceden. La figura de Trump se presenta en gran parte como una incógnita. La política exterior del futuro presidente no escapa a la caracterización discriminatoria de su campaña. “En esta región, después de la destitución de Dilma Roussef, Michell Temer se mostró más cercano a Hillary Clinton, al igual que Macri en Argentina, por más que ahora lo felicitan y se acercan a Trump. Tendremos que estar atentos a cómo se reacomoda Estados Unidos con América Latina, algo que no fue un tema de la campaña pero habrá que ver. Por ejemplo, con respecto a Cuba, Trump primero apoyó la política de Obama y dijo que la iba a mejorar y sino que la daría por terminado, con ese estilo de declaraciones que lo caracteriza. También el tema de los tratados de libre comercio con México y Canadá, la Alianza del Pacifico, y eso se podrá empezar a ver cuando sepamos quién integrará la cartera de Hacienda y el Departamento de Estado”, subrayó López San Miguel.

“Hay que esperar para saber si sus ideas de construir un muro en la frontera sur, con México, será una medida o solo fue un slogan de campaña», comenta López San Miguel.
Nahón también planteó un escenario con numerosas X por despejar. “La primera incógnita que vamos a tener que revelar es qué Donald Trump va a gobernar Estados Unidos, ha sido un personaje atípico, muy consistente en su retórica y algunos de sus slogans de campaña, pero también ha sido inconsistente y cambiante en cuanto a sus posiciones, por ejemplo en materia de política exterior. Tendremos que ver qué política exterior termina implementando. Dentro de la política exterior de Estados Unidos, creo que la referida específicamente hacia América Latina ha sido relativamente estable en las últimas administraciones, quizás sea donde menos cambios hubo. Y hay una suerte de política exterior permanente hacia la región y que, a priori, podemos pensar que puede haber cierta continuidad. Si Estados Unidos agudiza el proteccionismo de sus mercados a Argentina le va a resultar aún más difícil penetrar en los mercados norteamericanos y esto puede profundizar el déficit comercial”.
En ese sentido, la ex embajadora cuestionó el apresurado posicionamiento del gobierno local, e incluso su imprudencia: “El gobierno de Macri creo que se comió la curva y no vio que esto era un resultado altamente probable, decidió jugar fuerte a favor de Hillary Clinton, y ahora quedó pedaleando en el aire y va a tener que recomponer esta relación. En política exterior los errores se pagan. Y está claro con el diario de hoy y los resultados que fue un error. Además, Argentina sigue apostando al endeudamiento externo y al libre comercio con esta mirada tan ingenua o cómplice de creer que porque uno abre la puerta de su país se genera bienestar. Hay que estar muy atentos, ser estratégicos e inteligentes y defender el interés nacional siempre”, puntualizó.

Humor Duro/ Trump
Actualizado 10/11/2016
Nov 9, 2016 | inicio
“Nos ven llegar desfilando con nuestras medias de arco iris y el público, los árbitros, los médicos y hasta algunos rivales empiezan a conocer de qué se trata el proyecto”, arranca Beltrán Horisberger, capitán de los Ciervos Pampas, el equipo que participa de la segunda división del torneo empresarial de la Unión de Rugby de Buenos Aires (URBA) y que lucha contra la homofobia. “Somos un equipo con orientación sexual y de género”, explica el jugador de 24 años que desde marzo lleva la cinta en el brazo.
Ciervos Pampas surge como respuesta a una necesidad entre personas que eran discriminadas directamente por su condición sexual o no podían expresarse libremente en sus clubes. “El hecho de no poder ser nosotros mismos llevó a autoconvocarnos”, asegura Bel, como lo llaman sus compañeros. Pero el proyecto no se queda ahí. “La idea no es generar un espacio clausurado para que las personas puedan participar del rugby libre de homofobia en un solo equipo. Nosotros buscamos interpelar a la comunidad del rugby en general y que el deporte se autorreflexione”, clarifica Horisberger. Y continúa: “Sabemos que los valores del deporte no tienen ninguna relación con esta problemática sino que la sociedad es machista y eso se replica en el rugby, que cuenta con las herramientas para dejar de lado la homofobia. Pero hay que sentarse, hablar y poner el tema sobre la mesa”.
Para ello, los Ciervos Pampas se trazaron un primer objetivo: visibilizar el tema para poder plantear el debate. Con su campaña Rugby Fuera Del Clóset lograron que mucha gente se acercara al equipo, por lo que dejó de ser un problema el número de jugadores estables. Su horizonte es también el éxito deportivo, y, aunque completaron un torneo que los encontró sin victorias -con un punto en 13 partidos-, el proyecto está suficientemente consolidado como para disputar el certamen de principio a fin, otro de los propósitos que se plantearon a comienzos de este año.
Al momento de inscribirse al campeonato empresarial, la URBA no puso ningún reparo. Ni se manifestó sobre la impronta de los Ciervos Pampas, algo que al capitán le gustaría que sucediese. “Muchas veces el discurso es que no importa la orientación sexual de los jugadores que entran a la cancha. Esta postura para nosotros es un poco blanda, porque es invisibilizar y sostener que por defecto todos son heterosexuales a menos que lo aclaremos o lo demostremos con una expresión de género disidente”, afirma Horisberger. Y agrega: “Ser puto tiene una carga cultural. Y además de eso, el rugby excluye no solo a personas de sexualidades diversas sino también a aquellas que no cumplan con la expresión hegemónica de macho viril. Por eso militamos también por un rugby libre de estereotipos”.
El equipo está compuesto por 40 personas, entre las cuales una minoría es heterosexual. Igualmente, el capitán asegura que “sostienen ideológica y políticamente el proyecto como si estuvieran defendiendo una igualdad que los afecta directamente”. Uno de ellos es Santiago Santillán, quien considera que el espacio de los Ciervos Pampas “genera una sensibilización y una empatía muy grande para trabajar y construir” junto a sus a compañeros. Además, cuenta que dentro del plantel también se generan roces y conflictos pero que “son constructivos” y que reflexionar sobre ellos en conjunto permite generar la identidad del equipo. “Cuando la discusión no se da, las cosas se callan y no se construye nada”, afirma el medio scrum de 31 años, antes de empezar el entrenamiento en la Plaza República Oriental del Uruguay, frente a la TV Pública.
Las reacciones de los rivales son disímiles, mas nunca indiferentes. Y sobre esa respuesta es que los Ciervos Pampas proponen una reflexión. “Cuando se ignora algo se invisibiliza y eso es lo que no nos puede pasar”, afirma Santillán. Dentro de la cancha, lo que genera más impacto son sus medias de arco iris. Pero fuera de ella, en el tercer tiempo, ya sin los uniformes, se produce un intercambio “muy interesante” para Horisberger
¿Cómo resulta ese contacto más personal?
Muy divertido. Creo que para los otros equipos ha sido una experiencia cultural más enriquecedora que un tercer tiempo más.
¿En qué se diferencia?
Juntá un grupo de quince putos y quince heteros a comer y tomar birra y te vas a dar cuenta. El contacto persona a persona hace que la gente pueda repensar y hasta cambiar. O al menos se acercan, valoran y tienen una propuesta distinta. Muchos equipos con los que jugamos, los vemos dos o tres semanas después alentando por nosotros. Hay una camaradería muy interesante. El mundo del rugby genera eso también.
En sintonía, otro integrante del plantel, Gustavo Colombo, aporta: “Muchos rivales se han sentido muy cómodos y han formado parte de nuestra campaña de lucha contra la homofobia”. Además, el subcapitán de 36 años asegura que “la impronta del equipo trasciende al ámbito deportivo” debido a que su intención es mandar un mensaje “a nivel social”. “No tenemos que sentirnos limitados a causa de que seamos diferentes. Al contrario, nuestra diferencia es nuestro fuerte”, concluye quien, ante la ausencia con aviso del entrenador, comanda el entrenamiento.
El proyecto se propone autodestructivo: “La idea es que Ciervos Pampas en un futuro no exista, porque los putos van a poder jugar en donde se les dé la gana y compartir su sexualidad abiertamente, sin que sea una problemática”, sintetiza Santillán. Y le pasa la pelota final a Horisberger: “Ciervos Pampas intenta ser un faro para otros clubes demostrando que trabajando y reflexionando, un equipo de rugby libre de homofobia puede ser mucho más que eso y transformar el deporte”.
Institucionalmente, la URBA depende de la UAR (Unión Argentina de Rugby) que a su vez articula con la International Gay Rugby (IGR), entidad que nuclea a todos los equipos en el mundo. Si bien aún no hay políticas claras de manejo de la diversidad sexual, ya se dio la patada inicial.
Actualizada 09/11/2016
Oct 26, 2016 | inicio
Aparentemente no hay lugar más seguro que el que se vuelve habitual. Las calles del barrio, la cuadra de la casa, el edificio donde se vive, el vecino del departamento, la puerta de entrada al hogar. Es así como también los lugares más extraños, los hábitos menos frecuentes, los espacios más llamativos, se disfrazan de cotidianos. Eso explica cómo un cementerio, por ejemplo el de Avellaneda, sólo puede inquietar al fulano que no es de Villa Corina. Y también es cierto que un portón, un paredón al que se le suman policías y militares en sus vehículos y con armas, pueden volverse parte del paisaje. Pero no es menos verdadero que para algunos, una noche basta para dejar marcados recuerdos que jamás pasarán inadvertidos.
“A mí lo que me diferencia con mis hermanos, es haber estado esa noche y tener memoria de lo que pasó”, arranca Karina Manfil, 40 años después de haber sobrevivido a la noche trágica en donde un grupo de tareas conformado por policías de civil y militares ingresó en el departamento de su familia, en el tercer piso de la torre seis en Villa Corina, y mató a tres adultos que militaban en Montoneros y a un chico de 9 años. “Estábamos comiendo fideos con tuco y mirando El Planeta de los simios en la tele. Y después nos fuimos a acostar”, comienza el relato Karina.
En la vivienda dormían en una de las habitaciones Carlos Manfil con su mujer Angélica Zárate y su hijo de seis meses, Cristian. En otro cuarto, estaba la pareja integrada por Rosario Ramírez y José El Gordo Vega, mientras en la pieza del medio descansaban los hijos de ambos matrimonios: los hermanos Carlos y Karina de nueve y cuatro años, y Marcela y Adolfo de nueve y once años, respectivamente.
“Eran las dos menos cuarto de la mañana, (Nota de la R: del 27 de octubre de 1976) entraron tirando cosas, gritando y disparando”, recuerda Karina Manfil. “Mi hermano se para en la cama, para mirar por la ventana y ver qué pasaba. Cuando apoya la mano en el marco, literalmente le vuelan la cabeza”, dice y agrega: “Yo sentí hasta cierta culpa de quedar con vida. Mi hermano Carli tuvo mucho que ver, se cayó arriba mío y me cubrió”.

Espacio municipal de la memoria «El Infierno», ex-centro clandestino de detención, tortura y exterminio de la última dictadura militar, y donde funcionó hasta 2015 la Brigada de Investigaciones de Lanús, Avellaneda.
Lo que puede parecer negligencia por parte de los oficiales que efectuaron los disparos, se despeja cuando Karina rememora una situación crucial: “Los genocidas entraron a la pieza disparando, se metieron debajo de la cama y siguieron, hasta le tiraron al ropero. Se escuchaba el grito de las madres pidiendo que no tiren, y no le daban bola. Entró otro y preguntó quién dio la orden,´acá hay sólo chicos´, y el que estaba disparando se dio vuelta y le dijo cállate, la orden la dio (Ramón) Camps”.
Durante la ráfaga de balas, Karina fue herida en una de sus piernas, Adolfo también fue baleado en sus extremidades, y Marcela recibió una bala en el brazo y otra en el pulmón. Los chicos fueron llevados al Hospital Presidente Perón de Avellaneda donde quedaron internados bajo custodia militar. A los hijos de Vega, que fue el único de los mayores que logró escapar, se les negaba la medicación y les tocaban las heridas para lograr obtener información sobre el paradero de su papá.
Además, a la abuela materna de los Manfil le dijeron que Cristian, el bebé de seis meses, había muerto en la balacera, cuando en realidad había sido secuestrado por personal de la Comisaría 4° de Avellaneda y recuperado 3 días después por Luisa López, madrina de Karina. “Se lo devolvieron, cosa rara. Yo supongo que hubo una negociación que a los tipos le interesó, porque mi madrina tenía una posición económica bastante importante”, agrega.
Graciela, la mayor de los Manfil, tenía en aquel entonces 12 años y no se encontraba en el departamento con sus padres y hermanos; había sido llevada a la casa de su abuela paterna cuatro días antes por decisión de su papá Carlos, previendo lo que luego sucedería. Ella recuerda hoy, a sus 51 años: “Ese día vivimos una locura, mi hermana internada, mi hermanito que no estaba con nosotros porque se lo habían llevado, ‘Carli’ asesinado, nuestros padres también. Es algo que uno después de todo este tiempo se pregunta cómo llegamos hasta acá, porque el día a día fue muy duro”.

Figuras en el Espacio municipal de la memoria «El Infierno».
Los restos de Carlos, su mujer Angélica y “Carli” fueron encontrados por el Equipo Argentino de Antropología Forense en una de las tres fosas comunes del cementerio de Avellaneda, en el sector 134, perteneciente a la morgue policial, en donde se hallaron 336 cuerpos. Del total de los restos encontrados, sólo 120 pudieron ser identificados.
Entre ellos, el de los Manfil, que fue el primer caso en donde se utilizó una muestra de ADN para una causa de lesa humanidad. Hernán Bravo, historiador y trabajador del Espacio para la Memoria en el Municipio de Avellaneda, investigó el rol que ha tenido en particular el cementerio de esta localidad en la desaparición de los cuerpos de las víctimas del terrorismo de Estado. Antes de la dictadura militar, la morgue policial tenía muy poco funcionamiento, como indica el historiador: “Empiezan a ver más registros, ingresos de N.N. casi todos los días y con una característica atípica, que el promedio de edad baja de los 25 años”.
Para ingresar los cuerpos, los militares entraban por el portón de la morgue que se encontraba sobre la calle lateral, Oyuela, evitando la puerta principal que se ubica sobre una Crisólogo Larralde. Además, en el interior del cementerio se construyó un paredón de tres metros, para aislar al sector 134 con el fin de que no se visualizara el inhumación de los cuerpos.
Villa Corina fue una zona militarizada durante la dictadura militar por la función que tuvo el cementerio. Luis Velázquez, que era vecino de la zona en la época de la masacre, recuerda que su abuelo y uno de sus tíos, que habían trabajado durante toda su vida en el lugar, le llegaron a comentar que los militares “hacían preparar las fosas por los empleados mismos, y después sacaban a todo el mundo y ahí tiraban los cuerpos. Si un trabajador quedaba dentro, lo amenazaban con lastimar a su familia, a tal punto que después de todos los años que pasaron seguían con miedo a hablar.”
En la calle Oyuela, frente al sector 134, se encuentran unos monoblocks desde donde se podían observar los movimientos dentro del cementerio. Antonio Cáceres, vecino que vive todavía en uno de estos edificios, recuerda: “Cuando caían con los camiones abrían el portón y te hacían volar, se paraban en dirección a las torres y no se podía mirar lo que estaban haciendo, si abrías una ventana te mandaban para adentro en seguida. Acatabas o iban a tu casa y te pateaban la puerta y entraban”. Cáceres, que era un niño en esa época, señala sobre las descargas que realizaban: “Uno veía que bajaban como si fuesen bolsas de papa, los tiraban para abajo, hacían un pasamano y los mandaban adentro.”

ANCCOM recorrió juno a Karina Manfil el Espacio municipal de la memoria «El Infierno».
Algo parecido recuerda otro vecino, Elvio Taboada, que reconoce que con frecuencia veía que se bajaban cuerpos. En una oportunidad, cuando tenía seis años, pasaba por la puerta lateral del cementerio con su mamá y vieron que “había un cuerpo con una panza gigante, yo era chico y pensé que era un borracho. Después me di cuenta que era una mujer embarazada con un vestido blanco. Cuando nos acercamos, un soldado le dijo a mi vieja que pasara rápido y que no miráramos”.
La causa judicial por el asesinato de la familia Manfil, se encuentra en el Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº 3, a cargo del juez Daniel Rafecas. El proceso está en la instancia de declaraciones testimoniales desde hace dos años, a la espera del pedido de instrucción para elevar el caso a juicio. A 40 años de la muerte de su familia, Graciela Manfil expresa su pesar: “Es duro que la causa no avance, que hayan salido varios juicios y que el nuestro esté ahí, en veremos. Los genocidas están muy grandes ya.” Su hermana Karina, por su parte, reclama apoyo: “Me gustaría que la gente de Avellaneda aportara un poco más de fuerza por el tema del juicio. Yo la escuchaba a la compañera Emilce Moler, que no se la tiene en mente como sobreviviente de la Noche de los Lápices. Ella dice que es desaparecida doblemente de la democracia. Me parece que mis viejos y mi historia también”.
Actualizado 25/10/2016
Sep 28, 2016 | destacadas
En el contexto de un nuevo derrame tóxico en la mina Veladero, que administra la empresa Barrick Gold en cercanías de la ciudad de Jáchal, San Juan, se estrenó Olvídalos y volverán por más, un documental que indaga sobre la explotación minera, su vínculo con el neoliberalismo, y sus consecuencias. En diálogo con ANCCOM, su realizador, Juan Pablo Lepore, comparte la motivación inicial detrás del filme y su posición respecto a la problemática. “La idea fue investigar cuáles son los males que nos aquejan, por qué se produce la contaminación a gran escala, con el consentimiento de quién, y qué es lo que está haciendo la gente para defenderse –plantea-. En ese sentido, en 2009 empezamos a hacer una serie de entrevistas. Viajamos por Bolivia, Chile, Brasil, Cuba, Canadá, reuniendo argumentos y conociendo experiencias de autogestión, de organización de la tierra, de ocupaciones, de latifundios, de vecinos en lucha contra la megaminería”.
“Para ellos, nosotros somos un basurero, somos motivo de extracción, de saqueo, de despojo”, dice en el filme el periodista y referente ambiental recientemente fallecido Javier Rodríguez Pardo, uno de los testimonios que recogió este trabajo estrenado el jueves pasado en el cine Gaumont, que busca aportar al debate sobre la actividad minera y a la promoción del cuidado de los recursos naturales. Con especial énfasis en la situación argentina, y a partir de entrevistas a especialistas y material de archivo, el documental recoge también casos paradigmáticos de otros países del continente americano, llevando la problemática a un plano internacional. Lepore logra articular una visión de denuncia que invita a reflexionar sobre los intereses que se esconden detrás del extractivismo multinacional y los impactos que produce en el medioambiente y en la sociedad.

“La idea fue investigar cuáles son los males que nos aquejan, por qué se produce la contaminación a gran escala, con el consentimiento de quién».
Los casos que incluiste en el documental remiten a países que son disímiles entre sí. ¿Qué diferencias y similitudes encontraste en cuanto al tratamiento de esta problemática y a las formas de lucha que adoptan?
Si analizamos la militancia concreta, la actitud frente a estos monstruos multinacionales y este activismo militante, vemos muchísimas similitudes. La megaminería tiene metodologías que se repiten en todos los países. Lo vivimos en Quebec con la avanzada del gobierno de Jean Charest en el 2012: el procedimiento de ir de pueblo a pueblo, de convencer a los pobladores de que el extractivismo es la única salida para poder hacerse rico, de que la minería es la única forma de trabajo que puede haber en estos lugares, es el mismo que encontramos acá. El neoliberalismo, en este sentido, se planta de maneras similares. Necesitamos organizarnos y eso me llevó a pensar que los problemas son los mismos y que es importante socializar las experiencias concretas, exitosas, para poder mostrarlas como síntesis. Con respecto a las diferencias, en Toronto, por ejemplo, estuve preso unos días por filmar; eso es una locura que acá es difícil que se dé (si bien pasan otras cosas). Creo que allá la seguridad, la policía, y todo el aparato estatal es bastante represivo y la gente, ante esto, es más tranquila, menos pasional. En los países latinoamericanos salimos mucho a las calles y si hay algo que nos molesta, nos organizamos y nos defendemos frente a eso. En el primer mundo es más difícil. Si bien hay resistencias, en la mayoría de los lugares están muy adormecidas. Quizás nosotros tenemos menos cosas, o menos que perder, y entonces nos arriesgamos y podemos enfrentar con más fuerza y ganas a todo este sistema.
¿Cuándo estuviste preso y por qué?
Fue en el 2010, para la cumbre del G20 que se hizo en Toronto, el 26 de junio. La presidenta viajó para reunirse con Peter Moon y otros empresarios de las mineras más importantes de Canadá (recordemos que el 60% de las mineras, más importantes del mundo, son de capitales canadienses). Se presentó junto con el secretario de Minería, Jorge Mayoral, y los gobernadores de las provincias mineras para cerrar el tema de la Ley de Glaciares que le exigía el proyecto Pascua-Lama. En ese momento, surgieron una serie de protestas en contra del encuentro de presidentes, y con la cámara salí a filmar los arrestos masivos (cerca de mil personas por día). Una locura, un presupuesto de más de un billón de dólares gastados tan sólo en seguridad. Me detuvieron por filmar y me armaron una causa. Estuve retenido diez horas. Dos meses más tarde me fueron a buscar a mi departamento para llevarme a un centro de detención en Toronto, en el que permanecí 22 días privado de mi libertad. Si bien es una experiencia que no se la deseo a nadie, me sirvió para fortalecerme en la lucha y para entender que las decisiones pueden tener consecuencias, pero que es necesario no bajar los brazos.

Ambientalistas de Jáchal (San Juan) y miembros de la Multisectorial Antiextractivista.
¿Con qué otras dificultades te encontraste durante el proceso de producción de la película?
El tema económico fue y sigue siendo una dificultad. Este es el tercer largometraje que hacemos sin el subsidio del INCAA. Sí tenemos el apoyo de los estrenos colectivos DOCA, organización a la que pertenezco y gracias a la cual podemos estrenar en el Gaumont y otros espacios INCAA del país. Seguramente en algún momento podremos acceder y aplicar el subsidio al documental. Soy consciente de que estamos estrenando esta película con una actualidad que es imposible lograr con los tiempos del INCAA. Eso es algo que asumimos y costeamos todos los voluntarios que formamos parte del Colectivo Documental Semillas. Creemos que es indispensable que todas estas producciones se sigan haciendo, con o sin presupuesto.
-¿Qué aspectos positivos rescatás del camino recorrido en la realización del filme?
El recibimiento de la gente, siempre contar con el apoyo de las asambleas, de todos los protagonistas que están poniendo el cuerpo en la lucha contra esta avanzada neoliberal, que en este largometraje lo vemos a través de la megaminería, pero estamos hablando del agronegocio, del fracking y de muchas otras cosas que van a aparecer.
En el documental haces referencia a casos exitosos que se manifestaron en contra de la megaminería, como son los de Famatina y Chilecito y Chubut, por ejemplo. ¿Cuál creés que es el camino en la lucha contra esta actividad?
Creo que el apoyo de las organizaciones es indispensable. Individualmente no somos fuertes, necesitamos organizarnos por una cuestión de supervivencia. El sistema lo hace, actúa desde el aparato estatal, desde los medios de comunicación, desde las empresas, todo coaccionado para que el capital rija en detrimento de los derechos humanos y de la naturaleza. Necesitamos cada vez multiplicar más la palabra para que se sepa lo que está pasando, para poder decidir, para frenar este sistema, y proponer al mismo tiempo otro alternativo, más equilibrado, que tenga que ver con el respeto por los derechos humanos y a la madre tierra.
-Jáchal fue noticia nuevamente por el derrame tóxico ocurrido en la mina Veladero, el pasado 8 de septiembre. Ahora, el Ministerio de Ambiente pidió la suspensión de las actividades de Barrick Gold hasta que haya un mayor control y monitoreo ¿Cuál es tu posición al respecto?
Es una trampa comunicacional. Necesitan hacer algo porque se les viene el pueblo encima. El gobierno es netamente neoliberal, manejado por los CEOs de las empresas. No hay posibilidad de diálogo. Lo único que quieren es que las empresas hagan la mayor extracción posible, que se lleven la mayor cantidad de recursos; ellos se quedan con su parte, y esto en detrimento de toda la población, como lo hemos visto en el documental. La maniobra del ministro de Ambiente, en este sentido, es hacer este juego de la democracia, pero es simplemente una careta. No van a ofrecer ninguna solución a las personas. Van a querer apagar el fuego cuando la gente salga a las calles y así hasta que todo estalle y haya una crisis donde la gente pueda elegir otra cosa. Ahí es donde la organización es fundamental para poder armar un proyecto alternativo a todo este sistema que se nos presenta como irrebatible, como la única posibilidad.

«Viajamos por Bolivia, Chile, Brasil, Cuba, Canadá, reuniendo argumentos y conociendo experiencias de autogestión, de organización de la tierra, de ocupaciones, de latifundios, de vecinos en lucha contra la megaminería”.
Actualizado 28/09/2016